La importancia de la hidratación en verano

En verano hay que estar alerta para evitar la deshidratación. Durante los meses estivales es fundamental beber
agua o líquidos frecuentemente, aunque no se sienta sed. Sabemos lo importante que es, pero, ¿cualquier bebida
sirve para reponer lo que perdemos a través del sudor? ¿Sabemos realmente qué nos aportan los líquidos que
ingerimos?

Sin lugar a dudas, la medida más recomendable para evitar la deshidratación es el agua, dado que "un gran
porcentaje del cuerpo humano es agua". Así lo señala Susana del Pozo, miembro de la Sociedad Española de
Nutrición, que indica que "cualquier deshidratación que se produzca conlleva problemas serios en todos los
niveles, ya que el agua interviene en casi todas las funciones del organismo".

De hecho, el agua es tan imprescindible que, según el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), sin beber
agua sólo viviríamos entre tres y cuatro días, mientras que sin ingerir alimentos aguantaríamos más de 60 días.

Los expertos indican que las personas sanas deben ingerir al menos de 1,5 a 2 litros de líquido al día, aunque
esta cantidad puede variar mucho, ya que depende de la complexión del individuo, del clima, de si se trabaja o
no con aire acondicionado... Lo que sí está demostrado por un estudio realizado por el OHS es que la mayoría
de la población española bebe menos de lo adecuado y, de hecho, el 55% sólo lo hace cuando tiene sed, lo que
significa que ya existe deshidratación. Por eso es importante tener en cuenta otros compuestos aparte del agua
que también ayudan a hidratar y que facilitan la ingesta de líquido.

Zumos una buena opción

Tras el agua, Susana del Pozo afirma que "es difícil establecer una lista de bebidas más adecuadas, porque hay
que tener en cuenta diversos aspectos", pero podríamos recomendar "los zumos, preferiblemente de frutas
naturales, la leche y los alimentos sólidos que también contienen agua como la fruta y algunas verduras". Por
otra parte, las bebidas alcohólicas quedan descartadas como fuente de hidratación. "Tomarse unas cañas está
bien y apetecen mucho con el calor, pero no cuentan como hidratación", indica del Pozo.

Además, esta especialista indica que "con las altas temperaturas perdemos sobre todo sales y líquido, por lo que
hay que elegir productos que repongan ambas cosas".

En cuanto a las bebidas con cafeína, del Pozo reconoce que son útiles en determinadas situaciones, como por
ejemplo durante la conducción, pero no conviene recurrir siempre a ellas para hidratarnos.

La deshidratación es uno de los principales problemas de salud de la época estival, especialmente en los
ancianos, ya que con el tiempo pierden la sensación de sed y dejan de beber. Los expertos insisten en la
importancia de obligarles a ingerir líquido, tanto a ellos como a los niños. Algunos signos que ayudan a
identificar que una persona está deshidratada son, según la especialista, "la somnolencia, la sequedad en la piel
y los labios, la falta de sudoración, la ausencia de lágrimas y la fatiga"