Un Dios te enva, ven! Oh ven! Que pueda vivir en ti ven, ven, oh ven! Tu eres la felicidad de mi vida, tierra y cielo eres para m! Tu eres la felicidad de mi vida, tierra y cielo eres para m! -FERNANDO: Lejos de mi padre amado he cruzado, he cruzado el mar por t. -LEONORA: Desde aquel da, mi poder protege tu destino, y haca la playa te conduce en secreto hasta a m. -FERNANDO: Para m felicidad! -LEONORA: Slo para t. -FERNANDO: Por piedad revlame qu peligro aqu se esconde. Por tu amor si fuese mo, quiero a la muerte desafiar. -LEONORA: Oh el destino es cruel conmigo! -FERNANDO: Quin eres? -LEONORA: No me lo preguntes. -FERNANDO: Callar, pero antes contesta: Todava me amas? Une tu destino al mo, abraza a tu esposo con el corazn. -LEONORA: Me gustara, oh pero no puedo! -FERNANDO: Qu es lo que escucho? Oh terror! Oh cruel destino! Soy un infeliz! -LEONORA: Oh el furor de un Dios vengador, cay sobre m! -FERNANDO: Cruel destino, soy un desdichado. -LEONORA: Oh el furor de un Dios vengador cay sobre m. Mi alma amorosa, siempre pensando en t, deseaba darte estos signos (dinero) pero mi corazn duda. -FERNANDO: Y bien? -LEONORA: No me has dicho varias veces que en tu pecho slo albergas honor? -FERNANDO: Lo he dicho. -LEONORA: (le ensea una carta) Ahora ciertamente el futuro yo aqu te entrego, pero jrame -FERNANDO: Qu? -LEONORA: Que huirs de m. -FERNANDO:Oh cielo! Es verdad lo que dices? Abandonarte! Eso quieres de m? M vida es amarte, respirar para ti. Esperar por t. Antes mi corazn se helar! Pero abandonarte nunca podr. El mundo deber entonces compadecerme pero no podr tachar de cobarde al que te adora. -LEONORA: Ay vete! Parte! Huye de m, amarte es mi dicha pero es un delito para t. Antes mi corazn de muerte se helar, pero dolorido deber decirte adis. Entonces el mundo podr compadecerte, pero aunque se implore para mi no habr piedad. -Ins:(quien no aparece) ah! Leonora, el Rey! -LEONORA: Qu dices? qu terror, te sigo! (dice a Ins, y d el papel a Fernando) Toma y vete! Vete! Dios mo por piedad! -FERNANDO: Ah! El mundo deber entonces compadecerme pero no podr tachar de cobarde al que te adora. -LEONORA: Entonces el mundo podr compadecerte, pero aunque se implore para m, ah! Para m no habr piedad.