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Alianza Ensayo Gérard Pommier La excepcion femenina Ensayo sobre los impases del goce Alianza Editorial Buenos Aires - Madrid Traduccién de Silvia Yabkowski © Gérard Pommier © Ed. cast: Alianza Battorial S.A, Buenos Aires, 1986 950: 5 ‘ol depdsito que marca la ley 11.723 Trapreso on la Argentina - Prinzed in Argentina INDICE Introduccién 5 LA EXCEPCION FEMENINA |. LOS IMPASES DEL GOCE Lo abierto, hasta donde las palabras pueden llevarnos obsticulo del goce det cuerpo, su resto De la an 9 1s 29 a 48 67 81 D2 104 130 137 -s9p uowsod eis “@UORUiITOS £ opniaUs|aS OU ‘oxreqWaUsa|dw0D o aquiayfp ou oMsep Un ‘sjopusiooucadt ‘omuoiuay o] & voIsdaDKa ap ‘oungeyse un s081030 otzesaoeu 59 won in ap einfe i B sepased cig suunpnsaouy sas fe eag[o pnosy anb ap muand osiep vied Ze6i A 1Eé1 MONE sas US ONL eszauaIap Osioaid so }8e ime x “2ptodsaLI09 ser ja aujuanoua vago map wiopendsm vy ‘enb Bred soue sour “B19 80] 2p 30338) £0] sepsende ontsoau Bag "ueBuo ap ound ns AInjoXe soased anb oswafumsous un ue opeqonesep ey a OUMIpnEH) opto -nosop 2 anb ‘exqluos bua peprorToadsa ns opwfap otad ‘eumuouo) -daoxa Bj ap med v sq arquioy| jap wyEN a OpUIEND taysIx@ Ow onb OID “eioye uny “tiqo ns ap sepsogp, sesacumd $e] aueinp ejmuojer wogeja 4 anb sauoxsezpes0Ne8 so] uo rexpenoU astefep ou aoeied ouruouras of ap ordord o7 “ezteat ott odor ovjsnus ayuranp ‘sauotoedhysanur sragwiad sns operni® tay anb ‘sazainee se} op ons -odaad & pros, op 01199; ozxanysa 9 ‘ayuousxlopesed ‘ofiequis ing, Buramapumnsy Bua wut ap woKsD9KU | 9p jan ja woo reunye ap preurutiay 9g “uoutIO8 ua une seaua}TO R389 ssutootsd [g ansry 2 a4gox soxpras so] 2p 24nd 2 sud ua exiuonoua as dufiioulsy wiqujed ey “rama 2p “ronorg © any einy onb nrouarajsueny opeueyy oquauRorpAd opeTiaqeosay soure janbe 10d opunzadi 13} Hs $2904 srs U9 IMAIOD osreuue up oraunad Jo $4 “28 twesnnuued 91 anb sey sevuajord sng oyvaumeionuy upzds “rAUOU a8 [9 wOsM pNaLy OpuEny, NOIDDNGOULNI intona y en el malestar. Es preponderante por uesto que el psicoanilisis ha sido inventado gracias al ay lo es también por un motivo estructural que es importante goces, pos dominante. iQué mejor manera de comprender la diferencis que existe entre el lico que partiendo del problema que plan- 2 Ia mujer en ella Se sostiene _ la plenitud original que Io in dad del goce femenino? La femineidad ocupa un lugar dominante por su exc jos como remonten, las reminiscencias, los tecuerdos y las construc: ws de la infancia. Lo fem ulsa a fa caza sin la pa tajes que proponen las teorias sexuales infantiles, Su reatidad forma un er de esas ficciones. a de Freud se ha limitado a dar valor de verdad a las sueflo pars La do creencias de Jos nifios? ;Acaso persigue doctoralmente u isiueo, del cual podefamos libramos algin dia? Si et sue ‘organiza alrededor de la primacia del falo, sus teor bargo falsas por contride: ia lo verdadero de una condicién de la existencia, En r la teorfa del niffo es verdadera: la ausencia de un simbol fomonino es necesaria a la existenci esta ausencia que et iNo responde, con su cuerpo se a él, su madre ao podrd ser privada det mismo sin que él desaparezea. io no puede percibir la falta, le auseneia de pene Si acaso la pereibe, un tal desprendimiento deja en su lugar un agu- jero, al cual nada coresponde en el orden del saber, a no ser una figura ie la muerte. El desconocimiento del sexo femenino no es entonces el resultado de una ignorancia del organo, cuya existencia puede ser reco snocida 1 saber busca defini el instramento que et go exige y el Falo viene a prestarle ef nomb: Ostentar la ignorancia se convierte asi en una carta de triunfo de la femi neidad. Las teorias sexuales infantiles, fundadas sobre la primacia dol falo, no son de ninguna manera “falsas". Hacen, por el contrario, emerger la verdad de un sujeto que funda su saber en exclusiOn de su horror a la castracién. “El sex” de lo femenino muestra esta falta, cuyo lugar se sos tiene. Lejos de constituir una nueva ileologia falocentrista, el psicoans- ie concede a Jo femenino un lugar central, articulado con cl adveni- ionto de un sujeto ignorante de aquello que lo determina. Freud habri sido asi el primero en descorrer el velo de este desconocimiento, Identificar lo femenino sigue siendo problemdtico en la medida en cortesponde vuelve a caer en la 6rbita del falo. La cearece de referente: sufre en el orden del discurso ismo destino que la vagina en el plano anatémico: la palabra existe, el organo existe, pero la investidura fatica que le seria necesaria puta ac cceder al sabor falta por det Sin embargo, porque esta exelusion corresponde a una pérdide de goce provoca el deseo, Excluida dol saber, la mujer permanece en el centro de su orga en el principio del orden ‘universal, aunque en sa futura femi- que esté en el principio del “orden del universo”. El pen samiento delirante toma al punto de fuga de la femineidad como perspec tiva, y apoya su logica sobre este goce. No sucede lo mismo en la neuro- "Ct. “Un caso de paranoia autobiogrificamente deserita”, S, Froud, Obras completes 2 © ka excepeidn fomenina. Ensayo sob limpases del goce { sujeto de la neurosis encuentra con la au sin sentido, el "no todo”, euyo resto funtasmt de To femenino. Es en este “convertirse en mujer” que ol di ‘una respuesta 2 la pregunta por el goce, tico, residuo de exclusion de la mujer, responde con impotencia frente a 1a significacion que ella evoca 'Si lo propio de lo fenienino esti excluido del lenguaje, a causa y su efecto, jhabré que considerar que escape también al psicoané- lisis, puesto que éste tiene a la palabra como inst 2 Algunos auto- te negro” escaparia siempre, no te al mundo de los hombres. Si hubiera que creerle poterin al psicoandliss mds que en proporcién a su rel fon To masculino. Sin embargo, si el andlisis tiene cont de algunos acontecimientos doforosos, sino el descubrimiento de un tasma que sige Ja existencia, de un fantasma tan generalmente excluido ‘como la mujer, lo femenino estard entonces en su centro, tanto para un hombre como para una mujer Lejos de plifitearse {atevalmente, y fuera del campo de Ia cura, lo fe- menino coneernira al analizante en proporcion a su sintoma. Lo que lo tonferma encierra la causa no sabida de su deseo. Del ruler, el sintor La pasividad del el saber inconse Porque encarna un polo esencial al Tantasina, la Mujer, do mitica, es la representacion que permite articular un punto que, si bien esta fuera del lenguaje, no deja de estar en el lugar mismo de fa causa del deseo, El anilisis en su término no descrbird otra cosa que la relacion femineizada con la letra, con se propone este tiempo de reconocimiento ditimo de una existencia que escape al destino, 1 LA EXCEPCION FEMENINA JEN QUE SENTIDO SE PUBDE HABLAR. DE “CASTRACION” FEMENINA? = “Wo exconscientemente que mi madre me tha hecho tanto mal. Con ella, espero unu sepa- rraciOn sin odio. Cuando era pequerta me gusta- ba que mi padre se fuera de viaje, tenia la ine resin de ser ef hombre de la casa. En verano, "a puerta que daba al Yo echabu a las ranss que entraban en el depar- tamento. Me gustaba mucho tocarlas, agarrar lo Srio, lo que vive. ~ El pene no es frio... ~ Una vez, cuando era chica, mi madre esta- ‘ba banandose, yo la veia y, de repente, tuve que 16 La excepeiin femoning, Ensayo sobre los impases del goce ir indefectiblemente a robar wn caramelo del armario". wed En esta corta secuencia, dos recuerdos se suceden. Pivotean uno so- bre el otro alrededor de una escansién que se me ocurrié en el momento en que la palabra se adentraba en su punto de mayor tensibn. igo algo en ese momento culminante en que la susesiin de image res, un poderoso recuerdo téctil nos hace deslizar en un espacio do suefio solitario. Basta sélo el recuerdo de una voz, de su despertar, para qu enigma que este recuerdo evoca sea interrogado, y luego a su ver bascule a reminiscencia que lo bordea. Estos dos recuerdos son de registros feio deta asencia paterna, lo que es frio y lo que ‘ida con ol falo. Lo que vi necesario 2 la existencia de po materno. Fi se oculta, que es posible subs falo que : saramnelo. Con el dutee de fa de el Otro, el falo se iguala 2 la demanda. Cuando 1a memoria bascul paliar fa castracién, aunque lo que autorice smo que el pasaje al acto invocado Del totem batracio, frio palpitante agarrado en la fntasma opera su sut os presentaciones se suceder ademés @ que las sostione, si bi ificantes, es transparente en lo que va de fa ausencia del padre ‘manda materna, tno, Este robo del caramelo es mi primer acto masculine, Ahora sé porqué tengo tal certera. fel recuerdo del cual le 3 al cual recién ahora irlo, me acordé detalle de mi forma de hablar, D ho tiempo fui de género a qué sentido se miede 2? * Amato es femenin pero cuando fo hact Para salir de fa dda, ‘motéenica, cuyo sentido hoy se me aparece toda st extension, Cuando tenia que escribir 0 pronunciar fa palabra “armario”, pensaba “incenalio” (incendie). La palabra ene" slendo masculina, es und e cin en la lengua. Tiene wna apariencia fer a, pero no lo es ~ Robé et caraelo det armari.. Desde que empece a hablar aut de mi relaciin con lo masculino, los suerios que tengo eon este tema adquieren proporciones asombro- sas Vagamente me parece que yo debia tener , pero no me acordaba, pla, tenia , erguido horizontalmente con Ficaciones qu jermitian acostanme con Estoy segura de haber tenido 18» debia incluso acostanne con leds hasta con mi madre suefios orras — Me sacudid mucho cuando me afirmné que ‘yo debin haber tenidlo ese suemo de avosta ‘con mi madre, Tuve est fuerte gripe Ud, me pidid que igual: era ama nes, y ex0s cos enormes ganglios en la nu desde entonces no se han ido. Anoche soné. Mis dos bultos habian erecido, y el pensamionto que acompataba el palparios era que su ramaio raneés. (N. del T) 6 ° © debra ser proporci ‘masculinidad. Por otra parte ibaa ver @ vecsiloga... ella se demasiado facil ") en lugar de su ero es de todos modos la idea que cuando me desperté. Esta médica me mar da a lo de un cirujano que me explica que hay que hacer una intervenciin enseguida, Me corta te cabeza para sacar los bultos, y como la opera ¢ durar cierto tiempo, fnjerta en su lu gar un pescado. Lo coloca horizontabmente fi Jantlo con enidad las junturas. Admiro su tra ‘mi cabeza vortada, que esti sobre la mesa, Veo mi cuerpo que se desplaza con ese pescado suturado arriba del cuello... Ya hablé ‘aqui del pescado como simbola masculino. Es el signo astrologico de mi amigo,* pera es tan- un signo masculino independientemente iL Hay algo que no entiendo en este seo, Es como si tuviera que perder elertos drganos iriles que me atan a mi madre y recuperar otros que estarian mi adios com el penst- electual, de que ha realizado el destino que le ha sido ipo se arranca los ojos, como sie acto que lo mirada debiera contrartestar el incesto. La vision perdida es el precio pagado por el erimen? {Edipo no prolonga en este acto su ho- , que el saber descubre? el complejo de castracion es el resultado de icin ejercida sobre el goce de la madre. Este esquema esti tstrechamente articulado con el complejo de. Edipo. Cuando Frew deseribe por primers vee, parece otorgar un lugar importante a la vsién de la diferencia anatomica de los sexos: un nifio teme ser castrado por su pure cuando pereibe que su madre no tiene pene. Esta reduccién de la angustia de castrecion al descubrimiento de la ‘lesmuilee del cuerpo femenino tiene el mérito de la clridad y dela sim: * Poisson: pescado y piss: (N. det)” pleza en la medida en qu de una percepcion horizonte de esas nuvelas unarias, de ese suefio des tica de las nociones frei stracion” femenina parece resultar del trauma atado para cada uno. Sin em jo teniondo las “to wentan las condi Porque se recorta sobre el eto en que prevale- o, y es en esta medida nia no va-a ser considerada como un individuo de sexo diferente, sino como castrada. Freud no siempre tuvo la misma opinion sobre la repercusién de la Giferencia anatéy vez al rango de concepto teér ca de los sexos. Su apreciaci6n siguié una cierta evolu: cidn a 10 largo de su obra, Cuando Ig castraci levada por primera rf que cuando el la percepcién. Ve un ndo una simetrfa-entre los dos sexos y plantea in mente mo esti amenazado. Re, tuna nooién nueva, ta de 1 ipotesis de que la mujer ha suftido aquello con lo cual él mis: en el articulo sobre el gacién, permite conjugar a la vez 1a castra: smo de 1927 cidn y el rechazo’de la misma. El fetiche es el resultado de esta doble operaeién. A pesar de estas nocién plenamente ar sulada por les”-y luego no sufti6 ninguna mi do a pesar de todas las criticas racién femenina seguia siendo enigmatica nplejo de castracién es una de Tuanito, Apare- “Teorias sexuales El complejo de castracién propone, con la amenaza corporal que si nifica, un mecanismo simple para explicar la privacién de goce que un padre impone a su hijo. Sin embargo ese término evoca, si no una n tila cidn, al menos una amenaza, que es a pesar de todo, excepcional. De nin: iodo designa, en el discurso cortiente, lo que Freud expuso en ela 10 que esperar la invencidn det psicoandliss, para que esta palabra designara el impasse propio del goce humano, La angustia que el ser huma- no puede experimentar no goce, y meitos aun a la castr a sido jams referida antes aI falla de su in, Hasta entonces solo habie podido ser 20 La excepei ‘encarada desde una perspectiva mi tiempo a! descono en un malentendido de graves consecuor Si hubiera que hacer reposar el complejo de cast la percepcidn visual de una diferencia anatomica de ,, numerosas |. Por esomue prueba por se opuso, ‘duda testimonio de un: ue precede a ta del suj Nom fs diferencia pura, 1a del deseo, y no puede que él mismo ha encamnado este simbolo. Una creencia contraria seria presencia de un pene materno, in que hace de la madre una fene cuenta alguna de la tis de un sentido en Ia experi de lo que es la ca En la doscripei siguen un desarra liga af niffo a salir lugar fa ausen- 8 dar forma a una pregunta que precede {Lo que muestra fa anatoméa puede verse sin esta pregunta? ; que Io que no era hasta entonees mis que el objeto hipotético de fas demandas de Ia madre 2 bajo la forma particular del pene. Ese momento puede sus la percepcién, pero puede también prescindir de ella: basta niflo constate que lo que tiene para ofrecer no satisface u la made, y que va a buscar en otra parte 10 que é1 no puede darle, ra per ‘yaa encontrar sin duda lo que le falta, ese alu respecto al cual el pene como el clitoris se muestran siempre desiguales, La castracién es et ita que resulta de la comparaci falo y pene, y ta constatacion de fa difere resultado de la amenaza impl iceptar el desafio y a sostener la com- {0 hari con mis pretensiones, fuerte en la 1 acordarle, a aittecedencia det falb al pene permite encarar les modalidades de in para una mujer, fa cual si no se hiciera esta hipdtesis, no se ninguna falta en cuanto a su anatomia. En efecto, la priva- cién que puede ser sentida en un momento de rivalidad merece ser dife- {fm qué sentido se puede hablar de castincibn renciada de la eastracién, Es demasiado pene aparecerfa en un momento de compet ‘modo, una mujer no considera que esti privada de pene que los hombres asi la verian. - La castracién sBlo concierne a la mujer én la relaci6n que ella man- tiene con su propia-imagen y no es angustia, que acompaiia fos tormentos de lar podria faltarl si no: es comparado con es que es et falo, y este Gltimo estard presente para olla en su ausencia del mismo mo- do que para todo ser humano. Asi, la castracién no es deri resuliado de un fa dem de aparecer como una causa, no hace mds que dar ul gente a Ia pregunta por la falta, El cuerpo responde a e se consagra a ella en un total desprecio de lo que es. Talo que ese deseo busea Es vehiculieade por la palabra qu: a fas palabras, de las cuales es el Porque habla, ta mujer entra en igual medida que wn goce filico. Este goce provoca un inv erbtico homélogo del pene 0 del wedida de un valor que es igual para los os sexos. niente respuesta contin- nterrogacion, ve la aparioncia se mis que gracias a retroactivamente todas las demancas de la madre. En e iido, la femineidad estaré determinada por una ciertarelacibn con el fa. hombre, ese simbolo le incumbe, aunque ella no mantenga la risma relacion con el pene [La comparacién del pene y del falo permite dar armaz6n ligica a los tues destinos de la feminciéad propuestos por Freud en su artfculo de 1931. Recoremos las dos primeras consecuenciis que siguen al descubsi- riento de fa ausencia de pene: esa constataciin puede provocar en prin- no un naufragio de toda vida sexual, al menos un dafo sensible Lz nifta puede también mantener con tna “seguridad insolente su masculinidad amenazada..” .. “el fantasma do ser 2 pesar de hombre sigue siendo esencial durante largos perfodos de su vida... complejo de masculinidad puede conciuir en una eleccion homosexual rmanifiesta”, En cuanto a la tercera eventualidad, abre una via propia a una femineidad caracterizada por un cambio de objeto y un cambio de érgano. 1a constatacién de ta ausencia del pene pareor dar una base orginica 2 sos tres destinos. Sin embargo, si el pene sélo estéausente bajo a tra- u La excopdldn femenina. Ensaye sobre los es del gove nis de la presencia del falo, lus tres posibilidades del “convertirse en mux jer” podrin eseribitse siguiendo ol orden propuesto por Freud, segin tres fordenamientos distintos:, cuando el descubrimiento de ta ausencia de pone es seguido de una ca ‘esa falta debiera arrastrar consigo Ta relaci6n con el goce cidn légica es entonces la siguiente: no tengo pei no pene = no falo En cambio, la falta de pene puede provocar una a ueti/ada por el mantenimiento de una mascul amenazada mas que en ala presencia del pene. En este caso, ef falo es confundido con le presencia del pene: “puesto que tengo et falo, tengo entonces un pene”. Falo = Pene neided supone que fincin signifi- dn del goce ntelectual, y que sin embargo este mantenimiento del falicismo no esté acompanado por la presencia fantas ca de un pene. Este Gltimo es aqui Las dos primeras ev que se establece entre el falo y el pei cordenamiento diferente. EI signo de una gu: 3s dos destinos no sor tradietorios como parece en una pri- logien de fa pris fecta gesignacion a la seivindicacion mis entre una extrema seguridad y una desespera siGn es siempre posible porque estas dos post otra orientadas por el signo de la igualdad. ‘duda fa fuerza det deseo permit cesta idea del ver igua- mes que prosiden las dos con in qué sentido se ped ta envidia del pene, sino en la certeza de ya tenerlo. Tal conviesi6n res ta de lo que estd en juego entre una madre yu hija ‘Ast como el var6 da ef falo a su madre, 0 af met amor busca dirsclo, ofrecerk a fuerza de este an do esta madre 1p0, la joven enamora ser asu vez Filia, ‘La tenacidad inextricable de este se debe a ese nudo que per fotiche, sin transgresion 1 perversion masculina. Este suplicio ier y otra mujer, tee un modo par homosexualidad, aunque no req da fisico. Este modo o. Aqui el significante paterno parece no ofrecer ninghn sco bolo de fa falta que es el ia renegacion ds ia enearar Freud observé en ja de un pene, tracién, la creencia en la presenci tin de Sin embarg\ cn ef lugar del pene faltante,e! penersion. El resultado de tal organizaici6 de ta cual seria demasiado poco decir que reconforta amenazada. En efect debe sor comparado al pene, es serd entonces isién de burla que de ra la ecuacion “no pene = no falo”, ésta pe las del naufragio que sigue al descubrimien se valor sobre el Si se exa #plantear las coor diferencia anatémica de los sexos. Sol ‘una entrada previa en el goce falco. Esta so de la primera por la introduccién de un signo de negacién. {Como va a ‘Aqui se anuda ‘experanza de obtener alg ‘rotivo de actos ext feria el proses que me gustaria desc [muy peligoso para Ia vida mental y rico 6 con el deseo del nedida que el nino, se escriba, basta con le convengs. De tal modo, el 3. y adguiore valor reteoae- to de la apariciOn del pene, que le da sentido al descubrimiento. Esta lectura retroactiva puede resumirse 10 tengo pene que no he sido el falo que hubie- Este pensimiento adquiere la mayoria de las yenino: “porque no pene’ de pene ests igen de una total ausencia de valor, de un sentiniento de per n, no a caus de la diferencia de los sexos, sino on la me retroactivamente en qué agar abolide 1d se establece de este modo n pene-falo Percibir lx diferencia anatomica de los sexos hace apréscoup de una significacion simbélies, da sentido a la angustia de castracién, Esta emerges du se aprehende en la forma del cuerpo femenino, hasta entonces vista por casualidad, y fuente de incredulidad mis que de sorpress. Causa de tud, recign adquiere sentido sobre el fondo de lus teorias sexuales les, de-esis ficciones forjadas al serv le perfeecién materna tro con el cuerpo femenino se realiza bajo osa jcante paterno ya abrié su brecha. Por eso la ién depende del lugar ceservado al padre en el discurso def Otro. Nombre del Padre es extraiio, su funcién excede totalmente a la persona que lo soporta y s6lo con: e punto de fijacién donde ef deseo se apoys. Lugar al que se dirige una falta, la paternidad se encuen- ia angustia- gacion de esta misma castraciOn. El deseo de la madre se orienta asi hacia otra cosa que no es el cuerpo del nfo, esti a partir de entonces regido por el significante. Una diferencia pura se escribe entonces entre el 1 sentido se puede hablar de eastcatén fe falo y el cuerpo. El primero se desprende de Ia imagen det segundo tingue de todo lo que pueda soportatlo y afecta al cuerpo de cast Habria que pensar entonces que ls castraciGn plantea un problema ico para los dos soxos, puesto que el pene y el ian el isma valor, pro} 4 esta castracion que ¢: ‘mo? Una Wiferes ces devir el padre. Del ja, en kt misma medida que un en ningin rasgo de madre es solamente la de la mujer lida que s pus epir triste, pete no es espectfico de una fermineidad quo escape al goce Repco see i casa, pun nero {ur estas prvada de un organo que manifesta 5 presen syn sus ‘uit puede dase cuenti de que el pene Ie fla, es: saber no le impedira estar en el goce falico, que acompafa a su entrada en la exis it Pero preciamente porque est al, 10 pod més encontrar un QUE toda mujer ear enton- jcante de la fernineidad idependiente de la si de una mujer, Esta falta de representacién, lejos de la forelisién, no permite ordenar en el mismo campo psicosis y fe dad, Es por ¢l contrario puramente simbdlica, ya que su efecto es resulta do de un higar particular, que se encuentra en reserva en el Otro del discurso. En la medida en que esti situada en ese lugar, una mujer encuentra una castracién que le es especitica en el momento mismo en que accede 2 Ia fase filica, en tanto que el vardn la encuentra en la dectinacion del complejo de Edipo. ‘Una mujer entra en el complejo de Edipo en el momento del descu- brimiento de una falta articulada a} significante. Asi cuando Freud escri- be que el “complejo de Edipo es en la mujer un resultado... no es destra do, sino por el contrario creado bajo la influencia del complejo de castra- La excepsién femonina. Ensayo sobre los cs necesario precisar que esta castracién no es una privacion que sucederia 2 un sentimiento do mutilacion y que precede si acceso a un complejo de Edipo del cual es condicién. En cambio, el hombre, incomo- dado como esté por s pene y por Ia ilusién de que este Grgano le da el falo, necesitard més tiempo para que la castracion constituya su propio ‘culo. No la reconocers de enttrad le de un significante, y esta particularidad per. jeres parecen estar per te conven: ‘cual fa naturateza las ha grat vale como ¥ por qué ciertos hombres pueden creer que estén desprovistos de éi, y organizar su existencia en funci6n de tal creencia, IDENTIFICAR A LA MUJER amt = El sielto que tuve anoche me parece pre- porcionar todos los datos del problema que no aleanzo a resolver, No es silo ta cwstion de la mujer que soy, sino también del lugar de mi en {fermedad ginecolégica en relacion a esta preo- cupa En este suelo voy a ais que con su marido y su h tar a una mujer escri= ive en Paris que queria poner a distancia, sacaba det bolsillo a9 hijo, = sn mostrar a su dhuir @ alguien que fa importunaba, = Ya veo lo que me quiere hacer decir. En efecto, ella no podia tener un hijo porque no estaba casida, Tiene razén, se trata solamente de un simbolo de fo masculoxo que esté ahi pa- ra hacer luir a.un hombre, En ef suefo, lla ue- go me muestra a a1 hijo, Tiene una apariencia parezea normal en elm ‘mento en que lo veo. Tiene la forma de un me- Yon cuya parte superior ha sido recortada. Esta forma una especie de ropa, que esté atudla at costado con un condin. Cuando se tia del hilo, ef melon se rie y muestra una boca bien sv te con dientes en forma de semillas. En ese enio, me pongo la mano en el bolsillo y descubro que tengo un melon idéntico, Estoy asombrada y decepcionada, — Después de la observacién que me hizo rev cién... En fin, me pareee, como de costumbre debe ser una vez mis asunto del sexo mascel- ‘no... Pienso de repente en wna particularidad relative a ta palabra melon, En francés, el melin es més bien algo re Asociaria fi bultos que me erecier una forma de Hevar lo mas alto posible uno de nidad, EI melon es ablongo en mi idioma, lo cual es una forma de condensar en dos idiomas ia totalidad de mi problema. Ade- mis cuando se tira del piolin, el melon se rie. n ver fos dientes problemas ginecologicos. Ya tenia el pres miento de esto antes de contar el sue puedo decir si mis problemas ginecolégicos tienen un vincalo con mi artrtis dentaria, pero ‘en todo easo este suetto plantea la cuestion a causa de los dientes Quizé silo haya una rela cin enere to que esté agujereado en el cuerpo, Mentticst a Is majer 31 » lo nuasculing, Es muy tonto, pero me parece (que el cuerpo es bastante tonto como para eit Jermar de esa... Usted me deturo en el hecho de que yo esté asombrada y decepcionada en ef momento en que me doy cuenta de que, y también, tengo un metin en ef botsito. maucho ineidad. Era una mujer de vanguardia cuando yo era adolescente y sus libros habian hecho escindalo ent su tiempo. Pienso haber tratado mucho tiem Po de identificarme con se imagen de mujer que rechaza la sumisién. Es claro que no puedo ex (ar sino decepcionada at percibir que su ferni- neidad vira hacia el otro borde, y yo con ella Puede ser por eso que el melin se rie, » es sin duda también lo que explica la introduccisn de otro personaje ferenino en ta tercera parte del seta, Antes de exe pasaje, hay otro que ahora es erfectamente claro: la escritora me explica que esd dando cursos de educacién femenina a [3- venes eprendices. Creo que los detalles no son importantes. En realidad las obliga a hacer bajas ‘areas domésticas y costura, Es acé que intervie- ne otro personuje femenino, Se trata de una hhermana de mi madre que es, en realidad, una sefiora mayor. Realmente es la imagen de mujer opuesta a la de la escritora, Siempre estuvo so- ‘metida, primero a s& madre, luego a su hermano Ya s¢ mario. Tengo mas bien la impresion de ‘que fue muy infeliz y de que murié en una gran miseria afectiva, En el suefio, sé que es ella, pero no se le pa- rece. Tiene un aspecto muy femenino y leva Puesto un vestido leno de puntillas y lo que es mucho mas curioso, tiene el pelo muy largo y ondulado, © Pepin Fania lemas, dispustos (N, del) 1a excupelde femenina, Ensayo rt als tnujor te 2 it ‘me, descubro el cuerpo de mi anante. Sé que = Muchas veces ya fe hablé det simbolo de ‘no esti muerto, pero ya no se mueve ni respon Spee eamlec taste siceD) de, Dos cables de teléfono le salen de ia cabeza Uno permite lamar a los bomberos y otro a ta cee ee apelion toga: Bra Policia, A lo mejor esto evoca por un lado el (que se rebelaba contra el pole de ‘fuego y el anor, ¥ por otro los impedimentos 1 largo de mi cabello Jue ocasion de en Ios que todo ek tiempo estamos metitos.De- pelea entre ellox Me acuerdo que finalment bo hablir por telefono, pero estoy aterrotizada. Ime levd a cortar el pelo sin el acteerdo de mi ‘ toy petieada por une angsta que va a des ire, y gute cuando ig el resuiado, se dece ertanne, porque al lado del coche hay una em ee a bajada, wn edit uo sé si es la demi pais. Yan 86 cual smi pas. uy 7 1. gesto se refiere a mi propia decepcién, que usted subray6 hace wn rato? .. go bien a fa cde mi madre, que precede lo corto evcea a los hombres, eso quiere decir gue ella también estuvo de rodean, se conforma con tomar re el tono de su maestro, Je 0 0 zo s6lo que los ss- ca patema, eteétera, As la iden ‘nos de io niasculino no son fonalmente gran cosa? : it operacion simb de Ia vagina, ua cambio de zona com- de su vida Encontramos Jo mismno en el articulo de 1908 sobre “Teorfas sexua- les infantiles”. ‘La anatomia ha considerado que el clitoris, en el interior de Ja vul va, era el drgnno homélogo del pene, la fisiologia de los procesos sexuales ha podido agregar que este pequeflo pene, que no crece, se comporta en la infancia de la nifia, como un verdadero pene: es en efecto la sede de excitaciones que conducen 2 tocarlo, su excitabilidad confiere ala activi dad sexual de fa nifla un carécter masculino, y una ola de represiones es hnecesario en los aftos de la pubertad para dejar aparecer a fa mujer eva: cuando la sexualidad masculina.”” Estos cuadros son poco tegocijantes. Ofrecen de la femineided una deseripcién que evoca una mutllacion, una sustraccién, una represibn. Exponen la idea de que el acceso a fa fernineidad se hace por un “en me- nos”, y no hay ninguna sospecha de us goce en exceso, evocado por Ti res En este punto de su doctrina, la femineidad no se lo aparece a Freud como un dato natural con el cual bastarfa conformarse. No s2 nace mu: jer, uno se convierte en. Este “‘convertirse en mujer”, que parece dibujar- se en Ia teoria freudiana, reclama una cierte pradencia. Este punto de vis {a requiere ser revisado a partir de las concepciones que aparecerin des pués de 1930, cuando los términos de pasividad y de actividad conocerin fa elaboracién més completa. Se los puede resumir asf: el varon como la nifia son en un inicio pasives, son objeto del deseo del Otro materno, tue, Du ser mujer 8 9 son activos y entran en ests medida en el goce fico, Por itis | mujer puede, segiin vias que le son propias, volver a la pasividad. La revi sin de las primeras concepeiones se resume entonces en considerar que rio es adecuado hablar de n mujer” sino de un “volver fer mujer" de ‘tigi que eso propio i del ser tae te, Sel destino femenino s»complira solamente en ua “conver. rw en mujer este Gltimo estarfa enteramente capturado en el comple | Jo de masculinidad. En este exquema, set mujer serial resultado derun | Gharto deseo de ser como un hombie: porque la ila se separa de uns eh dre que no tiene pene, demanda, va a redlamaro dia del pene es parte de un hombre aparece como un Este exquema es satisicto motor del “convertirse en mujer fio en muchos aspectos, sin embargo esti minado de tn presupuesto: es necesario que esté precedida por ién tal como elia so articula con Ja diferencia anatmica de los sexos: No siempre sucede a1 | esta eventualidad no es femenino previstas por Freud que cortesponde a fa 2 a la nocié de “vole ver 2 ser mujer”, Solamente ef retomo a la pasividad primera permite captar cémo la mujer es aleatizada por Otro goce, que no le debe nada a Iaenvidia del pene ___ Cuando Freud escribe en 1931 su articulo sobre ta sexualidad feme- nina, sus conceptos no conocerin reformulaciones importantes, El esque. ‘ma de conjunto que él propone se apoya sistemticamente en el comple. | 50 de Edipo, y no aporta ningin elemento nuevo sobre lo que parece [ defintivamente establecido del lado del hombre. El varon est ligado al pare del sexo opuesto y es hostil al padre del mismo sexo. Su primer amor se dirige a su madre y permanece fijado en ella. El amor inicial de la nina esté igualmente dirigido a su madre. ;CO- ‘mo va entonces a encontrar un camino hacia su padre? Por otra parte ese cambio relativo a Ja persona amada se acompatta de modificaciones de las Zonas erdgenas cuyo investimiento pasa del clitoris a la vagina. ;Cémo es {que tal virje del amor y de Ta erogencidad del cuerpo puede cumpltee, si 8 que & cumple, puesto que, excribe Freud: “Cierto nimero de muje: Bt andlisis det fantashia “Peper meat mle permite asegurarmos de esta fe- a los dos sexos, ya cays Organos son abandonar el amor ‘erogencidad que le correspor fl pene y el clitoris. Sin duda el vardén deberd ta por su madre, o mds exactamente solo guardar de ella el recuerdo de fa mujer mitica que lo soporta, Conserva de ella la memoria de ta Cosa que ‘lla no es, donde su deseo se apoya. Por el conttario, elegir ef amor por el padre y la erogeneidad nueva de la vagina parece imponer a la mujer tun cambio de sexualidad. Fre para explicar este devenir la nocidn de bisext sorprendente, porque Freud en esta época hab: 90, demostrado Ja prevalencia del falo. {Tal ot de su transferencia con Fi J es importante, porque no conciesne a ino a un doble goce. Freud se aleja en este pu icio de su obra, En 1896 por ejemplo, expan Ord una concepcidn de bisexualidad que difiere radicalmente de fa des famigos-En esta época, asociari por una parte, lo mosculino, 1a libido, fa in, el placer, la obsesion y la actividad, y por otra parte, lo feme- feria y la pasividad, Estas dos series muestran que Freud no co dad en términos organics, sino segiin un mo su propio Cor contradice Ia prin fargo, solamente el falo prevalece. Esta cone en la obra de Freud. Bs abordada, por ejemplo, en Tres Tibido es, de forma constante y regular, de esenci mmbre o en fa mujer, y abstraccion hecha de sa obje - Desde que he tenide conocimiento de la teorfa de le iportancia decisiva a este factor y creo nanifestaciones sexusles del hombre y de En la medida en que la cio de un deble goce, escapa a la referent cisidn, algunas oscuridades aparecen bajo u erogeneidad del cuerpo de la mujer para quie 18" froudiana es referida al ejenci- émiee no esti, por cin serfa te el cual prevalece el decirlo asi, presente durante incompronsible si este perfodo no fi el primer goce, aquel que depende , ‘ilo, y es porque su presoncia insiste co fe que un cambio de objeto y de zona erégena sigue siendo posible para un buen nimero de mujeres. La bisexualidad no es un sexo doble, sino esa articulacion del goce del Otro con el goce filico sin el cual el destino propiamente feme- nino permanece incomprensibe, Freud ha subrayado que la bisexualidad estaba ms desare. jer. Lo esti, en efest cos, sino porque existe ung indeterminacion det 8 nesta medida, como lo ha escrito Lacan: “la mujer no toda es dad implica Otro goce que el del Falo, en el cual el hombre estéentera mente tomade. Motivo de un goce suplemen' Su descubrimiento es solams EI desconocimionto de vagina reemplaza al clitoris, en electo, sor del cuerpo, y, mente por ls vias dl flo 1 El apgo por la madre tee la siglkaton de una entrada ene goes io, E anor que etd deste lo coro de ua pine ientifeacén con el nome propio y cone pades qu lo otorg, Tal identificacion se acompafia de Ia atribucién det falo, we a ta prnera zone ergs ico dauna respuesta al goe primero, fag: meninte, que el ni de los dos sexos auf cuando encuentra Oto ellengije momento en us es gozado en ug de soear Freud cvoc tal vineulo cuando observa que esl acompanado por una angus de sr devorad 0 sesitado or la mare, Socede fo mismo con el fantsma de evsercion que noo eaten al casts. La angus de ter destado, dvorado, evsctado fa imposibilidad propia de un goce experimentado : se huwano, El goss que ta velacon con el Oo morte, por el suetgo mismo eset incompletud del des Th ming @ ese tiempo de devastaci BD, icismo ponen un tér- fa fossa que proponen

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