Este poema describe la visita de un hermano que ha estado ausente por mucho tiempo. Ahora tiene el cabello gris y una mirada distante, como si su alma estuviera ausente. Mientras la tarde cae, el hermano parece recordar viejos sueños y deseos de juventud, aunque también siente dolor por el paso del tiempo. Al final, todos guardan silencio mientras el reloj marca el paso del tiempo.
Este poema describe la visita de un hermano que ha estado ausente por mucho tiempo. Ahora tiene el cabello gris y una mirada distante, como si su alma estuviera ausente. Mientras la tarde cae, el hermano parece recordar viejos sueños y deseos de juventud, aunque también siente dolor por el paso del tiempo. Al final, todos guardan silencio mientras el reloj marca el paso del tiempo.
Este poema describe la visita de un hermano que ha estado ausente por mucho tiempo. Ahora tiene el cabello gris y una mirada distante, como si su alma estuviera ausente. Mientras la tarde cae, el hermano parece recordar viejos sueños y deseos de juventud, aunque también siente dolor por el paso del tiempo. Al final, todos guardan silencio mientras el reloj marca el paso del tiempo.
y entre nosotros, el querido hermano Yo voy soando caminos que en el sueo infantil de un claro da de la tarde. Las colinas vimos partir hacia un pas lejano. doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas! Hoy tiene ya las sienes plateadas, Adnde el camino ir? un gris mechn sobre la angosta frente, Yo voy cantando, viajero y la fra inquietud de sus miradas a lo largo del sendero revela un alma casi toda ausente. -la tarde cayendo est-. En el corazn tena Deshjanse las copas otoales la espina de una pasin; del parque mustio y viejo. logr arrancrmela un da: La tarde, tras los hmedos cristales, ya no siento el corazn. se pinta, y en el fondo del espejo.
El rostro del hermano se ilumina Y todo el campo un momento
suavemente. Floridos desengaos se queda, mudo y sombro, dorados por la tarde que declina? meditando. Suena el viento Ansias de vida nueva en nuevos aos? en los lamos del ro.
Lamentar la juventud perdida? La tarde ms se oscurece;
Lejos qued -la pobre loba- muerta. y el camino que serpea La blanca juventud nunca vivida y dbilmente blanquea teme, que ha de cantar ante su puerta? se enturbia y desaparece.
Sonre el sol de oro Mi cantar vuelve a plair:
de la tierra de un sueo no encontrada; Aguda espina dorada, y ve su nave hender el mar sonoro, quin te pudiera sentir de viento y luz la blanca vela hinchada? en el corazn clavada.
l ha visto las hojas otoales,
amarillas, rodar, las olorosas ramas del eucalipto, los rosales que ensean otra vez sus blancas rosas.
Y este dolor que aora o desconfa
el temblor de una lgrima reprime, y un resto de viril hipocresa en el semblante plido se imprime.
Serio retrato en la pared clarea
todava. Nosotros divagamos. En la tristeza del hogar golpea ANTONIO MACHADO el tictac del reloj. Todos callamos.