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Editorial
22 May 2017 - 9:00 PM
El Espectador
La lucha hay que darla como se han venido dando todas las reivindicaciones de la comunidad LGBT en
la ltima dcada: con palabras y debates respetuosos. / Foto: Andy VC
Lleg a la capital del pas un bus naranja con mensajes en contra de la llamada
ideologa de gnero y que desconocen los conocimientos cientficos y las
discusiones de la academia sobre el gnero. Aunque la ignorancia que se est
profesando es violenta y llena de prejuicios, no hay motivos para que sea recibida
con ataques, ni mucho menos para que se pida su censura. La nica respuesta
ante la irracionalidad son los rechazos vehementes y bien argumentados, todo
dentro del debate pblico.
Por eso, tambin debe ser rechazado por todos el ataque con pintura. Qu gana
el pas con ese tipo de agresin? Nada. Los promotores del bus aprovechan para
venderse como mrtires de la intolerancia (las vueltas retricas que da la vida!)
y el mensaje que queda es que en Colombia no se permite la diferencia, seguimos
polarizados y no conversamos sobre el fondo.
Pero esa lucha hay que darla como se han venido dando todas las
reivindicaciones de la comunidad LGBT en la ltima dcada: con palabras y
debates respetuosos. Entendemos que es frustrante tener que guardar la calma
ante personas que, con sus ideas, quieren desaparecer a poblaciones enteras a
travs de la negacin de su identidad, pero es la nica manera de traer cambios
duraderos. Tambin deberan las instituciones, como la Alcalda de Bogot en
este caso, por ejemplo, salir en pblico a condenar mensajes como los del bus.
Que cada vez que la transfobia y la homofobia asomen sus rostros, la sociedad
conteste con vehemencia que la Colombia que queremos es diversa e incluyente.