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Lucas D. Baccelliere
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Del concepto.
la conciencia es tan fcil? y simplemente pensamos la objetividad como un modo de ser de la
misma, estando bajo su potestad percibir el mundo tanto objetivamente como no, sea bajo el aspecto
de la cosidad o como una nada, la pregunta que antes formulamos y que nos obligaba a poner un
modo consciente ms cercano a lo real que otros posibles, acaba resultando completamente inocua,
pues evidentemente conceder mayor veracidad a uno de estos modos por encima de los dems, slo
podra catalogarse como un capricho.
Retomando nuestra inquietud original: qu lugar vienen a ocupar lo en s tan
habitualmente ligado a lo real y lo aparente en este entreverado juego conceptual? En virtud de
todo lo dicho, fcilmente se comprende que ambos no son ms que modos de manifestarse el
mundo en la conciencia; para decirlo con total claridad: todo es apariencia. Esto no significa que
todo cuanto hay en nuestra conciencia es humo, una representacin ms o menos fidedigna de un
objeto extramental que nunca llegaremos a conocer; ms bien quiere decir que no tiene sentido
llevar la especulacin racional contra los lmites de la conciencia, porque la conciencia o bien no
tiene lmites, o bien estos se expanden conforme los fuerzan la razn y la imaginacin. El mundo
exterior es interior, es aparecer en la conciencia bajo el aspecto de exterioridad, existe en tanto que
aparece como tal y por eso no hay que renunciar a l. Cmo podramos? Baste para calmar nuestra
comezn intelectual asumir lo en s como apariencia, como uno de los tantos modos en que el
mundo, ciertamente con algn grado de arbitrariedad, se nos presenta.