Sociologia del turismo, ocio y deporte
‘Manvet. Garcia Ferranpo, ANTON Atyarsz Sousa
¥ Marearrra Larissa Ropricurz
1. Inrropuccrén
La presentacién conjunta del estado de la investigacién sociolégi-
ca en Espafia en tres campos que en principio tienen entidad propia
como 4reas de trabajo bien diferenciadas unas de otras, se debe prin-
cipalmente a la forma en que han venido conformandose los grupos
de trabajo correspondientes en el seno de la Federacién Espaiiola de
Sociologia (FES).
Habida cuenta del no muy numeroso grupo de sociélogos espaiio-
les que en los afios 80 publicaban trabajos relacionados con temas de
ocio y deporte, hubo que esperar a la preparacion del III Congreso
de la FES, celebrado en San Sebastian en 1989, para que se incluyera
por primera vez en el programa el area de «Sociologia del Ocio y
del Deporte». Desde entonces, la FES ha mantenido este grupo de
trabajo, y en Jos sucesivos Congresos siempre ha habido una presen-
cia importante de comunicaciones relacionadas con temas de ocio y
deporte.
En el caso del turismo, en el IV congreso de la FES, aiio 1992, apa-
rece también por primera vez un grupo de trabajo sobre el tema del
ocio y el turismo. Coincide con la realizaci6n de tesis doctorales sobre
el tema que se siguieron presentando hasta la actualidad, publicacién
de libros, etc, Esto llevé a la creacién de un grupo de Investigacion
dentro de la FES sobre «Ocio y Turismo» y asi siguié durante la déca-
da de los noventa. Por eso se tomé la decisi6n por los responsables de
ambos campos —ocio, deporte y turismo— de fusionarse en un tinico
grupo de cara a la organizacion de los Congresos Nacionales de So-
Giologfa, lo que se consideré que redundaria en un enriquecimiento
de las perspectivas.
En los tiltimos afios ha crecido considerablemente el mimero de
socidlogos espafioles interesados en la investigacién sociol6gica de
cuestiones relacionadas con el ocio, turismo y deporte, a medida que
239MANUEL. GARCIA FERRANDO; ANTON KIVAREZ SOUSA, Y MAROARITA LATIESA RODRIGUEZ.
su estudio se iba consolidando en las respectivas Facultades y Depar-
tamentos de Sociologia de las Universidades espafiolas. Este creci-
miento se puede apreciar en la presencia de las asignaturas de socio-
logia en los planes de estudio de «Ciencias de la Actividad Fisica y del
Deporte» y de «Turismo», donde ademés de las asignaturas de «So-
ciologia del Deporte» y «Sociologia del Turismo», nuestra area esta
presente en otras muchas asignaturas especificas que son impartidas
por socidlogos. Pero a pesar de este crecimiento, por cuestiones cien-
tificas y el buen entendimiento de los grupos de invesigacién que ve-
nimos trabajando sobre estos temas, ha parecido oportuno mantener
unidos estos tres campos de investigacién en un solo capitulo en este
libro colectivo sobre el estado en que se encuentran actualmente en
Espafia las diferentes especialidades sociolégicas.
2. EL AREA DEL TURISMO, OCIO Y DEPORTE ¥ EL PLAN NACIONAL
peEl+D
Existen otras razones que justifican la consideraci6n conjunta, des-
de la perspectiva de la investigacién sociolégica, del turismo, ocio y
deporte. ¥ es que dada la importancia creciente del ocio en las so-
ciedades contempordneas, son cada vez mas amplios los segmentos
de poblacién que desarrollan habitos y estilos de vida en los que ir
de vacaciones, ver y hacer deporte, y la practica de actividades turis-
ticas, han adquirido una gran relevancia, Ademds, existe una amplia
evidencia empitica de que el turismo y el deporte como actividades
de ocio continuaran ampliando su influencia en el sentido apuntado
(Ruiz Olabuénaga, 1994; Cuenca, 2000; Garcia Ferrando, 2006).
Aunque las actividades relacionadas con los viajes y el turismo por
una parte, y las més especificamente deportivas por otra se han de-
sarrollado histéricamente por separado, en las dos o :res tiltimas dé-
cadas han comenzado a converger de tal manera que las actividades
relacionadas simult4neamente con el turismo y el deporte —el deno-
minado turismo deportivo o deporte turistico segiin algunos autores
que prefieren diferenciar ambos términos (Latiesa y Paniza, 2001,
2006; Garcia Ferrando, 2005)—, han adquirido entidad propia como
actividades sociales preferentes en la ocupacién del ocio y del tiempo
libre, ya que Io que hasta hace poco era privilegio de minorias, se
ha convertido en las sociedades avanzadas en logros y necesidades
de amplias capas de la poblacién. En el caso concreto de Espafia, el
turismo representa uno de los motores bisicos de su economia, y el
deporte, tanto en su dimensién de alta competicién y espectaculo de
masas como en su faceta de actividad fisica y recreativa de amplios
240SOCIOLOGIA DEL, TURISMO, OGIO ¥ DEPORTE,
segmentos de poblaci6n, se ha convertido en uno de los fenémenos
de mayor presencia y visibilidad sociales. Por ello, el sistema integrado
turismo-ocie-deporte se esté. configurando como una de las dimensiones
més caracteristicas de la posmodernidad espaiiola,
‘A pesar de su evidente impacto social y econémico, tanto el sec-
tor turistico como el deportivo no han sido considerados hasta hace
bien poco como sectores prioritarios tanto desde un punto de vista
académico como de investigaciGn, debido a su imagen tépica de ser
actividades de bajo contenido cientifico. Afortunadamente las cosas
parecen estar cambiando de forma positiva, ya que desde finales de
Ios afios 90 se han iniciado mecanismos de apoyo a estas lineas de tra-
bajo, y se han anunciado programas dirigidos a introducir y potenciar
la incorporaci6n de tecnologias innovadoras de gestion de actividades
de ocio, turismo y deporte. La publicacién en 1998 del Libro Blanco
IsD en el deporte (VV.AA., 1998) y la inclusién del turismo en el 5.° Pro-
grama Marco Europeo como accién prioritaria de I4D (Information
Society Technologies for Tourism), supusieron un cambio importante
de tendencia, que ha culminado, de forma tentativa, con la inclusién
del area sectorial Turismo-Ocio-Deporte en el IV Plan Nacional de la
Giencia, y su mencién preferente en el siguiente Plan Nacional.
‘A este respecto conviene hacer una referencia especial. En Espa-
fa, el primer Plan Nacional de Investigacin Cientifica y Desarrollo
Tecnolégico (I+D) se puso en marcha en 1988, y desde entonces se
han sucedido otros tres Planes Nacionales que han contribuido a for-
talecer notablemente el sistema espafiol de Ciencia-Tecnologia Em-
presa. Se trata de un proyecto de la Administracién Central en el
que se han integrado iniciativas de las Comunidades Auténomas y de
la Union Europea, especialmente en las areas cientifico-tecnolégicas
consideradas como prioritarias en el Programa Marco de I+D euro-
peo. Areas tales como la biomedicina y la biotecnologia, el diseito y
la produccién industrial o las tecnologfas agroalimentarias, han aca~
parado en todos los Planes Nacionales la parte mds importante de los.
recursos presupuestarios destinados a la promocién del conocimien-
to cientifico y tecnol6gico, en tanto que las 4reas relacionadas con las
dimensiones sociales y culturales del bienestar de la poblacién, han
quedado manifiestamente relegadas en el establecimiento de priori-
dades presupuestarias.
Esta situacién de penuria presupuestaria que afecta como es ob-
vio a la investigacién sobre temas relacionados con el turismo, ocio y
deporte, parece iniciar una nueva y prometedora etapa con el Plan
Nacional para el periodo 2000-2008 (CICYT, 2000), al incluir, por
primera vez, entre las areas prioritarias la integrada por el sector de-
nominado «turismo, ocio y deporte», con la propuesta de dirigir los
241MANUEL GARCIA FERRANDO; ANTON ALVAREZ SOUSA, ¥ MARGARITA LATIESA RODRIGUEZ
mayores esfuerzos presupuestarios a los siguientes apartados: a) Di-
versificacién y mejora del producto turistico; b) Material y equipa-
miento deportivo; y c) Incremento de la calidad y la seguridad en el
turismo y el deporte. Dada la relativa escasez de trabajos de I+D en
esta drea y debido al propio cardcter abierto del sistema social y eco-
némico que engloba las actividades de turismo, ocio y deporte, los re-
dactores del Plan reunieron a representantes del mundo empresarial,
de la universidad y de centros de investigacién cientifica con el fin
de poder definir con la mayor precisin posible el marco en el que
surgen las necesidades y demandas de la sociedad por lo que se re-
fiere a dichas actividades. Con ello se pretendfa atraer a proyectos de
investigacién bien fundamentados en problemas reales, merecedores
de los esfuerzos de investigacién cientifica y tecnolégica, buscando la
consolidacién de una linea de trabajo en. I+D que justificase la sucesi-
va ampliacién de los recursos presupuestarios que se fueran a dedicar
en esta nueva 4rea sectorial prioritaria.
Pero no solo se estableci6 un listado de acciones estratégicas prefe-
rentes de I+D en el area de turismo, ocio y deporte. Los redactores del
IV Plan Nacional de la Ciencia anticipaban la creaci6n y desarrollo de
Centros de Competencia concebidos como organizaciones estables de
cardcter piiblico, privado o mixto, sin 4nimo de lucro, dotados de auto-
nomia cientifica, tecnolégica y administrativa, orientados al desarrollo
de lineas de investigacién en las diferentes areas cientifico-tecnol6gi-
cas 0 sectoriales consideradas como prioritarias. Un resumen de todas
gatas Propuestas se present® piiblicamente en el 6.” Congreso Mur
dial de Ocio celebrado en la Universidad de Deusto (Bilbao, 2000),
y fue objeto de un amplio debate que desperté mucha ilusién entre
los investigadores espatioles presentes en el Congreso, y una cierta en-
vidia en muchos investigadores extranjeros (Garcia Ferrando, 2002).
Dos emociones, la ilusién y la sana envidia, que la légica aplastante
de la politica cientifica espafiola de aquellos afios se encargé de hacer
desaparecer de inmediato, ya que en los presupuestos del Estado de-
dicados a financiar los correspondientes planes sectoriales de ID, no
se contempl6 a lo largo del periodo 2000-2008 partida presupuestaria
alguna dirigida al sector de turismo, ocio y deporte.
De este modo, el intento de consolidar en Espafia una linea de
investigacién cientifica y tecnolégica sobre turismo, ocio y deporte,
en Ia que iba a tener una presencia importante la investigacion so-
ciolégica, ha quedado en suspenso al faltar los recursos financieros
sin los cuales todas las propuestas del IV Plan Nacional de la Ciencia
referentes al cardcter prioritario de dicha 4rea sectorial, tendran que
esperar a que su financiacién, tanto publica como privada, sea efecti-
vamente prioritaria.
242SOCIOLOGIA DEL TURISMO, OGIO Y DEPORTE
A pesar de ello, es de esperar que las lineas de trabajo trazadas
puedan servir para orientar futuros proyectos de investigacién mds
ambiciosos que los que hasta ahora se han Ilevado a cabo, sobre todo
desde los departamentos universitarios. Y es que a pesar de la debiti-
dad de su apoyo institucional, la investigacién sociolégica en las areas
del turismo, ocio y deporte no ha dejado de seguir una marcha as-
cendente en las tiltimas décadas, aunque no de la manera sistematica
que pretendia el Plan Nacional de la Ciencia, como veremos segui-
damente al ocuparnos de forma separada de los trabajos sociolégicos
llevados a cabo en cada una de las tres subareas.
‘También es de destacar que algunas Comunidades Aut6nomas in-
cluyeron en sus planes de I+D temas relacionados con el Turismo
como preferentes para la investigacién, lo cual ha dado lugar a que
se formen equipos de investigacién sobre turismo y se hayan ido con-
solidando como grupos de investigacién estables, en los cuales los
sociélogos tenemos una presencia importante.
3, EL ESTUDIO SOCIOLOGICO DEL OCIO
Aunque més tardfamente que en otros paises europeos con ma-
yor desarrollo econémico, la sociedad espaiiola de finales del siglo
Xx y principios del siglo xxr ha ido adquiriendo con gran rapidez
Jas caracteristicas civilizatorias que el socidlogo francés Joffre Duma-
zedier anticipara en su ya clésica obra Hacia una civilizacién del ocio
(Dumazedier, 1964). Los avances del bienestar y del tiempo libre en
amplios segmentos de la poblacién espafiola, han propiciado cambios
importantes en el sistema de valores sociales de tal manera que el
ocio en tanto que diversién, descanso y cultivo de la personalidad,
ha desplazado, al menos parcialmente, a un sentido del trabajo como
esfuerzo y rutina alienadora. En estos comienzos del siglo xxi existen
pocas dudas de que el ocio en Espafia se encuentra més orientado
por la revolucién cultural que anticipara Dumazedier en los afios 60
del siglo xx, que por la interpretaci6n dada a finales del siglo x1x por
Thorstein Veblen en su Teoria de la Clase Ociosa (Veblen, 1971, ¢.0.
1899) al considerar que el ocio era patrimonio casi exclusivamente
de las clases burguesas y acomodadas del capitalismo industrial, Cada
vyez las personas dan mds importancia en su vida al tiempo libre y el
ocio que al trabajo, y ello queda patente entre otros indicadores en
Jas jubilaciones anticipadas voluntarias, que comenzaron hace unos
afiés en otros paises como Estados Unidos y que ahora ya suman un
importante ntimero en Espaiia: las personas prefieren menos dinero
y mas ocio.
243[MANUEL GARGIA FERRANDO: ANTON ALVAREZ SOUSA, Y MARGARITA LATIESA RODRIGUEZ
Sin embargo, los avances de muchos indicadores sociales empi
ricos de la «civilizacién del ocio» en Espafia en las iiltimas décadas,
no ha venido acompafiada por un desarrollo paralelo de Ia investiga-
cién sociolégica sobre tales avances, probablemente porque contintia
estando vigente Ja situacién apuntada en 1990 acerca de la escasa
relevancia académica de la sociologia del ocio en las Facultades de
Sociologia de las Universidades espaiiolas (Garcia Ferrando, 1990:
267). Una situacién que unos pocos afios mds tarde no parece ha-
ber cambiado significativamente, al ser analizada posteriormente con
mayor detalle por el catedratico de Sociologia de la Universidad de
Deusto, José Ignacio Ruiz de Olabuénaga, en el trabajo més sistema-
tico que probablemente se haya realizado hasta ahora con un sélido
tratamiento teérico y con una perspectiva sociolégica empfrica (Ruiz
de Olabuénaga, 1994). Parece como si se desarrollasen mas la socio-
logia del deporte y Ia sociologia del turismo que la sociologia del
ocio, quizés por ser esta ultima mds abstracta y menos enfocada a
presentar un servicio a las actividades profesionales.
En efecto, Ruiz de Olabuénaga recoge en su revision de la investi-
gacién espaiiola un amplio listado bibliogréfico sobre los seis campos
tematicos del ocio y del tiempo libre, a saber: el campo de la Fies-
ta y de las celebraciones sociales colectivas; el campo del juego de
Azar; el campo del Deporte en todas sus manifestaciones; el campo
del Turismo; el campo del Ocio Catédico; y el campo del Ocio y del
Tiempo libre, como distinto del campo del tiempo de trabajo. Pero
se trata de trabajos individuales, con escasa continuidad y en ausencia
de equipos de investigacién estables, que era precisamente uno de
los objetivos que se pretendia promover con el desarrollo del IV Plan
Nacional de Ia Ciencia.
Quizés de forma un tanto critica y severa, Ruiz de Olabuénaga des-
taca la ausencia de escuelas de reflexién sistematica y continuada so-
bre el ocio como tal, esto es, como fenémeno social. Al no poder ser
enmarcado en el enfoque de cardcter estadistico descriptivo, el ocio y
el tiempo libre, sefiala Ruiz de Olabuénaga, cuentan con una biblio-
graffa investigadora sumamente pobre y escasa. A modo de indicador
Basico baste decir que,