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Anselmo de Canterbury

San Anselmo de Canterbury O.S.B. (Aosta, 1033 - Canterbury,


1109). Se le conoce también como Anselmo de Aosta, por el
lugar donde nació, o Anselmo de Bec, si se atiende a la
población donde estaba enclavado el monasterio del cual
llegó a ser prior. Fue un monje benedictino que fungió como
arzobispo de Canterbury durante el periodo 1093-1109.
Destacó como teólogo y filósofo escolástico. Doctor de la
Iglesia.

Como teólogo, fue un gran defensor de la Inmaculada


Concepción de María y como filósofo se le recuerda, además
de por su célebre argumento ontológico, por ser padre de la
escolástica. Fue canonizado en 1494 y proclamado Doctor de
la Iglesia en 1720.

Vida

Nace bajo el nombre de Anselmo de Candia y Ginebra, en


Aosta ciudad de la Longobardia en 1033, ostentante de la
herencia de un linaje noble del Piemonte de Casa de Candia
era hijo de Gondulfo de Candia, vizconde de La Bresse y
Bugay, y la princesa Ermenberga de Ginebra, pariente de Otto
I de Saboya. Su padre pródigo y disipado y una madre
profundamente religiosa. Su infancia transcurrió fue
completamente normal, ya que desde muy pequeño mostrara
inquietudes religiosas se debería en gran parte al trato
continuo con su madre, quien le habría acercado a sus valores
y prácticas religiosas.

El gran deseo de Anselmo fue el ingreso al monacato


benedictino desde los quince años, época en la que se le
describe como piadoso y estudioso. Esto le produjo un
conflicto con su padre y de abandonar su hogar.
Después de algunos estudios preliminares sobre retórica y
latín realizados en las ciudades de Borgoña, Avranches y
finalmente en Bec, la fama de Lanfranco lo atrae a la Orden
Benedictina. La carrera de Anselmo ganó fama de manera
vertiginosa, para 1063 sucede a Lanfranco en el priorato de
Bec, al ser este último elegido abad. Ésta será la tónica de
toda su vida: posteriormente le sucede como Abad (1078) y
finalmente como arzobispo de Canterbury (1093) donde
finalmente muere en 1109.

Es en Inglaterra donde Anselmo, además de filósofo y téologo,


muestra dotes de político apologeta. La Iglesia vive el
momento más cruento del conflicto de las investiduras y él
debe defender desde la cátedra arzobispal el derecho que ella
"tiene a la libertad" e impedir tendencias cismáticas que
amenzaban a su grey. Los monarcas británicos Plantagenet y
Guillermo el Rojo no harán fácil esta tarea que se había
impuesto a sí mismo; pero gracias a esta oposición, se
reconoce otra faceta en los escritos de Anselmo.

Por la gran sabiduría de sus escritos, la Santa Sede lo ha


nombrado Doctor de la Iglesia. Era gran devoto de la Virgen
María y decía que no hay criatura tan sublime y tan perfecta
como Ella y que en santidad sólo la supera Dios. Sus últimas
palabras antes de morir fueron estas: "Allí donde están los
verdaderos goces celestiales, allí deben estar siempre los
deseos de nuestro corazón".

Pensamientos

• Fides quaerens Intellectum. La relación entre Fe y Razón


En este pensamiento lo que quería hacer San Anselmo
era la búsqueda del entendimiento racional de aquello
que, por la fe, ha sido revelado.

Postura ante el problema de los universales

La postura de Anselmo ante el problema de los universales intenta


resolver un viejo dilema presente en el pensamiento medieval, sobre
todo, en los comentarios que Porfirio y Boecio hacían de la Lógica
Aristotélica. Se debe dilucidar si en realidad nuestras ideas tienen un
valor objetivo en la realidad o sólo son puros conceptos o
nominaciones convencionales. Dependiendo de la solución que se dé al
problema, las consecuencias teológicas y ontológicas son diversas.

Teología Natural
Filosofía del Lenguaje

Obras

• Monologio.

• Proslogio y la respuesta que el mismo Anselmo hiciera a


las objeciones de Guanilo Lo que a esto responda el
autor del mismo libro.

• De Grammatico.

• De veritate.

• De De libertate arbitrii.

• De casu diaboli.

• Epístola sobre la encarnación del verbo.

• Cur Deus Homo.


• Sobre la concepción virginal y el pecado original.

• De procesione spiritis sancti

• Las epístolas sobre el sacrficio de los ázimos y


fermentados.

• Sobre la concordia de la presciencia divina y la


predestinación y de la gracia de Dios con el libre
albedrío.

Además de estas obras se conservan 19 oraciones, llenas


de fervor místico; 3 meditaciones y 472 cartas
personales y el Grammatico dedicado en su totalidad
para temas profanos

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