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) Foo A2U Ae Féuix DE Azba Dicctonario pk Las ARTES Aviso al lector Cuando hace cose de un par de aos Rafael Bors tuvo la amabilidad de encargarme la redacci6n de un dlicconatio xdel siglo xe (pues tl ea el nombre del proyecto en aquelas fechas) dedicado lar cuerionee ities, pense que no era yo Ia perrona més indiada para semejance carea. Un diccionario es el resultado de ‘muchas horas de bisqueda pacience y requiee un leato especial para la concisin. Ni ls paciencia ai la concisidn han sido nunca, pars mi dexpracia,viuader de lr que pueda enoegulecerme Pero dindole wuekas a In rugerencia de Borris me parecié entrever que haba en el encargo una inespeada Posiildad de desarrollo, Decie wun diccionario de fo 20th, en 1995, equivale 2 decir un diccionario del Fururon, Ahora bien, desde hace por lo menos una dé- cada, el fururo ha dejado de existe y para nada cuenta fen nuestios planes personales, ni en los programas por liicor habiuales, ni en el mundo del persamiento ‘Aqua slempo de antes, concebido. como. una prover ‘ibn hacia el progrero y hacia Ia sociedad perfeeta, se ba eafumado, El futuro ha quedado monopolizado por Ja publicidad de lo entes fintancieos y Ix propaganda de ia adminiscracion catlics, los dnicos que todavia pproponen una sida futura mcjor que la actuals y un Nincremento de lor beneficise, sean terenos 0 ltrs {nundangr, Por lo tanto wun dicionaio dl fucuroe, en fmuetr dias, slo podia ser «un dicionario del ca- Ibeminso del presente. De ee otto modo, como diccionario del aabe- miento del presente, s! me parecta la area lena de po- sibidades, pues et bien cierto que una ver acabado el fucuro hacia 1980, rambiea el presente da signos de scabatniento: cl fansasma del patado se alza como un elosal especuio que todo lo devors (vomiténdolo en forma de Historia) y nada deja abierto ala incertidum- bie del desarrollo, porque todo crecimiento esté con- ttolado desde el pasado (y por lo canto no serees). El pasado lo dasfica tod, fo contola todo, lo asegura y fo Bj hasta no dejar ni los huesos. Bl contol del pe- sado sobte el presente (a eliminacién del Fururo) tiene thorn, gracias landline gonésco, la herrarienca que le faltabas El recién nacido sabe st va a mort de cincer 4 de cull i va.a se cabo y cuando, si pode epro- Acre o Te each prokbido, si va ase alto 0 bao. fen fi, si van a dejare vvis o 0. Ya no va a rece va a adminisaar um plan de desarrollo. ‘Céma ha de ser ct roralitriemo del pasado que in- uso ha logrdo ahertojar ala Injuria y la condena 2 ‘coranarse con un preservative sin el cual la Muerte ace cha tar cada espusmo. Ese pene enfundado y preser- ‘ads con una repugnante piel de plistico me parece el nls dato simbolo de nucsra cvlizacién eserizada, Contiolada y aterada, Ast pues, debia yo escbir un diccionario del scabarsieno, contra Ia algarabla de ta Jvaidad farczes. Ua diccionario contra los suplemen- ‘os dominicales, para entendernos. ‘Queda por cgi, si me lanzaba ale labor, Ix de- cisiva cuertign del método, ;Cémo cep lat wooes ms ignifcavas del acabarmiento del presen? {Cals de tlle podian resumir mis claramente, con mayor e. Quis las relgiones y les artes nunca han sido oma coss que nostalgia y en fermedad, Es mis: quieh ahora se esté agtondo la ex pacidad de noralgia y comencemos a librarnos de la Fiecin de que hay (o hube) dioses y Arte. Qui es temos en ch comicazo de una vida sobre el mundo si geranha, ‘Baa novedad absolura, a saber, que lor morales ha 8 bicen el mundo sin que ninguns eascendenci garan- tice ora vida, una repeticién, una news oportunidad, tun descanso, una prolongacién, una sipervivencia, wn remedio, una excusa, una veparscién, qui ni siquera tina memoria ée nosotros mismos en fia de leyen- as, iguras, danas y simboloe, me lea a ercer que el scabamiento del presente no e une coneepeién nega tdva, sino positva del estado de cosas. Hasta xe punto 10 he podido, ain, aprender la deospeién Pero no conviene hacersedusiones: quienes ints mes desde la citedra 9 desde loe medion de formacion de masas sobre a (para nosotros) evident desspaicién de prictias ancestrales como las lamadas catia, solemos ser malinerpreades. Hl seabamiento de las at tes del que hablamos se tom, a Yees, como una con ea global del sistema capicalita,inspieadn por lt noe- tag de una juveared consumidn entre aiionados al uiewisme. Al afirmar que ya no hay tl cosa como ares: (0 lo que e igual, que su efecto cxpittual © ingelectual «similar al que genera el deporte) parece como si dictaminéramos a crisis y muerte de la cltura ‘occidental en pleno. Se nos malinerprees como os Yinuadores del tépico llamado »decadencia de Occi- dents ex su veriente Ilorona. No a ‘Todo lo contrario, Silas anes estin despareiendo ‘como prictcasintlerules relevantes ¥ como apore- cones de signficaos reales s porque ya no son ne- cesutias; yo lo son gracias al extordinario proceso de acurmulacion de poder puro en el que ha entado el ‘mundo tecnoldgico en ls dimer ereinta sion. En lar tr de edecaer, el complejo exsianoriltar erece mis 4 de pris que nunc. El abismo que separa nuestra cul furs de ls restanes culeras es ya infangueable. To- Gavia en 1968, no hace i wets ais, Affica, busna pare de Asia, | mundo istimico, la América Central yy caribefia, tenian una existncia casi humana en los {nedioe de formacién de mares. En a actualidad se han onvertido en depésitoe de cadiveres y- labortorios donde los seportros tansforman nis moribundos en remios Pulitzer. 1s susencia de problemas reales en la pujante cul- sure tecnolégics,o carder fctcio y coyunrural de los. problemas aceprados y consensuados.(margina- sn, exclusién, desempleo, racismo, analfabeismo, triminalidad), comparados con los problemas que e= tn destrsyendo 2 los palses que af sinen problemas real, hacen perfectamente prescindibes las pricticas ariicar, lar cules se ven reducidas aun uso sim- Délico inventado en cl ochocientos y que constte en colocar grandes miquinas emodemnas (er deci ne: ‘eas, sin signficados ai slmbolos comprensibles) en los lugases controlados por las poderoses burocracae calsutls, ‘Asi que no et la edecadencian lo que esi acabando con las artes, sino la pujama del Occidente cristiano, en el que inclyo al Japén, Dios me perdone. Las su cessvas cis de las sociedades opulentas son cisis de ‘recimiento y «1 mundo teenolépico sle reforeado de fads nueva crisis. La potencia que hoy rednen lor EE, UU,, Europa y Japon e+ tan descomunal que la lecsura de ax evistas de os aos sesenta, o la vision de reports flmados en aquella década provoca ex

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