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Retrato del colonizado 1 Reraaro wimico pet coxontzapo Nacimiento det mito Exactamente del mismo modo en que la burguesia propone sna imagen del proletaro, ln existentia del eolonizador re. ‘lama ¢ fmpone wna imagen del colonizado. Sin esas coor. ‘das Jas conductas del cclonisador y del burgués, sus pro vias existencia, parecerian escandalosas, Peto alentamos la nistfiecién precisemente porque les sienta demasiado. Senn ote séetoscnin el rang dl pce, Fe ‘eco recoger Ia unanimidad de Tos conquistadores, desde Li seria hasta Laos, pasando por ol Maghreb, Es cencillo ver asta qué punto esta caracterizciéa es cémode. Ocupa un ‘gar importante en el juego. dialéctico clonizador — depreciacién del colonizado 1 fructuosa desde el punto de vista econémico. [Nadu podria lei te su trabejos nada podria justificar mejor Ia miserin del alonizado que au octosidad. En consecuentia, el retrato mi «9 del colonizado comprenderé una perera increible. ‘lonizador, una vietuosa devoelén pot la necién. tente, el colonirador suziere que el trabajo del colonizado + poco rentable, Io que autorisa a pagarle salarios inve- simile, Puede parecer que Ts colonizacién hubiera aleanzado-a lsponer.de-un personel. consumiado. Nada. menos. cietto, El trero ealifcado,: que existe entre los simil-eolonicadores “reclaina na paga tres © cunts veces ‘euporior ala del co- Tonizado; ahora bien: no produce tree 0 cuatro veces més, hii en cantidad ni en calided. Es mds econdmico emplear tres colonizados que un europeo. Es cielo que toda empresa sroquiere especialisas, pero se trata de un minimum, que el rolonizedor importa 0 rerluta entve los suyos. Sin contar Jos miramiontos y Ia proteccisn legal justamente exigidos por cl trabajador europeo. AI colonizado no se lo piden sino sus Lbrazos y n0 es sino eso: por lo demés, sus brazos so cotizan tan mal que e6 posible alquilar trex cuatro pares por el precio de tno, Por lo demés, escuchindolo, se deseubre que el colon andor no esti tan indignado por esta poreza real o supuesta, Habla do elle con une divertida complaceneia, bromen a su 8 las expresiones habituales y Tas (ada os suficiente para caracter Ja extraordinaria deficiencia del colonizado, Se tora Itico, pero de un liriemo negative: el colonizado no tiene un pelo en Ja mano” sino una cafia, un drbol, {y qué azboll, un exca- Tipto, un pine, jun roble contenaria de Américal Zun érbol? ro, juna selval, et Pero, so insstni, gos verdaderamente perezoso el caloni+ zado? Para decie verdad, Ia progunta esté mal planteads Ademis de que haria falte defini un ideal de refrencia, una norma, variable de puchlo a puchlo, zpuede acusarse de perez a todo un pueblo? Puede eospochireelo de individuos, incluso de individuos numerosos dentro de un mismo grupo pregunlarse si ex rendimiento no es medioere, si Is eubali- mentacién, los salaris bajo, el porvenir blogieado, un sig- nifieado irvisorio de su vol social no quitan al colonieado todo interés por su tarea. Lo sorpechoso es que Ta acustelén no se dirige sélo a Ia mano de obra agricola o al babitante * Tener un pelo en le mono: expresién idiomiticn fences que gnfien eer muy hlganén, (N. de de las villas miseria, sino también al profetor, al ingeniero sl médico que suministran Ja misma cantidad do horas de trabajo quo sus, colegas colonizadores; o sea que se ditige, finelmente, « todas los individaos del grupo eolonizado. Le sospechoso es ln unanimidad de la acusscién y la globalidad de su objeto; de manera. que ningin colouizado se salva de lla ni podria salvarse nunon. Es decir: la independencia de le acusacién de toda condicién socioldgiea 0 hiwérica. De hecho, no s¢ trata en absoluto de une conuotacién ob- jetiva, en consecuencia diferenciada; en conseewencia suscop- tible de probables tensformaciones, sino de ana inatitcign: por medio de ou acusacién, el colonizador instituye al colo- nizado como ser perezoso. Decide que Is perean es constitu. tio de la econcia del colonizado. Una ver establecido esto, se toma evidente que cl colonizado no seria munca otrs cosa que perezooo cualquiera fueee la funcién que asumiere o el ‘elo que desplegare en su cumplimiento, Volvemos aqui pre al racismo, que ex en buena medida una sustantficecion, fn beneficio del acusador, de un rasgo real o imaginavio del avusado, Ez posible retomar idéntico anilisis « propésito de cada ‘uno de los rasgos adjudicados sl colonizado. Guundo el colonizador afirma en su leuguaje que el co- Tonizado es un débil, sugiere por alli que esta deficieneia reclama la protecién. ‘De donde wutge, fuera de broma —yo lo he ofdo a menudo— la nociga de protectorado, Es en el pro- Pio interés del colonizado que se lo excluye cle las funciones ae diteceién reservindose 1 oolonizador esas posadas res- onspbilidades. Cusndo el colonizador agrogs, para no en- ‘uogaise a la solicitud, que el colonizado es un ignorante per- verso, de malos instintos, Indra y un poco sédico, legitima al mismo tiempo su policia y su juste severidad. Es muy necesario defenderse de las peligrosas tonterfas de un irres- ponsable. Y también —meritovia preocapnciGn— jdefender- Jo de si mismo! Del mismo modo con respecto a la falta de | i } i ' | necesidades del colonizado, su inepttud pare el confort, pac va la téenica, para el progeeso, su surprendente familiarided on la miseria: gpor qué habria de prevcuparse el colonia- dor de lo que.no inguieta para nada al interesado? Seria hnscerle un flaco favor, agrega con filosofia audar y sombri obligarlo a las servidumbres de In eiviliaeién. {Vamost cordemos que Ia subidurin cs orienta, aceptamnos, como él lo hace, It miseria del colonizado. Del mismo modo. aa, on respecto a In mentada ingratitd del colonizado, sobre la ‘cual han insstdo autores a Jos que se lama serioe’ recuerda 1 mismo tiempo todo Yo que et colonizado debe al coloniza- dor, que tous esas buenas acciones estén perdidas y que es inti pretender.enmender al colonizado, Es notable que este cuadro no necesite de mada mis, Por ejemplo, es diftel hacer concordar entre si de ests rasgos, pro qué el eolonizado ser petezoto e ignorante. Podeis haber sido inferior y bueno, co. mo el buen salvaje del siglo xvm, o pueril y duro pera el ©'perezoeo y astulo. Mas atin: los rasgos adjudice- dos colonizado ae excluyen entre ai, sin que eso perlurbe 1 sa fiscal. Se Jo pinta el mismo tiempo frugal, eobci, sia tamplias necesidades y engullendo repugnantes centidedes de fame, grasa, alcohol 0 cualquier otta cosa; como un eobarde (que teme suftir y como un bruto al que no deinen ninguna de tas inhibieiones de la civilizacién, et, Prueba vuplemen- turia de que es initil buscar esta coherencia fuera del colo- nizador mismo, En la base de toda Ie construccién i al mismo tiempo inferior y malvado, ‘mente, se encuentra una dindmiea tniea: Ia de las exigencis econémicas y afectivas del colonizador, que reemplara para 41 ala Logica, impone y explica cada uno de los raogos que adjudica a} colonizado, En definitiva, todos son ventajosas para el colonizador, incluso aguéllos que, a primers vies, Ie serian perjudiciales, La deshumanizacisn Es que en verdad, al colonizador Ye imports povo el eolo- nado. Lejos de querer aprehender al colonizado en su reali ddad, su preocupacién es hucerle sufrir esta indispensable ttansformacién, Y el mecanismo de esa remodelacin del cblonizado es esclareeedor por af mismo En primer lugar eonsiste en una serie de negaciones, EL * -colonizado no es esto, no es aquella, Nunes es considerado ‘postivamente; o si To es, la cualidad que se le concede deriva de una carencia psicolégica 0 ética, Asi sucede con la hos pitalidad érabe, que dificilmente puede pacar por ser un tasgo negativo. Si se presta atencién s ello, se descubre que 1 elogio es formulada por los turistas, por europecs de paso, pero no por los colonizadores, es desi, los europeot inatalsdos.on In colonia. En cuanto se estublece en el lager, ‘leuropeo no aprovecka més de este hospitalidad, detlene los intercambios, contribuye a la ereceién de barreras. Muy pronto cumbia de paleta para pintar al colon tonvieste en esloso, encerzado en af mismo, exclusivista, fa- nétieo. ¢En qué se convierte Ia mentada hospitaidad? Ya que no puede neger su existoncit, el colonizador hace resal- lr sus sombras y Ins consscuencias desastroras que puede tenes, Proviéne de la irresponsubilided y de In prodigalidad el —teplica el colonizador—. «Una de sada dos veces so aciertz. Y, de todos modes, el Iedrén et ‘un colonizado; sino se To encuentra en Ta primera chova, esti en Ia segunde> Lo cual ey exacto: el ladrén (quiero decir el ladronzuelo), Teles leatvamente ene le pobre, y Ios pubes entre los colonizados. Pero, {debe concluirse acaso de esto todo colonia sen un Ind y deba ser tetado come tal? Conductas como ésta, comunes al conjunto de los coloniza- ores y que se dizigen al conjunto de los colonizados, en ‘eonsecuencia, van a expros institucfones. Dicho de ‘otro modo, definen imponen situsciones objetivas que cer- ‘ean al colonizedo y pesan sobre él hasta el punto de desviar ‘au condacta y grabar arrugas en su rostro. Globalmente, esas luego, corresponden, elas que apuntan al 3%, Poco'o mucho, evalar en, conducts, es decir, proceder de ‘Que aquel mito, ademés, exté sblid Fora gus Clesidos que reaptes, una ver cen’ quello Bordo que se los envié al Patlamento ns Peeg seguida re- Fn alagiettte &l derecho de hacerlo; el pater Sei 4 n0 efectivo: que con engafados o canag cansados, pero no tee por a act, hombres Tires mnomeatincenie eee dos Tor le asus strides por a dems veces, ae pity meas 0 sibs eelara,quicbren soe cate {Pliny tastrucen los peuoton coe ae politicos, FEutemees popular conserva um orguloce need ‘de esas ien pensedo, més bien se menudo; después de todo, | colonizador. Aunque’ el ¥ al desprecio, aun sulto © el atropella, ;pel mismo modo en que no pucde excapar a le imistiica in coloizadora, no Sabie eurnone ee sitwaciones tata Tea Seprradets d carencas, En cies medica pet Vinten fe! solonzedo es fanién de ee ange Fl colonizado y le historia... La carencia més consttuye el hal montage? 30° ‘rrogantes, pu solonicados? Ta de esto y de alls ai "tamente euele sueeder que los ciydadanos bres, sumidos en el abatimion épidameate: todos los recursos deh ‘etme, avions, poditan a sw doris Pocos mi ‘mou motos inerefblee de defers y deste Por cada situaciones serdn situaciones de carencia. A la agresién ideo: ligica que tiende a desbumeniasrlo primero y lego, eorresponden, en resumidas cuentas, si cretas que apuntan al mismo resultado, Estar mistficado es 48, poco'o mucho, evalar el mito y conformar a él la propia conducts, es decir, proceder do acuerdo al mismo, Y sucede ‘que aquel mito, ademis, esté <élidamente epoyado sobre wna organizacién bien reel, una adminstracién estetal y una jus riaticeién, y To alimenten y renueven las exigencias hist rieas, econdmicts y culturales del colonizador. Aunque el colonizado fuera insensibe a la calumnia y al desprecio, aun- (que se encogiera de hombros ante ol insulto o el atropello, {eémo habria de escapar a los salarios bajos, a la agonia de ‘i cultura, « Ia ley que lo rige desde su nacimiento hasta su muerte? Del mismo modo en que no puede escapar # Ie mistificae cién-colonizadora, no sabria sustraerse a esas situaciones concretas, generadoras de carencias, En cierta modida, el re- tuato real del colonizado es funcién de eata conjuneién. In virtiendo una férmula precedente, podemos decir que Ia co lonizacién Sobrica eolonizados asi como hemos visto que far brica colonizadore, El colonizado y le historia... La carencia més grave que experiments el colonisado Ia constituye el hallarsesituado fuera de la historia y fuera de 4a ciudad. La colonizacién Je euprime toda pantcipacién Tibre asf en Ta guera como en la pas, toda decisién que con- leibuya al destino del mundo y al propio, td responssbili- dad histéria y soil, Ciertamente auele suceder que los ciydadanos de los pefses libres, sumidos en el abatimiento, se digan que no son na a en los asuntos de 1a nacién, que su accién es irrieoria, 102 A 8 vooes no se escuchen, quo Tas elecciones son fraudu- La prensa y In radio estin en mance de unos pocos, ‘no pueden impedir la guerra ni exigi Ia paz, ni siquiera ob- tener de sus elogidos que reepeten, una vex electos, aquello por la que se los envié al Paslamento... Pero en soguida re- ‘onocen que tienen el derecho de hacerlo; el poder potencial i no efectiva: que son engafindos o estin eansades, pero son exclavos. Son hombres bres. momentineamente. vent dos por la astucia o sturdidos por la demagogia. Y a veces, txcedidos, monten en sibitas eSleras, quiebran sus cadenas de piolin y trastrugcen los pequefios.céleulos de los politicos La memoria popular conserva un orgulloso recuerdo de esas justas tempectades periédicss, Bien pensado, mis bien se seusasian de no rebelarse més a menudo; después de todo, son responstbles de su propia libertad y si por fatiga 0 de- Uilidad, 0 escepticismo dejan de uiliatla, merecen sac El colonizado en cambio, no se siente ni respo culpable, ni eseéptico: esté fuere de juego. De algin modo no es mis sujeto de Te historia; seguramente soporta au peso, 4 menudo mas ervelmente que los demés, pero siempre como objeto. Ha terminado por perder Ia costumbre de toda par- cidn activa en Ta historia y ya ni sk Por*poco que dure I ‘dena libertad; olvida to que euesta 0 ya no se atreve a pagit su precio. Si asf no fuera, geémo.explicar que tna guerni- cién de algunos hombres pueda mantenerse en un puesto de montafia? {0 que un pufado de colonizadores, « menndo arrogantes, pueda vivir en medio de ana muchedumbre de Fiasta los propios colonisadores se asombran Ii deriva q colonizado de cober- In acusscién es demasiado ufana: saben per- fectamente que si se vieron amenazados au eoledad se quebra idamente: todos los recursos de Ia téeniea, teléfones, telegramas, aviones, pondrfan a su disposiién, en’ pocor nutos, medios ineretbles de defensa y destruceién. Por eada 103 Soe foderuménno? Puede pele elena de te rae lliendo par ees ranean ae & vib aud enero ie ea iad canna Nada one cna Be eh teva dou sable 9 Semester ae aie Trdaenavn primal Spee et ie tr de eo rennin aca Hen Chuva ape i bey anus de Canton putin, ois nea de mimo eet ncanl= on ae ame tee gue In nena Ie ead a ade Se ‘eatin dl aad, Pole cia ee gps bs moda nn el mn se ee os condone ates tee atone tea iv tee cndons gu or akg ee ‘tm fv thins ex sero cee ea Bcalonindo mo gun te ning 9c ha se a seh oJ npn deer Se "nid ni seamen dee del ibe ae crs ride nt a ae wre de a tain Joma‘ scat ay A loedretos dl eidadano modem, ise talons Ss fs ihr ase muy a pra lo aso came purl tan ene age fina “ccna 8 nn, eto ce at ane epee fe ene ddan ton forge ree, ace noes sn quo deca eee El nig colonizado Esta mutilacign social e histévica ¢s probablemente le més rave y Ta mis preiada de consecuencias. Contsibuye a ge 106 nerar las carencias que precentan los otros aspectos de 1a vida del colonizado, y, por un efecto de retorno, frecuente en Toe procesos humanos, se ve alimentada por lus demés debili- Aades del colonizado, Al no considerarse ciudadano, el colonizado pierde igual mente la esperanza de ver a su hijo convertido en tal, Muy pronto, renunciando a ello Al reepecto, lo elimina de deja mismo, no hace més proyectos = mbilones paternales no Te singin lugar ea ou pedagogia. En consecuenia, nada irk al joven colonizado Ta confianza y el orgullo de oa idanfa, No esperard do ella ventjas, nf estard preparado para anumic sas eargas. (Con seguridad menot le sugeritd ‘0 edcacign escolar, donde Tas alusiones a Ia ciudad, a ln dann sempre con referencia a la nacién eo } “Este hueco pedagigico, resultado de Ta carencia social, viene entonces a perpetuar esta misma carencia, que Tega a scr una de Tas dimensiones etenciales del individu cclontado, Mis tarde, adolescente, apenas entreyé la salide «una sic tusciée fom Wien cerado, La rebelidn contra el padre y Ja familia ee un ci sano ¢ indispensable a au propio aeabado: Te pen omenaar Ia vide do hombres mieva batalla flix y desgr siada, pero en medio de os demas hombres, El confit inter. nerational puede y debe resolveree a el conflito scil; invertumente e8 de este modo factor de movimiento y_pro- greto, Las jévenes genoreciones encuentran en el movimiento flectvo la solucién de sus dificltades, y al legit el tao- ‘imino To accleran. ero ain ex precio que ese movinien- to aon posible, Pues, zeobre qué vida sobre qué dindmica social se desembaea aqut? La vide de la colonia Jada; sus extraturasestin encoretadas y eclroxades ro tiempo. Ningin nuevo rol se Te ofrece al hombre joven, nies posible ninguna iavencién. Ee To que el colonizador re- anoce con un eufeniamo que se ha vuelto cisico: proclama sed amici CSREES respetar los uses y costumbres del colonisado. Y cleitamen- te no puede sino respetorlos, aunque fuere «la fueraa, Siew. de que todo cambio no puede hacerse sino contra la colon. ‘acide, e) colonizador es Tlevado a favorecer a los elementos retrégrados. No ea él et nico responsable de esta momifi tacign de la sociedad colonizada; es con reletiva buena fe que seatiene quo ella es independiente de su sole volunlad. Sin embargo, se deriva ampliamente de la sitwaciin colonial. Al no ser ducfia de su destino, al no ser ya su propia legsladora, sl a0 disponer de su orgrniencién, la sociedad colonizads y8 no puede scordar sus inttuciones a sus necesidades pro- fondas. Pues son sus necesidades las que modclan el recto institucional de toda socieded normal, por lo menos relat mente, El rostro politico y administrative de Francia so ha trnaformado progresivamente a lo largo de Jos sigs bajo 8 presién constante. Pero ai Ix discordancia te torna deme sindo flagrante, © imposible de reali smonia. con li formar legales pxistents, se produce Ie revoluciin o le co- La sociedad colonizada es une sociedad malsana donde In inimica intema no lege a desembocar en eatruciras nue vas, Su rostro endurecido desde hace siglos no es we tune méscare, bajo Ta cual se ahoga y agoniea lentamente, Uns sociedad tal, no puede resolver los conflicts inerge. neracionales, pues no a= doje transformar. La rebelién del adolescente colonizado, lejos de resalverse en movimiento, en Drogreso social, no puode sino hundire en los pantanos de Ia fociedad colonizada. (4 menos de que se trate de una rebe- Yon absolut, pero luego volveremos sobre este punto), Los valores-rfugio ‘Tarde o temprano, se vuelve. en consecuencia «-posiciones ae replicgue, es decir, a los valores tradicionales, De esto modo so explice 1a sorprendonto supervivencia de Ja familia colonizade, que se ofrece como verdadero valor ‘efugio, Salva al colonizado de Ix deveeperacién de wma Aerrota total, pero en cambio, se encuentra confirmada por te constant aporte de sangre nucva. Fl joven se casara, se transformaré en padre de familia devoto, en hermano sol Aario, en tio responsable, y, hasta que tome el lugar del ps dre, en hijo respetuoso. ‘Todo esti nuevamente en orden: Ia rebelién y el conflicto han eonducido a la vietoria de los pa- Ares y de la tradicién. Pero es una trate vicloria. La eociedad colonizada no s0 hhubré movido ni medio paso; pure el hombre joven es una catéstrofe interior. Definitivamente permancceri aglatinado « esta familia, que Te oftece ealor y ternura, pero que lo incuba, lo absorbe y lo castra. {La ciudad no le exige de- Deres completos de ciudadano? {Se los negarin si siquiera sofia con reclamarlos? {Le concede pooos derechos, lo prohihe toda vida nacional? En realidad, ye no neceste im- periosamente todo eso. Sa ubicacin just, siempre reservada en Ia dulce insipides de lav reuniones de clan, lo colma. Te- meria salir de alli. Ahora de buen grado, se somete como Jos demés a la autoridad del padre y 20 prepara pare reem- plazarlo, El modelo es débil, su universo es ol de un-vencido. Pero, qué otra salida le queda? ... Por una curiosa paradoja, dl pedre es a In vez débil ¢ invasor, a causa de hallaryo completamente adoptado. EL hombre joven estd ye listo para invewir ou rol de adult colonizado: es decir, para aceparse como ser de opresién. Lo mismo suoede con el indiscutido axrastre de una reli- ign al mismo tiempo vivax y forms]. Complacientemente, los misioneros presentan este formalismo como raego even- cial de Jes religiones no cristianas, sugiriendo de eate modo que In Gnioe manera de desprenderse de él serfa pasarse 9 In religién de al lado. De hecho, todas las religiones tienen momentos de forma 108

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