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-Muchacho pendejo! A poco crees que el dinero me lo Chema Prez termin su relato con lgrimas en los ojos,
regalan? Esa porquera que traes no vale nada. mientras se empinaba hasta el fondo la botella de tequila. Era
famoso en el rumbo de Bucareli, sobre todo en las cantinas
-Es oro del bueno! Pacifico, La Reforma y la ya desaparecida Mundial, por
-Eso dices t porque te engaan con cuentas de vidrio, pero platicar sus historias. Esa vez, haba sido un ilustre
yo conozco de esto y no me vas a ver la cara. desconocido quien le invit el trago, alguien que escuchaba
por primera vez la historia del Tecuco. El viejo teporocho
El Tecuco dio la vuelta para atender a otros y no me volvi a siempre terminaba su relato bajando la voz y con la misma
pelar. Yo estaba desesperado y me qued all, parado como frase estremecedora: Dicen que el desgraciado ya se muri
un idiota. Despus de mucho rato, l termin y se fue a su todito, pero la otra noche yo lo vi caminar por las calles, agarr
casa. Lo segu y en la puerta le volv a pedir dinero para las Bucareli y se dio vuelta en Donato Guerra, como para su casa.
medicinas de mi jefecita. Le explique que no era para m, sino Te lo juro por mi jefecita que en paz descanse y en gloria est.
para ella, por su salud. El Tecuco volvi a decir que no. Yo
saba que si no consegua ese dinero, mi pobre viejita se nos
mora. As que no lo pens ms, le di un empujn con todas
mis fuerzas y me met a su casa. Te juro que pareca museo
de tanta chchara que tena. Volteaba para todos lados y no
saba ni qu agarrar: todo me gustaba, todo pareca de valor.
El Tecuco se recuper del golpe y se me fue encima con lo
primero que encontr, pero le respond y como yo estaba ms
joven, ms corpulento que l, con un guamazo en la cabeza
tuvo. Agarr algunas cosas y sal corriendo.