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2 Pedro 3:9

Debido a que en las últimas semanas he escuchado a personas malinterpretando ciertos


pasajes de la Biblia, quiero iniciar un estudio acerca de pasajes difíciles de la Biblia.

No quiero dar a entender que la Biblia es difícil de comprender. Lo que digo es que
apegándose a lo que Pedro le dice a la iglesia con respecto a algunos de los escritos de
Pablo, hay ciertas porciones de las Escrituras que requieren de mayor estudio y exégesis
para ser comprendidos y adaptarlos al contexto del pasaje. Creo que muchos de nosotros
hemos escuchado o visto como otras personas toman pasajes de la Biblia fuera de contexto
y los aplican a las situaciones que ellos desean. Yo diría que muchos de nosotros hemos
hecho esto alguna vez.

Pedro dice,

“[Pablo] hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas
difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como
también las otras Escrituras, para su propia perdición.” 2 Pedro 3:16

Cuando interpretamos un pasaje, lo principal es tomar el contexto de donde viene ese


pasaje. John Piper tiene un buen panfleto enseñando como debe de hacerse la exégesis
bíblica, que creo sería importante que ustedes lo lean y lo estudien.

Pero para entrar en el pasaje del día de hoy, debemos saber que este pasaje es utilizado por
los armianistas para sostener sus teorías en contra de la elección, y para favorecer que Dios
desea que toda la humanidad venga al arrepentimiento. Veamos el pasaje,

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino
que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9

¿Qué interpretan los armianistas de este pasaje? Muchos armianistas plantean que Dios no
quiere que ningún hombre perezca, y que toda la humanidad se arrepienta de sus pecados y
vengan a Dios. Es decir, los hombres, según dirían los armianistas, tienen el libre albedrío
de venir a Dios o de rechazarlo, pero Dios quiere que todos vengan a Él. Por ejemplo, John
Wesley comenta lo siguiente,

“El Señor no es lento–como si el tiempo fijado para ello fuera pasado.


Concerniendo a Su promesa–que se cumplirá en su tiempo. Pero es paciente
con nosotros–hijos de los hombres. No queriendo que ninguna alma, que Él
ha creado, perezca.” [1]

Basta decir, que esto es todo el comentario que hace Wesley de este pasaje, a diferencia de
los comentarios de los reformados. Pero, la pregunta es: ¿Es esto lo que está diciendo el
texto? Leamos el capítulo 3 en su totalidad,

1
“Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con
exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las
palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento
del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que
en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias
concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?
Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen
así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente,
que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y
también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el
mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que
existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego
en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Más, oh amados,
no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por
tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor
vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande
estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras
que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser
deshechas,!! cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de
vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los
cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se
fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en
espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha
e irreprensibles, en paz. Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor
es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la
sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas,
hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de
entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las
otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados,
sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los
inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y
hasta el día de la eternidad. Amén.” 2 Pedro 3: 1-18

Análisis

1. ¿Cuáles son las personas de este texto? Pedro está hablando de dos personas, los
impíos (versos 3,7) y los creyentes (verso 1).

2. ¿Quienes son estos impíos? Estos son los burladores que andan según sus
concupiscencias, que ignoran a Dios como su creador y que en el día del juicio serán
condenados.

3. ¿Quienes son los amados? Estos son hermanos en la fe a los que Pedro le dirige la carta.
¿Dónde vemos esto? En el verso 3 del primer capítulo Pedro dice, “Como todas las cosas
que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el
conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.” Pedro dirige su carta a
“hermanos,” a los cuales les insta a procurar “hacer firme vuestra vocación y elección;
porque haciendo estas cosas no caeréis jamás.” (2 Pedro 1: 10). Entonces, el pasaje de 2
2
Pedro 3:9, habla de estos dos grupos diferentes de individuos, impíos y los electos
(creyentes).

4. ¿Qué dice el texto en griego? Esto es importante porque debemos tener en cuenta el
lenguaje original empleado por Pedro, sin querer decir que no se pueda entender en el
español.

“ου βραδυνει κυριος της επαγγελιας ως τινες βραδυτητα


ηγουνται, αλλα μακρθυμει εις υμας, μη βουλομενος τινας
απολεσται αλλα παντας εις μετανοιαν χωρησαι.”
“ou bradunei kurios tes epaggelias, os tines braduteta
hegountai, alla makrothumei eis humas me boulomenos
tiapolesthai alla pantas eis metanoian choesai”

¿Por qué es importante saber lo que dice en griego? Por dos razones principalmente.
Primero, la palabra υμας (Humas-griego) quiere decir ‘ustedes‘ [2]. Segundo, la palabra
παντας (pas-griego) que quiere decir ‘ciertos de diferentes tipos’ [3]. Esto es importante
para entender a quienes se está refiriendo el verso.

Otra cosa importante que debemos saber es que la palabra αλλα (alla-griego) introduce
contraste y cuando se usa después de una declaración negativa (“no retarda”), marca una
directa y enfática antítesis, y puede ser traducido “pero” o “pero por el contrario” [4]. Si
leyéramos el pasaje con ese conocimiento deberíamos leerlo así, “El Señor no retarda su
promesa, según algunos la tienen por tardanza, pero por el contrario es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
(2 Pedro 3:9).

Ahora, veamos el verso por partes. ¿A quién se refiere en el verso 9a, “El Señor no retarda
su promesa, según algunos la tienen por tardanza”? ¿Quiénes son los ‘algunos’? Como
vimos cuando leímos el capítulo 3, Pedro está hablando de los burladores e impíos que se
burlan del hecho de que la promesa del advenimiento aún no viene. A estos hombres Pedro
los declara como hombres que perecerán en el juicio de Dios. Estos ‘algunos’ son impíos;
no creyentes; no electos.

Por el contrario, ¿de quiénes habla el verso 9b? ¿A quiénes se refiere con ‘ustedes’ o en la
traducción de la Reina Valera, ‘nosotros’? Igual, como leímos en el capítulo 1 y como
expuse en el análisis de quienes son los creyentes del punto 3, estos son creyentes, los
electos de Dios, a quienes Pedro ha escrito la carta. Pero, ¿cuál es el mensaje de Pedro a
estos creyentes? Qué Dios ha sido paciente, con nosotros (creyentes) y no quiere que
nosotros perezcamos sino que nosotros nos arrepintamos. Esto es muy claro cuando
leemos el pasaje. Veamos,

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino
que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9

3
La parte del verso en color naranja está dirigida a los impíos que se burlan de la tardanza de
Dios en llevar a cabo la promesa del advenimiento. La parte del verso en color azul, es
dirigida a los creyentes que escuchan a estos hombres burlarse de esa promesa. Lo que
Pedro desea es hacerles saber porque Dios se ha tardado. Les dice que esto lo hace Dios, en
su paciencia, para que todos los elegidos a través de todas las diferentes épocas sean salvos,
y vengan al arrepentimiento. ¿Para qué? Pedro les dice a esos creyentes,

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva,
en los cuales mora la justicia.” 2 Pedro 3: 13

Es decir, Dios ha esperado pacientemente, para que nosotros seamos salvos y podamos
disfrutar de Sus promesas: cielo nuevo y tierra nueva. Tanto los creyentes a los que Pedro
le escribe, pero también a los creyentes que vendrán en el futuro. Dios es paciente,
esperando que todas sus ovejas estén sujetas al pastor. En ese día vendrá como lo explica en
el verso 10. Esa paciencia es solamente para salvación de los amados a los que les escribe
el apóstol (verso 15). Entonces, ¿podemos decir que este verso habla acerca de que Dios
quiere la salvación de toda la humanidad? La respuesta es no. Pedro sabe que hay unos
hombres que van a perderse, pero sabe que hay unos elegidos (2 Pe. 1:3,10) por los cuales
Dios es paciente para darles la salvación y puedan gozar de las promesas que Dios ha
preparado para ellos.

Ahora, qué dicen algunos de los grandes teólogos del pasado y de nuestros días. Veamos
algunos ejemplos,

“Ahora esto siendo diferido más de lo esperado, los burladores acusan al


Señor de tardanza en el cumplimiento de Su promesa…pero es paciente hacia
nosotros: no hacia todos los individuos de naturaleza humana, pues las
personas referidas por ‘nosotros’ son manifiestamente distinguidas de
“algunos” en el texto, y de los burladores, burlándose de la promesa de la
venida de Cristo, en el contexto, 2 Pedro 3:3; y son específicamente llamados
‘amados’, 2 Pedro 3:1; y la paciencia de Dios hacia ellos es su salvación, 2
Pedro 3:15, ni es cierto de todos los hombres, que Dios quiere que alguno de
ellos perezca, y que cada uno de ellos se arrepienta, pues muchos de ellos de
cierto perecen en sus pecados, y no se arrepienten, lo que no podría ser el
caso, si Su voluntad determinada fuera diferente; sino habla de una sociedad
o compañía de hombres designados, a los cuales el apóstol pertenece, y de los
cuales es parte; y que son descritos, en sus epístolas, como los elegidos de
Dios, llamados de las tinieblas a la maravillosa luz, y habiendo obtenido la
preciosa fe con los apóstoles.” [5]

“Hombre malvados se atreven a culpar de tardanza a Dios, como si Él


hubiera perdido el tiempo, y dejado de lado los pensamientos de Su venida.
Pero el apóstol nos asegura, que lo que los hombres cuentan como tardanza
es paciencia, hacia nosotros; es dando más tiempo a Su pueblo, a los que ha
escogido desde antes de la fundación del mundo, muchos de los que aún no
han sido convertidos; y aquellos que están en un estado de gracia y favor de
Dios deben avanzar en el conocimiento y santidad, y en el ejercicio de la fe y
paciencia, para sobrellevar buenas obras, haciendo y sufriendo a lo que han
sido llamados, para llevar gloria a Dios, y mejorar para el cielo; pues Dios no
desea que ninguno de estos perezca, pero que todos ellos se arrepientan.” [6]

4
“Nosotros se refiere a los salvos, el pueblo de Dios. Él espera a que ellos sean
salvos. Dios tiene una inmensa capacidad y paciencia antes de venir en juicio.
Dios tolera infinitas blasfemias contra Su nombre, así como rebelión,
asesinatos, y el continuo rompimiento de Su ley, esperando pacientemente
mientras llama y redime a los suyos. No es impotencia o tardanza lo que
retrasa el juicio; es Su paciencia, no queriendo que ninguno perezca. Ninguno
se refiere a aquellos a los que el Señor ha escogido y llamado para completar
Sus redimidos. Debido a que todo el pasaje es acerca de Dios destruyendo a
los impíos, Su paciencia no es para salvarlos a todos ellos, sino para que Él
pueda recibir todos los suyos.” [7]

Notas

[1] John Wesley. Commentary on 2 Peter 3.


[2] Strong’s Greek Lexicon. Número 5209.
[3] Strong’s Greek Lexicon. Número 3956.
[4] Strong’s Greek Lexicon. Número 235.
[5] John Gill. Commentary 2 Peter 3:9.
[6] Mathew Henry. Commentary 2 Peter 3.
[7] John MacArthur. The MacArthur Bible Commentary. Página 1941.

http://sujetosalaroca.org/2008/01/05/decifrando-pasajes-dificiles-2-pedro-39/

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