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La denca evoluciona en a medi- peereee eerenic pee ere tenet lee Parente money pooner erta ete ene pater tere een eran Berean ecm tek Eee et eee ee eens foe ee ra Oe ere ees peerless Riehien enter Neen tet enna Peennct ree enero Bier ese ee Pte ener Pesce tomes tet oe eran ee een en ets Sr eee nr ens ee ere Peet eet ar Exe arene rer peers ese ee Ere se scat ee peers eet eee infoumaci6n, hecen de Pargue Juri Poe rte a era een ee ners Pe eee ere Sete ne erate Teo Prete eet Pon eee err er ees meee cee ee ee ars ce ee Pee reser ener arene) Paes ee ce eeveeeen pene eet tty cd Ce Seen! eee eer Peres erento ene teae ac eee foro eee sae ts peer ete sien Sree a ean uns cee ee eee aie on The Resa Met tree cst i) TV ORON aT oe ae amar a poker SILVIO O. FUNTOWICZ JeROME R. RAVETZ LA CIENCIA POSNORMAL CIENCIA CON LA GENTE Icaria Antrazyt ECOLOGIA ag, Buenos Ate, is Presentacién: Epistemologfa politica: ciencia con la gente, Marti Boada 7 Prologo ala edicién eipatiola, Joan Martinez Alier 11 Prélogo ala edicién argentina, Cecilia Hidelgo 17 I. Riesgo global, incertidumbre eignorancia 23 Inoduccién 23 La re-invasién dal laboratorio por pare dela naturaleza 26 La centralidad de la incertidumbte ylecalidad 31 Esurategias de resoluci Ciencia Aplicada 37 La Consultoria Profesional 42 Ciencia Posnormal 46 Condusi¢n 56 nde problemas 36 Tl. Tl, El valor de un ruisefior: La economfa ecolégica come Ciencia Posnormal 57 Introduccién 57 Valoraciones 58 Elementos de la ciencia posnormal 61 Condusiéa 78 La Tecnologfa Posmoderna, el Bien ylaVerdad 79 Posmodernidad 79 Lacalidad 81 La posmodernidad como un fenémeno demaas 87 Posmodernidad y matematicas 91 Caos y modelos de computadora 94 Tecnologia posmoderna 99 Realidades mleables 103 Conclusion 105 Bibliografia 107 PRESENTACION: 7 EPISTEMOLOGIA POLITICA: CIENCIA CON LA GENTE Marti Boada Para empezar y para evitar malos entendidos, hago uns abierta confesidn de profanidad rotunda en la tematica central de esta obra: la ciencia posnormal, por lo menos en lo que se refiere 4 su génesis y su construccién conceptual. En cambio y sin nin- gin rubor, quiero manifestar ti adseripeidn convencida a cuanto foxmula, una adseripciin yo dista peimacla, mejor dicho obrera, en el mejor sentido del término, no de malentendida sumisién, sino desde aquel valor basal del aprendizaje positivo y fabril, que encuentra en decerminados escenarios dialécticos una dable motsicidad intelectual: de un lado el aprendizaje como un ins teumento para avanzar hacia las necesarias destrezas y, del o:r0 cl sentido emancipador que adquicren desde esta dimensis propussias transgresoras al astabliinnent, como es el caso de la obra que nes ocupa Sin duda uno de los escases elementos positives surgides de {a criss civilizatoria actual ha sido la reciente spariciéa de la cien- cia posnormal, formulada por Funtowice y Ravets, que de for ‘ma aparentemente poco notoria cuestiona los fundamentos de la ncciéa wtdpica de la sociedad soszenible, organizada en toro 2. una vision fantasmtica de la naturalera, y que, como cu quiera de las utopfas anteriores, probaslemeate tenga el mi destino, Incluso el casi paradigma de la sostenibilidad podefa constituir una forma posmodema de confianza, que se resistirfa a reconocer el carfcter desequilibrado y turbulence de la netu- raleza y que ninguna fantas{a ideoldgica puede impedir que la nnavuraleza vuelva siempre a su lugar. Un medic donde, cuando se buscan constancias, se encuentran cambios, Algunos de los recursos posmodemos de caticter pollticamente balsmico son la adoracién a los artefectos modernos y a los avances cientili- cos, que incluso podrfan representar usa forima moderna de des- piste Para Funtowicz y Ravetz no es posible encontrar una tradi- cién cultural que pueda armer ua conocimiento suficiente que dé las respuestas predictivas que demandan los problemas emn- bientales globales. Algunas dificultades de esta complejidad r2- dlican en el cardcuer elitista de la ciencia, en la univoca suprema- cia otorgada a los cientificos, con unas propucstas que son insuficientes para dar salida a la crisis ambieneal, el ideal de 1a- cionalidad de la ciencia normal ¢s no sélo insuficiente sino en muchos casos inapropiado. No puede serlo, en parte, por ser la metodologfa cientifica imperante Ja que ayuds 2 ctearlo. Los beneficios humanos de «ota ciencia han coftribuide « la dislocacién ambiental, es decit 4 producir unas situaciones de limite del ceecimiento, le expan- sign econémica y la demanda energética Iimires impuestos por cl propio escenario natural, La gran paradoja consiste en que di- cchos beneficios no pueden ser compartidos por toda la humani- dad. Para nuestros autores el reconocimiento de los riesgos am- biemtales globales, revela que el ideal de racionalidad cientifica yanno es universalmente apropiaclo. La ciencia habrfa enttado en declive como generadora de verdades. Desde el nuevo postulado de la ciencia posnormal, la cien- cla con la gente, se abre ua estimulante camino hacia la demo- ién del conocimiento y se advierte del fin de la verdad cientifica absoluta. Se convoea la formulacién de nuevos parti- cipantes ea los nuevos didlogos, dando cabica a diferentes pers: pectivas y formas de conocimientos, 1 un nuevo diflogo de saberes como indica Victor Toledo. “Unes nuevos escenatios de participacién donde incluso el an- tagonismo deviene un valor intelectualmente mote, y los des acuerdos deben ser considerados no sélo inevitables sino salu ddables, nadie debe dominar sobre los demds, trabajando la superacién de cualguier variable de despotismo sul. Le parti- cipacién posnormal significa una nueva forme de equidad fren realos riesgos ambieucales globales Debo confesar, que ante esta presentaciém del libro de Funtowicr y Ravers, me he encontrado con una incomadidad estimulante que en el tramo final quiero evidenciar. Me he sen- tido, como aquel campesino montano, al que de golpe 32 le in~ esurable, vita a arar una llanara can amplia y ancha como incon pero que sabe de la fertlidad de este nuevo espacio, cuyas si- maicares estén basadas en la calidad y la multiplicidad, y que al sureo del arado lo conforms un necesario compromiso ético. Montseny, 9 de enero del 2000 9 PROLOGO . ALA EDICION ESPANOLA Joan Mariiuee Ali ‘A veces he comentado con Silvio Funtowicz y Jerry Ravers que no pasa afio sin que exista un episodio de wcien ia posnor- mal» gue Iega a la prensa y a la tclevisiin y entra en al debate piiblico. Parece como si alguien fo preparara. Este ha sido el caso de los cultivos cransgénicos en Buropa y no sélo en Europa en 1999. zPor qué hasta este aft el debate 70 era més intenso? No lo sabemos. Pero el debate se ha desbordado a partir del aume- ro de la revista The Ecologis: sobre Monsanto que la imprenta habitual sc nogé a imprimix, ntimero que finalmente se difun is con enorme impacto internacional (y con tradueeién al es- pafcl por un consorcio de grupos coologistas y editoriales), a par- tir de las noticias sobre la tecnologia Terminator de Monsanto Gemillas que estén genéticamente manipuladas para na tepro- ucitse), que no ha legado comercializarse, 2 partir de la pro- hibicién de semillas transgénicas en Rio Grande do Sal en Brax sil y de Ins normas europess regulando su importacién y etiquerado, a partir de la accién direeva de algunos miembros de le confederacién campesina francesa contra las multinacio- rales de les semillas, a partir de las protestas en la India contra esas mismas matinacionales, Hay urgencia en decidir qué hae cer, hay incertidumbre respecto de los efectos de los cultivos wansgénicos sole el ambiente natural y sobre la salud huma- 11 nna. Urgencia, Incertidumbre, Conflictes de Valores. Son carac- teristicas de la sciencia posnarmals, que no es ciencia clitista por encima de la gentte; no es tumpoco bienintencionada cien- cia para el pucblo, Es, de hecho, cicncia con la gente. eOitos episodios recientes? La crisis de las wacus locas» en Europa. Las polémices sobre incineradoras de residuos urbanos y la productién de diexinas. El debate sobre la inseguridad de los métodos de almacenamiento de residuos aucleares (Vacca Mountain, en los Estados Unidos). El debate sobre cudnta biodiversidad silvestre y agrfcola conservar en el mundo, y dén- de. El debate sobre el ritmo al cual deberia reducisse la ernisi6n de gases con efecto invernadero, para ategurar un aterriaje suave. “Yo canoef a Funtowicz y a Ravewz en septiembre de 1987 en Barcelona, en une reunién sobre economia y ecologia en la que se decidié fundar la Sociedad Internacional de Economia Ecoldgica. Aqui lego un grupo no muy grande pero influyente. Herman Daly, Richard Norguard, Bob Costanza, Brace Hannon, Charles Perrings, Rene Passet, John Proops, Martin O'Connor Mario Giampietro, Ann Mari Jansson, Mick Common... algu- sags eran evdlogos, dele escuela de HT: Odum, 0 discipulos de David Pimentel, otros economistas disidences, todos étamos ya economistas ecolégicas aunque el nombre de la Sociedad lo pu- simos 2 voracién, La reunidn fue en el Pari Manning de la C: de la Caritat. Los tinicos que no eran ni ecSlogos ai economis- tas, y los tinicos que no son ain hoy en dia propiamente eco- nomistas ecolégicos (coma elles mismos dirfan), son Funtowicz y Ravew, filésofos, maeméticos, supervivientes de batallas aci- ‘démicas y pollicas a ambos lados del Avlintico, de fuerte tradi , Eso tiene que ver con la complejidad de los sistemas ecol5- gicos, particularmente cuando intervienen reflexivamente los hhuinanos. Al investigar cl cambio climitico, la incertidumbre no se despeja con el aumento de investigaciones, al contratio. Por ejemplo, se dieron cuenta hace unos cinco afios que el dioxido de azafre (cuya politica va a remolque del debate sobre Hluvia fcida y de los movimientos populares contra ese molesto gas: cs decis, nada que ver con cambio climtico), en la préctica ha es- cado contrariescando el cambio climitieo. Y no saben los cienti- ficos ropa Occidental s¢-va a calentar o s¢ va a enffia, por- que tal vez la corviente del Golfo cambie de trayectatia © se debilite mucho. Eso no lo sospechaban. Si se aplica. como de- bela aplicarse, el principio de precaucién en vez del principio del avestrux (que esconde I eabeza en la arena para no enterar se de lo que ocurre), entonces hay que actuar a pesar de esas incertidumbres y complejidades, De abi que observemos el hecho de que numeroses actores sociales que en principio no tendrian legitimidad para partici- par en as decisiones (teservadas a los politicos, escudados en el poder que da la ciencia), sin embargo intervienen. Eso estd bien, desde el punto de vista demacrstico, Pero no es este el argumento de Funtowies y Ravetz, Ellos no dicen si est bien o mal, aun- que se les nota Ie sontisa, Ellas constatan esa intervencién att- pliada en el terreno de las decisiones, esa extensién de la comu- nidad de evaluadores, y muestran cul es a légica de que ocuirta tal cosa, No ¢s slo que un andlisis costo-beneficio del efecto inyernadero sea absurdo como aplicacién de la ciencia econd- mica (véase en este libro el arviculo sabte Nordhaus), es que muchos de los datos fisicos son inseguros. Por tanto, entren us- tedes sin reparo al debate del cambio climztico, no dejen que lo secuestten los cconomistas ni incluso los cientilicos. Opinen vstedes. Eso seguramente llevard a una mejor decisi también ustedes sobre las incineradoras urbanas. aunque no sé- panos macho de dioxinas: asf lo ha hecho el movimiento de epidemiologla popular en Estados Unidos, vinculado al movi miento de eco-justicia, Ciertarnemte, se les puede preguntac a Funtowicr y Ravetz si esas comunidades exiendidas de eval dores incluyen a todas por igual, ONG del Norte pero también mujeres rurales pobses del Sur. Pregunta vilida, para estudios posteriores. Al proceder del campo de estudio ddl riesgo tecnolégico mu- dear y quimico-industrial, ambos autores han estado alejados de los temas agratios. pero se estén percatarde en los tltimos tiem- pos de la imporvancia que sus resis tienen también para cl ecologismo popular de quienss defienden la agiozcologia cam pesina (como Victor Toleda en México, Anil Gupta en la India) frente a la «modernizacién» uniformizadora. Con la noaén de sciencia posnormab» uno puede avanzar en esuudios retrospecti- vos de cimo se introdujeron los pesticidas (emo se dio 0 como se suprimis al debate), c6mo se introdujeron sin debate las miles scleccionadas, céio ha surgido la reaccidn agroccoldgica en el Sur del planets, una clara muestra de ciencia posnormal hoy en dia tan firme en algunos paises del Sur y en algunos mo- vimnientos (como cl MST [Movimento dos Trabalhadores Rurais sem-Terra] en Brasil) frente ¢ las tecnologias transgénicas. Y algo parecido podria decirse tal vez en el camo de la medicina, aun- ue sea mufs comprometido decitlo, Hay episodies de «ciencia posnormaly que Funtowice y Ravetz, que viven en Europa, ni llegan a conocer. Por ejemplo, scémo argumentar contra la expansién de las camaroneras y la cestruccidn de los manglares en Ecuador? Si se da por sentado, come tal vex pueda darse, pero nojestemos cientificamente se- guros, que exisie une relacién entre cambio climdtico y la Fe. Opinen cuencia e intensidad de los Niftos —ya que el mangler defiende la linea de la costa contra la entrada del mar y cuando hay Nifio, llueve muchisimo en Ia costs ecustoriana y si ademés entra el mar, las inundaciones son terribles—, la incettidumbre de la re- lacidn, no calla a les actores sociales conuarios a las camaroneras, al contratio, les ayuda. ;Por qué van a callasse, si hay ademés tantos otros argumentos en defensa del manglar? O sea que si algtin afto no lega el episodio europeo de clencia posnormel, no hay mds que viajar un poco y en otras parces se encuentran, Muchos pensamos que, mas allé del papel utilisimo que Funcowicz y Ravetz han tenido como asesores epistemoldgicos de la nueva economfa ccolégica, sus ideas de Tz uciencia posnormaly y lz «comunidad exrendida de evaluadores», con fi- mes raices (repito) en la Filosofia analitica més que en debiles ideas posmodetias sobre la caprichosa constuuccién social 0 cul tucal dela realidad, se convertirén pesiblemente en pasto de lo suplementos culturales de los periddicos, y en ensefianzas de pri- mer afio de Facultad, eusindo no incluso en tema de los exéme- nes de sclectivided. Esperemos que eso ocurra sin graves distorsiones. De abf la oportunidad de la publicacién de las tra- ducciones al castellano de tres o Cuatro articulos importantes de ambos aurores PROLOGO | ALA EDICION ARGENTINA Cecilia Hidalgo En 1981 Silvio Funtowiez se five a Inglaterra, Matemético de in- quietud humanistice vasta, compartié hasta entonces los aos de las «aracumbas» con un extenso grupo de episcemdloges at gentinos reunidos alrededor de la Sociedad Argentina de Andli- sis Filoséfico. Su principal formacién en filosofia de la ciencia —y en especial en flosoffa de las maceméticas— se debe sin duda » Gregorio Klimovsky, maestro de maestros como Félix Schuster y Thomés Moro Simpson, entre iantos otros. Al decidir fa partida, pretendié contimuar en Inglaterra los ‘estudios que sobre Ine Lakatos y su Plosofia dialéctica de las satematicas habia iniciado en Buenos Aires. Quiso ou sterte que encontrara a un antiguo amigo de Lakatos, Jerome Ravetz (tam- bién cpistemélogo y maremitico) en el departamento de Hisco- tia y Filosofia de la Ciencia de la Universidad de Leeds. Con él podria canalizar su éptica critica respecto a las limitaciones de as concepciones enconces cortientes en filosofia de la ciencia, i p Tuco Uae a Bites Ales Jeny Ravers, formado en Swarthmore y en Cambridge, ia tencaba articular una epistemologia que se fundara en su propia experiencia como investigador matemiico, historiador dela cien- Gay analist eritico de pseudocieacias del tipo de la estrategia nuclear. En este sentido, luego de publicar en 1971 EI conoci- mienso ciensifico y sus problemas sociales, Ravewz habie result aplicsr sus conclusiones fuera del ambiente acadéinica, dedicdn- dose al tema de la aceprabilidad de los riesgos en el Council for Science and Society y e] Genetic Manipulation Advisory Group (muchos aos antes que escallara la polémtica publica sobre los OMG), ambos con sede en Londres, La complementariedad de ambos no cardé en demostrase Abicados a enfocar epistemolégicamente los problemas relati- vos a la eveluacién de riesgos y caracterizar a la clencia conter- porénes, comenzaron a desarrollar un progtama de reforma del ppensamienco cuanticativo, En él dejaria de enfatizarse lo que se sabe (el conocimienco) para dar lugar sistemético alo que nv se sabe (lo que se ignora, lo que es incierto) y alas conexione cr amas esferas, Crearon asf el sistema notacional NUSAP que permite exhibir los aspectos cuslitativos dc los eaunciados cua titativos y lo expusieron en detalle en ua al que llam: Como colega y amiga ilvio tave el privilegio de seguir y hhasta de participar parcialmente en los desarrolles intelectuales que se describen cs este volumen. Comparti muchas discusio- es con Funrowicz, y también con Ravetz, y he llegado a creer que la nocidn de «didlogo interactivo y creative entze los que onen algo en juego en una sicuacidn dacas —crucial en la nueva metodologia de Ia ciencia posnormal—, embrionariamente se cia cjemplificada cn aquellos debates. En ellos, las intuiciones de los literatos, los artistas y la gente comiin intentarian ser re cogidos. Aunque las rafces de una lormacién comin a la mia po rastrearse sin dificultad en los trabajos de lo que en este volu- 18 men presentamos como epistemolagia politica, confieso que al principio me costaba muchisimo salir de los esquemas inter pretativos, de estilo mas Idgico-formal, apreadidos en Buenos Aires. La nocién de calidad Funtowica-Raverz tenia que ver con Ja validacién del conocimiento cientifico, pero abarcaba de ma- neta csencial elementos de caricter exiraligico. Todo lo quc Silvio y Jey afirmaban recibia en mi una traduccién en términos de contrastaciones popperianas o contfirmaciones hempelianas. Pero, como ahora queda en claro luego de una mejor comprensién de sus ideas, tal traduceién era parcial en le medida en que los ct terios de justificacién mencionados sdlo aseguran la calidad in- cerna y procedimencal de porciones muy reducidas de conoci- micnto cientifico. El eieulo que hemos puesto al volumen editado en Argenti- rng reconocfa esa raiz en fa formacién epistemolégica inicial al siempo que sefialaba el rumbo posterior de la indagacidn siste- matica de sus autores. El subtitulo «ciencia con la gente» se debe al economista Joan Martine? Alier, profesor de ia Universidad Auténorna de Barcelona, porque lo que Funtowicz y Ravetz pro- ponen va mas alla de la «ciencia para a gentes (science for the people). En la «ciencia posnormaly, la comunidad de evaluadotes, expertos y peritos se amplia muchisime. Hoy Funtowicz traba- jaen el Institute for Systems Engineering and Informatics del Joine Research Centre de la Comunidad Europea (1-21020 Ispra, Varese, Italia) y Ravetz cn ‘The Research Methods Consultancy Lad. (13, Temple Gardens, Londres NW 11 OL, Gran Breti- fia). Su produceién tiene amplias implicancias para la actividad cientiica propiamente dicha pero fundamentalmente para el ac- cionar colectivo, responsable ante los problemas planteados por al tiesgo ambiental y eeenclégico, global y local, y la equidad entre pueblos, especies » gencraciones. La complejidad de tales problemas involuera de manera ahora explicita a muchos agen- tes hasta have poco ignoiades. Todos los que ponen algo en juego en has decisiones piiblicas tienen su hogar en el didlogo que 9 tenderd a hallar respuestas y soluciones y su participacién ad- quiere el cardcter de esencial. Los expertos cientificos 0 los ad- aministradores gubertiamentales ya no son los tinicos participan- tes legitimos. Tal situacién es de singular relevancia pues la prédica de las ciencias sociales, de la agroccologia y la etnoccologia, de la ética y de los activistas civiles hace tiempo enfarizaba el hugar de autonomia y de conocimiento de agentes cn algin sentido «legos». Sin embargo, recién aparecen en los textos que hey presentamos los lineamientos para el desarrollo de un marco institucional y cognoscitive que pueds abarcarlos. La versin castellana ha presentado algunas dificultades que espero haber resuelto con propiedad. En primer lugar, porque en inglés hay distinciones que en castellano deben expresarse con gitos més rebuscados. Asf, los términos fazaraly risk son tradu- cidos como riesgo potencial y riesgo, respectivamente. Decision stakes aparece indistintamente como «Jo que se pone en jucgo en una decisién», elo que se apuesta en una decisidn» y ain clo que se arriesga..». Del mismo modo, stateholders serén los agen- tes involucrados en tales juegos, apuestas y riesgos. En segundo lugas, porque en el rexto se alude a muchos ejemplos que han sido dehatidos con amplitud sobre todo en Europa y los Esca- dos Unidos pero escasamente ch nuestro pais y en espanol. Em- pero, espero que su inclusiéa resulte clara por las seferencias de mayor detalle que acompafian su mencidn. En tercer lugar, por- que aparecen nuevos términos que son acrénimos.cotrientes en Ja jerga en inglés sobre esta problemitica. Asi, NIMBY (ao en el patio trasero de mi casa) qucda como NIMBY, con la aclaracisn. Estoy segura de que este libro causard un gran impacto inte- lectual en piblicos muy diversos. Puedo pronosticar que en Jos campos de las ciencias sociales y de la Filosofia, sus propuescas se verdn como una manera de dar forma a intuiciones, malesta ‘rcs y erftieas prefiguradas desde hace mucho tiempo. Asimismo, aquellos apasionados por la defensa de las especies animales y -vegetales, pot los derechos humanos, por escuchar la yor de aque- Ilos cuyz palabra no se atiende, por el periodismo de investiga- cién, por producir un arte diferente, una ciencia alternativa y contribuir a resolver los acuciantes problemas de la épaca, en- conttaran en estas paginas la inteligencia y la sensibilidad que tales desaffos exigen I. RIESGO GLOBAL, INCERTIDUMBRE E IGNORANCIA Introduccién La ciencia evolucione en la medida en que es capax de respon- der a los principales desattos de cade época, cambiantes a través de la historia. La tarea colectiva mis grinde que hoy enfrenta la humanicad concieme 2 los problemas de riesgo ambiental glo- bal y-a los de fa equidad entre los pueblos. En respuesta, ya se estén desarrollando nuevos estilos de actividad cientifica. Asi, se catre clencias «duras» y «blandasy. La casmovisibn reduccionista analitica que divide a los sistemas en elementos cada vex mds pequefios, estudiados por especialidades cada vex mds esotéricas, es reemplazado por un enfoque sistémico, sintético y humanistico. Reconocer a los sistemas naturales reales como complejes y dinamicos implica moverse hacia una ciencia c base es la impredictbilidad, el control incompleto y una plura- lidad de perspectivas legitimas. Hoy somos testigos de que quienes se ven envueltas en riese gos globales son cada vex mas conscientes de que no existe nin- guna tradicién cultural, no importa cudn exitosa haya sido en cl pasado, que pueda prever por si sola todas les respuestas que exigen los problemas del planeta. Las formas de conociniiento distintas de aquellas que se nurren en la civilizacién occidental moderna también son relevantes para un didlogo exploratorio tendiente a la resolucién de problemas. Més alin, ya no cabe pterender un desapego olfmpico cuando lo que estd en juego es «el destino de nuestras propias especies, nuestros vecinos 0, por (Funtowier y Ravers 19914). F: sid Je legiimacion hacia nuevas parcicipantes en Jos ae | ti 58 Lene linpor antes implicacioncs tan para la sociedad como parala dienciz. Con el respeto mutoo entre las diversas perspec- —— tivas y formas de conocimiento, hay posibilidad de desarrollar elementos democrdticos genuines y efectivos on la vida de las ciencias, Fl desaffo de les riesgos ambientales globales puede entonces transformarse en el sucesor del que precedid las gran- des «conquistas», como la enfermedad y posteriormente el es- pacio, al proporcionar un significado simbslica y-un sentido re- novado de aventura para una nueva generacién de recluras de la ciencia en el futuro. La re-invasidn del laboratorio por parte de la naturaleza EI lugar de la ciencia en el mundo industrializado fe bien deseripto por Bruno Latour (Latour 1988) cuando imaginé a Pasteur extendiendo su labaratorio a ted la caimpiia francesa y de este modo conquistindela para la ciencia y para si mismo. La propia naturaleza ya no necesitaba ser concebida como sal- vaje y amenazadora, lalnetedologi lentil doiest- coarmansfonnilyensel pata humanid 1 dag de {a ciencia narural moderna consistié en que la experiencia de la- boratorio, el estudio de una pércidi aislada de naturaleza cue se mantiene pura, estable y reproducible, pudicra extenderse con éxito « la comprensién y el control de le naturaleza en crudo. ‘Nuestra tecnologia y medicing juntas han tornada predecible la natutaleza y por ello han permitido a la vida humana ser més sana, confortable y agradable de lo que ntinca antes se habia si- guiera imaginado. El triunfo del mérodo cientifico, que ha usufructuado el co- nocimiento técnicamente esorérico de sus expertos, ha levado al dominio de la ciencia sobre otros modes de conocimiento, de raturalera y mucho més ain. La experiencia del sentido comiin y las destrezas para hacer y vivie han peidido su. pretensién de realidad; han sido reemplazadas por los objetos reéricamente cla- borades del discurso cientifica, necesarios para tratar con agen- «es invisibles tales come los microbios, los étomos, los genes y Jos quésares. Asi como Galileo usé su telescopio para transfor- mat la luna familiar en un objeto de geometria aplicada (en el que la luz y la sombra s¢ transformaron cn cumbres y valles),@1) y Aunque «to es formalmente democritico [pues hoy no hay barteras formales para que alguien que quiere ser experto en estos {tems tome el entrenamiento correspondiente}, de hecho esté preservado para aquellos que pueden vincularse nun eusso proceso educativo prolongads y protegido la suposicién de que el mundo puede convertirse en un ex tenso laborarorio da primacia a la ceacia,en tanto conocimien- to clectivo, y a los expectos cieatificos, en tanto sus intérpretes ¥ superticial que tal suposicidn sea) Empeto, los mismos poderes que la ciencia ha creado con- ducen a una nueva relacién de la ciencia con el mundo. La ex- ceasién del Laboratorio ha ido mis alla de la intervencidn en pe- quefia escala tipificada por la conquista del antrae por parte de Pasteur, No sélo aparecen los ya familias disturbios del am- biente natural provocados a gran escala por las précticas indus- triales y agricolas modernas. Cerea del corazén mismo de la cien- cia tenemos los nucvas «xperimentass, de scala incluso regional, que resultan en una interferencia destructiva con la na- curaleza causada por la tecnologia. Ejemplos clisicas son Hiroshima; Chernobyl, Bhopal, Hexon Valder y ahora Kuwaie En algiin sentido importance del término, cada uno de ellos es ‘actificialy pero, de todos modes, proporcionan datos acerca del comportamiento de los sistemas naturales (y de los sistemas so ciales también). Sin embargo, difieren de las experimentos cli- sioos de las ciencias en un niimero de aspectos eruciales, Una vex que han comenzado no pueden ser deteaidos a voluntad, Ademds, los acontecimientos no son aislaclos, puros o repetibles Para su estudio ciencifico no contamos con un equilibrio entre los datos experimentales cuantitatives controlados y la tcoria matematica, equilibrio que ha sido praradigmético pata las cien- clas naturales clisicas. En cambio, Ios datos surgen de experi- mentos de laboratorio andlogamente debiles y estudios de cam- po ad hoc, informes ancedétices, y opiniones expertass y las principales hetramientas tedricas de que se dispone provienen de las simulaciones y modelos de computaciéa no testeables. La supremacia de los expertos cientificos ya no ¢s tan obvia como en el caso de este nuevo tipo de vexperimentos> que ha producido la tecuologia con base cientifica. En primet lugar, los expertos (en tanto una clase que incluye a sus propios adminise tradores) estin asoeiades con las causas de los desastress y no siempre son exitosos en sus intentos de mejorar 0 paliar los efec- tos no esperados 0 no deseados.de los acontecimientos, Las tée- nicas aplicadas en estos casos. heredadas de las experiencias exitosas del metodo cientifico inspirado en el laboratario, son inadecuaday en diversos grados. Aquelios expertos que las usan sctiticamente y luego las deficnden piblicamente como scienti- ficos» corten ¢l peligro de debilitar Ia credibilidad y legitimidad dela ciencia Estos nuevos sexperimentosr proporcionan prucbas en favor de la tesis de que ls ciencia de laboratotio tradicional debe evo- lucionar en respuesta a los desaffos que plantean los riesgos que cstin acacciendo en una escala global. La merodologta cientifica para abarcar estos nuevos problemas ne puede ser la misma que ayuds a crearlos. lieyadoy No solo hemos perdido contrcl y predictibilidad: en- ffentamos una incertidumbre radical ¢ incluso ignorancia, asi como incertidumbres de cardcter ético que yacen en el corssdn mismo de los problemas de politica cientffiea. Para comprender las nuevas tareas y métodos de la ciencia, podemes invertir con fecundidad la mexéfora de Latour y pen- sar que es la naturalera la que ahora reinvade el laborarorio pues los tiesgos que enfrentamos son globales en alcance y complejos en estructura, Las fccioues ercles dele naturaleza que nos pro- porcionan las condiciones experimentaies de laboratorio y los ‘modelos computacionales ahora puccien sonvertirse en meras ca- ricauuras o sizeudaira (Baucuillard 1988). ‘Vemis esto en muchas maneras: por cjemplo, si [SISA meee, eperden de une exploracién del ambiente que el plancta no puede soportar. Es- tos ‘sumwurgen ey apna eoica que son cada vex mds importantes en la politica internacional, han sido crcades por aplicaciones de la cieacia aparentemente benéficas. Los problemas ambiemtales globales son muy diferentes de los tipos de problema en los que la resolucién de problemas cien- Lificos tradicionales podia ser exitosa, ed oe 7 eee —_ wl teorla no provee las herramientas para l conocimiento y el con- tol en el modelo de la ciencia fisica clasica; antes bien abre el camino para una nueva concepeidn de la ciencia, en la que el conocimiente 7 la ignorancis siempre interactian de manera creativa. Los aspectos sociales de la ciencia estén transformin- 29 dose en la medida en que sus practicantes pierden el cardcter de sxpertos exclusives. Una vez que esté fucra del laboratorio, el clentifico es un ciudadano come cualquier otra, contribuyendo con su conocimiento especial diferente pero no dominante en- uc otros tipos también involucrados en un didlogo politico. La complejidad ecencial de los problemas ambientales globales obliga aque la ciencia se presente como un enfoque complementario entre otros, todos ellos legitimos y necesarios..\Cuando adverti- ‘mos que los riesgos globales no son sélo sistémicns, sino tam- bida acumalativos, auestea perspectiva dela ciencia eambia atin ads, Pues en la evaluacion dc los riesgos acumulativos nuestro condcimiento se ve devorado y completamente sobrepasado por nuestras incertidumbres e ignorancia. Boriloitanto' les injpirs cientificos para: cualquier proceso:politico som/peor que itiitiles a fieaos que sus incertidumbres sean manejadas de manera efec- tivas y elles incluyen las incertidusmbres cticas, cl peso de la prac bayr ios principioside prideneta yprécaucién Histdricamente han habido otros episodios de transforma- cién cientifica ca los que una actividad parcicularmente exivosa de tesolucién de problemas ha desplazado a las antiguas formas convirtiéndose ademés en ejermplo paractigmético de la ciencia Esta cransformacién se ha identificado con grandes cientificos tales como Galileo, Darwin y Einstein. Ellos han afectado prin- cipalmente la ciencia tedrica, porque hasta hace muy poco la tec- nologfe y la medicina no se vefan infiuenciadas de manera ge- neral en el corto término por los resultados de la investigacién Cientifica. Los desafios ala ciencia se planteaban en gran medi- da en el reino de las ideas. Altormquedos:poderesideva'ciencia. hhatvdado agar a/anienazas con respecto a la supervivencia mis- smardeslayhumanidad,-lascespuesta radigard tanto en la prictica secial:de-larciencia\como em sus‘estructuras intelecuales. cras de Ia elec ya a0 Sera las Wiadicionaleside al= iad y eventualmente conguistat la'naruralees: An- tes bien Telleardiv primariamente la necesidad de una relacién 30 mniosa:encre:la-humanidad y 1anawuraleradi Tal nRenaCeiON del conocumientoyy la ignorancia ambien seré un elemento tal de las eseructuras tedricas de lu. nueva-cienck sign de otras formas de pensamiento seri inherente a st. pricti- ca social, la admi La centralidad de la incertidumbre y la calidad Ahora que el desafio mis importante pats la ciencia de nuestros dias radica en Ins cuestiones ambientales globales, emplaiPnistae jqdologia cientificaa-incertidumbre y-bycalidad se'mueven’ hacia jadentro desde la periferia —o podilames decir desde las somz ‘Treas — hasea transformarse en canceptoscentrales integradores. “Hasta agui se han mantenico los margenes de la comprensién de la ciencia tanto para les legos como para los clenuificos. Mien: uuas que coplanteribvidad la ciencia fie entendida:como.avan zéfido con firmeza hacia la’certidumbbre de auestzo conocitniens joy convol del: mundo natural, ahora es visea como) enfrensando muchas incertidumbres en las desisiones ambien sales y-tecnolégicas urgentes a-escala global. Un nuevo col para los cientificos involucrard el dominio de estas incertidumbres sstuciales; alli yace-ta tarea de asegurar la calidad de la informa Cig cientifica que se praparciona como base para la toma de decisiones politicas. Los nucvos problemas ambientales globales tienen rasgos o- miunes que lor distinguen de los problemas cientificos tradicio nales. Sonmglobales en escala y de laiga’duraciém en stwimpacto. Los dacos con respecio a sus efectos, « incluso los dates para los lineamientos basices de los sistemas «sin disturbios», son zadi- calmente inadecuados. AUgePcaimplejagy Hovedétos variables cos fensmenos.no son bien-comprendidos:La:cienciano'siem- puede proporcionar tcorias basadas en experimentos paral Werte yy predecislos y-frecuentemente en el-mejor de los casos Sélo lograré modelos matemiticos y simulaciones 31 Bene elen pommennctlncenmasia Ny Sob base de tales inputs inciertos, deben tomarse decisiones bajo con- de urgencia. En consecuencianenmorla cienciainaipue diciones Los modelos informéticns coasticuyen el méiodo. mis am- pliamente usado para producir enunciados acerca del furaro ea base a datos del pasado y del presente, Para muchos atin hay algo magico en las computadoras, pues se cree que realizan opera- ciones de razonamiento sin errores y con rapide. Pero lo que surge al fin del progeama no es necesatiamente una prediccién cientifica: puede incluso no ser siquiera un prondstico politico particularmente bueno. Los datos numéricos usados como en- twada pueden no desivar de escudios expetimentales 0 de cam poi los msjores ntimeros de que disponemos, tal como se ob- setva en muchos estudios sabre riesgos industriales. pueden simplemente ser corazonadas recogidas entre expertos, En vez de teorfas que ofreeen alguna representacin mds profunda de los procesos naturales en ‘quetes de software estandar aplicados para el mejor ajuste de los pardmetos nyinétieds. Y en vez de pruebas experimentales, de estién, pueden simplemente sez pa- campe 6 histéticas, supuestas normalmente para las tearias cien- Uificas, pueden ser slo la comparacién de las salidas calculadas con salidas distinsas producidas por ottos modelos de computa- cidn igualmence no testeables. ‘A pesar del gran esfuerz y de los muchos recursos que se hhan destinado a desarrollar y aplicar tales métodes, se ha dedi- cado poco incexés a ver si realmente contribuayen de mancra nificativa ya sea al conocimnienta o a la politics, En la investiga. cin vinculada a las politices de riesgo y ambientales, que son cantar la deserera humana y la creatividad haciendo répido y sin ‘efuerz0 todo el trabajo rutinario, han tendido en cambio a trans- formarse en sustitutos del pensamiento y cl rigor cieutifices. (Mac Lane 1988). Esti claro que los dilemas de la modelizaciéa compuracional en la investigaciOn ielacionada con la polftica no pueden rescl- verse sélo a nivel téenico, En realidad nadie protende que los ‘modelos computacionales por sf solos sean herramientas adecun- das; pero sin embargo, la ciencia tradicioral no puede propor- Gionar nada mejor. Los eriticos los juzgan basicamente a través delos estindares de la ciencia matemtico-experimental, y por supuesto, en tales términos resultan précticamente vacuos. Sus abogados los defienden sobre lx base de que son le mejor de lo aque podemes disponer (Keyfitz 1988). Deromnosaprecianscudnyy dentro del antiguo marco de supsiciones acerca de los méto- dos, las funciones sociales y los articipantes calificados en la empresa cientifica tidumbres frecuentemente mo;pueden'manejarse sano as téc- ‘igeseradisicasseadicionale: Tal como J, C, Bailar express Toda el algebra estadistica y todas las computaciones esta- disticas son de valor sélo en la medida en que se agicguen al proceso de inferencia A menudo no ayudan a realizar inferencias sensatass por cierto pueden funcionar ala inver- en mi experiencia esto ¢s asf porque los tipes de varia~ ad aleatoria que vemos en los grandes problemas del dia 33 tienden a ser pequefios en relacién 2 ottas incertidumbres, Esto ¢s verdad, por ejemplo para los datos acerca de la po- breza y el desempleo, el comercio internacional, la produe- cién agricola y las mediciones basicas de a salud y Ja super- viveneia humanas. Maeieetea'de easy; la variabilidacialeatoria materia de:los valores p_y:de:tos limites de-confianze— simplemente se ve deglutide por o:0s tipos de incersidure- bre en la evahuacidivde ios riesgos sanitarios por exposicion 2-los productos quimicosyel castceo del movimiento, de.un comtamninante aimbicntalyo-alpredecie ls efeczos de las act vidades-humanas sobre la temperatura global y la perfors- con de la capa déozon (Bailar 1988). Ad desde cuslquier ingulo que se mire elt cients de larinwvestigaeion sobre los problemas telacionadtos con la tomna de detisiones publicas es en el mejor de los'casos dudoso. En cesta nueva drea las tarzas de manejar la incersidumbre y asegu- rar la calidad, dominadas en la clencia tradicional a través de la destrezas individuales y précticas comunicaties quedan en la con- fasidnDeben desarrollacse avevos métodos para hacer que nile ra ignoranela sea usable (Ravers 1999). El camino hacia esto yace en abandonar radicalmente la confianza total en las técni- cas y la exclusidn de consideraciones métodol6gicas, societariay 0 étieas, que hasta aqul han caracterizado alla ciencia tradicional El sistema NUSAP ha proporcionado un enfogue integrado de los problemas de la incertidumbre; la calidad y los valores informacién cientifica. Ttiemes que distinguir entre losiniveles *éenicoxy merodalégiens y epistemalégiens de la incertidumbre: que corresponden a lz inexactitud, no:confiabilidad:y-«lfmites con leignoranciay; respecsivamente (Funtowicz y Ravev. 1990) Ia incertidurmbre es manejada en el nivel téenico cuando las rutinas-estdindar somadecuadas:éstas isualmentesderiva lwestadisiica (que en si milsmaes esenclalmente manipulacién timbélica) ast como de técnica: y convenciones suplementatias 34 ‘Wesarrolladas.para.cemposppartioulii®S. EI nivel metodolégico apurvce cuando son relevantes-aspectos mis coniplejos dalla i formaciémtales;coma los valores 0 la confiatilidad. Cuando luego e requieren juicios personales que dependen de destrezas de alto nivel la préctica en cuestidn es uns constltorla profesional, un carte aprendide» del tipo de la medicina 9 la ingenieria. Final- mente, el nivel epistemol6gico aparece cuando le. incertidambre inremediable estd.cn,¢1 ccatse-del-problema, tal como;cuando os modelistas reconocen fas vincertidumbres de \completitind> que pueden victar al eercicio todo, ogcuatdo laxsignoranciajde Inignorancias (0 «ignoranciaal cuadrado») es relevante para cual- quier solucién posible del problema, En NUSAP estos niveles de incectidumbre son expresados por las categorias de alcance, (Spread), evaluacién (dssessment) y pedigree (Pedigres), respec- tivamente. (Las primeras leurss N 7 U, eorresponden a los tta- dicionales Numeral y Unidad usados para expresar magnitudes cuantificades, tal como en 150 Kilémetros) El asegurat la calidad ¢s tan esencial para la ciencia como para Ja industria; mientzas que en la investigacién cientifica tradicio- nal la calidad podfa ser manejada de manera informal por la co- munidad de pares, en los aueves problemas de riesgo ambicntal ¢global Ia calidad de la ciencia debe enfrencarse como una cues- tién de urgencia. La inadecuacién de la comunidad de pares u2- dicional ha sido exeensamente analizada en relacién @ It ciencia central (Turney 1990), IRGiReiajepor eneargeN(SAIPTISSE y Ja ciencia «regulataria» (Jasanoff 1991), :Cémo se podrfan ma- ngjar las incertidumbres muiltiples de las nuevas ciencias evolé- agivas @ través de los antiguos métodos y ccnceptos? Veremos que [a evaluacidn de lavealidad enveste nuevo contextaicientific io stide'rstringirse a los prociuctos sino que tambien debe inclulk A proceso y en Ultima ingtancia tambiéa a las personas, Este enfoque

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