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PSICOLOGÍA DEL
APRENDIZAJE II
LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
IV SEMESTRE
CATEDRATICO: LIC. CECILIO TOPETE CRUZ
2010
UNIDAD I
UNIDAD II
Aprendizaje y memoria
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Figura 1: Corte frontal del cerebro humano. Las flechas indican la localización del hipocampo.
Hoy sabemos que ese tipo de amnesias son características de todos los
enfermos con daño o alteraciones en el lóbulo temporal medial del cerebro, la
zona afectada en HM. Los enfermos de Alzheimer, uno de cuyos síntomas
más graves es la pérdida progresiva de memoria, tienen también afectadas
regiones cerebrales que comunican entre sí el hipocampo y el resto del
cerebro. En general, los enfermos amnésicos recuerdan acontecimientos
recientes pero no pueden formar memorias a largo plazo. No parecen
capaces de transferir información desde los sistemas de memoria a corto plazo
a los sistemas de memoria a largo plazo, un déficit por tanto que afecta a lo
que hemos denominado consolidación de la memoria.
RECORDAR Y OLVIDAR
Antonio MACHADO
RESUMEN:
Aprendizaje y memoria son dos procesos cerebrales estrechamente ligados que originan cambios
adaptativos en el comportamiento de los organismos. Cuando aprendemos podemos utilizar al menos
dos tipos de estrategias cognitivas. Una de ellas da lugar a la memoria implícita, un tipo de memoria
inconsciente y rígida, que difícilmente se expresa en situaciones diferentes a la original. Es una
memoria de hábitos que radica en las mismas regiones cerebrales que procesan la información
sensorial y motora, principalmente la neocorteza y los llamados ganglios basales. La otra estrategia
cognitiva origina la memoria explícita o declarativa, una memoria consciente y flexible que puede
expresarse en situaciones y contextos variados, diferentes a los del aprendizaje original. Es una
memoria de carácter relacional, dependiente de la región del cerebro conocida como sistema
hipocampal y basada en información almacenada en la corteza y otras regiones cerebrales. Un tipo
particular de memoria explícita es la memoria de trabajo, necesaria para el razonamiento y otros
procesos cognitivos. La memoria de trabajo depende de la corteza prefrontal, región del cerebro
implicada en los aspectos temporales y en la sintaxis (composición coherente) de los episodios de
memoria. El olvido podría depender de alteraciones en los circuitos neurales que almacenan la
Palabras clave: memoria, tipos de memoria, memoria implícita, memoria explícita, memoria de
trabajo, regiones cerebrales, aprendizaje y memoria, hábitos, información y memoria.
ABSTRACT:
Learning and memory are two processes closely related which produce adaptative changes in
organisms behaviour. When we learn something we can use at least two types of cognitive strategies:
one of them produces implicit memory, which is a more rigid and unconscious one, that does not
easily expresses itself outside the original situation. It is a habits’ memory which is located in the
same region as the motor and sensorial information’ s brain areas, mainly neocortex and basal
ganglia The other cognitive strategy origins the explicit or declarative memory, a conscious and
flexible memory which can express itself in various and diverse situations and context, different from
the original situation. It is a memory of relational character, dependent from a brain zone known as
hypo camp system, based on information stored in cortex and in other brain regions. A particular
type of explicit memory in the so-called work memory, necessary for reasoning and other cognitive
tasks. Work memory depends upon prefrontal cortex, a brain area implicated in time processes and
sintaxis (coherent composition) of memory episodes. Oblivion could be attributed to alteration of
neuronal circuits that store the information or to active processes that make difficult the consolidation
or prevent the expression of memories.
Key words: memory, types of memory, brain regions and memory, explicit memory, implicit
memory, work memory, learning and memory, habits and memory, information and memory.
RÉSUMÉ:
L’ apprentissage et la mémoire sont deux procès avec un étroit lien entre eux que produisent des
changements adaptatives dans la conduite des organismes. Quand nous aprennons quelque chose
nous utilisons au moins deux stratégies cognitives: une produit la mémoire implicite, une mémoire
plus rigide et inconsciente, qui ne s’ exprime pas hors de la situation originelle. Il s’ agit d’ une
mémoire des habits située dans les mêmes régions oú se trouvent l’ information sensoriale et motore,
principalement le neocortex et les gangles basales. L’ autre stratégie cognitive produit la mémoire
explicite ou déclarative, une mémoire consciente et flexible, qui s’ exprime dans des divers contextes
et situations variées, différentes de la situation originelle. Il s’ agit d’ une mémoire de caractère
relationnel, que dépend d’ une zone connue comme le système hypocampale, basée sur l’
information louée dans le cortex et d’ autres régions cérébrales. Un type particulier de mémoire
explicite est la mémoire de travail, nécessaire pour le raisonnement et autres procès cognitifs. La
mémoire de travail dépend du cortex préfrontal, une région cérébral impliquée dans les procès du
temps et la syntaxe (cohérence compositionelle) des épisodes de la mémoire. L’ oubli peut venir
causé par altération des circuits neuronales que gardent l’ information ou bien par quelques procès
actifs que difficultent la consolidation ou bloquent l’ expression de la mémoire.
Mots clé: mémoire, types de mémoire, mémoire explicite, mémoire implicite, habits et mémoire,
information et mémoire, régions du cerveau, apprentissage, information, mémoire de travail.
UNIDAD III
Procesos cognitivos
El pensamiento
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PRESENTACIÓN
JEAN PIAGET
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Los estudiantes de todas las edades necesitan comprobar que lo que están aprendiendo, tiene
aplicación en la vida diaria y que cuentan con capacidades y herramientas para aprender a aprender
y aprender a pensar. Así responderán con éxito a los retos y a los requerimientos de la globalización
y del mundo contemporáneo, constituyéndose en sujetos transformadores de su entorno familiar y
social, y convirtiendo en una realidad concreta el desarrollo pleno del país.
Durante los últimos quince años, ha aumentado el interés por integrar la enseñanza del pensamiento
crítico los programas educativos de todos los niveles. Ya no es suficiente que los estudiantes sepan
leer, escribir y resolver problemas de matemática o que sigan memorizando la nueva información, con
la única finalidad de aprobar los exámenes para luego olvidarla, sin haberla procesado, ni convertido
en aprendizajes significativos que puedan ser aplicados en su vida diaria.
Los estudiantes que se preparen para hacer frente a las exigencias y a los retos que plantea el siglo
XXI, deben ser capaces de dominar un mundo de alta tecnología en el que la capacidad para resolver
problemas es un requisito básico. Por eso, para prepararlos para su encuentro con un mundo cada
vez más complejo, debemos de brindarles las herramientas necesarias, siendo el pensamiento crítico
y la resolución de problemas, los más importantes.
La meta de la educación es que nuestros estudiantes utilicen y apliquen la información que reciben,
en consecuencia, el reto para los educadores consiste en formar y desarrollar personas críticas,
autónomas, pensantes y productivas.
Para ello, es indispensable que el docente previamente tenga claridad sobre ciertos conceptos
básicos así como sobre las teorías pedagógicas contemporáneas, para luego aplicarlas en las
distintas fases o niveles del desarrollo del pensamiento crítico de sus alumnos, utilizando
determinados métodos y estrategias y realizando el proceso de evaluación de la adquisición y uso de
esta capacidad fundamental.
Así mismo, se alcanzan en esta Guía algunas pautas para la programación por áreas curriculares,
incorporando los rasgos y capacidades específicas del pensamiento crítico, expuestos en el Diseño
Curricular Nacional de Educación Básica Regular (DCN), hasta la forma como efectivizarlas en el
trabajo cotidiano en el aula.
CAPÍTULO 1
Richard Paul
Manifiesta que el pensamiento crítico d. El arte del aprendizaje autodirigido, a
consiste en: profundidad realizando racionalmente.
a. El proceso intelectualmente disciplinado e. El pensar que la racionalidad debe
de conceptualizar, aplicar, analizar, certificar lo que uno sabe y aclarar lo que
sintetizar y/o evaluar información uno ignora.
recopilada o generada por observación,
experiencia, reflexión, razonamiento o Paúl provee de una definición que conduce
comunicación, de manera activa y hábil, al análisis de tres dimensiones cruciales:
como una guía hacia la creencia y la ? Las perfecciones del pensamiento,
acción.
? Los elementos del pensamiento y
b. El arte del escepticismo constructivo, es
decir la desconfianza o duda de la verdad ? Los dominios.
que nos presentan como tal. (El escéptico
es aquel que no cree a ciegas en Así, el pensamiento crítico es un
determinadas cosas y, por tanto, tiene pensamiento disciplinado, autodirigido, que
que seguir indagando, encontrando otros ejemplifica las perfecciones del
caminos, investigando, verificando, etc.) pensamiento apropiado a un modo
particular (en una disciplina por ejemplo) o
c. El arte de identificar y quitar prejuicios, así
un dominio del mismo.
como la unilateralidad del pensamiento.
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ROBERT H. ENNIS
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EGGEN Y KAUCHACK
RECONOCIMIENTO DE IDENTIFICACIÓN
CONFIRMACIÓN DE IDENTIFICACIÓN SOBREGENERALIZA-
IDENTIFICACIÓN DE INFORMACIÓN
CONCLUSIONES CON DE ESTEREOTIPOS CIONES Y SUBGENERA-
DE SUPUESTOS RELEVANTE E
HECHOS Y PROTOTIPOS LIZACIONES IRRELEVANTE
PENSAMIENTO CRÍTICO
(*) “Guía para el Desarrollo de Capacidades” p.23. Ministerio de Educación. Lima, 2004.
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PERSONA CRÍTICA
CARACTERÍSTICAS
AGUDEZA PERCEPTIVA
VALORACIÓN JUSTA
CUESTIONAMIENTO
PERMANENTE CONTROL EMOTIVO
CONSTRUCCIÓN Y
RECONSTRUCIÓN DEL AUTORREGULACIÓN
SABER
(*) “Guía para el Desarrollo de Capacidades” p.24. Ministerio de Educación. Lima, 2004.
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LA INTELIGENCIA Y EL PENSAMIENTO
CRÍTICO
APRENDIZAJE
APRENDIZAJE DE APRENDIZAJE
MANTENIMIENTO INNOVATIVO
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Operaciones,
Contenidos y
Productos.
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NEISSER
HORN
Horn predice que en el futuro la puntuación se centrará cada vez más en la medición de
capacidades diferentes (tal como lo plantea el Diseño Curricular Nacional)
encuadradas dentro del denominador común de inteligencia.
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RASGOS DE LA INTELIGENCIA
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14. Facilidad para los números - Capacidad de llevar a cabo con rapidez y
exactitud operaciones aritméticas básicas.
Este factor no es un componente principal del
razonamiento matemático ni de la capacitación
matemática superior.
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FEUERSTEIN Y STERNBERG
1. Los metacomponentes.
2. Los componentes de desempeño.
3. Los componentes de adquisición.
4. Los componentes de retención, y
5. Los componentes de transferencia.
4. retención, y
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DIZAJE DE CAPAC
N IDA
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A 1. METACOMPONENTES
C
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TOS
5. RETENCIÓN COMPONENTES 2. DESEMPEÑO
4. TRANSFERENCIA 3. ADQUISICIÓN
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STERNBERG
l Control de las soluciones: llevar la cuenta de lo que se ha hecho, de lo que falta por
hacer y de si se está haciendo un proceso satisfactorio.
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CONOCIMIENTO E INTELIGENCIA
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BARTLETT
La persona que posee pensamiento crítico realizará sin ninguna dificultad estos
procesos.
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CAPÍTULO 2
PENSAMIENTO Y CONOCIMIENTO
PENSAMIENTO Y CONOCIMIENTO
PENSAMIENTO CRÍTICO
El docente debe analizar con los estudiantes La cantidad de conocimientos y los métodos
las capacidades, las estrategias y los generales de operar sobre ellos son
conocimientos necesarios para solucionar esenciales para una eficaz solución de los
una clase determinada de problemas y problemas. El propósito primario de la
proporcionarles el camino a seguir para educación debe orientarse al desarrollo y
lograr ese propósito. consolidación de las capacidades teniendo
como medio a los conocimientos.
DEWEY, John: “La concepción democrática en educación”. Editorial Lozada. Buenos Aires, 1967. 27
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Bartlett distingue:
• El pensamiento conclusivo vs. • El pensamiento emprendedor.
Mackworth:
• La solución de problemas vs. • La detección de problemas.
Guilford:
El pensamiento convergente vs. • El pensamiento divergente.
De Bono:
• El pensamiento vertical vs • El pensamiento lateral.
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Mal o bien, todo el mundo piensa. Pero todos incursionar en actividades como : imaginar
podemos aprender a pensar mejor, para creativamente, elegir valores, expresar
esto no necesitamos una mente nueva, sentimientos y propósitos y toda esa rica y
bastará la que tenemos, haciéndola operar amplia gama de aspiraciones que
de la mejor manera posible como manifiesta conforman el anhelo humano.
Higueras.
Por estas razones la Nueva Ley de
Pero ¿cómo hacerlo?... Educación, Nro. 28044, y el Diseño
Primero: ¿qué significa aprender a pensar? Curricular Básico de Educación Secundaria
apuntan a atender la integralidad del ser
La capacidad de pensar está siempre humano, desarrollando no sólo la parte
presente en todo ser humano normal, lo que intelectiva, sino también los aspectos social
se necesita fundamentalmente, son y afectivo.
OPORTUNIDADES PARA PENSAR y para
examinar los resultados de dicha actividad. El pensamiento está implicado en la
El problema radica en que los maestros totalidad del hombre, que son el cerebro y el
proporcionen a sus estudiantes corazón humano, (lo racional y lo subjetivo)
oportunidades de ejercitar su pensamiento en íntima interacción. Raths comenta que
de manera efectiva. De allí a pensar en los procesos mentales se distribuyen en dos
forma crítica, sólo hay un paso. extremos: la «razón pura» y la «emoción
pura». En la práctica, por lo general no se da
Desde el ángulo del docente, enseñar a ni la razón ni la emoción en forma puras, por
pensar implica brindes al alumno ocasiones implicar procesos complejos de tipo mental.
de comprometerse con el pensamiento,
desarrollando en clase diversas actividades
que lo hagan pensar.
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PROCESOS MENTALES
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EL CEREBRO HUMANO Y EL
PENSAMIENTO
Nuestra educación, por años, ha privilegiado sensaciones son las que organizan los
sólo la razón (hemisferio izquierdo), es decir procesos perceptivos. La información la
el pensamiento racional, lógico y formal, podemos recibir visual, auditiva o
dejando de lado la creatividad, la emotividad tactilmente.
y la intuición (hemisferio derecho) a las que
no hemos estimulado para su desarrollo. Sin Aprender haciendo es una necesidad
embargo, las estadísticas nos muestran que biológica, porque nada se aprende hasta
el 30% de adultos aproximadamente, son que haya sido asimilado en nuestra praxis
hemisféricamente derechos (intuitivos, de vida, en nuestro sistema neuronal.
emotivos, experimentales). Einsten fue
retirado del colegio, por ser considerado un
tonto, posiblemente porque era de
tendencia hemisférica derecha; sin
embargo, fue un genio.
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ESTILO DE
A D PENSAMIENTO
IDEALISTA
LÓGICO HOLÍSTICO
ANALÍTICO INTUITIVO
CUANTITATIVO SINTETIZADOR
INTEGRADOR
PLANIFICADO EMOTIVO
ORGANIZADO INTERPERSONAL
DETALLADO SENSITIVO
SECUENCIAL KINESTÉSICO
ESTILO DE
PENSAMIENTO B C
REALISTA
ESTILO DE PENSAMIENTO
NED HERRMANN en su teoría del cerebro total integra la neocorteza (los hemisferios
derecho e izquierdo) con el sistema límbico, concibiéndolo como una totalidad orgánica
dividida en cuatro áreas o cuadrantes. Cada una realiza funciones diferenciadas así:
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Las cuatro áreas antes señaladas se combinan y forman, a su vez, cuatro nuevas
modalidades de pensamiento; estas son:
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(*) Gestalts según la corriente Gestalts. Formas, pautas, configuración o conjunto total. Estructuras
en la que las partes están interrelacionadas de manera que el todo no puede ser inferido de las
partes consideradas separadamente.
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PENSAMIENTO Y CONDUCTA
Los docentes andamos preocupados por la forma cómo se comportan algunos de nuestros
estudiantes frente a las tareas que realizamos en clase. Raths y colaboradores postulan que
existe una vinculación estrecha entre el pensamiento y cierta clase de conductas.
l El pensamiento está definido por toda una serie de operaciones o procesos mentales,
cuya ejecución activa la capacidad de pensar y la perfecciona. El pensamiento se
refiere a la manipulación y combinación mentales de representaciones internas, siendo
las materias primas fundamentales: los imágenes, los conceptos, palabras y los
símbolos. No obstante abarca diversos procesos mentales; por tanto, el acto de pensar
está dado por una serie de operaciones del pensamiento: exploratorias, clarificadoras y
resolutorias.
Ver-Juzgar-Actuar = Explorar-Clarificar-Resolver
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¿Qué hacer?
El impulsivo necesita de un ritmo más lento y reflexivo, que se lleva a cabo paso a paso.
Puede pedírsele que busque alternativas o cuatro maneras de hacer algo sobre un
tema y que elija la que crea mejor. Si hace una generalización, pedirle que escriba
algunas que les apoyan. También que observe una comisión de trabajo y que describa
sucesivamente todos los pasos que observó en su trabajo.
¿Qué hacer?
• Conducta categórica, asertiva. Es el caso del estudiante que parece tener todas o
casi todas las respuestas, que cree tener razón siempre y que se muestra reacio a
reconocer otras alternativas aparte de la suya. Muchas de sus expresiones son del tipo
«todo o nada». Hay una característica de rigidez e inflexibilidad en sus convicciones. Es
autoritario, brusco y temerario en sus juicios, exagerado e irrazonable en la discusión.
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¿Qué hacer?
Se debe tratar de hacer que reflexione sobre alcance de lo que dice y que asuma la
responsabilidad correspondiente. Cuando plantee algo se le puede pedir que sustente
sus afirmaciones: ¿Qué pruebas tiene? ¿Está completamente seguro? ¿Es objetivo?
Hacer que examine diversas hipótesis: ¿Cuáles parecen razonables? ¿Cuáles difíciles
de aceptar? ¿Puede respaldar sus supuestos o hipótesis?
• Conducta rutinaria. Es el caso del estudiante que se resiste a las ideas nuevas, a las
nuevas formas de hacer las cosas, a las nuevas situaciones. Prefiere caminos viejos,
senderos conocidos, formas que le son familiares. Generalmente dice: ¿no podemos
hacerlo como antes? La discusión en grupo suele molestarle por la variedad y novedad
de las sugerencias. Opina que representan tantas cosas que hacer, no se puede llegar a
ninguna parte si no se tiene una manera usual de hacer las cosas.
¿Qué hacer?
Este(a) estudiante requiere de nuevas maneras de hacer las cosas. Cuando se le
encargue un deber, se le pide que proyecte tres o cuatro maneras distintas de hacerlo.
Puede hacer muchas comparaciones: de distintas operaciones matemáticas, de las
diversas maneras cómo han hecho resúmenes sus compañeros(as), de clasificaciones,
de diversos puntos de vista. Cuando se presentan oportunidades de plantear hipótesis
necesita examinar cierto número de soluciones posibles.
• Incapacidad para concentrarse. Hay estudiantes que empiezan con grandes bríos
sus trabajos, pero que «se cansan» pronto. Sus mentes vagabundean, no prestan
atención, parecen estar «en las nubes». Empiezan a realizar algo y, aparentemente, se
desvían hacia otros rumbos. No pueden concentrarse en el asunto que tienen entre
manos. Es común que insistan en que deben pensar en lo que están haciendo.
¿Qué hacer?
Decirle al estudiante que piense, no basta. Necesita que se le facilite actividades que le
hagan pensar.A veces un lugar tranquilo ayuda a la concentración. La planificación es
importante para concentrarse, tanto para las tareas como para la utilización del tiempo
libre. Suele ser muy efectivo, cuando empieza a trabajar en una tarea, preguntarle qué
se propone hacer para terminar la tarea.
• Resistencia a pensar. Muchos profesores conocen estudiantes que parecen no
querer pensar, que evitan pensar. Les gusta hacer cosas pero no pensar en cómo ni por
qué las hacen. Su lema es: «si tienes algo que hacer, adelante y hazlo. No pierdas el
tiempo pensándolo». Les molesta la gente que piensa en todo antes de hacerlo.
Suponen que al maestro le corresponde el trabajo de pensar y que a los estudiantes se
les tendría que dar las respuestas correctas. Detestan investigar y profundizar las
cosas.
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¿Qué hacer?
Necesitan experiencias en operaciones del pensamiento: interpretación, compilación
de datos, clasificaciones, hipótesis, imaginación, comparaciones, trabajos
independientes. Planteándoles constantemente situaciones que los hagan pensar y
valorando positivamente cuando lo hacen, en una forma de revertir este tipo de
conducta.
• Falta de confianza en el propio pensamiento. Pertenecen a este grupo los
estudiantes que jamás se atreven a contestar preguntas en clase, no porque sean
tímidos, sino porque tienen miedo a arriesgarse a revelar su pensamiento. Al terminar la
reunión es capaz de decir que quería sugerir algo, pero que no sabía cómo sería
recibido, que quizás se reirían de él o lo pondrían en ridículo. Se siente a salvo cuando ni
él ni sus ideas son expuestos a posibles críticas.
¿Qué hacer?
Estos estudiantes necesitan oportunidades de compartir mutuamente sus
pensamientos y de cometer errores sin temor al ridículo. Necesitan desterrar la idea de
que nuestros pensamientos deben ser absolutamente ciertos y si no es mejor callarse.
El docente debe evitar juicios de valor como «bueno y malo», «correcto y equivocado» y
más bien preguntar: ¿Dio resultado esto?, ¿Hay alguna otra cosa que usted pueda
intentar? ¿Están de acuerdo? Es necesario que el profesor estimule los esfuerzos que
realizan los estudiantes para pensar.
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¿A QUIÉN LE CORRESPONDE
CAMBIAR LA CONDUCTA INMADURA Si los maestros se preocupan por crear
DE LOS ESTUDIAN TES? un ambiente escolar rico en
oportunidades para pensar
Los docentes deben asumir la correctamente, y los estudiantes se
consagran a ejercitarse en las
responsabilidad de proporcionarle al
operaciones del pensamiento en forma
estudiante oportunidades para pensar, para
regular y consecuente, las conductas
que se consagre a ejercitarse en las
indicadoras de inmadurez tenderán a
operaciones del pensamiento en forma
disminuir.
regular y consecuente, sólo así las
conductas inmaduras tenderán a disminuir.
Se trata de buscar cambios
Higueras dice que las Instituciones autodirigidos por los propios
E d u c a t i v a s n o n e c e s i ta n h a c e r s e estudiantes. Es variable el lapso que
responsables del cambio: el propio cada estudiante requiere para aprender
estudiante asume la responsabilidad si el las operaciones del pensamiento y
sistema educativo es fecundo en modificar las conductas vinculadas con
experiencias y operaciones que le obliguen la falta de experiencia en pensar
a pensar bien. correcta y constructivamente.
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El estilo, el saber cómo y la carga Johnson indica que la gente razona más
cognitiva. ateniéndose a modelos que mediante reglas
de inferencia. Cuando uno construye un
El estilo se refiere al estilo cognitivo. Baron modelo interno del mundo, lo hace
dice que un estilo cognitivo eficaz tiene «funcionar» para ver qué ocurre en
rasgos como: la precisión, la eficiencia y la determinadas circunstancias (para mayor
originalidad. La atención minuciosa en los ilustración ver en métodos y estrategias). Un
objetivos constituye una característica que pensador perspicaz tratará de construir
distingue a los pensadores más críticos y 51
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Los esfuerzos encaminados a enseñar las “Las habilidades del pensamiento y las
habilidades del pensamiento deben tener en habilidades motrices se pueden enseñar.”
cuenta los dos tipos siguientes de
pensamiento:
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NIVEL LITERAL
ELABORACIÓN
TODA
PERCEPCIÓN INTERPRETACIÓN
IMPLICA
FUNDADA EN LA ACTIVIDAD
DEL ESTUDIANTE
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Veamos algunos ejemplos de actividades que requieren que los estudiantes, realicen
algún tipo de inferencia utilizando la información a su alcance:
1. Si les damos sólo el título de una historia que van a leer, podemos pedirles que
piensen ¿de qué creen que se va a tratar?, o podemos pedirles mientras están
leyendo, o si leyeron una parte, que piensen o predigan ¿qué pasará después?
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Los estudiantes deben ser capaces de inferir, entender afirmaciones, identificar causas y
efectos, generalizar, hacer predicciones, identificar hipótesis y puntos de vista. Como
sabemos las hipótesis son respuestas provisionales, tentativas y probables frente a
problemas que queremos resolver. Son enunciados que niegan o afirman algo sobre algo y
que están sujetas a comprobación para ser calificadas como verdaderas o falsas.
Ejercitarse en la formulación de hipótesis permite luego resolver problemas.
En este nivel los estudiantes deben ser capaces de utilizar la información que reciban, de
modo que infieran conclusiones, reflexionen acerca de ellas y hagan generalizaciones y
aplicaciones. Los docentes deben procurar obtener respuestas nuevas frente a la
información que se les proporcione, alentándo a sus estudiantes para que utilicen
íntegramente todos los datos a su alcance. Así, ellos elaboraran, combinaran, aplicaran y
procesaran la información y no sólo trataran de aprenderla como un fin en sí mismo.
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Consiste en el manejo de una serie de requiere del uso de todas las capacidades
habilidades que permitan a la persona específicas vistas hasta aquí, e ir abordando
identificar una alternativa viable para zanjar niveles de pensamiento más elevados y con
una dificultad para la que no existan un grado de complejidad cada vez mayor.
soluciones conocidas. Para Fenton existen seis habilidades
principales que se deben llevar a cabo en la
La habilidad para resolver problemas solución de problemas:
Este es el nivel más alto desarrollo de la Es la capacidad que tiene la persona para
capacidad del pensar criticamente, porque discutir sobre algo o una cosa. Implica por lo
aquí los estudiantes están en condiciones tanto, esforzarse para tener las ideas claras.
de debatir, de argumentar, de evaluar, juzgar Es recomendable leer sobre un asunto antes
y criticar, utilizando todas las habilidades ya de debatir sobre él en mejores condiciones
adquiridas en los niveles literal e inferencial. y con mayores elementos de juicio que nos
permitan demostrar su verdad, siguiendo un
razonamiento que produzca la certeza sobre
su valor de verdad.
Por ejemplo, las actividades que los sección, pudiendo tomar posiciones
docentes pueden realizar para desarrollar diferentes. Después, con la ayuda de un
esta capacidad es organizar mesas moderador llegar a conclusiones, que se
redondas, seminarios, etc. en los que se constituyen en verdaderos aportes
discuta sobre un tema de interés, con la elaborados por ellos mismos, con el
participación de representantes de cada asesoramiento y el apoyo de sus docentes.
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Evaluar no es otra cosa que ejercitar la posibilidad de juzgar y criticar un tema de estudio,
realizando una exposición de razones por las cuales calificamos un hecho o asunto de tal o
cual manera y expresar por qué apoyamos, aceptamos, estamos de acuerdo o
rechazamos determinados aspectos. Implica, ansimismo determinar qué implicancias
trae consigo el apoyar o rechazarlas, es decir qué consecuencias pueden producirse.
Para evaluar debemos dejar de lado la carga “A nivel académico la crítica es una actitud
positiva o negativa de la noción de crítica, tal cuestionadora, interrogativa y reflexiva que
como es utilizada en los medios de apunta necesariamente a establecer un
comunicación. A nivel académico la crítica es juicio o evaluación personal sobre los
una actitud cuestionadora, interrogativa y aspectos centrales del tema en cuestión.”
reflexiva que apunta necesariamente a
establecer un juicio o evaluación personal Las capacidades específicas de evaluar,
sobre los aspectos centrales del tema en juzgar y criticar, así como de dar una opinión
cuestión. personal, ocupan el lugar más alto de nuestra
jerarquía de habilidades del pensamiento
Un estudiante posee, o evidencia una actitud que se hallan justo antes del nivel
crítica cuando: metacognitivo.
METACOGNICIÓN
l En conclusión podemos decir que la metacognición es: la toma de conciencia del acto
de aprender, por ser el conocimiento que tiene el sujeto de su propio sistema cognitivo
de aprendizaje (objeto, método, contenido, proceso, conocimiento, capacidades,
potencialidades, limitaciones), así como de las funciones reguladoras que ejerce al
realizar dichos la actividades.
REÁTEGUI Y SATTLER.
Es importante señalar que la metacognición etc. Las respuestas se dan más por
es el grado de más alto nivel del aprendizaje asociación inmediata al objeto que por
significativo, por constituir el acto de toma de comprensión de lo que se pregunta, esto es ,
conciencia del aprender, o sea la conciencia por “las características de los cuerpos
de nuestro propio pensamiento, de su sólidos”.
funcionamiento, operatividad y estructura, y
de lo que nos permite convertirlo en Las deficiencias más frecuentes son:
instrumento para el dominio de la cultura. l Falta de atención en las instrucciones
Esta capacidad humana de convertir nuestra dadas.
propia acción interior en tesis es el objetivo
primordial de la educación y del aprendizaje l Asociación inmediata sin relación de
y la enseñanza. los elementos de la pregunta.
Una orientación precisa del docente hará educador lo transforma en acciones para
que las respuestas cambien de matiz y los dominar criterios para diferenciar las
estudiantes se centren en el peso, volumen, características de los objetos.
forma, etc. Progresar en la capacidad de
abstracción es sencillo si el docente ayuda a El docente como mediador está consciente
focalizar las respuestas en torno a aquellas que adquirir la habilidad de monitorear la
que pueden ser más generalizadoras, en propia cognición, por parte del estudiante, se
lugar de elegir la enumeración de ejemplos desarrolla gradualmente. Por eso es
concretos. necesario que el docente tenga un
conocimiento claro y sistematizado de todo
Así, el objetivo de este contenido sobre las lo que trasciende a los contenidos, que es la
características de los cuerpos, se hace más metacognición, y su rol está en:
amplio y de naturaleza metacognitiva, si el
l Proporcionar las posibles estrategias que se pueden adoptar ante los problemas a
resolver. Estimulando la adopción o adecuación de ellas a los propios estilos de
aprendizaje de sus estudiantes.
l La selección de las capacidades específicas del área y los contenidos como medios
para desarrollar el pensamiento crítico.
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Feuerstein dio a conocer algunos resultados positivos de los programas diseñados para
desarrollar habilidades de pensamiento, mencionaremos a continuación las más
notables:
BIBLIOGRAFÍA
ALBA, CHAVARRY, PACAHUALA , VILLAFANE. “Desarrollo del Pensamiento Crítico en
las Ciencias Sociales”. En: “Curso –Taller de Verano 2000”. Consorcio de Centros
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Docente, Marzo 2005”. Universidad Católica Sede Sapientiae. Lima, 2005.
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investigación sobre la enseñanza y evaluación de la capacidad de pensar críticamente”
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JONES, R.: “Estrategias para enseñar a Pensar” . Ed. Aique. Buenos Aires, 1999.
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RIBEYRO, Julio Ramón: “Identidad”. En: La palabra del Mudo, Tomo I. Ed. Milla Batres.
Lima, 1980.
SCRIVEN, M., PAUL, R. Critical Thinking defined. Handout given at Critical Thinking
Conference, Atlanta, 1992.
YOUNG, Robert: “Teoría Crítica de la Educación y discurso en el Aula”. Ed. Paidós, Madrid,
1993.
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UNIDAD IV
Resumen. Se hace una revisión de la Teoría del Aprendizaje Significativo tratando en primer lugar su caracterización. Se
delimitan sus conceptos-clave, analizando el significado del constructo “aprendizaje significativo”, tanto desde la perspectiva
ausubeliana, como atendiendo a distintas contribuciones que han enriquecido su sentido teórico y su aplicabilidad; así mismo, se
repasan algunos de los aspectos más confusos relativos a su uso en el aula. Se analizan posteriormente algunas consecuencias
derivadas de la consideración de esta teoría y se revisa a la luz de la Teoría de los Modelos Mentales (Johnson-Laird) y de la
Teoría de los Campos Conceptuales (Vergnaud). Se concluye que la Teoría del Aprendizaje Significativo es aún hoy un referente
explicativo de gran potencialidad y vigencia que da cuenta del desarrollo cognitivo generado en el aula.
Introducción
En 1963, Ausubel hizo su primer intento de explicación de una teoría cognitiva del aprendizaje verbal
significativo publicando la monografía “The Psychology of Meaningful Verbal Learning”; en el mismo año se
celebró en Illinois el Congreso Phi, Delta, Kappa, en el que intervino con la ponencia “Algunos aspectos
psicológicos de la estructura del conocimiento”.
Cuarenta años de vigencia tiene esta teoría, lo que justifica su fuerza explicativa. Mucho tiempo, sin duda,
en el que los profesionales de la educación nos hemos familiarizado sobre todo con la idea de significatividad
del aprendizaje y hemos intentado lograrlo en nuestro alumnado, no siempre con el éxito deseado.
Supuestamente al amparo de la Teoría del Aprendizaje Significativo se han planificado muchas programaciones
escolares y programas curriculares y en el fondo no sabemos muy bien cuáles son sus aspectos más destacados,
aquéllos que hubiesen podido ayudarnos a comprender los entresijos que definen al aprendizaje significativo y
que lo hacen posible. Por eso se hace necesario adentrarnos en la teoría en sí y profundizar en la misma, de
manera que la aprendamos significativamente para, con ello, lograr que los aprendizajes que pretendemos de
nuestros estudiantes (relativos a los contenidos científica y contextualmente validados) sean realmente
significativos. Ése es el objeto de esta exposición. Para ello, se dedica una primera parte a la caracterización de
la teoría como tal. En un segundo apartado se tratan los conceptos definitorios de la misma, fundamentalmente,
el constructo “aprendizaje significativo”, que se analiza primero desde una perspectiva ausubeliana y, después
con las aportaciones que lo han enriquecido, aumentando así su comprensión y su aplicabilidad. Con objeto de
aclarar y especificar su potencialidad en el aula, se termina este apartado con una revisión de algunos usos poco
acertados de dicho constructo. Se analizan también algunas consecuencias derivadas de esta teoría y, por último,
se lleva a cabo una revisión del aprendizaje significativo desde la perspectiva de la Teoría de los Modelos
Mentales de Johnson-Laird y la Teoría de los Campos Conceptuales de Vergnaud.
Podemos considerar a la teoría que nos ocupa como una teoría psicológica del aprendizaje en el aula. Ausubel
(1973, 1976, 2002) ha construido un marco teórico que pretende dar cuenta de los mecanismos por los que se
lleva a cabo la adquisición y la retención de los grandes cuerpos de significado que se manejan en la escuela.
Es una teoría psicológica porque se ocupa de los procesos mismos que el individuo pone en juego para
aprender. Pero desde esa perspectiva no trata temas relativos a la psicología misma ni desde un punto de vista
general, ni desde la óptica del desarrollo, sino que pone el énfasis en lo que ocurre en el aula cuando los
estudiantes aprenden; en la naturaleza de ese aprendizaje; en las condiciones que se requieren para que éste se
produzca; en sus resultados y, consecuentemente, en su evaluación (Ausubel, 1976). Es una teoría de
aprendizaje porque ésa es su finalidad. La Teoría del Aprendizaje Significativo aborda todos y cada uno de los
elementos, factores, condiciones y tipos que garantizan la adquisición, la asimilación y la retención del
contenido que la escuela ofrece al alumnado, de modo que adquiera significado para el mismo.
Pozo (1989) considera la Teoría del Aprendizaje Significativo como una teoría cognitiva de
reestructuración; para él, se trata de una teoría psicológica que se construye desde un enfoque organicista del
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individuo y que se centra en el aprendizaje generado en un contexto escolar. Se trata de una teoría
constructivista, ya que es el propio individuo-organismo el que genera y construye su aprendizaje.
El origen de la Teoría del Aprendizaje Significativo está en el interés que tiene Ausubel por conocer y
explicar las condiciones y propiedades del aprendizaje, que se pueden relacionar con formas efectivas y eficaces
de provocar de manera deliberada cambios cognitivos estables, susceptibles de dotar de significado individual y
social (Ausubel, 1976). Dado que lo que quiere conseguir es que los aprendizajes que se producen en la escuela
sean significativos, Ausubel entiende que una teoría del aprendizaje escolar que sea realista y científicamente
viable debe ocuparse del carácter complejo y significativo que tiene el aprendizaje verbal y simbólico. Así
mismo, y con objeto de lograr esa significatividad, debe prestar atención a todos y cada uno de los elementos y
factores que le afectan, que pueden ser manipulados para tal fin.
Desde este enfoque, la investigación es, pues, compleja. Se trata de una indagación que se corresponde con
la psicología educativa como ciencia aplicada. El objeto de la misma es destacar “los principios que gobiernan
la naturaleza y las condiciones del aprendizaje escolar” (op. cit., pág. 31), lo que requiere procedimientos de
investigación y protocolos que atiendan tanto a los tipos de aprendizaje que se producen en el aula, como a las
características y rasgos psicológicos que el estudiante pone en juego cuando aprende. De igual modo, es
relevante para la investigación el estudio mismo de la materia objeto de enseñanza, así como la organización de
su contenido, ya que resulta una variable del proceso de aprendizaje.
Lo que define a la teoría ausubeliana es el “aprendizaje significativo”, una etiqueta que está muy presente en el
diálogo de docentes, diseñadores del currículum e investigadores en educación y que, sin embargo, son muchos
también los que desconocen su origen y su justificación. Precisamente por eso, conviene que se haga una
revisión sobre su significado y sobre la evolución que ha seguido. El objeto de este apartado es analizar el
sentido y la potencialidad del constructo como tal. Para ello se abordará una primera parte relativa al aprendizaje
significativo en sí, analizada bajo dos puntos de vista: la posición de Ausubel, por un lado, y, por otro, las
aportaciones y reformulaciones realizadas a lo largo de este tiempo. Esto permitirá que pasemos revista, en la
segunda parte, a algunos malos entendidos y confusiones con respecto al sentido que se le atribuye a aprendizaje
significativo o a su aplicación. De este modo, se obtendrá una visión de conjunto que delimite algunas
conclusiones significativas al respecto y posibilite una mejor comprensión y aplicación del constructo en el aula.
Pero aprendizaje significativo no es sólo este proceso, sino que también es su producto. La atribución de
significados que se hace con la nueva información es el resultado emergente de la interacción entre los
subsumidores claros, estables y relevantes presentes en la estructura cognitiva y esa nueva información o
contenido; como consecuencia del mismo, esos subsumidores se ven enriquecidos y modificados, dando lugar a
nuevos subsumidores o ideas-ancla más potentes y explicativas que servirán de base para futuros aprendizajes.
Para que se produzca aprendizaje significativo han de darse dos condiciones fundamentales:
• Actitud potencialmente significativa de aprendizaje por parte del aprendiz, o sea, predisposición para
aprender de manera significativa.
• Presentación de un material potencialmente significativo. Esto requiere:
• Por una parte, que el material tenga significado lógico, esto es, que sea potencialmente
relacionable con la estructura cognitiva del que aprende de manera no arbitraria y sustantiva;
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• Y, por otra, que existan ideas de anclaje o subsumidores adecuados en el sujeto que permitan
la interacción con el material nuevo que se presenta.
Para Ausubel lo que se aprende son palabras u otros símbolos, conceptos y proposiciones. Dado que el
aprendizaje representacional conduce de modo natural al aprendizaje de conceptos y que éste está en la base del
aprendizaje proposicional, los conceptos1 constituyen un eje central y definitorio en el aprendizaje significativo.
A través de la asimilación se produce básicamente el aprendizaje en la edad escolar y adulta. Se generan así
combinaciones diversas entre los atributos característicos de los conceptos que constituyen las ideas de anclaje,
para dar nuevos significados a nuevos conceptos y proposiciones, lo que enriquece la estructura cognitiva. Para
que este proceso sea posible, hemos de admitir que contamos con un importantísimo vehículo que es el
lenguaje: el aprendizaje significativo se logra por intermedio de la verbalización y del lenguaje y requiere, por
tanto, comunicación entre distintos individuos y con uno mismo.
Este primer apartado se ha destinado a una breve revisión del constructo de aprendizaje significativo en la
perspectiva ausubeliana. Se han abordado su definición, las condiciones en las que se produce, los principios y
procesos que lo caracterizan, los tipos, la aparición de los conceptos, su facilitación y el papel que tiene el
lenguaje en todo ello.
Con el ánimo de profundizar en su significado son varios los investigadores que han ido enriqueciendo el
constructo, aportando matices y modos de utilizarlo. Lo que sigue no es una revisión exhaustiva a este respecto,
sino tan sólo algunas aportaciones que han resultado significativas como reflexiones necesarias que mejoran su
entendimiento y amplían sus horizontes, lo que le garantiza una vida mucho más larga.
1
“Ausubel (1978, p.86) define conceptos como "objetos, eventos, situaciones o propiedades que poseen atributos
criteriales comunes y se designan, en una cultura dada, por algún signo (...) aceptado” (Moreira, 2000 a, pág. 21).
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Como elementos de un evento educativo, el profesor, el aprendiz y los materiales educativos del currículum
constituyen un eje básico en el que, partiendo de éstos últimos, las personas que lo definen intentan
deliberadamente llegar a acuerdos sobre los significados atribuidos. "La enseñanza se consuma cuando el
significado del material que el alumno capta es el significado que el profesor pretende que ese material tenga
para el alumno." (Gowin, 1981, pág. 81). Gowin también aporta un instrumento de metaaprendizaje: la V
heurística o epistemológica.
Hagamos una síntesis. Aprendizaje significativo es el proceso que se genera en la mente humana cuando
subsume nuevas informaciones de manera no arbitraria y sustantiva y que requiere como condiciones:
predisposición para aprender y material potencialmente significativo que, a su vez, implica significatividad
lógica de dicho material y la presencia de ideas de anclaje en la estructura cognitiva del que aprende. Es
subyacente a la integración constructiva de pensar, hacer y sentir, lo que constituye el eje fundamental del
engrandecimiento humano. Es una interacción triádica entre profesor, aprendiz y materiales educativos del
currículum en la que se delimitan las responsabilidades correspondientes a cada uno de los protagonistas del
evento educativo. Es una idea subyacente a diferentes teorías y planteamientos psicológicos y pedagógicos que
ha resultado ser más integradora y eficaz en su aplicación a contextos naturales de aula, favoreciendo pautas
concretas que lo facilitan. Es, también, la forma de encarar la velocidad vertiginosa con la que se desarrolla la
sociedad de la información, posibilitando elementos y referentes claros que permitan el cuestionamiento y la
toma de decisiones necesarios para hacerle frente a la misma de una manera crítica Pero son muchos los
aspectos y matices que merecen una reflexión que pueda ayudarnos a aprender significativa y críticamente de
nuestros errores en su uso o aplicación. De esto es de lo que se ocupa el apartado siguiente (Rodríguez, 2003 a).
exhaustiva de los mismos. Su finalidad no es otra que la de ayudar a mejorar nuestro conocimiento sobre el tema
en el contexto de la teoría expuesta y de ninguna manera pretende ser descalificante.
Una consecuencia natural de esta teoría es su consideración del carácter progresivo que tiene el aprendizaje
significativo a través del tiempo. Se caracteriza por su aspecto evolutivo a lo largo del desarrollo del individuo.
La Teoría del Aprendizaje Significativo tiene importantes consecuencias pedagógicas. Lo que pretende es la
manipulación de la estructura cognitiva, bien para conocerla o bien para introducir en ella elementos que le
permitan dotar de significatividad al contenido que se le presente posteriormente. Se requiere un proceso de
organización sustancial, por un lado, tendente a identificar los conceptos esenciales que articulan una disciplina,
y programática, por otro, cuyo propósito es trabajarlos de modo adecuado para que resulten significativamente
aprendidos. Los principios programáticos de diferenciación progresiva, reconciliación integradora, organización
secuencial y consolidación se constituyen en una ayuda para planificar una enseñanza acorde con esta teoría.
Para Ausubel (ibid.), “la exposición verbal es en realidad la manera más eficiente de enseñar la materia de
estudio y produce conocimientos más sólidos y menos triviales que cuando los alumnos son sus propios
pedagogos”. Esta consideración guarda relación con la polémica relativa a la enseñanza receptiva vs por
descubrimiento y resolución de problemas. Ausubel entiende que es desacertado plantear que el aprendizaje sólo
se produce cuando se plantean estrategias de este último tipo. La crítica a la enseñanza verbal expositiva es
inconsistente. Este rechazo no se corresponde con la visión ausubeliana del desarrollo cognitivo. El problema
fundamental se centra en el desconocimiento de cómo se producen los procesos de aprendizaje (articulados en
torno a una estructura jerárquica de la mente) y en la aplicación de programas educativos y planes de enseñanza
inadecuados, que no respetan los aspectos sustanciales y programáticos del contenido de las asignaturas objeto
de estudio por parte de los estudiantes, tendentes a su adquisición y retención significativas (Ausubel, 1973).
Como se desprende de lo anterior, la Teoría del Aprendizaje Significativo no está libre de críticas. Se trata
de una construcción teórica que tiene también elementos y aspectos que han sido cuestionados, como es el papel
de la transmisión verbal en la producción significativa del conocimiento, ya tratado. Otras discrepancias son
más profundas y afectan a su propia concepción.
Para Pozo (1989, pág. 220-221) “la idea de que la mayor parte de los conceptos se adquiere por
diferenciación de otros más generales es, cuando menos, discutible, tanto si nos referimos a los aprendizajes
naturales o espontáneos como a los artificiales o científicos”; la Teoría del Aprendizaje Significativo considera
de manera insuficiente los procesos inductivos y su papel en la generación del conocimiento. Pero Pozo (ibid.)
sostiene una diferencia aún más profunda. Para él, Ausubel desarrolla insuficientemente la función de la toma de
conciencia en la reestructuración del conocimiento. Este autor entiende que esta cuestión se pone claramente de
manifiesto sobre todo en el planteamiento didáctico de su teoría, en el que se muestra una falta de atención a la
naturaleza y a la persistencia de los conceptos previos del alumno cuando se aplican estrategias expositivas.
Recientemente, Galagovsky (2004) cuestiona algunas significaciones atribuidas a esta teoría y lleva a cabo
una revisión crítica de las mismas. Algunas de estas confusiones se corresponden con la atribución errónea del
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adjetivo “significativo” con motivación. Éste no es el sentido que le ha atribuido Ausubel a este adjetivo; el
aprendizaje significativo requiere una actitud significativa de aprendizaje, pero es mucho más que motivación.
También cuestiona la correlación aprendizaje significativo ↔ aprendizaje correcto o la equiparación aprendizaje
significativo/contenido significativo o lo que desde la perspectiva ausubeliana sería contenido o material
potencialmente significativo o, incluso, material lógicamente significativo. Ausubel (1973, 1976, 2002) es
explícito a este respecto, por lo que esa interpretación no se corresponde con la teoría que él ha postulado.
Galagovsky (ibid.) propone el modelo de aprendizaje cognitivo consciente sustentable, estableciendo
diferenciaciones entre subsumidor y concepto-sostén, y destaca el papel de la conciencia porque considera que
no está valorizada en la Teoría del Aprendizaje Significativo. Los argumentos utilizados como crítica no
parecen ser lo suficientemente consistentes como para descartar este referente y proponer otro nuevo que, en el
fondo, no supone novedad o manifiesta ciertos olvidos con respecto a la teoría que nos ocupa.
No cabe duda, como Pozo (1989) apunta, de que estamos ante una teoría psicológica cognitiva del
aprendizaje que adquiere sentido y carta de naturaleza en su aplicación a la enseñanza. Ello requiere un
conocimiento suficiente de la misma que nos permita ciertas garantías de éxito en su aplicación, un éxito que en
este caso será la producción de aprendizajes significativos por parte del alumnado. Probablemente, la ausencia
de resultados positivos o su insuficiencia tengan relación con el desconocimiento de sus premisas fundamentales
y/o con equívocos en su puesta en práctica. Son innegables sus consecuencias pedagógicas y, quizás, la más
crucial sea la necesidad de tener un profundo conocimiento de la teoría como tal y de llevar a cabo un
aprendizaje significativo de la misma que nos permita aplicarla en el aula correctamente.
El avance en la psicología cognitiva ha sido espectacular y son muchas las teorías psicológicas y de aprendizaje
que se nos ofrecen para comprender cómo se produce y cómo se facilita la cognición. La Teoría del Aprendizaje
Significativo es una de ellas y ya tiene cuarenta años de historia. En tiempos recientes han surgido otras teorías
psicológicas que tratan los procesos implicados en la cognición, cuyo objetivo es facilitar una mejor
comprensión de los mismos. Es imposible en este espacio abordarlas todas; se ha optado por seleccionar dos de
ellas, la Teoría de los Modelos Mentales (Johnson-Laird) y la Teoría de los Campos Conceptuales (Vergnaud)
porque conjuntamente ofrecen un marco de referencia que apoya consistentemente los presupuestos, principios,
condiciones y características expresados por Ausubel (1973, 1976, 2002) en la Teoría del Aprendizaje
Significativo. Para ello se explican a continuación brevemente ambas teorías; se analiza una visión conjunta de
las mismas para, posteriormente, correlacionar la propuesta ausubeliana con la posición de Vergnaud. Con este
bagaje se discute, finalmente, el aprendizaje significativo desde este enfoque cognitivo más actual.
Se trata de una teoría de la mente adecuada explicativamente porque atiende tanto a la forma de la
representación (proposiciones, modelos mentales e imágenes) como a los procedimientos que permiten
construirla y manipularla: mente computacional, procedimientos efectivos, revisión recursiva y modelos
mentales (Johnson-Laird, 1983, 1996) y todo ello construido sobre la base de un lenguaje mental propio, que da
cuenta tanto de la forma de esa representación como de los procesos que con ella se producen. Esa
representación trabaja sobre un contenido al que de este modo se le asigna significado (Rodríguez, Marrero y
Moreira, 2001; Rodríguez, 2003 b). Johnson-Laird plantea que ante la imposibilidad de aprehender el mundo
directamente, la mente construye representaciones internas que actúan como intermediarias entre el individuo y
su mundo, posibilitando su comprensión y su actuación en él. Según él, el razonamiento se lleva a cabo con
modelos mentales, la mente humana opera con modelos mentales como piezas cognitivas que se combinan de
diversas maneras y que "re-presentan" los objetos y/o las situaciones, captando sus elementos y atributos más
característicos. Pero esos modelos mentales se construyen y en ellos se pueden utilizar otras representaciones:
proposiciones e imágenes. Con el constructo "modelo mental" Johnson-Laird postula una representación
integradora. El autor nos está diciendo que la persona usa representaciones internas que pueden ser
proposiciones, modelos mentales e imágenes. "Las representaciones proposicionales son cadenas de símbolos
que corresponden al lenguaje natural. Los modelos mentales son análogos estructurales del mundo y las
imágenes son modelos vistos desde un determinado punto de vista". (Johnson-Laird, 1983, pág. 165). Los
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modelos mentales y las imágenes constituyen lenguajes de alto nivel, ya que son analógicas, mientras que las
proposiciones no, por ser representaciones discretas, abstractas, rígidas, adquiriendo sus condiciones de verdad a
la luz de un modelo mental; las proposiciones como tales son representaciones no analógicas.
El constructo que da nombre a la teoría es “campo conceptual”, idea a la que se llega porque se entiende
que es absurdo abordar por separado el estudio de conceptos que están interconectados. Se considera que esos
conceptos, que no tienen sentido aisladamente, se construyen y operan en el conocimiento humano en función
de las situaciones a las que el sujeto se enfrenta y en ese proceso entran en juego procedimientos, concepciones
y representaciones simbólicas, con el objeto de dominar esas situaciones (Vergnaud, 1983). Un campo
conceptual es un conjunto de situaciones en las que el manejo, el análisis y el tratamiento que realiza la persona
requieren una variedad de conceptos, procedimientos y representaciones interconectadas en estrecha conexión.
El campo conceptual se relaciona directamente con las situaciones que lo reclaman y eso guarda relación con las
tareas. Vergnaud (1996) pone el acento en el sujeto en situación, su forma de organizar la conducta y su modo
de conceptuar ante esa situación y para ello utiliza el concepto de esquema de Piaget. Considera que éstos
constituyen el centro de la adaptación de las estructuras cognitivas, jugando un papel esencial en la asimilación
y en la acomodación, ya que un esquema se apoya en una conceptualización implícita.
La Teoría de los Campos Conceptuales tiene múltiples posibilidades en distintas áreas del conocimiento. Se
trata de una teoría de la que se derivan diversas consideraciones de interés, tanto de carácter psicológico como
pedagógico, destacándose, fundamentalmente, su concepción de esquema como representación mental estable
que opera en la memoria a largo plazo. Es una teoría cognitiva que permite comprender y explicar aspectos
cruciales del proceso de la cognición.
Este marco explicativo conjunto puede ofrecer explicaciones que nos permitan alcanzarlo o, al menos,
mejorarlo en el alumnado, de tal modo que sus esquemas de asimilación respondan más fielmente al
conocimiento científico validado hasta el momento que la escuela pretende enseñar.
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Para Moreira (2002), Greca y Moreira (2002), Rodríguez y Moreira (2002 a) y Moreira y Greca (2003) la
mente opera con representaciones determinadas por los invariantes operatorios de los esquemas (supuestos
psicológicos). En esas representaciones es en donde se plasma el conocimiento del individuo. Los modelos
mentales son representaciones que se ejecutan en la memoria episódica; los esquemas de asimilación se
construyen en la memoria a largo plazo y por eso tienen carácter de estabilidad. Tanto los modelos mentales
como los esquemas se pueden definir por los invariantes operatorios que los caracterizan.
Al construir un esquema, la persona lo usa asimilando de ese modo una determinada clase de situaciones.
Dado que es la organización invariante de la conducta ante las mismas circunstancias y en contextos similares,
ese esquema permite su dominio. Pero al enfrentarse a una situación nueva -un mundo nuevo- para la que el
esquema no es suficientemente eficaz ni válido, éste ya no funciona, lo que reclama por parte del sujeto algún
mecanismo que le permita asimilarla. Para ello, podría pensarse que se construye un modelo mental que actúa de
intermediario (modelo mental que resulta de la aplicación de elementos de varios esquemas) y que permite
hacerle frente a esa nueva realidad. El dominio progresivo de la misma podría llevar también a una paulatina
estabilización de esa primera representación, lo que nos conduce a su transformación en esquema de asimilación
(Moreira, 2002). Hemos de tener en cuenta que nuevos invariantes son los que condicionan nuevos conceptos y
teoremas-en-acción y, por lo tanto, nuevos esquemas. Debemos considerar también que tanto los modelos
mentales como los esquemas pueden contener esos invariantes o, para ser más precisos, que los invariantes
operatorios de los esquemas determinan los modelos metales que se ejecuten, y que, consecuentemente, una vez
que los modelos mentales vayan dando un mayor dominio por revisión recursiva, pueden ir constituyéndose en
esquemas de asimilación (Greca y Moreira, 2002).
¿Cómo se produce la asimilación y la retención del contenido en este contexto representacional? ¿Cómo se
puede explicar la construcción de aprendizaje significativo? La nueva información potencialmente significativa,
a, (que se corresponderá con una nueva situación), interactúa con una idea de anclaje o subsumidor, A,
generando el producto de interacción a´A´, ya que ambos se ven modificados en esa interacción porque se
produce interpretación del nuevo contenido por parte del sujeto, en función del subsumidor relevante que utilice.
Esa interpretación que se produce en la hora (en la memoria episódica) puede entenderse como un modelo
mental. La idea de anclaje o subsumidor puede considerarse como un esquema de asimilación, en tanto que idea
relevante, clara y estable presente en la estructura cognitiva (en la memoria a largo plazo). Si se expone a la
persona a situaciones similares, se va produciendo dominio de las mismas, lo que conduce a que se active el
mismo esquema, ya que está presente en su estructura cognitiva. No se requiere la construcción de un modelo
mental, puesto que se dispone de una representación cognitiva más estable, que es el esquema de asimilación.
Ante una situación novedosa que no puede ser tratada cognitivamente con este esquema, porque no resulta
suficientemente explicativo y predictivo, esto es, no permite una automatización u organización invariante de la
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conducta, el individuo genera nuevamente un modelo mental que le permite aprehender su mundo en la hora, en
el momento en el que le surge lo inesperado. De este modo, se produce una interacción dialéctica entre modelos
mentales y esquemas que justifica la asimilación y la retención de nuevo contenido y, por lo tanto, el
aprendizaje significativo, dado que A´ (lo que queda en la estructura cognitiva) es un esquema de asimilación
modificado, más rico, más explicativo, originado con el concurso del modelo mental y del esquema.
La Teoría del Aprendizaje Significativo sigue siendo un potente referente explicativo que se ve fuertemente
reforzado por la Teoría de los Modelos Mentales y la Teoría de los Campos Conceptuales, como apoyos
representacionales que dan cuenta de cómo se produce la asimilación y la retención del conocimiento. Con esta
explicación psicológica conjunta se abren múltiples posibilidades para la investigación en educación y para la
docencia, un marco que posibilita que efectivamente se alcance el aprendizaje significativo en el aula.
Conclusiones.
La Teoría del Aprendizaje Significativo es un referente teórico de plena vigencia, como muestra el simple hecho
de que ha sido “lugar común” de docentes, investigadores y diseñadores del currículum durante más de cuarenta
años. Pero es también una gran desconocida, en el sentido de que muchos de sus elementos no han sido
captados, comprendidos o “aprendidos significativamente” por parte de los que nos dedicamos a la enseñanza.
Aprendizaje significativo sigue siendo un constructo de una gran potencia explicativa, tanto en términos
psicológicos como pedagógicos. Ese gran poder de convicción es lo que justifica su vigor. Pero haciendo gala
del sentido crítico que le atribuye Moreira (2000 b), hemos de cuestionarnos el uso que se está haciendo del
mismo. El aprendizaje significativo no es posible sin la predisposición para aprender o una actitud de
aprendizaje significativa. No puede desarrollarse si no se dispone de los subsumidores adecuados en la
estructura cognitiva. No es factible si el material no es lógicamente significativo, lo que no podemos confundir
con el proceso en sí mismo. No es súbito ni surge instantáneamente. No es necesariamente aprendizaje correcto.
No se produce sin la intervención del lenguaje. No se facilita con cualquier organización o tratamiento del
contenido curricular. No es el uso de instrumentos facilitadores (como, por ejemplo, mapas conceptuales y V
epistemológicas). No es un proceso independiente que se produzca al margen de la interacción personal.
Es una teoría viva que no sólo se ha limitado a resistir durante tanto tiempo, sino que ha evolucionado a lo
largo de su historia, a través de las distintas contribuciones que ha recibido. La aplicación de sus principios a la
investigación en educación y a la enseñanza ha permitido, no sólo validar su conocimiento, sino también
ampliarlo con interesantes aportaciones que han enriquecido su aplicación y su potencialidad explicativa.
Los constructos de modelo mental y esquema de asimilación permiten explicar el proceso de construcción
del aprendizaje significativo y, por tanto, la adquisición, la asimilación y la retención del conocimiento. La
consideración de la Teoría de los Modelos Mentales de Johnson-Laird y la Teoría de los Campos Conceptuales
de Vergnaud ofrece una sólida base psicológica cognitiva a la Teoría del Aprendizaje Significativo, que amplía
aún más, si cabe, su poder predictivo y explicativo y su perdurabilidad, facilitando así la comprensión del
proceso que conduce a la construcción de un aprendizaje significativo.
Puede concluirse, pues, que la Teoría del Aprendizaje Significativo sigue siendo un referente explicativo
obligado, de gran potencialidad y vigencia que da cuenta del desarrollo cognitivo generado en el aula.
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