You are on page 1of 18
Revista Juridica “Docentia et Investigatio”. Facultad de Derecho UN.M.S M. Wo.6, N°2, 149-166, 2004, ISSN 1810-8490, ASESINATO POR EL MOVIL INDUCTOR. ESTUDIO DOCTRINARIO JURISPRUDENCIAL. SUMARIO 1} Asesinato: definicién' Por: Dr. SILFREDO HUGO YIZCARDO (*) Desoripeién tipica.G.>Bien juridico protegido.(4 Tipo objetivo de To injusto. 4.1.- Objeto material de la accién. 4.2.- Sujeto activo. 4.3.- Sujeto pasivo. 4.4.- Accién y tipica. 4.5.-Elementos materiales. 4.6.- Agravantes de acuerdo al mévil inductor. 4.6.A.- Homicidio por ferocidad. 4.6.B.- Homicidio por luero. 4,6.C.~ Homicidio por placer. 1. ASESINATO: DEFINICION. “EI derecho en vigor, lama asesinato a las formas particularmente graves de homicidio doloson(Mezger, 1959, p. 35). La caracteristica diferenciadora de este tipo homicida, est en la conducta traicionera y sanguinaria del agente, que ocasiona la muerte de su victima evidenciando especial peligrosidad, perversidad y maldad, valiéndose de medios desproporcionados y Peligrosos. Es alli donde radica justamente {a esencia de lo injusto determinante de la agravacién. Elasesinato, como figura inmersa dentro del tubro genérico de tas formas homicidas, es elacto mediante el cual una persona quita la vida a otra, pero bajo circunstancias agravantes previstas especificamente por la ley. Se trata, a decir de Villa Stein, de “una forma (*) Profesor Asociado de la Facultad. circunstanciada de homicidio y si bien el legislador lo trata con sustantividad 0 autonomia propia, bien podria habérsele considerado como modalidad dependiente y agravada del tipo base (homicidio simple) pues evidentemente se trata de una descripcién tipica accesoria y subsidiaria” (1997, p.79). En cuanto a su naturaleza juridica, habra que plantearse en primer lugar, si estamos ante un homicidio especialmente circunstanciado 0, por el contrario, ante un delito auténomo. En tal consideracién fa cuestién fundamen- tal estriba en si nos encontramos ante una figura delictiva con un contenido de injusto propio 0, por el contrario, éste debe verse ‘inica y genéricamente en la lesiém de fa vida. En el caso peruano, las diferentes y discriminatorias modalidades agravantes 150 constitutivas del asesinato, que tienen como origen la valoracién arbitraria del operador legislativo, no indican un contenido propio del injusto (que lo diferencie de! homicidio), por Jo que se entiende que ellas no han de importar una mayor culpabilidad, En tal sentido, Carbonell Mateu y Gonzalez Cussac, indican que las circvnstancias que dan lugar al asesinato, sélo puedan explicarse en base a que conllevan una mayor necesidad de tutela, y ésta se traduce en wna mayor necesidad de pena. Su explicacion ha de buscarse, en consecuencia, al margen de las categorias centrales de la infraccién, 0 sea, fuera del injusto y de Ja culpabilidad (1999, p. 59) En tal sentido, y como conelusién, es posible afirmar que el injusto y ta culpabilidad exigidas en el delito de asesinato son exactamente iguales que en el homicidio. El bien juridico protegido fundamental y genérico es la vida, y en tal sentido se reprocha su fesign o puesta en peligro. De modo que cl asesinato se constituye en un tipo materialmente dependiente del homicidio, aunque formalmente auténomo (por ello es valido situarlo como una modalidad derivada del homicidio simple), Y precisamente su autonomia formal proviene de la existencia de circunstancias sin jas cuales no tendria su nomen iuris. En este sentido, estas circunstancias son necesarias para Ja vida del delito de asesinato, pero materialmente no comportan modificacién alguna respecto al homicidio En nuestro sistema no se hace referencia especifica a la denominacién “asesinato” {gue no aparece descrito en ninguna parte del articulo 108), Difereme es el caso de los Cédigos espaol y aler mencin di , donde si se hace 5 atal nomen iuris (Arts. 13 Silfredo Hugo Vizcardo y 211, respectivamente). En tal sentido, el membrete que entcabeza el presente estudio: “asesinato”, es recogido de la doctrina y de la legislacién comparada. 2.. DESCRIPCION TIPICA. Articulo 108,- Serd reprimido con pena privativa de fa libertad no menor de quince afios el que mata a otro concurriendo cualquiera de las circunstancias siguiente: 1) Por ferocidad, por lucro 0 por placer. 2) Para facilitar u ocultar otro delito. 3) Con gran crueldad ¢ alevos 4) Por fuego, explosidn, veneno por cualquier otro medio capaz de poner en peligro la vida o salud de otras personas. 3.- BIEN SURIDICO PROTEGIDO. Tratindose de un tipo homicida derivado, en inato se postula la proteccién de ta vida humana, cuya extincién mediante cualquiera de los méviles, conexiones, modos 0 medios empleades, que por ir con- tra los mas preciados sentimientos humanos, como son Ia lealtad y el respeto por el préjimo, determinan un repudio social mas pronunciado en atencién al grado de culpabilidad alcanzado por el agente. elas Ello nos permite apreciar ademis, que la tutela de la norma amplia sus alcances para involucrar también, de manera insita, otros valores fundamentales de la vida de relacién, que justamente se ven dramatica y dristicamente afectados por la accién del agente, quien denota en su conducta un desprecio total por la vida de sus semeiantes, * 4. TIPO OBJETIVO DE LO INIUSTO. Silfredo Hugo Vizeardo 4.1. OBJETO MATERIAL DE LA ACCION. Laaccién del agente se ditige sobre una per- sona humana viva, a la que quita la vida injustamente, concurriendo las circunstan- cias agravantes sefialadas en la ley. 4. SUJETO ACTIVO. Bs genérico, puede sex cualquier persona, siempre que su accionar se encuadre dentro de los modos, medios conexiones o méviles que agravan el homicidio. 4.3.- SUJETO PASIVO. De igual manera, se trata de un sujeto pasivo genérivo, pudiendo ser cualquier persona, 4.4. ACCION TiPICA. Al igual que en toda accién homicida, la accién se dirige contra una persona humana viva, y se consuma con la muerte de la per- sona, lograda por cualquiera de las modalidades calificativas sefialadas por la ley. La naturaleza misma del asesinato, la representa como una figura de accién primordialmente comisiva, pero puede configurarse también mediante omision impropia (comisién por omisidn). En este liltimo supuesto, Ja imputacién dependera de la observacién del mévil y la modalidad utilizada por el agente, y la comprobacién de la existencia de la posicién de garante, que en el caso conereto, vinculan la accion del agente al resultado, aunque mate- rialmente no exterioriz6 el comportamiento desencadenante de ta muerte (caso de Ia 351 enfermera que deja morir a su paciente, no suministrandole oportunamente sus remedios, motivada por la promesa remuneratoria de un tercero), ELEMENTOS MATERIALE:! 4.5.a) UNA VIDA HUMANA. 4.5.b) EXTINCION DE LA VIDA HUMANA. 45.c) CONDUCTA AGRAVADA.- Dichas circunstancias, que se traducen en distintas maneras de matar, que revelan una peculiar peligrosidad en el agente, y una mayor intranquilidad e inseguridad para ta colectividad, podemos apreciarlas desde los siguientes puntos de vista: - De acuerdo al mévil inductor: Por feroci- dad, por luero, por placer. - De acuerdo a la conexién con otro delito: Para facilitar otro delito, para ocultar otro delito, ~ De acuerdo al modo de ejecucién: con gran crueldad, con alevosia. -De acuerdo al medio empleado: Utilizando veneno, utilizando fuego 0 explosién, utilizando otro medio capaz de poner en peligro la vida o salud de otras personas. Las modalidades agravadas correspon- dientes al odio racial o religioso, que tipifica fa legistacién argentina (Art. 78.4), no son especificamente contempladas por nuestra legistacién pudiendo ser subsumidas por la ferocidad (en su caso), peto si la motivacién es decididamente orientada a la eliminacién total o parcial de un grupo social, étnico, racial o religioso, ello podria ser imputado por genocidio (Art. 319- Delitos contra la humanidad). La legislacién espafiola (Art. 22) agrava la 152 conducta del agente también en cuanto el delito se cometa: Mediante disfraz, con abuso de superioridad 0 aprovechando las circunstancias de lugar, tiempo 0 auxilio de otras personas que debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del delincuente. Por motivos racistas, antisemitas uotra clase de diseriminacién referente a la ideologia, religién o creencias de la victima, Ja etnia, raza o nacién a la que pertenezca, su sexo u orientacién sexual, o la enfermedad © minusvalia que padezca. obrando con abuso de confianza. prevalerse del cardcter piblico que tenga el culpable. ser reincidente En igual sentido, la legislacién alemana, hace referencia también, como circunstancia agravante, la codicia o por otros motivos bajos, la satisfaccién dei instinto sexual 0 con medios que constituyen un peligro pliblico (Art. 211) El Cédigo colombiano ampiia sus ias agravantes a “otro motivo abyecto”, a fines terroristas y a los casos en Jos cuales se atenta contra la vida de perso- nas internacionalmente protegidas o cuando ta victima es 0 haya sido servidor piblico, periodista, juez de paz, dirigente sindical, politico o religiose y el acto tenga relacién con tal condicién personal (Art. 104). circunstat NUESTROS COMENTARIOS SE REFERIRAN A LAS MODALIDADES DE HOMICIDIO AGRAVADO POR EL MOVIL INDUCTOR: 4.6. AGRAVACION DE ACUERDO AL MOVIL INDUCTOR. 4.6.4) HOMICIDIO POR FEROCIDAD.- La mayor reprochabilidad social y por ende, el agravamiento de esta forma de homicidio, Silfredo Hugo Vizeardo Jo encontramos en el Ambito subjetivo del agente, quien mata a un semejante, desprovisto de razones, 0 por motivos nimios o fitiles que desdicen su naturaleza humana y lo presentan como el peor de los monstruos. El homicidio brutal, ad lasciviam, o por libidine de sangre, que es como Carrara denomina aeste tipo de homicidio, «dibujan aun hombre peor que una fiera, al hombre que actiia s6lo por odio al género humano y que representa un peligro universal y de esta manera un incremento inmenso de dafio mediaton (Camaiio, 1952, p.245). «Ferocidad debe ser comprendida en su acepcién de fiereza; es decir, inhumanidad en el mévil» (Hurtado Pozo, 1982, p. 53). Este tipo de cualificante tiene su origen en Ja legislacién italiana, que la contemplaba en cuanto se actuaba «por el sélo impulso de brutal ferocidad» (maldad). En otros paises, como en argentina, se denotaba un especial «impulso de perversidad brutal», en Uruguay, se atendia a una «brutal ferocidad». Carrara lo denomind como «ad lasciviam © por «libidine de sangre». Mezger (Alemania), lo conoce come homicidio «por placer de matar» (1959, p. 41). En general, las legislaciones contemplan este tipo de figura homicida, ya que el hecho de matar a un semejante, sin mediar razones 0 por motivos intranscendentes o insuficientes, constituye un agravante muy especial del homicidio, porque tal circunstancia ocasiona enorme alarma social y demuestra extraordinaria peligrosidad en el agente. «El sujeto activo ultima una existencia sin ser evidente o indentificable el interés perseguido, o sin tener a la vista ventajas Silfredo Hugo Vizcardo proximas 0 ciertas». (Roy Freyre, 1974, p. 76). Eneste tipo de homicidia nos encontramos en un estado de indefensién y desamparo total, frente al ataque de quien quiere matarnos sin ninguna razén_o motivo sustancial. Nosotros no podemos atinar a ninguna defensa ante quien, de improvisto nos pretende ultimar sin tener odio, pasion ni fines de lucro. Por esto, para citar esta cualificante, en los casos concretos, es necesario que se encuentre ausencia completa de cualquier causa, aunque levisima de enojo, adversién, célera 0 antipatia, que haya impulsado la determinacién del agente; lo que lleva ala conelusién de que cuando el ataque fue dirigido contra un individuo determinado, al cual solamente, y no a ningin otro hombre, se queria quitar Ia vida, la tesis de la calificante en cuestién, resultard siempre insostenible porque «no actia por el silo barbaro placer de derramar sangre humana aquel que particular y exclusivamente anhela a sangre de un individuo» (Carrara, 1945, p. 247) La agravacién en este caso s¢ fundamenta en razén de que e} agente obra desproviste de razones 0 cuando cl mévil ¢s desproporcionade ¢ insignificante con respecto al resultado obtenido. En el primer caso, nos dice Niiiiez, el agente obra sin motivo consciente, «por impulso de perversidad brutal», motivado o impulsado por objetivos que se sustentan en el desprecio o en el odio del ser humano como tal, sin razones individualizadoras de ese desprecio u odio, y, por esto su impulso homicida es perverso (porque expresa suma maldad) y es brutal por inhumano (1961, 153 p.48). Esta primera hipétesis corresponde a los homicidios verificados por androfobia, lujuria de sangre, vanidad criminal, espiritu de prepotencia, etc. Tal es el caso de quien mata al pasar por su delante, por el s6lo hecho de haberle puesto “mala cara”. En el segundo caso planteado, el agente ocasiona la injusta muerte de un ser humano por Tazones fitiles, que son aquellos impulsos 0 estimulos insustanciales para la comisién de tal accién, debido a su insignificancia, Iejania y desproporcién, entre los extremos que son Ia conducta homicida y el homicidio propiamente dicho, Es el caso del zapatero que mata al muchacho que jugande bata sus herramientas, o del pandillero que dispard sobre quien, “osadamente”, invitd a bailar a su pareja en una pollada en el Agustino, Este tipo de agravante, como ya hemos expresado, atiende al mévil inductor y lo encontramos en el mundo subjetivo del agente, por lo que lo fundamental, agi, sera su determinacién, su «resolucién malvada» y en ningiin caso ef aspecto objetivo de la accién, representado en lo brutal de la ejecucién. No debemos, pues, confundiresta agravante con la muerte producida merced a un impulso torpe, cruel o brutal; esto determinard, en cada caso, otra conducta tipica, Lo que hemos de apreciar aqui, no es laejectcién en si misma del homicidio, sino el mévil determinante, el impulso brotal, «da resolucién malvada» Dice Roy Freyre, que si nos fuera exigible clasificar al autor de esta agravante, demostrativa de una especial peligrosidad, diriamos que integra la categoria que Di Tullio llama del «delincuente constitucional 154. de orientacién hipoevolutivay, cuyas principales caracteristicas psiquicas son e! escaso desarrollo de la ideacién superior, de la légica y de ia critica, en el campo intelectual; un persistente predominio de las fuerzas instintivas de contenido egoista agresivo; una constante y grave deficiencia de la sensibilidad moral, en el campo afectivo; una escasa capacidad inhibitoria y una habitual predisposicién a actos instintivos, automaticos e impulsivos, en el campo volitivo. Como consecuencia de estas caracteristicas, este tipo de delincuente esté predispuesto a toda actividad antisocial y delictiva, orientada predominantemente alos caracteres de la prepotencia, de la perversidad y de la brutalidad (1986, p. 137). Al respecto, apreciemos Ia siguiente juris- prudencia : Corte Superior de Justicia de Lima. Decima Sala Penal ; Exp. 04-97, con fecha diecinueve de marzo de mil novecientos noventa y siete, se condena a Victor Julio Diaz Frenon como autor del delito contra la vida, el cuerpo y la salud — homicidio calificado- en agravio de Roger Humberto Vidal Espinoza y por delito con- tra la Administracién de Justicia -contra la funcién jurisdiccional- en agravio del Estado, a Quince afios de pena privativa de la libertad, en consideracién a que con fecha dos de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, siendo las veintidés y veinte horas de la noche, en circunstancias que el agraviado transitaba con la testigo Natividad Huamani Zea, fue agredido por el acusado quien por el solo hecho de mirarle el agraviado le increpé, infiriéndole un corte enel torax con resultados fatales y por haber dado nombre falso para eludir su responsabili- dad....Ejucutoria Suprema: Exp. 1717-97, Lima veintiuno de julio de mil novecientos noventa y siete... VISTOS; de conformidad Silfreda Hugo Vizcardo en parte con fo dictaminado por el sefior Fis- cal; por sus fundamentos pertinentes; y CONSIDERANDO: que, segiin se advierte de autos, la conducta imputada al encausado Victor Julio Diaz Frenén, se encuentra prevista en el inciso primero del articulo ciento ocho dei Cédigo Penal, con pena privativa de la libertad no menor de quince afios; que, dicha figura delictiva comprende tanto el homicidio cometido sin causa aparente 0 presunta 0 como el cometido por ‘una causa insignificante, trivial, frivola o desproporcionada con el efecto ietal producido; que, asimismo el autor det homicidio por ferocidad nunca da una justificacién de su conducta; por lo tanto, para los efectos de la imposicién de la pena al referido encausado se debe tener en cuenta sus condiciones personales, asi como la forma y circunstancias en que perpetré el ilicito conforme a lo dispuesto por el articulo cuarentiseis del Cédigo Penal, por lo que debe modificarse la misma en atencién al articulo trescientos dei Cédigo de Procedimientos Penales; que, de otro lado la reparacién civil fijada por la Sala Penal Superior no guarda proporcién con el daiio ocasionado ai agraviado por lo que amerita graduarla proporcionalmente: declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia recurtida...; declararon HABER NULIDAD en la propia sentencia en cuanto impone a Diaz Frenén QUINCE ANOS de pena privativa de la libertad; y fija en cinco mil nuevos soles fa suma que por concepto de reparacién civil deberd abonar el sentenciado a favor de los herederos legales del acci con lo demas que al respecto contiene; reformandola en estos extremos IMPUSIERON a Victor Julio Diaz Frenér DIECISEIS ANOS de pena privativa de ia libertaa......; FUARON en quince mil nuevos soles la suma que por concepto de reparacién Silftedo Hugo Vizeardo civil deberd abonar el sentenciado a favor de los herederos legates dei occiso; declararon NO HABER NULIDAD en lo demas que contiene; y los devolvieron.... 8.8. MONTES DE OCA BEGAZO, ALMENARA BRYSON, SIVINA HUR- TADO, ROMAN SANTISTEBAN, GONZALES LOPEZ. 4.6.6) HOMICIDIO POR LUCRO.- Al respecto hay que precisar, que esia modalidad agravada tiene como fuente directa el articulo 152 det Cédigo penal de 1924, que a su vez, conforme precisa Luis Bramont Arias (C.P. Anotado, 1966), fue recogido de fuentes helvética, fundamen- talmente de ios proyectos suizos de 1916 y 1918, que siguiendo los lineemientos legislativos francés y aleman de ta época, insertaron como modalidad agravante en el homicidio ef “lucro”, entendido comoel afin de biisqueda de un provecho © ganancia econémica. Es asi que el codificador penal peruano de 1924, se aleja de Ja fuente espafiola que al respecto primé en la determinacién de tal agravante en el Cédigo penal de 1863, en ctiyo contexto mormativo se sefialaba como cireunstancia agravante del homicidio, ef hecho de matar “por precio recibido recompensa estipulada (Att, 232.1) (tendencia que incluso en fa actualidad sigue primando en fa legislacién espafiola; Art, \39.- Sera castigado..., come reo de asesinato, el que matare a otre concurriends: alguna de fas circunstancias siguientes: 2° Por precio, recompensa o promesa.). Come podemos aprecier, 12 tendencia espafiola estructura el tipo agravado sobre Ja base de que la rmuerte sea producida a una persona por mano de otra, que cumple un mandato pactado o contratado con un 155 tercero, que es el verdadero interesado en lamuerte y se obligaa una contraprestacién econémica en favor del autor material, Pero, si realizamos una estricta interpre- tacion del fundamento agravante, y no perdemos de vista que en nuestro vigente texto punitivo, éste se representa como un especial mévil inductor, debemos concluir en gue el término “lucto” se orienta mas a ser entendido en su acepcién de “codicia”, pudiendo abarcar in extensu, conductas en Jas que el mévil motivador del homicidio pueda serlo el afin de obtener recompensa pecuniaria o remuneratoria o el afin de obtener ventaja 0 provecho econémico, comoen el caso de matar a otro para sustracr sus bienes o privarlo de los mismos, 0 el de! sobrino que mata al tio rico para heredarlo, En todos estos supuestes se presenta una conducta sumamente reprochable, de un agente que quita la vida a otro por el desmedido affin de obtener una ganancia 0 provecho econdmico, que es e! fundamento del injusto sobrecriminalizado, (Apresiamos al respecto, que el articulo 211 del Codigo penal alemédn actual hace referencia, como circunstancia calificativa del asesinato ala “codicia”) No obstante le dicho, la tendencia jurisprudencial predominante en nuestro sistema (desde 1924 hasta la fecha), se orienta a aceptar Ia tendencia espafiols de “precio, recompensa o promesa econémica”, creyendo nosotros que ello deberia replantearse, maxime si la realidad actual evidencia situaciones de muerte en las que el motivo fundamental es el insano beneficio econémico (como el caso de quien maté al “cambista de délares” para arsebatarle su ganancia del dia), que merecen wna respuesta, mas pronuneiada en aras a la revaloracién 156 del concepto de prevencién general. Para ello no hay que modificar la ley, s6lo interpretarla correctamente. Dejando asi establecida nuestra posicién, y con afin didactic y por imperativo de ta forma en que operativamente se trata en nuestro medio juridico esta agravante, procederemos a analizarla, precisando inicialmente que el concepto que de ella se toma es el de la. muerte producida a una persona por mano de otra, que cumple un mandato pactado 0 contratado con un tercero, que es el verdadero interesado en la muerte y se obliga a una contraprestacién econémica en favor del autor material. Este tipo de homicidio agravado es conocido también como homicidio por mandato, por precio o recompensa remuneratoria (Art. 78.3, CP. argentino), por precio recibido 0 recompensa estipulada (por precio, recompensa o promesa ), homicidio por codicia (Art. 211 C.P. alemén). Como ya apreciamos, actualmente no comprende a la “codicia”, entendida como la biisqueda de algiin beneficio econémico indebido y procurado mediante la muerte de la victima, como el caso por ejemplo de matar al empresario para arrebatarle el dinero, que momentos antes habia retirado del banco para el pago de su personal. En este tipo de homicidio se evidencia una participacién a titulo de instigacién, donde podemos apreciar la intervencién de dos partes; la primera, compuesta por quien o quienes tienen interés real sobre la muerte toman el nombre de «mandante»; y fa segunda, conformada por quien 0 quienes seran los ejecutores materiales de tal Silfredo Hugo Vizcardo mandato, que toman el nombre de «mandatarion 0 «sicarion, Esta modalidad delictiva era considerado, por la teoria clasica de! Derecho criminal, como el tnico que Henaba el estricto concepto del asesinato. 1.a modalidad tipica determina en el agente, un accionar en sumo grado peligroso y cobarde, por cuanto nadie puede considerarse seguro contra este tipo de «per sonas», que por una recompensa econémica son capaces de metar a quienes no tienen rencor o pasidn, y es justamente este fin econémico la causa de agravacién de este tipo de homicidio. La culpabilidad y el caricter ilicito del acto se acentiian por la disposicion del agente para matar a una per- sona por un mévil bajo: obtener una ganancia 0 provecho econdmico. Este deseo Te conduce a tener en mayor estima intereses econémicos que la vida del préjimo. De esta manera, pone de manifiesto unespecial grado de culpabitidad que revela su personalidad peculiar (Hurtado Pozo, 1995, Manual D. P, - Homicidio, p. 56) Bien dice Niiftez, que «este crimen no tiene su raz6n cualificante en el mandato que ei asesino recibe del tercero, sino en ei. pacto infame sobre cl precio, que representa la causa por la que el autor material, interviene y comete el hecho» (1961, p. 48) Para su consumacién es necesaria ‘a existencia de una concertacién a priot implica la existencia de un pacto ocontrate, que puede ser verbal o escrito, entre el mandante y el mandatario, verificada an de la muerte y con la caracteristica de ser explicita y determinada al hom ademis de ser de naturaleza economic lo euai hemos de descartar delito: Silfredo Hugo Vizcardo 1° A quien mata merced = un acuerdo cuya naturaleza o finalidad ne retribuya para el sicario una contraprestacién ecenmica; 2° A quien mata en cun>!imiento de una apuesta 0 a titulo gratuito; 3°A quien, luego del homicidio y sin previo pacto, recibe una recompensa pecuniaria a apreciable en dinero; y, 4° A quien mara eon la esperanza de recibir una contraprestacién apreciable en dinero. Pues bien, aceptado hasta aqui que el criterio esencial en este tipo de asesinato es la contraprestacién econdmica; es decir, que existe “animus lucrandi” en el sicario, debemos acotar que es indiferente que tal contraprestacién 0 merced, sea grande pequefia (si es diminuta, podria asimilarse Ja conducta a la ferocidad) o que sea en dinero o en especies susceptibles de ser cambiadas en tai De precio se habla aqui, desde un punto de vista de suma de dinero, o de cvalquier bien que se traduzca en una recompensa apreciable en dinero. Asimismo, Puig Pefla manifiesta que. si bien es cierto que se requiere estipulaciér expresa de precio, no es necesario que tal sea pagado ni que la promesa se cumpla, o que exista tan sélo un pago parcial. Este tipo de asesinato eneuentra su consumaciénen la muerte y no ene! yacto para ‘al fin. «En el pacto, aunque seriament* voncluido, no se tiene ni siquiera zeritetiva porque con el pacto no se comienza !a ejecucién del homicidio, sélo se tendrd un conato cuando el sicario haya comenzado los actos externos de la ejecucién del homicidion (Carrara, 45, p.234). El mandante comienza @ re- sponder desde que el sicario empieza la 157 ejecucién del homicidio, no estando castigados en este caso la proposicién, la conspiracién y el acto preparatorio. Con respecto ala prueba del mandato, in- dica Catrara, que deben recordarse las reglas siguientes: 1° Que el mandato debe ser explicito y determinado al delito de homicidio; no puede equivaler a éI las expresiones vagas © genéricas. 2° Que es indispensable agregar a la prueba de la comision, también ta prueba de la positiva aceptacién, del mismo modo como se exigiria en el Derecho civil para declararse efectuado el contrato de mandato y todavia con mas estricto rigor. 3° Que no puede condenarse al mandante si no es conocida ja persona del mandatario, por cuanto pudiendo ser éste un enemigo mortal del extinto, al cual ha matado por motivos exclusivamente propios, determina la duda que implica el establecimiento ca- ‘bal del nexo contractual entre mandante y mandstario, lo que resuitaré siempre imposible de afirmarse cuando permanezca incégnito quien fue el matador. En lo que respecta a la responsabilidad en este delito, nuestra jurisprudencia ha determinado que en este tipo de homicidio, fa agravante s6lo abarcard al ejecutot mate- rial de la muerte, quien sera reputado asesino, mientras que para el autor moral, el mandante, no existira comunicabilidad de tal agravacion; es decir, no sera asesino {responder pot homicidio simple), pero segiin lo establecido por el articulo 24, sera pasible de ser reprimido con la misma pena del autor material a titulo de instigador. Doctrinariamente, s¢ ha discutido sobre el 188 problema de fa determinacidn de le seneién para este delito, distinguiéndose tas siguientes tendencias: 1° Mayor sancién para e! mandanie (que ya no es aceptada en docirina). Se fundamenta en la cobarde actitud de quien explota el espirita de lucro de otra a que mate, procurando asi, evitar el enfrentamiento con Ja victima y su impunidad, Esto to hace mas petigroso, dice esta tendencia. 2° Mayor sancién pare el mandatario. Se fundamenta en ui principio de cardeter ontoldgico, en cuanto el mandanie séio guise el delito, mientras que e! mendataric, a par que lo quiso, también lo ejecuté principio moral, porque ¢f mandante tiene siempre una gran pasiéa que fe impulsa » querer la muerte, mientras que el sicar! fue impulsado més que por la prosia maida? y por la avidez de mezquina ganancia; en un principio politico, en cuanto una mayor pena para el sicario disuadirla a otros sicarios de aceptar mandatos; en un principio juridico, por cuanto Ia actitud del sicario causa mey alarma social que la del mands: enon, 3° Equiparidad de la sancién, que es fa 9 tiene mayor aceptacién entre los penis y es la que acoge nuestro orden: “i nal; se fundamenta en e! hecho de circunstancias especiales de este delite, como son el pacto mortal y la nvomese fucrativa, demuestran una capecial peligrosidad por iguai en el manda el mandatario. Por dkimo, en caso del desestin e ocimiento ccario, y sino cbstante esto, lleva a cabo 6 nandante quedav’ Silfiede Hugo Vizeants 6 (si so hube és de verificeds dei detito hasta de: desesiimiento} Otrw caso que i efecto de un ervor, el sicarle mata aus p< sona diferer sicario vespe. parricidio, pe somo un medio para co nessigue. Al respecte, ena JURISPRUDENCIA... EXPEDIENTE 6 689-96,.SALA PENAL PERMA jnibtica la c FRE MOIS! OCH conira 0 i ALVA como el guardién de! indicate Guerra Ferna: de Inspeceién Teen: Silfiedo Hugo Vizcardo de recojo ..., se verifica que en el interior del Centro Educativo... se encontré el cadaver del que en vida fue Elfas Guerra Paredes, cuyo cuerpo estaba semi suspendido con una soga atada al cuelloy a una viga del techo, constatdndose igualmente que en la parte exterior de 1a habitacién a dos metros aproximadamente de la puerta de metal se apreciaba una maneha de sangre en e} suelo junto a un ladrillo con el cual aparentemente habia sido golpeado la victima; que, igualmente de las diligencias anotadas se verifies que el cuerpo del occiso presentaba lesiones visibles en la cabeza y rostro con abundante sangre coagulada, en dicha parte, asf como en la prenda de vestir; que, conocidos estos hechos las primeras indagaciones se orientaron a la persona de Onofre Mois Pérez, el mismo que a ser interrogado por las autoridades policiales a fojas cuarenta y cuatro en presencia del Sr. Representante del Ministerio Puiblico, acepta haber dado muerte a Elfas Guerra Paredes, explicando que actué a solicitad de su madre Anacieta Cilas, la misma que le pidié que matara al aludido agraviado en vista que éste Ia castigaba cruelmente al punto de haberle causado la ceguera en una vista; que, el acusado Onofre Moisés Salas, al continuar declarando ante la policia isa que actu6 en compaiiia del apodado ETETE”, el mismo que Jo ayuda en sus ilicitos propésitos debido a lo cual las indagaciones Hlevadas a cabo se orientaron a identificar a la persona que respondia al mencionado apelativo, resultando ser Misraim Alva Ochoa; que, Misraim Alva al declarar policialmente..., también en presencia del sefior Fiscal Provincial, acepta plenamente su responsabilidad, narrando de manera pormenorizada la forma y circunstancias de su intervencién, siendo ‘enfatico en precisar que gctud con plena 159 conciencia de la naturaleza de los actos que desarrollaba, aclarando que concurrié al lugar de los hechos con el propésito de cegar 1a vida del agraviado y robar los bienes que encontraron; que, Anacleta Cilas, al ser interrogada policialmente..., niega rotundamente las imputaciones que le efectiia su hijo Onofre Moisés Salas, indicando que en ningiin momento Ie pidid que matara al agraviado, reconociendo sin embargo adolecer de Ia vista izquierda debido a los maltratos y agresiones que le propinaba el occiso; que, Onofre Moisés Jas al rendir su instructiva..., basicamente se mantiene en su posicién original confesando que el dia veintinueve de febrero sali6 de la ciudad de Lima aproximadamente a las nueve de Ja mafiana con destino a AUCALLAMA, conjuntamente con su amigo Misraim Alva con el propésitocomiin de cegar la vida al agraviado Elfas Guerra, decisién que tomé a solicitud de su madre y co-acusada Anacleta Cilas quien era constantemente maltratada por Guerra Paredes, a quien identifica como esposo de su progenitora; que, este mismo acusado al deponer instructivamente, naita que el dia de los hechos luego de comer conjuntamente con su acompafiante esperaron e! momento oportuno siendo asi que sa madre y co- acusadla les avis6 el momento que su victima se habia retirado con destino a su centro de trabajo y al disponerse a actuar previamente le solicité dinero a su madre, la que les dio inicamente una suma reducida indicandole que buscara el bolsillo de la victima luego que Jo matara por cuanto sabia que tenfa le suma de cien nuevos soles, agregando que una vez en el escenario de los acontecimientos fue ¢ acusado Mistaim Alva, quien desarrollé las primeras acciones arrojando al agraviado al suelo boca abajo, atindolo y tapandole inmediatamente la cara 160 para que no reconociera a sus atacantes, Tuego de lo cual el deponente cogié un ladrillo golpeando a la victima en la cabeza, procediendo luego a estrangularlo con el empleo de una soga y finalmente colgarlo enuna viga utilizando para ello una soga que exprofesamente habia Ilevado; que, el acusado Misraim Alva al declarar instructivamente...confiesa igualmente su patticipacién en el delito que se le imputa, aceptando que concurrié al lugar de los. hechos con el propésito de matar al agraviado, objetivo que convino conjuntamente con Onofre Salas en la expectativa que éste lo ayudara a pagar un radio que debia, narrando de manera pormenorizada los detalles de su participacién, precisando que una vez en el lugar de los hechos le correspondié reducir al agraviado, a quien procedié a amarrarlo de las manos y taparle el rostro luego de lo cual su co-acusado golpeo a su victima con un ladrillo y a continuacién lo ahored con un azo, cumplido lo cual colgaron el cuerpo dena viga, escuchandose un sonido que fue interpretado como la ruptura del cuello del agredido, aceptando por iltimo que luego de cumplir estas acciones procedieron a apoderarse de especies que luego Vendieron; que, la acusada Anacleta Cilas al deponer instructivamente..., niega rotundamente haber determinado a sus co-acusados para que cegaran la vida del agraviado, no dando ninguna explicacién razonable acerca de las. motivaciones por las cuales su propio hijo le efectia sindicaciones en contrario; que, los acusados Onofre Salas, Misraim Alva y Anacleta Cilas, al ser examinados en el curso del acto oral en lo sustancial se mantienen en sus dichos ya reseiiados, siendo asi que el primero de los nombrados insiste en que su madre y co-acusada fue la que le pidié que matara al agraviado, debido a los * ke a Silfredo Hugo Vizcardo maltratos fisicos que éste le propinaba, mientras que el segundo acepta que particip6 del propésito comin de cegar la vida de Elias Guerra a cambio de un ofrecimiento econémico, coincidiendo ambos en la forma y modo de su actuacién y que luego de consumados los hechos se apoderaron de distintas especies que luego vendieron; en cambio la acusada Anacleta Cilas de manera persistente se mantiene en su negativa, aunque acepta haberle comentado a su hijo que el agraviado la castigaba cruelmente; que, de todo lo anotado ha quedado demostrado que el agraviado hacia vida convivencial con la acusada Anacleta Cilas, tal como la tiltima de las nombradas acepta de manera uniforme en el curso del proceso, aseveracién que se encuentra respaldada por el dicho de los testigos José Flores Baca...y Rosario Guerra Valle...; que, si bien en to actuado no obra partida de matrimonio de a acusada Anacleta Cilas con el agraviado los elementos de pruebas actuados indican que ambos hacian vida en comin; que, se ha probado que las _relaciones interpersonales entre la acusada Anacleta Cilas y el agraviado Elias Guerra, se encontraban totalmente deterioradas, produciéndose entre ambos constantes rifias como se evidencia de lo actuado...., asi como de la declaracién del pariente mas cercano de la victima...; que, se ha probado que la acusada Anacleta Cilas, sostiene que en la época anterior a los hechos fue golpeada brutalmente por el agraviado produciéndole lesiones que segun ella le originaban la pérdida de la visién de uno de sus ojos, as ha quedado establecido de las distintas manifestaciones de esta encausada, asi como de los debates del Juicio Oral; que, se ha probado que la acusada informs a su hijo y co-acusado Onofre Salas de las agresiones de que segin ella era victima, asi se ha Me Pics Silfiedo Hugo Vizeasdo esiablecido de lo sostenido uniformemente por el acusado en mencién en sus diversas manifestaciones y de la confrontacién de éste con Ja acusada Anacleta Cilas, actuada en el ‘curso de las audiencias orales; que, se ha probado que el acusado Onofre Salas de manera uniforme y coherente durante todo al curse del proceso ha sostenido que si madre y coacusada Anacleta Cilas le pi que matara al agraviado en vista que ya no Tesistia tos constzates waltratos de que era 0; que, se ha probado que la voluntad de Ia scusade de ruater sl agraviado ee habia ‘expresado cout anterioridad, tal como puede apreciarse ...dei acta mediante Ia cual el agraviado con fecha catoree de marzo de 1988, dejé constancia que Anacleta Cilas lo habia emenazade de muerte; que, se ba probade que Anacleta Cilas de manera deliberada creo las condiciones para determinar a su hijo Onofre Salas a que atente contra Is vida del supuesto agresor de se madre; que, fo antes anotade se evidencia del he noostabion Anacleta Cilas participaba c Salas de tes consiaes aitereado gute tenfa con al graviado, siendo creible que en estas coacebido Ia ‘onefre Moisés s quien de manera unifosme en el curso Gel proceso ha sindicado a su miadve come la persona que incitd 2 desarrotlar el hecho criminoso que se le impute; que. dado el grado de parentesco que tanto Anacleta Cilas como Onofte Moisés Salas aceptan, resulta inverosimil que un hijo pueda attibuirie un hecho falso a su madre maxime si de lo actuado no se evidencia mévil alguno que justifique tal despropésito; que, a mayor 161 abundamiento ¢s del caso anotar el mérito de las cartas obrantes en auitos..., que ia acusada en el eurso del acto oral a aceptado haberle enviado a su hijo en donde le conmina a que la “LIMPIE”, a fin de liberarse de responsabilidad, entendiéndose que tal posicién sélo resulta entendible en cuanto el dicho del acusada Onofre Salas fuera cierto; que, se ha probado que Anacleta Cilas no s6lo persuadié a Onofre Salas para que cometicra el ilicito materia de juzgamiento, sino también oftecié ventajas econémicas destinadas a Mistaim Alva por su participacién en estos hechos; que, lo an- tes anotado se desprende de lo sostenido por Onofre Salas de maneve. uniforme en el curso del proceso, en donde ha manifestado que sut coacusada ofrecié pagarie a Misraim Alva sna suma de dinero no precisada con el ijeto que cl Witima de los nombrados prestara su concurso en la consumacién de ios hechos matezia de juzgamiento; que, en relacién a este punto el acusado Misraim Alva ob momento de rendir su declaracién instructiva y en el curso del acto oral ha manifestado que aciud en la expectativa de una recompensa econdmica que le iba a proporcionat fs 2cusada Anacleta Citas con el producto de la cosecha de palta; que, lo manifestado tanto por Onofre Salas como Misraim Alva adquiere credibilidad si se tiene en cuenta que la acusada Anacleta Cilas poseia ef mévil para cegar la vida del -graviado toda vez que la aludida de manera uniforme ha sostenido haber sido vietima de severos castigas propinados por éste tiltimo; que, todo lo antes resefiado permite a la Sala Juzgadora la conviecién que 1a acusada Anacleta Cilas ofrecié ventajas econémicas a Misraim Alva por su participacién en este evento delictuoso y al haber determinado a Onofre Salas para que consumara estos hechos, le corresponde Ia condicién de 162 instigadora del delito de asesinato, mas ain si se tiene en cuenta que ra conciente que estaba propiciando un crimen por el que habia ofrecido ventajas econdmicas a uno de los participantes; que, se ha probado igualmente que tanto Onofre Salas como Misraim Alva el dia de los hechos concurrieron a la localidad de Aucallama con el propésito concertado de matar al agraviado, asi se desprende de lo confesado por ambos en el curso de fa investigacién y en el acto oral; que, se ha probado igualmente que el acusado Onofre Salas actu de manera planificada concertando primeramente con su madre la ejecucién de este evento delictuoso, adquiriendo con anticipacién las cuerdas que utilizo durante su consumacién y buscando el concurso de Misraim Alva para estos ilicitos propésitos, tal como se desprende de su uniforme confes: efectuada en el curso del proceso, que, se ha probado que Onofte Salas actué con alevosia pues se ha establecido que los actos determinantes de la muerte del agraviado lo realiz6 luego que la victima habia sido reducida, maniatada y no tenia ninguna posibilidad de defensa, habiendo actuado con un particular ensafiamiento, pues segin su propia confesién luego de descargar dos golpes contundentes sobre la cabeza del agraviado, con io que hubiera sido suficiente para cegarle la vida a la victima, ademas procedié a estrangulario con el empleo de una soguilla apoyando su pie en la cara del agraviado cuando éste yacia en el suelo indefenso, con lo que se demuestra también ‘que su accionar se dirigié fundamentalmente a atentar contra la vida de éste ditimo; que, se ha probado que Misraim Alva presté su consentimiento y apoyo para la consumacién del evento delictuoso materia de juzgamicnto, estando conciente de la naturaleza de las acciones en las que ae “hat Silfredo Hugo Vizcardo participaba, haciéndolo a cambio de una expectativa econémica, tal come to ha confesado en el curso de su procesamiento; que, en vista de Io expuesto se ha probado fuera de toda duda que el acusado Misraim ‘Alva actué por hucro en la expectativa de un beneficio econémico y por encarge de otto: que, se ha probado que una vez que los agentes de este evento delictuoso se percataron que su victima estaba sin vida procedieron a colgar sus restos de una viga con el propésito de simular un suicidio; que, se ha probado qne tanto Onofre Salas como Misraim Alva luego de consumar estos hechos se apoderaron de enseres que luego vendieron; que, esta probado que ef agraviado fallecié de traumatismo encéfalo craneano grave (fractura det hueso occipi- tal), tel como se desprende del certificade médico legal....; que, la muerte legal dei agraviado se acredita con !a partida de defuncién...; que, la materialidad del delito y la responsabilidad de Jos acusados se acredita igualmente con el paneux fotografico..., el acta de diligencia de reconstruccién...., la diligencia de confrontacién..., la pericia de biologie forense... y la dectaracién del pariente mas cercano de la victima..., ademdés de ies corsideraciones ya glosadas: que, en vista de lo expuesto la conducta de los encausadios se encuentra prevista en el arviculo ciento ocho del Céddigo Penal, correspondiéndole a Anacleta Cilas fa condicién de instigadors, a Misraim Alva la de coautor y a Onotie Salas la condicién de autor, de conformidad con los artfoulos veintitrés y veinticuatro del mismo cuerpo legal; que, para les efecto: de la aplicacién de la pena a imponerse formas y circunstancias cons ocurrie: hechos, la magnitud del dafio causado. la naturaleza de los hechos juzgades, las condiciones personales de los acusados, que se tratan de justiciables con escasa cultura que provienen de un medio socio econdmico Geprimido y que para e! case de autos resulta ademas de aplicacién los articuios once, doce, veintiocho, veintinueve, cuarenta y cinco, cuarenta y seis y novetita y tres del Cédigo Penal en concordancia con los articulo doscientos ochentitres y doscientos ochenta y cinco del Cédigo de Procedimientos Penales; Por estas consideraciones, apreciande los hechos y las pruebas con criterio de conciencia que la ley faculta, los miembros de la Sala Penal, dela Corte Superior de Huaura, Administrando Justicia a nombre de la Nacién: FALLA: Condenando a ONOFRE MOISES SALAS PEREZ, MISRAIM ALVA OCHOA, ANACLETA CILAS PEREZ CARAPI VIUDA DE GUERRA por el delito contra la vida, el cuerpo y Ia salud ~ asesinato- en agravio de Elias Guerre Paredes, a la pena privativa de la libertad de VEINTE. ANOS. ..; FARON: ep le suma de ocho mil nuevos soles que por concepto de reparacién. civil deberdn pagar los sentenciados...; MANDARON: que consentida y/o ejecutoriada que sea la presente sentencia, se expidan los corresponcientes boletines de condena y se proceda a su inscripcién en el Registro de Condenas de Ja Corte Suprema y en su oportunidad se remitan los autos al Juzgado de origen, para los efectos 2 que se contraen el articulo trescientos treintisiete del Cédigo de Procedimientos Penales. SS. CALDERON CASTILLO, PAUCAR GOMEZ, VILLACORTA GIL. Con respecio a este caso, la EIECUTORIA SUPREMA consideré que, de la apreciacién de los hechos materia del proceso resulta que la calificacién del delito cometido por la acusada Anacleta Cilas Pérez Vda, De 163 Guerra, no es la de homicidio agravado previsto en el articulo ciento ocho del Cédigo Penal, como lo ha consignado el Colegiado, sino de la de parricidio, contemplado en el articulo ciento siete del Cédigo acotado, dado que se ha establecido que la encausada antes mencionada era concubina de la victima; que, igualmente, respecto a la conducta que se atribuye alos acusados Salas Pérez y Alva Ochoa, se tiene que la misma se encuadra, especificamente, en los presupuestos del inciso primero y tercero del articulo ciento ocho del mismo cuerpo de leyes , por lo que finalmente se condena a Onofie Moisés Salas Pérez, Misraim Alva Ochoa y Anacieta Cilas Pérez Carapi Vda. De Guerra, por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud ~ Asesinato por ferocidad y gran crueldad -a los primeros y parricidio a fa diltima de fas mencionadas en agravio de Blias Guerra Paredes....8.S. MONTES DE OCA BEGAZO, ALMENARA BRYSON, SITVINA HURTADO, ROMAN SATISTEBAN, GONZALES LOPEZ. 4.6.c) HOMICIDIO POR PLACER. EI texto original del Cédigo penal no hacia referencia a este tipo de agravante, el mismo que se podia considerar contenido dentro de losatcances de la calificante de la ferocidad. Es recién, por disposicién del Decreto Legislative 896 <24-05-98> (y en igual sentido también la norma contenida en la ley 27472, que deroga dicho dispositivo legal), que se modifica el articulo 108 y se intro- duce, como una especial circunstancia agravante del homicidio, el mévil del placer, que denota en el agente una mayor perversidad y peligro social, cizcunstancias que fundamentan un mayor reproche y una justificada intensificacién de la punibilidad, Esta creacién legislativa determina la 164 3 a necesidad de diferenciar la agravante de la ferocidad en relacién al movil del placer, yo que ambas circunstancias agravantes, responden al mévil inductor determinante del homicidio. En tal sentido, fa ferocidad ha de cireunscribirse estrictamente a una forma de motivacién irreflexiva, violenta y brutal, mientras que el placer determina la presencia de una necesidad de satisfaccién malsana del gusto, diversion © entreteni- miento del agente. Desde la perspectiva tipica, nos encontramos ante la presencia de un tipo de tendencia interna intensificada, en relacién a la existencia de un elemento subjetivo adicional al dolo, que es justamente ¢! mévil del piacer. El placer ai que se refiere ¢) tipo, debe entenderse como la sensacién satisfaccién, agrado, entretenimiento o gusto, que motiva al agente al momento de matar, En tal sentido, Creus agrega que, “quien mata por placer lo hace por el gusto 0 agrado que le produce el acto, sin que otra motivacién io haya determinado” (1996,T. I, p. 36). La caracteristica esencial del tipo agrevado esté en Ja determinacién del agente, que busca matar con la finalidad de sentir placer, porlo que no debe ser motivado por otro tipo de circunstancias, ya que la muerte decidida y ejecutada por una causa distinta, no constituye Ja agravante en estudio, aunque el autor haya experimentado a posteriori (aunque sea eventuaimente) placer al realizarla. El placer debe situarse como circunstancia motivadora, animica y conscientemente presente durante el desarrolig del homicidio. La agravante en cuestién, abarca distintas circunstancias que, relacionadas con la muerte, pueden suscitar placer al agente, por Silfiedo Hugo Vizeardo ejemplo, el placer derivado de desahogar el instinto de matar sin motivo alguno 9 por motivos vanales (el gusto de probar el arma disparando al primero que pase con camisa azul); el derivado de una curiosidad malsana (ver correr sangre o contemplar por diversién ja agonia de su victima); ei derivado de placeres sexuales (estrangular a su victima durante el acto sexual); 0 el derivedo de otras sensaciones suficientes para producit satisfaccién en el agente (solazarse con el suftimiento de la victima). THE) CONCLUSIONES turaleza juridica del asesinato, habré que plantearse en primer ingar, si estamos ante un homicidio especialmente circunstanciads 0, por et contrario, ante un delito autonome, ©: consideracién la cuestion fundamental estriba es si ris encontramos ante ung figura, delictiva con un contenido de injusto propio 0, por él contrario, éste debe ver genéricamente en ia iesion de Is En ial sentido, y como cone!usi afirmar que él injusto y ta culpabilic exigidas en el delito de asesinato son exactamente iguales que én el homicidio. Bi bien juridico protegido fundamental y genérico es ia vida, y en tal sentido se reprocha su lesién o puests en peligro. ® Debido al origen legistative conndin de las agravantes homicidas de la ferocidad placer, cabe hacer wn preciso distingo. En tal sentido, la ferocidad ha de cireunseribi estrictamente a una forta de motivacisy flexi: a, violenia y brutal. placer cetermina necesidad de satisfacciéa diversion o entretenimien: Silfredo Hugo Vizcardo modalidades agravantes de la ferocidad y del placer, nos encontramos ante la presencia de tipos de tendencia interna intensificada, en relacién a la existencia de un elemento subjetivo adicional al dolo, que es justamente el mévil que motiva la conducta homicida del agente (Ia ferocidad o el placer). © En cuanto a la modalidad agravante del lucro, debemos precisar, realizando una estricta interpretacién del fundamento agravante, sin perder de vista que en nuestro vigente texto punitivo, éste se representa como un especial movil inductor, debemos. concluir en que el término “lucro” se orienta mas a ser entendido en su acepcién de “codicia”, pudiendo abercar in extensu, conductas en las que el mévil motivador del homicidio pueda serlo el afin de obtener recornpensa pecuniaria o remuneratoria o el afan de obtener ventaja o provecho econémico, come en el caso de matar a otro para sustraer sus bienes © privarle de los mismos, 0 el del sobrino que mataal tio rico para heredarlo, En todos estos supuestos se presenta una conducta sumamenie reprochable, de un agente que quita la vida a otro por el desmedido afin de obtener una ganancia 0 provecho econémico, que es el fundamento del injusto sobrecriminalizado. BIBLIOGRAFIA ALIMENA, Bernardino. Delites contra la persona Estoril Temis. Bogota 1975 BACIGALUPG, Enrique. Maral de Derecho Penal, Parte General. Editorial Temis. Bogoti - Colombia. 1988. BACIGALUPO, Enrique. Los Delitos de Homicid ‘Monografias Juridicas. Editorial Temis. Bogoté-Co- Jombia 1989, BAGIGALUPO, Enrique. Estudios Sobre la Parte Es- pecial def Derecho Penal, 2da Edicion. Editorial Akai. Madrid 1994 BRAMONT ARIAS, Luis. Cédigo Penal Anotado (1924), Lima ~ Peri, 1966. 165 CAMANO ROSA, Antonio, Delitos contra la. pers ‘na fisica La Justicia Uuguaya, T. XXV‘See. Doc- trina Montevideo 1952 CARRARA, Francesco, Programa del curso de Dere- cho criminal. parte especial. T1. Editora de Palma Bs.As. 1945. 11° Edicion. ‘CREUS, Carlos. Derecho Penal: Parte Especiah-Tomo 2. 3° Edicién, Editorial Astrea, Buenos Aires Argen- tina, 1991 CUELLO CALON, Eugenio. Derecho Penal Editora [Nacionsl. México 1988. Novena Editi, ESER,. Abin. Derecho .Penal, Medicina .Genética Idemsa Editores. Lima 1998 FONTAN BALESTRA, Carlos. Detecho Penal parte ‘especial. Buenos Aites 1959. “alleres El Geéfico. FONTAN BALESTRA, Carlos. Tratado de derecho penal IV, parte especial. Talleres grificos Dulau. Buenos Aires 1969. GARCIA MAANON, Emesto, Homicidio Simple yy Homicidio Agravado. Editorial Universidad Bue- ios Aires 1980, GIMBERNAT ORDEIG, Enrique. Estudios de Derecho Penal. Exitaril Tecnos S.A. Madrid 1990 - 3° Edicion GUTIERREZ ANZOLA, Jorge Enrique. Delitos con- trala Viday la Intogridad Personal, Editorial Lito erifiea, Colombia. VolII, 1946 HUGO VIZCARDO, Silfiedo, Delitos contra la vida yel cuerpo y la salud. Pro Detecho, Lima 2004 HURTADO POZO, Jost. Manual de Derecho Penal Paxte Especial 1» Homicidio, Segunda Edicién, Edi- ciones Juris-Lima 1995, JAKOBS, Gunther. La imputacién Objetiva en De- recho Penal. Editorial Grijle. Lima 1998 LEVENE, Ricardo. Manual de Derecho Penal, Par te Especial 20 Eicibn-Editor Vietor P. de Zavaia Buenos Aires, Argenting 1978 MAGGIORE, Giuseppe. Derecho Penal Parte Espe- cial, Volumen If, De los Deitos en Particular. Edito- Fial Temis. Bogota; Colombia 1988. MEZGER, Edmund. Derecho Penal Libro de estu- dio de Ia parte especial. Buenos Aires. Editorial Bi- bliografica Argentina, Julio 1959. 4ta. EdiciOn ale- mana traducida. MUNOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal Parte Especial. Undécima Edicién. Editoria tirant lo blanch. Valencia 1996. NUNEZ, Ricardo. De Aires, Setiembre 1961.T IL PENA CABRERA, Rail, Derecho Penal Pervano Volumen I, parte especial. 4ta Edicién. Lima-Pert. 1982. QUINTANO RIFOLLES, Antonio. Tratad de la Par- te Especial del Derecho Penal. Tomo I: Infracciones Contra las Personas. Editors! Revista de Derecho Privado. Madrid. 1962. QUINTERO OLIVARES, Gonzalo; VALLE MUNIZ, José Manuel. Comentarios a la Parte Especial del 166 Derecho Penal. Aranzadi Editorial. Pamplona Espa- fia, 1996, ROY FREYRE, Luis E. Derecho Penal Tomo I Par- te Especial. Delitas contra la vida el cuerpo y Ta sa- ld, delitos contra el honor. 2° Edicién - Editorial y Distribuidora de Libros $.A-Lima - 1986. ROXIN, Claus. Derecho Penal Parte General. Tomo I: Fundamentos, La Estructura de la Teorfa del Deti- to. Editorial Civitas. Madrid - Espaia. 1997. SOLER, Sebastian. Derecho Penal Argentino Tipografia, ae Silfredo Hugo Vizeardo Editora Argentina Buenos Aires. VILLA STEIN, Iavier.Derecho Penal Parte especial I-A; Delitos Contra La Vida, el Cuerpo y la Salud. Editorial San Marcos. Lima 1997. WELZEL, Hans. Derecho Penal Aleman. Editorial Juri- ddica de Chile, 11° Edicién, 1976, ZAFFARONI, Eugenio Rail. Manual de Derecho Penal Parte General Tomo I. Ediciones Juridicas.4ta Edicion 1985,

You might also like