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Falsas reservas, falsos tesoros petroleros

Antonio Gershenson
En México hemos tenido un problema serio con el petróleo en general. Los
altos funcionarios quieren contratar empresas, en los principales casos extranjeras,
y además obtienen el agradecimiento del “ganador” en el concurso. Pero en las zonas
“tradicionales”, Pemex ya tiene equipos y personal, y sólo los puede ir desplazando,
para meter empresas privadas, poco a poco.
Por ejemplo, a fines de 2007 Pemex operaba con 224 equipos de perforación,
de los cuales eran de empresas privadas 101 equipos, o sea 45 por ciento del
total. Ya a fines de 2008, Pemex estaba utilizando 269 equipos de perforación, de los
cuales eran privados 143, o sea 53 por ciento de los equipos eran privados.
De ahí que estos funcionarios quieran gastar cantidades enormes de dinero
en las aguas profundas del Golfo de México, y en Chicontepec, especialmente con
empresas transnacionales.
Desde la polémica sobre la nueva legislación petrolera, estos funcionarios han
hecho una serie de afirmaciones. En el “Diagnóstico: Situación de Pemex” (en
adelante le llamaremos el Diagnóstico), presentado el 30 de marzo de 2008 por la
Secretaria de Energía y el Director General de Pemex, para apoyar la iniciativa de
reformas legales presentada poco antes, se dice:
“Actualmente, la producción de crudo y gas en el país está sustentada,
principalmente, por campos que han alcanzado su etapa de madurez y, por tanto,
han iniciado su fase de declinación. El 92% de la producción proviene de
campos en franca declinación, o que iniciarán su declinación en poco tiempo; tal
es el caso de Ku-Maloob-Zaap que iniciará su declinación en 2010.”
“Si se considera el tiempo de maduración de los proyectos en aguas
profundas, Pemex necesita iniciar, a la brevedad, el desarrollo de esta
región para mantener la plataforma de producción en el mediano plazo.
Para lograrlo, el desarrollo de las cuencas del sureste, la explotación de campos
maduros y el desarrollo de Chicontepec, resultarían insuficientes.”
“Por tanto, iniciar en el menor plazo posible el desarrollo de las aguas
profundas es fundamental.” “Las perspectivas de producción de hidrocarburos se
orientan a los yacimientos ubicados en aguas profundas.”
“Se estima que del total de los recursos prospectivos del país, es decir, del
orden de 54 mil barriles de petróleo crudo equivalente, más del 50%, esto es, 29,500
millones de barriles, se localizan en la cuenca del Golfo de México
Profundo.”
“Se requiere dotar a la empresa de las herramientas que le permitan la
colaboración de terceros bajo mecanismos más eficientes que los actuales,
con objeto de crear mayor valor para la sociedad.”

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“Es condición necesaria permitirle a Pemex mayor flexibilidad para
contratar terceros y así aprovechar su experiencia y capacidad.”
En el Boletín 019. 2008 de la Secretaría de Energía, del 30 de marzo de ese
año, que resumía al Diagnóstico, se dice:
“Considerando el reto que implica acceder a yacimientos en aguas
profundas para mantener el nivel actual de producción, es necesario que
PEMEX pueda contar con el apoyo de empresas especializadas al desarrollar
diversas actividades propias de su giro, bajo mecanismos eficientes que le permitan
obtener la mejor tecnología y conduzcan a maximizar la renta petrolera para el
país.”
Por otro lado, en su comparecencia ante la Tercera Comisión de la Comisión
Permanente del Congreso de la Unión, llevada a cabo el 2 de julio de 2009 en la
Cámara de Senadores, en la página 75 de la versión estenográfica, el Director
General de Pemex dijo, obviamente contestando a una pregunta en ese sentido:
“¿Por qué el proyecto de Chicontepec? Porque es ahí donde hay, de
todos los proyectos que se tienen, hay más reservas, es el que tiene más
reservas conocidas... Entonces, no hay manera de imaginarse un escenario,
en donde Petróleos Mexicanos pudiera recuperar los niveles de
producción de 3 millones de barriles, por decirles una cosa, diarios, si no
se considera Chicontepec”.
Estos planteamientos de han repetido en varias ocasiones, pero quisimos
mostrar textualmente lo que los funcionarios han dicho. Y, en primer lugar, vamos a
mostrar cuántas mentiras hay en estas afirmaciones. Incluyen las afirmaciones
de que: es urgente explorar y explotar las aguas profundas; que es ahí
donde está la mayor riqueza petrolera (no usan estas palabras, pero tratan de
filtrar esa idea); que para ello Pemex necesita empresas con experiencia y
capacidad, lo cual en este caso equivale a decir empresas transnacionales.
En algunos momentos se habló de asociación. Y se afirma que es necesario lo que se
está haciendo en Chicontepec, porque es el proyecto que tiene más reservas.

¿Que son reservas y cuáles existen en realidad?


Vamos a definir qué son reservas (que casi no las hay en las aguas profundas
mexicanas) y cuáles son las que en realidad están ahí. Tomamos este texto,
reproducido en varios documentos de Pemex. La SEC es la Security and Exchange
Comission, autoridad financiera de Estados Unidos y su autorización es necesaria,
por ejemplo, para que ahí emita Pemex bonos para financiar sus actividades.
“La SEC permite que, en sus reportes a la SEC, las empresas de crudo y gas
divulguen reservas probadas que hayan demostrado, por producción actual
o pruebas de formación concluyentes, que son, bajo condiciones
económicas y operativas existentes, económicamente y legalmente
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producibles. Nosotros usamos ciertos términos en este documento, tales
como reservas totales, reservas probables y reservas posibles, que los
lineamientos de la SEC prohíben estrictamente utilizar en sus reportes.” Y es
que la únicas reservas confiables son las probadas. Las reservas son consideradas
probadas si la productividad comercial del yacimiento está apoyada por datos de
producción reales o por pruebas de producción concluyentes.
Reservas Probables.– Se trata de reservas no probadas, donde el análisis
de la información geológica y de ingeniería del yacimiento, sugiere que son más
factibles de ser recuperadas comercialmente, que de lo contrario. Si se emplean
métodos probabilistas para su evaluación, existirá una probabilidad de al
menos 50% de que las cantidades a recuperar sean iguales o mayores que la suma
de las reservas probadas más probables.
Reservas Posibles.– Es el volumen de hidrocarburos, donde la información
geológica y de ingeniería sugiere que es menos probable su recuperación comercial,
que las reservas probables. De acuerdo con esta definición, cuando son utilizados
métodos probabilistas, la suma de las reservas tendrá al menos una
probabilidad de 10 por ciento de que las cantidades realmente recuperadas sean
iguales o mayores.
Estas definiciones están tomadas básicamente de “Las reservas de
hidrocarburos de México”, 1 de enero de 2008, de Pemex, porque el del 1 de enero de
2009 no ha sido publicado, pese a que normalmente éstas y otras publicaciones
salían el 18 de marzo, en este caso debió ser de 2009.
Es importante notar, a partir de lo escrito, que las reservas probables y
posibles no existen. Hay una probabilidad o posibilidad de que puedan existir. Y en
el caso de las posibles, la posibilidad es mínima, del orden del 10 por ciento. Por lo
mismo, no se deben sumar con las reservas probadas, como se hace en toda la
documentación de Pemex al hablar de reservas totales, no se vale sumar lo que
no existe a lo que existe. Con esto, nos inflan reservas no sólo en lo general, sino
inflan la importancia, por ejemplo, de Chicontepec, para justificar sus gigantescos
contratos – en este año se firmaron dos contratos, cada uno por 500 pozos– con una
productividad mínima. De las reservas probables se debe tratar, con trabajo en el
campo y el complementario, de sacar lo más posible de reservas probadas, y de la
posibles, lo más posible de reservas probables. Pero mientras no lo hagamos y
sepamos cuánto pudimos sacar, es como un fraude sumar suposiciones con
mediciones.
¿Por qué se tuvo que llegar a un criterio tan riguroso en la SEC, de
aceptar sólo reservas probadas y con el criterio mencionado?
Ponemos algunos ejemplos en la larga historia de fraudes con las reservas
declaradas. Esto, entre otros, ha afectado a inversionistas que aceptan reservas
como garantía, cuando que luego resultó que no existían, por lo menos en esa
cantidad, o no estaban a la mano.
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En el llamado Medio Oriente, los mayores yacimientos, de los llamados super
gigantes, fueron descubiertos hace mucho tiempo. Kirkuk, en Irak, fue descubierto
en 1927. Burgan, en Kuwait, en 1938. Y Ghawar, el mayor del mundo, en Arabia
Saudita, en 1948. El peso de estos yacimientos ha sido mayoritario en sus
respectivos países. Hace más de medio siglo se descubrieron, en los tres casos. El
88.5 por ciento de la producción conjunta del año 2000 de cuatro de los mayores
productores, Saudi Arabia, Irak, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, proviene de
yacimientos que en ese año tenían una producción mayor a 100 mil barriles diarios
y que fueron descubiertos antes de 1970.
Sin embargo, las reservas oficiales fueron aumentadas después de 1980 en
gran escala. ¿De dónde, sin nuevos yacimientos importantes? Las de Irak, que en
1981 eran de 32 mil millones de barriles, fueron elevadas el año siguiente a más del
doble, a 59 mil millones. Y desde 1987, ya eran 100 mil millones, que quedaron fijos
hasta 1995, para ser elevadas todavía más y ser, a partir de 1997, de 112 mil
quinientos millones y ahora, 115 mil. El gobierno de Kuwait las subió de golpe, de
1983 a 1984, de 67 mil millones de barriles a 92,710 millones y ahora (hasta 2008) a
101,500 millones. Luego siguieron los Emiratos Árabes, al pasar de 1985 a 1986, de
32,990 millones de barriles a 97,203 millones, casi el triple. Y en Saudi Arabia, le
subieron de 168,585 millones en 1987, a 284,989 millones el año siguiente: casi 90
mil millones de barriles; ahora le bajaron, luego de 11 años de extraer crudo, a
264,210 millones de barriles. La incongruencia entre las reservas “duras” y bien
ubicadas de los yacimientos super gigantes, y los aumentos en las supuestas
reservas probadas sin nuevos descubrimientos conocidos, hizo dudar de la
autenticidad de estos aumentos. Mostramos en la Figura 1, el contraste entre
cuándo se descubrieron las grandes reservas, antes del período que la gráfica cubre,
y la forma como se “aumentaron” las reservas oficiales.
En México, un fenómeno similar empezó desde antes, con la llegada de Díaz
Serrano a la dirección de Pemex. “Aumentaron” dos veces y media las reservas de
crudo entre 1977 y 1978, y luego las volvieron a duplicar en los años que siguieron.
Sin embargo, había un antecedente más cercano que los del Medio Oriente: el
yacimiento Cantarell había sido descubierto en 1976. Pero las reservas
“probadas” de petróleo crudo para fines de 1983 equivalían a 50 años de la
producción del año inmediato anterior. Y luego, hubo inspecciones...
El proceso de revisión se inició con los documentos que el gobierno mexicano
debió firmar para la contratación del llamado macropréstamo de principios de 1995.
Como el préstamo se apoyaba en las llamadas garantías petroleras, los datos sobre
las reservas petroleras en la se apoyaban esas garantías debían ser confiables para
quienes prestaban el dinero.
Se firmó lo siguiente: “México suministrará o hará que se suministre toda la
información que razonablemente requiera el Departamento del Tesoro... (y) le
proporcionará una confirmación por contadores públicos independientes de que

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dicha información... no es inconsistente con la contenida en los libros y registros de
Pemex y sus empresas subsidiarias.”
“Esta información deberá incluir, pero no será limitada a, la información que
México ha anunciado que hará pública”. Fuente: Acuerdo marco entre los Estados
Unidos de América y México para la estabilización de la economía mexicana.
Sobre esta base, en la Memoria de Labores de Pemex para 1966, páginas 31 y
32, se reconoce que se empezó a aplicar una “nueva metodología” para la evaluación
de las reservas petroleras. De hecho, en ese año se auditaron las regiones marinas.
Ya en la Memoria de Labores para 1997, año en que se revisaron a fondo las
reservas de la Región Sur, segunda en importancia, se reconoce que tanto estos
trabajos como los del año 1996 en la Sonda de Campeche, “las reservas obtenidas
fueron auditadas por la empresa de ingeniería petrolera Netherland Sewell &
Associates, Inc. (NSAI)”.
En la página 49 de la Memoria de Labores para 1998, año en el que se
completó la revisión de las cifras al auditar la Región Norte, además de la NSAI se
menciona a la DeGolyer and MacNaughton desempeñando funciones análogas en
otras partes de la misma región. Las reservas se dan para el primer día del año
siguiente, 1999, y son muy diferentes entre sí. En la página 143 se presenta un
cuadro con las cifras “viejas” (primero, para que se vean bien) y en la 144, el cuadro
general con las “nuevas”, con una nota de pie de página, con la misma expresión ya
mencionada: “Evaluadas aplicando las definiciones, métodos y procedimientos
aceptados por la industria petrolera internacional.” Con esto, se implica
nuevamente que las cifras anteriores no cumplen con este requisito, aunque eso no
se reconoce explícitamente y queda claro sólo con un examen del conjunto de
proceso.
Todavía hubo nuevas revisiones, cuando Pemex, ya más recientemente,
requirió del visto bueno de la SEC estadounidense para la emisión de bonos, y tuvo
que someterse a los criterios más rigurosos de los que habla en el entrecomillado ya
citado sobre las normas de la SEC, con los que las reservas probadas dieron otros
bajoncitos. Ahora el tiempo de reservas probadas, en términos de la
producción, es, sobre la base de los datos oficiales, de 10 años, frente a los
50 años anteriores.
Todavía hay muchos otros casos. Se inflaron, por ejemplo, las reservas de los
principales yacimientos del Mar Caspio, descubiertos desde 1979. Durante décadas
no salió el primer barril, hay casos en los que este mismo no sale todavía, y ahora
es evidente que los datos que se dieron al principio no eran reales.
En 2004, la enorme petrolera Royal Dutch Shell tuvo que aceptar la reducción
de sus “reservas probadas” en más del 20 por ciento. Ya se topó con el filtro de la
SEC. El 29 de mayo de 2009, la Corte de Apelaciones de Amsterdam, Holanda (país
donde está oficialmente registrada la Shell), ordenó a la misma Shell que pagara
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450 millones de dólares a una fundación que representa a numerosos afectados por
el hecho de que esa empresa petrolera “aumentara” falsamente sus reservas
durante el período 1997–2003, hasta que la SEC paró eso.
Otras empresas petroleras se vieron obligadas a reducir lo que declaraban
como reservas. Un caso que tuvo eco internacional fue el de Repsol, petrolera y
gasera española que tiene muchas propiedades en México y, más, en Sudamérica. El
26 de enero de 2006, el diario británico Financial Times, informó que las acciones de
esta compañía habían sido suspendidas en la bolsa y que tuvo que reducir sus
reservas declaradas en un 25 por ciento.
Como vemos, esta historia explica la importancia de la mencionada regla de
la SEC y de que acepte sólo reservas probadas. Pero aquí, como vimos en el Boletín
de la Secretaría de Energía, se agrega incluso más supuesto petróleo, ya no sólo
como reservas, sino adicional a ellas.
En la Figura 2 copiamos un esquema en el que se basan los jefes de Pemex
para justificar el que se meta tanto dinero a las aguas profundas, a pesar de que ni
produce ni va a producir en décadas, ni tiene reservas. Además de las reservas, que
se pueden cuantificar, hablan de Recursos Prospectivos. Estos de plano no tienen
ni siquiera una probabilidad definida de existir. Expresamente dicen que es un
“Volumen original de hidrocarburos (o sea, petróleo crudo y gas natural) no
descubierto”. Es una estimación que, como vemos en la gráfica, puede ser baja,
“central” y alta. Menos todavía se debería sumar con las reservas. Y hacer públicas
cantidades, que además se cambian a voluntad (tal vez recordemos las declaraciones
de la Secretaria de Energía al respecto en varios momentos del año pasado, para
apoyar la iniciativa de leyes sobre Pemex del gobierno federal), es por lo menos poco
responsable. Pero en el documento citado al principio, el diagnóstico, se habla de
29 mil 500 millones de barriles, como recursos prospectivos, sin hacer estas
aclaraciones.
Ponemos dos ejemplos de lo caro que puede costar al país basar la política
energética o proyectos importantes en los supuestos Recursos Prospectivos. El
primero es el entonces famoso gasoducto de 48 pulgadas para exportar
grandes cantidades de gas natural a Estados Unidos, en tiempos de Díaz
Serrano. Se hizo el gasoducto, y luego resultó que no existía ese gas natural.
El segundo ejemplo es Chicontepec. Se habla de casi las mayores reservas,
de cifras casi estratosféricas supuestamente descubiertas ahí, se contratan miles de
perforaciones y... lo que en realidad tenemos es el 4.8 por ciento de las reservas
probadas del país, y el uno por ciento de la producción nacional en 2008. Y
esas reservas es muy dudoso que sean económicamente explotables. Ya trataremos
más en detalle este caso, por lo pronto lo ponemos como un segundo ejemplo de uso
y abuso de los recursos prospectivos.

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Quiero hacer notar también que en las tablas que publica Pemex con
reservas “totales”, probadas, probables y posibles, nunca, ni siquiera en los datos
al primero de enero de 2009, aparece ni un sólo barril de crudo, ni un sólo
pie cúbico de gas natural, que correspondan a las aguas profundas.
Podemos comparar estos hechos con las afirmaciones citadas al principio. Los
tremendos “recursos prospectivos” del Diagnóstico, de “29,500 millones de
barriles, (que) se localizan en la cuenca del Golfo de México Profundo”, son
según el documento de Pemex de la Figura 2, un volumen, textualmente, no
descubierto. Según las tablas de Pemex con las reservas al 1 de enero de 2009, y la
producción en 2008, estos “recursos” son, respectivamente, cero y cero. No están.

Aguas profundas. Resulta que de un pozo, perforado el año pasado en aguas


profundas, ya hay algunos datos. Pemex, a fin del año pasado, llevaba 8 pozos
perforados. Éste era el único con posible producción de crudo.
El pozo es el Tamil-1, con una profundidad del fondo marino de 660 metros, y
el petróleo crudo que contiene es de 18 grados API. Pemex no fija un límite preciso
entre pesado y super pesado, sólo dice que si es menos de 27 grados API es pesado.
Es más, en lenguaje común podría decirse que le falta un poco para ser chapopote.
Algunos que desde Pemex han hablado del asunto, consideran que el Tamil-1
empezaría a producir crudo en 2015. Según una agencia noticiosa, el petróleo de las
áreas profundas “no se espera antes de la mitad de la próxima década”. Esto indica
que la fecha de 2015 es válida si todo va bien.
Lo de “si todo va bien” no es algo casual. El propio director de Pemex
Exploración y Producción dijo, el 17 de febrero pasado, que “para ser rentable, un
pozo en aguas profundas debería tener un potencial de entre 200 y 300 millones de
barriles”. Para ilustrar con un ejemplo, esto equivale a que produzca en promedio
alrededor de 35 mil barriles diarios durante 20 años. Los mejores pozos de la época
de oro de Cantarell llegaron a producir 30 mil barriles diarios.
Ni siquiera esa lejana fecha es segura, también, porque en las aguas
profundas las reservas probadas son iguales a cero. Y las otras, las no probadas, son
mínimas, como vimos, ni siquiera aparece un sólo barril de ellas en el informe de
reservas de hidrocarburos de Pemex, del primero de enero de 2009.
El mismo Diagnóstico reconoce lo caro y tardado que es un proyecto en las
aguas profundas: “Desde que se identifican recursos en esta área, hasta que se obtiene el
primer barril de producción, transcurren entre 9 y 10 años.”
“Mientras que para producir dos millones de barriles diarios de petróleo crudo en
Cantarell en su máximo de producción, se necesitaron 200 pozos, en aguas profundas se
requerirían aproximadamente dos mil pozos, es decir, 10 veces más, para obtener el mismo
resultado en cuanto a producción.”
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“El desafío que plantea aguas profundas respecto a Cantarell también implica: mayores
tiempos de perforación (200 contra 120 días por pozo); mayores costos (costo por pozo
superior en al menos 100 millones de dólares); mayores necesidades de perforación (más de
diez veces el número de metros totales a perforar); y, menor éxito exploratorio (en
Cantarell es cercano al 90%, mientras que en aguas profundas se estima que sería cercano al
15%).” En otra parte se habla de “bajas probabilidades de descubrimiento, entre 10 y 20%”.
En cuanto al tiempo de perforación, en la mayoría de los casos prácticos de aguas
profundas, se puede tener una perforación por año y por equipo de perforación.
En comparación con estos gastos astronómicos de perforar en aguas
profundas, los costos “normales” del petróleo no han subido tanto como los precios
de venta. En la Figura 3 vemos cómo el costo del barril de petróleo equivalente en
México pasó, entre 2000 y 2007, de 3.16 dólares por barril a 4.36 dólares. En 2008,
este costo fue de 6.16 dólares.
A pesar de estos inconvenientes, para el uso de un método exploratorio, de los
más usados por Pemex, el sísmico 3D, está programado, de 2008 a 2012, usar el 72
por ciento de los recursos en las aguas profundas. En cambio, todo el Sureste,
que concentró el 97 por ciento de la producción nacional en 2008, tiene
asignado sólo el 15 por ciento de los recursos para ese medio de
exploración.
En cuanto a la mencionada declaración del Director General de Pemex, en el
sentido de que presta la atención que tiene a Chicontepec, porque “es ahí donde
hay, de todos los proyectos que se tienen, hay más reservas”, hay algunas
consideraciones.
Por lo pronto, es obvio que este señor presupone que las reservas son de las
llamadas “totales”, o bien probables o posibles, porque las reservas probadas,
como vimos, son el 4.8% de las nacionales. En comparación, las reservas
probadas de Litoral e Tabasco, en la Región Marina Sur Oeste (RMSO), son el 5.9%;
las de Bellota-Jujo, en la Región Sur, son el 8.9%; en esa misma región, las de
Samaria-Luna, son de 11.7%. Estas tres juntas, que tienen casi toda la producción
nacional de crudo ligero y super ligero, tienen el 26.6% de las reservas
probadas; Cantarell tiene el 28.4% y su vecino Ku-Maloob-Zaap tiene el 28.5% de
las reservas probadas nacionales. Como quien dice, Chicontepec está en el último
lugar. En cambio, Chicontepec tiene más de la mitad de las reservas probables
y posibles. ¿Se puede basar una política de desarrollo en “reservas” que no existen
sino que tienen ciertas probabilidades de existir?
En cuanto a los 3 millones de barriles de producción, ya vimos que
Chicontepec produjo, en 2008, sólo el 1% del petróleo nacional. Pero tenemos que
ver con más atención este caso.
En esa zona se había aumentado la producción, entre 2004 y 2008, de
aproximadamente 20,552 barriles diarios a 29,200 barriles. 8,650 barriles diarios

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de aumento, estando de por medio cientos de pozos perforados a un altísimo costo
en esa región. Pues bien, uno solo de los nuevos pozos de Litoral de Tabasco,
el Xanab-DL1, tuvo una producción inicial de 9 mil 200 barriles diarios. Un
solo pozo, además de crudo ligero y por lo tanto con bastante gas natural asociado,
una sola perforación, al ser nuevo, aumentó la producción en una cantidad mayor
que la que en Chicontepec, para un aumento menor, necesitaron 4 años y
cientos de pozos, como veremos más adelante.
Eso no es todo. Había 1,004 pozos de desarrollo (los que no son de
exploración) a fines de 2004. Si dividimos la producción de ese año, entre el
número de pozos, nos resulta que cada pozo produjo, en promedio, 20.5
barriles diarios. Una cifra ridícula, si la comparamos con el mencionado nuevo
pozo del Litoral de Tabasco, se necesitarían 450 pozos de estos de 20.5 barriles, para
producir lo mismo que la producción inicial del Xanab-DL1. Una de las razones que
explican un rendimiento tan pobre es la rápida tasa de declinación del petróleo
en Chicontepec. Y esto debe tomarse muy en cuenta. Según el Informe 20-F, de
Pemex a la SEC para 2008, en Chicontepec, el 31 de diciembre de 2008 se
habían perforado en Chicontepec 1689 pozos en total, de ellos operaban 704
pozos”. Esto quiere decir que hasta ese momento, se tuvieron que tapar en total
985 pozos. Esto confirma que por más que se perforan cientos de pozos, los
que salen de operación son más que los que producen. Así, a fines de 2008
había en operación casi 300 pozos menos que a fines de 2004. Además, el
rendimiento promedio de 2008 de los 704 pozos que operaban y con una
producción total, ya mencionada, de 29,200 barriles diarios, ese rendimiento
promedio por pozo en 2008 fue de 41 barriles diarios. Esto quiere decir que para
lograr la misma producción inicial de un solo pozo, el Xanab-DL1 del Litoral
de Tabasco, se necesitarían 222 pozos promedio de 2008 de Chicontepec.
A pesar de eso, se plantea en el Diagnóstico perforar “1,000 pozos por año
tan sólo en esa área, lo que se compara con el nivel actual de perforación de todas
las cuencas, que sumó 675 pozos, en promedio por año, en los últimos 5 años.”
El ya citado Diagnóstico dice sobre este caso que “Los yacimientos de
Chicontepec se caracterizan por su bajo contenido de hidrocarburos, baja permeabilidad y
baja presión, por lo que la productividad de los pozos es reducida.”
“En cualquier caso, se estima que los costos de desarrollo y producción
por barril serán significativamente superiores al promedio actual.”

Contratos de Servicios Múltiples. Por si fueran pocos los problemas del


proyecto de Chicontepec, es el campo de experimentación de los que se han llamado
“Contratos de Servicios Múltiples”. Esos contratos, reconocidos con ese nombre,
fueron firmados en el sexenio pasado para explorar y explotar el gas natural de la

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Cuenca de Burgos. Ésta abarca parte de Nuevo León y Tamaulipas, y del mar
enfrente de est último estado. Algunos de sus rasgos principales son:
Son de hecho concesiones a largo plazo para muchas obras y servicios que
vayan surgiendo en determinada región, la cual se entrega a la empresa “ganadora”
de la licitación.
En todos los concursos hubo sólo una oferta en el momento del fallo final: o
bien se retiraron las otras, o hubo sólo una desde el principio.
La duración del contrato, fue de 15 o 20 años.
Los trabajos incluyeron todo lo relacionado con el desarrollo, explotación y
suministro a Pemex del gas natural de la región asignada. Esto incluye desde la
perforación o modificación de pozos y el tendido de ductos, hasta obras auxiliares
como construcción de caminos y demás.
Los precios unitarios establecidos tienen factores de ajuste con las variables
que afectarían el costo: tasas de interés de referencia, tipo de cambio, etc.. Con esto,
todos los riesgos de esta naturaleza los absorbe Pemex. Y si alguien le llama “capital
de riesgo” a este tipo de inversión de las transnacionales, pues es el puro nombre.
Los pagos por las estimaciones de una obra determinada, la cual ya no
requiere ser contratada, se reparten en 4 años. En el primer año, se paga 40%, en el
siguiente 30%, en el tercero 20% y en el final 10%. La tasa de interés es LIBOR
más “150 puntos base”, o sea que la empresa “ganadora” se convierte también en
banco.
Si se rebasa un “limite de pago mensual”, se acumula el remanente no pagado
con el resto de la deuda. Cuando el contratista termina una obra, ese límite ya no
cuenta y se debe pagar entre el mes de la terminación y el siguiente mes.
La empresa ganadora del concurso presenta a Pemex el programa de
trabajo, y Pemex simplemente lo acepta o sugiere cambios.
Este Programa de Trabajo sustituye a lo que entre nosotros sería el Proyecto
de Obra. En vez de que la entidad pública tenga ya el proyecto y lo use como base de
la licitación, es la empresa misma la que va desarrollando proyectos en la zona que
le fue asignada. Suponiendo que se supervisara la obra, ¿contra qué base sería la
supervisión?
No hay un aval de Pemex a los créditos que obtenga el contratista; pero sí la
obligación de Pemex de hacer los pagos mencionados, de los cuales vendrían los
recursos para que el contratista pague lo necesario en su momento, si pidió
prestado.

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La exención de responsabilidad de las empresas por caso fortuito o fuerza
mayor, abarca conceptos como huelgas o disturbios laborales “en México”, y
“cualquier cambio en las Disposiciones Aplicables” por parte de alguna autoridad.
Las autoridades federales a cargo, hace años, quisieron modificar las
leyes de Adquisiciones y de Obras, para ocultar su violación a la
Constitución con los Contratos de Servicios Múltiples (CSM). No lo
lograron:
El Senado rechazó que se permitiera la subcontratación de trabajos con
terceros. También se rechazó la creación de una comisión “independiente” y sin
fuerza, para tratar lo relativo a estos casos (como la CRE).
Así mismo, se rechazó la llamada subasta descendente (las empresas
concursantes van ofreciendo precios más baratos para ganar), que afectaría la
calidad de las obras y su cumplimiento, y se rechazó la vigencia de largo plazo de los
contratos (los 15 o 20 años).
Sin la seguridad para las empresas, se dejaron de concursar este tipo de
contratos por un tiempo. Pero siguió la vigencia de los ya firmados, pese a que
violaban las leyes. Hubo por lo menos una demanda contra una de las empresas, la
española Repsol, pero hasta el momento los fallos judiciales han sido favorables a la
transnacional.
Ahora, vemos de nuevo, en inglés, el nombre de estos contratos: Multiple
Service Contracts. Está en el sitio de internet de una empresa que ofrece servicios e
información a empresas interesadas en establecer contratos con Pemex:
http://www.aramoni.com. Bajo ese subtítulo, se incluyen sobre todo los contratos de
perforación de Chicontepec (no se incluyen otras zonas petroleras mexicanas) pero
también hay un contrato “Burgos VIII-A”, que tendría el fallo el 2 de julio de 2009. El
contenido del Contrato es “Desarrollo de campos de gas
(perforación/infraestructura/mantenimiento)”. Están en proceso Burgos VIII-B, y VIII-C.
Incluye también como Contratos de Servicios Múltiples (CSM) a los llamados proyectos
Chicontepec II, III, IV y V. “Chicontepec II”, adjudicado a Dowell Schlumberger,
conocido abreviadamente como Schlumberger, desde junio de 2007, con una
duración de obra de 4 años; por la comparación de costos se estima en 1000
pozos.“Chicontepec III”, adjudicado a Schlumberger, el 11 de marzo de 2009, 500
pozos, Este último contrato fue por 687 millones de dólares (Boletín Núm. 055 de
Pemex). Dividiendo entre los 500 pozos el costo por pozo fue de 1.374,000 dólares.
“Chicontepec IV”, que es el que se adjudicó a Weatherford el 30 marzo de 2009, 500
pozos Este fue por 646 millones (Boletín 077), y dividiendo entre 500, 1,292,000
dólares por pozo. El costo promedio se puede estimar en por lo menos 1,300,000
dólares por pozo. “Chicontepec V” fue declarado desierto y se espera nueva
convocatoria en el momento en que escribimos esto.

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Hay otros dos contratos, que localizamos por otras fuentes. Son para 300
pozos cada uno, y ambos se adjudicaron a Weatherford. Los dos contratos se
firmaron el 25 de junio de 2008. Sumando el número de pozos de los 5 contratos
firmados sobre perforaciones en Chicontepec, son 2,600 pozos. Sólo se repartieron
entre las dos empresas mencionadas, 1,500 para Schlumberger y 1,100 para
Weatherford.
Incluimos una información de actualidad, sobre dos de esos CSM de Burgos.
El 29 de mayo, en La Jornada se informa que “La Auditoría Superior de la
Federación determinó que Petróleos Mexicanos (Pemex) infló el costo de las bases de
licitación de dos contratos de servicios múltiples para la exploración, perforación y
mantenimiento de pozos de gas no asociado en la cuenca de Burgos durante 20 años, que
fueron adjudicados en 2003 a la transnacional española Repsol y a la italo argentina
Techint –asociada con Industrial Perforadora de Campeche–, para que otras empresas no
pudieran participar.”
“Con ello, determinó el órgano fiscalizador, se maniobró para limitar la
participación de empresas concursantes, y con ello dio respuesta a una solicitud
de la Cámara de Diputados para investigar los presuntos actos de
corrupción y enriquecimiento del ex subdirector de la Región Norte de
Pemex Exploración y Producción (PEP) en Veracruz, Alfredo Guzmán
Baldizán, designado integrante de la Comisión Nacional de Hidrocarburos
el 20 de mayo pasado.”
“Respecto del primer caso, el órgano fiscalizador señaló: la entidad fiscalizada estipuló
un costo de las bases en ventanilla única de PEP y Compra Net de un millón 354 mil 600 pesos
y un millón 177 mil 900 pesos, respectivamente, y para el segundo proyecto, de 818 mil 400
pesos y 711 mil 700 pesos.”
Con esta nota, vemos por qué siempre llegaba nada más un “competidor” a los concursos
por los CSM de Burgos.
Hace poco se dieron a conocer las auditorías de la Auditoría Superior de la
Federación (ASF), para 2007. En el Informe de Resultados para ese año, se señala
que los trabajos en varias áreas, incluida “Aceite Terciario del Golfo”, que veíamos
que es el nombre de Chicontepec, se hicieron con Pidiregas, o sea deuda. Se usó
dinero prestado. En este y otros casos “PEP no llevó a cabo un proyecto
definido que sustente que la inversión producirá los recursos suficientes
para su amortización y obligaciones asumidas”, o sea para pagar el dinero
prestado y los intereses u otras obligaciones sujetas a los préstamos.
Sigue el informe diciendo que esto “incumple el artículo 18, párrafo primero,
de la Ley General de Deuda Pública que establece que „los proyectos a cargo de
dependencias del Gobierno Federal que requieran financiamiento para su
realización, deberán producir los recursos suficientes para su amortización
y obligaciones que asuman‟”. Ya sabemos que la impunidad de los funcionarios

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es cotidiana, pero esta auditoría les quita toda autoridad moral para defender
públicamente estos proyectos ilegales. Además, se confirma la reiterada afirmación
de que esos proyectos no son costeables.
Vamos a comparar algunos datos de uno de los dos contratos de junio de 2008
con Weatherford, para ver en qué se parece, y en qué no, a los CSM de Burgos del
sexenio pasado. A Weatherford se le llama “El Contratista”.
Recordamos que estos dos contratos se firmaron el 25 de junio de 2008. o sea
antes de la vigencia de la actual legislación, para perforación y terminación de
pozos petroleros en Chicontepec, anexo B, página 72:
“10. Responsabilidades de Ingeniería y Operación”
“Para la perforación de los pozos designados, PEP es responsable de
proporcionar el diseño básico de la perforación en cuanto a profundidad y geometría
del pozo.”
“El Contratista es responsable de la ingeniería de operación de las
actividades de perforación de pozos, así como de la instalación, desmantelamiento,
transporte y programas de mantenimiento de los equipos de perforación.”
“Para la etapa de perforación de los pozos designados, el Contratista es
responsable de elaborar el programa de fluidos de perforación, programa y selección
de barrenas, programa hidráulico y condiciones de operación, diseño de los aparejos
de fondo y planeación de la perforación direccional y diseño de la cementación de las
tuberías de revestimiento.”
“Con base en la información básica del pozo que proporciona PEP, el
Contratista proporcionará la planeación, los diseños detallados, cálculos, pruebas de
laboratorio y recomendaciones de ingeniería de perforación, así mismo son funciones
del Contratista coordinar, dirigir y ejecutar los trabajos de perforación, previstos en
el programa e perforación de los pozos.”
Aquí termina este listado, en el que “el Contratista” hace casi todo, desde lo
que se llama proyecto ejecutivo hasta la obra misma.
La diferencia más notoria es que ya no se trata de plazos de 15 o 20 años. El
contrato que acabamos de comentar da fechas para la obra del 1º de julio de 2008, a
más tardar al 31 de diciembre de 2009. De los otros que hemos visto de Chicontepec,
el que implica mayor duración de la obra es de 4 años, y es el firmado en junio de
2007.
Otra diferencia es que los contratos de Burgos adjudicar una gran extensión
de terreno, y los de Chicontepec establecen las funciones a realizar, aunque no se
diga formalmente, por ejemplo, “500 pozos”. Pero no está claro si la selección de los
pozos a perforar equivale a una región, porque todos estén en la misma y sólo haya
pozos de esta empresa en esa región.
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Una semejanza, tal vez la más importante, es la gran cantidad y variedad de
tareas, suministro de bienes y servicios que incluyen los contratos de Chicontepec,
desde el proyecto hasta el final de la obra, pasando por el suministro de lo que se
necesite y la realización de las obras.
En relación con si los pozos están “acomodados” por región, ya toda una serie
de versiones en los medios de difusión, y por lo menos una declaración oficial, en el
sentido de que se ha dividido a Chicontepec en 8 sectores para fines de su
desarrollo. El 18 de febrero de 2009, se anunció que Pemex va a dividir Chicontepec
en ocho sectores, y que el día anterior lo dijo, por radio, el Director de Pemex
Exploración y Producción. En el Anexo A de mencionado contrato con Weatherford,
de junio de 2008, aparece un borroso plano de los ocho sectores (Figura 4).
En el Reporte trimestral financiero de Pemex al 31 de diciembre de 2008, se
dice que “derivado de la reforma energética aprobada en el cuarto trimestre de
2008, se encuentran en proceso de elaboración los primeros contratos
incentivados para la exploración de aguas profundas y en Chicontepec.” Esto
confirma cuál era el objetivo de los altos funcionarios, en cuanto a sitios.

Alternativas en relación con las reservas, la producción y el


aprovechamiento del petróleo y el gas.
Ya vimos que son falsas la alternativas basadas en meter un dineral a las
regiones de aguas profundas y de Chicontepec. Es preciso ver qué alternativas sí
funcionan.
Dentro de la exploración y explotación de petróleo y gas, se debe tomar en
cuenta que las zonas consideradas como”viejas” tienen dentro de sí áreas nuevas. Ya
vimos el ejemplo del pozo de Litoral de Tabasco que tuvo una producción inicial
superior al aumento de toda la producción de Chicontepec en 4 años.
Un ejemplo de un área relativamente nueva. El activo Litoral de Tabasco
aumentó su producción de crudo de 96 mil barriles diarios en 2005 a 194 mil en
2007 y 192 mil en 2008. Es decir, subió al doble en dos años, de 2005 a 2007. Es
crudo ligero, que tiene mejor rendimiento, por ejemplo, en una refinería, que el
pesado, no digamos el super pesado de Ku-Maloob-Zaap (KMZ).
El gas asociado, ahí mismo, pasó de 223 millones de pies cúbicos diarios en
2005, a 448 millones, poco más del doble, en 2007, y a 454 millones en 2008. El gas
asociado es más abundante mientras más ligero sea el crudo.
Tenemos datos de la Región Marina Sur Oeste en su conjunto, y su
producción de crudo super ligero aumentó de 0 en 2002 y 0.4 en 2003, a 96 mil
barriles diarios en 2007, y bajó un poco a 84 mil en 2008.

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En cuanto a reservas probadas de crudo, que, como vimos, son las que
cuentan, las que están en “los campos descubiertos en 2008”, fueron 244.8
millones de barriles, y todos ellos están en el Sureste. Hacemos notar que aquí
la clasificación se basa en el sureste en general. Pero no hubo nada en Chicontepec
ni, menos aún, en las aguas profundas. Estos son hechos contantes y sonantes.
En cuanto al gas natural de la Región Sur, la producción pasó de 42 millones
de pies cúbicos diarios en 2005, a 67 millones en 2008. Aumentó el 60%. Es
resultado, también, del efecto ya mencionado del crudo ligero y super ligero.
Vamos a comparar el rendimiento en gas asociado del KMZ y del Litoral de
Tabasco. KMZ produjo, en 2008, 706 mil barriles diarios de crudo, y 273 millones de
pies cúbicos diarios. En el mismo período, Litoral de Tabasco produjo 192 barriles
diarios de crudo, y 454 millones de pies cúbicos diarios. El rendimiento, dividiendo
el segundo (gas) entre el primero (crudo), en KMZ fue de 0.386 millones de pies
cúbicos por millar de barriles. En el Litoral, fue de 2.36 millones de pies cúbicos por
millar de barriles de crudo. Dividiendo el resultado de este último (Litoral) entre el
anterior (KMZ), resulta que por cada barril de crudo, Litoral de Tabasco nos
da 6.1 veces más gas que KMZ.
Esto es una muestra que es un factor importante qué tan ligero o pesado es el
crudo que nos da un yacimiento.
Vamos a ver cómo está nuestra zona que tiene la mayor parte de la
producción, en la Figura 5. Tradicionalmente, se ha perforado hasta 200 metros de
profundidad (la primera línea no continua, en el mapa). Lo lógico es seguir, además
de esta misma zona que todavía tiene posibilidad, en la franja de 200 a 500 metros,
no irse a lo más y más profundo “saltándose” esta franja. Dentro de ella, las partes
amarillas tienen crudo super ligero, y también una continuación bajo la superficie
terrestre, sobre todo en Tabasco aunque no exclusivamente. De ahí los buenos
resultados en partes de la Región Sur.
Es razonable dar una primera prioridad a las partes amarillas y verdes, con
crudos más ligeros, aunque se sigan explorando las partes azules para poder
mantener una buena producción.
Para demostrar lo abandonadas que han estado estas zonas, mencionamos
los pozos terminados en Litoral de Tabasco: en 2005, 2006, 2007 y 2008 fueron
9, 16, 6 y 15 pozos terminados. Frente los cientos de pozos anuales perforados en
Chicontepec, con una producción miserable, y la meta de mil pozos por año en esa
misma región.
Además de estas regiones y su extensión como se muestra en el mapa, es
necesario volver a explorar y en su caso explotar, zonas abandonadas, sea en
producción o en proceso de exploración, ya con los conocimientos actuales.

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Recursos adicionales para la exploración. Se debe acabar con el
esquema que ha operado, que da 90 por ciento de los recursos a sacar el petróleo y el
gas sin asegurar reservas para el futuro. Se debe dar preferencia a zonas con crudo
ligero y gran porcentaje de gas natural asociado, y a zonas que permiten un
desarrollo más económico y eficiente.
Recursos adicionales para el desarrollo integral. Se requiere desarrollo
integral, por un lado, de refinerías, producción de refinados, y de petroquímicos
primarios derivados de los refinados y del gas natural. Por otro lado, eliminación de
la quema del gas natural, desarrollo de la exploración y producción de gas,
procesamiento del mismo y su uso para la producción de petroquímicos.
Estas medidas deben ser parte del proceso para lograr la autosuficiencia en
gas natural, en gasolinas y diesel y de los demás refinados. Las medidas
complementarias incluyen el uso eficiente de estos energéticos, la reducción
del desperdicio y la diversificación de las fuentes de generación de
electricidad y, en general, de energía.
Por el lado de la oferta, debemos utilizar al máximo posible la capacidad
instalada de nuestras refinerías, actualmente subutilizadas. Y debemos aumentar
nuestra capacidad de refinación.
Dentro de las refinerías, es urgente la instalación de más
hidrodesulfuradoras que permitan, entre otras cosas, un uso más amplio del
diesel, especialmente en coches. El diesel, además de ser más barato, es más
eficiente que la gasolina (se estima la diferencia en un 10 por ciento), y estaríamos
reduciendo las importaciones de esta última.
Y lo que habíamos señalado, desarrollo intensivo de las fuentes
renovables de energía, para reducir el consumo de combustibles en la
generación de refinados y lograr un mejoramiento ambiental.
Por el lado de la demanda, se requieren medidas como las siguientes:
Es preciso estimular la producción de etanol (alcohol de caña), empezando
por su función como oxidante y antidetonante, sustituyendo a sustancias venenosas
como el MTBE ahora empleado. Se debe producir el etanol, también combustible, a
partir de cultivos que no sean alimentos básicos como el maíz o el frijol soya.
Se han hecho pruebas para producir etanol a partir de plantas que no sólo no son
alimentos o de otra utilidad básica, sino que tampoco usan las clases de suelo que
usan nuestros básicos. Mientras, se debe aprovechar lo existente para producir
alcohol a partir de la caña de azúcar, como ya se ha estado haciendo pero de modo
que este producto sea compatible con su aplicación de mezclarse con las gasolinas.
También se reduce la importación de gasolina con estímulos fiscales a la
compra de coches con motores híbridos, que consumen hasta la mitad de gasolina
que los actuales.
16
Las flotillas de transportes del sector público deben ser convertidas al uso de
los combustibles alternativos mencionados.
Se deben transferir volúmenes de carga por carretera, y de pasajeros, hacia
los ferrocarriles. Se debe volver a construir el sistema ferroviario, incluyendo trenes
rápidos que disminuyan no sólo el uso del automóvil, sino de los aviones.
Se debe alentar el transporte público en las ciudades. Se debe aumentar la
eficiencia de los automóviles existentes y reducir su consumo de combustible. Como
ya se hizo cuando se fueron sacando de la circulación los coches con motor de ocho
cilindros, debe irse reduciendo al mínimo el número de coches, camionetas y otros
vehículos “tragagasolina”.
La combinación de estas medidas que atacan el problema por el lado de la
oferta y el de la demanda, permitirá avanzar hacia la autosuficiencia en
refinados y de gas natural.
Para no desperdiciar tanto gas natural en la generación de electricidad,
suprimir su importación y poderle dar mejores usos como materia prima, procede la
diversificación de las fuentes de generación de energía:
Hidroelectricidad, sin inundar zonas amplias, aprovechando los recursos
para fines diversos. Energía eólica, incluyendo el conocimiento de nuestros
recursos naturales, especialmente sitios con un régimen constante de vientos.
Combinación de la energía eólica y la hidroeléctrica donde su distribución a lo largo
del año lo indica. Diseños específicos para nuestros regímenes eólicos. Geotermia,
usando tecnologías limpias y eficientes, en vez de las usadas por la CFE en las
plantas existentes; y explorar zonas marinas con buenas posibilidades, no sólo los
sitios en tierra.
Ejemplos de mejor aprovechamiento de los proyectos energéticos.
Los tecnócratas y burócratas del sector han querido aislar los proyectos de tal
o cual fuente de energía, pero la realidad es una sola. En cuanto a las plantas
hidroeléctricas, no se puede ignorar a los ríos, en el Grijalva vemos un ejemplo,
con inundaciones, suspensión de la generación de electricidad y compra de
energía de punta, tres veces más cara que la normal, a empresas privadas que
generan con gas caro, etc. Es necesario el mantenimiento regular, no sólo de las
plantas, sino de los ríos incluyendo el desazolve y en especial el dragado. Por
otro lado, se deben aprovechar las obras y usar el agua del río para piscicultura,
para cultivos con riego eficiente, etc.
En el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico 2007–2016,
Apéndice A, sección A-8, se dice:
“Es de suma importancia reconocer que las restricciones de generación
mínima en el parque termoeléctrico, especialmente en los Productores

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Independientes de Energía (se les ha supuesto 50%), restan flexibilidad a la
operación de las Grandes Centrales Hidroeléctricas ya que Angostura
tiende a operar por arriba de sus niveles de seguridad, lo que repercute no
sólo en mayores riesgos de inundaciones en la cuenca del río Grijalva, sino
en una menor generación de las Grandes Centrales Hidroeléctricas. Esto se
reflejaría también en costos de operación del Sistema Interconectado
Nacional considerablemente mayores.” Este documento oficial, anterior a las
inundaciones, las prevé claramente y también su relación con la preferencia a las
empresas privadas, a los Productores Independientes de Energía. También muestra
que no se trata de un simple accidente o incidente, pues técnicamente todo estaba
previsto.
Ya en el terreno de las inundaciones, además de lo ya mencionado, no se
deben apilar costales de arena, que luego el río crecido arrasa y que el arena
contribuye, junto con lodos, basura y demás, a llenar el fondo del río y a que le
quepa menos agua, con lo que son más fáciles ésa y las siguientes inundaciones.
Deben construirse diques de concreto, en vez de apilar costales. Al contrario, por eso
estamos planteando el dragado del fondo de ríos, especialmente en la
desembocadura, y de los vasos de las presas.
Hay proyectos, como el de La Parota, que está frenado por la oposición de la
población. Primero, no se debe hacer antes el trato con las empresas privadas y
luego vemos qué con la gente de ahí. En primer lugar, se debe consensar con la
población. Segundo, se debe usar mano de obra local. Y en vez de entregar todo a
contratistas, construir como antes con recursos propios, y dar preferencia a los
materiales y equipos de fabricación nacional. Tercero, los proyectos deben ser causar
el menor daño posible a la población y a la región. El proyecto oficial desaloja a unas
25 mil personas y desaloja poblaciones enteras. En el caso del Río Papagayo, la CFE
tiene identificados 14 sitios para posibles presas más pequeñas. Escogiendo 5 o 6 de
ellas, de acuerdo con la población y con criterios técnicos, la zona inundada puede
llegar a ser 2 por ciento de lo que inunda el proyecto oficial actual. Son pequeñas
zonas inundadas, y las casas que se inunden pueden ser sustituidas por otras
nuevas en sitios cercanos, que no deshacen familias ni comunidades.
El vapor de salida de las plantas termoeléctricas y de las geotérmicas
debe ser aprovechado para desalación de agua del mar, y para usos que requieren
temperaturas menores que la necesaria para generar electricidad, pero utilizables
en general. Esa agua desalada en zonas semidesérticas también debe ser empleada
en el riego eficiente.
Deben ser aprovechadas las propiedades de las distintas plantas generadoras,
contando con el terreno y condiciones que tenemos. Por ejemplo, hay que unir la red
del norte de Baja California y San Luis Río Colorado, Son., con la del resto de
Sonora, con una línea de transmisión. Se puede aprovechar la energía, que es
constante a diferencia de la demanda, de la geotérmica de Cerro Prieto, y luego

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otras que se instalen. En temporada y en momentos de consumo eléctrico bajo, se
puede llevar energía de Cerro Prieto a las hidroeléctricas del sur de Sonora y de
Sinaloa y con ella bombear agua hacia arriba de las presas. Con ello, tenemos una
reserva de energía que se puede usar en las horas de mayor demanda.
También debemos aprovechar que cuando el viento en La Ventosa es más
intenso, es cuando hay sequía, y cuando los vientos son más tenues, es temporada
de lluvias o cercana a las lluvias. La Ventosa está cruzada por líneas alimentadas
por la hidroeléctricas del Río Grijalva, y se puede usar la combinación de ambos
tipos de generación, con más eficiencia.

Conclusiones
Vimos cómo es extremadamente caro, y muy, muy tardado, recurrir a la
perforación en aguas profundas como solución a la declinación de la producción
nacional, especialmente en Cantarell. Vimos también que el estar perforando
cientos de pozos en Chicontepec, para que el año pasado, ya con cientos de pozos
operando, se produjo ahí sólo el uno por ciento de la producción nacional de crudo; y
se llegó al 4.8 por ciento de las reservas probadas del país, que son las reales, el
primero de enero de 2009. Vimos que de la información oficial incluso, se desprende
que de las aguas profundas puede empezar a salir una cantidad importante de
petróleo, si llega a salir (no hay reservas probadas), será en plazos demasiado
largos, incluso décadas. Y en Chicontepec, ya vimos que los pozos declinan
rápidamente y por más que hagan, no va a llegarse a una producción importante,
como para sustituir el decaimiento de Cantarell, y pronto también el decaimiento de
KMZ.
Vimos también que hay alternativas mucho más viables, y mucho más
baratas. Las que no usan combustible, cuestan sobre todo al principio, al
construirse, luego ya no gastamos gasolina, ni diesel, ni gas natural, etc. Y las
alternativas no sólo son para generar energía, sino para usarla más racionalmente.

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