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Cabe destacar que ninguna de las dos escuelas, cont jams con
adeptos entre los hombres del pueblo. En cierto sentido, estas
filosofas se presentaban como sustitutas de la religin politesta,
plagada de supersticiones, que era practicada por las clases
populares. Junto a Plinio, Cicern fue un gran crtico de la religin
romana "Esos seres etreos, tienen figura humana, a juzgar por los
que hacen sus esculturas y por los ingenuos fieles". Los hombres
cultivados, tal como lo harn los intelectuales del siglo XVIII,
preferan creer en una Providencia al modo estoico.
(cosmopolitismo)
Ttulos:
La Repblica
De Las Leyes
De Senectude
Cuestiones Tusculanas
De la amistad
Ese exilio en Crcega debi ser un golpe muy duro para l, durante
este perodo escribe: La Consolacin a Helvia, su madre y la
Consolacin a Polibio, un liberto de Claudio, muy influyente.