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qt fon Y > Lil co REVISTA GEOLOGICA DE CHILE Editada por: SERVICIO NACIONAL DE GEOLOGIA Y MINERIA Con 6! auspicio de: SOCIEDAD GEOLOGICA DE CHILE Editor: Ernesto Pérez dA, Comité Editor: Vladimir Covacevioh C. José A Naranjo S. John Davidson M. Alvaro Puig ‘Constantino Mpodozis M. Carlos F. Ramirez A. Jorge Munoz B. ‘Sergio Rivano , Coordinacora de Publicaciones: ‘Myra BiberS. Editores Asociados: Francisco Camus, Santiago, Chile Rubén Martinez, Univ. Chile Roynalde Charriar, Univ. Chile Huber Miller, Univ, Munchen ‘Umberto Cordani, Univ. Sao Paulo Robert Pankhurst, Br Antarct Survey Alfredo Cruzat, Santiago, Chile Vietor Ramos, Univ. Buenos Aires ‘George Ericksen, U.S. Geol. Survey ‘Alberto Riccardi, Univ. Nac. La Plat Estanislao Gadoy, Univ. Chile Richard Silltoe, London, U.K. Eduard Gonzalez, ENAP-Chite Charles Stem, Univ. Colorado Femande Henriquez, Univ. Santiago de Chile Enrique Tidy, CODELCO- Chile Francisca Hervé, Univ. Chile Mario Vergara, Univ Chilo Wes Hildrath, U.S. Geol. Survey Marcos Zentli, Dalhousie Univ., Canadé Leopolda Lépez, Univ. Gaile Colahoraron, ademas, en la presente edicién’ RAlimencinger. &. Berg, A. Eisenberg, D. Espineira C. Herero, M Hervé, P.Sepilveda, A, Sita, 1M. Soffa, F. Urada REVISTA GEOLOGICA DE CHILE Volumen 15, Nimero 2, 1988 Inecrincién No. 70.117 © Servicia Nacional da Geologia y Mineria, Avda Santa Maria 0104, Casilla 10485, Sentiago, Chile. Maria Teresa Cafias P. Directora Nacional José Corvalin D.» Subdiroctor Nacional de Geologia Digitaci6n: Nancy Espinoza P Dibujo: Oriana Gonzalez M , Karin Rolott H. Tirajo’ 1.000 ojomplaros ISSN 0716-0208 Igresos OGAA, RobortoEsprora 1556 Fore 5860007, Sertaga OF Dioarirede 1386 REVISTA GEOLOGICA DE CHILE VOLUMEN 15, NUMERO 2, 1988 SERVICIO NACIONAL DE GEOLOGIA Y MINERIA CONTENIDO Provincias magnéticas de Chile Cental J.C. Paray G. Yanez. Tectonismo sinpluténico de diortas jurdsicas al sur do Valparaiso: Datos U-Pb sobre la ‘Fase Quintay’ Godoy y W. Loske. E! basamento dol valle del Trénsilo, Cordillera de Vallenar: Eventos magméticos y metamérfices y ‘su relacién con la evolucién de los Andes chileno-argentinos. L. Abba, C. Mpodozis, F. Herwi, C. Nasiy R. Moscoso, Esiilos estructuraies on el Norte Chico de Chile (28-31°S), Regiones de Atacama y Coquimbo. F. Moscasoy C. Moodazis. NOTAS GEOLOGICAS ElAconcagua, ¢ parte de un véledin mioeano? E, Godoy, A. Harrington, wf Fierstein y A. Drako. ‘Sobre el halazgo del mito volcan Fleclus, ex Mano del Diablo, Hielo Patagsnico Sur, Magallanes, Chile, S.M Haranbour, Actividad volednica histérica en la regiin de Magallanes. nt Martini ostimanes presentados al IUGS/UNESGO Deposit Modeling Workshop: Hycrothermal systems in voleanic centers Instrucciones a los Autores. tot 118 128 181 167 173 tt 187 215. REVISTA GEOLOGICA DE CHILE VOLUMEN 15, NUMERO 2, 1988 SERVICIO NACIONAL DE GEOLOGIA Y MINERIA IssNo71s-0208 CONTENIDO Provincias magnéticas de Chile Cental. J.C. Parray 6. Yéfez. tot Tectonismo sinpiuténico de diomtas jurdsicas al sur de Valparaiso: Datos U-Pb sobre la ‘Fase Quintay’. E Godey y W. Lesko. 118 E! basamento del valle del Trénsito, Corillera ce Vallenar Eventos magréticas y metamérfcos y su telacién con la evalucién de los Andes chileno-argentinos. L. Abba, C. Mpodoris, F. Hervé, C. Nasi B. Moscoso 129 Estilos estructurales en of Norle Chico de Chile (28-$1°S), Regiones de Atacama y Cocuimbe. R Moscosoy ©. Mpodbzis 151 NOTAS GEOLOGICAS Et Aconcagua, ¢ partade un volcan miocen? E. Godoy, A. Harrington, J. Fierstein y F Drake. 187 Sobre el allazgo de! miico voloén Reslus, ex Mano del Dishio, Hilo Patagénico Sur, Magallanes, Ghie. SM Harambour 173 Actividad volosrica histérica en taregiin de Magallanes. M. Martin 11 Festimenes presentades al |UGS/UNESGO Dapesit Madeling Workshop: Hyarothermal eystoms in volcanic centers, 187 Instrueciones a los Autores. 215 Portada, "Grarito orbicular’ en contacto sinvose con granodiorita, que allora en la localidad do EI Fodilo, ca. 10km al nore de Caldera, [Mayores detalles en Nota del Editor] Fotogratia: Or. duan Grau Come povaca de las siguentes Revistas Geoltgicas se escogerd, en primera instani ‘Que se ineluyan en eaca nimara y qua sea apropiada para dicho in, Se resomionda enviar diapastivas 6 ftogratas la melorfotagralia do los atleulas ‘res con arientacién verkcal, eaneiderande, aderids, que el tercio superior izquerde iva la éentiicactn de la Reet, ia ‘eve cubre esa parte do a ftogralia. ESTILOS ESTRUCTURALES EN EL NORTE CHICO DE CHILE (28-31°S), REGIONES DE ATACAMA Y COQUIMBO. RANON Moscoso SRST NO BSS Sovvcio Nacional de Geologlay Minera, Gail 10865, Sarsaga, Chile RESUMEN En Chile, entre los 28° y 31°S, la cadena andina esté formada por dos provincias lectdnicas eon estos estructura. les distintos pero complementarios. La Cordilera Frontal (CF) esté cominada por ia cefornacién de basamento {thick skinned), caractetizada por falas inversas, ‘pares’ y doas ce basamento, a fas cuales so amolda una cobertura de comportamianto gasivo. La regién castera, en cambio, muestra Una de‘ormacién pelicular (thin skinned} con su cober tute volegaica cretAcica, relleno do la cusnca marginal ‘abortadsa’ dol Norte Chico, deformaca en pliogues abiertos de grea longitud de onda y escamas diigidas hacia el oeste en las calizas neecomianas. Durante el colapso de la cuenca, en el Cretécico Inferior tarcio-Superio”, las secuencias volcanicas de Ja Provincla Costera comenzaron a cabalgar sobre ‘ sorempujadas debaje del hasamento de la Corcillera Frontal. Con posterioridad (Ollgoceno-Micceno}, al amalazamien- to del arco magmétice andino sobre la Cordillera Frontal produje un dobiltamionta térmico de la cartoza, do tal modo que frome a las estuerzos compresivos, y antes del Mioceno Medio, ésta se detormé on un estilo thick skinned, similar el de fa Provincia Lardimica de las Montaftas Rocallosas oriantales, Sin embargo, la ‘ongitud de onda do la doformacién tue mucho manor que-en la Provincia Laramica debide, orobablemente, a la escata profundidad que aleanzé In Zora de Tran sieién Fragi-Dictil en la corteze, durante la deformacién. Esta cos6, al menos en Chile, al producise el ‘aplanamienio’ dol anguia de subduccién durante al Miccona Medio-Suporiar y la cencam tarte migracin hacia al este dal frente de do. farmacién. Detido a ello, pese a que ¢| estilo estructural ce la Cordilera Frontal es muy paracido al de las cadenas crista- linas de antapals, sta quads ‘arapada’ en el ndcleo del orégeno andino Polnbrne caves: Tectinice, Estos estuctraies, Basamenio, Cobertura, Fata, Piegues, Nore Chia, Chile, ABSTRACT Between 28° and 21°S, the Chilean Andes include two major tectonic provinces. In the Frontal Range {FR} the stus- tural style is dominated by a thick skinned type of deformation with large crystaline basement blacks, bounded by east and wast verging raverse faults and basement-cored anticlines. Tae Coastal Province is a ‘hir-skinned! region in which the Cretacsous voleano-secimentary infil of the Central Chie ‘ebortec’ marginal basin is deformed by open. long wave length folds, as well as by east and wast verging thrusts. During basin collapse, starting i the lata Lower to Uppar Crota ‘coous, the volcanics were thrusled over or uncerthrusted beneath the uplifted western FA margin. In the Middle Terbery tho FAL was thermally weakened as a rosult of being heated by the eastadvancing Andean magmatic front. Facing tectonic stresses the FR was then deformect in a thick-skinnad fashion very similar in style to the Laramide Province (Westom US ] and the tectonicslly active Sierras Pampeanas (Argentina}. Wavelangth ef doformation is much serail, however, probably due to the oxisisnce of a very shallow ‘britie-to-ductile ransition zene in the erust during the defor ation Middle to Late Miocene flattening of tha Bonioll zone pracuced a displacement of the deformation front towards the east, while deformation ended in the FR. As a ‘inal result, the FR. despite that its tectonic style 1s quite similar ta ome foreland chains af basement uplits, bocams *rappad inthe cora of the Andean oragen Key words: Tectonics, Sovewral ses, Basement, Gover, That, Feats, Folds, Nee Ghco, Oe INTRODUCCION En ol Norte Chico chieno, entre los 28°y 31°, 1. La Provincia Costers, constituida, {undamen- se reconocen dos provincias geolégicas mayares: — talmente, por voleanitas y sedimenttas mesozoi- Berta Gute C0 ne Vol 15,Na.2 151-908, gs 9068 152 cas intruidas por batolitos mesozoice-paledgenos; y 2. La Cordillera Frontal, tradicionalmente llama- da ‘Alta Cordillera’, en la cual el predominio de los terreno plulo-voleénicos del basamento (Paleo: 20i¢0-Triasico} demuestra que ella ne posee una in dividuatidad geolégica propia, Corresponde a la prolongacién de la bien conocida Cordillera Fron- ‘al, ontidad morfolégica y geo'égica fundamental de las provincias argentinas de Mendoza y San Juan (Gaminos, 1979; Jordan et al, 1983) y que penetra en tetritorio chileno al note de los 31°S {Mpodozis et af, 1985). Ambas provincias presen- tan estlos estructurales Gistintos: una (Cordillera Frontal) dominada por deformacién ‘thick skinned enelbasamento y, la otra (Provincia Costera), por deformacién pelicutar (thin skinned’) de la cobert ravokeano-sedimentaria mesozoica, El propésito de este trabajo as presentar cuatra perfiles tansversales, que ilustran el estilo es ‘ructural de ambas provincias (Figs 1, 2}y, basa- do en ellos, discutir el estilo estructural de este sector de fos Andes chilano-argentinos. ANTECEDENTES GEOLOGICOS En la Provincia Costera se encuentran afiora- mientos de rocas metaméificas y sedimentarias, paleozoicas, representalivas de asociaciones de prisma de acresién y/o cusnoas de ante-arco (Her- vé ef al, 1981, Moscoso et af,1982; Rivano y Se- pulveda, en prensa) cubiertas, en discordancia, por secuencias detritico-volcanicas del Triasico- Jurasice Inferior (Moscoso y Covacevich, 1982; Mundaca et af, 1979; Rivano y Septlveda, en prensa). Hacia el este se disponen, an discordan- cia, miles de metros de lavas andesilicas y basélt- cas, con intercalaciones de sedimentitas marinas y continentales del Cratacico. Diversas formacic- nes, dispuestas en franjas cada vez més jovenes hacia e| este, ge incluyen en esta secuencia. Las ms antiguas son el Grupo Bandumias {formacio- nes Arqueros, Quebrada Marquesa y Bandurtias: Aguirre y Eger, 1965; Moscoso at af, 1982) y el megalente calcareo del Grupa Chanatcillo, del Cro- técico Inferior; sobte éstas se siléan fas formacio nes Cerrillos y/o Vifita (Thomas, 1967; Seger strom, 1988), Dichas formaciones, representati vas de lendmenos volcénicos y sedimentarios acu: rridas on ambiente de cuenca volcénica extensio- nal de tras-arco (Cuenca Marginal Abortada del Norta Chico’, Mpodozis y Ramos, en prensa) estén cubiertas, en ciscordancia, por reducidos aflora ESTILOS ESTRUCTUAALES ENEL NORTE CHICO miantos da volcantas del Paledgono (tormaciones Cero La Peineta y Los Elguinos: Dedids, 1987; Zentili, 1974) @ intruidas por plstones calcoalcali- nos del Jurdsico-Terciario inferior, dispuostos, también, en tranjas cada vez mas jévenes hacia el sto. La Cordillera Frontat corresponde a un iloque de basamento (Paleazcico-Tridsico Medio) del or6- gare andino, elevada por la deformacién a alturas que culminan a mas de 6.000 m, cubierto, en dis- cordancia, por delgadas y angostas franjas longitu- dinalos do secuencias meso-cenozoicas, limita- das por ‘allas inversas (Maksaov of al, 1984; Nasi et al, an prensa: Mpodozis y Comejo, en prensa; Figs. 1, 2). El basamenio es {undamental- monte cristalin, formado por graniteides (batoli- tos Elqui-Limari, Chollay, Montosa-E! Potro: Cor- nejo et al, 1984; Maksaev ef ai,1984; Mpodozis ft al, 1985; Nas! et al, 1985, en prensa), compla- jos pluténicos del Paleozoic supetior-Triasicn, ‘que intruyen a unidades metamédicas del Palea- 20100 inferior (Riba, 1985; Mpecozis y Cornejo, en prensa), sacuencias sedimentarias marinas det Devénico-Carbontiero (Reutter, 1974; Comejo, 41882) y, lavas acidas del Paleozoice superior Trid- sico (Dediés, 1957; Maksaey et al,1984; Nasi ef al, en prensa). La cobertura se inicia en et Triasico Medio-Supe~ rior con secuencias marinas y continantales (ler maciones Las Breas y San Féix; Dedids, 1967; Reutter, 1974) y lavas andositico-basalticas del “Tasico Superior-Lias (Formacién La Tatora, Reut- ter, 1974}, que dan paso a calizas, areniscas y conglomerados de ambiente marino costanere (lor maciones Tres Cruces y Lavtaro; Dediés, 196: Segerstrom, 1968; Jensen 1976), cubiertes por sedimentos continentales rojos y lavas andesiti- cas del Jurasion Superior (tormaciones Algarrobal Bafos del Toro, Picudo, Mostazat: Dedids, 1967: Reuter, 1974; Jonson, 1976; Moodozis y Cornejo, fen prensa). Al sur de kos 29°45'S se disponen, dis- cordantemente sobre ellas, secuencias marinas y lagunazes del Cretacico Inferior (tormaciones Rig Tascadero y Pucalume; Dediés, 1957; Rivano, 1980). En la zona tronteriza entre Chile y Arganti- na (Fig, 1}, afloran secuencias volodnicas, princi palmenta nedgenas (formaciones Dona Ana, Corre de Las Tértolas, Vallecito; Maksaev et af, 1984; Kay ef al, 1987, Mpodozis et al,, 1988), represen- talivas de un intense volcanism oligoceno-mioce- no superior, después de lo cual cosé la actividad voledinea en la ragiéin F Moscosoy © Mouser 183 FIG. +. Mapa toeténico de! terntorio chilena entre los 28° y 31°S. Nolar la cistibucién de las alloramientos de basamento gue predominan emplamente en la zona ationtal (Cordillera Frontal}, en contraste con la cobertura, pnncipeimente masezorca, de la Provincia Costera 154 ESTILOS ESTRUCTURALES ENEL NORTE CHICO PERFILES ESTRUCTURALES En la figura 1 se prasanta un mapa tocténico es- quomatice de! territorio chileno entre los 28° y 31°S y. en la figura 2, cuatro porfiles estructurales a es- ‘ala de la misma zona, Ambas figuras muestran, en forma generalizada, las relaciones geométricas existentes entre las diversas unidades de la Pro- vincia Costera_y Cordillera Frontal. E perfil mas septontrional {ue trazade aproximadamente a la la- titud 28°S, al sur dal valle del rio Copiapé; ol se- gundo, a la altura de Vallenar (28°45' S j; y las dos ‘ikimos, alo largo del valle de Elqui (29°45'S) y re gin cel Limati (30" 45° S}.En todos ellos se puede ver, facimante, el ya mencionado contraste entre los estllos estructurales da ambas provincias. No 2s [a intencidn de este trabajo electuar una des- cripcién detatada de cada uno de ios elementos prasemes es esos perfiles, sino destacar y comen- tar los rasgos mas significativos de los mismos. Ello sa ve dificultado, especialmente en la Provin- cia Costera, por el gran volumen da los intrusivos meso-cenozoicos, que interrumpen la continuidad de las estructuras. El analisis de la estructura regional se hard sin considerar la influencia de les intrusivos. PROVINCIA COSTERA Durante el Cretacico Interior, entre las 27° y 83°, la paleogeogratia estuvo controlada por la ‘Quenca Marginal Abortada’ del Norte Chico (Aberg @f al, 1984; Moodozis y Ramos, en prensa), ‘rif yoleano-tectéaico extensional de tras-arco. en el cual se acumularon miles de metros de picoclas- tos y sedimentos, marinos y continentales, © inter- calaciones de lavas ricltica- basaltioas. Sus analo- gos_modernas hay que buscaties an 6! Estvacho de Branstield, on la Antartica (Storey y Garrett, 1985), la ‘Central Vocanic Zone’ de Nueva Zelandia (Stern, 1987) 0 la Cuenca de Okinawa (Letouzey y Kimura, 1986; Sibuel et af, 1987). El colapso de la cuenca extensional en el Cretacica Inferior tardio- ‘Superior, producto de! avance del arco 0 ‘piatelet" frontal contra el margon pasivo oriental, de la cuenca produjo una intensa deformacién en la zona de contacto entre cuenca y antepais. Las formaciones volcénicas cretacicas (reileno de la Cuenca Marginal) forman un ancha sinclina- rium entre los afioremientos del basamento coste- roy la Corcitlera Frontal, Al interior del sinetino- rium, son evidentes diversas fallas inversas y ca- balgamiantos inclinacos, tante al este como al oes- te, que afectan especialmente a los niveles caled- reos neccomianos del Grupo Chanarciilo (Figs. 1, 2) definiendo para esta provincia un tipo de defor- macién pelicular (thin skinned’ o "thin shelled’ en el sentido de Chamberlin.1919). Las estructuras que ofrecen mayor interés se encuentran en ia zona, de contacto con la Cordillera Frental, Esta es una ona de especial concentracién de la deforma- cin, que muestra, 2 fo large del rumbo, importan- tes varlaciones geométricas en las relaciones ba- samonto-cobertura. En la figura 3 se presentan cuatro perfiles interprotativos, que ilustran las va~ riacionas on la posible estructura profunda de esta zona de contacto. En el valle del rio Copiapé (Amolanas-Iglesia Co- lorada, Fig. 1) la cobertura volcanic, y especial- mente sus riveles basaies sedimontarios jurdsi- os, estan cabalgados hacia el aste sabre ei blo- que de basamanto cordillerano (Fig. 2). El nivel de despague que contrala les cabalgamientos parece ser 'intracobertura’ en las escamas mas oocidanta- les, pero, hacia el este, involucra directamente ef basamento, quizas cizallado, a fo largo de un cabalgamiento subshorizontal (Fig. 3) En ef valle del Huasco no axisten fallas mayo: res visibies en ef contacto Provincia Costera-Cordi- llera Frontal, A lo largo del valle del Carmen, las for- maciones basales, triésico-jurdsicas, de la cober- tura envualven, subverticalas @ incluso ligeramen- te invertidas af osste, al ndicieo de basamento car- dillorano (Fig. 2). El borde occidental de la Cordille- ra Frontal podria, por o tanto, modelarse como un anticlinal de pared colgante (hanging wall anticline} sobre una (o varias) fallas ciegas en el basamento (Fig. 3). Si se consideran los razonamientos da Coward (1983} y Knipe (1985) en cuante al gasto de energia requerido para ‘formar diversas lipos de cabalgamientos, éstos deberian enraizarse al este con un plano de despegue (‘décollement’) subhori- zontal. Al norte del rio Transito se produce una brusca interrupciéa de los atloramiantos del basamento, Liga da'Ghaite Llano de Lo Jauta 28° 45 @® Quebrada La Higuera 6 ~ Quebrade Martencilto camer GLEE Ginohes Quebreda Camerones 3.000 7 f ° FIG. 2 Secciones estucturales a través det Norte Chico, entre los 28° y 21°S, (Ubicacién de los porfies en la figura 1.) Pa-Tr: Basamanto del Paleozoico: Triésico Medio, principsimente cristalino (Pe: Prisma do acracién de la zona eostara) Tr: Rocas sstratiticadas, sedimentarias y volednicas, del 29° 45° “nasio: Jt Secuancias sedmertarias marinas y ® continentales del Jurasico |nferior-Medio; Js: Y Cordén de Li Continentalas y volcanicas del Jurasico Superior, S000- Quebrade Santa Gracia eleano-secimentaras d6!Oretécico nln, a alzas neocomianas, Cret,; Cretacica oo indiferenciade. Tore. int. Formeciones volemicas, ° : rans Sa ceree nahi “eel secuenclas volednicas y sedimentarias del Oligo- ' ‘Cret Mecano (Miae.: Mioceno). t Granltoides (ur Jurisica; Cret.: Craldcico; Tere: Terciario) 19 _20km ee ae 30°45! 000 ‘CAREN 3000 | — ret. 4 rer} FEE Se oe 7% ay = ae eps +4 RR st * ere. * “| ecre Paso de Lo Dilito IGLESIA COLCRADA CHILE ARGENTINA Gusbiade ameiones t Co Lo Peneta | ib eer Terrs-nf 3 Rio Vizeachos det Pulido os i D i Rinednde Lo Freer Quebraga E) ebwco —— Guebrady Le Totora Ato Cosadero Sie ARGENTINA ALTO EL CARMEN Co.Lss Hobos Co Lagunllas arones \ f i ! oo cles oye elses RS ; _ TS Oa eI EN ON ME PIRES Se ER SS Pete srk . ~ Fella Choilay Ria Mato Quebrada Calyarto: co Deke Ane ‘CHILE ARGENTINA Cordillera de Lo Punilia . dé de Las Berdes CHILE ARGENTINA 7 ! é Co Zapalio S.Banauenelis Rio Divisadero ! EL MAITEN Fi Moscosoy C. Mpodas ene 20°48 s0%ee! some & los que contindan hacia la zona de Copiapé sélo a lo laigo de una delgada franja en la zona fronteriza con Argentina (Fig. 1). Esta discontinuindad trans- versal representa a la zona de transferencia en- ‘re los cabalgamientos hacia el este del valle de Copiapé y e| anticlinal de pared colgante del Huas- co. La transterencia entre ambas zonas puede e- fectuarse ya sea a lo largo de la "ip line" de la su- puesta falla, por una rampa lateral o bien a través de una falla de desgarre ciega (tear fault’) en el ba- samento ‘Al sur de San Félix y hasta la Cordillera de Ova- lle, 15-20 km al oeste de los afloramientos mas o- rientales del basamento, aparece la Falla Vieufa (Dedids, 1967) que rompe a través de la cobertura (Fig 1). Entre la falla y los primeros afloramientos del basamento se encuentra, aunque en parte obli- terado por los intrusivos peledgenos, el amplio Sin- clinal de Guanto (Mpodozis y Comejo, en pren- sa). El sinclinal se puede modelar como un sincl- ral de pared colgante (‘hanging wall syncline’) so: bre un sistema de rampa (Falla Vicuha)-lat’, al frente del antiforme de basamento (Fig. 3). El su- puesto ‘lat’ basal seria un piano de despegue que puede ser intracobertura en el eje del sinclinal. 187. FIG, 3. Modelos geométricos que ilus- tran las variaciones en la roia- ‘i6n basamento-cobertura, a lo largo dol margen occidental de la Cordillera Frontal entre los 28° y at's. Sin embargo, si se quiere conectar con el flat’ ba- sal del bioque cordillerano, tiene que cortar y hun- dirse hacia el este, a través del basamento (Fig. 3).Este dispositivo estructural guarda una asom- rosa similtud con las estructuras deseritas por Fonboté et al. (1986) en el frente meridional de los Pirineos orientales (Regién de Canigé). Ei borde sur de la zona axial (basamento hercinico) de los Pirineos forma alli un ‘antiformal stack’, desarro llandose en su frente un sinclinal ‘aiéctono’, flotan- te sobre un cabalgamiento subhorizontal. Este se ‘enraiza, hacia el norte, en el nécleo cristalino pire- naico y, hacia el sur, rompe, a través de una ram- pa, hacia la superficie en el flanco sur del sinelinal Sistemas parecidos a la Falla Vioufa-Sinclinal de Guanto también son comunes en el frente de los bloques de basamento de la Provincia Laramica de las Montafias Rocallosas orientales de Wyoming y Colorado (‘Out of the Syncline Thrusts’, Brown, 1984), En el caso da los Pirineos, el sistema ha si- do considerado como el producto del corrimiento (underthrusting’) de la cobertura bajo la zona cris- talina axial. Si se efectia una analogia con el Nor- le Chico es probable que ol sistema Falla Vicuha- Sinclinal de Guanto sea el producto de un incipien- 188. +e corrimiento del relleno voleano-sedimentario de fa ovenca marginal bajo el nucleo cristalino de la Cordillera Frantal, Mas al sur aéa, en la Cordillera de Ovalle (80°30, Fig 1) aparece nuevamente u- na situacién con cabalgamiento hacia el este de la cobestura, tal como lo indican las escamas con vergencia oriental, que afectan a las calizas noo- comianas (Fig. 2). Una nueva zona de transferen- cla se encuentra bien expresada, al norte del rio Los Moles, en el complejo plieque disarménico de laquebrada Las Represas-Rio Palamo, sobre later minacion mericional de |a Falla Vicufa, asociado, también, ala desaparicién dol Sinclinal de Guanto. E| elevado mantec del plano de discordancia basal do la cobertura entre ios rios Los Molles y San Mi- quel (Mpodozis y Corajo, en prensa) sefala que, con teda probabilidad, el basamento esta, en esta regién como en ia zona dal Huasce, deformado por un sistema de fallas ciegas. Estas se evidencian, en superticia, come un anticliral ¢ domo de basa- mento (cerros Caldorén-Panguscilla), que interfie- re con los cabalgamientos hacia el este en la co- bertura (Fig 3), Desde los 31° hasta, por lo menos, la regién del Aconcagua (39°) el estilo tecténico se caracte- tiza por el cabalgamiento ganeralizado hacia el e5- te de las secuencias volednicas del sin occidental sobre los niveles sedimentarios jurdsi- co-cretaticos de la ‘Plataforma del Aconcagua’, a lo largo del borde entre la Cordillera Principal y el basamento de la Cordillera Frontal (Vicente, 1972; ESTILOS ESTRUCTURALES EN EL NORTE CHICG Mpodozis y Ramos, en prensa). En el valle del rfo Mendoza éste ha sido modelado por Ramos (1985, 1988) como una ‘clasica’ franja de corrimientos, despegada a nivel de los yesos oxlerdianos, so- bre un plane con suave manteo al oeste sin que xistan, como mas al notte, interferencias con la de- formacién en el basamento. La deformacién a le largo de} contacte entre el margen pasivo ce ja Cuenca Marginal y la Cordille- ra Frontal se caracteriza, antonces, por una serie de léminas (flakes' segiin ‘a terminalogia de Ox burgh,1972), @ través de tas cuales, y a lo largo del rumbo, ef relleno volcano-sedimentario de la Cuenca Matginel cabsigé sobre 0 fue empu- jada dobajo del basamento de te Cordillera Frontal. La deformacin {zen parte sincrénica?) del basamento, interfiere con las estructuras en la cobertura, da tal modo que el margen pasivo de la Cuenca Marginal corresponda a una zona de trasla- pe (overlap zone’, de acuerdo @ Kulik y Schmidt, en prensa) entre la deformacién ‘thick skinned’ del niiclea de la Cordillera Froatal y la deformacion ‘thin skinned’ de la Provincia Costara. La edad de la deformacién en esta ragién es un problema ain ro resuello. Si bien el inicio de ella puede ubiearse en el Crelacico Superior, las rocas afectadas mas jévones correspondan a volearitas @ intrusivos pa- leoceno-eacenos, sin que existan rocas mas ro- cientes que pudieran servir como un sello estrati gralico ala deformacién, CORDILLERA FRONTAL La deformacién est controlada por el basamen- 40; presenta un estilo hick skinned’ con grandes bloques limitados por fallas inversas, de vergen cia oriental y occidental, a los cuales se amolda la coberlura solidaria. Godoy y Davidson (1976) lla- maron la atencién, por primera vez, a este estilo estructural especial, caracteristico de grandes z0- nas del Norte de Chile, fermado por una sucesion de 'ilares'y ‘zanjas' limitados por fallas inversas, Los bloques de basamemio no estén afectados s6lo por deformacién iocalizada en las tallas inver: a8 que los limitan, sino que, algunas de els, muestyan evidencias megascépicas de deforma cion ‘dict? (datormacién no lecalizada, en el senti- do de Rutter, 1986) que se manifesta en la presen- cia de pliegues de basamento: anticlinales 0 do- mas con nucle de granitoides paleozckos. La {ranja 60 Jurésioo marino, invertida al oaste del Pr lar de Montosa en el rle Vizcachas del Pulido (Fig, 41), ya deserita por Jensen (1976), indicaria que al- qunas de estas estructuras evolucionaron incluso inacia estadios parecidos a fos ‘Yold-thrust upifts’ de las Rocallosas orientales de Wyoming y Colora~ do (Berg 1962, 1981; Gries, 1989; Blackstone, 1983; Brown,1983), En éstos, la inversin de la co- berura se origina a partir del volcamiento pragresi- vo de un dams de basamento, que termina por rom: perse en uno ambos flancos, dejando bajo efos tuna lamina invertida de cobertura, atrapada entre dos fallas inversas. En Wyoming y Colorado algu- nos autores han indicade que los antitermas de ba- samento se pveden producit por rataciin de pe ‘quefios blaques, limitados por falas 0 diaclasas, 0 bien par cataclasis o flujo catactastico intractistal: Fi Moscoso 7 ©. Mpodbeis TeWPeRATURE 18C) obit iB ZOWA DE TRANSICION FRAGIL- DUCTIL, ws PROFUNDIOAD ‘emt MEMO IB 159 STRESS" DE CIZALLA MAXIMO (MPS) ——-— biavase —— I vine "STRAIN RATE": 2.24 10°"s FIG. 4, Curvas de ‘stress’ maxne versus protunddad para distintas ltelogias y minerales, considerendo un fujo ‘elérca de 120 mWim2 En 1ocas graniicas, la Zana de Transiién FréghDueti se ubica a unos 6 km. Sobre esta profunclidac, ef campo estable (achuraco} esté imitac por la curva 1 (lay do Byeriee, eomponariente frag; ‘bajo los 5 kin, por la curva 2 (comportamienta plsstice’. La interseccién de embas indica, aproximadamonto, fa profuncldad de a Zona de Transicin Fragi-Déci.(Sogin Almoneingr eta, 1987, modi feado ) No, en respuesta a estuerzos compresionales (Le Masurier,1970; Mitra y Frost, 1981). La analogia mas cercana entre el estilo estructu- ral de la Cordillera Frontal entre los 28° y 31°S 05, precisamenta, con estas provincias de bloques do basamunto que aparecen en el antepais de cade- nas de montafias tales como las Rocallosas orien- tales (Provincia Lardmica’), los Andes de Mérida y Sierra de Perija on Colombia y Venezuela, la Ca- dena Ibérica en Espaiia, el Ato Alles marrocul (Rodgers, 1987) y las tectinicamente activas Sie- tras Pampoanas de Argentina entre las 26° y 36°S (ordan et a, 1983). En las Sierras Pampeanas, bloques precambricos elevados en e! Cenozcico superior, se encuentran desde bloquas rigides ro- tados a lo largo ce fallas inversas Vstricas (Sierra de Velasco}, asi come grandes domos da basa- mento, que parecen corraspender a estadios inicia- les de Told thrust uplitts! (Sierra Pie de Palo). Algu- nos de ellos (Sierra de Valle Férti) estan asocia- dos a ‘drape folds’ en la cobertura sedimentaria paleozoica (Jordan y Allmendinger, 1986). A pesar de estas analogias, existen dos dliferen- cias fundamentales entre esas provincias y la Cor Gilera Frontal. La primera 8s una diferencia de es- ala: las Siotras Pampeanas estan formates por bioques de unos 45 km de ancho, separacos por valles de 74 km de ancho promedio ; estos valores se combinan para dar una longitud de onda de de- Yormacién (L) del orden de 120 km, que parace dis- minuir de este a oeste (Vordan y Allmendinger, 1986), En la Cordillera Frontal el valor aproximado de L, obtenido a partir de las figuras 1 y 2, no so- brepasa los 30 km. La segunda es una diferencia de posicién: en todas las provincias menciona- das la deformacién afecta al antepais del sistema orogénico; en cambio, a estas latitudes, ta Cor ra Frontal representa al nucleo del orégeno andino. La diferencia de escala so puede explicar si se consideran los faciores que influyen en la reoio: gia ce la corteza continental. Trabajos recientes (Meissner y Steelahu; 1982, Smith y Bhrun, 198 Meissner y Weaver, 1986; Scholz, 1988) indican gue, al interior de ta corteza, existe una disconti- nuidad mecanica fundamental: una zona de transi cin entre la corteza superior ‘rag! y la corteza in- ferior ‘dtcti', © mas correctamente (de acuerdo con Sibson,1983] entre la zona superficial, donde la deformacién tiene lugar por mecanismos ‘elasti- co-triccionaies', y la catteza interior, donde se produce por mecanismos ‘cuasi-plasticos', Duran- te Una tase de detormacion orogénica, el nivel su 160 petier ‘fragil podria despegarse de Ia corteza inte fior ‘ductil’ sigulendo la Zona de Transicién Fragi- Ductil (Burchfiel y Davis, 1872; Bird, 1984: Meiss- ner y Weaver, 1986; Isscks, 1988; Kulk y ‘Schmidt, en prensa}. La profundidad (P) a la cual se encuentra la Zona de Transicién Frégil Dictil esta controlada per la respuesta meciinica dol cuarzo frente a los esiuerzos de cizalla, Estudios experimentales han demostiado que, en rocas cuatzo-faldespaticas, of cuarzo camienza a defor- matse por flujo plastica a temperatures entre 250° y 350°C (Turcotte y Schubert, 1982; Sibson, 1983) Fletcher (1984) derivé un madele tedrico que re- laciona el espaciamiento (S) enlre (03 cistintos bic ques de basamento, con P, indicando que el valor de $ seria 4-6 veces mayor que P. Schmit et al (1985) ¥ Kulik y Schmidt (en prensa) apiicaron e3- tarelecién para la Provincia Lardmica de Wyoming encontrando que, de acueide con ésta, la Zona de Transicién Fragi-Dietil se encontraria entre 25 y 88 km de profundidad, Jordan y Allmendinger (1986), utilizando la misma relacién para la Sierras Pampeanas, indicaron que, de ser valido el mode- fo, la Zona de Transicion Frégil-Dactil se encontra- ria entre 20 y 30 km. E| modolo parece na ser do a- plicacién tan simple ya que, por ejemplo, la distri- ‘ucién de la sismicidad en las Sierras Pampeanas indica que la totalidad de la corteza {hasta las 40 km de protundidad) es sismogénica y, por lo tanto, fragil hasta niveles mas. profundo que tos pradie ley e Isacks, 1987). Si, a pesar de ello, se aplica di- cha relacion a la Cordillera Frontal, augue sdlo sea como una aproximacién, la Zona de Transicién Fra gil-Dveti! daberia ubicarse aproximadamente a 5 km de profundidad ai momenta de la deformacién, 5 decir, Una profundidad muche menor que bajo les Sierras Pampeanas Coma ya s8 indie6, @| factor critica que controta la posicién de la Zona de Transicién Frégi-Déatil es |a temperatura y. por ende, el gradiente geoter- mica local. La edad de la deformacion en la Cordi- Nera Frontal es, en Chie (entra los 27° y 31°), e- sencialmente te:ciaria, del pre-Mioceno Medio (Maksaev of al, 1984, Mpodoz's et al, en prep). Durante e| Oligocene y Micceno, el eje del arco magmatico andino se ubico, precisamenie, sobre la Condllera Frontal (Maksaev ef al, 1984, Kay ef ai, 1967), por lo cual, el fiujo calérica debe haber sido bastante alavado. Fl basamento en la Cordilie- ra Frontal esta lormado por rocas cuarzo-teldespé- ESTILOS ESTRUGTURALES EN EL NORTE CHICO fica (granitico-rioliticas}, cuyo_comportamiento mecénico esta controlade por la gran abundancia de cuarzo. Suponiendo un flujo de calor de 120 mili watts/mé, normal en zonas velcanices actives (All- mondingor ot al, 1867) y un ‘strain rate’ de (10-4 “107)s"1 caracteristico de la deformacién regional fan sistemas oroaénicos (Piifiner y Ramsay, 1982), ta Zona de Transicién Frigil-Diietit pudo ‘encontrarse 8 sélo § km de profundidad al mo- monto de iniclarse ta deformacién (Figs. 4, 5) Esta suposicién esta de acuerdo con lo indicado por la relacién iP. En les Sierras Pampeanas, en cambio, libres da las influencias voloanicas, el ‘hy jo caldrico es el de una carteza ‘oraténica'fria y es- table (60 miliwattsin?; Smith y Bhrun, 1984) y la Zo- na de Transic’én Fragil-Dictil se debe encontrar, de todas maneras y dependiendo de la jitologta, a niveles mucho mas protundes. Lo anterior se com- prueba al considerar la disteibucién do la sismici- dad en la corteza (Smalley e Isacks, 1987) y gran espaciamiente entre los bleques de base mento. En resumen, si bien la gaometria y el estilo es- tructural de la Cordillera Frontal son muy similares ala Provincia Lardmica de las Rocallosas, el eleva- do gradiente termal existente al ocurtir la deforma- cin podria explicar la pequatia lengitud de onda de la misma. La corteza superior parece haberse despogado, a nivel de la Zona de Transicion Fragile Duetil y hacia ella convergieron, probablemento, las fallas inversas que \imitan los diversos bloques da basamenta, Sin ambargo, no se puede descar- tar pos complete que algunas de las falias inversas sean, en parte, resulantes de la reactivacion do falias oxtensionales producidas en la Cordillera Frontal durante |a apertura de la cuenca marginal mesozoica, Otras derivan, sin duda, de la reaativas cion de franjas milonitices paleozoicas (Mpodozis y Comoe, on prensa; Nasi ei i, en prensa). La diferencia de posicién so puede explicar al considerar la historia geolégica de este segmen- to de los Andes. Después del colapso da la Cuan- ca Marginal, los estuerzos compresivos fueron transmitidos a la Cordillera Frontal, qua, durante el Terciario, contiaué su deformacién segtin el estilo caracteristico de bloques de antepals, favorecido, probablemente, por el elevado flujo calsrice regio- nal, ligado al activo arco voleadnice del Cligo-Mioca- 1a (Fig. 5) Sin embargo, con el paso del tiempo, el acorta- miento jateral, derivado de les dversos eventos A. Moscoso ¥C. Moodoeis 181 £3) Miasens Recane = ® oo eae FIG. 5. Esquema que muestra, on forma simpiticada, la evolucin tecténica dal Norte Chico desde ol Cretcico inferior, on la ‘Cuonca Marginal Abortada’, hasta el Reciento, donde existe subduccién ‘plana’. Se indica, on cada caso, ‘a ubicacién de la Zona de Transicién Fragil Doct (ZTFD). Las flechas se“alan las fallas actives durante cada pe- rlodo. de deformacién compresiva terciaria, debe haber producide un progresivo engrosamiento del nivel superior “frAgil' de la corteze continental. También durante 6! Miocene, entra los 27° y 83°S (comen- zando a los 20 Ma), se produjo una répida disminu- cién del Angulo de subduecién, para culminar, 2 fos 10 Ma (Mioceno Superior) con la situacién de subduccién plana ‘avolcdnica’ que caracteriza a |a region hasta hoy en cla (Jordan ef al, 1983; Maksaev et al,1984; Jordan y Allmendinger, 1986; Kay ef al, 1987), El aplanamiento de la zo- na de Benioff produio ia extincién del arco magma 0 en el Mioceno Suparior, debido a la desapari- cién de la cufa astenostérica caliente entre la pla- a oceanica subductada y la base de la litésfera continental (Kay et al, 1987). El subsecuente en- ‘riamiento de la Itésfera ayudado, tal vez, por la disipacion térmica en los grandes campos geoter- males cligo-miocenos que se extienden entre el Sa- lar de Maricunga (26°30'S} y las nacientes del rio Grande (31°S) (Maksaav at al, 1984) pudo haber contrisuido, también, a ‘bajar’ la Zona de Transi- én Fragi-Ductil. Lo anterior, junto @ la contribu- i6n derivada del engrosamiento tecténico, condu- Jo, probablemente, a una progresiva ‘tigidizacion’ de la Cordillera Frontal. El basamento fue, desde entonces, capaz de soportar sucesivos eventos compresionales sin romperse nuevamente en for- ma fragil, Las evidencias derivadas de la observa- ccién de terreno indican que la actividad de las ta~ llas Inversas, en la Cordillera Frontal, ces6 por ‘completo, por lo menos en Chile, antes de los 16 Ma (Maksaev of al, 1984; Nasi of al, en prensa; Mpodozis of al, en prep.). Ello ocurrié inmediata- mente desoués de una importante fase de deforma- ci6n en el Mioceno Inferior. Las volcanitas del Mio- ens Infarior-Medio (Formacién Cerro de Las Térto- las, Complejo Volednico CadillalJotabeche), que sucedieron a ese episodio lievan ya, en sus ras- gos geoquimicos, le huella de engrosamiento corti- cal y/o entriamienio del manto Iitostérico (Kay et at, 1987; Mpadozis et af, 1988). Una disminucién del angulo de subduccién ¢s a- compafiada, necesariamente, por una variacien 182 tanto en la magnitud como en la cistribucién de los ‘sttesses’, especiamente en la forma en qua dstos son transmitides desde la placa ocednica subdue tada a la tésfera continental (Gross y Pilger, 1982, Froidevaux et al, 1988}. Disminuye el ‘stress’ normal, ttaspasado froctalmente, y aumen- 1a el ‘stress’ de cizafla en la base de la Ftéstera continental, ya que se producs un mayor acopla miento mecdnico entre ésta y la placa subducta- da, Una relacién causat directa entre subducién plana y la detormacion en bloques de antepais. pa- ra la Provincia Larémica de las Flocaliosas ha sido propuesta por Amstrong (1974), Dickinson y Sny- der (1978), Bird (1984) y Cross (1986) y, también, para las Sierras Pampeanas por Jordan y Alimen- ger (1986). Bird (3984) estimé que, durante el e- vento de subduccion plana del Terciario inferior las Rocallosas, a causa del incremento del ‘stress’ de cizalla que actué sobre la base ce fa |- tésfara continental, |a parte inferior, diictil, de fa corteza, tluys” piésticamente hacia el este. Debi- do a ello, s6 habria preducido un angrosamiento de la corteza de hasta 20 km bajo el antepats (Provin: cia Laramica) acompafanda a la deformacién ‘4- ail'en la superficie, En los Andes, el ‘apianamianta' de a zona de Benioff entre tos 27° y 33°S culmin6 en el Micceno Suporior (10 Ma}. Durante ! proceso luvo lugar tanto el ‘congelamianto’ de la deformacion en la Cordillera Frontai, a fos 16 Ma (al menos en Chile, al norte de los 31°), como Una répida migraciéa del frente da la deformacién hacia ei este. La reac tivacién teclénica de las potentes sacuencias se- Gimenlarias paleozoicas en |a Preccrcillara argen- tina, en Us estilo ‘thin skinned’, coments a los 14 Ma en la Precordillera Central (Cuerda et al, 1981; Johnson et ai, 1986}, mientras que la detorma- cin, on los biogques de antopals de las Sierras Pampeanas, se habria inciado a las 10 Ma (Jordan y Alimendingsr, 1988) y prosique, activamente, en laactualidad. La Cordillera Frontal se puede considerar, en consecuencia, como una cadena de bloques de basamento, de pequefia longliud de onde, in- activa, ‘atrapada' en el nucleo del orégeno an- dino, debido al avance hacia el este del frente de Ia detormacién terclarla, Sin embargo, no es una cadena ‘clasica’ de bloques de antepais, cuyo origen pudiara buscarsa en una relacién directa con la subduccién horizontal, ya que se estructuré con anterioridad al apianamiento de la zona de Be- ESTILOS ESTALICTURALES ENEL NORTE CHICO rioft, La Cordillera Frontal 68 una zona de deforma- clén ‘thick skinned’ producida por el debritarniento termal de fa corteza baie el aico maginatico tarcia- Tie {Fig 5). El cese de la deformacién se produjo, precisamente, junto a la extincién del arco y apla- namiento de la zona de subduccén, Después dal case de la deformacién intema en la Cordillera Frontal, esta patece haberse despla- zado en bloqua hacia el este sobre fa Precordi- llera, mientras que, mas al eriente comenzé la de- formacién de tipo lazémice’ de las Sierras Pampea- nas. Modslos presentadas recientementa (Isacks, 1988; Beer y Alimendinger, en prep.) indican que la Corditfera Frontal, af menos en la zona de Rodeo- Iglesia, corresponce @ un gran anticlinal de pared colgante sobre una tarripa que se hunde hacia 6! oaste El piano de pared colgante (hanging wall iat) de osa esttuctuta so prolongaria hacia el es- te, hasta el frente oe la Precardillara Oriental, si viends, ademas, como el plano de despegue ba- sal de fa Irarja de corrimientos que avanzaron, he- cia el esta, por etapas, durante el Mioceno (Field- ing y Jordan, en prensa), Aunque es posible que Is rampa principal s@ conecta, hacia at oeste, con un plano de despegue que coineida con la Zona dé Transicién Fragil-Odeti, ésta es una zune ‘depriin|- da’ por 6) engresamianto tecibatiea y oniriamiante lr tostérico pre-mioceno media y no la zona ‘alta’ del Oligo-Miocena, sacks (1988) plosenté, recientementa, un mo- delo para explicar ia deformaciéa en ef frente orien- tal de los Andes al norte de los 43°S y car cuenta, en especial, del ulzemiento de! Altiplano. Segtn ot mode'o, el alzarriento y deformacién seria un pro- caso esancialmenta post 10 Ma, controlade térmi- camente. La actividad voleénica del arco cenczoi co superior de los Andes Centrales habria product do un adelyazamienta de la litésfera y un ascenso ‘termal de la zona atiplénica. El elevado flujo cale- rico se habria manitestado en una Zone de Transi- cién Fragi-Doctil ‘alta’. Los estusrzos compresi vos, transmitidos por la placa de Nazea, habrian producido un engrosamianto tacténico de la core- za inferior dictil, acompafiado de ruptera superti- cial fragi y, finalmente, el desacople de la coreza superior a lo largo de la Zona de Transicién Fragi- Diciil. Esta habria avanzado hacia el asta para, a través de una rampa en el frente oriental de los An- dos, cabalgar sobre el cratoa esteble (Sierras SUD andinas). El modelo es utilizado por Isacks (1988) no sélo Fi Moscoso yC. Mposazls para la regién aiplanica sino también pata la ac- tual zona de subduccién plana. Sin embargo, e ini- cio de la deformacién y engrozamiento tecténico 8, en asta regién, bastante mas antiguo que lo se- alade por el modelo. Entre los 27° y 33°S, la situa- clon de la Zona de Transicion Frayi-Détil ‘ale’ es una historia previa al Miocona Media, y, durante e- ‘sa epoca, la deformaciin no fue transmitida hacia €l este, sino que se produjo solo ruplura trdcil, jn st ty, dol basamento de la Cordiliera Frontal. Entre los 27° y 33°S, ef cobolgemiento on al trem rental de la cordillera se inicié s6lo después {@ como miiximo al final) de a extincién del er- co, cuando Ia corteza bajo ta Cordillera Fron tal estaba mis fria, tecténicemente ongrosa- 48, y la Zona do Transicién Frégil-Ductl, depri- mide, El avance hacia el este del frente ce dofor- macién se vio favorecide por la corteza tigidizada por la deformacién pre-miocona media, que fue ca- paz de transmitir hacia el este, sin romperse, el ‘stress’ horizontal normal inducido por ta subdue: cién ‘plana’, El modelo de Isacks puede ser espe- cialmente vAlido para explicar !a deformacién mas reciente en el piedemonte oriental de les Andes del noroeste argentina; sin embargo, no considera el fengrosamiento tectonico y alzamiento pre-mioce- no ocutrido an la Cordiilara de Domeyko, que es la culminacién estructural de los Andes en la regién de Antolagesta (Reutter ot al, 1988; Mpodozis y Ramos, en prensa). Esta limita por ef oeste el Ati: plano y 6s la prolongacién septentrional de la Cora liata Frontal, Maksaev y Zontill (en prensa) han su- gorido, basados en estudios de trazas de fision, que la Cordillera de Domayko experiment un alza- iento importante en el Eoceno y que, a partir de esa 6poca, no ha sido atactada por erosién mayor. CONCLUSIONES, La Provincia Costera y la Cordiera Frontal presentan, en el Norte Chico de Chile (27-33°S), es- files estruciurales distintos pero complementa- tios. La defermacién y tectogénesis, que comenzé en el Cretécico Infarior tardio-Superior, se inicié con el colapso de ia cuenca marginal ‘abortada’ del Norte Chico. La deformacién fue abzorbida, en parte, a lo fargo dal borde oriental, pasivo, de la cuenca (margen occidental de la Cordillera Frantal) através de una serie de grandes laminas [flakes") a favor de las cuales el rellono de la cuenca marginal cabalgé sobre o fue empujado bajo (unde- rusted’) del margen occidental de la Cordiliera Frontal, Esta se deforms, principalmenta, con pos- lerioridad al colapse de la cuenca marginal, cuan- do Ia instalacién sobre alla del arco magmatic dligo-miocano debilité termalmente la corteza, La Cordillera Frontal se deforms en un estilo thick skinned’, muy parecido al que presentan las cade- nas de bioques do antepais, tales como la Provincia Larémica de las Montafias Rocallosas orientales @ incluse las Sierras Pampeanas en Argentina. Sin embargo, 'a longitud de onda de la deformacién es, en la Cordillera Frontal, casi un orden de magnitud menor que en las provincias mancionadas. Este hacho esta, probablemente, relacionado con ef nivel muy alto de la Zona de Transicion Fragil-Ductll, consecuencia del magma- tismo durante la deformacién (Fig. 5). A pesar de ¢ sas analogias, la Cordillera Frontal no 9s propia- mente una cadena de antepais sino que constitu: ye 0 nucleo del orégeno andino, Puade ser descr tay comprendida mejor como una cadena de ante: pais ‘ésit, inactiva, atrapada al interior del siste- rma por la migracién hacia al este dal frente de de- formacién, dabido al aplanamiento del angulo de subduccién durante el Miocana. AGRADECIMIENTOS En este estudio se entrega parte de los resuta- dos obtenidos en los Proyectos Guanta, Pisco Eb qui y El Transito del Servicio Nacional de Geologia y Minerla. El trabajo se origind en una chara pre- septada por R. Moscoso en la reunién final del Pro- yecto 202 de! IGOP ‘Magataltas de Sudamérica’ lle- vada a cabo en San Juan, Argentina, en 1986. En 1987, ©. Moodozis tuvo la oportunidad de visitar, gracias a una beca de la John Simon Guggenhaim Memorial Faundation, parte de la provincia ‘Lardm- cat da Wyoming y Colorade, quedande imprasio- nado, a pesar de las diferencias de escala, por las evidentes analagias de esti estructural enire esa regién y la Cordillera del Norte Chico chilena. Pos- teriores discusiones con Richard Allmendingsr (U- niversidad de Cornell), Victor Ramos (Servicio Geo- 164 iégico Nacional, Argentina) y Raymond Price (Ser- vicio Geclégico de Canada) contribuyeron a dar su ESTILOS ESTRUCTURALESENEL NOATE CHICO forma final al manuscrita, REFERENCIAS Aberg, GL; Aguire, L; Levi, Bs Nystrém, 30. 1984. Spreading subsidence and generation of ensialic mar ginal basin: an example from the Early Cretaceous of Central Chilo. tn Marginal Basin Geology (Kokeiaar, BP.; Howels, MF; editors). Geoiagical Society of London, Special Publestian, No. 16, p. 125-193. Aguire, L; Egert, E 1965. 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