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ANTHONY WESTON LAS CLAVES DE LA ARGUMENTACION edici6n espafiola a cargo de Jorce F, MALEM (Universitat Pompeu Fabra) Abort ot Autre ua jm the ap ge tin publ te alte Coy gh ge eon aed tng Se nf a Liem go tata de Sonat Ess Se 1 edici eee 195 to tinct bo 205 “Septal deltas Eis Al S.A dane Dag 24640036 Bcd Tani eee otal Paves Colombia. ISBN0- 95842-16015. Sepia igri (ole rn 09 ‘pet cen Cait Pines Combi ‘moet embers dots spec pe SUMARIO Prefacio Nota a la tercera ediclén, Introduccién, L_Lacomposicién de un argumento corto ‘Algunas reglas generales TL Arzumentos mediante ejemplos TIL Argumentos por anslogia TV. Arguimentos de autoridad V.__Angumentos acerca de las causas VI Aryumentos deductivos VII. La composicién de un ensayo basado en argumentos A. Explorar la cuestion ‘VIII. La composicién de un ensayo basado en argimentos B._ Los puntos principales de un ensayo TX. Lacomposicion de un ensayo basado en argumentos C.. Escribir el ensayo. X. Falacias Apéndice. Defintelén Pata estudios adicionales indice PREFACIO Este libro es una breve introduccién al arte de escribir y evaluar argumentos. Trata s6lo lo esencial. Descubri que, a menudo, estudiantes y escritores no necesitan extensas explicaciones introductorias, sino tan s6lo una lista de recor- datorios y de reglas. Por tanto, a diferencia de la mayorfa de los libros de texto acerca de cémo armar un argumento, es decir, de «légica infor- mal», este libro se estructura alrededor de reglas especfficas, ilustradas y explicadas de una manera correcta, pero, sobre todo, breve. No es un libro de texto, es un libro que estudia las reglas de la argumentacién, Descubri que también los profesores quieren a veces recomendar un libro de reglas semejan- te, un manual que los estudiantes puedan con- sultar y comprender por sf mismos, y que, por lo tanto, no interfiera en las horas de clase. En este caso, una vez més es importante aqui ser breve —la cuestion es ayudar a los estudiantes a escri- bir un articulo o a evaluar un argumento—, pero las reglas deben ser expuestas con la suficiente explicacién para que el profesor pueda dirigirse a los estudiantes, simplemente, haciendo refe- rencia a la eregla 6» 0 a la «regia 16>, en vez de escribir una explicacién completa en los marge- 7 nes de los trabajos de cada estudiante. Breve pero autosuficiente, ésta es la fina linea que he tratado de seguir Este libro de reglas también puede ser utili- zado en un curso dedicado expresamente a Ia argumentaci6n. Necesitara ser completado con ejercicios y con mas ejemplos, pero existen muchos textos ya disponibles que estén consti- tuidos en su mayor parte o en su totalidad por tales ejercicios y ejemplos. Estos textos, sin embargo, también necesitan ser complementa- dos, justamente, con lo que ofrece este libro de reglas: reglas simples para construir buenos argumentos, Muchos estudiantes salen de los cursos de «légica informal» sabiendo tan sdlo cémo rebatir (o al menos intentar rebatir) las falacias seleccionadas. A menudo son incapaces de explicar qué es lo que esta realmente mal, © de presentar un argumento propio. La légica informal tiene mas por ofrecer, este libro es un intento de sugerir como hacerlo. Se agradecen los comentarios y las criticas. AntHony WESTON Agosto de 1986 NOTA A LA TERCERA EDICION En esta reedicién milenaria, el cambio més notable es un planteamiento de la definicién més orientado a las reglas. Una larga conversa- cidén con el profesor Charles Kay de Wofford College, meticuloso lector y atento profesor, me convencié para realizar este y otros muchos cambios. He actualizado y clarificado numero- sos ejemplos. Las generosas aportaciones de los lectores, demasiado numerosos para citarlos a todos, han contribuido a la mejora de este Pequede memual. Mi agradecimiente = todos AW. Mayo de! 2000 INTRODUCCION ePor qué argumentar? Algunas personas piensan que argumentar es, simplemente, exponer sus prejuicios bajo una nueva forma. Por ello, muchas personas también piensan que los argumentos son de- sagradables e indtiles. Una definicién de «argu- mento» tomada de un diccionario es «disputa», En este sentido, a veces decimos que dos perso- nas «tienen un argumento»: una discusién ver- bal. Esto es algo muy comtin. Pero no represen- ta Io que realmente son los argumentos. En este libro, «dar un argumento» significa ofrecer un conjunto de razones 0 de pruebas en apoyo de una conclusién. Aqui, un argumento no es simplemente la afirmacién de ciertas opinio- nes, ni se trata simplemente de una disputa. Los argumentos son intentos de apoyar ciertas opi- niones con razones. En este sentido, los argu- ‘mentos no son intitiles, son, en efecto, esenciales. El argumento es esencial, en primer lugar, porque es una manera de tratar de informarse acerca de qué opiniones son mejores que otras. No todos los puntos de vista son iguales. Algu- uw nas conclusiones pueden apoyarse en buenas razones, otras tienen un sustento mucho més débil. Pero a menudo, desconocemos cual es cual. Tenemos que dar argumentos en favor de las diferentes conclusiones y luego valorarlos para considerar cudn fuertes son realmente. En este sentido, un argumento es un medio para indagar Algunos fildsofos y activistas han argiido, por ejemplo, que la «industria, de la ceria» de animales para producir carne causa inmensos sufrimientos a los animales, y es, por lo tanto, injustificada e inmoral. ¢Tienen raz6n? Usted no puede decidirlo consultando sus pre- juicios, ya que estan involucradas muchas cues- tiones. ¢Tenemos obligaciones morales hacia otras especies, por ejemplo, o sélo el sufrimien- to humano es realmente malo? ¢En qué medida podemos vivir bien los seres humanos sin comer carne? Algunos vegetarianos han vivido hasta edades muy avanzadas, ¢muestra esto que las dictas vegetarianas son mas saludables? ¢O es un dato irrelevante considerando que algunos no vegetarianos también han vivido hasta eda- des muy avanzadas? (Usted puede realizar algdn progreso preguntando si un porcentaje més alto de vegetarianos vive mas afios.) ¢O es que las personas mas sanas tienden a set vegetarianas, © a la inversa? Todas estas preguntas necesitan ser consideradas cuidadosamente, y las respues- tas no son claras de antemano. Argumentar es importante también por otra raz6n. Una vez. que hemos legado a una conclu- sién bien sustentada en razones, la explicamos ¥ la defendemos mediante argumentos. Un buen 12 argumento no es una mera reiteracién de las, conclusiones. En su lugar, ofrece razones y pruc- bas, de tal manera que otras personas puedan formarse sus propias opiniones por si mismas. Si usted llega a la conviccién de que esta claro que debemos cambiar la manera de eriar y de usar a los animales, por ejemplo, debe usar argumentos para explicar cémo llegé a su conclusién; de ese modo convencerd a otros. Ofrezca las razones y pruebas que a usted le convenzan. No es un error tener opiniones. El error es no tener nada mas. Comprender los ensayos basados en argumentos Las reglas que rigen los argumentos, enton- ces, no son arbitrarias: tienen un propésito especifico. Pero los estudiantes (al igual que otros escritores) no siempre comprenden ese propésito cuando por primera vez se les asigna la realizacién de un ensayo escrito basado en argumentos; y si no se entiende una tarea, es poco probable que se realice correctamente. Muchos estudiantes, invitados a argumentar en favor de sus opiniones respecto a determinada cuestién, transcriben claboradas afirmaciones de sus opiniones, pero no ofrecen ninguna auténtica razén para pensar que sus propias opi- niones son las correctas. Escriben un ensayo, pero no un argumento. Este es un error natural. En el bachillerato, se pone el acento en el aprendizaje de cuestiones que son totalmente claras © incontrovertidas. 13 Usted no necesita argumentar que la Constitu- cién de los Estados Unidos establece las tres, ramas del gobierno, 0 que Shakespeare escribié Macbeth. Estos son hechos que usted necesita tan sélo dominar, y que en sus trabajos escritos solo necesita exponer. Los estudiantes Hegan a la universidad espe- rando mas de lo mismo. Pero muchos cursos de la universidad, especialmente aquellos en los que se asignan trabajos escritos, tienen un obje- tivo diferente. Estos cursos se interesan por los fundamentos de nuestras creencias y exigen de los estudiantes que cuestionen Sus propias creencias, y que sometan a prueba y defiendan sus propios plintos de vista. Las cuestiones que se discuten en los cursos de las universidades no son a menudo aquellas cuestiones tan claras y seguras. Si, la Constitucién establece tres ramas de gobierno, pero gdebe tener la Corte Suprema, realmente, el poder de veto sobre las otras dos? Si, Shakespeare escribié Macbeth, pero zcual es el'sentido de este drama? Razones y pruebas pueden darse para diferentes respuestas. En estos cursos, los estudiantes tienen la tarea de aprender a pensar por sf mismos, a formar sus propias opiniones de una manera responsable. La capacidad para defender sus propias opinio- nes es una medida de esta capacidad, y, por ello, los ensayos basados en argumentos son tan importantes. En efecto, como explicaré en los capftulos VILAX, para escribir un buen ensayo basado en argumentos usted debe usar argumentos tanto como tin medio para indagar, como para expli- 14 car y defender sus propias conclusiones. Debe presentar el trabajo examinando los argumentos de sus contrincantes y luego debe escribir el ensayo mismo como un argumento defendiendo sus propias conclusiones con argumentos y valorando criticamente algunos de los argumen- tos de la parte contraria. La estructura del libro Este libro comienza con la exposicién de argumentos relativamente simples y lega a los ensayos basados en argumentos al final. Los capftulos I-VI se refieren a Ia composi- cién y evaluacién de argumentos cortos. Un argumento «corto» simplemente ofrece sus razones y pruebas de una manera breve, usual- mente en unas pocas frases o en un pardgrafo. ‘Comenzamos por los argumentos cortos por diversas razones. Primero, porque son comunes-~ En efecto, son tan comunes que forman parte de nuestra conversacién diaria. Segundo, los argu- mentos largos son, a menudo, elaboraciones de los argumentos cortos, y/o una serie de argu- mentos cortos encadenados. Aprenda primero a escribir y a evaluar argumentos cortos; ello le pondré én condiciones de seguir hacia los ensa- yos basados en argumentos. Una tercera raz6n para comenzar con los argumentos cortos es que constituyen la mejor ilustracién tanto de las formas comunes de los argumentos como de los tipicos errores que se cometen en la argumentacin. En un argumen- 45 to largo es més dificil identificar las cuestiones y problemas principales. Por lo tanto, aunque algunas de las reglas puedan parecer obvias cuando son expuestas por primera vez, recuerde que usted tiene la ventaja de un ejemplo simple. Otras reglas son lo suficientemente dificiles de apreciar aun en un argumento corto. Los capitulos VII, VIII y IX tratan los ensa- yos basados en argumentos. El capitulo VII se Tefiere al primer paso: explorar Ia cuestién. En €l capitulo VIII esbozo los puntos principales de un ensayo basado en argumentos y en el capf- tulo IX agrego reglas especificas acerca de cémo escribirlo. Todos estos capitulos depen- den de los capitulos LVI, ya que un ensayo basado en argumentos combina y elabora basi- camente los tipos de argumentos cortos que en. ellos se exponen. No pase por alto los primeros capitulos y no salte al de los ensayos basados en argumentos, aun cuando se acerque a este libro en basqueda de ayuda, fundamentalmente, para escribir tin ensayo. El libro es lo suficien- temente corto como para leerlo desde el comienzo hasta los capitulos VIL, VIII y IX, y cuando usted Hegue a ese punto tendré las herramientas que necesita para manejar correc- tamente aquellos capitulos. Los profesores pue- den recomendar los capitulos I-VI al comienzo del trimestre, y los capitulos VILIX en el momento de escribir el ensayo. El capitulo X concierne a las falacias, es decir: a los arguments que conducen a error. En él se resumen los errores generales expuestos en el resto de este libro, y finaliza con una sinte- 16 sis de los muchos argumentos equivocos que ton tan tentadores y comunes que incluso tle. nen sus propios nombres. El Apéndice ofrece algunas reglas para construir y evaluar las defi- 7 Captruto I LA COMPOSICION DE UN ARGUMENTO CORTO Algunas reglas generales El capitulo I ofrece algunas reglas generales para componer argumentos cortos. Los capftu- Jos IL al VI tratan tipos espectficos de angumen- tos cortos. 1. Distinga entre premisas y conclusién El primer paso al construir un argumento es preguntar: ¢Qué estoy tratando de probar? gCual es mi conchusién? Recuerde que la con- dlusién ¢s la afirmacion en favor de la cual usted esta dando razones. Las afirmaciones mediante las cuales usted ofrece sus razones son llamadas «premisas». Considere esta broma de Winston Churchill: Sea optimista, No resulta de mucha utilidad ser de otra manera. 19 iste es un argumento porque Churchill esta dando una razén para ser optimista: su premisa es que «no resulta de mucha utilidad ser de otra rea premisa y la conclusién de Churchill son bastante obvias, pero las conclusiones de algu- nos argumentos pueden no ser obvias hasta el momento en que se las sefiala. Sherlock Holmes tiene que explicar una de sus conclusiones clave en La aventura de Silver Blaze: Un perro estaba encerrado en los establos, yy, sin embargo, aunque alguien:habfa estado alli y habia sacado un caballo, no habia ladra~ do. Es obvio que el visitante era alguien a quien ¢l perro conocfa bien... Holmes tiene dos premisas. Una es explicita: el perro no ladré al visitante. La otra es un hecho general acerca de los perros que presume que nosotros conocemos: los perros ladran a los desconocidos. Estas dos premisas juntas impli- can que el visitante no era un desconocido, ‘Cuando usted utilice argumentos como un medio de indagacién, tal como lo describi en la Introduccin, puede comenzar, a veces, tan solo con la conclusién que quiere defender. Antes que nada, exp6ngala con claridad. Si quiere tomar a Churchill y seguir sus palabras, y angiir que debemos ser verdaderamente optimistas, digalo asf de explicito. Entonces, preguintese a sf mismo qué razones tiene para extraer esa con- clusién, ¢Qué razones puede dar para probar que debemos ser optimistas? 20 Usted podria apelar a la autoridad de Chur- i Churchill dice que debemos ser optimis- tas, quiénes somos usted y yo para criticarlo? Sin embargo, esta apelacién no le Hevaré muy lejos, ya que es probable que un ntimero igual de personas famosas recomendaran el pesimismo. Usted tendria que pensarlo por su propia cuen- ta, Una vez mas: ¢Cual es su raz6n para pensar que debemos ser optimistas? ‘Quizas su idea es que ser optimista le da més energfa para trabajar en pos del éxito, mientras que los pesimistas se sienten derrotados desde el comienzo y, por lo tanto, ni siquiera lo intentan. Entonces, usted tiene una premisa principal: los optimistas probablemente tienen més éxito en alcanzar sus objetivos. (Quizés esto es Io que Churchill queria decir también.) Si ésta es su raz6n, digalo explicitamente. Una vez que haya terminado de leer este libro, tendra un catélogo util de muchas de las diferentes formas que los argumentos pueden tener. Uselos para desarrollar sus premisas. Para defender una generalizacién, por ejem- plo, examine el capitulo II; le recordara que necesita dar una serie de ejemplos como pre- misas y le diré qué tipo de ejemplos tiene que buscar. Si su conclusién necesita un argumen- to «deductive» como los explicados en el capi- tulo VI, las reglas que se presentan en ese capi- tulo le diran qué premisas necesita. Puede que precise intentar muchos argumentos diferen- tes antes de que encuentre uno que opere ade- cuadamente. 2 2, Presente sus ideas en un orden natural Usualmente, los argumentos cortos se escri- ben en uno o dos parrafos. Ponga primero la conclusién seguida de sus propias razones, 0 exponga primero sus premisas y extraiga la con- clusi6n al final. En cualquier caso, exprese sus ideas en un orden tal que su Ifnea de pensa- miento se muestre de la forma mas natural a sus lectores. Considere este argumento corto de Bertrand Russell: Los males del mundo se deben tanto a los defectos morales como a la falta de inteligencia. Pero la raza humana no ha descubierto hasta, ahora ningiin método para erradicar los defec- tos morales [..] La inteligencia, por el contrario, se perfecciona ficllmente mediante métodos ‘que son conocidos por cualquier educador com- petente. Por lo tanto, hasta que algdn método para ensefiar Ia virtud haya sido descubierto, el progreso tendra que buscarse a través del per- feccionamiento de la inteligencia antes que del dela moral! En este pasaje, cada afirmacién conduce naturalmente a la siguiente. Russell comienza sefialando las dos fuentes del mal en el mundo: ‘los defectos morales», como él los denomina, y la falta de inteligencia. Afirma entonces que des- conocemos cémo corregir «los defectos mora- les», pero que sabemos como corregir la falta de 1, Sheptical Essays, Londres, Allen and Unwin, 1935: reimp. 1977, p27, 22 inteligencia. Por lo tanto —adviértase que la expresin «por lo tanto» indica claramente su conclusién—, el progreso tendré que legar mediante el perfeccionamiento de la inteligencia. Cada frase de la cita est precisamente en el lugar que Ie corresponde, a pesar de que habia muchisimos lugares para el error. Supéngase que Russell hubiera escrito, en cambio, algo similar a esto: Los males del mundo se deben, por com- pleto, tanto a los defectos morales como a la falta de inteligencia. Hasta que algdn método ara ensefiar la virtud haya sido descubierto, el progreso tendré que buscarse a través del per- feccionamiento de la inteligencia antes que del de la moral. La inteligencia se perfecciona facil mente por métodos que son conocides por cualquier educador competente. Pero la raza humana no ha descubierto hasta ahora ningtin medio para erradicar los defectos morales. Son exactamente las mismas premisas y con- clusion, pero estan en un orden diferente, y la expresién «por lo tanto», previa a la conclusién, fue omitida. Ahora el argumento es mucho mas dificil de entender. Las premisas no estan entre- Tazadas naturalmente, y usted tiene que leer el pasaje hasta dos veces para comprender cual es a conclusién. No cuente con que sus lectores sean tan pacientes. Intente reordenar varias veces su argumento con el objeto de encontrar el orden mas natural Las reglas que se presentan en este libro deben ayudarle: puede usarlas no sélo para reconocer 23 qué premisas necesita, sino también para saber cémo ordenarlas en el orden mas natural. 3. Parta de premisas fiables Aun si su argumento, desde la premisa a la conclusién, es valido, si sus premisas son débi- les, su conclusién sera débil. Nadie en el mundo es realmente feliz en la actualidad. Por lo tanto, parece que los seres humanos no estan hechos precisamente para alcanzar la felicidad. , por gjem plo, y una persona que cree que la evolucién no es afirmar que su abuela era un mono. Si usted no puede imaginar cémo podrfa alguien sostener el punto de vista que usted est atacando, es por- que todavia no lo ha entendido bien. En general, evite el lenguaje cuya tinica fun- cién sea la de influir en las emociones. Este es tun ejemplo de «lenguaje emotivo». ‘Tras permitir que sus antaio ongullosos tre- nes de pasajeros cayeran vergonzosamente en @l olvido, América esté moralmente obligada a restablecerlos jyal Supuestamente éste es un argumento para restablecer (mas) el servicio de los trenes de pasajeros, Pero no ofrece ninguna prueba para Hegar a esa conclusién sea cual sea, tan s6lo unas cuantas palabras con una gran carga emo- cional —palabras gastadas, también, como Jas 26 de un politico autémata. ZEl tren de pasajeros «cay6 en el olvido» por algo que «América» hizo 0 dejé de hacer? ¢Qué tiene esto de «vergonzo- 0»? Muchas instituciones «antafio orgullosas» dieron al traste y, al fin y al cabo, no estamos obligados a restablecerlas todas. ¢Qué significa que América esti «moralmente obligada»” a hacer esto? ¢Se han establecido y quebrantado las premisas? ¢Por parte de quién? Estoy seguro de que se puede hablar mucho de restablecer los trenes de pasajeros, especial- mente en esta era en que los costes ecolégicos y econémicos de las autopistas estén alcanzando niveles enormes. El problema es que este argu- mento no lo dice. Deja que las connotaciones de Jas palabras hagan todo el trabajo y, por esta raz6n, no funciona en absoluto. Al final acaba- mos exactamente en el punto de partida. Cuan- do sea su turno/le toque a usted, remitase a las pruebas. 6. Use términos consistentes Los argumentos dependen de conexiones claras entre las premisas y la conclusién. Por esta raz6n es crucial utilizar un Gnico grupo de ‘términos para cada idea. Si usted estudia otras culturas, entonces comprenderé que hay una diversidad de cos- tumbres humanas. Si entiende la diversidad de las pricticas sociales, entonces cuestionaré sus 27 propias costumbres. Si le surgen dudas acerca de la manera en que tiene que actuar, entonces se volveré mas tolerante. Por lo tanto, si amplia su conocimiento de antropologfa, entonces sera més probable que acepte otras personas y préc- ticas sin criticarlas. st Si usted estudia otras culturas, entonces ‘comprenderé que hay una diversidad de cos- tumbres humanas. Si comprende que hay una diversidad de costumbres humanas, entonces ‘cuestionard sus propias costumbres. Si cuesti tna sus propias costumbres, entonces se volver’ mas tolerante. Por lo tanto, si usted estudia otras culturas, entonees se volver’ mas tolerante. En ambas versiones, cada una de las frases tiene la forma «Si X, entonces ¥>. Pero fijese en las diferencias, La segunda versién («st») es de una claridad meridiana porque la «Y» de cada premisa es exactamente la «X» de la siguiente. La «Y» de la primera es exactamente la «X> de la segunda, Ia «Ys de la segunda es exactamente la «X» dela tercera, y as{ sucesivamente. (Vuelva atrés y relea.) Este es el motivo de por qué el segundo argumento es facil de leer y entender: forma una especie de cadena. No obstante, en la primera versién («No»), la «Y» de la primera premisa s6lo es aproximada- mente la «X» de la segunda, Ia «Y> de la segun- da sdlo aproximadamente la «X» de la tercera, y asi sucesivamente. Aqui, cada «X» e «Yr esté 28 escrita como si el autor hubiera consultado un diccionario en cada oportunidad. «Més toleran- te» en Ia tercera premisa, por ejemplo, esta es- crita en la conclusién como «es mds probable que acepte otras personas y practicas sin criti- carlas». Como resultado de ello, el argumento pierde la obvia conexién entre las partes qué lo componen y que podrian hacerlo esclgrecedor y persuasivo. El escritor presume de si mismo, pero el lector —que no tiene el privilegio de conocer la estructura del argumento desde el inicio— se queda sin saber qué pensar, 7. Use un tnico significado para cada término La tentacin opuesta es usar una sola pala- bra en més de un sentido. Esta es la falacia clé- sica de la «ambigtiedad». Las mujeres y los hombres son fisica yemo- cionalmente diferentes. Los sexos no son «igua- les». Entonces, y por lo tanto, el derecho no debe pretender que lo seamos. Este argumento puede parecer plausible a primera vista, pero opera con dos sentidos dife- rentes de «igual». Es verdad que los sexos no son fisica y emocionalmente «iguales», en el sentido en el que «igual» significa, simplemente, «idén- tico». , Se necesita més de un ejemplo. El derecho de las mujeres a votar fue gana- do sélo después de una lucha. Por lo tanto, todos los derechos de las muje- res son ganados sélo después de una Iucl st: El derecho de las mujeres a votar fue gana- do s6lo después de una lucha. E] derecho de las mujeres a asistir a los colegios secundarios y a la universidad fue ganado s6lo después de una lucha. El derecho de Ia mujer a la igualdad de ‘oportunidades en el trabajo esté siendo ganado ‘6lo con la lucha. Por lo tanto, todos los derechos de las muje- res son ganados sélo después de hichar. En una generalizacién sobre un pequefio conjunto de casos, el mejor argumento examina todos, o casi todos, los ejemplos. Una generali- 35 zacién sobre todos los presidentes estadouni- denses a partir de la Segunda Guerra Mundial debe examina a cada uno de ellos por separado De igual modo, el argumento de que los dere- chos de las mujeres siempre han necesitado luchas debe examinar todos, 0 casi todos, los derechos importantes. Las generalizaciones acerca de grandes con- juntos de casos requieren la seleccién de una ‘muestra. Desde luego, no podemos enumerar @ todas las mujeres que en épocas anteriores con- trafan matrimonio jévenes; en su lugar, nuestro argumento debe ofrecer pocas mujeres como ejemplos de las demas. Cudntos ejemplos son necesarios depende parcialmente de su represen- tatividad, problema que recoge el apartado 9. ‘También depende parcialmente del tamafio del conjunto acerca del cual se hace la generalizacién. Usualmente, los conjuntos grandes requieren més ejemplos. La afirmacion de que su ciudad esté lle- na de personas notables requiere mas pruebas que la afirmacién de que sus amigos son personas notables, Segdin cudntos amigas tenga, dos 0 tres ejemplos pueden ser incluso suficientes para esta- blecer que ellos son personas notables, pero a menos que su ciudad sea muy, muy pequefa, se necesitan muchos més ejemplos para mostrar que su ciudad esta lena de personas notables. 9, ¢Son representativos los ejemplos? Incluso un gran nGmero de ejemplos puede desfigurar el conjunto acerca del cual se hace la 36 generalizacién. Un gran ntimero de casos, exchi- sivamente de mujeres romanas, por ejemplo, puede decir muy poco acerca de las mujeres en general, ya que las mujeres romanas no son necesariamente representativas de las mujeres de otras partes del mundo. El argumento tam- bién necesita tomar en cuenta las mujeres de otras partes del mundo. En mi barrio, todos apoyan a McGraw para presidente. Por lo tanto, es seguro que McGraw ganara, Este argument es débil porque un barrio ais- lado rara vez representa el voto del conjunto de la poblacién. Un barrio acomodado puede apoyar a un candidato que es impopular en todos los demés barrios. Los distritos electorales estudian- tiles en las ciudades universitarias son ganados, generalmente, por los candidates que obtienen resultados pobres en cualquier otro sitio. Ade- més, rara vez tenemos pruebas fiables aun de las, opiniones del barrio. El conjunto de personas que ponen sefiales en sus verjas y adhesivos politicos en sus automéviles (y cuyos jardines son visibles desde carreteras concurridas, 0 conducen regu- larmente por, y/o estacionan sus automéviles en, lugares que llaman la atencién) puede muy bien desfigurar el barrio en su conjunto. Un buen argumento acerca de que «es segu- ro que McGraw ganaré» requiere una muestra representativa del voto del conjunto de la pobla- cin. No es facil elaborar semejante muestra. Las encuestas de opinién piblica, por ejemplo, 37 elaboran sus muestras de una manera muy cui- dadosa. Aprendieron recorriendo un duro cami- no, En 1936, el Literary Digest presents la pri- mera encuesta de opini6n publica a gran escala prediciendo el resultado de la contienda pre: dencial entre Roosevelt y Landon. Los nombres de los encuestados se tomaron, tal como se hace ~ en la actualidad, del listin telefonico y también del registro de la propiedad del parque automo- vilfstico. El némero de los encuestados no fue, por cierto, demasiado pequefio: se contaron mas de dos millones de «votantes». La encuesta pre- dijo una amplia victoria de Landon. Roosevelt, sin embargo, gané facilmente. Retrospectiva- mente, es facil ver lo que estaba equivocado. En 1936, sdlo una poreién selecta de la poblacién era propietaria de teléfonos y automéviles. La muestra estaba fuertemente sesgada por los votantes urbanos y ricos, de los cuales un mayor porcentaje apoyaba a Landon. Desde entonces, las encuestas se han perfec- cionado. Sin embargo, existe preocupaci6n acer- ca de la representatividad de las muestras, espe- cialmente cuando son bastante pequefias. En la actualidad, por cierto, casi todos tienen teléfono, pero muchas personas tienen mas de uno, ¥ muchas otras Io tienen sin que su nimero apa- rezca en el listin, Algunos ntimeros telefénicos 1. Mildred Parten, Survey, Pols, and Samples, Nueva York Harper and Row 1950, especialmente pp, 25, 290, 393. Parten muestra que las personas de rentas mas bajas, que tenian una Imcnor probabilidad de recibir «las papeletas de votos» que las Poronas vieas, tenfan también una menor probabilided de Sovolveras 38 representan a una familia de votantes en su con- junto, y otros a uno solo; algunas personas ¢: responder a la llamada telefonica de los encues- tadores, etc. Aun las muestras cuidadosamente seleccionadas pueden carecer, pues, de représen- tatividad. Muchas de las mejores encuestas, por ejemplo, calcularon mal la elecciGn presidencial de 1980. La representatividad de cualquier encuesta siempre es, por tanto, algo incierto. ;Prevéngase de este peligral Basque mnucstren que represen: ten el conjunto de la poblacién acerca de la cual hace la generalizaci6n, Si quiere saber cudntas horas miran los nifios la TV, no se limite a los de tercer curso de la escuela de su barrio. Si quiere saber lo que piensan de Estados Unidos los demés paises, no pregunte sélo a los turistas. Investigue un poco. Julieta, por ejemplo, es una dnica mujer ¢Es representativa, incluso, de las mujeres de su época y de su tiempo? En la obra de Shakespeare, por ejemplo, la mai Salerno dices nn Por Sfemploy Ia madre de Piensa ya en el matrimonio, otras mas jove nes que ti, aguf en Verona, sefioras de gran estima, ya son madres. En lo que a mi respecta, yo era tu madre ya por los mismos afios en que td ahora sigues virgen (I, 11). Este pasaje sugiere que el casamiento de Julieta a los catorce afios no es excepcional; en efecto, a su edad, Julieta parece ser algo vieja a los ojos de su madre. 39 Cuando elabore su propio argumento, no confie s6lo en el primer ejemplo que le venga «a la cabeza». Los tipos de ejemplos en los que usted, probablemente, piensa de inmediato, es probable que estén sesgados. Una vez més, haga algunas lecturas, piense cuidadosamente en las muestras apropiadas y sea honesto buscando contraejemplos (regla 11), A menudo, necesitamos previamente una in- formacién de trasfondo para que podamos eva- luar un conjunto de ejemplos. ‘Usted debe usar los Servicios Chapuceros. {Tenemos ya docenas de clientes absolutamente satisfechos en su area! Por cierto, los Servicios Chapuceros pueden, tener «docenas» de clientes «absolutamente» sa- tisfechos en su érea —aunque esta clase de afir- macién se hace a menudo sin prueba alguna—, pero usted necesita considerar cudntas perso- nas, en su area, han tratado con dichos Servi- cios. Si un millar de personas han tenido trato con esos Servicios, y dos docenas de ellas estén satisfechas, entonces, aunque sea verdad que hay «docenas» de clientes satisfechos, los Servi- cios Chapuceros satisfacen s6lo al 2,4 % de sus clientes. Mejor inténtelo en algin otro sitio. Veamos otro ejemplo. El Triangulo de las Bermudas, en la zona de las Bermudas, es famoso como lugar donde han desaparecido misteriosamente muchos barcos y aviones. Sélo en las diltimas décadas ha habi- do varias docenas de desapariciones. ‘Sin duda. Pero evarias docenas» de desapa- riciones, centre cudntos barcos y aviones que han pasado por esa zona? ,? como en los casos de «Conozco a una persona que 2, Vease Human Inference: Strategies and Shortcomings of Social Judgment, Englewood Chiff, Ni, Prentice Hall, 1980, 161, Bn realidad, lo denominan como ei argumento «del hot bre ques: yo he universalizado el lenguaje. 41 fumaba tres paquetes de cigarrillos al dia y vivi6 hasta los 100 afios», 0 . Casi siempre constituye una falacia. Como sefialan Nisbett y Ross, un solo automovil que se abandona porauie es un coche gafado, slo cambia la proporcién de la frecuencia de repara- Giones de una manera insignificante. Para juzgar un conjunto de ejemplos, a menudo tenemos que examinar las proporciones subyacentes. Al revés, cuando un argumento ofrece proporciones o porcentajes, la informa- cién de trasfondo relevante debe incluir normal- mente el ntimero de ejemplos. Los robos de auto- méviles en el campus universitario pueden haberse incrementado en un 100 por cien, pero si esto significa que se robaron dos automéviles en vez de uno, no ha cambiado gran cosa. Un tiltimo ejemplo. ‘Tras una época en la que algunas universi- dades, auténticos centros neurélgicos de atletas, fueron acusadas de explotar a los estudiantes atletas, dejandoles marchar sin graduar cuando su elegibilidad haba caducado, actualmente los atletas universitarios se graddan a un ritmo superior. En muchas universidades, su indice de graduacién es superior al 50 por ciento. Cincuenta por ciento, no esté mal. La cifra es impresionante. Pero esta cifra, a primera vista tan persuasiva, realmente no ejerce la funcin que afirma. En primer lugar, aungue «muchas» universi- dades gradvian a mas del 50 por ciento de sus 42 atletas, algunas no lo hacen, por lo que esta cifra puede muy bien excluir @ las universidades explotadoras que realmente causaron preocupa- ci6n en un principio. En segundo lugar, serfa de gran utilidad saber cémo se compara un indice de graduacion «superior al 50 por ciento» con el indice de gra- duacién del roral de estudiantes de las mismas Si es significativamente inferior, n pueden salir malparados. Por tiltimo, y quizés lo mas importante, este argumento no ofrece ninguna razén para creer que los indices de graduacién de los compafie- ros de los atletas estan mejorando realmente, ya que no se ofrece ninguna comparacién con nin- giin indice anterior. Quizas hemos tenido Ja sen- sacién de que los indices de graduacién de los atletas solfan ser inferiores, pero sin conocer los previos es imposible de decir 11, @Hay contraejemplos? Compruebe las generalizaciones preguntan- do si hay contraejemplos. La guerra del Peloponeso fue causada por el deseo de Atenas de dominar Grecia. Las guerras napolednicas fueron causadas por el deseo de Napoleén de dominar Europa. Las dos guerras mundiales fueron causa- das por el deseo de los fascistas de dominar Europa, 43 En general, entonces, las guerras son cau- sadas por el deseo de dominacién territorial, Pero ¢todas las guerras son causadas por el deseo he dominacisn territorial? 20 quizis la generalizacién es demasiado amplia? En efecto, hay contraejemplos. Las revolucio- nes, por ejemplo, tienen causas totalmente dife- rentes. Lo mismo vale para las guerras civiles. Si se le ocurren contraejemplos de una gene- ralizacién que desea defender, revise su genera- lizacin. Si el argumento anterior fuera suyo, por ejemplo, puede cambiar la conclusién por: «Las guerras entre Estados independientes son causadas por el deseo de dominacién territo- ial.» Incluso esta generalizacién puede ser excesiva, pero al menos es mas defendible que la original. Otras veces, usted puede querer cuestionar el supuesto contraejemplo. La Primera Guerra Mundial, alguien puede objetar, no parece haber sido causada por el deseo de dominacién territo- rial, sino por una red de pactos de defensa mutua y otras intrigas politicas, por Ia inquietud de las clases altas europeas, por los disturbios nacionalistas en el Este de Europa, etc, Frente a este ejemplo, por supuesto, usted puede debilitar su pretensi6n todavia mds, 0 retirarla por com- pleto. Sin embargo, otra posible respuesta es argitir que el supuesto contraejemplo es, en rea- lidad, conforme a la generalizacién. Después de todo (puede argitir): los deseos de las potencias europeas de dominar Europa motivaron los pac- tos de defensa mutua y otras intrigas politicas 44 que, finalmente, abrieron el camino a la guerra, 2¥ los disturbios nacionalistas no podrian haber Sido causados también por la injusta domina- cién que allf ocurria? Aqui, en efecto, usted trata de reinterpretar el contraejemplo como otro ejem- plo més. La critica inicial a su conclusion se transforma en otro elemento de prueba en su favor. Usted puede, o no, cambiar la redaccién de su conclusién; en cualquier caso, ahora com- prende mejor por s{ mismo su propia afirmacin y est preparado para responder a las objeciones importantes. Trate también de pensar en contraejemplos cuando evalie los argumentos de cualquier otra persona, Pregunte si las conclusiones de esa per- sona tienen que ser revisadas y limitadas, o si tic- nen que ser retiradas por completo, 0 si el supuesto contraejemplo puede ser reinterpreta- do como un ejemplo més. Tiene que aplicar la misma regla tanto a los argumentos de cualquier otra persona como a los propios. La tinica dife- rencia es que usted tiene la posibilidad de corre- gir por sf mismo su generalizacién excesiva. CaptruLo HI ARGUMENTOS POR ANALOGIA Hay una excepcion a la regla 8 («Use mas de un ejemplo). Los argumentos por analogia, en vez. de multiplicar los ejemplos para apoyar una generalizaci6n, discurren de un caso ejemplo especifico a otro ejemplo, argumentando que, debido a que los dos ejemplos son semejantes en muchos aspectos, son también semejantes en otro aspecto mas especifico. Por ejemplo, a continuacién veremos cémo un administrador médico defiende que todo el mundo deberia hacerse un chequeo médico de forma regular: La gente lleva su coche a arreglar y a revisar cada pocos meses sin rechistar. gY por qué no prodigan los mismos cuidados a su_prop' cuerpo?! Este argumento sugiere que realizarse un chequeo médico de forma regular es como llevar 1. Dr John Beary It, citado en «News You Can Uses, U.S. [Nows and World Report, 11'de agosto de 1986, p61 47 el coche a la revisién, Los coches necesitan ese tipo de atenciones; de otro modo, se pueden producir problemas de mayor envergadura. El Dr. Beary afirma que nuestros cuerpos funcio- nan igual La gente sabe que tiene que evar su coche ale revision de forma regular (de otro modo, Sepucden producir problemas de mayor enver- eadura). Los cuerpos de las personas son similares a los coches (porque también los cuerpos huma- nos pueden desarrollar problemas, si no se revi- san de forma regular). Por lo tanto, la gente también deberfa acudir aun chequeo y una revisién de forma regular Adviértase la palabra en cursiva «similares» en la segunda premisa. Cuando un argumento acentie las semejanzas entre dos casos, es muy probable que sea un argumento por analogia. El siguiente es un ejemplo mas complejo: ‘Ayer, en Roma, Adam Nordwell, un jefe indio de los chippewa estadounidenses, ejecuté tn acto notable al descender de su avin proveniente de California completamente vestido con los trajes € insignias de la tribu; Nordwell anuncié en el nombre del pueblo indio estadounidense que estaba tomando posesién de Italia «en virtud del derecho de descubrimiento», de la misma mane- mnt que Io hizo Cristébal Colén en América. «Yo proclamo este dia el dia del descubrimiento de Italia», dijo Nordwell. «gQué derecho tenfa Colén 48 fa descubrir América cuando ya estaba siendo habitada desde hacia miles de aftos? El mismo, derecho que ahora tengo para llegar a Italia y proclamar el descubrimiento de su pais.»? Nordwell est4 sugiriendo que su «descubri- miento» de Italia es similar al descubrimiento de América por parte de Colén, en al menos un aspecto importante: ambos, Nordwell y Colén, reclamaban un territorio que ya estaba siendo habitado por su propio pueblo desde hacia siglos. Entonces, Nordwell insiste en que tiene tanto «derecho» reclamar Italia como lo tenia Colén para pretender América. Pero, por supuesto, Nordwell no tiene derecho a reclamar. Italia. Por Jo tanto, Colén no tenfa derecho a reclamar América, Nordwell no tiene el derecho a reclamar Ita- lia para otro pueblo, y menos ain ven virtud del derecho de descubrimiento» (ya que Italia esta- ba siendo habitada por su propio pueblo desde hacia siglos). La pretensién de Colén sobre América «en virtud del derecho de descubrimiento» es simi. lar a la pretension de Nordwell sobre Italia (América también estaba siendo habitada por su propio pueblo desde hacia siglos). Porlo tanto, Colén no tenfa derecho a recla- mar América para otro pueblo, menos atin «en virtud del derecho de descubrimiento». 1. Mianai News, 23 de septiembre de 1973 49 {Como evaluames los argumentos por ana- logia? eta primera premisa de un argumento por analogfa formula una afirmacién acerca, del ejemplo usado como una analogia. Recuerde la regia 3: compruebe que su premisa sea verdade- ra, Es verdad que los coches necesitan arreglos y chequeos regularmente para evitar que desarro- Ilen problemas de mayor envergadura, por ejem- plo, y es verdad que Adam Norwell no tiene dere- cho a pretender Italia para los indios chippewa. ‘La segunda premisa en los argumentos por analogia afirma que el ejemplo de Ia primera pre- imisa es similar al ejemplo acerca del cual el argu- mento extrae una conclusién, Evaluar esta pre misa es més dificil, y necesita una regla propia 12. La analogia requiere un ejemplo similar de una manera relevante Las analogias no requieren que el ejemplo usado como analogia sea absoliutamente igual al ejemplo de la conclusién. Al fin y al cabo, nues- tros cuerpos no son exactamente como los coches. Estamos hechos de carne y hueso y no de metal, duramos mas, y asf sucesivamente. Las analogias slo requieren similitudes relevan- tes. El material del que estén hechos los coches ¢s irrelevante para la afirmacién del Dr. Beary; su argumento se refiere al mantenimiento de sistemas complejos. Una diferencia relevante entre nuestros ~ cuerpos y nuestros coches es que los primeros 50 no necesitan «arreglos» regulares de la misma forma que los segundos. Los coches necesitan que se sustituyan 0 rellenen determinadas pie- zas y fluidos: cambios de aceite, nuevas bombas © transmisiones, y cosas asf. Nuestros cuerpos no. Sustituir piezas o fluidos es mucho menos frecuente y se refiere mas a la cirugla o a una transfusion de sangre, no a «arreglos» regulares. Aun asf, es probable que necesitemos chequeos de forma regular —de otro modo, no se detecta- ran los posibles problemas—. La analogia del doctor, entonces, resulta slo parcialmente afor- tunada. La parte del «arreglo» constituye una analogia muy pobre, aunque la parte del che- queo es persuasiva, De igual modo, el siglo xx en Italia no es absolutamente igual al siglo xv en América. Cualquier alumno del siglo xx sabe de la exis. tencia de Italia, por ejemplo, mientras que en el siglo xv América era desconocida para la mayo- ria de las personas del mundo. Nordwell no es un explorador, y un avién comercial no es la Santa Maria. Nordwell sugiere, sin embargo, que estas diferencias no son relevantes para la analogia. Nordwell intenta recordarnos, simplemente, que no tiene sentido reclamar un pais que esté ya habitado por su propio pueblo. No es impor- tante si el territorio resulta conocido por los estudiantes del mundo, o cémo Ilegé allf el «des- cubridor». Una reaccién mas apropiada podria ser la de intentar establecer relaciones diplomé- ticas, como tratariamos de hacerlo hoy si de algin modo el territorio y el pueblo de Italia 51 hubieran sido recién descubiertos. Esta es la cuestién que plantea Nordwell, y tomada de esa manera, su analogia constituye un buen argu- mento. Un famoso argumento usa una analogia para watar de establecer la existencia de un Creador del mundo. Este argumento pretende que podemos infe- rir del orden y de la belleza del mundo la exis- tencia de un Creador, tal como podemos inferir Ia existencia de un arquitecto o de un carpinte- ro cuando vernos una casa hermosa y bien cons~ truida, Este argumento formulado separada- mente en forma de premisa y conclusin reza: Las casas hermosas y bien construidas deben tener ecreadores»: disefiadores y cons- tructores inteligentes. El mundo es similar a una casa hermosa y bien construida. Por lo tanto, el mundo también debe tener un acreador*, un Disefiador y Constructor inte- ligente, Dios. Una vez ms, aqui no se necesitan més ejem- plos; es la similitud del mundo a un tinico ejem- plo, la casa, lo que el argumento quiere subra- ‘Que el mundo, realmente, sea similar de una manera relevante a una casa no est4, en mi opt. nién, tan claro, Sabemos bastante acerca de las causas de las casas. Pero las casas son partes de Ja naturaleza. Y, efectivamente, sabemos muy 52 poco acerca de la estructura de la naturaleza en su conjunto, o acerca del tipo de causas que podria tener. David Hume analiza este argumen- to en su Dialogues Concerning Natural Religion, y pregunta: as una parte de la naturaleza sna regla para el todo? [...] Piense [cudn] amplio es el aso que usc i dade cuando compar Is Eases [.] al universe, y de su similitad en algtn specto infirié ina similitud en sus causes, @No sera que Ta gran desproporcion probe todas las comparaciones e nferencias?™ El mundo es diferente de una casa en al menos lo siguiente: una casa es parte de un con- junto mayor, el mundo; mientras que el mundo mismo (cl universo) es el mayor de los conjun- tos. Entonces, Hume sugiere que el universo no ¢s similar a una casa de una manera relevante, Las casas, ciertamente, implican «creadores» mis alld de ellas mismas; pero, segtin lo que sabemes, cl universo como un conjunto puede contener sus causas dentro de si mismo, Esta analogia, entonces, constituye un argumento débil. Si hay que deducir la existencia de Dios a partir de la naturaleza del mundo, probable- mente, ser necesario alin otro tipo de argu- 3. David Hume, Dialogues concerning Natural Religion (publicado originalmente en 1779: reimpresion, Indianapolis Hackett Publishing Company, 1980, capitulo I ” 83 CaptruLo TV ARGUMENTOS DE AUTORIDAD Nadie puede erigirse en un experto, median- te la experiencia directa, en todas las cosas que es posible conocer. No podemos catar todos los vinos del mundo para decidir cual es el mejor. ‘Tampoco podemos saber cémo se desarroll6 en realidad el juicio de Sécrates. Ni podemos cono- cer de primera mano lo que esta ocurriendo en el poder legislativo del Estado, en Sri-Lanka en el espacio exterior. En su lugar, tenemos que confiar en otros —personas, organizaciones u ‘obras de referencia més documentadas— para que nos expliquen gran parte de lo que necesita- mos saber sobre el mundo. Necesitamos lo que se denominan argumentos de autoridad. X (alguna fuente que debe saberlo) dice que ¥. Por lo tanto, ¥ es verdad. Por ejemplo: Mi amigo Marcos dice que los vinos griegos son los mejores del mundo. 55 Por lo tanto, los vinos griegos son los mejo- res del mundo. Sin embargo, confiar en otros resulta, en ocasiones, un asunto arriesgado. Todo el mundo tiene sus prejuicios. Las supuestas autoridades pueden conducirnos a error o quizés estén equi- vocadas ellas mismas, o pasan por alto pate del panorania global. Una vez més, debemos tener en cuenta un listado de criterios que cualquier buen argumento de autoridad debe satisfacer 13. Las fuentes deben ser citadas Las aserciones empiricas que no se defiendan de otro modo pueden ser sustentadas haciendo referencia a fuentes apropiadas. Algunas asercio- nes empiricas, por supuesto, son tan obvias qué no necesitan sustento alguno. Normalmente no es necesario probar que la poblaci6n de Estados Unidos es mayor a 200 millones de habitantes, 0 que Julieta amaba a Romeo. Sin embargo, una cifra precisa de la poblacién de los Estados Uni- dos, o, por ejemplo, la proporcién actual de cre- cimiento de su poblacién requiere una cita. Del mismo modo, la afirmacién de que Julieta tenia slo catorce afios, debe citar unas pocas lineas de Shakespeare en su apoyo. En una ocasi6n lei que hay culturas en las que el maquillaje y Ia ropa son basicamente de Ia incumbencia de los hombres. 56 Si esta argumentando acerca de si los hom- bres y mujeres siguen en todas partes el mismo tipo de roles de género que en los Estados Uni- dos, éste es un ejemplo relevante: un caso sor- prendente de diferentes roles de género. Pero con, toda probabilidad no es el tipo de diferencia que usted habré experimentado por sf mismo. Para reforzar el argumento, tiene que retroceder y ave- riguar su fuente, volver a comprobarla y citarla. Carol Beckwith informa en «Niger's Wodaa- be» (National Geographic 164, n.° 4, octubre de 1983; 483-509) de que entre los pueblos africa- nos occidentales fulani, tales como los wodaa- be, el maquillaje y la ropa son basicamente de Ja incumbencia del hombre. Los estilos de citacién varian —quizés nece- site un manual de estilo para encontrar en esti- Jo adecuado para sus propésitos—, pero todos incluyen la misma informacion basica: la sufi- ciente para que otros puedan encontrar la fuen- te por sf mismos con facilidad. 14. 2Estan bien informadas las fuentes? Las fuentes tienen que ser cualificadas para hacer las afirmaciones que realizan, El Census Bureau esta legitimado para hacer declaracio- nes acerca de la poblacin en los Estados Uni- dos; los mecanicos de automéviles estan cualifi- cados para discutir los méritos de los distintos automéviles; los médicos estén cualificados en 87 materias de medicina; los ecologistas y los cien- | tificos, de las ciencias de la Tierra sobre los efec- tos medioambientales de Ia poluci6n, etc. Estas fuentes estan cualificadas porque tienen la for- maci6n y la informacién apropiadas. ‘Un argumento debe explicar brevemente el fundamento o la informacién de una autoridad x cuando no resultan claros de inmediato. El Br aree en nat eenierercent eae argumento citado en la regla 13, por ejemplo, Bernard, ha dicho hoy a padres y perfodistas debe ser ampliado: due las clases en dicho Instituto promueven la imaginacién y el libre intereambio de ideas. Por Jo tanto, las clases en Topheavy promueven ya Ta imaginacién y el libre intercambio de ideas. Una fuente bien informada no tiene que corresponderse necesariamente con nuestro modelo general de lo que es «una autoridads; e incluso, una persona que se adapta a ese mode- Io puede no ser una fuente bien informada. Carol Beckwith informa en «Niger's Wodaa- be» (National Geographic 164, n.° 4, octubre de 1983; 483-509) de que entre los pueblos africa nos occidentales fulani, tales como los wodaa- be, el maguillaje y la ropa son basicamente de la incumbencia del hombre. Beckwith y ofro El director de un instituto puede saber muy poco sobre lo que sucede en sus clases. antropélogo convivieron durante dos afios con los wodaabe y tuvieron ocasién de observar numerosas danzas para las que los hombres se preparaban con largas plumas, pinturas en el rostro y blanqueo de dientes. (El articulo inclu- ye numerosas fotografias.) Las mujeres wodaa- bbe observan, comentan y escogen a sus compa- fieros por su belleza, que constituye el modo mnds I6gico para los hombres. «Nuestra belleza hhace que las mujeres nos quieran», afirma uno. Una persona que haya vivido entre los wodaa- be durante dos afios esta sin duda preparada para informar sobre sus pricticas cotidianas. Nétese st Un informe tabulado de todas las evalua- ciones de los cursos de los estudiantes del Ins- tituto Topheavy en los tiltimos tres afios, real zado por una comisin autorizada, muestra ‘que s6lo el 5 % de todos los estudiantes respon- dié «Sis cuando fue preguntado sobre si las cla- ses en el Topheavy promovian Ia imaginacién y el libre intercambio de ideas.. Por lo tanto, Jas clases en el Topheavy rara vez promueven la imaginacién y el libre intercambio de ideas. En este caso, los estudiantes son las fuentes mejor informadas. que ella también cita palabras de ellos mismos, ‘Ademés, las autoridades sobre un determi- pues naturalmente, las méximas autoridades en | nado tema no estan bien informadas, necesaria- materia de pricticas de los wodaabe son, en titi | mente, acerca de cualquier tema sobre el que mo término, los propios wodaabe. opinen. 58 59 Einstein fue un pacifista; por lo tanto, el pacifismo debe tener razén. El genio de Einstein en Ia fisica no le con- vierte en un genio en filosoffa politica, ‘A veces, por supuesto, tenemos que confiar en autoridades cuyos conocimientos son mejores que los nuestros, pero aun asi, siempre son imperfectos. Por ejemplo, los gobiernos u otras entidades tratan de limitar la informacién que lemos obtener acerca de lo que est ocurrien- oven ua zona de guerra o un fuicio politica, La mejor informacién que podemos conseguir pue- de ser fragmentaria —a través de organizaciones pro derechos humanos como Amnistia Interna- cional, por ejemplo. Si usted tiene que confiar en una atitoridad que posea informaciones incom- pletas, reconozca el problema. Deje que sus lide- res u oyentes decidan si una autoridad imperfec- ta es mejor que ninguna en absoluto. Por tiltimo, desconffe de las supuestas auto ridades que pretenden saber lo que de ninguna manera puederi saber. Si un libro pretende haber sido «escrito como siel autor hubiera sido una mosca sobre la pared de la habitacién mas celosamente guardada del Pentégono»,’ razona- blemente puede suponer que se trata de un libro Meno de conjeturas, habladurias, rumores y otzas informaciones no fidedignas (a no ser que, por supuesto, el autor realmente haya sido una mosca sobre la pared de la habitacién més celo- samente guardada del Pentéigono). De un modo 1. Publicidad en The New York Times Book Review, 9 de diciembre de 1984, p. 3 60 similar, los moralistas religiosos han declarado, en ocasiones, que ciertas practicas estén equivo- cadas porque son contrarias a la voluntad de Dios. A ello, habria que contestar que se deberfa hablar en nombre de Dios con un poco més de cautela. La voluntad de Dios no es facil de des- cubrir, y dado que Dios habla con una voz tan baja es facil confundir «esa vocecilla» con nues- tros prejuicios personales. 15. ¢Son imparciales las fuentes? Las personas que tienen mucho que perder en una discusién no son generalmente las mejo- res fuentes de informacién acerca de las cues- tiones en disputa. Incluso, a veces, pueden no decir la verdad. La persona acusada en un pro- ceso penal se presume inocente hasta que se pruebe su culpabilidad, pero rara vez cteemos completamente su alegato de inocencia sin tener confirmacién de testigos imparciales, Pero incluso la voluntad de decir Ia verdad, tal como tuno la ve, no siempre es suficiente. La verdad como uno honestamente la ve puede ser todavia sesgada, Tendemos a ver aquello que ésperamos ver: observamos, recordamos y surninistramos Ja informacion que apoya nuestras opiniones, pero no nos sentimos igualmente motivados cuando los hechos apuntan en la direccién con- traria, Por lo tanto, no confie en el presidente si la cuestion es Ia eficacia de las medidas politicas del Gobierno. No confie en que el Gobierno sea, 61 la mejor informacién sobre la situacién de los, derechos humanos respecto de aquellos pafses que ese mismo Gobierno apoya 0 combate. No confie en los grupos de interés, cualquiera que sea su opinién, sobre una cuestién pablica de la mayor importancia, para tener una informacién més precisa sobre las cuestiones en juego, No confie en el fabricante de un producto para tener la mejor informaci6n acerca de ese pro- ducto. No: Los anuncios de las pilas Energizer afirman que las Energizer son significativamente supe- riores a otras pilas, Por lo tanto, las Energizer son significativamente superiores a otras pilas. Las fuentes deben ser imparciales. La mejor informacién sobre los productos de consumo proviene de las revistas independientes de con- sumidores y de los departamentos estatales de verificacién, ya que estos departamentos no estén relacionados con ningan fabricante y deben responder a los consumidores que quie- ren la informacién mis precisa posible. st Consumer Reports probé una amplia varie- dad de pilas y no encontré diferencias signifi- cativas entre ellas para casi todos los usos (véa- se «Who Sells the Best Cells?» Consumer Reports, diciembre de 1999, pp. 51-3). Por tan- to, las Energizer no son’ significativamente superiores a otras pilas. 62 Los mecanismos y las empresas de servicios piiblicos independientes son fuentes de infor- maci6n relativamente imparciales. Ammistia Internacional es una fuente imparcial sobre la ruacién de los derechos humanos en otros paf- ses porque no trata de apoyar o combatir a nin- gin gobierno especifico. En cuestiones polit cas, en la medida en que los desacuerdos basi- camente versan sobre estadisticas, consulte los departamentos independientes como el Census Bureau, o los estudios universitarios, u otras fuentes independientes. Asegtirese que la fitente es genuinamente independiente y no un grupo de interés disfra- zado bajo un nombre que suena a independien- te. Verifique sus fuentes de datos, sus otras publicaciones, el tono del informe 0 del libro que es citado. Al menos, trate de confirmar por s{ mismo cualquier afirmacin empfrica citada de una fuente potencialmente sesgada. Los bue- nos argumentos citan sus fuentes (regla 13), por tanto, brisquelas. Asegtirese que la prueba se cita correctamente y que no esta sacada fuera del contexto, y verifique la informacién adicio- nal que pueda ser relevante. Usted estar, enton- ces, también autorizado a citar esas fuentes. 16. Compruebe las fuentes Cuando no existe acuerdo entre los expertos, usted no puede confiar tinicamente en uno de ellos. Antes de citar a alguna persona u organi- zacién como a una autoridad, deberia compro- 63 bar que otras personas u organizaciones igual- mente cualificadas e imparciales estén de acuer- do. Uno de los fundamentos de los informes de Amnistia Internacional, por ejemplo, es que usualmente resultan corroborados por los infor- mes de otras organizaciones independientes de derechos humanos. (Desde luego, a menudo sus informes entran en conflicto con los informes gubernamentales, pero los gobiernos rara vez son tan imparciales.) Las autoridades se ponen de acuerdo princ palmente en cuestiones empfricas especificas. Si los hombres wodaabe dedican una gran parte de su tiempo a la ropa y el maquillaje es una cues- tién empirica espeetfica, por ejemplo, y en prin- cipio es facil de verificar. Pero cuando las cues- tiones son més amplias y més intangibles, resul- ta més dificil encontrar autoridades que estén de acuerdo. En muchas cuestiones filos6ficas es dificil citar a alguien como un experto incue: tionable. Aristételes no est de acuerdo con Pla- t6n, ni Hegel con Kant. Usted puede usar sus argumentos, pero no convencera a ningiin fil6- sofo citando solamente las conclusiones de otro filésofo. 17. Los ataques personales no descalifican las fuentes Las supuestas autoridades pueden ser desca- lificadas si no estén bien informadas, no son imparciales, 0 en su mayor parte no estén de acuerdo. 64 Con frecuencia, éstas se denominan falacias ad hominem: un ataque a la persona de la autori- dad en lugar de ser un ataque a sus cualificacio- nes, Si alguien descalifica a una supuesta autori- dad simplemente por no agradarle la persona — no le gustan los fundamentalistas, los japoneses, las lesbianas, los ricos o lo que sea— probable. mente esté cometiendo un error. Normalmente, Ia nacionalidad, la religion, Ja orientacion sexual, etc., de una persona, son irrelevantes para su autoridad en cuestiones empfricas espe- cfficas en su experiencia. No! No es ninguna sorpresa que Carl Sagan afir- ‘ma que quizés haya vida en Marte: al fin y al cabo, es un conocido ateo. Yo no lo creo ast. Sagan era astrénomo y disefiador de sondas interplanetarias y realiz6 una exhaustiva inves! gacién sobre la cuestién de Ia vida en Marte. Pese a haber participado también en el debate ptilico sobre ciencia y religién, no hay razon Para creer que sus opiniones sobre la religién tifieran su juicio cientifico sobre Ia vida marcia- na. Si no le gusta esta conclusién, critiquela abiertamente. 65 CAPITULO V ARGUMENTOS ACERCA DE LAS CAUSAS €El frio provoca resfriados? La vitamina C los previene? ¢La vida sexual regular acorta la vida (como se pensaba antes) o Ja-alarga (como algunos piensan ahora) o no influye en la espe- ranza de vida? 2Y practicar deporte de forma regular? ¢Por qué algunas personas son de men- talidad abierta, 0 genios, o insomnes, 0 republi- canos? ‘Todas estas son preguntas acerca de causas y sus efectos: sobre qué causa qué. Son preguntas vitales. Los efectos positivos que deseamos poten- ciar; los efectos negativos que deseamos prevenir. A veces necesitamos averiguar qué o quién es Ia causa de algo con el fin de felicitarle o culparle, Y a veces lo hacemos tan sdlo para comprender mejor el mundo. La prueba de una afirmacién sobre las cau- sas es habitualmente una correlacin entre dos acontecimientos 0 tipos de acontecimientos. Supéngase, por ejemplo, que usted se pregunta por qué algunos de sus amigos tienen una men- talidad més abierta que otros. Habla con sus 67 amigos y descubre que la mayorfa que tienen una mentalidad abierta también son personas cultas —estén al tanto de las noticias, leen lite- ratura, ete.—, mientras que la mayorfa de aque- los que no tienen una mentalidad abierta no lo son. En otras palabras, descubre que hay una correlacién entre ser culto y tener una mentali- dad abierta. Entonces, debido a que ser culto parece estar correlacionado con tener una men- talidad abierta probablemente concluira que ser culto conduce a tener una mentalidad abierta. Tanto en las Ciencias Sociales como en lds Ciencias Médicas los argumentos que van de la correlacién entre estados de cosas a las causas son ampliamente utilizados. Para informarse sobre si el tomar un desayuno completo mejora Ia salud, los médicos realizan un estudio para informarse de si las personas que usualmente toman un desayuno completo viven mas tiempo que aquellas que usualmente no lo hacen. Para informarse acerca de si la lectura tiende a hacer que una persona sea de una mentalidad més abierta, un psicdlogo puede idear una prueba para saber qué personas son de mentalidad abierta y hacer una encuesta sobre los habitos de lectura; luego hace la prueba a una muestra representativa de la poblacién y entonces com- prueba si una proporcién més alta de lectores habituales son también personas que tienen una mentalidad abierta. Las pruebas formales similares a la anterior normalmente se introducen en nuestros argu- mentos como argumentos de autoridad. Confia- mos en la autoridad de las personas que realizan 68 dichas pruebas, investigamos sobre sus méritos y preguntamos a sus colegas profesionales para asegurarnos de que son imparciales y estén bien informadas. Tenemos la obligacién, sin embar- g0, de leer y de dar cuenta de sus estudios de una manera cuidadosa, y de tratar de juzgarlos tan bien como nos sea posible. Nuestros proplos argumentos acerca de las causas contienen, normalmente, ejemplos selec- cionados de una manera menos cuidadosa. Muchas veces, argumeritamos a partir de algu- nos casos sorprendentes de nuestra propia expe- riencia, o de nuestro conocimiento, de nuestros amigos, o de la historia. A menudo, estos argu- mentos son especulativos, pero lo mismo vale para sus «parientes» més formales formulados Por médicos y psicdlogos. Muchas veces resulta muy dificil saber qué causa qué. Este capitulo ofrece diversas preguntas para ser respondidas por cualquier argumento acerca de las causas, y ofrece un conjunto de recordatorios sobre los peligros de pasar de la correlacién entre estados de cosas a las causas, 18. 2Explica el argumento cémo la causa conduce al efecto? Cuando pensamos que A causa B, usualmente Pensamos no sélo que A y B estén correlaciona- dos, sino también que «tiene sentido» que A cau- se B. Los buenos argumentos, entonces, no apelan tinicamente a la correlacién de A y B, también explican por qué «tiene sentido» para A causar B. 69 fa de mis'amigos que tienen una ta son cultos. La mayoria de mis amigos que tienen una mentalidad menos abierta no lo son. Leer, entonces, conduce a tener una mentalidad abierta. st La mayorfa de mis amigos que tienen una mentalidad abierta son cultos. La mayoria de mis amigos que tienen una mentalidad menos tbjerta no lo son. Parece probable que cuanto més lea usted, més se encontraré con nuevas ideas estimulantes, ideas que le harén tener menos confianza en las suyas. Leer también le saca de su mundo diario y le muestra cuén dife- rentes y variados estilos de vida puede haber. Leer, entonces, conduce a tener una mentalidad. abierta. . Este argumento podria ser més especifico, pero suple algunas conexiones importantes entre causa y efecto. Tos argumentos estadisticas y més formales sobre las causas —por ejemplo, en medicina— también deben tratar de suplir las conexiones entre las catisas y los efectos que postulan. Los médicos no se detienen ante la prueba que demuestra solamente que tomar un desayuno completo esta correlacionado con un mejora- miento de la salud; también quieren saber por qué tomar un desayuno completo mejora 1a salud. 70 Los doctores N. B. Belloc y L. Breslow, del Laboratorio de Poblacién Humana del Departa- mento de Salud PGblica de California y del Departamento de Medicina Preventiva y Social de la UCLA, respectivamente, hicieron un segui- miento de 7.000 adultos durante cinco afios y medio, relacionando sus expectativas de vida y de salud a ciertos habitos bisicos de salud. Encontraron que tomar un desayuno completo esta correlacionado con una mayor expectativa de vida (véase Belloc y Breslow, «The Relation of Physical Health Status and Health Practices», Preventive Medicine, volumen 1, agosto de 1972, ‘pp. 409-421). Parece probable que las personas que toman un desayuno completo consiguen més sustancias nutritivas de las necesarias que Jas personas que omiten desayunar 0 pasan la mafiana con un tentempié y un café. También es probable que si el cuerpo comien- za el dia con una buena comida, después metabo- liza los alimentos de un modo mis eficiente. Entonces, parece probable que tomar un desayu- no completo conduce a tener una salud mejor Advierta que este argumento no sélo expli cémo una causa puede conducir a un efecto, sino que también cita su fuente y explica por qué esta fuente esté bien informada. 19. gPropone la conclusién la causa més probable? La mayorfa de los sucesos tienen muchas causas posibles. Encontrar nuevamente alguna 1 causa posible no es suficiente; usted debe dar un paso mas y mostrar que ésa es la causa més pro- bable. Siempre es posible que el Tridngulo de las Bermudas esté realmente habitado por seres sobrenaturales que protegen sus dominios de la intromisién humana. Es posible. Pero la expli- cacién sobrenatural es altamente improbable comparada con las otras explicaciones posibles de la desaparici6n de barcos y aviones: tormen- tas tropicales, vientos y olas impredecibles, etc. (Si verdaderamente hay algo inusual acerca del ‘Tridngulo de las Bermudas, recuerde la regla 10.) Sélo si las explicaciones comunes fracasan, en dar cuenta de los hechos deberiamos comen- zara considerar las hipétesis alternativas. Ademés, siempre es posible que las personas Meguen a tener una mentalidad abierta, 0 al menos tolerante, debido simplemente a que estén cansadas de argumentar. Quizas, como sefiala Matthew Arnold, solamente quieren dejar que la larga contienda cese». Es posible. Pero también sabemos que no hay muchas per- sonas que sean asi. La mayorfa de las personas que tienen opiniones dogmaticas dan la cara por ellas; les disgusta demasiado ver equivocarse a otras personas. Por lo tanto, parece més proba- le que las personas que legan a ser tolerantes verdaderamente han llegado a ser de mentalidad abierta, y leer parece ser una causa probable, Cémo sabemos cusles son las explicaciones més probables? Una regla de oro es: prefiera las explicaciones que son compatibles con nuestras creencias mejor fundadas. Las Ciencias Natura- les estén bien fundadas, como también nuestra 2 comprensién usual de cémo son Jas personas. Naturalmente, la explicacién que parece mas probable, basada en creencias habituales esta. Dlecidas, puede resultar ser errénea. Pero tene- mos que empezar por alguna parte. Las creen- cias establecidas constituyen el punto de partida menos digno de confianza que tenemos. A veces, es necesaria una prueba adicional antes de que cualquier explicacién pueda ser acep- tada con mucha confianza. Se necesitan mas pruebas cuando varias explicaciones «naturales» que compiten entre sf son conformes a las prue- bas disponibles. Las reglas 20-23 explican algunos de los tipos mas comunes de explicaciones rivales. 20. Hechos correlacionados no estan necesariamente relacionados Algunas correlaciones no son més que meras Diez minutos después de beber el «Bitter contra el insomnio de Ia doctora Hartshorne», me quedé profundamente dormido, Por lo tan to, el «Bitter contra el insomnio de la doctora Hartshorne» me hizo dormir, EL hecho que aqui se explica es mi suefo. Debido a que mi suefio se correlacioné con el hecho de beber el «Bitter contra el insomnio de la doctora Hartshorne», el argumento concluye que tomar el «Bitter» fue la causa de mi steno, Sin embargo, aunque el «Bitter contra el insom- nio de la doctora Hartshorne» posiblemente me 73 hizo dormir, también pude haberme quedado dormido por mi mismo. Quizds el «Bitter» nada tuvo que ver. Quizas estaba muy cansado y bebi 1 «Bitter» poco antes de quedarme dormido de todas formas. La doctora Hartshome podria estar citada hoy en los tribunales. Necesitarfamos realizar un experimento controlado con un grupo de personas que bebieran el «Bitter» y otro grupo que no lo hiciera. Si la mayoria de las personas que lo bebieran se quedaran dormidas més répi- do que aquellas que no lo hicieran, entonces el «Bitters podria tener, después de todo, algtin valor medicinal. Pero la mera correlacién, por si misma, no establece una relacién de causa y efecto. La medida (es decir: el alargar y el acor- tar) de la falda de las mujeres ha estado correla- cionada durante afios con la subida y la bajada del indice Dow Jones, ¢pero quién piensa que uno causa Jo otro? El mundo esta simplemente leno de coincidencias. 21, Hechos correlacionades pueden tener una causa comin Algunas correlaciones no son relaciones entre causa y efecto, sino que representan dos efectos de alguna otra causa. Es absolutamente posible, por ejemplo, que tanto ser culto como tener una mentalidad ‘abierta sean factores causados por algin otro tercer factor: el ira la universidad, por ejemplo. Ser culto, entonces, tal vez no conduce, por sf mismo, a tener una mentalidad abierta. En ‘cambio, ira la universidad sf conduce a tener una 74 mentalidad abierta (quizas porque expone a una persona a puntos de vista muy diferentes), y al mismo tiempo, ayuda a una persona a ser culta. Probablemente, usted tendré que investigar a sus amigos nuevamente: jinférmese sobre quiénes fueron a la universidad! La televisi6n esta arruinando nuestra moral. Los programas de la television muestran violen- cia, crueldad y perversién; y el resultado: basta mirar a nuestro alrededor. Aqui se sugiere que la «inmoralidad» en la television causa «inmoralidad» en la vida real. Sin embargo, al menos es probable que ambas inmoralidades, Ia televisiva y Ja de la vida real, sean verdaderamente causadas por causas comunes mds biisicas, tales como la ruptura del sistema de valores tradicional, la ausencia de pasatiempos constructivos, etc. O, una vez més: En los dltimos veinte ais, los nifios han 10 més y més televisi6n. En el mismo perio- do, los resultados de las prucbas de admisién a Ja universidad han descendido constantemente. Ver televisin arruina nuestra mente, Se sugiere que ver television es causa de puntuaciones més bajas en las pruebas. Seria itil, para comenzar, que este argumento expli- cara exactamente cémo la causa alegada, ver television, conduce a estos efectos (regla 18). En cualquier caso, otras explicaciones parecen ser al menos tan buenas como ésa. Quizds algo completamente diferente explique la caida de 75 Jas puntuaciones en las pruebas —una caida de la calidad de las escuelas, por ejemplo—, lo que sugeriria que las dos tendencias correlacionadas no estan vinculadas. Pero, nuevamente, es posi- ble que ambas cosas, ver televisién y la cafda de las puntuaciones en las pruebas, puedan ser causadas realmente por alguna causa comtin. Quizas la carencia de pasatiempos mas estimu- lantes, por ejemplo, sea una vez més la culpable. 22. Cualquiera de dos hechos correlacionados puede causar el otro La correlacién no establece, entonces, la direcei6n de la causalidad. Si A se correlaciona con B, puede ser que A cause B, pero también puede ser que B cause A. La misma correlacién gue sugiere que la televisién esta arruinando nuestra moral, por ejemplo, podria sugerir tam- bién que nuestra moral esté arruinando la tele- visin. Asi, en general, se necesita todavia inves- tigar otro tipo de explicacién alternativa. Este problema afecta hasta a los estudios més avanzados de correlaciones. Los psicélogos pueden idear una prueba para saber qué perso- nas tienen una mentalidad abierta y una encues- ta sobre los habitos de Iectura, aplicar estas pruebas a una muestra representativa de la po- blacién, y luego comprobar si una proporcién inusualmente alta de los lectores también tiene una mentalidad abierta. Supéngase que, efecti- vamente, existe una correlacién, No se sigue todavia que leer conduce a tener una mentalidad abierta. ;Puede ser al revés, que una mentalidad 76 abierta conduzca a leer! Después de todo, las Personas que tlenen una mentalidad abierta tal vez busquen con mayor probabilidad una variedad de articulos y Ge libros. Esta es una razén de por qué es importante explicar las conexiones entre causa y efecto. Si puede suplir conexiones plausibles de A a B, pero no de Ba A, entonces parece probable que A conduce a B, y no al revés. Si B podria conducir a A de una manera tan plausible como A conduce a B, entonces usted no puede decir en qué direecién, va la causa; quizés vaya en ambas direcciones. 23. Las causas pueden ser complejas A veces, se argumenta que los pasos de los, peatones que atraviesan las calles son mas peli- grosos que las calles sin sefializar, ya que el cru- ‘ce para peatones se correlaciona aparentemente con un mayor ntimero de accidentes. La expli- cacién que se sugiere es que los pasos de peato- nes causan en Jos usuarios un falso sentido de seguridad que les conduce a correr riesgos y, por tanto, a sufrir accidentes. Si se recuerda la regla 22, deberiamos considerar la posibilidad de que la conexién causal vaya en la otra direccién, Quizas, por decirlo asf, los accidentes causan los cruces para peatones. Después de todo, los cru- ces para peatones no aparecen arbitrariamente: tienden a ubicarse en los lugares donde sucedie- ron accidentes con frecuencia. Pero puede que no solucionen el problema. Los lugares peligro- sos pueden llegar a ser menos peligrosos, pero no seguros de repente. 7 Por otra parte, una vez que se instala un paso para peatones, es probable que todavia mas personas lo utilicen. Asf, muy bien pode- mos esperar que el niimero de personas involu- cradas en los accidentes en ese lugar se incre- mente en vez de disminuir, aunque la proporcion deberia dismim Esta historia es obviamente compleja, Un fal- so sentido de la seguridad puede muy bien jugar algdn papel, especialmente si la proporcién de accidentes no disminuye tanto como podiamos ‘esperar. Al mismo tiempo, no deberfamos olvidar ‘que los pasos de peatones se ubican precisamente ‘en aquellos lugares donde los accidentes tienden a ocurrir. Una vez més, las causas no necesitan ser ésta 0 aquélla, a veces Ia respuesta es «ambas». Muchas historias causales son complejas. Quizés, leer le hace tener una mentalidad més abierta, pero también es seguramente cierto, tal como se sefialé en la regla 22, que tener una men- talidad abierta conduce probablemente a algunas personas a leer més. Quizis tomar un desayuno completo mejora su salud, pero quizés también las personas saludables sean precisamente quie- nes se inclinan por tomar un desayuno completo, desde el comienzo. No exagere su conclusién. Rara vez encontramos la tirtica causa. Los argu- ‘mentos causales son importantes porque a menu- do ya es titil encontrar alguna causa, Saber sim- plemente que tomar un desayuno completo esta correlacionado con una salud mejor, y probable- mente conduce a una salud mejor, puede ser una raz6n suficiente para tratar de tomar desayunos més completos. 78 CariTuLo VI ARGUMENTOS DEDUCTIVOS Veamos el siguiente argumento. Si en el ajedrez no hay factores aleatorios, entonces el ajedrez es un juego de pura destreza. En el ajedrez no hay factores aleatorios. Por lo tanto, el ajedrez es un juego de pura destreza, ‘Supongamos por un momento que las pre- misas de este argumento sean ciertas. En otras palabras, supongamos que es cierto que si no hay factores aleatorios en ajedrez, entonces el ajedrez es un juego de pura destreza —y supon- gamos que en ajedrez no hay factores aleato- rios—. Por lo tanto, podemos deducir con total seguridad que el ajedrez es un juego de pura destreza. No hay modo de admitir la certeza de estas premisas y negar la conclusi6n, Los argumentos de este tipo se denominan argumento deductivos. Es decir, un argumento deductivo (formulado correctamente) es un argu- 7p mento de forma tal que si sus premisas son cier- tas, la conclusién también tiene que ser cierta. Los argumentos deductivos correctamente for- mulados se denominan argument. Los argumentos deductivos otros tipos de argumentos considerados hasta aguf en que incluso un gran ntimero de premisas ciertas no garantizan la verdad de la conclusién (aunque a veces pueden hacerla muy plausible). En Jos argumentos no deductivos, la conclusién va inevitablemente més alla de las premisas (ésa ¢s justamente la raz6n de argumentar mediante ejemplos, autoridad, etc.), mientras que la con- clusién de un argumento deductivo valido sélo hace explicito Io que ya est contenido en las premisas. En la vida real, por supuesto, tampoco pode- mos estar siempre seguros de fuestras premi- sas, de modo que las conclusiones de los argu: mentos deductivos en Ia vida real todavia tienen que ser tomados con algunas (ja veces muchas!) reservas. Sin embargo, cuando se pueden hallar premisas s6lidas, los argumentos deductivos resultan muy titiles. Y atin cuando las premisas sean inciertas, las formas deductivas ofrecen una manera efectiva de organizar un argumento, especialmente si se trata de un ensayo basado en argumentos. Este capitulo presenta seis formas deductivas comunes con ejemplos simples, cada una de ellas en un apartado independiente. En los capitulos VII-IX volveremos a tratar sobre el uso de esas formas en los ensayos basados en argumentos, 80 24. Modus ponens Si se usan las letras p y g para representar enunciados, la forma deductiva vélida més sim- ple es: Si [el enunciado p] entonces [el enunciado g], [el enunciado pl] Por Io tanto, [el enunciado q]. ©, de una manera mas breve, Sip entonces 4. P. Por lo tanto, q. Esta forma se denomina modus ponens («el modo de poner»: puesto p, se consigue q). Si se toma p para representar: «No hay factores alea- torios en el ajedrez» y q para representar: «El ajedrez es un juego de pura destreza», nuestro ejemplo introductorio sigue el modus ponens. Verifiquelo. ‘A menudo, un argumento con esta forma es tan obvio que ni siquiera tiene que ser expuesto como un modus ponens explicito. ° Dado que los optimistas tienen més posibili- dad de éxito que los pesimistas, usted deberia ser optimista, Este argumento podria escribirse: ___ Si los optimistas tienen més posibilidad de éxito que los pesimistas, entonces usted deberia 81 Los optimistas efectivamente tienen més posibilidad de éxito que los pesimistas, Por lo tanto, usted deberia ser optimista. Pero el argumento resulta absolutamente cla- ro sin ponerlo de esa forma. En otras ocasiones, sin embargo, resulta Gtil escribir el modus ponens sin abreviar: Si hay millones de planetas habitables en nuestra galaxia, entonces parece probable que a vida se haya desarrollado en més planctas que en éste, Hay millones de planetas habitables en nuestra galaxia. Por lo tanto, parece probable que la vida se haya desarrollado en mas planetas que en éste. Para desarrollar este argumento, usted debe explicar y defender ambas premisas, y ellas ne- cesitan argumentos completamente diferentes (gpor qué?). Resulta titi exponerlas clara y sepa- radamente desde el inicio. 25. Modus tollens Una segunda forma vélida es el modus tollens («el modo de quitar»: quite q, quite p): Sip entonces g Now Por lo tanto, no. 82 Aqui «No-g» simplemente representa la negaci6n de q; es decir, el enunciado «No es ver- dad que q» vale lo mismo para «no-g». Recuerde el argumento de Sherlock Holmes | que se expuso en la regla 1 Un perro fue encerrado en los establos, y, sin embargo, aunque alguien haba estado aly | habia sacado un caballo, el perro no habla lndrado [--] Es obvio que el visitante era alguien a quien conocta bien. El siguiente argumento de Holmes es modus tollens: Si el perro no hubiera conocido bien al visi- tante, entonces hubiera ladrado. El perro no ladré. Por lo tanto, el perro conocia bien al visi- Para escribir este argumento en simbolos, use ¢ para «el perro no conocfa bien al visitan- te>; y! para «el perro ladré», Sic entonces Not Por lo tanto, no. «Nol» representa «el perro no ladréy, y «no-c» representa eno es verdad que el perro 83 no conocfa bien al visitante»: esto es: «el perro conocfa bien al visitante». El tollens trénomo Fred Hoyle maneja un modus teresante, Parafraseéndolo un poco: Si el universo fuera infinitamente viejo, no quedaria hidrégeno en él, dado que el hidrge- no se convierte en helio constantemente en todo el universo, y esta conversiGn es un proce- tunidireccional. Pero de hecho el universo festé compuesto casi por completo de hidrége- no. Luego, el universo debe haber tenido un ‘comienzo determinado. Para poner el argumento de Hoyle en simbo- Jos, use i para representar «El universo es infi- nitamente viejo» y /t para representar «Ningtin hidrégeno queda en el universo». Si entonces h. Noh. Por lo tanto, nod. «No-h» representa «No es verdad que no queda hidrégeno en el universo» (0: «El univer- so contiene hidrégeno»); «no-i» significa «No es verdad que el universo es infinitamente viejo». Hoyle contintia repitiendo la conclusi6n: ya que el universo no es infinitamente viejo, debe haber habido un punto determinado en el cual comenz6. 84 26. Silogismo hipotético Una tercera forma valida es el «silogismo hipotético»: Sip entonces g Sig entonees Por lo tanto, si p entonees » Por ejemplo: Si usted estudia otras culturas, comprende- rf que existe una diversidad de costumbres hu- Si usted comprende que existe una diveisi- dad de costumbres humanas, entonces pone en duda sus propias costumbres, Por lo tanto, si usted estudia otras culturas, entonces pone en duda sus propias costumbres. ‘Usando las letr: i ras en cursiva para representar las partes de los enunciados de esta afirmacién, tenemos: Sie entonces ¢. Sic entonces p. Por lo tanto, si e entonces p. E] silogismo hipotético es valido para cual- quier ntimero de premisas en la medida en que cada premisa tenga Ja forma «Si p entonces q>, 85 ylag de una premisa se transforma en Ja p de la siguiente. En la regla 5, por ejemplo, analizamos un argumento con las dos premisas anteriores mas una tercera: Si usted pone en duda sus costumbres, centonces seré mas tolerante. De ésta_y de las dos premisas anteriores, usted puede concluir validamente «Sie entonces 1» mediante un silogismo hipotético. ‘Advierta que el silogismo hipotético ofrece un buen modelo para explicar las conexiones entre causa y efecto (regla 18). La conclusion, vincula una causa con un efecto, mientras que las premisas explican los pasos intermedios. 27. Silogismo disyuntivo Una cuarta forma valida es el «silogismo dis- yuntivos: pod. Nop. Por lo tanto, 4. Examinemos, por ejemplo, el argumento de Bertrand Russell que se méstré en la regla 2: Esperamos el progreso mediante el per- feccionamiento de la moral, o lo esperamos mediante el perfeccionamiento de la inteli- gencia. 86 No podemos esperar el progreso mediante el perfeccionamiento de la moral. Por lo tanto, debemos esperar el progreso mediante el perfeccionamiento de la inteligen- Usando una vez més las letras en cursiva como simbolos, este argumento continta: No-m. Por lo tanto, i. Hay una complicacién. En_ castellano, la letra «o» puede tener dos significados diferen- tes. Normalmente, «p 0 q» significa que al menos una de las dos, p 0, es verdadera y posi- blemente ambas. Este es el sentido «inclusive» de la palabra «o», que es el que normalmente se presume en légica. Sin embargo, a veces, utili- zamos «o» en sentido «exclusivo», segtin el cual ep 0 q» significa que de las dos p 0 q es verdad, pero no ambas. «Vendrén por tierra © por mars, por ejemplo, sugiere que no vendrin de ambos modbs a la vez. En este caso, se puede deducir que si vienen de un modo, no vendran del otro. Los silogismos disyuntivos son vilidos con independencia del sentido de «o» que se utilice (compruébelo). Pero lo que se puede deducir (si Jo hay) ademas de una afirmacién como «p 0 q> (sobre todo cuando usted puede deducir que no- si también sabe que p) depende del sentido de so» en la premisa especifica «p 0 q» que esté considerando. jCuidado! 87 28. Dilema Una quinta forma vilida es el dilema. poq Sip entonces r. Sig entonces s. Por lo tanto, ros. Desde el punto de vista retérico, un «dilema» es una eleccién entre dos opciones que tendrn consecuencias negativas. Jestis planteé un dile- ma de esta indole a los fariseos cuando desafié piiblicamente su autoridad: El les respondié: «También yo os voy a pre guntar una cosa, Decidme: EI bautismo de Tuan, era del cielo o de los hombres?» Y ellos Miscutian entre sf «Si decimos: «Del cielo», dra: «ZPor qué no le creisteis?», pero si deci- mos: «De los hombres, todo el pueblo nos ape- drearé, pues estan convencidos de que Juan era lun profeta.» (Lucas 20: 3-6) Légicamente, el'Wilema de los fariseos es: Podemos decir que el bautismo de Juan era del cielo o de los hombres. Si decimos que era del cielo, se nos culparé por no creer en él Si decimos que era de los hombres, se nos apedreara por insultar Ia creencia popular en él 88 Por lo tanto, o se nos culparé por no creer en. 41 0 se nos apedreara por insultar Ia creencia, popular en él. ¥ en simbolos: Sim entonces s. Por lo tanto, b o s. Por lo tanto, los fariseos, que eran lo bastante sensatos, declinaron responder —dejando que Jestis también declinara hacerlo, como pretendia, En este caso, las dos consecuencias eran nega- tivas, pero en otros dilemas las consecuencias podrian ser positivas o simplemente neutrales, Podemos fr al circo 0 a patinar Si vamos al circo, lo pasaremos bien. Si vamos a patinay; también lo pasaremos bien, Por lo tanto, lo pasaremos bien Técnicamente, la conclusién es «Poderos pasarlo bien o pasarlo bien», pero con decirlo tuna vez basta. 29. Reductio ad absurdum Merece especial atencién una estrategia deductiva tradicional, aun cuando, hablando es- 89 trictamente, es sélo una versién del modus tollens. Esta es la reductio ad absurdum, es decir, Ta ereduccién al absurdo». Los argumentos mediante reductio (0 «prueba indirect», tal como se denominan a menudo) establecen sus conclusiones mostrando que la negacién de la conclusién conduce al absurdo. No se puede hacer otra cosa, sugiere el argumento, salvo aceptar la conchusién. Para probar: p. Se asume: No-p (esto es, que p es falso). De esa asuncién se deriva una implicacion: q. Se muestra: q es falso (contradictorio, esti- pido, cabsurdoss. Se coneluye: p. Recuerde, por ejemplo, el argumento para la existencia de un Creador que expusimos en la regla 12. Las casas tienen creadores, dice el argu- mento, y el mundo es similar a una casa: también es ordenado y hermoso. Entonces, sugiere la ana- logia, también el mundo debe tener un Creador. En la regla 12 se cité a David Hume a los efectos de mostrar que el mundo no-es similar, de un modo suficientemente relevante, a una casa como para que esta analogia tenga éxito. Hume también sugiere, en la Parte V de sus Didlogos, una reductio ad absurdum de la analogfa. Parafrasedndolo: ‘Supéngase que el mundo tiene un Creador tal como lo tiene tina casa. Ahora bien, cuando 90 las casas no son perfectas sabemos a quiénes culpar: a los carpinteros y albafiiles que las erearon. Pero el mundo tampoco es absoluta- mente perfecto. Por lo tanto, pareceria seguirse que el Creador del mundo, Dios, ya no es per- fecto. Pero usted consideraria absurda esta, conclusion. La nica manera de evitar el absur- do consiste en rechazar la suposicién que a él conduce. Por lo tanto,,el mundo no tiene un. ‘Creador de la manera en que las casas lo tienen. Formulado bajo la forma de una reductio, tenemos: Para probar: Bl mando no tee un Creador de Ik mahers en que ls enase fo Benen. Se asume: El mundo si ene un Creador de ta mn i ae eae ds De la asuncion se sigue que: Dios es imper fect pon el ste Risers MP Pero: Dios no puede serimperfecto. Porlo tanto: El mundo no tiene un Creador de is naneta Ga que lao cous enone No todos encontrarfan «absurda» la idea de un Dios tmperfecto, por cierto, pero Hume sabia que los cristianos con los que estaba discutien- do no la aceptarian. 30. Argumentos deductivos en varios pasos ‘Muchas formas vilidas son combinaciones de Jas formas simples introducidas en las secciones 24-29. En lo que sigue, por ejemplo, Sherlock on Holmes esta realizando una deduccién simple para el conocimiento del Dr. Watson, a la vez que comenta los papeles relativos de la observacién y de la deduccién. Holmes sefialé casualmente que Watson estuvo esa mafiana en cierta oficina de correos y que, ademés, desde alli envié un tele- grama. «Correcto», contest6 Watson asombrado, ecorrecto en ambas cosas. Pero confieso que no sé cmo llegé a ello». Holmes replica: Es de lo mas sencillo... La observacién me dice que usted tiene un poco de barro rojizo adherido a su empeine. Justo frente a la oficina de correos de la calle Wigmore han levantado el, pavimento y arrojado un poco de tierra, situada de tal manera que resulta dificil evitar pisaria al entrar. La tierra es de ese plrticular tinte rojizo ‘que no se encuentra, hasta donde sé, en ningu- na otra parte del vecindario. Hasta aqu la observacién, el resto es deducci6n. Warsox:' gCémo dedujo entonces el tele- grama? HoiMes: Porque sabia, por supuesto, que usted no habia escrito una carta, dado que estu- ve sentado frente a usted toda la mafana. Veo también en su escritorio abierto que tiene una hoja de sellos y un tupido fajo de tarjetas pos- tales. Para qué podria ir al correo, entonces, si no es para enviar un telegrama? Eliminados todos los demas factores, el Gnico que queda debe ser el verdadero.! Exponiendo la deduccién de Holmes en pre- 1. A. Conan Doyle, The Sign ofthe Four (Garden City, NX: Doubleday & Co., 1974), pp. 1718. 92 misas més explicitas, tendriamo: 1. Watson tiene un poco de barro rojizo en sus botas, 2. Si Watson tiene un poco de barro en sus botas, entonces estuvo en la oficina de correos de la calle Wigmore esa mafiana (porque alli s6lo alli hay el barro rojizo de ese tipo, arro- Jado de tal manera que resulta dificil evitar pisarlo), 3. Si Watson estuvo en la oficina de correos de Ia calle Wigmore esa mafana: entonces 0 envié una carta, © compré sellos o tarjetas postales, o envié un telegrama, 4. Si Watson fue a la oficina de correos a enviar una carta, deberfa haberla escrito esa mafiana, 5. Watson no escribié ninguna carta esa mafia- 6. Si Watson fue a la oficina de correos a com- prar sellos 0 tarjetas postales, no deberia tener ya un caj6n leno de sellos y de tarjetas postales, 7. Watson ya tiene el cajén leno de sellos y de tarjetas postales. 8. Por Jo tanto, Watson envié un telegrama en Ja oficina de correos de la calle Wigmore esta mafiana, Ahora tenemos que descomponer el argu- mento en una serie de argumentos validos en las formas simples presentadas en las secciones 24- 29. Podemos comenzar con un silogismo hipo- tético: 93 2. Si Watson tiene tun poco de barro rojizo en sus botas, entonces estuvo en la oficina de correos de la calle Wigmore esa manana. 3. Si Watson estuvo en la oficina de correos de Ia calle Wigmore esa mafiana: entonces envié una carta, © compré sellos o tarjetas postales, o envié un telegrama. A. Por lo tanto, Watson tiene un poco de barro rojizo en sus botas, entonces o envié una car- ta, 0 compré sellos 0 tarjetas postales, o envié un telegrama, en la oficina de correos de la calle Wigmore esa mafiana. (Usaré A, B, etc., para representar las con- chisiones de los argumentos simples, las que pueden ser usadas como premisas para extraer conclusiones adicionales.) Ahora, con A y 1 podemos usar el modus ponens: A. Si Watson tiene un poco de barro rojizo en sus botas, entonces 0 envi una carta, o.com- rs sellos o tarjetas postales, o envié un tele- grama, en la oficina de correos‘de la calle Wigmore esa mafiana. 1, Watson tiene un poco de barro rojizo en sus botas. B. Por lo tanto, Watson, 0 envié una carta, 0 compré sellos o tarjetas postales, o envié un telegrama en la oficina de correos de la calle Wigmore esa mafana. Dos de estas tres posibilidades pueden resol- verse ahora por el modus tollens 4. Si Watson fue a la oficina de correos a enviar tuna carta, deberia haberla escrito esa mafiana. 94 5. Watson no escribié ninguna carta esa ma- fana. ©. Por lo tanto, Watson no fue a la oficina de 6. Si Watson fue a la oficina de correos a com: prar sellos 0 tarjetas postales, no deberia tener ya un cajén Ileno de sellos y de tarjetas postaies. 7. Watson ya tiene el cajén Hleno de sellos y de tarjetas postales D. Por lo tanto, Watson no fue a Ia oficina de correos a comprar sellos o tarjetas postales. Finalmente, entonces: B. Watson 0 envi6 una carta, 0 compré sellos 0 tarjetas postales, o envié un telegrama en la oficina de correos de la calle Wigmore esa Watson no fue a la oficina de correos a enviar una carta, D. Watson no fue a la oficina de correos a com: prar sellos o tarjetas postales. 8. Por lo tanto, Watson envié un telegrama en la oficina de correos de la calle Wigmore esta Esta Itima inferencia es un silogismo dis- Yuntivo amplisdo, «Eliminados todos los dems factores, el sini dero.» 0 que queda debe ser el verda- 95 Capfruo VIL LA COMPOSICION DE UN ENSAYO BASADO EN ARGUMENTOS A. Explorar la cuestion Pasamos ahora de escribir argumentos cor- tos a escribir argumentos mis largos; de argi mentos en un parrafo a argumentos en un ensa- yo. Un ensayo basado en argumentos es, a me- nudo, una elaboracién de un argumento corto, 0 de una serie de argumentos cortos vinculados entre sf por una construccién més extensa. Pero el proceso de pensar y de «proyectar» un ensayo basado en argumentos lo hace muy diferente a un argumento corto. Los préximos tres capitulos corresponden a los tres pasos de escribir un ensayo basado en argumentos. El capitulo’ VII trata sobre «Explo- rar la cuestién», el capitulo VIII expone los «Pun- tos principales de un ensayo basado en argumen- tos», y el capitulo IX versa sobre cémo efectiva- mente se «Escribe un ensayo». Las reglas en estos capitulos son sefialadas mediante A, B oC. 97 En la Introduccién se distinguis entre dos usos principales de los argumentos: para inda- gar sobre los méritos de una tesis,y para defen- der wna tesis una vez que la indagacién ha dado sus frutos. El primer paso es la indagacién. ‘Antes de que usted pueda escribir un ensayo basado en argumentos, debe explorar la cues. tién y considerar las diversas posiciones por sf A.1. Explore los argumentos sobre todos los aspectos de la cuestién Algunas personas en los Estados Unidos han propuesto un «programa de vales» para las es- cuelas primarias y secundarias. Segtin este pro- grama, los impuestos que hasta ahora van al sis- tema de escuelas ptiblicas serian divididos en partes iguales entre los padres de los nifios en forma de «vales», que podrian transferir a las escuelas de su eleccién, incluyendo las privadas y religiosas. El Gobierno regularia la idoneidad de las escuelas para asegurar que todas ellas satisfagan el nivel minimo, pero las personas tendrfan libertad para escoger cualquier escuela que desearan siempre que ésta satisfaga los niveles minimos. ‘Suponga que se Ie asigna como tema de un ensayo basado en argumentos este programa de vales. No comience escribiendo algdn argumen- to en favor de la primera opinién que se le ocu- ra. Su tarea no consiste en dar cuenta de la pri- mera opinién que se le ocurra. Su tarea es dar 98 una opinién bien informada que pueda ser defendida con argumentos s6lidos. Y esto re- quiere tiempo. Primero, inférmese acerca de cules son los argumentos que son considerados més fuertes para cada una de las tesis posibles. Lea articulos y hable con personas con diferentes puntos de vista. El argumento mas fuerte en favor de la tesis pro vale es, probablemente, el de «la libertad de eleccién>. El programa de vales, se afirma, con- ducirfa a una gama mucho més amplia de escue- las alternativas de la que ahora existe, y no pena- lizada a los padres por escoger una de ellas en detrimento de las otras (como lo hace el sistema actual, ya que todos deben pagar impuestos para mantener las escuelas ptblicas, incluso si sus hijos no asisten a ellas). El principal argumento en contra de los vales parece ser que las escuclas, ptiblicas reflejan el mundo real: tenemos que aprender a vivir con, y apreciar a, las personas gue no son como nosotros, y con quienes, pro- bablemente, elegiriamos no ir a la escuela si pudiéramos hacerlo. Las escuelas piblicas, se afirma, hacen ciudadanos democraticos. Explorando Ia cuestién encontraré argu- mentos en favor y en contra de estas afirmacio- nes. Comenzara también a formular argumen- tos propios. Valore estos argumentos usando las reglas de los capitulos I-VI. Ensaye diferentes formas de argumentos, formule el mejor ai mento que pueda en favor de cada tesis, y luego critique estos argumentos usando nuestras reglas. 99 Utilice argumentos mediante analogéa, Hemos probado algo similar al programa de vales con anterioridad? Quizés, las universida- des en competencia, aunque no se mantengan mediante vales, parecen ofrecer una pluralidad de tipos de buena educacién, lo que sugiere que un sistema de escuelas primarias y secundarias en competencia podria llevar a resultados simi- lares. Pero asegirese de que éste es un ejemplo relevantemente similar. En la actualidad, por ejemplo, muchas universidades se mantienen mediante impuestos. 2Podria un sistema sin ins- tituciones ptiblicas sostenidas con impuestos ofrecer también una buena educacién a tantas personas? ¢Conduciria también a poner en con- tacto a tantas personas diversas? Puede ser que haya mis similitudes relevan- tes entre las escuelas bajo el programa de vales y Jas actuales escuelas privadas y religiosas. Con respecto a ello, usted, ademas, necesita algunos argumentos mediante ejemplos, ylo de autoridad. Cuan buenas son las actuales escuelas privadas y religiosas comparadas con el sistema de escue- las piiblicas? ¢Producen personas que son igual- mente tolerantes respecto de otras personas? ( como la multitud. Verbigracia: sTodo el mundo lo hace.» Ad populum es un buen ejemplo de una mal argumento basado en una autoridad: no se ofrece ninguna raz6n para mostrar que «todo el mundo» es una fuente bien informada o imparcial. Afirmar el consecuente. Una falacia deductiva de la forma: Sip entonces 4. 4 Por lo tanto, p. En la afirmacién «si p entonces q>, p es el cantecedentes yq el «consecuente». La segunda premisa de un modus ponens —una forma ver~ dadera— afirma (asevera) el antecedente (com- pruébelo). Pero al afirmar el consecuente obte- nemos una forma falsa. Una conclusién verda- dera no esté garantizada aunque las premisas sean verdaderas. Por ejemplo: Si las calles estan heladas, el correo se demora. El correo se demora. Por lo tanto, las calles estén heladas. 128 Aunque el correo Hegara tarde si las calles estuvieran heladas, puede Iegar tarde también, por otras razones. El argumento olvida las expli- caciones alternativas, Ambigiedad. Véase la regla 7. Argumento circular. Idéntico a peticion de prin- cipio. Causa falsa. Término genérico para una conclu- sién cuestionable sobre causa y efecto. Consulte las reglas 20-23 y trate de resolver por qué espe ficamente la conclusién es (supuestamente) criti- cable. Definicién persuasiva, Definir un término de tal manera que parezca neutral, pero que de hecho os sutilmente emotive, Por ejemplo: Ambrose Bier. Ge, en su The Devils Dictionary, define se» como screencia sin prucbas en lo que esté diciendo una persona que habla sin conocimiento, de cosas Inauditas>, Las definiciones, persuasivas pueden tener también una carga emotiva positiva, ejemplo: definir «conservadors ‘como. walguien con una opinion realista de los limites humans», Vease el Apéndice para la definicion, Descalificar la fuente. Usar lenguaje emotivo para menospreciar un argumento incluso antes de mencionarlo, Confio en que usted no se haya dejado jaflar por aquellos pocos. intransigentes, quienes todavia no han pasado la edad de la supersticion que. 129 Mas sutil: Ninguna persona razonable piensa que.. Falacia de «la persona que». Véase la regla 19. Falso dilema. Reducir las opciones que se ana- lizan sélo a dos, a menudo drasticamente opues- tas e injustas para la persona contra quien se expone el dilema. Por ejemplo, «Estados Uni- dos: Amalo o déjalo». El siguiente es un ejemplo mas sutil extraido de un trabajo de un.estudian- te: «Dado que el universo.no podria haberse creado de la nada, debe haber sido creado por tuna fuerza viva inteligente...» Es la creacion por una fuerza viva inteligente la tinica otra posibilidad? Argiir a partir de un falso dilema fs, a veces, una manera de no jugar limpio; obviamente, también olvida las alternativas. Hombre de paja. Caricaturizar la opinion de un oponente de manera tal que resulte facil refu- tarla. Véase la regla 5 Lenguaje emiotivo. Véase la regla 5. Negar el antecedente. Una falacia deductiva de a forma: Sip entonces 4. Nop. Por Io tanto, nog. 130 En la afirmacién «si p entonces q», p es el santecedente» y q el econsecuente». La segunda premisa de un modus tollens —una forma ver- dadera— nicga el consecuente (compruébelo). Sin embargo, al negar el antecedente obtenemos una forma falsa. Una conclusién verdadera no est4 garantizada aunque las premisas sean ver- daderas. Por ejemplo: Silas calles estén heladas, el correo se demora, Las calles no estén heladas, Por lo tanto, el correo no llega tarde, Aunque el correo Megara tarde si las calles estuvieran heladas, puede llegar tarde también por otras razones. El argumento olvida las expli- caciones alternativas. Non sequitur. Extraer una conclusién que «no se sigue. Por ejemplo: una conclusién que no es una inferencia razonable de una prueba. Térmi no muy general para denominar un mal argu- mento. Trate de resolver correctamente qué es lo que (supuestamente) esta mal con el argumento. Palabras equivocas. Cambiar el significado de una palabra en medio de un argumento, de tal manera que su conclusién pueda ser mantenida aunque su significado pueda haberse modifica- do radicalmente. Esta maniobra suele ejecutar- se bajo la presién de un contraejemplo. 131 A: Todo estudio es una tortura. B: Pero qué pasa con estudiar para argumen- tar?, ile gusta tanto! ‘A: Bien, eso no es realmente estudiar ‘Aqui «estudiar» es la palabra equivoca. La respuesta de A a la objecién de B cambia de hecho el significado de «estudiar» al de «estu- diar que es tna tortura». De ese modo, Ia. pri- mera afirmacién de A permanece verdadera, pero sélo al coste de hacerla trivial («Todo estu- dio que es una tortura es una tortura»). Véase también la discusién de «egofsmo» en el aparta- do 7. Peticisn de principio —petitio principii—._ Usar de un modo implicito la conclusién como una premisa. Dios existe porque asf lo dice Ja Biblia, lo que sé que es verdad porque, después de todo, Dios la eseribi. Para escribir este argumento en la forma de premisa y conclusién, deberfa escribir: La Biblia ¢s verdad, porque Dios la escribié. La Biblia dice que Dios existe. Por lo tanto, Dios existe. Para defender Ia afirmacién de que la Biblia es verdad, el argumentador afirma que Dios la 132 escribi6. Pero obviamente, si Dios escribié la Biblia, El existe. Luego, el argumento asume precisamente aquello que esta tratando de pro- bar. Pista fala. Introducir una cuesti6n irrelevante © secundaria y, de ese modo, desviar la atencién de la cuestién principal. Usualmente, la pista falsa hace referencia a una cuestién acerca de la cual las personas tienen opiniones contunden- tes, para que nadie advierta cémo se esté des- viando la atencién, En una discusién sobre la seguridad relativa a las. diferentes marcas de automéviles, por ejemplo, la cuestién de qué coches son fabricados en el pais y cudles son importados es una pista falsa, Post hoc, ergo propter hoc (literalmente: «des- pués de esto, por lo tanto, debido a esto»). Asumir la causalidad demasiado pronto sobre la base de la mera sucesién en el tiempo. Una vez mds, un término muy general para denominar lo que el capitulo V trata de hacer preciso. Con- sulte el capitulo V y trate de analizar, de un modo especifico, por qué el argumento asume la causalidad demasiado pronto. Preguntas complejas. Exponer una pregunta 0 una cuestién de tal manera que una persona no pueda acordar o discrepar con usted sin obli- garse con alguna otra afirmacién que usted Guiere promocionar. Un ejemplo simple: «cEs Usted atin tan egocéntrico como solfa ser?» Tan- to si la respuesta es «sir 0 es «no», se obliga a 133 aceptar que usted solia ser egocéntrico. Un ejemplo mas sutil: «¢Seguira a su conciencia, en vez de a su cartera, y hara una donacién para la causa?» Con ello se lograré que cualquiera que diga «no», a pesar de sus verdaderas razones para no realizar el donativo, se sienta innoble. Cualquiera que diga «si», a pesar de sus verda- deras razones para realizar el donativo, se sien- te noble. Si usted quiere un donativo, pida sim- plemente un donativo. 134 APENDICI DEFINICION Algunos argumentos requieren que se preste atencién al significado de las palabras. En oca- siones, quizs ignoramos el significado usual de una palabra o tal vez su significado usual sea especializado. Si la conclusién de su argumento es que «Los wejacks son herbivoros», necesita definir sus términos, a menos que esté usted hablando a un ecologista algonquiano.' Si usted encuentra esta conclusi6n en algtin otro sitio, Io primero que necesita es un diccionario. ‘tras veces, una palabra puede ser de uso comin, pero su significado ser poco claro. Hablamos sobre el «suicidio asistido», por ejem- plo, pero eso no significa necesariamente que sepamos lo que significa. Antes de poder argu- mentar de forma efectiva sobre ello, necesitamos una idea consensuada de lo que vamos @ argu- mentar, 1. _ es algo fijado o agregado a un edificio, tal como un apéndice permanente o una parte estructural. Sin embar- go, el farol era mévil, més parecido a un adorno de césped. Por lo tanto, no era una «instalacién fijav; y por lo tanto, no estaba prohibido. Cuando las cosas se ponen mas dificiles, los diccionarios resultan menos iitiles atin, Para empezar, las definiciones del diccionario muchas veces ofrecen sinénimos que quizds sean tan poco claros como el término que usted trata de definir. Los diccionarios también pueden dar miltiples definiciones, por lo cual usted debe 136 escoger entre ellas. ¥ a veces, el diccionario esta simplemente equivocado. Webster define «dolor de cabeza» como «un dolor en la cabeza». Esta es una definicién demasiado amplia. La picadu- ra de una abeja o un corte en la frente o la nariz serian un dolor en la cabeza, pero no un dolor de cabeza, Por tanto, para algunas palabras, usted nece- sita que los términos sean mas precisos. Utilice términos concretos, definidos, en lugar de tér- minos vagos (regla 4). Sea especifico sin cons- trefiir el término en exceso. Los «alimentos orgénicos> son alimentos producidos sin la adicion de fertilizantes ni pes- ticidas quimicos. Definiciones como ésta proporcionan una idea clara y usted puede investigar sobre ella o evaluarla. Naturalmente, asegurese también de limitarse a su definicién a medida que desarrolle su argumentaci6n (regla 7; véase también la fala- cia de las «palabras equivocas», capitulo X), No utilice lenguaje emotivo (regla 5). Una vi tud del diccionario es la de ser bastante neutral. Webster define el «aborto», por ejemplo, como «la expulsién prematura por la fuerza del feto de un mamffero». fista es una definicién neutral adecuada. No le toca al diccionario decidir si el aborto es moral o inmoral. Compérela a una definicién comin de una parte del debate sobre el aborto: Aborto» significa «asesinar bebés» 137 Esta definicién es emotiva. En efecto, los fetos no son bebés, y el término asesinato atri- buye injustamente malas intenciones a personas bien intencionadas (por més equivocadas que a usted le parezcan). Que la finalizaci6n de la vida de un feto sea comparable a la finalizacion de la vida de un bebé puede ser una proposicién argu: mentable, pero debe ser demostrada mediante un argumento y no simplemente asumida por definicion, (Véase también la falacia de la «defi- nicién persuasiva», capitulo X.) Quizés necesite investigar un poco. Descu- briré, por ejemplo, que el «suicidio asistido» sig- nifica permitir que los médicos ayuden a perso- nas conscientes y racionales a decidir y evar a cabo sui propia muerte. Esto no incluye permitir que los médicos «desenchufen» a la gente sin su consentimiento (eso serfa una forma de «euta- nasia involuntaria», otra categoria). La gente puede tener buenas razones para objetar a un suicidio definido de este modo, pero si la defini- cidn esta clara desde un principio, al menos las partes contendientes estaran hablando de lo mismo. En ocasiones podemos definir un término mediante la especificacién de ciertas pruebas 0 procedimientos que determinan si es 0 no apli- cable, Esto se denomina definicién operacio- nal, Por ejemplo, una ley de Wisconsin estable- ce que todas las reuniones de la legislatura estén abiertas al piiblico. Pero gqué es exacta- mente una «reunién» a efectos de esta ley? La ley ofrece una definicién operacional bastante elegant 138 Una «reunién» es cualquier encuentro de un nuimero suficiente de legisladores como para bloquear la accién sobre la medida legislativa que constituye el tema de la reunién, Esta definicin es demasiado limitada para defini la palabra ordinaria ereuniéns, Pro si. ve a los propésitos de la ley: impedit que las decisiones fundamentales sean tomadas al mar- gen de los ojos del piiblico. D2. Cuando los términos son conitrovertidos, trabaje a partir de ejemplos claros Avveces un término es controvertido. Esto suce- de cuando la gente discute sobre la correcta apli- cacién del término. En este caso, no basta senci- Tamente con proponer una aclaracién, sino que se precisa un tipo de argumento mas claborado. Cuando un término es controvertido, se pue- den distinguir tres grupos relevantes de aspec- tos. Uno incluye aquellos elementos a los que se aplica el término sin lugar dudas. El segundo grupo lo forman aquellos elementos a los que el término no se aplica sin lugar a dudas. Entre estos dos se encuentra el grupo de los elementos cuyo estatus es dudoso, incluyendo los que son ‘objeto de la discusién. Su misin es formular una definicién que 1. Incluya todos los elementos que encajan sin Igar a dudas con el terminoy 2. Excluya todos los elementos que no encajan sin lugar a dudas con el término; 139 3. Establezca la linea mds clara posible de sepa- raci6n entre ambos y explique la razén por la ‘que la linea tiene que estar ahi y no en otro punto. Por ejemplo, consideremos lo que define a un «péjaror. ¢Qué es exactamente un péjaro? Un murciélago, ges un pdjaro? : ‘Para cumplir el requisito 1, resulta til em- pezar por la categoria general (género) a la que pertenecen las cosas que hay que definir. Para los péjaros, el género natural seria el de los pajaros. Para cumplir los requisitos 2 y 3, tene- mos que especificar en qué difieren los pajaros de los demas animales (esto se denomina dife- rencia). Por lo tanto, nuestra pregunia es cexae- tamente qué diferencia a los pajaros —a todos los pajaros y solo a ellos— de los demés ani- males? Es mas complicado de lo que parece. No po- demos establecer Ia linea en el vuelo, por elem- lo, porque las avestruces y los pingUinos no Muclan (por lo que la definicién propuesta. no cubriria a todos los pajaros, incumpliendo el primer requisito) y los abejorros y los mosquitos yuelan (de modo que la definicién propuesta incluirfa algunos elementos que no son pajaros, quebrantando el segundo). | Resulta que lo que distingue a todos los péja- ros y s6lo a ellos es tener plumas. Los pingilinos y las avestruces tienen plumas y aunque no vue- len, son pajaros. Pero los insectos no, ni tampo- co (por si se Jo esta preguntando) los murciéla- gos. 140 Pasemos a considerar un ejemplo més diff cil: gqué define una «droga»? Empecemos otra vez con los ejemplos cla- ros, Heroina, cocaina y marihuana son sin duda drogas. El aire, el agua, la mayoria de los ali- mentos y los champties no son drogas induda- blemente, aunque todas son «sustancias», como las drogas, y todas se ingieren o se aplican a diferentes partes de nuestro cuerpo. Los casos dudosos incluyen el tabaco y el alcohol? Nuestra pregunta es entonces: ghay alguna descripcién general que cubra todos los casos claros de drogas y ninguna de las sustancias que sin duda no son drogas, estableciendo una clara Tinea divisoria? Una «droga» ha quedado definida (incluso por la comisién presidencial) como una sustan- cia que afecta ala mente o al cuerpo de algdn modo. Pero esta definicién es demasiado am- plia. Incluye el aire, el agua, los alimentos, etc., y no cumple el segundo requisito. También podemos definir la «droga» como una sustancia ilegal que afecta a la mente o al cuerpo de algtin modo. Esta definicién cubre mas 0 menos el grupo correcto de sustancias, pero no cumple el requisito 3. No explica la raz6n por la que Ia Ifnea divisoria se encuentra en el punto donde esté. Al fin y al cabo, parte de Ja cuestion de tratar de definir la «droga» en un principio puede ser muy bien el decidir qué sus- 2. Daadosos en otros aspectos som sustancias como la asp ina, los antibiotices, ls vtamlnas y los antidepresivos, el po de Sustancias que compramos en las «farmacias» y que lama: ‘mos sdrogas en sentide farmaceutico, 141 tancias deberfan ser legales y cudles no. Defini Ja «droga» como una sustancia ilegal cortoci cuita este proyecto. Tntentemos lo siguiente: ‘Una droga es una sustancia que se utiliza asicamente para alterar el estado de conscien- cia de un modo determinado. La herofna, Ia cocaina y la marihuana ob- viamente estén incluidas. La comida, el aire y el agua no, porque aunque pueden tener efec~ tos sobre Ja mente, los efectos no soi espectfi- cos y no son Ia razén basica por Ia que come- mos, respiramos y bebemos. Por lo tanto, nues- tra aproximacién a los casos dudosos es a través de la pregunta: el efecto bdsico, ces espe- cifico y sobre la mente? En los actuales debates morales sobre las «drogas» nuestra preocupa- cin parece girar entorno a los efectos que dis- torsionan la percepcién y alteran el humor, por Jo que se podria mantener que esta definicién captura el tipo de distincién que la gente qui re realmente hacer. gDeberiamos afiadir que las drogas son adic- tivas? Tal vez no. Algunas sustancias son adicti- vas, pero no las drogas —ciertos alimentos, qui- zAs—. ¢¥ qué pasa si una sustancia «que altera el estado de consciencia de un modo determina- do» resulta ser no-adictiva (como algunos afir- man de la marihuana, por ejemplo)? ¢Podemos decir entonces que no es una droga? La adiecin puede definir «el abuso de las drogas», pero no las «drogas» como tales. 142 D3. No espere que las definiciones hagan el trabajo de los argumentos Las definiciones nos ayudan a ordenar nues- tras ideas, a agrupar los pensamientos semejan- tes y a detectar las similitudes y diferencias cla- ve. A veces, después de definir con claridad los términos, la gente puede llegar a descubrir que realmente no estan en desacuerdo en ninguna cuestién. Sin embargo, las definiciones muy pocas veces ayudan a resolver por si mismas las cuestiones dificiles Estamos intentando definir «droga>, por ejemplo, en parte para decidir qué tipo de acti- tud debemos adoptar en relaci6n a ciertas sus- tancias. Pero una definicién asf no puede res- ponder por sf misma esta pregunta. Segtin la definicién propuesta, por ejemplo, el café es una droga. La cafeina altera en efecto el estado de consciencia de un modo determinado. Es inclu- so adictiva. Pero ede ello se desprende que hay que prohibir el café? No, porque el efecto es sua- ve y socialmente positivo para muchas personas. Algunas opiniones defienden la necesidad de sopesar 10s beneficios y los perjulclos antes de Segtin la definicin propuesta, la marihuana es una droga. gDeberia (como es el caso) estar prohibida? Como en el caso del café, hacen fal- ta més argumentos. Algunos afirman también que la marihuana sélo tiene efectos suaves y socialmente positivos. Suponiendo que estén en Io cierto, se podria argumentar que la marihua- na no deberia estar prohibida aunque sea una 143 adroga» (igual que el café, recordémoslo). Otros argumentan que tiene efectos mucho mas noci vos y que ademas tiende a ser una «puerta de acceso» a otras drogas mas duras. Si estan en lo cierto, se podria argumentar a favor de prohibir la marihuana, sea o no una droga. | © quizas la marihuana es lo més parecido a ciertos antidepresivos y estimulantes, medicinas que (nétese) también resultan ser «drogas» de acuerdo con la definicién propuesta, aunque no requieren prohibiciones, sino control. Por su parte, el alcohol es una droga aten- diendo a la definicién propuesta, De hecho, es la droga de uso mas extendido. Sus perjuicios son incaleulables, incluyendo enfermedades de higa- do, defectos de nacimiento, la mitad de los falle- cimientos en accidentes de trafico y otros. @Deberfa ser limitado o prohibido? Quizés, aun- ‘que también hay argumentos en sentido contra- rio. Nuevamente, sin embargo, esta cuestién no queda resuelta por la determinacién de que el alcohol sea una droga. Aqui los efectos marean la diferencia. En resumen, las definiciones contribuyen a dlarificar, pero raras veces constituyen argu: mentos por si mismas. Clarifique los términos (usted tiene que saber exactamente qué cosas est preguntando), pero no espere que la clari- dad sola responda las preguntas. 144 PASOS SIGUIENTES La materia de esta obra se suele designar como «pensamiento critico» 0 «légica infor- mal» (actualmente menos habitual). Si el lec- tor es un estudiante universitario y desea aprender mas cosas sobre la materia debe bus car cursos que ofrezca su facultad bajo estas denominaciones. Si desea realizar lecturas, puede hallar docenas de libros de texto en la biblioteca de cualquier universidad bajo el titulo de «pensamiento critico». Dos ejemplos muy representativos son Critical Thinking, de Broke Noel Moore y Richard Parker (Mayfield Publishing Company) y Open Minds and Every- day Reasoning de Zachary Seech (Wadsworth Publishing Compai El estudio de la l6gica formal comienza con las formas deductivas presentadas en el capi- tulo VI, pero se extiende a un sistema simbéli- co mucho mas poderoso. Un buen ejemplo representative es A Concise Introduction to Logic, de Patrick Hurley (Wadsworth Publis- hing Company), aunque también hay docenas de titulos disponibles (busque por «légica») ‘Actualmente muchos manuales combinan tan- 145 to la I6gica formal como la informal. Se puede hallar una perspectiva equilibrada de ambas en The Art of Reasoning, de David Kelley (W.W. Norton), Sobre el papel del pensamiento eritico en ética, como también para hallar consejo sobre Ia forma de evitar pasar por alto las alternati- vas, véase mi obra A 2[st Century Ethical Tool- box (Oxford University Press). Para ampliar los conocimientos sobre el pensamiento creativo (cémo encontrar alternativas genuinamente nuevas en situaciones de aparente .«estanca- miento») véanse las numerosas obras de Edward De Bono, como el De Bono's Thinking Course (Ariel BBO). EI campo de la retérica estudia el uso per- suasivo del lenguaje, especialmente en los argumentos. Un texto excelente en este ambit es The Aims of Argument: A Rhetoric Reader, de ‘Timothy Crusins y Carolyn Channell (Mayfield Publishing Company). Un planteamiento lite- rario de la argumentacién desde esta perspec- tiva es The Realm of Rhetoric de Chaim Perel- man (University of Notre Dame Press). Sobre las falacias espectficamente (capitulo X), véase la obra de Howard Kahane, Logic and Contemporary Rhetoric (Wadsworth Publishing Company). Para el tratamiento hist6rico y te6- rico de las falacias, véase Fallacies de C. Ham- blin (Methuen). Para los estilos de citaci6n, se puede hallar una util y breve guia en Writing with Sources, de Gordon Harvey (Hackett Publishing Company). Sobre el estilo en gene- ral, no tiene parangén el libro de William 146 Strunk y E. B. White, The Elements of Style (Macmillan), una obra de espfritu muy similar a ésta. Guardelas juntas en un estante iy no permita que acumulen polvol 147 INDICE Prefacio .. 7 Nota a la tercera edicién . 9 Introduccion ........ eee ¢Por qué argumentar? " Comprender los ensayos basados en argu mentos ie 13 La estructura del libro 15 Cartruto 1 LA COMPOSICION DE UN ARGUMENTO coRTO Algunas reglas generales 19 1. Distinga entre premisas y conclusion 19 2. Presente sus ideas en un orden natural. 22 3. Parta de premisas fiables ...... +24 4. Sea concreto y conciso ..... : 25 5. Evite un lenguaje emotivo 26 6. Use términos consistentes ie 27 7. Use un tinico significado para cada término 29 149) 10. ML 12. 13, 4 415. 16. 17. 18, 19. 150 Cartruto IL ARGUMENTOS MEDIANTE EJEMPLOS Hay més de un ejemplo? ¢Son representatives los ejemplos? La informacién de trasfondo es crucial . ¢Hay contraejemplos? Capiruro UIE ARGUMENTOS POR ANALOGIA La analogfa requiere un ejemplo similar de una manera relevante . Cavfruto TV ARGUMENTOS DE AUTORIDAD Las fuentes deben ser citadas gEstan bien informadas las fuentes? Son imparciales las fuentes? . Compruebe las fuentes. . Los ataques personales no descalifican las fuentes Capfruo V ARGUMENTOS ACERCA DE LAS CAUSAS. ¢Explica el argumento c6mo la causa con- duce al efecto? $Propone la conclusién la causa més probable? « 35 36 40 43 50 56 57 ot 63 n 20, 21 2. 23, 24, 25, 26. 21. 28. 29. 30. a2. AB. Hechos correlacionados no estén necesa- riamente relacionados ..... 2B Hechos correlacionados pueden tener una causa comtin .. 74 Cualquiera de dos hechos correlacionados puede causar elotro ... . 76 Las causas pueden ser complejas ==. 77 Captreco VI ARGUMENTOS DEDUCTIVOS Modus ponens 7 Peeeecemans! Modus tollens 82 Silogismo hipotético 85 Silogismo disyuntivo 86 Dilema 88 Reductio ad absurdum .... 89 Argumentos deductivos en varios pasos 91 (Caetruno VII LA COMPOSICION DE UN ENSAYO BASADO EN ARGUMENTOS A. Explorar la cuestion Explore los argumentos sobre todos Jos aspectos de la cuestion Cuestione y defienda las premisas de cada argumento .... 101 Revise y reconsidere los argumentos tal como aparecen 98 103 151 BA B2, BB. Ba. BS, Cartruto VII LA COMPOSICION DE UN ENSAYO BASADO EN ARGUMENTOS B. Los puntos principales de un ensayo Explique el problema Formule una propuesta 0 afirmacién de- finitiva Desarrolle sts argumentos de un modo completo Examine las objeciones Examine las alternativas Cartruvo IX. LA COMPOSICION DE UN ENSAYO BASADO EN ARGUMENTOS ©. Escribir el ensayo . Siga su esquema Formule una introduccion breve... Exponga sus argumentos de uno en uno Claridad, claridad, claridad Apoye las objeciones con argumentos No afirme mas de lo que ha probado Captruto X. FALACIAS. Las dos grandes falacias Relacion de falacias 152 105 107 108 110 ut 14 4 115 117 119 121 124 127 Dt 2. D3. APENDICE DEFINICION ‘Cuando los términos no son claros, espe- cifique .. ‘Cuando los términos son controvertidos, trabaje a partir de ejemplos claros No espere que las definiciones hagan el trabajo de los argumentos.. Pasos siguientes 136 139 143 145 153

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