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EL JUDAISMO DE JESUS: ALGUNAS IMPLICACIONES RELIGIOSAS PARA LOS CRISTIANOS Leonard Swidler Leonar Swidler (catélico romano), recibié el Ph. D. en historia y fi- Josoffa en la Universidad de Wisconsin (1961), y S.T-L, en la Catho- lic Theological Faculty de 1a Universidad de Tubingen (1959). Es Profesor de Pensumiento catélico y Didlogo interreligioso en la Tem- ple University; cofundador det Journal of Ecumenical Studies, y con- sultor del Catholic-Jewish Relations Committee of the National Con- ference of Catholic Bishops (U.S.). Es autor o editor de més de dos docenas de libros, inclufdos Women in Judaism (1974), Jewish- Christian-Muslim Dialogue, (1977), y The Oberammergan Passionsspicl 1984, (1980, con Gerard Sloyan). Tomado de Journal of Ecwnenical Studies, iavierno 1981. Prefacio Jesis no fue un cristiano, fue un judio. El fue Rabi Yeshia, {Qué significa para tos gentiles cristianos el judaismo de Rabi YeshGa? Muchas cosas, de las cuales, s6lo tres son brevemente discutid 1) Toda la falsa dicotomia que ha sido tradicional en el Cristianismo, por ejem- plo, la ley y la gracia; Ia justicia y el amor; la fe y los actos, con la denigracién de uno de los valores, s¢’contrapone totalmente con las ensefianzas y Ta vida de Rabi Yeshiia. Tal polarizacién debe ser rechazada por cualquiera que se diga seguidor de Rabi Yeshtia, de Jesiis. 2) Rabi Yeshia no fue e] Mesfas prometido a los judos, sino que fue el Cristo de los gentiles, a través del cual los gemtiles legaron a conocer al tinico Dios verda- dero, y a través del cual se convirtieron en parte del tinico pueblo Isracl. 3) Rabi Yeshiia y sus primeros seguidores pensaban y hablaban dentro del mar- co de significado judio, y consecuentemente 1a nica manera en que los cristianos comprendan su Evangelio, es comprendiGndolo judaicamente, incluyendo la forma no-ontoldgica de entender el Mesias, el hijo de Dios. Los cristianos sostienen que Ia fundacién, la piedra angular de su religion es Jesiis, Yeshtia como sc lo Hamaba realmente, que cra una variante popular de Yoshiia y que significa “YHWH es salvaci6n”, Es interesante scfialar que Jestis mismo, no fuc un cristiano, Fue en realidad un judio. En algunos circulos del siglo XX seria reconocido como un Kike*, No asistié a misa ni a ningtin servi- cio de culto los domingos por la maiiana. Fuc a los servicios del sdbado. No fue a la iglesia, Iba a la sinagoga, No hablaba gricgo, latin, eslavénico, alemén ¥Término peyorativo acerca del judo 46 MAY'SHLAVOT © inglés. Hablaba hebreo 0 aramco, dos lenguas semiticas. Su madre era judia, Jo que significaba que probablemente se parecfa a cualquicr otro judio, o sea, de cabello oscuro, posiblemente con la asf llamada nariz romana, no muy alto, Na- die se dirigié a é1 como Padre, Pastor, Reverendo, Ministro, sino como Rabi. No ley6 el Nucvo Testamento, ni lo imaginé como la palabra inspirada de Dios. Pero sf Icyo la Biblia hebrea, considerdndola las Sagradas Escrituras. Nunca re- cit6 cl rosario, ni canté Hospodi pomilui como Ictanfa, ni canté un himno wes- Icyano. Mas bicn, recitaba los Salmos; murid con uno en sus labios: Eli, Eli, Lama azaviani, (Dios mio, Dios mio, por qué me abandonaste?) No celebré Navidad 0 Pascua de Resurreccién. Celebré Shavuot y Pascua, no la comu- ni6n, sino cl Seder. Repito: Jestis no fue cristiano. Fue judio. Fue Rabi Yeshtia. Rabi Yeshiia no fue un judio mediocre, sccularizado. Fue un judfo muy observante. Aparentemente incluso usaba /zifzit (los flecos colgantes que usan algunos judios jasidicos hasta hoy en dia). Pero esto cs apenas un detalle. Lo importante es recordar que Luicro o cualquier intérprete protestante de Pablo, -o el mismo Pablo- dijo que Rabi Yeshiia no vino a proscindir o derogar la Tord, la Ley. Vino para hacerla cumplir. Un crudito ortodoxo israclf, Pinchas Lapide, ex- presé que Jestis, “cn ningtin momento, ni cn ninguna ocasién, quebranté la Ley de Moisés, la Tord de Moisés, ni provocé infringirla, cs totalmente falso decir lo contrario... Jestis fue tan ficl a la Ley, como yo aspiro a serlo. Incluso presumo que Jestis fue mas ficl ala Ley de lo que yo lo soy; y soy un judio or- todoxo”, ! Jestis mismo reclama por el cumplimicnto de la Ley, la Tord, hasta el fin del mundo. No hay en sus palabras pretensidn alguna de abolir la Tord, y debe recordarse que Matco, quiza cl mayor escritor antijudio de los Evangelios, cs quicn dice: “No penséis que he venido para abrogar la Ley de los profctas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (plerosai, litcralmente, implementar, ML. 5:17-19), Otro autor judio ortodoxo se expresa asi: Yeshtia fuc “un verdadero judio de la Tord”, Un profesor judio de estudios rabinicos en la Universidad de Cambridge sefialé la misma idea de este modo: “Tampoco puedo aceptar que el propésito de Jestis fucra desechar cl judaismo existente. Lo criticé, por cierto, pero su intencién cra perfeccionar 1a Ley de Moisés, no anularla, La hostilidad cristiana a esta Ley me golpea como una traici6n a la ensefianza de Jestis” 3, EL erudito cn judafsmo, Johann Maicr, scfiald lo mismo: “No hay evidencia de que Jestis haya intentado una abrogacién de la Tord. Mas bien se lo considcraba tan devoto que los fariscos sc interesaron cn él positivamente y considcraron valio- sa su compaiiia. Ademas, la comunidad judco-cristiana no vio motivo para desechar la Tord, ni en teorfa ni en la practica. En ningtin caso individual con- creto, ni en relacidn a respetar cl sdbado, ni en la practica de fa pureza ritual, ni ELJUDAISMO DE 47 cn la cuestidn del divorcio se manificsta conflicto fundamental con la Ley”, 4 Deberia quedar claro que aquellos critianos que intentan establecer la dico- tomia entre la Ley y la gracia, como si cl judaismo fucra solamente Ley y el Cristianismo una religién de gracia, scan lo que scan, en csc sentido, no son los seguidores de Jestis, de Rabi Yeshtia. En todo caso, estuvo comprometido con cl mantenimicnto de la Ley, la Tord, “micntras cxistan cl ciclo y la tierra”, y “cualquicra que qucbrante el menor de los mandamicntos y ensefia a otros a hacer lo mismo, serd el iltimo cn cl Reino de los ciclos”. Lo mismo se aplica a la falsedad de la variante que sosticne que el judaismo cs una religion de Ley y de justicia mientras que el Cristianismo es una religién de amor. Rabi Yeshitia aclaré bien que no habia contadiccién entre ambas. Sintctiz6 su concepcidn de la religién cn cl cumplimicnto del doble mandamicnto, Iey: amar a Dios y al préjimo -pero esto no fue nada nuevo. Sim- plemente cit6 de Ja antigua Tord, Deutcronomio 6:5 “Ama al Scfior, tu Dios, con todo tu corazon, con toda tu alma, con todas tus fucrzas” y Levitico 19:18 “Ama a tu préjimo como a ti mismo”. En realidad, cl asociar estos dos manda- micntos y resumir en cllos la Ley, no cra nada nuevo ni especial para Yeshtia. Quizas doscicntos aiios antes de que él nacicra, otros escritores judios sefialaron los mismos sentimicntos. Sc encuentran cn varios de los Pscudo- cpigrafos: “Ama a Dios y al vecino” (Yestamento de Isajar 5:2);“Améa Dios y a todo ser humano con todo mi corazén” (ibid., 7:6); “Ama a Dios en toda vida y uno a otro con un corazén sincero” (festamento de Daniel 5:3); “Teme a Dios y ama a tu préjimo” (Testamento de Benjamin 3:3); “Y les ordend tomar el camino de Dios, hacer justicia y amar cada uno a su projimo” Jubileo 20:9); “Amad hijos mios uno al otro como hermanos, como uno se ama a si mism« Os amaréis uno al otro como a si mismos” (ibid. 36:4-6). Precisamente cl mismo resumen de la Ley, Tord, en su doble mandamicn- to de amor, fue expresado por un judio contempordnco de Yeshiia, Fildn de Alejandria, (20 - 50 c.c.). En el tratado “Sobre los mandamicntos indivi- duales” II, 63, escribid: “Y hay por asf decir, dos ensefianzas fundamentales a Jas que estin subordinadas innumerables cnseiianzas y afirmaciones; en lo refe- rente a Dios cl mandamicnto de honrarlo con devocién y picdad, y en lo refe- rente a la humanidad, amarla, (ilantropfa) y la justicia”. Estas no son las pala- bras de una religién carente de amor. Yeshiia enfatiz6 la Tord y cl amor y de esta manera enfatiz6 la tradicién judia. De acuerdo a Rabi Yeshtia los que entran en cl Reino de Dios, son los au- ténticamente humanos, no los que sosticnen su fe gritando: jSefior! jSefior!, sino los que materializan la miscricordia alimentando al hambricnto, visticndo al desnudo, albergando a los sin hogar, cuidando a los enfermos y a los prisionc- ros, Como dijera Santiago, o mas bien Jacobo: “Una [e sin obras estA mucria”. Nétese que la ensefianza de Yeshtia y Jacobo no implica una polarizacién de “una o la otra”, sino la unidn de una y Ia otra. Su fe y sus acciones actian jun- 4B MaySHAVOT tos. (Jas. 2:22), Esta es una antigua cnsefianza judfa, ejemplificada en las palabras del pro- fota Jabacuc: “El justo vive por la fe” Jub. 2:4). Fe, eund, confianza en Dios, y las obras que fluyen naturalmente de esta sostenida confianza y compromiso, son lo que caracteriza al hombre y a la mujer justos, al judio y por ende también alos scguidores de Rabi Yeshtia. Ensuma, Rabi Yeshtia, como buen judio estaba comprometido en afirmar y cumplir la Tord, Hay que recordar por supuesto no limitar cl significado de Tord a la habitual pero equivoca traduccidn de Ley, de rigido enunciado de “hards y no haris”. Tord significa instruccién o ensefianza, especificamente la total ensefianza orevelacién de Dios de cémo vivir como ser humano. Si Rabi Yeshtia cnsciié que la Tord debfa observarse, debian pucs sus se- guidores observar la Tord. Pucsto de esta manera Ia respuesta parcce obvia: “Si”, Y esto es precisamente lo que sus primeros seguidores pensaron también, y actuaron asi cn consecuencia. Pedro y demis discipulos y seguidores rezaban en cl Templo y en la sinagoga y obscrvaban la Tord. Pero después de un ticm- po, con la expansién de su cnsefianza surgié cl problema de los gentiles. Podrian cllos también seguir “la Senda” (/odos), tal como se denomin6 al principio a las ensefianzas y practicas de Rabi Yeshtia? (La Senda significaba la senda a seguir para scr judio. Los fariscos usaban un término muy parecido para describir sus practicas y ensefianzas, Halajd, La Senda, o Camino para ser Judio). La primera respuesta fuc: Si. Los judios ya lo venian haciendo por aiios. Estos gentiles convertidos al judaismo cran !lamados prosélitos; se cir- cuncidaban y observaban totalmente la Tord. Pero en las sinagogas de fucra de Isracl, habfa no s6lo judios nativos y pros¢litos sino también los Iamados “temcrosos de Dios” (Phoboumenoi ton theon), aparcntemente mas numerosos que los prosélitos. Eran gentiles que aceptaron las enscfianzas, la ética, las Escrituras y las principales pricticas del culto, como el sabado, pero no sc circuncidaban y no segufan todas las leyes ceremoniales del judaismo. Muchos de cllos fueron los primeros seguidores de La Senda, fucra de Is- racl. Al principio se les advertia que debéan Hogar a ser judios plenamente para ser de La Senda, (para ser judios), para ser seguidores de Rabi Yeshtia. Esto tenia sentido pero no del todo. Las veintenas de miles de temerosos de Dios, en cl Imperio Romano, habian decidido adherir al judaismo poro sin cl compromiso de circuncidarse y de observar totalmente la Tord. yPor qué habrian de cambiar para asociarse a un modo particular de ser judio? La forma obvia de resolver este problema fue averiguar qué habria de decir Rabi Yeshtia sobre este asunto. Desafortunadamente no dijo nada. Si leemos los Evangelios segtin anilisis criticos modcrnos, nos damos cucnta que se ELJUDAISMO DE JESUS 49 sentia enviado “solamente a las ovi perdidas del pueblo de Isracl” (Mateo 15:24), tal como les dijo a sus discipulos, y cuando mands a los apdstoles pre- dicar la Bucna Nueva ies dijo: “No vaydis a ningtin territorio gentil oa ninguna ciudad samaritana. Id en cambio hacia las ovejas perdidas de Isracl” (Mateo 10:5). Sin embargo, cuando Ilegaron a él los gentiles, cl les respondié, curd al niffo de la mujer sirio-fenicia y al del centurién. Asf las ensefianzas y acciones de Rabi Yeshiia no aclaraban ¢l problema a sus seguidores. De tal manera que los primeros scguidores de Rabi Yeshiia de- bieron resolver su problema aplicando el espiritu de las ensefianzas y de la vida de Rabi Yeshtia a su situacién presente. Luego de una intensa lucha entre Pedro y Pablo, decidieron en lo referente alos “temerosos de Dios” postcriores: los que nacfan judios recibian cl don y la carga de la Tord, y debian tal como Yeshiia ensefiaba y hacfa, seguir obsrvandola; los que no lo eran debian simplemente aceptar la cnseflanza judia, las Escrituras, la Gtica, pero no tenfan que cumplir la circuncisién y la plena obligacién de la Tord, especialmente las costumbres ceremoniales. Pero sucedié algo muy critico en el primer perfodo de la gestacién de fa re- ligién cristiana. Rabi Yeshiia cnsciié a sus adeptos a vivir una vida intensa, in- terior, y con la preocupacién por los oprimidos, como los profetas ficles a la Tor de Dios. Sus adeptos ensefiaron también, después de un ticmpo que él cra el prometido “ungido” de Dios, el Meshiaj, que librarfa a Isracl del yugo de ba ocupacién romana y Ilegaria a ser rey. Rabi Yeshua les decia que su reino no serfa politico, pero sin embargo crefan vehementemente en la inminencia del Reino de Dios bajo la conduccién: politica y religiosa del Meshfaj, que crefan cra Rabi Yeshtia, Esto no era inaudi- to en el judaismo de esa poca, desde que languideeia bajo la opresién extranje- ra del imperio romano. Hubo muchos pretendicntes mesidnicos. Por ejemplo cien afios después de la muerte de Yeshtia, Rabi Akiva, altamente reverenciado por la comunidad hasta nuestros dias, habia proclamado al luchador anti- romano por la libertad judia, Bar Kojba (vencido en cl 135 a. c..) como Meshiaj. Pero esas descabelladas esperanzas fucron abrumadoramente frustradas un viernes Santo. Dijeron “este hombre fuc un profeta y considerado por Dios y por todo cl pueblo como poderoso en palabras y hechos”. Nuestros sacerdotes y gobernantes lo cntregaron para ser sentenciado a muerte y lo clavaron en la cruz, ¥ esperaibamos que seria cl tinico que habria de redimir a Israel. (Lucas 24: 19-21) No obstantc como sabemos, no termind todo alli, Tres dfas después del viernes Santo, cra Pascua, acontecié la Resurreccién, Los adeptos lo considera- ron ahora, no sélo como cl que fuc maestro carismético, ignominiosamente gjecutado, sino tambiGn como aqucl a quicn Dios hizo surgir a una nueva vida, {C6mo se describe en cl Nucvo Testamento este acontecimicnto cxtraordina- MAySHAVOT tio?. En cicrta forma no precisa, lo que no sorprende desde que se dijo ser un hecho tinico, nada habia parecido para comparar. Esta claro cn cl Nucvo Testa- mento qué cs lo que no quiere decir: no cs que cl cadaver de Rabi Yeshiia hu- bicse resucitado. El Resucitado se describe como teniendo caracteristicas distin- tas a las de un scr humano normal. Los tedlogos dicen a menudo, cripticamente, que tuvo “un cuerpo glorificado”. En todo caso cl Nuevo Testa mento describe al Resurrecto, no menos real que cl histérico Rabi Yeshda pre- vierncs Santo, pero de hecho cl mismo Rabi Yeshta viviendo ahora “real- mente” en otro nivel. Por otro lado, los trabajos criticos de cruditos, relatan que la experiencia de Pascua no fuc algo que sucedié en la mente y corazén de los adeptos de Rabi Yeshtia, aunque obviamente algo muy profundo sucedié alli. De hecho, los historiadores criticos observando desarrollos postcriorcs, Ile- garfan a preguntarse, cémo esos psicolégicamente abatidos y relativamente ig- norantes pescadorcs, labradores y mujeres, s¢ convirticron, como la evidencia obviamente lo demuestra, simplemente cn base a una expericncia psicolégica colectiva. Los cristianos deben conientarse con decir que algo extraordinario sucedié “alli”, que puso de manifesto cn los discfpulos una arménica teshuvd, metanoia, conversién, un darse vuclta. Entonces a la luz de este excitante, extraordinario experimento de Pascua, los adeptos de Rabi Yeshiia empezaron a reflexionar sobre lo que habia dicho y hecho, Mas y mas empezaron a comprender cosas de las que no habjan tenido conciencia cn su momento, que Dios habia producido grandes hechos en Rabi Yeshtia. A medida que reflexionaban trataban de darle hombre a estos eventos, y de allf cn mas, retrospectivamente, distintos titulos, Sefior, Salvador, Hijo del hombre, Hijo de Dios, ctc. El titulo de Meshiaj que se Ie atribuy6 todavia cn su vida hist6rica, pero ahora transformado, espiritualizado. Nos Iloga a nosotros del Nuevo Testamento griego como Christos, Cristo. De allf que es mas cxacto decir que Rabf Yeshtia crucificado y resucitado no es el Meshiaj, Mes segtin lo prometido en las Escrituras -porque entre otras co- sas fue prometido un lider politico, un rey que liberase al pais de i Ja paz universal- sino que es un Cristo, algo como un punto de Jo humano y lo divino. Por lo que cn resumen, Rabj Yeshtia, cl Cristo, se transforma cn Ia puerta por donde los gentiles entran cn conocimicnto (no s6lo por la cabeza, también por cl corazén, y no sdlo individualmente sino en comunidad) del Dios tnico, cl Creador, la Fuente y fin de todo ser y de cémo deberian vivir de acuerdo a los designios de Dios, la Tora de Dios. Por lo tanto a causa de que muchos gentiles Hegaron al tinico Dios verdadero por Rabi Yeshtia cl Cristo, se deno- i anos. Pero muchos judios nativos dijcron: Rabi o Cristo, no. No cumplié claramente la expectativa del al nico Dios Yeshtia, si; Mes Meshiaj_y no tenemos necesidad de un Cristo que nos conduz: verdadero- conocemos a Dios desde antes. ELJUDAISMO DEJESUS Sl Como se scfialé es a través de Rabi Yeshiia, el Cristo que los gentiles Ie- gan al conocimicnto del Unico y Verdadero Dios, go sélo individualmente sino como una comunidad de personas con ese conocimicnto. Esta comunidad (en hebreo Kahal, y eklesia y sinagoga cn sus dos traducciones gricgas), es el pue- blo de Isracl, el pucblo judfo, devotos del tinico verdadero Dios, que se revelé como cl Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Los gentiles, a través de Rabi Yeshiia al hacerse sus adeptos, sus imita- dores, se transformaron cn micmbros de esta comunidad de crcycntes; Hegaron a ser micmbros por adopcién del pueblo de Isracl. La Iglesia catélica romana lo reconoce como haciéndose eco de Pablo (Galatas 3:7) afirma que todos los cristianos son hijos de Abraham de acuerdo a la fe, y que el kahal cristiano “extrac el sustento de la raiz de este buen olivo, el pucblo judio, en el que se injertaron las ramas silvestres de los gentiles”. (cf. Rom, 11:17-24)5 A esto, obviamente se referia cl Papa Pio XI al scfialar que los cristianos son todos semitas espirituales. Los cristianos no son cl Nucvo Isracl. Yeshtia no usa tal término, ni tam- poco los autores del Nucvo Testamento. Sélo hay un pueblo de Israel, los de- votos de YHWH, cl tinico verdadero Dios de Abraham, Isaac y Jacob (conoci- do también como Isracl). Este es cl significado principal del término “pueblo de Israel". Lo étnico y lo politico fucron y son clementos importantes on Ia nocién de pucblo de Israel, pero no lo mas fundamental. La unidad basica de Israel cs religiosa, Isracl es cl pueblo de YHWH. El término de Isracl como nacién se mantuvo bajo David y Salomén; luego fue sdlo del reino del Norte, después de su desaparicién fue transferido al reino del sur, Judea. Y aunque cl estado de Isracl fuc destrufdo en el 70 c.c. par casi dos mile- nios cl pucblo de Israel siguié existicndo. En realidad habia cxistido mayor- mente fuera de la tierra de Isracl por centurias. Ademas hubo muchos conver- sos a la religi6n de YHWH, cuya mayoria no hablaban mas el hebreo mucho antes del comienzo de la cra comin. Pero ninguno de estos cambios politicos y étnicos de primera magnitud pudicron destruir la unidad fundamental del pucblo de Isracl, mientras siguicran cereyendo en YHWH y siguicran Su Senda, porque para los seguidores de los fariscos esta Senda fue la Halajd, y que para los de Rabf Yeshiia fue Hodos. Repctimos: los cristianos no son el Nuevo Isracl, implicando con ello que se reemplaza al vicjo Isracl. Son mas bicn parte del pucblo tinico, si bien “vdstagos silvestres” que se injertaron cn la fe de Abraham -csta es su primor- dial autointerpretacién de Nucvo Testamento. Pero, {reconocen los judfos esta pretensién de los cristianos? Esta no es esencialmente una preocupacién cristia~ na sino judia. 32 MAYSUAVOT Sefialemos por lo menos una voz judfa entre una cantidad de voces con- temponineas: Dice cl Profesor Nicholas de Lange: Jostis es el padre espiritual de Ia vasta raza de gentiles justos, que opta- ron voluntariamente separarse, hasta un punto, del mundo gentil y toma- do sobre si no sélo los privilegios, sino algunas (por lo menos) de las cargas del pueblo de Isracl, Por medio de su fe, Jostis est vivo todavia Micntras que como cristianos scan ficles a su memoria tenemos la sefial de que scrdn ficles al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, y a las ensefianzas de Moisés y de los profetas hebreos. Son nuestros herma- nos mas jévenes y nuestros colaboradores en el mismo vifiedo. Seguramente debemos estar de acuerdo con las palabras de Franz Rozensweig: “Ante Dios, judios y cristianos trabajan cn la misma tarea. El no puede prescindir de ninguno”. (The Star of Redemption, pg. 415). ° Llegamos ahora a un punto extremadamente delicado y crucial, partiendo de la judcidad de Yeshtia y sus primeros adeptos, los fundadores del cristianis- mo. Dado que eran todos judios, y pensaban y hablaban como judios, cn con- secuencia si queremos entender correctamente lo que Yesha y sus primeros sc- guidores pensaban cuando hablaban, debemos percibir sus afirmaciones cn su esquema de pensamicnto judio. De otra forma seria lecr en sus afirmaciones y acciones nuestro significado ajeno, antes que cxtractar lo que cllos querian de- cir. Hariamos una ciségesis en lugar de exégesis. i El exegeta catélico, prelado Franz Mussner, trata cl mismo punto enérgica- mente: “Josiis ... ensefié y pens6 cn “categorias judias”. Esto trajo, sin embargo, consecuencias de magnitud mundial ¢ hist6rica ... Los gentiles aprendicron y aprenden a pensar y hablar en “categorfas judias”. El mundo se hizo “judio” a través de Jestis de Nazarct y pertencce a la obra del anti-Cristo “desjudaizar” de nuevo al mundo, especialmente en cl area del lenguaje”. 7 Los cristianos que han scguido la ruta de la bisqueda de una interpretacién de las palabras y acciones de Rabi Yeshiia y sus primeros adeptos, que son diferentes del modo de ver judfo, sc han apartado obviamente de Yeshtia y de Jos fundadores del cristianismo. En realidad, hubo disputas entre los mismos judios acerca del correcto sig- nificado de muchas cosas. Pero todas estas disputas se desarrollaron dentro ‘de un marco de significado aceptado. Es dentro de ese amplio marco de significa- do judio que Yeshiia y los fundadores de La Senda pehsaron y actuaron, En consecuencia, es también que dentro de este marco, que los seguidores subsi- guicntes tonddin que comprender primero a Yeshda y sus seguidores, si han de entender correctamente su “nuevo mensaje”. Por cierto, pensar de modo distinto al judio, puede ser de gran valor y los cristianos deben ser alentados a abrazar to que sca de valor, Pero cl modo de ELJUDAISMO DE Jesus 3 pensar no judio no sera de valor para comprender lo que Yeshita y sus primeros adeptos hicieron y dijeron. De hecho, puede Hegar a ser extremadamente equivoco y aun obsticulo fundamental al Evangelio de-Yeshia y sus,primeros adeptos sies asf aplicado. Como sefialamos anteriormente, tal principio de comprensién, tal principio de hermenéutica en el lenguaje actual, no resolveria por supuesto aquellos pro- blemas con los que se confrontaron dircctamente Yeshiia y sus primeros adep- tos, pero procurard un limite fuera del cual no pucdan buscarse soluciones ale- gando que son auténticamente cristianas, es decir, la comprensién correcta que se halla dentro del marco de significado judfo de lo que Rabf Yeshiia y sus pri- meros seguidores dijcron ¢ hicicron. Tal principio de comprensién parece muy simple y sencillo. Pero, de atenerse a este simple principio depende de percibir que todo el significado de las cosas, esti relacionado, es decir: correctamente comprendido, sdlo cuando es percibido en relacién a las personas que hicieron las afirmaciones, ¢l contexto en cl cual las hicicron, cl esquema de pensamien- to, y el Ienguaje que usaron, ctc. Tal percepcién es método normal para un erudito occidental contem- pordneo, del post-historicismo, la sociologia det conocimiento y cl anilisis lingiifstico. No fue asf en el pasado. Una vez que el principio de entender el Evangelio relacionadamente, es decir dentro del marco de significado judio que Rabi Yeshtia y sus primeros seguidores abrazaron, ha sido Ilevado a nivel con- cicnte, sc hace imposible con integridad para los cristianos asi concientizados no scguirlo. Porque ellos sabian que no estén siguiendo a Yeshitia, sino que estin haciendo que Yeshtia los siguicra a ellos. Siguicndo tal principio de comprensién, simple y evidente como les parece a muchos hoy cn dia, ocasionard cn muchas instancias una radical reconsidera- cién de nuestra ensefianca cristiana, a fin de ponerla en linea con el pensamiento de Jestis y sus primeros seguidores, los fundadores de La Senda, el Cristianis- mo, para nivelarlo al modo de ver judio. Tlustrarcmos las implicaciones de aplicar este principio de comprensién examinando aunque sca brevemente una ensefianza central del Cristianismo, una de la cual depende todo lo demés: la Cristologia, la ensefianza del significa- do de Cristo. Es evidente que los adeptos de Rabf Yeshtia lo considcraron durante su vida como el Meshiaj, con todas las implicaciones politicas, etc. De acuerdo a Jos cstudios contemporincos de las Escrituras, es improbable que Rabi Yeshia pretendiera ser cl Meshiaj. ®~ Pero aun si pensé y pretendié serlo, fue de manera transformada, espiri- twalizada; lo mismo con sus adeptos después de la crucifixi6n y resurreccion. En todo caso los judios nunca pensaron que cl Meshiaj (Cristo) (,Y quién ma pensaba en cl Meshiaj que un judio?) fuera divino en un sentido ontolégico. Para los judios este lenguaje fue siempre comprendido en un sentido on- 4 MAySHAVOT tolégico. Y Yeshtia y sus primeros seguidorcs eran judios. Pensaban y habla- ban como judios, consecuentemente, cuando hablaban de Yeshtia como Meshiaj, aun cn un sentido tansformado y espiritualizado como Cristos, estos judios no hablaban ontoldgicamente, no cran los judios sino los griegos quienes desarrollaron el marco del pensamiento ontolégico. Adjudicarle significado ontolégico al no-ontolégico lenguaje judio de Rabi Yeshtia y sus primeros seguidores judios, es hacer ciségesis no exégesis, no Imitatione Christi, sino Imitatione Mei. Pero zqué pasa con los dogmas cristolégicos de los concilios de Nicea, Constantinopla y Calcedonia? {No estén plenos de sentido ontolégico? Sea lo que fuere, deben ser comprendidos a la luz de lo que Yeshia y adeptos entendian estar ensefiando -y ellos sc entendian judaicamente, esto es no ontolégicamente en esta materia 9. Es entonces este sencillo principio de la comprensién una revolucién? Si revolucién significa darse vuelta, como asf ¢s, se debe responder “si”. Y eso es lo que Yeshtia fue en todo: metanoia, teshuvd. En suma zqué significa cl judaismo de Rabi Yeshia para los gentiles cris- tianos? Significa muchas cosas de las que tratamos sélo tres. Primero: todas las falsas dicotom{as esbozadas anteriormente, Icy y gracia, justicia y amor, fe y obras, con denigracién de la mitad, van absolutamente en contra de las ensefianzas y vida de Rabf Yeshtia. Tales polarizaciones deben ser rechazadas por quicn pretenda ser adepto de Rabi Yeshta, Jesiis. Segundo: Rabi Yeshia no fue cl Meshiaj prometido a los judios; fue mds bien el Christos de los gentilcs, por medio de quien Ilega- ron a conocer el tinico Dios verdadero y por lo que se transformaron cn parte del pueblo de Isracl. Tercero: Rabi Yeshwa y sus primeros adeptos pensaban y hablaban dentro del marco judio de pensamicnto y en consccuencia la tnica manera de entender los cristianos su Evangelio, es judaicamente incluyendo el modo no ontoldgico de ver al Mesfas, Hijo de Dios, etc. Por ultimo, y mas penosamenic para reflexionar, los cristianos deben estu- diar también la historia y realidad actual de sus relaciones con los correligiona- rios de Jestis, los judios. Tuvicron una historia de dos mil afios de sospechas, denigracién, opresi6n, odio, pillaje, rapifia, asesinato, genocidio. La horrible paradoja es que los cristianos pretenden ser los seguidores de Jestis, Rabi Yeshiia, que fuc judio. Sosticnen que les muestra cémo vivir una vida humana y por lo tanto tra- tan de imitarlo. Ellos hablan, y para ser mds personal, deberia decir nosotros hablamos de Imitatiohe Christi. Pero cuando odiamos a los judios, odiamos lo que fue Jesiis; un judio. Odiamos entonces, lo que decimos que tratamos de ser, un tipo de judio, uno que ha sido conducido por el Unico verdadero Dios, el Dios de Abraham, ELJUDAISMO DE JESUS 55 Isaac y Jacob, a través de Rabi Yeshtia el Cristo. Odiamos al pucblo de Israel, este buen olivo en cl que nosotros, brotes silvestres fuimos injertados. Por ende, cl cristiano debe rechazar cl antiscmitismo no sdlo en bases hu- manitarias generales, sino también porque es odio al pucblo clegido de Dios, (y Pablo recuerda que Dios nunca retrocede en Sus promesas); debemos rechazar el antisemitismo porque es un odio al judio Jestis, a quicn Hamamos Sefior y decimos que lo amamos c imitamos, finalmente debemos rechazar cl antisemi- tismo porque es un auto-odio. En lugar de ser antiscmitas, nosotros los cristianos deberfamos scr filosc- mitas porque Jestis, Yeshtia, fue un judio y todos somos seguidorces de Rabi Yeshtia y micmbros de su pucblo. . Traduccién: Dr. José Kaplan NOTAS: 1 Pinchas Lapide y Hans Kiing, “Is Jesus a Bond or Barrier? A Jewish-Christian Dialogue”, Journal of Ecumenical Studies \4 (Verano 1971); 473. 2 David Flusser, Jesus in Selbstzeugnissen und Bilddokumenten (Reinbeck, 1968), pag. 43. 3 Nicholas de Lange, “Who is Jesus” Sidic, vol. 12, N° 3 (1979), pag. 12. 4 Johann Maier, “Jesus von Nazareth und sein Verhilinis zum Judentum aus Sicht eines Judaisten”, on Willchud Paul Eckert y Hans Hermann Henrix, Jesu Jude- Sein als Zugang zum Judentum, 2 ed. (Aachen: Einhard-Verlag, 1980), pag. 95. 3 Vaticano II, Nostra acetate, 4. 6 de Lange, “Who is Jesus?”, pag. 13. 7 Franz Mussner, Traktat tiber die Juden (Munich: Késel verlag, 1979) pags. 183-184. 8 Cf. Edouard Schweizer, Jesus Christus (Hamburg, 1972), pags. 18-19; Ernst Kasemann, Das Problem des historischen Jesus-exegetische Besinnungen, vol. 1 (Gottingen, 1960) pags. 187, 205. 9 En la discusién del lenguaje en el tomo del Papa Ledn el Grande, que tuvo tanta influencia en el lenguaje cristolégico del Concilio de Calcedonia, Monika Hell- wig sefiala: a lo largo de este documento, Leén razona directamente desde cl lenguaje. del culto y devocidn a la formulacién abstracta que Hega a dominar el Concilio de Calcedonia. No hay en realidad una reflexign sobre la naturaleza del lenguaje religio- so ...uno est impulsado a preguntar si pudo haber una percepcidn erronea de género literario. El lenguaje postico de 1a devocién parece emplearse como un simple regis- tro de lo histérico. (“From the Jesus of Story to the Christ of Dogma”, en Alan T. Davies, ed. Antisemitism and the Foundations of Christianity |New York: Paulist Press, 1979] pig. 123).

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