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El libro del profesor Edgar Willems que presentamos a los ctores de habla castellana, resume y compendia lo mas significativo de sus ideas a propésito de la edueacién musi- cal. En él hallamos sintetizados tanto los esquemas que or- denan su sistema pedagégico-musical, como la idea que lo guia espiritualmente. «Destacamos el concepto de educa- ién musical —nos dice~ y no el de instruccién 0 de ense- fianza musical, por entender que la educacién musical es, en su naturaleza, esencialmente humana, y sirve para des- pertar y desarrollar las facultades humanas». Willems, en su preocupacién por unir los elementos funda- | mentales de la misica con los de la naturaleza humana, re- considera, a la luz de la nueva mentalidad cientifica, el concepto de educacién musical defendido por Platon, Da- mén y los pitagéricos, segiin el cual la miisica como for: madora del alma— contribuye a una mejor armonia del hombre con si mismo, con la naturaleza y el cosmos. Esta obra de Willems es un valioso instrumento de trabajo para los educadores; es, al mismo tiempo, un motivo de re- | flexién sobre la esencia y trascendencia del hecho musical | en su relacién con el hombre. EL VALOR HUMANO DE LA FDUCACION MUSICAL PAIDOS STUDIO & PAIDOS PAIDOS STUDIO ‘Titulos publicados: en la ensenanca primaria rodueciGn a la estétioa de ta miisica ¥ otros - La educacion artistic def mito sociodrama = E. Thayer Gaston SUP. Weber = Psicologia rapia Edgar Willems __ EL VALORHUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL ediciones, ‘Barcelona ‘Buenos Aires Putte ritinal: La valeur tumaine de t Publicado en francés por Editions «1 ist io “Traducsion: Maria Teresa Brutocao ¥ Nicolis Luis Fabiani Cubierta: Julio Vivas 4° edicién castettana, 1981 © Editions Pro Musica Depésito legal: B-2446/198) Ampreso en 1G. Socitra, S.A; Arauimedes, 3/2; TV Hobpliaict ae Liobregat Tmoreso en Espafia - Printed in Spain Pro Musicas, Bienne, Suiza, ia Madalena A la sefiora Maria de Aero Perdis at acon imiento por todo cuan ; favor’ dea educacién musical en Portugal, como directora d Servicio Musical de ta Fundacién Gulbenkian de Lisboa. PROLOGO pero es como si 10 fuese, Es la continuacién del libro Tes bases psychologiques de l'éducation musicale y 10 ‘completa. ‘Considero un deber muy agradable expresar aqui mi reconocimiento a mis principales colaboradores. Cito en primer lugar al pianista Jacques Chapuis, director de la Escuela Jurisica y Conservatorio de Mitsica, Insti- tuto de Educacién Musical Edgar Willems, de Delémont, presidente de la Asociacién Internacional de Profesores Fe Educacion Musical, Método Edgar Willems, quien tha formado un gran niimero de profesores en Delémont, ‘en el seno del grupo de Vaud de la Sociedad Suiza de Pedagogia Musical, asi como en el Conservatorio de Lau- semanas Paulo. A todos, y a muchos otros que no he m jento. ‘yaya mi reconocimiento. ‘mucha frecuencia y gratitud pienso en mis pre e Emile Jacques-Dalcroze, de Ginebra, y “Ale- Xandre Denéréaz, de Lausana, que me facilitaron la tare pues, gracias a ellos, encontré un pablico abierto a mis Fuievas concepciones sobre educacién musical. ‘Cierro aqui la lista muy parcial de todas las personas {que merecen mi gratitud; y deseo terminar mencionsn {ein 'tos alumnos y alumnas més pequefios, de tres afios Gh adelante, que me ayudaron a estructurar tiempo fatrés los cursos de iniciacién musical. Conches-Ginebra, 1974. INTRODUCCION Existe en este momento, fin del siglo xx, una gran corriente, hasta podemos decir una corriente mundial, a favor de la educacién musical. Y decimos bien, de la ‘educacién musical y no de la instruccién 0 de la ense- fianza musical. Esias, se entiende, pueden por cierto colaborar con la educacién. Y, desde el comienzo, ponemos las cosas en su lugar; entendemos por educacién musical el hecho de sremos mas adelante, y en detalle, c6mo se puede esto. ‘Nos contentamos, por ahora, con recordar que en siglos pasados, sobre todo en las épocas de gloria de algunas. civilizaciones orientales como las de China, India y Grecia, la misica era considerada como un valor humano de primer orden, y la educacién musical ocupaba un lugar en el desarrollo y en la conduccién de los pueblos. Sabemos que la miisica perdié esta prerrogativa y podemos seguir esta decadencia con la condicién de ‘ener en cuenta que la humanidad evoluciond y que Jas antiguad razas no tentan el mitmp carécten que lab Sy, por ejemplo, que la afectividad —que juega tan papel de primer orden en el arte y,-en especial, 6a la miisica— predominaba mientras que, en nuestra época, la primacia corresponde al intelecto. be EDGAR WILLEMS: Entre las ideas princi on Principales que tratamos de defen- a) La unién entre 10s element. la misia y los de la naturateze humana * yi a ) ini de estos elementos con los reinos de la ©) el orden inm i cot tt immutable que reina en I musica asi tual, 8% Herarauias “naturales, materiales y_espici- verdad’, nin eepititual de fo Bello, fo bueno y to verdadero, presentes de una manera ‘sincrétiea eh i 9 sinttica en Jos grandes. creadores mh de aed otstitucién de ta escala como un conjunt Se aervalos a partir de un sonido inicial, y no como emaaucesion de tonos y de semitonos, 6 bien de dos ) el valor de la sucesi oe uucesién por grados conjuntos gen dels sonidos, dee nombres dels nour sical, preparer ie a ee suprimir al analfabetismo mut adecuads, con naturalidad, « In edad doce ee se pen pa la edad de seis a siete Primacta de ta melodia y no del ritmo en la iy musical por ser la misiea, ante todo, el arte cmb © del ritmo y, por lo’ tanto, el arte del combatir el exceso de ini is : telectuatis Pece ol camino al arte y a la educacion adapta wk rechazar os incdios extramusicates como base ‘comprender Ia im i i oh Sa ler Ia importancia de los primeros pasos m) admitir el a en alt el pore de tos grandes de este mundo fe ole So Telete al valor educativo de Ia misca y de __n) la posible com i sy Posie Convergencia entre Ta educacién mu cipty [actor mo debe asombrarse del némero de pris ue tratamos de defender; no son sino clemaring 0 element EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACTON MUstCAL 15 “ongénicamente ligados entre s{ en un tinico todo cuando Se los encara desde el punto de vista espiritual. Se los Gescubre con toda naturalidad en el contacto con la musica viva y con la naturaleza; y en especial durante los primeros pasos de la educacién musical. Y no nos olvidemos de que Kant ya habia dado su ‘opinién con respecto a Ia posible existencia, en el ser humano, de una conciencia trascendental, con un valor sintético superior al de la mental, Esta conciencia tiene que ver, en particular, con lo social y con lo mundial, donde la masica ocupa, en efecto, un lugar. "Anotaremos ademés un fin practico: brindar la oportunidad a los j6venes profesores de tener un medio de subsistencia que pueda ser, al mismo tiempo, un ‘medio de evolucién individual. § 1. Tendencias generales de la educacién moderna La musica es, naturalmente, tributaria de las ten- dencias generales de la educacién moderna; ésta puso fl acento en la vida global y, en especial —en oposicion ‘al exceso de intelectualismo del pasado— en la motri- Gidad, en la sensorialidad y en la afectividad. Tiende ‘a sentar nuevas bases, de las que el mundo moderno tiene una real necesidad. Estas bases, para ser vilidas, deben asociarse con ordenamientos y jerarquias natu- rales, humanas y césmicas a la vez. Citamos algunos casos: ‘Comenius (Komensky), pedagogo checo (1592-1670) fue el primero en valorar la importancia de lo sensorial en Ja educacién. Asimismo, la accién tenfa para él un valor capital. Llego a decir: «Todo lo que se aprende con vista a su realizacién, no puede aprenderse sino realizandolo.» ‘Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) en su libro Emilio ‘0 de la educacién formulé pensamientos audaces. Pre- @icé a favor de las cualidades naturales del nifio. Sus escritos son a menudo mal interpretados en cuanto fla libertad que debe otorgarse a los nifios. Mas tarde, 16 EDGAR WILLEMS cuando hablem : tancla de los primeros wa vere Jean Pestalozzi, educador 10s sobre la impor- Alcanz6 renombre Jas imégenes, las can- el conductisnc: ©! Punto de vista filoséfico se base en El doctor It motte tooo pore eh ee ‘Mai 4, pedagoga me ee pedag italiana (1870-1950), Séquin. Tuvo una, gran toa BL VALOR HUMANO:DE IA EDUCACION Musical 17 EL doctor Decroly (1871-1932),.psicélogo belga, creo 1 método global, de gran repercusién en Ia ensefianza pero que a veces se revel6 como peligroso en la prac: tica. Este método. fue aplicado en musica pero, en lo que a nosotros se refiere, no pudimos adoptarlo. ‘En Suiza hubo un importante grupo de educadores. Por lo demés, en Ginebra se cre6, en 1913, «La casa de los nifioss, «Instituto J.J. Rousseaus, donde los niftos eran admitidos a partir de los tres afios. Cita- remos a: ‘Adolphe Ferrigre, fundador en 1899 de la Oficina In- ternacional de las Nuevas Escuelas. Fue uno de los mas importantes propagandistas de la escuela activa. ‘Edouard Claparéde, que preconizé la educacién fun- cional. Alice Descoeudres se ocupé en especial de los nifios anormales. Jean Piaget (1901), de reputacién mundial, estudié el desarrollo de la inteligencia en el nifio. Citamos a estos educadores —y la lista esta lejos de ser completa— para mostrar la variedad de princi- pios bdsicos de la educacién moderna y para poner de relieve ademés —hecho bastante importante para no- sotros— que la misica tenfa un evidente atraso en la cardcter humano total, se encuentra en mejor si que cualquier otra disciplina educativa para realizar simulténeamente los. principios esenciales caros a los les poco seguras por su exagerado,cardcter: der que todo es juego y nada més que j al nifio en libertad total, 3) creer que mente creador, 4) abusar de-los medios audiovisuales. ‘La educacién musical Mevaba un evidente atraso respecto de otras disciplinas: dibujo, pintura, mode ado, lenguaje, poesia, célculo, etc. La razén, creemos, debe buscarse en el hecho de que la musica se relaciona, més que otras disciplinas, con la vida interior, a través del canal auditivo, mientras que otras actividades se 2 18 GAR WILLEMS Ta comiamo Y, en su desarrollo completo. —i . scion Yi coon cede uta eo Bia parte orden que peste is causes les, muy arduo, stinguimos entre $2. Instruccion, ensenanza, educacié; Aquello que en general es verda bras, cuando se trata de la miisice aasro,° es: en particu lar, HL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 19 musicales, historias, dibujos, colores, fonomimicas cor- porales o manuales. Tampoco sorprende que se pueda leer en el informe anual de un Conservatorio —y hace muy poco— «gra: Gias por igual a las sefioras y sefiores profesores por todo cuanto hicieron durante este afio. Sabemos lo fati- gosa, enervante y a veces descorazonadora que es la Earrera que abrazaron». Como los métodos de ense- fianza no corresponden a la naturaleza artistica, hermosa y viva de la miisica, Jos profesores entraron en un tamino falso que no podia ofrecerles resultados alenta- dores. En Francia se reemplazaron los «Ministerios de Ins- truceién Pblicas por los «Ministerios de Educacién onal». ¥ leemos: «Sin duda este cambio de denomi- nacién no modificé de pronto las realidades que abar- taba, Por lo menos representa un hecho significativo de un cambio de opinién y de Ia intencién oficial de con- insi desarrollo del viejo régimen de ensefianza es ir derecho a la catastrofe ‘La gran diferencia entre instruccién y ensefianza por un lado, y educacién por otro consiste, como luego Yeremos més en detalle, en que en la educacién todos os elementos, sean de cardcter global 0 analitico, son considerados no sdlo desde el punto de vista artistico Sino hasta, y sobre todo, desde el punto de vista humano. Los progresos de Ja psicologia permiten actualizar en la prdctica los lazos que existen entre los elementos fundamentales de la misica y los de la naturaleza hu- mana. As{ pues, el interés por la musica. se acrecienta por doquier. Ademés consuela ver que en Francia, por Ejemplo, aunque con un poco de atraso respecto de otros paises, ia Direccién de Misica mont6 una estructura éreada en el Ministerio de Asuntos Culturales, bajo 1a autoridad de Marcel Landowski. o ‘EDGAR WILLEMS. Se comprende de la msi que una ensefianza racional, depurada prichonpeyyesilerilindertgad ae Tee educaci i indispensable sanct0i68 Musical, pero en. este caso es ia sep Uno de los acontecimientos mas favorables a la edi es, sin discusién, Ia creacién, en 1953 Provienen del empiri : bases educativas valederas, \° '* fantasia més que de En Alemania surgieron En Francia, citamos al el sefior Jacques Chailley fas non gear ae nombrado encargado de HL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 21 En Hungria se realizé una experiencia que demostré 1 valor de le educacién musical. Zoltan Kodaly habia fogrado que en algunas escuelas primarias los alumnos hora de musica todos los dias. Como al ‘adores temfan que las horas restadas a las “sica todos los dias obtenfan puntajes de un 30 a un 409% mas elevados que los demés. Estos resultados no nos sorprendieron dado que conocemos ¢} valor humano primarias con msi poser tun buen ofdo y un buen sentido del ritmo. cario apuntar Ia creacién de las Ju- en Bruselas, en noviembre de 1940, , en 1942, por René Nicoly en ‘en el mundo cuentan con asocia- sste movimiento en favor de los ‘Ademés, es né ventudes Music por Marcel Cu Paris. Veintiséis ciones integrant jovenes. § 3. Una jerarquia de valores en ta educacién musical = EDGAR WILLEMS: Y deben ser muy prudentes frente a las nuevas ideas, 4 menudo disolventes. Y sobre todo es importante res: {En l8spelmeros pasos de la education musical Fri, que hablaremos mas adelante la naturaleza f lel_niflo y encarar la estructuracién de las No temamos a la s rarlas. x s palabras; hay que suy importa es el orden en qu las presemamos yl es pueden ser tema de reflexion, Di Duss, de antemane, que el profesor de clucaion mi ‘un medi i s Boral, sobre todo en nuestra epoca, tan nimi nesse el punto de vista material, Ese profesor recite alarnos sean shacer miisica»; 30 si elecutar un instrumento, hecho que implica, poe era una técnica, y la ensefianza tiene aq HL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 23 sensibilidad, dinamismo e inteligencia se fusionan en una unidad superior. He aquf un arduo problema para los psicélogos y los fildsofos, casi insoluble si quieren define al hombre. El hombre emerge a t de entre los humanoides.» Por eso, natural artista realiza una obra en esencia huma xrget hacia los valores humanos superiores. Y ast, ta musica y su comprensiGn ofrecen una via de perfec: cién y de evolucién. ‘Queda claro, y lo reiteramos, que los diferentes pla- nos expuestos pueden estar presentes a la vez, armo- nizdndose, completdndose. zAcaso no es un ideal de vida Tegar a armonizar lo material y lo espiritual? No cualquier profesor de miisica alcanza el plano artistico. Lo fundamental es que, i i obre en vista de lo mds espiri de lo més alto y, ante todo, no en materiales. Muchos profesores ni fon claridad las ventajas profundamente humanas de fa carrera de profesor de miisica; no sélo al conside- rar Ia musica de un modo int rquia en estos términos: rumento vor, muisica, arte y ser humano. Y queremos recordar que nuestro pro- sito no es en absoluto otorgar un valor literario a las palabras, sino que las consideramos como un valor de Srganizacién apropiado para incitarnos a meditar. 1 LOS PRIMEROS PASOS DE LA EDUCACION MUSICAL. % ‘EDGAR WILLEMS En efecto, Ia educacién musi cto, la musical ea el medio familar sila madre canta Paton hablabe ya al Tespecto y hacfa comenzar Ia educacion musical 22s custo aos, y a educacin instrumental baci ls decir, entonces, que no ii nade en actulidad sabre ducacion museal, Pere aremos que, en tiempos. d componia de esclavos y ‘Tela educactin i or I tanto reserva ana dite minortr ee 81. La iniciacién musical de tos mds pequenos Es necesario buscar la verdadera iniciac See musical en lo Sonimeina an Inilacn musical de ls nitos; ued lewarse m cab noite ria Preescolares 0 por medio de lecciones de min: Apunaros alo y Ios, pero muta af maciones no tn, ceaontspursoete inital we Propios nifios. ames son reales —y lo extemnee ee i punto de A los eatuios de virtuostdad ode protesorade mond hablar de las tendencias generates de la educacion ‘odema sefabamos un retraso de la educacion 1 Tespecto de otras disciplinas de la educacién, Todo. BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 27 casi todo estaba por crearse. Asi pues, jovenes amis Que tenfan nifios de dos afios capaces de cantar uh fran ndimero de canciones, me solicitaban que me ocu- fara de Ia educacién musical de sus nifios. Sin saber Pon exactitud qué iba a hacer, abri pequefios cursos, poco tiempo més tarde, para nifios de tres a cuatro afios. Bomencé la educacién limitando el numero a cuatro, Cinco o seis nifios. Fue una revelacién, un verdadero placer, y la estructuracién de los cursos progres6 répi- Famente, con ayuda de las indicaciones que me apor- taban los propios nifios. El comienzo de las lecciones consistia en poner al aleance de los nifios juguetes musicales que los atrafan sin falta; eso me permitia entrar de lleno con ellos en €i mundo de la sensorialidad, tan rica y tan natural {esa edad. Por excepcién comenzaba Ia leccién con una cancién que un nifio quisiera cantar o con movimientos corporales aprovechables para el ritmo. En general, mi plan ‘ia —para una leccién de ‘una hora, que nunca era demasiado larga— en cuatro ‘elementos fundamental tivo, 2) la audicién tiempos marcados nte, marchas para desarrollar, ante todo, el sentido del tiempo. Los resultados fucron sorprendentes. Ademés, ra el desarrollo de pédagogique n° 0: Principes et plan A. BL LENGUAJE Y LA MUSICA La educacién musical debe seguir las mismas leyes psicolégicas que las de la educacién del lenguaje, segtin el cuadro siguiente: 1. Béitions Pro Musica. aa “EDGAR WILLEMS: LENGUAJE Escuchar tas voces, ry i : : s : i : alone . fetener stlabas, luego palabras. 5. Sentir el valor afe: Tenguaje. Reproducir palabras, sun sin comprender- las. Comprender et signi. ficado seméntico de = Jas palabras. 8. Hablar uno mismo, in- tcligiblemente. 9. Aprender tas letras, escribirlas, leerlas. 10. Eseribir al dictado. MM. Hacer’ pequefias re. dacciones, poemitas. 12. Llegar a ‘ser escritor, Poeta o profesor. MUSICA Escuchar tos sonidos, los ruidos y los cantos, Retener sucesiones de so- nidos, trozos de melo- dias. Volverse sensible al encan- to de los sonidos (sona- jeros), de las melodias. Reproducir sonidos, rit- ™os, pequefias cancio- nes, Comprender et sentido de elementos musicales, Inventar ritmos, sucesio- nes de sflabas (lala-la, etcétera), Aprender tos nombres de las’ notas, escribirias, leerlas. Eseribir at dictado, Inventar melodtas, peque- has canciones, Legar a ser compositor, director de orquesta 6 Profesor. fancia las canciones, un instrumento melddico an ine tenner arménico, asi como también el solfec; y rie tarde, el canto. EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL — 29) El orden psicolégico del desarrollo es el siguiente: * Se aereeee retest Actividad creadora (imaginacién creadora 12) iio ividades ‘De acuerdo con la naturaleza del nifio Jas acti en cada plan, el acto justo. B, BL MOVIMIENTO SONORO EN LA INICIACION DE Los NINOS imiento; dl i ¢ del movimiento; acontece en tiemipo al gal que la danza y la poesia, Estas tes artes cate foimamente unidas en ef Fem. dferenciarén is ia. prima utilizada: para Se cuerpo baimano. para la dara y las palabras a cise ut ovina oe ak fiesta en primer lugar en el ritmo, pero conta jugando oe Pr eras la vonledin esol nerves tp ae ne Sete ee ; el seguni le ser, 9, ue a primevo pevo transcurre un cierto flempo entre 2. Las cifras corresponden al cuadro precedente. a EDGAR WILLEMS Jos dos; es, si se quiere, un movimiento en el mismo Jugar. Este movimiento, que acontece en el tiempo, puede sentirse como realizado en el espacio. De ahi la posibi- lidad de hablar del ascenso y del descenso del sonido. Esto se presta a muchas discusiones en las que, por el momento, no vamos a entrar. Admitimos, por més de una raz6n, que se pueda hablar de la altura de los sonidos y, por consiguiente, de un movimiento hacia arriba y hacia abajo. Desde ef punto de vista pedagdgico es de particular importancia, aunque mis no sea porque esta nocién favorece en mu- cho la conciencia del orden de fos sonidos, esencial tanto Para la escritura como para la lectura. En iniciacién musical es normal hacer que la con- ciencia no intelectual del sentido del movimiento sonoro preceda a la conciencia de Io alto y de lo bajo. Luego de haber realizado ejercicios sobre el movimiento sono- ro, diremos que subimos hacia arriba y descendemos hacia abajo. Repetimos aqui que lo que importa, ante todo, es el orden de los sonidos, de modo que se pueda, segtin el instrumento empleado, ir de izquierda a dere. cha 0, distintamente, como en el violoncelo, donde se iré hacia un sonido més alto haciendo descender los dedos 0 Ia mano. Se ve aqui, una vez més, hasta qué punto todo es relativo en arte y qué peligroso es fijar clisés en el subeonsciente de los jévenes seres; hasta qué punto es dificil también para el profesor darse cuenta con exac- titud de lo que ocurre en el ser interior de los alunos. qui también podemos decir que, a fin de cuentas, siempre es el propio ser quien en gran parte es el res. Ponsable de su destino. C. La FLavta pz EMBoLo La flauta de émbolo es un instrumento de una gran simplicidad, pero que permite, desde el punto de vista psicol6gico, realizar una extraordinaria serie graduada de ejercicios. Un profesor no ejercitado corre el peli- BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 31 jercicios, repitiéndolos de hacer tan sdlo dos o tres ejercicios, repiti Sin cesar, limiténdose, por ejemplo, a hacer adivinar Tos ascensos y los descensos para luego hacerlos escribir en la pizarra. {Qué pobreza cuando en realidad es nece- sario enriquecer numerosas lecciones! ¥, por el con- i sicoldgica de ejercicios que fuesen desde Jo més See a erate mental, pasundo por la afectvidad. Esto, jal dirigirse a alumnos escalonados de tres a siete aos! 1. El profesor acciona Ia flauta; el nifio mira y acciona por si mismo el émbolo y dice: el profesor cambia: ascensos y descensos, con repeiicién, con saltitos, 0 répida y lentamente (elemen- tos afectivos); 6. idem con los «quédate abfm; ; 7. los propios nifios inventan movimientos sonoros; 8. el profesor escribe movimientos en la pizarra y Jos slumanos los cantan en forma colectiva y luego indi- 9, un nifio escribe movimientos en la pizarra, can- tando; los demés realizan estos movimientos cantando, segiin la indicacién del profesor; . 4 10, os alumnos adivinan gréficos escritos por an cipado en la pizarra; el profesor realiza uno en forma sonora, por ejemplo: Ap oT eee 11. Eseribir y cantar letras del alfabeto: VN MWE. 12. adivinar movimientos sonoros, sin mhirar; 13. escribir al dictado del profesor o de un alumno (dos o tres veces en la pizarra); 14." realizar movimientos variados con la flauta ha- ciendo intervenir valores afectivos. iSuponemos que el lector capta lo beneficioso de esta variedad cuyos elementos, en su totalidad, deben surgir de Ja vida misma! Dicha variedad de ejercicios puede practicarse con otros instrumentos: sirenas, xilofones, metaldfonos, etcétera, D. LA EpuCACION RETMICA Las tendencias materialistas del siglo 21x quisieron otorgar el primer lugar al desarrollo ritmico en educa, cién musical. Ahora bien, la misica es, sin discusién, un atte del sonido. Por Jo tanto, el punto central de la educacién debe ser la audicién y las canciones. Hay aqui un tema que presenta dos aspectos, pues en Jos esquemas que mostraremos més adelante, en el capitulo IL, adoptamos un orden material donde el ritmo ‘ocupa el primer lugar. De ahi nuestro postulado: «el cos. A ellos remitimos al lector. Anotamos aqui, en resumen, alguno de esos ejer- cicios esenciales: 3. Editions Pro Musica. EL VALOR HUMANO DE LA BDUCACION MUSICAL — 33 1, Tomar conciencia del nimero de golpes dados ‘con rapidez; 2 “ 2, dar sucesiones de golpes rdpidos 0 lentos; tanto acelerando como reteniendo; 3. dar golpes cortos y largos que sirvan més tarde para los valores ritmicos en el solfeo; yroducir timbres diferentes golpeando sobre la tendo palinas, sobre el cuerpo 9 sobre objetos ; los sonidos 0 ruidos pueden ser designados n iversas onomatopeyas; pigeon a 10 de canciones y adivinar simple ritmo; se improvisardn ritmos marcando el compds nifios marcarin una sucesién de compases nt tiempos; improvisando el profe- Te vatcieads (auyile icio para el avanzados que cuatro modos de forma espontinea y sin avanzados, sobre todo con los del curso de presolfeo, se pasaré de esta formula 3 4 EDGAR WILLEMS 4 su desarrollo natural: «la cuadraturay *, En nues €poca de reaccién contra los «clisés» del pasado, pe rofesores que vacilan antes de hablar de cuadratura. Creemos que estin equivocados porque, bien empleados, Spuaiets daske modo, ztso, estos clisés no seran un staculo para otras manifestaciones de la vida; al con- i pri sidad de estos «juegos» ritmicos. Sin em i gos» ritmicos. argo, Poseen las claves psicoldgicas, todo se vuelve claro y snte de suerte que permita desarroll: tido sincrético; es un global de buena eee Sak s Ie se eee ee ee ae § 2. La educacién musical en el ciclo preescolar Diremos, en vista de la educacién musical de como ya lo seialdramos, que la education musical debe centros lares). Esto ya ocurre en alj igunos F En Rusa, por ejemplo, y en algunos palses el Bate londe Ia edi musical es un asunto be al Estado; ‘educacién musical es a raz6n de tres lecciones por semana, Ademds, por cierto, se canta todos los dias, a menudo moviéndose. __ Se trata de una educacién diferente de la que se imparte en los Conservatorios. Aqui, los nifios que se pueden tomar a partir de los cuatro afios no tienen més que una hora por semana. En los ciclos preescolares es muy distinto. La maestra esta en contacto con los © La carrures en el original. Consiste en frmula pregunta/respucsta convstendola en Concise, TE) [EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MusIcAL — 35, nifios todos los dias y durante varias horas por dia. Por ‘otra parte, es necesario que ademas les ensefic a hablar, ‘ contar, a moverse, a expresarse, en suma, a realizarse humana y armoniosamente. Esta educacién es, pues, te todo global, 1o que exi- conjunto de cualidades bales con los conocimientos analit disciplina, de cada arte? {Estos conocimientos son exi- gentes en lo que a musica se refiere! En la practica, pudimos ver, en diversos paises de Europa, Africa y América, que en las escuelas de arte donde se trata de relacionar las diferentes artes —y 10 mismo ocurre en las escuelas infantiles— se sacrifica Ta musica en beneficio de las otras artes: la pintura, la mémica, la poesfa y la expresién corporal, por ejemplo. ‘Se habla mucho de medios audiovisuales. Nos da- mos suficiente cuenta de que cuando la audicién y la vista van unidas ésta se beneficia, en general, con ¢l 30% de la actividad nerviosa y la audicién sélo con el 20 9% restante? Agreguemos el desconocimiento peda gégico de la musica. (Qué queda para la verdadera Educacién musical? En algunos programas de educacién musical se propone que la miisica se emplee para ame- nizar Ia educacién general, para acompafiar la gimnasia, la ritmica, la danza, la expresién corporal, las fiestas patridticas 0 religiosas, el aprendizaje de la lengua ma- Terna y hasta el célculo, Para eso se emplean las posibi- transforma la educacién musical tal como la preconiza- mos, destinada a desarrollar en el ser humano la mayor parte de sus posibilidades dindmicas, auditivas, afecti- Yas, intelectuales y morales? ‘‘Todo esta por crearse en este dominio! ¢Es posible? La pregunta no se nos plantea a nosotros; es necesario comenzar como se pueda; hay que poner manos a la 36 EDGAR WILLEMS obra dado que existen los datos pedagégicos y psico- logicos. ‘Cuando no disponemos de més de una inica hora de educacién musical por semana, excluimos los elementos cativas que poseen el sonido y el ritmo, No lo ‘mismo en los jardines de infancia. i sone ‘Sin embargo, es indispensable que la maestra conoz- ca las principales bases psicolégicas (humanas) de la ‘educacién musical. Y ante todo, que sepa que el sonido versa actividad posible de las maestras en las escuclas infantiles: [EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 37 ritmico y métrico! imica, al ilustrar los cantos, ayudaré a li- rresién afectiva. @)_ El dibujo —Hlegado el caso con tizas 0 lépices de colores— sobre la pizarra o el papel puede consti- tuirse en una valiosa ayuda para la educacién musical en el ciclo preescolar, ¥ la lista de las posibilidades humanas no esté ce rrada. jLas educadoras deben ser vitales! En muchos casos, los propios nifios compensaran la falta de imagi- nacién de los profesores. ‘Recomendamos, es natural, la lectura de libros que puedan introducir a las maestras en las bases psicold- tticas de Ia educacién musical. Citamos algunos: * L’éducation musicale nouvelle. Los Carnets pédagogiques. Loreille musicale, tomo I, la preparacién auditiva del nifio (ya mas especializado) que comprende ¢l capi- “& Los datos completos figuran en la Bibliogratia. jecciones especializadas de ino unos pocos alumnos (un musicoterapia; esto resulta casi imposil numerosa dado que el control individual Notemos al pasar que las lecciones de cal, bien practi ‘Més adelante damos algunos que pueden realizarse en forma colect de infancia. ay Los Camets pédagogiques no iy 201 de canciones de dos a cinco notas y ‘un lugar importante y que deberemos desconfiar de las canciones sentimentales o demasiado complicadas 0 aun de aquellas cuya prosodia sea defectuosa. Las maestras a ‘i te. Algunas can- niffos recibieron con gusto se refieren, en los nombres de las notas de la escala, EL VALOR HIUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL — 39) Las marchas y 10s movimientos naturales (saltitos, saltos, balanceos, ete): Las marchas, destinadas sobre todo al sentido del tempo, pueden ponerlas en prictica todos ‘con la condicién —esencial— de escu- char; jmuchos nifios escuchan muy mal! Hay una audi- cidn no s6lo i p, saltamos, saltamos», asi de grande es mi is naturales posibles mentos de musica. No es necesario que los sonidos correspondan a sonidos de la escala, y la distancia entre dos sonidos puede ser muy pequefia. Segiin el material empleado, el nifio podra ser sensible a octavos de tono y aun menos. ‘Los palmeados: Con un minimo de disciplina se po- ‘drain. realizar interesantes de ritmo golpeando sobre una mesa 0 sobre ; Jos sonidos fuertes ¥y suaves, largos y corto: © Ientos en crescendo ¥ decrescendo, accelerando y ralentando, permiten una gran variedad de ejercicios sonoros. (Véase el Carnet 40 EDGAR WILLEMS ne 4B), Con palillos se golpeardn los cuatro modos : el ritmo de la cancién, el tempo, el primer tiempo del compas y las divi los tiempos. Es un ¢jercicio de primerisimo orden para Ja esoritura y la lectura futuras de los ritmos. "He aqui, en breve sintesis, algunos medios, variables al infinito, para despertar y desarrollar en el nitio cle- ‘mentos esenciales y fundamentales de la musica a partir del ritino y de las canciones. Los elem: iodo depende de la comprensién, de la del ‘don de invencién de los jévenes ‘dn poseeré un valor adecuado si esté conocimiento de los principios musicales § 3. La importancia de los primeros pasos En Ia educacién musical se han descuidado, por Io general, los primeros pasos y las bases al contar: con las dotes del alumno. Ademés, Ios alumnos no dotados esta- ‘ban condenados al fracaso. En la educacién que propo- reresamos por todos los nifios, por todos del profesor rastrear ino en sus puntos débiles. Pero esto exige del profesor la posesién de las bases psicolégicas de la educacién musical; debe, ademés, ser capaz de encarar una educacién desde el comienzo, desde las mismas raices. En la iniciacién, el contacto con tos nifios es de la ‘mayor importancia’ El profesor deberia tratar de con- quistar a los nifios por medio de la musica (material sonoro, cantos, ritmos, movimientos) y no mediante palabras amables. Es imitil decir, por ejemplo: «;Pon- gan mucha atencién, vamos a escuchar el sonido que producen estas lindas campanillas!», La madre, que en Ja casa ofrece algo rico a sus nifios, no usa preémbulos de este tipo. Es necesario decir poco y hacer mucho. Es imitil tratar de que el nifio se vuelva inteligente diri- EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL — 41 gigndonos a su intelecto —cosa que hacen muchas madres—; necesitamos que logre —a menudo por imi- i esto en todos los dominios: del ritmo, etc. Desde prinei siglo se descubrié la importancia de los diversos aspectos del inconsciente y, en lo que respecta al aprendizaje, sobre todo de un arte como la musica, de la importancia de las asociaciones; éstas se realizan a menudo sin que uno tome conciencia; son mucho més peligrosas en la medida en que permanecen ignoradas. Asociaciones provocadas por medios extra- musicales 0 por métodos fantasiosos pueden ejercer una mala influencia sobre toda una carrera musical, tor- dificiles, si no imposibles, los automatismos indispensables para el solfeo, Ia lectura a vista para un instrumento, 0 la armonia. El inconsciente fue en particular puesto de relieve por los psicoanalistas; respecto a las asociaciones, Pav- lov y otros demostraron Ja naturaleza de las asociaciones y su influencia en los fenémenos de la vida fisiolégica. Recordamos ademés la importancia de la obra capital de Richard Semon: La Mnzme, que se refiere a la naturaleza de los diferentes tipos de memorias basados con frecuencia en las asociaciones. En el manejo del material pedagdgico, el profesor debe utilizar su tacto y el sentido comin. Los ejercicios deben corresponder a la edad y a la capacidad de los alumnos. Es evidente que la naturaleza det sonido con ‘sus propiedades: duracién, intensidad, altura y timbre, deben resultar familiares 2 quien ensefia. Las canciones, que es de desear sean ante todo bellas, y que deben constituir Io esencial de las lecciones, de- ‘berian ser elegidas con un fin pedagdgico, es decir, que puedan servir mds tarde para el desarrollo musical audi- tivo, ritmico 0 del solfeo; porque el tiempo destinado a las lecciones —en general una hora por semana— es precioso. En las escuelas preescolares el problema cam- bia con respecto al tiempo disponible, pero los princi- pios siguen siendo los mismos. Respecto del oido, es indispensable distinguir entre 2 EDGAR WILLEMS audicién sensorial, afectiva y mental; més adelante nos referiremos a ello. El comienzo de la expresion libre del nifo —cosa que no siempre es facil de obtener, ya sea desde el punto de vista del ritmo como de la melodia— es de gran importancia; es la preparacién para la improvisa- cidn, propia de todo verdadero misico. WDiriamos también que no se debe hacer pasar agra- dablemente el tie mucho! Cada ejercicio esté destinado a hacer que el nifio realice un esfuerzo, un pequefio paso adelante, de modo tal que no lo perciba, Todo deberia ser facil y tener la apariencia de un juego. jQué lejos estamos del principio que pretende que todo debe ser obligatoriamente juego a fin de que el nifio muestre interés por aquello que se le propone! El interés, a nuestro juicio, debe venir de misma tan rica, tan variada y del valor fisiolégico (en prime: iodo cuando ésta tiene de vitalmente vélido, abriendo puertas a las nuevas posibitidades que pueden satis- facer la necesidad de novedad; necesidad justificada por las exigencias de ta evolucion a la vex material y espiritual de la misica, La educacién musical puede realizarse entonces de acuerdo con las tendencias de nuestra época sin caer, aulibrio in creer que el nifio es realmente creador S que, en efecto, no es sino un inventor, un tor. Combina elementos conocides o procede por tanteos, por necesidad de accién, de movimiento. ‘Mas adelante hablaremos al respecto, cuando tratemos de las dificultades encontradas en los comienzos. la importancia capital de los prime- responsabilidad de los profesores es determinante dado que se imprimen en el subcons- ciente nociones, clisés que perduraran a menudo du- [BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 43 rante toda la vida y serdn, quizé, si no son correctos, luna traba para el desarrollo futuro. Y que no se nos diga, a propésito de algunas falsas teorias o del empleo de medios extramusicales: «{0h, es0 no Io hago sino al comienzol». Los primeros pasos son los mas peligrosos: atin més peligrosos cuando el profesor no se da cuenta fen la estructuracién de los proce- ‘Los primeros pasos, bien concebidos, nos permiten realizar uno de nuestros fines humanos: la alfabevizacién de cada nifio gracias al orden de los sonidos, de los hombres y de las notas, que hace posible 1a automati- zacién de los nombres. Los elementos intelectuales que permiten pasar de lo concreto a lo abstracto no son, sin embargo, vilidos sino a condicién de basarse en ele- mentos de la vida y, entonces, en la audicién, que com- prendan ejercicios de sensorialidad. Muchos miisicos educadores comprendieron. y se dieron cuenta de que el punto de partida debe ser la auidicion y, por tanto, el canto; pero también admitie- ron la necesidad de arribar hasta la escritura y la lee- tura, Ahora bien, aquello que ignoraron © comprendie- ron mal fue que la aproximacién al solfeo debe ser preparada desde el comienzo, al igual que la eseritura la lectura de la lengua materna; comprendié y practicé este punto de vista. Y sin em- bargo, puede ofrecernos Ia verdadera clave del desa- rrollo funcional de las facultades musicales que deben, Queda claro que un ideal tan elevado pone al pro- fesor ante numerosas dificultades, 44 BDGAR WILLEMS § 4. Dificuitades que se encontraron en los primeros pasos Teilhard de Chardin escribié: Nunca las cosas son menos comprensibles que en sus comienzos. Esto es jo problema fen su conjunto y en todas sus partes, con el ser Uno y otra, el ser humano y la mis No lo ocultamos, la tarea no es facil. Es necesario poser, al’ mismo ren por naturaleza; la musica puede ios atin no tienen tres afios se no 3 ges much nuestras posibilidades? No lo creemos que nos veamos obligados a reaccionar contra nociones y hébitos seculares. Sefialaremos algunos aspectos del problema: a) EL sono La materia del arte musical es el sonido. Este sonido ¢s a la ver material y espiritual, Para hablar con pro- BL VALOR HUMANO DE IA EDUCACION MUSICAL 45 piedad, el sonido es un fenémeno fisiolgico que se origina en el oido interno; su base material es la vibra- cién sonora. Por lo menos tiene cuatro propiedades: la duracién, y las otras tres cualita- i, la altura y el timbre. El profesor debe poder tenerlas en cuenta en sus lecciones; y ésta es una dif nos desesperemos: comencemos como podamos y mas tarde diremos con J.J. Rousseau: «;Aprend{ ensefian- dol», D) EL MATERIAL DIpacrieo Pensamos en particular en el material auditivo. En muchos casos es necesario credrselo porque el comer- cio no siempre ofrece tas cosas preparadas como uno desearia. En el tomo I de Loreille musicale * consagra- capitulo completo a las. posibilidades de con- feccionarse un material auditivo. Ademés rica en posibilidades, y quienes buscan a partir de los principios, tendrén pronto con qué salir del paso. c) Los NIN0s Como lo sefialabamos antes, los nifios de tres afios nos ponen frente a grandes dificultades. A los cuatro afios las posibilidades de llevar a cabo la educacién musical son ya mayores, y a los cinco afos es un ver- dadero placer hacer vivir a este pequefio mundo en la atmésfera musical. Por cierto pocos nifios se asemejan ‘6. Editions Pro Musica 46 ‘EDGAR WILLEMS y los dones musicales, a menudo por razones heredita- rias, pueden ser muy diferentes. Algunos nifios tienen d) Los PROFESORES Jectura y'a la escritura musicales, es decir, a Ia alfabe- tizacién musical que consideramos como el hecho de [EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 47. poder leer y escribir su lengua materna. La posibilidad Ue llegar a este resultado existe si se emplean los me- dios adecuados. Para el profesor, una de las dificultades psicol ne libre. ‘Los palmeados que preconizamos «preocupan» a mu- cchos jévenes pedagogos que no Iegan a liberarse de una cierta rigidez, de una especie de reserva del ser «bien ‘educado. El nifio es més flexible. ;Y pensar que el pro- La misica fue considerada en demasia un pariente pobre, un elemento despreciable. Pero, desde luego, cde 48 ‘EDGAR WILLEMS, lel de Ia creati- {auerer reunir todas las aries : 8 prineipios contiene una verdad, as da aun la aplicacién correcta en la eltieiiadl nae aS a) EL suECo racién. Podemos decir en. efec jugar con la misica; la miisica Juexo». Si se pregunta a un nifio q lice: «Venimos ». Preferimos. la EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 49 A modo de conctusién podriamos decir: «Es nece- sario presentar Jos elementos de la educacién musical “Como si se tratara siempre de un juego”». Captamos la diferencia. Como siempre, jse trata de la relatividad! Para un verdadero educador no se trata de juego sino de vida. El siglo xx aporté numerosas posibilidades a la edu- cacién musical. Por de i perturbacién y grandes nizacién de la misica: ibadores de cinta, cas- radio y television. Las condiciones de la evolucién, estan perturbadas, trastornadas y, en este mo- mento, nadie puede decir cual es Ja influencia real de toda esta industrializacién. El problema es demasiado amplio para tratarlo aqui. Dos puntos resultan eviden- tes: el primero, que la cantidad va a sumergir a la calidad; el segundo, que los medios masivos de comu- afectos, privando al espiritu humano de la conciencia de su verdadera libertad. b) LA LipeRtaD Jean-Jacques Rousseau, en su libro: Emilio 0 de ta educacién, predicé como se sabe, las cualidades natura- Jes del ser humano y hablé contra la educacién de su tiempo a la vez que deseaba mayor libertad para el nifo. Algunos educadores, que sin duda leyeron mal, preconi- zaron una libertad total. Sin embargo, el autor escribié: «Que su alumno crea siempre ser el maestro y que siempre sea usted quien lo es.» Y algunas lineas mas adelante: «Sin duda debe hacer lo que quiere, pero no debe querer sino lo que usted quiere que haga». {Capta- ‘mos el matiz! Se trata, pues, de que él maestro sea un real educador y de que tenga una autoridad tal que esté dispensado de «mantener la disciplina». ;Qué mic sién maravillosa pero delicada la de guiar al nifio en sus primeros pasos! 4 50 EDGAR WILLEMS iTener autoridad! Es un problema delicado ¢ impor- _ tante. Depende, por cierto, en primer lugar sencia fisica del profesor, Inego, et acsctae lominio de si mismo. jJamés hay que perder los estri- Bost A continuacin, es necesario ‘le aa nombre propio, sino en nombre de la propia musi re de sic 9p el poder, en parte misterioso, del ritmo del so ©) LA cREATIVDAD Aceptamos el término «creatividad» tomado sentido amplio, Esta de fi ieanelivets as ‘moda y quiere precisar el pen- queremos: ert Sid ¥_severos, la _psicologia tapas que presenta la imaginacion eo erdadera creatividad. cab: entamos, pues, el pequenho cuadro que sigue: ° ae sigue: 1) En primer lugar ‘encontramos. la inativncién aoe fisiolégica del ser humano, ‘ ) Las impresiones pueden ser retenidas, de imasinaion retention, Esta pce ser antic sas a carce cn Es, de hecho, la memoria. ieee 3) La imaginacion reproductora; se 3 I aa mas oe ‘ta reproduccién puede también ser mas o nifio puede inventar, combinar elementos co- ae da por resultado la imaginacién construc- a 5) Existe, por fin, la imaginacién cre ve ee el ser bumano y gracias a diversos clementte pasigen BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 51 Al Iegar al fondo de las cosas podemos decir: el nifio quiere moverse, ser activo. Ahora bien, ser activo es una cosa, ser creador es otra por completo diferente. En lo que se refiere a la pintura, gracias a un poco de material, algunos colores. y, legado el caso, algunas sugestiones del profesor, el nifio puede moverse con los brazos y las manos, y ver el resultado de su accién. cEsto ¢s creatividad? Moverse es vivir, no crear; jla confusion se produce con toda facilidad! Aqui, como en muisica, se trata de darse cuenta de la naturaleza del acto, de la naturaleza del funcion real y no de los resultados. Sucede que, a imitacién ayuda al nifio a realizar el acto misica més que en pintura, un profesor psicélogo vers muy pronto los limites ritmicos y melédicos de los pe- quefios y comprenderd la ventaja de los buenos ejem- plos. En la préctica de la iniciacién musical empleamos de preferencia, antes que la expresion «creatividads, la de participacién activa, expresién menos altisonante pero més precisa desde el punto de vista psicolégico. La palabra «miisica» tiene a menudo igualmente —como Ja palabra «creatividad>— un sentido més amplio en Ja actualidad, al extremo de incluir todos los sonidos tidos, Lo esencial es no perderse entre los valores relativos de las palabras que se emplean. Hubo y hay todavia hoy un apasionamiento por las io previo, por miedo de menoscabar la vida. tas renombrados, sobre todo en el campo de la as EDGAR WILLEMS sores inteligentes pusieron al nit i autométicamente, daban resultados satisfacteren ot Gdemplo al legir'y delimitar la natural HieRIES, Colores, etc., y de tas: herramie: Ovide Decroly, un médico pedagogo robar los inconvenientes y los ermece, nett eta smo tiempo que nacié en Alemania EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACTON MUSICAL 53 Las teorfas globales de Decroly fueron, ademés, éspe- ramente discutidas por algunos educadores belgas. Y también en Ginebra, donde siempre hubo escuelas pilo- to de vanguardia, los resultados fueron decepcionantes. €) LA UNION DE TODAS LAS ARTES artes, El gran peligro, el error diremos, co! ner que se pueda hablar de un arte sto no debe excluir el hecho de que las maes- conocer los primeros pasos, las rafces, lo: fundamentales y el parentesco humano en‘ rentes artes. ‘Mucho se habla en la actualidad de los medios audio- visuales en la educacién. Es un dominio delicado y peli- 54 a nae EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 55 a las sinopsis (unién del sonido y del color). Ocurre, en efecto, que algunas. personas en los estudios musicales, sin a). Nuestra actividad como reeducadores nos permitié, nos obligé diremos, estudiar el tema de cerca, También fue estudiado por especialistas. Nombraremos, entre otros, a Théodore Flournoy, profesor de la Universidad de Ginebra, con el aporte de Edouard Claparéde y Le- maitre, profesor en el colegio secundari ero de quienes consideraron el problema Citemos, entre otros, a Laszlo (htingaro de Berlin, a Scriabine (ruso) y a la sefiora Arthus, de Ginebra, quienes hicieron realizaciones practicas. Es necesario notar también que el problema presen- ta numerosos aspectos. En sintesis diremos —y tuvi- mos muchos casos entre nuestros alumnos— que el color puede asociarse: inger, 1) kL soxtpo ¥ nL coLon jqjlmaue se dirijan a érganos diferentes vista se reinen en actividades humanas seneye eo 29 bag, IMC 205 Permite establecer un paralelo entre ac, 3) con las obras (marcha militar = rojo, sinfonia pastoral = verde); bas: ; thoven = amarillo anaranjado, Mozart = blanco); ‘Sonido Color Musica 5) con los instrumentos (flauta = azul, oboe = ver- duracin = cantidad de ritnm de, trompeta = rojo); . color o 6) con la musica en general, los gritos, los ruidos, intensidad. = valor, claro. ritmo Ja vor humana, oscuro 2 alt - En lo que se refiere a Ia escala, se propusieron varias aot color propia- melodia relaciones que lejos estan de concordar. El capitulo es timbre cn amy 108 en resumen las tinicas notas del acorde =~ la materia, sonidos arméni. Do} eterno cos rojoamarillo anaranjado-verde azulado; Este paral ; )jo-azul palido-naranja; hes que desbordam mens maumerables consideraco : pirpuranaranja-verde; y también Men- : tema, resultar stil fi oa price, en Jas escuelas de arte. Pero un punto ote azul-amarillo-rojo; stra atencién: el que se refiere Unkowsky: rojo-amarilloazul, como todos los ocul- 56 EDGAR WILLEMS tistas que unen los siete ‘colores del arco iri notas de la escala a partir de Do, oe ea Un gran mimero de profesores de miisica basé su blema; ignoran que las asociacion: z les. sonido-color te naturaleza subjetiva y que lo valido para una persone fe Jo sera para otra. La asociacién propuesta por docen fos: sostenido = rojo, bemol = verde, produjo en al nos resultados desastrosos. &) FL MoVIMIENTO NATURAL Y EL RITMO MUSICAL EL Problema de la unién de la music imi 0 corporal presenta dos. aspectos: ee 1 'Se puede partir de la misica y tratar de exp Puede partir de movimientos corporates, improvise. Esta improvisacién, Puede oct le, basada en ritmos y sonoridades y no, comp algunos creen, el resultado de estudios en el Conse Fatorio donde hasta se ensefia que la improvisatie on sgl Piao es, por cierto, el instrume ic ne 2; tment pn ‘nos instrumentos de percusién pueden realizar fo tavee EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 5ST en particular el tamboril, los xilofones y los metalé- fonos. Para las «escuelas de arte» y los ciclos preescolares el nudo del problema seré: gcdmo wnir o mas bien su- perponer las dil sintético muestra que en Ia base de ticas se trata siempre de los mismos en el sentido de que siempre se trata de un humano que esté comprometido; compleja, cho de que las artes son tributarias orginicas diferentes: el ofdo, Ia vista, el tacto, y que son mas 0 menos materiales 0 espirituales, intelectuales © intuitivas. En resumen, seria necesaria una educacién art{stica global que poseen pocas maestras de jardin de infancia © artistas. La evolucién demanda a menudo més de una generacién para realizar un programa semejante. Lo esencial es entrever la posibilidad —que poco tiene que ver con la virtuosidad— y de ponerse a trabajar con 4nimo y_entusiasmo. ‘Ademés, podriamos alertar a las maestras respecto 1, que ocupa un lugar en los ciclos preesco- ser prudente para no caer no s6lo diculo, en el mal gusto. Es evidente que la mimica puede complementar a la poesfa con mas facilidad que Ia misica. Al comienzo se desaconseja querer expresat 7. ‘Badlitions Pro Musica. % EocAR WILLEMS mo —elemento de naturaleza ante i 0 = todo fisiolégica— Imisica Bxste un Carnet pedagogic, el ns 4. La Tih Medruusical et le mouvement naturel dans les cous toca eae, ge meee ental, cae 3 , de acercarse a la naturaleza ara co} i re Para copiaria tal como se presenta, sino para inspirarse La idea de ser aqui un c Teencontrarse muy bit orden que muy bien Confunditias egereside @ las funciones humanas y no 86. La afectividad en ta primera educacién Hablamos aqui de la primera educacién, bien claro ue Ja afectividad jugaré un ‘Papel de pliner orden —o deberia jugarlo— en toda educacion wan EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 59 car y no simplemente instruir o ensefiar. Se trata de ‘emociones, de placer, de alegria. El nifio debe ser atrat- do y debe poder interesarse. Planteamos como principio que todo el intelectualis- ‘mo que sera titil, y hasta indispensable para el desarro- lo musical general, debe ser postergado hasta la edad de Ja raz6n, edad del solfeo y del instrumento. Es nece- sario asegurar lo concreto. En miisica lo concreto ¢s rico, multiple, maravilloso, Debe servir no sdlo a la ica, sino al ser humano. Los datos cerebrales y hacer la ensefianza a base de intelectualismo. Se realiza, felizmente, un retorno, una puesta a punto que, en par- ticular en la masica, se revela como posible y lena de interés. Como es posible que se haya incurrido en errores teoria dualista, fisica y psiquica no dio a la el lugar que debe ocupar entre lo fisico y jectual. Los esquemas que presentaremos mds adelante muestran con claridad que la afectividad, jun- to con la melodia en miisica, debe ser el centro de la en la mayoria de las tendencias artisticas, cere- modernas, la melodia esté excluida, jy hasta | Asi, pues, la afectividad es eliminada con idad y, digémoslo, por lo mismo, el co- razén, El problema se plantea con una agudeza, con una claridad amplificada y también con simplicidad dire- cuando, como Io hicimos, volvemos a reunir ta misica y el ser humano con el cosmos, es decir, con los reinos de la naturaleza. Malraux, ese licido pensa- dor, al hablar de las tres caracteristicas principales de Occidente, cita, como tercer punto, que abandonamos el cosmos. En lo personal, en nuestra educacién musi- cal, le otorgamos un lugar importante. Asi como el reino animal se ubica entre el reino vegetal y el reino humano, de igual modo la melodfa se ubica entre el am CAR WILLEMS ritmo y la armonia y, de la mis J dad eneuentey one, ¢© 18 misma manera, Ia aectvi €en los viejos errores, Algunos textos de Jean con clarded Ta meer Sca4es Rousseau muestran €n su propia vida: en Confesiones, Wi antes de pensar: no presto atencién inal i in ebegeto atencion sino en proporcion al interés te salle 296, creemos, un ejemplo claro de Ia i ia de 1a Sensibilidad afectiva ‘en la vida, no cole acy Gencia, caracteristica real del ser humunos si ae, Og, afectividad caracteriza mas bien el plane animal. Por cierto muchos seres humanos se condgoee de hecho, como animales... ja veces razonal EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 61 hecho y que Ia Jos mismos pri adaptados a una edad avanzada, seré un real placer. El solfeo, la armonia, la mu, la composicién, tendran su verdadero : la vida y la conciencia artistica. Esta conciencia, normalmente, deberia ser miiltiple. En efecto, se comete un grave error, desde nuestro pun. to de vista, al creer que la conciencia musical es s6lo reflexiva, Esta conciencia, caracteristica del ser huma- no, jugard un papel principal, pero la real conciencia melédica y la conciencia ritmica reales son de otro orden, De eso hablaremos en el capitulo V, al final de la obra, Antes, nos parece mejor exponer nuestras bases psi- coldgicas de la educacién musical. Desde el comienzo de la investigacién de estas bases se nos impuso la idea de Ia necesidad de esquemas. 2 LAS BASES PSICOLOGICAS— LOS ESQUEMAS. Los esquemas © bosquejos que presentamos son de naturaleza analitica, pero estén sometidos a las leyes . Estas leyes aparecerdn con cla- ridad sélo si se apela a la intuicidn, en Ia que las pala. bras no tendran sino un sentido relativo, pero donde el orden debe ser impecable, indiscutible. Desconfiaremos lo absoluto. Como dijera un que con palabras, més alld de las palabra: modernas de la totalidad, de la forma (Gestalt-theorie) no pueden iluminarnos lo suficiente respecto de las leyes ordenadas de la vida. Lo analitico es Para descubrir el orden; ademés, como «El andlisis es la tarea principal de la psi Creemos también en el valor de los bosquejos para toda persona que dese tener una concepcién personal de la vida. Asi como cada nifio adquiere poco a poco un esquema personal de su cuerpo y luego del espacio, seria necesario que el adulto pudiera construir su es. quéma personal, relacionado con la vida. Los bosquejos pueden ayudarlo e incluso son, a nuestro criterio, indis. pensables, ‘No hay que temerle a Ia «fijeza> de los esquemas. Como dijera Bergson, «Nuestra accién no se ejerce con comodidad sino sobre puntos fijos. Es, pues, la fijeza que busca nuestra inteligencia.» “4 EDGAR WILLEMS una distincién entre dos acep- re fn tant egun i 2 Sees hogends halla aplicacion en el término ;, Pm confirmar nuestra elecci sis, opuesta a la «Gestalttheorios cién de Pavlov, quien Psicologia guestéltic Parte, la de Jean Piagei onsiste sélo en una absoluto una explicacién.» Preferimos agrupar todos los es ‘ quemas en un {ula antes quo "epartrlos segin las necesidades ie bos tratados, lacer resaltar mejor su uni mis tralados, a fn de -jor su unidad. tradicign yentest™ Primer esquema, Nos lo ofrece Ia gL Esquema 1: tos tres elementos fundamentales Ritmo Melodia ‘Armonia Por cierto que si formamos Parte de la vz is sil Qs jomeen a fms pene y ¥ que qui he r iba in lo ee EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 65 valor de la melodia, no podemos adoptar como valido ese esquema. Pero digamos. que los vanguardistas, si son sinceros, no pretenden ocuparse de educacién. Eso no quiere decir, necesariamente, que la ignoren; la prue- a podria encontrarse en la dedicatoria que un vanguar- dista escribié en un libro que nos ofreciera después de haber visto una leccién de iniciacién musical, con niflos de 7 a 8 afios: «Al sefior Edgar Willems, como agrade- cimiento por un’ maravilloso ejemplo’ de educacidn musical». Esperamos, pues, que para las necesidades de la causa de la educacién musical, el lector admita como valido, aunque s6lo sea hipotéticamente, nuestro primer esquema. Por otra parte se completaré y se enriquecera con diferentes aspectos que Io relacionarén con la vida humana y, més adelante, con Ia vida césmica bajo su aspecto teltirico (escala occidental, reinos vegetal, ani- ‘mal y humano). jueda claro que —insistimos en ello~ en los dis ntos esquemas las palabras no sirven sino como pun- ‘os de referencia para establecer un orden. En efecto, cada palabra deberia estar rodeada de varias palabras que ayudarian a ligarlas entre si. Hay, por otra parte, redes sutiles, complejas y armoniosas de corresponden- de analogias y de interreacciones entre los tres ies formulas que no son. limitadoras sino. que Proporcionar temas para meditar en vista de su aplicacién a la educacién: Eko Bbolande 1) R. > M. > A. Ley genética material. Ordenamien- to ordinal. El ritmo viene en pri- mer. término; tiene Ia prioridad Porque es: indispensable para la melodia y la armonia. bi EDGAR WILLEMS 2 RM A Ley ic it sana tars Seal etn: ri ia et pt cet at ence mic ten prin pictuers Mmodernas de teéricos o compositores que, nen nde same etl dela mn, he Tn ete acaatneald o del rite dene So a cena te sin coe Ja educacién musical; vicia special rime ;_ vicia en especial los pr pasos, que son de primerfsima importaneis, Pros 4) RM =A. Ley aritmética La unign det ritmo y de Un mismo ritmo. con elementos me 8) Row Miu A. Ley de continuidad. Se puede pa Sar insensiblemente del ritmo a’ la ia y de la melodia a la ar- met), Pel ritmo a ta ‘0. melédico, sonidos, ca melodia, 0 por lo menos al ele. rte ep menos alee [EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 67 1, Marquemos un ritmo cuyos valores de duracién tengan la misma intensidad; luego, acentuando uno de los valores; éste sonaré més fuerte y, normalmente, también més alto debido a los arménicos provocados por la intensidad. Es un primer pasito; diremos as{ que itensidad va hacia la melodia y que no ocurre lo mo respecto de la duracién. Elevemos un tinico sonido partiendo de un moti- vo recto-tono, aunque sea en forma muy ligera (menos de un semitono); se trata de una introduccién intrato- io melédico. salmodia, la letania, el recitativo, el * del nifio que en diferentes grados, toman un ter melédico. ido, la tos; en suma, por todo fendmeno fisioldgico que vaya hacia ia afectividad. b) De la melodia a la armontia o por lo menos al ele- mento arménico que es simultaneidad de sonidos. 1. Ocurre que en poblaciones poco evolucionadas,, el canto al unisono provoca simultaneidad de sonidos: por Ia octava que diferencia las voces femeninas y masculinas; por el hecho de que al querer cantar al tunjsono, pero ante la presencia de un sonido demasiado alto 0 demasiado bajo, se canta la quinta 0 la cuarta; +hay aqui un fenémeno de armonfa por completo incons- ciente. * Zalaliments en el original. Fl autor caracteriza asf esa es- pecie de canturreo o balbuceo sobre las slabas (la... Ia... la) que emiten los nifios de corta edad durante largos ratos. [T.) 8 EDGAR’ WILLEMS ck fH eo soins erent ‘Goel inact ah enn es areeeaenesin io sale come ara ot rca pa cece pe perotitentig be :, del elemento palbAieeeh ian aoa 3. La memora medics dl en oni clement arn EL hecho de cantar o de tocar junt rentes maneras sogdn los pafsesy las epocas= ered a armonia. No s6lo por el enpleo de los itervalos tesce ar y sexta 0 tambien por la polifonta Sin discusén, el clemento. mes carateristicn entre it Imelody la’ armonia: puede. ser ntroducide por los 7. Algunas melodias son mas arméni \6nicas que otras; en general, por el emy a 4 oe acan pleo de saltos en lugar de grados 8. _ El ison griego, ica mantenis ei », ténica itenida para sostener la 9. Instrumentos tales cor “orn zamerana mastienen algunos sonidon = )..Agreguemos, para terminar —pero Ja lista— que un unico soni a pane inte Sacre mnido, por sus arménicos, nos juponemios que los ejemplos que dimos a propési de tos clementos primeros de la maisica muestian ie ant ae ae caracteriza a la musica, asi como 1ue preside el a eee ‘el encadenamiento de sus elemen- No hablamos en especial del ie pasaje directo del rit- oon la armonia. Surge en forma automatica de la FSi cidad 0 de la intensidad de los valores ritmicos. Esperamos que el lector no dard una exagerada im- Portancia a todos estos aspectos. En efecto, tienen como BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 69 finalidad hacer descubrir la unided de ta vida, més alld de los innumerables elementos materiales. Liegado el caso, podemos agregar atin otras. leyes que refuerzan la unidad de la vida: @). Ley de interdependencia: Cada elemento es: tri butario del todo e influencia al todo. 7) Ley de evolucién: Da como orden: conciencia instintiva,(vegetativa), afectiva (animal) y conelencia reflexiva (hursana). 8) Ley de analogia: El mismo orden se encuentra por doquier y se puede, entonces, establecer correspon- dencias entre las artes. "Tememos en parte indisponer al lector por un exceso de analisis; pero, en general, se hace demasiada litera- tura cuando se trata de estos temas. El orden analitico, encarado con sentido comin, que parte de la vida glo- bal, y completado por datos concretos, no se opone a la unidad, xr nuestra posicién? Una anéedota nos ir el problema: Un dia, al acercarle este esquema, una alumna adulta me pregunta: «¢Qué quic- re usted decir con la’palabra “mental que no representa algo material, tangible, sino que tiene un valor de orden en la vida musical, y que es necesario tomar el esquema mas alld de las palabras. Me replica que siempre le ensefiaron a precisar el sentido de las palabras que se emplea. Tomo un rodeo y le pregunto ‘Si ya habia escuchado cantar a dos voces a los pajaros, No, s6lo a una tercera © a una sexta; me respor Jos: seres. humanos pueden hacerlo». Consiento y com- pleto: «Entonces el ser humano posee una facultad que le permite realizar la armonta; ésta es Ta facultad por la palabra mental. Quiz4. po- que represento ai driamos poner otra palabra en su lugar. Lo que importa es que la relatividad respecto de la melodia (que el pAjaro puede realizar), fo sea respecto del ritmos. ‘Por simple introspeccién descubri, asi, que los tres elementos fundamentales de la musica son tributarios de tres funciones humanas diferentes: El ritmo es reali- zado, en la préctica, por funciones fisiolégicas, 1a me- ” ‘EDGAR WILLEMS {edfa, por Ia sensibilidad afectiva y Ia armonia por la _ mente, capaz de llevar a cabo la sintesis y el andlisis, Para muchos, la relacién que establecimos entre le fie ¥ mental, con un carsicter predominante por, navi Jnleza: fisiolégico para el ritmo, afectivo para la melodia Y mental para la armonfa, Ta meditacién y la intuicién deben colaborar con el dataleto Para captar la validez de un esquema seme- jante, Durante la Primera Guerra Mundial, mientras estaba fae USelas, ¥ como todo el trabajo estaba suspentiide, dea Gese® de conocer fntimamente la misica ie. [BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACTON MusIcAL == 71 § 2. Esquema II: Relaciones. psicolégicas Ritmo Melodia Armonia Vida fisioldgica afectiva monet 32 ion Sensibilidad rontoci Aci Se acuerdo con las leyes de Ja ontogénesis, de Ja zos de comprensién de EPtacaralecs tan profunda tan humana, nu ‘otal dad, de Ia musica. humana, 0 sea, en pocas palabras, en la vida fisiolégica, afectiva y mental. ie EDGAR WILLEMS Con el fin de ampliar nues i P tra concepcién de la mii- engage 1a tie, ubcaremos los tres elementos fae ent $s polos extremos: material y espi. naturaleza epife- todo a partir de la — m : Son continidad de os princpios dela vida 6 ase los que i Ssshguellos que animan ta materia y cuya naturalea se La actitud det educador, de , desde este punto de vis puede ser importante y hasta determinante. De aht al sentido ézistencialisia y esencialis larno: 2 ista, puede bri sclaraciones perentorias acerca de acble ataraions eral y espiritual de Ia vida, =i in de situar a la musica de una manera obal en la vids, ampliamos este esqueme irae ss tuard entre dos polos extremos, opuestos y comple. BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION musicAL 73 § 3. Esquema III: Los polos material y espiritual Polo espiritat 1ora —ritnio y sonido— melodia—armonia—arte iundo inorgdnico—fisiolégicn —efectivo— mental. —intuicién ‘supramental Cuando abordamos los dos polos extremos, material ¥y espiritual, entramos, en ambos casos, en el misterio. Y sin embargo, debemos decir algunas palabras dado que la civilizacién occidental trata de ampliar su com- prensién. En principio se dice, en la actualidad, que materia y espfritu se unen y no constituyen sino una sola unidad. Es probable, pero no seremos tan categéricos pues esta- mos en pleno misterio, Veamos, sin embargo, algunos aspectos de los dos polos. Desde el punto de vista espiritual —y la palabra es muy relativa— sentimos que el arte supera la compren- siGn humana y que podemos hablar, entonces, de supra- humano y supramental. Las teorfas’esotéricas, en gene- del mundo mental, ¢Para qué negar su que nos limitamos a una nol6gica del universo, nuestro limite La suposicién de la existencia de mundos superiores puede, sin embargo, ser valida como contrapeso de las tendencias materialistas que tienen como resultado la supremacfa de la materia y, por consiguiente, de Ia téc- nica, posicién que no es la nuestra. Desde ef punto de vista material, podemos tener en cuenta los resultados logrados por la ciencia nuclear, vale decir, la descomposicién de la materia, alli donde ésta termina por desaparecer. Algunos detalles nos pa- recen de importancia; Ios citamos, no sin cierto riesgo, porque estén separados de un conjunto de elementos que escapan al comin de las gentes. Estard ausente el contexto, pero se trata de investigaciones ultramodernas recientes que nos muestran que la antigua concepeién del mundo, que partia sélo de la materia, no es vélida ” a nee EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 75 en Ia actualidad més amplia del mondey geen eet 2 8a concepeién asi como el artista maneja a su voluntad el ritmo, Ia sobre la naturaleza del univer mueves documentos melodia y la armonfa, del mismo modo puede el ser embargo, sus misterios dade suo? it Tesolver, sin humano ‘considerar «su» cuerpo, «sus» emociones y avanza, se abren nuevos horecneg tide que. se «sus» pensamientos como elementos adecuados para detalles en beneficio de ntes. Daremos algunos constituir su arte de vivir. Puede aprender a conocerlos suponemos que no muestra apertura de espfritu; y —hasta un cierto punto— a dominarlos, gracias al tros principios de pes eeieianeate extrafios a nues- despertar de intuicién supramental. Reconviemoa pucs queso cen a ose ‘Como ya dij la elemento fundamental —rit- de Ginebra, un nuevo CEIN cen as etualidad, cerca mo, melodia y 1— puede tener, en la practica, un (Centro Europeo de Inves- triple valor: fisiolégico, afectivo y mental. Queda bien tigaciones Nucleai ae claro que la vida no se reduce al esquema limitado que vamos a presentar, pero no dejaremos de condensar lescubi ones para descubrir el orden que existe en descubsteron ae srg Slementos nuevas, Fisicos ia naturaleca musical y homens, s § 4. Esquema IV: El triple valor de tos elementos fisiolégico — afectivo — mental fian y que denotan la existencin donna, - Otro ejemplo: se habl Rito pe de hecho, estos dos términ : Melodia $n iri co Armonia a el infinito, Se i i Este juema nos muestra al mismo tiempo, de densifeadors coe ue i Materia es una fuerza césmica ‘manera indadable, nos parece, la unidad de la risica ritu es una fuerza espiritual gue Reece Y Ue el espi- y la riqueza de cada uno de sus elementos constituyentes. que fecunda Ia Materia. El En educacién musical, encarada en especial desde un espiritu necesita del impulso creado, SOPOFES materiales y la. materia, ‘ngulo humano, interesa que el profesor tenga una no- incursion que hicimos en el domini cion clara de la relatividad de los tres aspectos de cada or finalidad aumecegs mnie de Ja ciencia elemento. Se provocaron numerosas confusiones, debi- or » POF Sus infin neRtae Ruestro entusiasmo das en particular a quienes todo lo encaran desde un e Ia materia y del ceeds Posibilidades en el dominio, punto de vista cerebral. gAcaso no se dijo, entre otras tieas para nuestra actitud respecte fen stones ride- Cosas, que tanto el ritmo como la melodia y la armonia cacion musical, ‘pecto del arte y de la edu- son de origen cientifico? Ahora bien, los tres pueden a it i ‘i ticiy ‘ipl ‘iencia di ica, iva sen cuanto a la posible existencia de una intuicién Per aa ofa pees EB siensalonodes si no vivirla realmente, por lo El esquema que sigue nos permitiré precisar nuestro menos presenti i Pp itirla de diferentes maneras, Damos una: punto de vista y profundizar su valor practico, situando 76 EDGAR WILLEMS los elementos fundamentales en relacién con el Cosmos, es decir, con su aspecto teh Ppodemos abord: Pensamos en los reins. de la nalts ns SPOT: $5. Bsquema V+ Los reinos de ta naturateza sonora — ritmo y sonido — metodia val” — Veena Shae = animal — a Nos avent vida donde’ el can qué se produce esta divisior rales? Estos problemas no estén lgo mejor, es més prudente tir un salto entre el reino inor- rgdnico (vegetal); que ha inter. 1. Paris, Collection «Jeune Sciences, EL VALOR HUMANO DE LA-EDUCACION MUSICAL — 77 Jucién material nos ofrece una sucesién continua de elementos, de estructuras materiales, pero que por otra parte en la evolucién espiritual tal ‘vez no sea éste cl caso, es para llamar la atencidn sobre los principios de vida y su no independencia forzosa de la materia. Suponer que de una semilla surge un tallo, de éste hojas y flores y més tarde frutos, como si se tratara de una sucesién de epifenémenos que se suceden a partir de un polo material (de la tierra), es ingenuo; no se tiene en cuenta el polo opuesto: el aire y, sobre todo, el sol, principio de vida. Ast pues, el reino vegetal no pro- viene s6lo del reino inorgénico. Lo mismo ocurre si encaramos la sucesién del reino animal al reino vegetal. Y el problema es ain més importante si pensamos en el pasaje del reino animal al reino del hombre. Cuando una nifita de siete afios vuelve de clase y dice a su mama: «Sabes, mamé, eres un animal, pero puedes razonars, deploramos profunda- mente que el maestro o la maestra aprovechen de su situacién para imponer a los nifios las confusiones que ellos mismos hacen entre las respectivas naturalezas de los reinos. ‘Muchos hombres de ciencia actuales buscan esta- blecer un lazo entre el animal y el hombre segun una concepcisn epifenomenol6gica, Por fortuna, otros se dan ‘cuenta de que puede existir una sucesién evolutiva de estructuras materiales, pero hay que hacer intervenir ‘un elemento espiritual de vida, indeterminable, es cierto, aunque indispensable. Pensamos ante todo en el gran ‘entomélogo francés J-H. Fabre. Dice, entre otras cosas: y traviaron IusicOlogos, que veian sélo el resultado exterior, mat | y no la naturaleza de la propulsién interior que conocian el color azul; los bosquimanos, el verde, el Lego de nuestra experi i ‘experiencia de Marsell ocasin ‘de enrguece, en varias oprtunidae, mice tocimientos sobre la naturaleza de la miisica de Fc, por ejemplo, el viaje que ofrecs el gobierno de ndo, donde hay un mnografico Sat gaa Spee cn Soc eet ue posee una edicion de discos que se envian en forma Bratuita a las musicotecas extranjeras. Se trals, sobre gate documentos de la raza quioc, raza de misicos. 8 ‘awe _Dredilecto es Ia sanca. En sus cantos gobierno de Mozambi envié en mi ‘nsicos de Zavala, de Ia raza de los chopes Eee ne ‘que pertenecen los miisicos més reputados de toda que se atribuye a su cultura musical. Su instrument Breferido es la marimba, especie de pias ere ores dobles, calabazas y unas membranas especiales c da ‘trumento su timbre particular" cindats marimibas se construyen segin reglas muy pre Guamto a la naturaleza de las maderas, de las correas, membranas, de los sonidos de la escala, * Esta desctipcién se refiere a un instru sanza— nie Zaire un instrumento —a Africa negra y en las regiones americanas td compuesto por una serie de lenglicias ba americana es una de sus modalidades. TT) [BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MustcAL 83 Esta posee la octava, la cuarta y 1a quinta justa norma- tes; los grados IT, II y VI, VII se reparten de manera igual al espacio sonoro de las cuartas I-IV y V-1. ‘La miisica se acompafia siempre con cantos y danzas ‘que también siguen reglas fijas. ‘Otro dominio musical, muy particular, merecié va- rios estudios. Comprende las diversas formas de culto ‘ud. Originarias de la Guinea africana, se multiplics- ron en Africa y América. Tuvimos ocasién de ar en muchas sesiones: en Brasil, de candomblé en Sal- ‘macumba en Belo Horizonte: asimismo dicciones del porvenir, develacién del pasado, musicdlogo y el psicélogo tienen allf una materia a explorar de una riqueza inaudita, en especial desde el punto de vista del ritmo y de los timbres de los instru- to es necesario poseer ilos conductores, manos para reconocer ‘el camino entre producciones a veces mucho mas cuan- titativas que cualitativas. Es ahi donde algunos esque- 1s pueden brindar servicio. ‘melédico de los negros, en su conjunto, naturaleza que el de las razas orien- tales occidentales. Esta més cerca de las fuentes fisio- Iogieds, ya se trate del ritmo que ejerce su influencia ‘0 del lenguaje del que toma en ones, las onomatopeyas. La voz sofocada, ws (EDGAR) WILLEMS, tra la mejilla, la mano sobre la boc cee a; todos estos elemen- [oahweden transformarse en puntos de partida de me- El elemento arménico, si existe, es. gracias a las Supuesto, de Ios negros de Afri 2 pues ica y no de los jazzmen {que forman una categoria aparte, influenciada por Occ alegre. Al’ pre- guntar cémo era posible me respond para " pondieron Begros la misica siempre es alegre. Supongo que tam ign aqut fuega el ritmo un papel primordial, por ser ‘movimiento, dinamismo, su niturale es artebuadora Cuando se habla de los ciencia mundial como cualquier ser sone ee Pecan oe iat Prime par ot alo tice oan pera one ea er ia Principios fundamentales de la vida ereadora y, por l tanto, las posiblidades de desarrollarse, y cato, chart 7 ién en la musica. nae [EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 85 2). LA MUSICA ‘DE ORTENTE Se trata, por supuesto, de una visién muy global que haré poner los pelos de punta a mas de un mtisico. Pero suponemos que el lector podra seguirnos en la rela- tividad del problema, Nos parece evidente que la carac- ristica de ta milsica de Oriente es la melodia. El ritmo juega ain alli un primerisimo papel; el mimero de instrumentos de percusién 1o pone cn evidencia. ‘La melodia es ta reina, no s6lo porque en la mayoria de los casos los modos son muy numerosos (hasta 72), Sino también porque los modos tienen significaciones metafisicas, espirituales. Los sonidos, las ragas (giros melédicos) y los modos tienen zelaciones con los dioses, las estaciones, los meses, los das y las horas. Con res- pecto a la armonia, esta presente pero no de un modo Material, como, en Occidente, por la simultancidad de os sonidos fisicos, sino espiritualmente, por Jas rela: cones entre los. sonidos. Es, pues, una concepcién csencialista, espiritualista. Para la mayoria de nosotros, occidentales, es por asi i specula- decir imposible seguir a los orient efecto es frio y htimedo, su rosiro es ‘vestidos son blancos, sus atavios son soberbios, su esta- cidn es posible en todos los tiempos, es producida por fl estémago, proviene del pavo real, es preponderante en las personas de setenta affos. Cada nota de Ia escala tiene, de este modo, sus caracteristicas personales. Sabemos hasta qué punto Debussy y Messiaen, para no nombrar sino dos compositores franceses, se intere- saron por la miisica oriental. Pero, zes necesario sefialar ‘que fue el aspecto existencialista de esta miisica.el que les interesé en particular, més que el esencialista? ‘Ademds, es necesario hacer una distincién entre la miisica de la India propiamente dicha y la de, por ejemplo, Java y Balf. El problema no se resuelve con 86 SDGAR WILLEMS $élo decir, como Ernest Ansermet, que la musica de la India es una miisica primitiva. En lo que se refine 48 evolucion, se puede decir que precedié a la nuestra Pero esto nos enfrenta, a pesar de todo, a un misterio Que ataiie al hecho de que la evoluciGn de la misica fue a la par de la evolucién de la raza, hipdtesis que Anson met admite como valida, Recordemos que, en gran parte, la Exposicién Inter- facional de Paris, de 1889, fue la que reveld el valor ae Ja misica hindi a los occidentales. 3) LA Musica DE occtpenrE No tenemos necesidad de demorarnos en el caracter Guménico mental de la musica de Occidente porque ce demasiado conocido. La evolucién de la miisicn medal un nuevo orden, En nuestro afdn de simplifcacién, de clasificacion, GgScamos presentar otro esquema de naturaleza ciem, ica. §9. Esquema IX: Las dimensiones Geometria: tinea superficie volumen tesseract * Vidas: vegetal animal humana suprahumana Dimensiones vitdles: primera segunda tercera cuarta ‘Nos interesa en este esquema el lenguaje de las dimensiones, no en cuanto concebidas en forma material ste lrmin, acutado al parecer duccién posible. Willems lo utiliza ara ti Su naturaleza trasciends a Ineo Pr tutor, no tiene tra- [EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 87 re ea sob, wo crea, onde 3 att os Te anaccates catienden, saul on. ee Sere ae la propulsién, el empuje vital con sus multiples extensi6n, pos E respecto a la linea hay una é fe brin- vida nueva que, en el mundo de la pint a ao ribodla. tne cer es rae Xen Se comprende con entera Tacidad so mportania mn educacién. i : © El yolmen puede simbolzar la vida home global, sintética y analitice, la raz6n, el juli: d i 5 OS 5 Ast pues ln amonfa es de maturaeta tridimensional ‘como Ia conciencia humana: contiene el ritmo y la me- Jodia, al igual que el hombre, ademds de su conciencia va posee una conciencia vegetativa y animal. Cepitulo Vos reercemos en particular a ab con ciencias, Si comprendemos bien | bien las relaciones que existen rensiones, podemos. preseatir, por Puede ser la cuarta dimension, de la sintesis de melodias y el arte ; de adquirir su dominio; est st de to que le rodea, ¥ repitamos ana ‘imbolo que nos ofrece la musica {ue Tos presenta of aman este importante problema cto ae podria ser vn pot Iuestro esquema es due se pucde sstpracy EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACTON MUSICAL — 89 una relacién de parentesco entre el primer dominio y el iercero, mas particularmente masculinos (activos), al igual que entre el segundo y el cuarto, mas particular mente femeninos (receptivos). Todos aquellos que hicie- i ‘de un modo vital se habrin dado Jino tiene més facilidad que la. mujer para el ritmo y la armonia (y para la creacién, que exige mucho jntelecto), mienixas que ésta obra mds en el plano de la sensibilidad; ella puede de est jo, franqueando el plano mental, aleanzar el de la intuicién supramental. De ahi que algunas. mujeres fueron inspiradoras. En cambio, tienen una mayor dificultad para concretar por si mismas sus inspiraciones, de ahi que haya pocas mujeres compositoras. La composicién musical exige, en efecto, facultades mentales muy desarrolladas. Esté claro que la cuarta dimensién es una sintesis superior que abarea, a la vez, los principios receptivo y activo. En cierto sentido, podemos agregar a nuestros esque- mas el que puede referirse a las nociones —tan profun- das y respetables— de lo deilo, lo bueno y lo verdadero. Otro esquema que hay que abordar con suma prudencia y relatividad, El lector sabré excusar nuestra audacia pero nos parece que, en nuestro estudio sobre el arte y el hombre, estos elementos deben tener su lugar. $10. Esquema X: Lo Bello, to Bueno y lo Verdadero Vida: fisiolgica afectiva intelectual Bello. Bueno Verdadero Digamos ante todo que, en el sentido elevado en que tomamos estos elementos, Io bello es al mismo tiempo ‘bueno y verdadero; de igual modo lo bueno es, ala vez, dello y verdadero; y lo verdadero, bello y bueno. Entonces, se nos diré, gpor qué establecer distin- ciones? Ahora bien, ocurre que al preguntar en varias ‘oportunidades a los alumnos qué orden adoptarian frente a nuestro esquema ternario, la respuesta fue sa EDGAR WILLEMS siempre la misma: bello, bueno como aes lo, bueno y verdadero, como el en e8 bastante fe do justiicar: rated, bo, Belo necesita de a ‘materia, tanto en ta leza como en la creacidn artistica: om Para la musica, el color para la pintura, el cuerpo 1a danza, las palabras para Ia poesia (porgue la poesia fy ue decina, dvolverle el sonido) la ‘materia, la Ye arquitectura, etc. schialeraaralietbauicnral ») Lo bueno es de orde orden de la afecividad, de ia emotvidad del neg, os sentimlentos elevados. meat ee verdadero evoluciona i ) Lo ver en el dominio de la inte- jaeRia, de lo mental. ‘Se basa en las ideas, en los conocimiento y amor, El de privarse del corazén intelecto. BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL — 9 y en la mtisica sobre todo— jla actitud interior es lo ‘que cuenta, lo que ayuda, lo que salvat .conocemos, también, que tenemos una segunda fel abordar estas tres nociones caras a los ‘queremos reaccionar contra la confusién y el ibrio de nuestra época, en la que se quiere hacer tabla rasa con todas las nociones espiritualistas con ‘el fin, entre otras cosas, de dejar Ia libertad més total a los artistas. No estamos contra id, pero creemos que todo arte exige eleccién y limitacién; y, por lo tanto, tuna conciencia de los elementos vitales que se mancjan. Creemos, ademas, que cada ser humano que viene al mundo lleva en sf, por su propia naturaleza, la tendencia hacia lo bello, 16 bueno y lo verdadero; los pueblos mds primitivos asf lo atestiguan, Lo que cuenta, espiri- tualmente hablando, son estas fendencias, y no su ma- terializacién. Constituyen una unidad que existe de ma- nera sincrética en el nifio y que puede existir en forma sintética en los grandes seres. ‘Por eso es ventajoso buscar el contacto con los grandes. ¥ aun es necesario estar al acecho para descu- brir lo que en ellos es equilibrado, elevado y construc- tivo, No decimos de ser capaces de comprenderlos, ni mucho menos de hacer Io que ellos hicieron, sino de volvernos sensibles a st influencia. Para terminar, presentamos un esquema que abarca tas diferentes artes, La heterogeneidad impuesta por la naturaleza diversa de los sentidos no excluye constantes ‘comunes. Queda claro que no existe un arte tinico, sin- tético; la diversidad de los érganos de los sentidos se opone, pero las artes pueden unirse, superponerse, armo- nizarse gracias a los principios de vida propios del ser yhumano que es siempre el creador de las obras de arte. ee 2 EDGAR WILLEMS § 11. Esquema XI: Las artes en generat Vida unidimensional — bidimersional — tridimensional ARTES LIRICAS Musica ritmo melodia Poesia ritmo verbal entonacién (aliteraciones Y asonancias) Danza _ritmo corporal expresién afectiva ARTES PLASTICAS Dibujo linea (ritmo) superficies (valores) Pintura movimiento colores Argui- superficies tectura (valores, claroscuro) Escultura movimiento superficies ARTES DRAMATICAS Teatro Unién de varias artes Cine Tgual que el teatro Esta lista no es limitativa, Hay muchas artes secun- arias: pantomima, mimica, grabado, etc. Consideradas minimo, Ademés no quisimos presentar sino una sis sugestién. Basta, creemos, para mostrar la armonfa de Ja vida y el orden que podemos descubrir en lo infinito de Jos elementos analiticos. Todos Jos esquemas que presentamos podrian rew EL VALOR HUMANO DE 1A EDUCACION MUSICAL 93 or todo espiritu abierto, J capaz de captar los prin alumnos. ‘ sduca- st punto es esencial, para un et ai ectatlocer distinc atte eat raron la importancia de 10s reflejos y de las asocia- Siones que, si son malas, ciceran el comin alos furs i . tro trabajo, todo tiene no fn el ser humana. St partimos de ia misics, es ‘con la finalidad de tener bases concretas que podamos fealizar con facifidad en la vida diaria. Esta musica no si ‘del hombre, sino en el hombre, porque el ser ioimae n y espiritualmente, segin i6n pitagérica puede escla- recernos al respecto. 4 ‘EDGAR WILLEMS § 12. Confirmaciones cientificas de algunos principios de educacién musical Creemos oportuno incluir en nuestro libro algunas de las confirmaciones siguientes: A. Con respecto al esquema psicoldgico (relaciones ‘entre Jos elementos fundamentales de la musica y los, de Ia naturaleza humana): Vida ritmica melédica arménica Vida fisica afectiva mental del folleto: Nouvelles idées philosophiques sur la mu sique et leurs applications pratiques, pag. 4* Véase: Annales des télécommunications, tomo 8, ne 2, febrero de 1953; Cahiers d'acoustique, n# 49, por Raoul Husson: «El nivel bulbar provee acciones reflejas motrices © dinamogénicas: 5 el estadio de los ritmos.» (Pégi- nas 1-22.) «El nivel diencefélico... es el es que me envla restimenes: «Alli encontrard excelentes confirmaciones de algunas de sus tesis sobre la musi- calidad y, en especial, sobre la descomposicién en tres ‘4. Biitions Pro Musica. 95 EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL to dudable que, salvo raras excepciones, nado © con noglgencia porque se Pensa el sonido de manera desentonada 0 con negligencia.» «La clave de la © Siempre Mablamos de la andiciOn interior y, por lo tanto, de la imaginacién auditiva, con asiento en el cersjeave también: «Relations entre nations de Alfred Tomatis (Cahiers dacoustique, VIL, 19561957): «Existe un ofdo rector.» «El control de la afinacién es propio del ofdo rector.» «Se advierte, pues, 1 papel esencial que juega la audicién en ta fonacién.» 36 ‘EDGAR WILLEMS C. Con respecto a ta triple audicién sensorial, afec- tiva y mental: Diversos fisidlogos pusieron en claro los relevos encefélicos de la marcha del nervio coclear (ner- vio auditivo): EI nervio auditivo, al contrario de lo que se creia, no trasmite en forma directa el mensaje del ofdo interno al cerebro. Pasa antes por el nivel bulbar (el asiento de las acciones reflejas 0 dinamogéni VE 25 de Liauditie mo de Ja cavidad craneana; wyecto. muy corto, penetra'en los centros nerviosos, en Las fibras del nervio\ audi sustancia gris del bull Acto seguido, el nervio auditivo pasa por el ni diencefédlico (télamo dptico, télamo, ete.), ni afectividad y asiento de las emociones. ‘Véase la pdgina 117 de Les messages de nos sens, chard (Paris, PUF, 1959, Collection «Que 138): «EI asiento de las emociones es el itr por donde pasan todos Ios men- sajes (de nuestros sentidos) antes de ganar el cerebro.» nervio coclear alcanza el nivel cortical s6lo des- pués de haber atravesado los niveles bulbar y dience- falico. D. Con respecto @ la percepcién de 1/200 de tono: Nuestro audiémetro (especie de armonio), creado en 1931, comprende divisiones que Megan irasta 1/200 de tono. Muisicos dotados logran decir si el movimiento del sonido va en ascenso 0 en descenso, en una sucesién de dos sonidos que se diferencian en 1/200 ‘Véase Ia pagina 20 de Que'est-ce que jouer de Guy van Esbroeck y Franz Montfort (Brus tions Lumiére, 1946): «EI intervalo més pequeho que hay que considerar, Itmite practico de la perceptibilidad en el caso mas favorable, es Ia centésima parte de semi tono, que se lama el centésimo (el tono temperado vale 200 de aquél).» 3 LA EDUCACION MUSICAL EN GENERAL ‘Acabamos de referirnos a la educacién musical en los primeros pasos y debemos agregar, ademés, que se lleva a cabo con un fin especial: preparar al alumno para el solfeo y para el instrumento. Decimos también humana, que, de hecho, no deben ser sino una. Este ideal humano puede —y deberia— realizarse durante el transcurso de todos los estudios musicales, ya se trate del solfeo, de los instrumentos, de la armo- Satan : ‘Como ya lo observamos, esta preparacién puede ‘comenzar desde la mds tierna edad. Algunos profesores, fen lecciones particulares 0 en pequefios cursos, em- prenden la educacién musical a partir de los tres afios. En las Escuelas de Miisica y en los Conservatorios esto cocurre a veces a partir de los cuatro afios pero, en general, desde los cinco. Una formula acertada consiste en hacer dos afios de iniciacién propiamente dicha y 7 98 EDGAR WILLEMS completar este entrenamiento con un afio de presolfeo y de preinstrumental, § 1. El presolfeo y el preinstrumental El estudio del solfeo y de un instrument i to arménics no deberia emprenderseantes dela edad dela ran Giete ats; el caso, seis), y por Ia simple razén e que estas actividades, practicadas en forma normal ‘igen mucha inteligencia; en particular, para el instru: mento, Es necesario ocuparse al mismo tiempo del ritmo, del oido melédico y arménico, del solfeo ¥ de la Posesién material de un instrumento, é in el caso de que un nifio no muy dotado comi Ja préctica de un instrumento sin preparacion musical, te se aferrard a la vista més que al ofdo, a medios exteriores cerebrales mas que a medios musicales. ae Deseamos, aqui, abrir un gran paréntesis. Se trata Ge uno de_muestros fines especificamente humanos: hacer que el solfeo sea accesible a todo el mundo. y isminuir, asi, el mimero de analfabetos musicales. A. La ALPABETIZACION MUSICAL La palabra parece un poco barbara emplea poco. Pero todo el mundo esta de acuerd co que todo ser «civilizado» es capar de leer y de escribir en su lengua materna, si no en varias lenguas. Ahora bien, por extraordinario que parezca, podemos que es mds fécil aprender a leer miisica, con sus notas, siete nombres y su orden impecable en se complica un poco; pero todo dependé def mét % tod de que se aborde desde ya el solfeo con, en gran parte, «1 automatismo de los nombres ; fo nos olvidemos de insistir en que el orden adoptamos es el orden normal, al que legs la evolucon EL VALOR HUMANO DE-LA EDUCACION MUSICAL 99) de la misica occidental, que es la nuestra, y que, a pesar de lo que digan algunos musicélogos —que nie- gan Ja evolucién y las jerarquias— logré su «madurez> Paralelamente al ser humano —negada asimismo por psicdlogos actuales. ¢Quién tiene razén? jLa musica nos Jo puede ensefiar! €¥ acaso no hay alli un beneficio Aumano cierto, leer —ambos van a la dirigir un coro? Se me dir que muchos jévenes dirigen un coro sin haber hecho solfeo especial, sin haber seguido un mé- todo ordenado; por qué no? «Se las arreglaron»; la vida ofrece muchas posibilidades y hay algunos que tienen, por naturaleza, Ia necesidad de descubrir y dominar el orden de las cosas, orden esencial en miisica. Asimismo existen profesores que ensefian solfeo sin haberlo apren- dido en forma conveniente. Esto es mas grave, puesto que pueden llevar a sus alumnos por caminos equivo- cados. Y, una ver. més, estén 3s que «se las arte glan» y aquellos que no, iy Il Ia conclusién de que no son dotados! jSi habremos visto de estos casos! ‘La alfabetizacién musical de tas masas es muy po- sible con tal que se emplee un método légico, creado para este fin, y que siga el proceso evolutivo psicolégico paralelo al que sigue 1a vida en el aprendizaje de la Jengua materna en el medio familiar. Si un método no ‘alcanza con facilidad el resultado deseado, es defectuoso ¥y no emplea los medios adecuados. Se trata de pasar e lo concreto a lo abstracto, después de haber ase- gurado lo conereto, en todo caso en los tres drdenes fundamentales: en el de los sonidos, en el de los nom- bres y en el de las notas. El buen método sigue las eyes de la vida: experiencias sensoriales, reacciones afectivas, denominacién de los sonidos y experiencias abstractas. El ser humano puede vivir sin saber leer ni escribir ‘muisica, pero, como atin podemos observar en algunos oe e EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 101 pafses, gentes muy normales pueden vivir sin saber ni cAlculo ritmico, a los valores de las notas basados no leer, ni escribir una lengua. Es evidente que el conoci- en este céleulo ritmico, sino en la experiencia de la rpc onl vds gue ls de eogua tear se Sem oceeae meee debemos tener en cuenta que, desde el punto de vista Saas waaupacnteeraersdoecelisade de la evolucién humana, la miisica ofrece un aporte espi- de to concreto, que ya fue asegurado, a lo abstracto sn vcistcnity Soaitstecuaton ee ot ake Sioonata sects an yuan ae eens los paises, se tiende a incluir el estudio y Ia practica de Scteascdiei meet paternity la miisica en Jos estudios corrientes: primarios, secun- iepeatoat darios y universitarios. Se sabe que en los paises del ‘Pero, iqué beneficio para la humanidad cada vez que bbasado en las leyes de la vida y en la audicién, cada dia se expande més. AI pensar en el pasado, cuando los modernos mé- todos ritmicos y auditivos no se conocian, es necesario de las caracterfsticas del arte moderno— que muchos pedagogos? Se trata de alcanzar la vida, que supera toda teorfa. estd sefialar que un solfeo intelectual puede apartar a los, Es dificil explicar a quienes no practicaron la inicia. miisica y que, por eso, no se trata de ¢ién musical por qué se Mega con tanta facilidad al tntlersdoiteervornejegeeaiinell is sechiactstirs solfeo, ja un solfeo vivo, musical! En general no saben qué es el desarrollo auditivo sensorial, afectivo y men- i deenenvaciien tal, y por lo mismo, gsaben acaso hasta qué punto pueden ser las canciones una introduccién al automatis. ‘ iba! checcicSbuatalihiatitenideban eccatituttrel be to de los nombres, verdadera clave de solfeo y, en par- saje de la primera iniciacion a la lectura musical ticular, del dictado musical? Este dictado constituye un , Comprenden: test indiscutible, para la facilidad en el solfeo. ;Y tam. Wie elictoaieea ritweicee bign existe la vida ritmica y la introduccién viva al 2 las canciones, en particular aquellas con nombres : 102 EDGAR WILLEMS de notas y las que dan los primeros pasos sobre los intervalos de la escala; 32 el orden de los sonidos de la escala; 4° el orden de tos nombres de las notas; © el orden de tas notas escritas sobre los pentagra- mas; 6° la improvisacién, indispensable para liberar la verdadera vida musical. Retomamos, en algunos detalles, cada uno de estos seis puntos; el interesado en educacién musical encon- stro solfeo ' las indicaciones necesarias para término este trabajo de presolfeo. 12 El dominio ritmico: Comenzamos aqui por el rit- mo porque tiene prioridad en el orden ordinal (véase el esquema 1); recordamos, sin embargo, que la melodia tiene la primacia, que es y seguira siendo siempre el centro de la verdadera misica, como lo afirmaron la mayoria de los grandes creadores, Prioridad quiere decir, en la préctica, que sin ritmo. no puede haber melodia ni armonfa, asi como en el ser humano no puede haber alma ni inteligencia sin un cuerpo. : marcar ritmos, fuertes y suaves, ripi- cortos y largos; marcar los cuatro modos 2° Las canciones: Insistimos, en nuestros carnets pedagogicos, acerca de las ventajas de tener canciones que posean un valor directamente pedagdgico: ‘a) canciones con nombres de notas, para el dominio del orden de los nombres, indispensable para los dic- tados; 1. Editions Pro Musica [EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 103 b) canciones con intervalos: el nifio debe ser capaz de entonar una cancién que le haya sido indicada y, por otra parte, de entonar una cancién con un intervalo dado; ©) canciones con ritmo: canciones que contengan ritmos caracteristicos; 4) canciones modales para habituar al nifio al ma- yor y al menor asf como también a modos del canto ano. Estd claro que las canciones deben ser, en primer lugar, bellas. Es posible encontrar muchas entre las can- ciones populares contra las que, por desgracia, algunos profesores tienen prevenciones injustificadas. Se corre el riesgo de perder el tiempo haciendo aprender can- ciones por el simple hecho de que sean bellas. Notemos también —y damos a esto una importancia capital— que en iniciacién no se hace teoria, y que en feo propiamente dicho. Ahora bien, debimos constatar que muchos profesores no formados, a falta de algo mejor, «se largan> a lo abstracto. 3° El orden de tos sonidos de ta escala: Hablamos aqui de un tema muy delicado. Ante todo porque algu- nos métodos no dan al orden normal y fundamental el se comenzaré por la tercera otra parte, porque algunos profesores de tendencias modernas discuten el valor de Ja escala mayor occidental, culminacién de una evolucién musical y humana a la vez. Notemos ademés que algunos métodos por el sistema «ténicado» o «ténica solfas, debe completarse, acto seguido, con beto, para precisar las tonalidades. Est nacién provoca dificultades que se trata de paliar con medios extramusicales: fonomimica, etc. El orden de los sonidos de la escala debe ser consi- derado, en sentido absoluio, como un conjunto de inter- valos que parten de un sonido basico y no como un conjunto de tonos y de semitonos, ni tampoco como dos me ea EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION Musical — 105 tetracordios (orden de las escalas griegas). Para nosotros facilidad las canciones con los nombres de las notas esto puede ser catastréfico, en Ia actualidad, en educa- y, en particular, hacer dictados con toda naturalidad; cién musical. ahora bien, el dictado es, para Ia mayor parte de las El orden de los sonidos que los nifios deben poser leceiones de solfeo, la ) Los intervatos melddicos: Necesitamos sefialar, ademés, de Ta pagina 129 del tomo Ii, el caréeter del intervalo melédico (que se vuelve a encontrar por su- puesto en el intervalo arménico): «El intervalo difere de maturaleza y de valor expresivo seg que se le con- itiva 0 negativamente (activo o pasivo, cons- ‘no constitutive) el lugar que ocupa (por ejemplo, el interva- sra mayor sobre el primero, el cuarto 0 el maestro, lectures a dos voces. No se trata afin de te a los nibos al couccimionto de loe intervalos, sino sé us DGAR WILLEMS de ayudarlos a ofr la simultaneidad de dos sonidos. ‘Cantarén, en forma alternada, la voz superior y la voz inferior; legado el caso, incluso, a una sefial, se les camino a ae eee de se constituyan en una introduccién a la ar- keke eee poet modo qi monfa, a) se ») EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 119) § 3. La armonia ‘A. LOS INTERVALOS ARMONTCOS Luego del estudio del solfeo viene normalmente el de la armonia. Comienza por el estudio y la prictica de bien, desde el punt sta de la audicién seria normal comenzar la arm itiva mediante los interval arménicos. Como Dommel-Dieny en La harmonie tonale, en la ‘Pensamos, después de haber hecho’ la. experie1 ‘el. contrapunto a dos voces a —precediendo los ejercicios de escritura a tres y luego a cuatro partes— favorece muchisimo una progresion légica de las dificultades en. los encadenamientos de acordes, Ademés, orienta desde el principio al estudian- te hacia el interés melédico de la polifonia y respeta la marcha del lenguaje musical en su desarrollo hist- rico sonidos resultantes para los elementos secundarios. 120 EDGAR WILLEMS No discutimos el valor de los datos teéricos de Hin- demith desde el punto de vista del material sonoro —el nico objetivo del autor—, sino deseamos sefialar que, a pesar de las sesenta y cinco reglas que da para la marcha a dos voces, se ve obligado, a fin de cuentas, a B. LA EIECUCION Y LA ESCRITURA A DOS VocES En la armonfa tradicional se tienen en cuenta dife- io al oido musical, leyes que se basaban en el valor tedrico de las consonaneias: unisono, octava, quinta ¥ cuarta. Aconsejamos la ejecucién por terceras y sextas a los Jjévenes profesores para acompafiar las canciones. Le agregaremos la interpretacién a dos voces de las melo- dias con funciones tonales. Las dos juntas harén Iuego tun acompafiamiento que satisfaré el ofdo. La interpre- con cualquier intervalo, de la manera en que lo . Mas tarde, en Ia armo- 2) El movimiento contrario Tenemos aqui una de EL VALOR HUMANO DE"LA EDUCACION MUSICAL — 121 Jas més bellas leyes del movimiento vivo que justifica, por ejemplo, la ejecucién de la escala en sentido contra rio. El principio es aleanzar una consonancia acorde con el ritmo, Se puede partir de una disonancia cualquiera y hasta hacer, en el camino, todas las cabriolas que se descen, con tal que se termine en estado de equilibrio. Y aqui podemos pensar en el equilibrista del circo, El principio del movimiento contrario seguiré siendo véli- jento directo, en el que las dos voces van en ta misma direccién pero sin ser paralelas, seguirdn la mis- ma ley fundamental: terminar justo 0, més bien diga- mos, tal como se desea. Lo esencial es, pues, tener un buen ofdo y ofr los movimientos. En un folleto de Char- cién no esté en el conocimiento de las reglas de las notas de paso, sino como el autor lo reconoce, en ¢l ofdo. Este ofdo fue descuidado en Ia ensefianza musical tra- dicional, de ahf la tendencia a compensar por el cono- ccimiento todo aquello que el ofdo no oye. Por lo demas, aqui sélo cuenta, como en el caso del movimiento con- trario, el fin deseado por el ofdo, a menudo tna conso- nancia. ‘Mas adelante hablaremos de Ia improvisacién, pero manifestamos aqui nuestra conviccién de que, para ob- tener este ofdo perfecto que exige la polifonia, es nece- sario aprender a improvisar, y desde el comienzo de los, estudios (aun de iniciacién), porque Ia improvisacién es Ja vida misma, C. Los AcoRDES La armonia, de acuerdo con nuestra concepcién, de- berfa ser auditiva desde el comienzo. El salto realizado, 122 EDGAR WILLEMS sobre todo desde la época de Rameau, para pasar del ido al intelecto, con la posibilidad de demostrar me- fia un papel menor; por otra parte es lo mismo que ‘ocurrié en el campo ritmico con el calculo ritmico, al Buestra opinién, son las dinicas vélidas para lograr una miisica verdaderamente humana. Hay cuatro especies de acordes de tres sonidos y siete especies de acordes de cuatro sonidos que es pre- ciso poseer sensorial, auditiva e intelectualmente, en las diversas inversiones y posiciones. Luego podemos intentar la armonizacién de la esca- Ja (mayor en primer lugar, menor mas tarde), Exigimos agui una primera armonizacién con los tres acordes fun- damentales I, V y IV. De inmediato reemplazaremos cada uno de ellos por los acordes de los grados VI, IIT y. IL y, por fin, emplearemos las mds diversas combina. ‘ion eeciones de armonia, que suponen una prepara- iciacién y solfeo) se basardn, ante todo, en la icién de las escalas, de los intervalos y de los acor- des, y no sélo en su conocimiento intelectual. Comenza- HL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MtusrcaL, 123 biendo y bajando. Una vee realizados es0s ejercicios, se podrin realizar encadenamientos variados a partir del bajo; y ello a partir de un dato © mejor, mediante la improvisacién. ‘punta a la audicion, Nos limitamos a estos pocos ejem- plos, poco practicados en la forma en que los presen- tamos. Luego vendrin los ejercicios més conocidos: armo- nizacién de melodias, realizacién de bajos no cifrados, después cifrados (de los que se. abuso). Se trata, por cierto, de aprender todas las tonalidades mayores y me- nores. Mas tarde volveremos sobre el tema, al referir- nos a la improvisaci6n. § 4. La composicion aid: «Si, yo me baso en sus Loreille musicale.» ‘ Deben respetarse las bases psicoldgicas: para el rit- mo, el movimiento ordenado vivido; para la melodia, la sensibilidad afectiva; para la armonia, la sintesis y el andlisis de los sonidos vividos. No debe ignorarse el 124 EDGAR WILLEMS® sentido modal 'y, sobre todo, el sentido tonal, prueba de la vida interior. Sin pretender juzgar la situacién actual de Ia com- osicién que comprende todos los géneros posibles, EL VALOR HUMANO DE. LA EDUCACION MUSICAL — 125, polo espiritual de la musica y, sin duda, se desarrolla- ran ayudando a dar a la misica un sentido mas sintéti- 0, humano y edsmico. Los horizontes estén, pues, abiertos, y creemos que icacién musical que preconizamos, que parte de la ‘ign de los mas pequefios, con el desarrollo libre audicion y del instinto ritmico, ayuda al sentido ico de Ja musica. Por tanto, no cerramos puertas, , podemos: seguir con interés y conocimien- responsabilidad. directa, y el de los educadores, cuya influencia puede ser determinante para los alumnos. 85. La improvisacién Este tema supera el marco de nuestro trabajo. Sélo ra, etc.). En segundo lugar, que la pedagogia, contenida 126 EDGAR WILLEMS en Ia educacién, se refiere, segin Ia etimologia de Ia palabra, sobre todo a los nifios. De ahi se sigue que ‘comencemos la improvisacién desde el comienzo de la iniciacién para proseguiria a través de todos los estudios , auditivos y arménicos. __ En Ios estudios superiores, la educacién propiamente dicha pierde importancia; el valor personal y el ejemplo (a menudo sin explicaciones) de los profesores pasan a primer plano. Se puede insistir aqui en el valor del trabajo autodidacta de los alumnos, que supera, o debe- bfa superar con creces, el valor de una ensefianza aun, de una educacién. Se puede legar a esto parti de bases a Ia vez mat sonido y ritmo prem les) y espirituales ( inspiracién, estado ani- mico), y seguir siendo profundamente buma- nos, que es nuestra finalidad. La improvisacién, en nuestra educacién musical, ocu- pa un lugar muy particular porque es el signo de vida. Si fue ignorada en el pasado, se debié, en pr lugar, a que no se hacia educacié: lugar, después de la &céleulo, el dibujo, a ‘pintura y otras f Como consideramos la musica bajo tres aspectos fundamentales, diremos algunas palabras sobre la im- provisacin ritmica, melédica y arménica. Este aspecto analitico no debe obstaculizar la vida global de Ia mii- sica, pero es indispensable que el educador tenga clara conciencia respecto de la misma esencia de los clemen- tos fundamentales de la musica, considerados desde el punto de vista de su valor humano. ‘A. LA IMpRovIsAcTON RITAICA ‘Aunque consideremos que la melodia es el elemento és caracteristico de la mtisica, comenzamos poi provisacién ritmica porque el ritmo proporciona fructura material, indispensable para cualquier acién. EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 127 1 ritmo es un elemento premusical: se lo encuentra doquier en la naturaleza como movimiento ordena- (Platén hablaba del ordenamiento del movimiento ‘este caso, se trataba no del ritmo sino de la Un punto nos interesa en particular como elemento ovisacién ritmica: los palmeados. El Carnet pé- we n® 4B proporciona innumerables ejemplos los por género. En este dominio como en otros, fen especial para los ejercicios que deben preparar la ‘sacién, el profesor debe conocer los principios ; los que se refieren al sonido y al ritmo. A partir del momento en que vivimos los principios, nos transformamos en creadores. f Remitimos al lector a la letra D del capitulo pri- mero (La educacién ritmica). Debemos indicar también el Carnet no 4, «Les exercices de rythme et de métri- que», y el Carnet n 4C, «Le rythme musical et le mou- vement naturel dans les cours d'éducation musicale». B. LA IMPROVISACION MELODICA Asi como Ia improvisaciGn ritmica es de naturaleza fisiolégica, del mismo modo la improvisacién melddica parte, o deberfa partir, de la afectividad. Ya nos po- demos dar cuenta desde el momento en que ‘alos mas pequefios expresarse mediante sflabas (lalala u otras) o palabras muy simples, a menudo repeti Esas exteriorizaciones son ¢spontaneas, muy cientes, {Cémo establecer, en las lecciones de iniciacion, ‘un lazo entre esto y una invitacién del profesor a «can- tar una cancién»? Habrd que recurrir, a menudo, a un movimiento fisico, a un balanceo, a golpearse los mus- 128 ‘EDGAR WILLEMS Jos con las manos, O bien hasta hacer como si se sofiara; sofiar en voz alta, con la cabeza apoyada sobre los brazos doblados. A veces, el propio nifio da una indicacién al profesor; éste, a su vez, debe tener inicia- {iva personal, pero también debe aprovechar 1a. del Al partir del ritmo, se elude con facilidad el peligro del recuerdo de melodias conocidas que pueden flotar tema y respuesta final, conclusiva, ‘Una manera de ayudar a la expansién de la impro- En los cursos de presolfeo la improvisacién melé- dica se hard con el nombre-de las notas. Si los nifios fueron bien preparados, esto no sera sino la aplicacién del automatismo de 10s nombres, tan preciosa como itil, C._1A merrovisacton arwonrca EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACTON MUSICAL — 129 «La improvisacién no es mas que comy tdmear y que, a partir de esta afirmacion, % improvisaciones en las reglas de la composicién, No nos cabe la menor duda de que es necesario un gran la vida interior del artista debe buscarse en Ia vida interior del artis a época clisica y a, que los compo- ieran improvisar. Hubo en’ Francia grandes darén a Ja improvisaci6n. 130 EDGAR WILLEMS $6. La educacién » la practica instrumental ‘A. ALGUNOS ‘TEMAS DE REFLEXION SOBRE LA TECNICA Techné = un medio. ante el espiritu, no por me- fv quiere, e la técnica no sélo debe s cea Gee ace = tte ne Sacer sino que también debe ser Soe ante eee San a Srnec aa BS ct cn ct oe ene ‘musical, un adiestramiento sin ma a Pernentoe a i ‘sul Mmusicos por tem- «Es preciso saber Soe aeeeaieret pen y hacer misica con lo que os eee Gagan nae ‘una vez que nos olvida- misica sea bella sin za si la sin tardan: la obra.» Cortot. ‘Siguen, a continuacién, algunas ideas pers so a ee le eae Z eee mas de espiritu.» «La técnica servir para hac dob wears eam bee pein na, oan el a matar la miisica.» vA « escuc que dicen los dedos, sit ie eee musicalmente.» md ep lempmene es para sutovalorarse gracias © Meee a nals BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACTON MUSICAL — 131 y redundantes, que olvidan que deben hablar de algo, que deben servir a una causa, aun a riesgo de hacerlo con medios menos perfectos, pero con un alma més consagrada al ideal entrevisto.» «No olvidar que el instrumento sirve para expresar éenica que provenga de una intensidad de vida.» «La técnica que parte de la vida no ites ¥ puede desarrollarse en el verdadero s «La imtisica debe cantar.» ‘La técnica trascendental de Ios grandes pianistas emplea gestos naturales, a menudo instintivos, intuiti- Vos, que sirven directamente a los imperativos artis- ticos.» BB. EL APRENDIZATE INSTRUMENTAL ‘Ante todo digamos que cualquier aprendizaje instru- mental deberia estar precedido por una iniciaciér mu- ‘sical y, si fuera posible, por un curso preinstrumental, Hubo un tiempo en el que se exigia que el alumno hhubiera hecho por lo menos un afio de solfeo antes de abordar el estudio del instrumento. Esto atin formaba parte de ese tipo de ensefianza en el que se creia que todo debia hacerse a base de conocimientos. En la actualidad exigimos una base ritmica (y no métrica) asi como tna base musical (gracias a los cantos) y una base auditiva (y no cerebral). ¥ si la educacién se efec- tu6 bien, esto no forma inico todo indisoluble, evando’a cabo en miisica lo que normalmente ocurre actualidad, conocemos otra via mas psicolégica y mas eficaz. No es menos cierto que estamos aqui la ‘comprender»; ambos element nar a la par. Recordamos aqui uno de los principios educativos de Comenius: «Todo lo que se aprenda en vista de su realizaci6n, se lo aprendera 132 EDGAR WILLEMS realizéndolo.» La responsabilidad del prof. is en obtener del alumno ese « palceice tt ros apace el alumno ese «acto justo» al que ya hi Se trata, pues, de una nueva pedagogia, de una ver- facultades humanas que entran en j i Yidad, Recordamos que Claparéde escrito. wn Ith itulado: L’éducation fonctionelle. Entonces, aunque por todas partes haya atin profesores que partan del reconizames como ideal «hacer misica , ¥ aun para los mas capacitados, el tinuar en la misma via educativa-human echando €1 buen comienzo de los a igo SAAT amos dar un ejemplo de la influenc es oma inci de itica instrumental. Elegimos el piano, insteuments occidental por excelencia. Ons et Ga Queremos manifestar que de los casi 7 casi so eo a S80 ec chen me ee ena nant as 1 lavierunterricht y, sob1 ¢l de Heinrich Neuhaus, en L’Art di piano; son los at, mis de acuerdo estén con nuestro modo de ver. C. BL Piano Decir sinstrumentos y pensar ceducoci no hay al una tarea peigrosa? A fin Ge denne na, EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL — 133 1s citar un pasaje del rich Neuhaus: «Nuestra dujo a ejecutar nuestra Una pedagogia que se asigne tales fines deja de ser una pedagogia para transformarse en una educacién.» Y to- davia esto, a propésito de alumnos flojos: «Los ayudaba, el bacilo del arte, a desarrollar sus cua- be: «Lo que me importa, si tengo que habérmelas con tun gran artista, es que, ante todo, sea un gran hom- bre.»® Ahora pues nos sentimos més a gusto porque, en lo personal, no podemos separar el arte del hombre. Por eso, en nuestros principios fundamentales de 1a ejecucién pianistica, ubicamos en primer lugar la actitud Jumand, y esto para todos los grados. Por lo tanto, cién: imaginacién motora, sensoriali rior, sobre todo relativa, ‘pensamiento musical e ideal de belleza. Sigue luego el contacto con el instrumento, Citamos algunos puntos esenciales: ‘a) tomar posesién del instrumento con Ia vista y con el tacto; el orden de las teclas blancas se une al orden de los sonidos, de los nombres y de las notas; 'b) sentir Jos elementos corporales que se ponen en juego; en principio, todo el cuerpo; ©). en particular las manos y los dedos que deben alcanzar las leyes naturales; nada de contraccién, sino suavidad, como lo exigian, ante todo, Liszt y Chopin; 3. Van de Velde, Z’Art du piano, Tours. 134 EDGAR WILLEMS 4) Jo mismo para la mufieca, bisagra entre el brazo y la mano; €) las manos deben poder ser independientes; ) el juego de . para los dedos: dedos, gracias al mandato iinio ritmico de los dedos (audiomotor) se crear mediante el sentido ritmico musical que abar- ca el sentido del tiempo que pasa y, més tarde, la con- siencia métrica; los nifios ya habrin practicado icién, marcéndolos, los «cuatro modos ritmicos»: © propiamente dicho, el tempo (unidad), el com- dad mis grande) y la division del tiempo (unt juetia); __€)_ el pasaje del pulgar en las escalas y en | ios cumple un papel importante; viper antag £ las escalas mayores, menores, crométicas se ba saran en Ia audicién; no ino una importancia relativay oo ores sino is yno de los dedos. Debe venir de la misica y por eee en nm muchos casos, lamentablemente, no se aprende 30 piezas para plano. 4. Editions Pro Musica, EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL — 135 Escribimos varios Camnets pédagogiques para piano: ‘ , afectivo, Una br {eat improvisada o repetida, deberia ‘venir del cornzdn, ¢ aa n estamos, por cierto, lejos de ciertas pes aseoaDesttceRs modernos. Estos excluyen, a mone cat ims le melodia. Ahora bien, lo reltrs eee Por ende la melodia— es el alma de pasan por un perfodo que podria. ‘mos denominar el «lalalismo». Canturrean fon tela 140 EDGAR WILLEMS valor del canto Mano que, normalmente, deb ejecutado al unisono, afin de. alcanzar su, verdodere valor religioso, En cambio, los corales protestantes, en. general de una dignidad ejemplar, por su caracter relic sioso, desarrollan otro aspecto dei ser humano! la afin. ‘maci6n de su personalidad en una comunidad, D. EL CANTO DE Los NEGROs Un aspecto del canto que se impuso comienzos desi de siglo es el de los negro spirituals, Sa aspen ra ides europeas pero, e inesperado las. sens poco a poco —el ejemplo lo dieron desde arriba los com. Positores modernos, casi sin excepcién—, conquistaron ofdo y Ja musicalidad. Hubo, por cierto, ese caso al conjunto de los negro spiritual, : 8 cantos de los negros de Africa ocurre al diferente. El canto esta. presente en todas las poblacio. nes de Africa, bajo los mas variados aspectos, que dieron lugar @ numerosas teorias y explicaciones. Pero es evi- dente que a los occidentales «civilizados» les resulta muy diffell aclarar la naturaleza del origen y el cardcter de estos cantos. En su conjunto —y no faltan documen- {0s para sustentar nuestra afirmacién— sus cantos se Gistnguen de los de todas las otras razas por su cardcter poco fisioldgico con una riqueza fisica, corporal, de una E. LAS LECCIONES DE CANTO Es un capitulo desagradable de abordar porq Spmuchos autores lo afirman— se trata, en la mayoria “ren ‘question de garganta; enfocan la emisién de la voz eek aie al seni EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 141 ‘ceptable pero, jay!, el problema no es tan facil de t. Muchos profesores consideran que sélo es n deslizarse otros errores en la ensefianza, més ‘all de la voluntad del profesor. Destacamos un hecho significative que no inventa- §mos, puesto que algunos casos nos los enviaron el Gonservatorio y profesores privados. Se trata de lo que sigue: se debe colocar la voz. en las cuerdas superiores lo la faringe, es decir, a una cierta altura. Ahora bien, jesta altura fue confundida con ta altura del sonido increfble, pero real! El resultado fue que quie- ”n esta confusién eran por completo incapaces iefiar el solfeo. Habia que rastrear en cada caso el inicter exacto de la asociacién. Lo fisiolégico, lo afec- =y algunas afirmaciones del profesor ob: el camino—, convencerlos y hacerles realiza s fadecuados. Con frecuencia ocurrié que, cuando el alum- ho entonaba un sonido demasiado bajo, el profesor le iba que se debia a la voz colocada demasiado ja. El alumno, que hubiera estado atento y que reali- ira un esfuerzo, lograba rectificar el sonido sin dudar dle que la afirmacién del profesor era por completo equivocada, puesto que la altura del sonido nada tenia que ver —salvo rara excepcién— con la altura fisio- logica. Nos limitamos al ejemplo citado, pero lejos esté de ser un caso aislado. Se sabe que a menudo los profe- sores tuvieron que recurrir a medios empiricos, ya sea por el problema de la respiracién, ya sea por Ia afina- cién de la voz 0 aun por la calidad de la voz, la falta de vibrato, etc. Un punto bastante desconocido es el de la estrecha relacién que existe entre la calidad de la voz, su mag- netismo, y el cardcter de la persona. El magnetismo al que nos referimos puede tener una importancia muy grande, ¢Cémo hacer para estudiar canto sin perder el 142 EDGAR WILLEMS BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 143 fica instrumental, Algunas nociones de aciistica, Salad ott) tauer jounteone cage ia de ta miisica, de formas musicales y de estilo esta cualidad Aa practi th perdié al trat potencia de la voz y al ampli su Ambito, q ‘Como en todas las los mejores elementos, mal esto de Ia evolucién. Hay en esto una gran responsabilidad para los profesores, en el canto més que en las otras ramas de la actividad que ofrecié, entre otros, en el Conservatorio de Ginebra, La ciencia ie arménica de la que hablamos puede no pALoR HUMANO DE'LA EDUCACION MUSICAL — 165 mY seceidn i in, Esta 1a divina proporcidn. atiores 9 en particular & los pintores fatocndi los cre nse Yuan ie coure otras, fa base de Tos planos do cal drales en materiles anéréaz, que eseribié entre otras obras = : 166 h pan wrtteus | La gamme ce | camino mo que muestra de ‘punto el mane Punto el rosto maao conferencia cla y muy observacién 2 que la belleza, para la mayoria de os correcto, Ademds conse ii@ DOS muestra furan construyé un compds rostro {manera irrefutable hasta qué cuatro veces la proporcién BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 167 compositores de «mtisica nueva», era la menor de sus preocupaciones. Lejos estén de la mentalidad de una Marie Jaél, alumna de Liszt, que decia: «La mtisica debe contener % jndtilmente esta obra, preferimos una presentacién sin nds de las definiciones. a) En relacién con el cosmos, el universo, et mds alld }: «La miisica esté esferas». Casiodoro, escritor latino (468524): «El cielo y la L169 168 EDGAR WILLEMS 1 VALOS. HUMANO BI LA HDUCACION MUSIC tierra con todo lo que aquf ocurre estin sometidos a : leyes de la musica.» Feodor Chaliapine, cantor ruso (1873-1938): «La m sica es la voz del universo.s Alexandre Dénéréaz, compositor suizo (1875-1947): «La misi a giden que se oculta detrds de las complejidades de los fenomenos,» Fabre D’Olivet, ocultista francés (17681825): «La Goethe, filésofo y poeta alemén (1749-1832): «La magica nos brinda el presentimicnto de un. mundo Perfecto.» i Re Hl HE re tet g a tidal a aM PIEWONY "SOpIuOs Sof ap wzuep ey 89 eoJsmur FT» :(9¢9-096) odsiqo e “emg 2p oxoprsy O1F9q [ep eFuarD Bf 50, op auped usnay wos “onmaumaot vopsHr eT» :Cogeyse) eIS9IR ep Ley wworsnn Norovonaa. YI a ONVANE NOWA TH 1 u EDGAR WILLEMS ©) En relacién con ta ints EL VALOR HUMANO DE LAEDUCACION MUSICAL — 173 struye y luego se erige por entero delante de mi, ‘completamente terminado, de modo que puedo abar- un arteciencia; " los sonidoss *’ '" Potificacion de Fabre D’Olivet, - t, ocultist ‘isica es pensamienee a, raneés Sensible.» *, Siendo inte] Hoené Wronsky, fik Arthur Honegger, compositor suiz, (1804-1876): jac Chailley, junto con Georges | avre, bi eee gado de mision de inspeccion eee ora oo th el Ministerio de Educacién Nac Francia. Cosas. eminentemente q profundas. Pero, qui letra? ¥ quién trata de Leen las as en sus lecciones con los nifios HL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 197 tad.» Este punto nos interesa, en particular, porque en musica el ritmo se encuentra por doquier. Ahora bien, sabemos que existe una intima relacién entre el ritmo y la voluntad. Quizas es ésta una explicacién parcial del deramos, pues, que hacemos bien al profundizar este tema. ‘Lo que sigue fue dicho en parte en el Congreso Inter- nacional de Educacién Musical de Tunez en 1972. El § 5, «Consideraciones pedagégicas», hace referencia a algu- LAS DIFERENTES CONCIENCIAS 'EN EDUCACION MUSICAL Cuando se trata del ser humano, la palabra «on ‘on general, la idea de conciencia reflexi- tégoras. yimos cémo las dos corrientes que interesan en. Pat ticular 'a Occidente partieron de. Pitégoras. Existes ticular omo las que se refieren a lo ético, a lo religioso, participar de esta accién inconsciente. Se sabe hasta Qué punto la conciencia reflexiva puede entorpecer el 202 EDGAR WILLEMS. ‘BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL — 203 mental, sintético y analitico. Se trata aqui de una con- ciencia animal 0 zooconciencia. ‘La melodia contiene en s{ misma el ritmo; por otra parte, esté hecha de materia sonora. Lleva en si la vida Gontradictorias que, con. frecuencia, pecan por exces de intelectualismo. {Y pensar que en algunas tendencias $3. La conciencia melddica moderna la melodia fue no slo desconocida, sino su- aie primidal Como si la melodia, elemento afectivo po | miisico que retiene una melodia pued Excelencia, no fuera una manifestacién directa del alma, ciencia de ello sin apelar a 1 toca del corazén. De hecho, una buena melodia procede si quedarse en un cam lo cerebral, a lo mental, y on poe use: sprocede.sieus Seen an campo puramente aféctivo, emotiva, pre de un estado de nimo. Se la puede fabricar cere- verdadera memoria melédica. La pro. Sralmente, puede, como se dice, «sostenerse», pero sin 204 melodia es’el-centro, el 5! Sea che oe ee ort toma ‘EDGAR: WHLEns'))) 0 EL VALOR HUMANO DE)LA EDUCACTON MUSICAL — 205 § 5. Consideraciones pedagdgicas Si los psicélogos pueden brindar valiosas indicacio- nes a los misicos, a la inversa, éstos pueden ofrecérselas también, tanto en el orden global como en el analitico. $4. La conciencia arménica por tanto, un campo que permite idad el carécter de_las_ diferentes ‘en su. propio plano. Asi, la vida se encarga de poner cada cosa en su lugar. En la actualidad, la democratizacién de la ensefianza Insistimos en particular acerca de la importancia de los primeros pasos en. educacién musical (vase el 206 La iniciacién resulta favorable para el desarrol hay que aproveci ‘EDGAR WILLEMS ical de los cuatro a los sicte aftos so de la i l: harla. Es necesario, ademés, commen, [EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 207 a través de los estudios musicales y, en particular, ins- ‘trumentales. b) Para la educacién ritmica Desde el punto de vista ritmico se cometieron mu- cchos errores. Se confundi6 el ritmo con el compis; se y el ritmo plistico no siguen, normalmente, las mismas leyes, dado que en misica el tiempo fuerte se marca hacia abajo y en plastica hacia arriba. iniciacién en Ia actualidad? ¢Quién la vida ritmica? Sélo citamos primer tiempo del compés y 4) la division y hasta la a » EDGAR, WULLEMS, EL VALOR HIUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL — 209 Jos, cuyo comienzo parte de uno de los doce intervalos que constituyen la naturaleza psicologica de la escala. Estos intervalos se viven sin ninguna teoria, pero enri- quecen la memoria musical. La escala ser4 objeto de todos nuestros cuidados. El empleen d de las notas, alfabéticas y las silabas de las notas (do, re, mi simplifica el problema. Otro \portante: debe encararse la escala como un conjunto de intervalos, a partir de un sonido inicial, y no como un conjunto de tonos y semitonos que no son sino un aspecto puramente material, y no musical y psicolégico. El sentido tonal también plantea problemas al edu- cia. Ahora bien, nues ie, Anora blen, nuestro propésito actual se refiere a esta, ©) Para ta improvisacién y ta composicis ‘BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION musical 211 monica. No encaramos Ja improvisacién como la com: Posicién instanténea que es, necesariamente, de carter Pemntal, La improvisacién debe ser mds espontdnea y Ro exige la perfeccién formal que reclama la, compost Roa Esta, por encontrarse bajo el dominio de la inte Tigencia, deberia hacerse en base a la conciencia ritmica y melodica auténtica. Muy a menudo se compuso bajo Ia influencia det t claro que se puede componer con ¢l Ss ‘de comprender la importancia de los prin- veuir para poder Hevar a cabo una educacién funcional. Ademés, cuando preguntamos @ ide nuestros alumnos-profesores: «Qué mé- sy Ta respuesta es: «No sigo un método, fgo los principios de’ Willems», el profesor est en to Srto, sobre todo si puede agregar: «Pero tengo 1m cipios re SSS 212 método», 0 dicho de cin de ios principios. §6. La evolucién de i {a evolucion de ta conciencia mascot pets si os Sac Mi ‘un aspecto dk ota nag sr ape wate See con nuestros esquemas del capi- Partimos de la concienci = inary ia normal, intelectual, que nica de Occidente. Ja materia de la miisica armé- 1. Editions Pro Masica tro modo, un orden en la aplicae HL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MusrcAL 213 Es preciso situar el punto de partida alrededor del siglo 1%, con el organum (Hucbald de Saint-Amand) que Consiste en conducir dos voces en movimiento paraielo, de Hucbald. Hacia el siglo xu son admitidas las terceras y las sextas, que habian sido excluidas con anterioridad por la Universidad de Paris. Alrededor del aiio 1200, por Io tanto en el siglo xt1t, hace su aparicién el fabordén; consistia en un acompa- fiamiento del canto litargico que se realizaba en la ter- cera y en la sexta superiores. En el siglo x1v el ars nova se opone al ars antiqua; entre otros la practican Machault y De Vitry; se trata ‘de una escritura polifénica independiente de cualquier vor. de tenor establecida. La polifonia se establece y prepara la legada de la 24 EDGAR WILLEMS nia, se intelectualiz6, se materializ6, pero también se humaniz6. < ‘movimientos sonoros, que se consideran impersonales. ©. La etapa siguiente nos hace entrar en el mundo sonoro ilimitado hasta la rudsica de los ruidos, tomando aqui a la palabra «musica» en su sentido més eldstico. Notemos también la creciente importancia de la percusidn y el retorno al primitivismo, como la miisica de Jos negros de Africa y de otras razas que permane- cen en el primer estadio de la musica, [EL VALOR HUMANO ‘DE LA BDUCACION MUSICAL 215 oe Quisimo: de relieve la marcha inexoré chines sey, does Gn as fries y puede ser muy util; el fin ¢s no convertirse en su xe : ‘cuenta de que el aspecto de la evolucién musical que esbozamos aga se presta a discusion; por 216 [EDGAR WILLEMS § 7. Conctusiones ordenamientos creado eae aed ieee cae 0 Pate cies a visién intuitiva del orden conciencia humana, Un sabio chino escribio: «bulonee ae ie pacpac en el mundo fueron los profeso- bia A este modo retardaron los progresos de la PALABRAS FINALES: de quienes ya la eligieron? Lo esperamos vivamente, porque en la actualidad es muy grande la demanda de educadores, y es el momento propicio para que la edu- cacién musical ocupe el lugar que le corresponde en todos los niveles de la ensefianza. ‘Confiamos en que el lector nos agradecer por no haber hecho literatura. Intentamos decir las cosas im- jo imponerse. Por eso invitamos constantemente a los lectores a testimoniar flexibilidad y también un ideal. En nuestra época es indispensable comprender que espiritu y ma- teria forman una sola unidad; y el arte musical esti en 6ptimas condiciones de demostrarlo. / | | L 218 [RDGAR WILLEMS Reaccionamos, por cierto, contra algunas corrientes modernas que quieren innovar a cualquier precio y no vacilan en ‘su pretensién de que hay que hacer iabla entusiasmo. Advertimos contra el exceso de intelectualismo, uno de los peligros de nuestra época, de nuestra propia raza, con respecto al arte. ¢Podemos confesar que muchos elementos del libro se nos ocurrieron por la noche, ya tacto, por ejemplo, con el pensamiento y la actitud de _ Jos orientales. Se trata de encaminarse hacia el secreto de las cosas, hacia su esencia, poniendo en su lugar los detalles ¥ las cosas superficiales, Esto puede hacerse con mayor facilidad al comienzo de la educacién musical que mas tarde, cuando a menudo ya se saltaron etapas. Es pre- ciso llegar a ser inteligente sin abandonar las leyes de la vida, es decir, ser préctico, positivo, dejando la puer- ta abierta a Jo irracional. Cuando un compositor actual, Alberto Ginastera, dice: «La composicién es un problema de estado dé [BL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL — 219 : relativamente, ¢s claro— y funda, de spor anadkura cone tabalo ¥, sobre fodo, con el amor por la misica idencia. decir que jams se emplea i para hablar de éste, a miisica, y que jamds serd exage- Ta educacién musical que 10 sirve. rado el respeto por BIBLIOGRAFIA OBRAS DEL PROFESOR EDGAR WILLEMS NOUVELLES IDEES PHILOSOPHIQUES SUR LA ‘MUSIQUE Paris, 1934; 3 edicién: Bienne, Pro Musica, 1966. LOREILLE MUSICALE, tomo I (prologo de E. Jaques-Dalcroze). La préparation auditive de Venfant. Conches-Ginebra, 1940; 2* edi- cién: Bienne, Pro Musica, 1965. L'EDUCATION MUSICALE NOUVELLE (prologo de Henri Gagnebin). Lausana, 1944; 2* edi- cién: Bienne, Pro Musica, 1968, LE JAZZ ET LOREILLE MUSICALE Ginebra, 1945; 32 edicién: Bienne, Pro Musica, 1968. LOREILLE MUSICALE, tomo 1 (prélogo de Henri Gagnebin), La culture auditive, les intervalles et les accords. Conches-Ginebra, 1946; 2 edicién: Bienne, Pro Musica, 1965. LA PREPARATION MUSICALE DES TOUT-PETITS ‘Lausana, 1950; 3+ edicién: Lausana, M. & P. Foe: tisch, 1968. LE RYTHME MUSICAL Rythme, rythmique, métrique. Paris, PUF, 1954. LES BASES PSYCHOLOGIQUES DE L'EDUCATION ‘MUSICALE Paris, 1956; 2* edicién revisada y aumentada: Bien ne, Pro Musica. QUINZE MELODIES A HARMONISER Bienne, Pro Musica, 1970. INTRODUCTION A LA MUSICOTHERAPIE Bienne, Pro Musica, 1970. 22 DGAR WILLEMS SOLFEGE ELEMENTAIRE Livre du maitre et livre de I’éleve. Bienne, Pro Musi- ca, 1970. #10. Petites danses, sauts et marches. VERSIONES EN OTROS IDIOMAS EN ESPANOL: La preparacién musical de los mds pequetos, Las bases psicoldgicas de la educacién musical, El ritmo musical, Eucecin musica I Guin in musical I didéctica para el maestro Edueacion musical I Canciones de des 4 cinco notes Buenos Aires Educacién musical IT Canciones de intervalos Ricordi Educacién musical IV Canciones de intervalos, con acompafiamiento de piano Americana S.A. [EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 223 EN PORTUGUES: ‘As bases psicoldgicas da educagao musical, Bienne, Pro Musica. Caderno pedagogico N° 0: Iniciagio musical das ceriangas, Bienne, Pro Musica. Novas ideias filosdficas sobre a miisica e suas aplica- ‘edes praticas, Bienne, Pro Musica. EN ITALIANO: ‘Le basi psicologiche dell’educazione musicate, It rit- mo musicale, Turin, Societa editrice internazionale di Torino. ‘Opuscolo No 1. Canzoni da due a cinque note. Opuscolo N° 2, Canzoni d'intervallo, trad. I. Noda- 1i, Bienne, Pro Musica, 1974. EN ALEMAN: ‘Neue philosophische Iden iiber die Musik und ihre praktische Anwendung, Bienne, Pro Musica. gare son, 152 [BL VALOR HIUMANO DE LA EDUCACION MUSICAL 227 Fabre, 77 Fabre dOlivet, 168, 172 Penderecki, Persas, 173. Pestalazzi, 16 28 EDGAR WILLEMS: Yalees gar iucacion musical en el ciclo preescolar myortancle de los primeros (pasos » fades qu, $0 encontraron José 230 EDGAR WILLEMS 1) EI sonido y el color, 5¢ ®) El movimiento natural y el ritmo musical, 56 § 6. La afectividad en ta primera educacién . 2 LAS BASES PSICOLOGICAS - LOS ESQUEMAS. $1. Esquema 1 tate" D tapas ercheiia 8) Ley de analogia, © oemsman ntrn ena ae 1) La misica de los negros dle Attica, 81 2) La miisica de Oriente, &5 3) La miisica de Occidente, 86 Esquema IX: Las dimensiones . Esquema X: Lo Bello, lo Bueno y to Ver: UE ee me Eilat ea Samer 3 LA EDUCACION MUSICAL EN GENERAL § 1. BL presoljeo y ef preinstrumental . A. La alfabetizacion musical, 98 8 rden de 10s sonidos de Ja escala, 103 ) El movimiento sonoro, 104 EL VALOR HUMANO DE LA BDUCACION MUSICAL ‘¢) Bl automatismo de los nombres, 104 A a improvisacn sitmica, 136 5. a improvisacin mel ©. Los coros, 139 D. El canto de los negros, 140 E. Las lecciones de canto, 140 8. La ensefanza secundaria 9 Los curs A Los 5 B. Les § 10. La musi A. Una B. La dislexia, 153 21 108 49 123 15 137

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