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Características de la Programación Didáctica

En la programación didáctica destacan las siguientes características:

Concreción-Utilidad
La programación didáctica debe ser un recurso o instrumento útil para el docente y para el
desarrollo de la acción formativa, concretando los principios que aparecen definidos en el Plan
de formación.

Así, a diferencia de otros niveles de planificación, es necesario que la programación sea viable,
que se ajuste al tiempo y a los recursos o espacios disponibles, que las actividades que se
programen puedan ser llevadas a cabo por los participantes y por el propio formador,…

En este sentido, la experiencia del formador y la revisión de la propia práctica son los referentes
fundamentales para asegurar una programación útil.

Flexibilidad
Aparentemente contradictoria con el hecho de que la programación docente concrete los niveles
superiores de planificación, ésta debe entenderse como un plan de actuación abierto que debe
ser revisado durante el proceso de enseñanza-aprendizaje permitiendo introducir modificaciones
o cambios.

Por tanto, la programación didáctica debe incluir instrumentos de retroalimentación y


actuaciones alternativas.

Lo importante en la programación es que esta se haga, independientemente del formato que se


utilice ya que es indispensable prever de antemano qué van a hacer los participantes, preparar el
material que se va a utilizar y previstas la actividades a realizar. No pueden quedar las acciones
de formación a la improvisación del momento o a la mayor o menor habilidad o “inspiración”
del formador.

Aunque se parte de la base de que todo formador diseña previamente su acción formativa, la
importancia de la programación de aula para una formación eficaz y rentable a los objetivos
organizacionales requiere una programación explícita, sistemática y formal.

Es necesario tener en cuenta que la programación de aula tiene que estar íntimamente
relacionada con otros niveles de planificación pues viene a ser el desarrollo de cada uno de los
objetivos y contenidos de aquellas, pero de una forma más concreta y para un corto espacio de
tiempo.

Así, aunque cada programación es única, los elementos fundamentales suelen ser siempre los
mismos:

Objetivos
Contenidos
Actividades
Recursos
Calendario de actuación o Temporalización
Evaluación
Fases de la Planificación Docente de Acciones Formativas
Por lo que respecta a las fases, estas resultan de responder a las siguientes cuestiones básicas:
¿Para qué? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Con qué? y ¿Cuándo? y sin perder nunca de vista quienes van a ser
los destinatarios del proceso.

Las fases para la planificación docente de acciones formativas son:

1. Identificar y analizar el contexto donde se ubica la propuesta de acción formativa


Una de las condiciones que aseguran en gran parte la eficacia del proceso de enseñanza-
aprendizaje es conocer tanto el contexto donde se van a desarrollar las acciones formativas
como las personas que van a participar en la misma.

Una programación didáctica no se puede concebir sin tener en cuenta las competencias laborales
a las que debe responder y que deberán estar predefinidas en el plan de formación de la
organización, que deberá ser tenido en cuenta ya que las acciones formativas serán concreciones
del mismo. Igualmente se deberá conocer el número y perfil profesional y profesional de los
participantes, así como la formación y experiencia previa en aspectos relacionados con la acción
formativa.

Complementario a este análisis se puede llevar a cabo un diagnóstico participativo, es decir,


contar con el propio alumnado para conocer la situación tal y como la aprecian los propios
participantes y detectar expectativas, rechazos, intereses… que permitan ajustar el proceso
enseñanza-aprendizaje.

2. Determinar los objetivos de la propuesta formativa


Los objetivos son aquellas metas que queremos adquieran los participantes al finalizar la acción
formativa. Se diseñan al inicio de la programación didáctica y serán concreción de los objetivos
competenciales del Plan de Formación. Cumplen tres funciones esenciales:

a) Servir de guía a los contenidos, metodología, recursos y actividades de aprendizaje

b) Proporcionar criterios para el control de la actividad formativa, criterios de evaluación

c) Informar a los participantes de lo que se pretende enseñar y deberán aprender

3. Seleccionar y organizar los contenidos formativos


Se organizan, junto con los objetivos, al inicio del curso. Hacen referencia a la siguiente
pregunta: “¿Qué competencia profesional quiero que alcancen los participantes?”

Esta pregunta se puede desglosar en:

a) ¿Qué quiero dar a conocer en mi acción formativa? Se refiere a los conocimientos teóricos:
hechos, ejemplos y actividades prácticas.

b) ¿Qué quiero que sepan hacer mis alumnos? Se refiere al nivel de aplicación de determinados
contenidos, dominio práctico.

Es importante realizar una selección que se adapte a las necesidades, no sobrecargar de datos
innecesarios, seleccionando lo actual y útil de cara al futuro.

Para la programación didáctica es útil tener en cuenta la presentación de los contenidos. Debe
partir de lo concreto para llegar a lo abstracto, empezar con lo fácil para terminar con lo difícil,
iniciar el aprendizaje en lo conocido para concluirlo en lo desconocido y enseñar sólo una cosa a
la vez, agrupando contenidos por sesiones con el fin de no ofrecerlos dispersos.

4. Diseñar la metodología
Determinar las modalidades, es decir, las maneras distintas de organizar y llevar a cabo los
procesos de enseñanza-aprendizaje (módulos, seminarios, talleres,..) y los métodos o formas de
proceder para desarrollar la actividad docente (clase magistral, estudio de casos, resolución de
problemas, aprendizaje orientado a proyectos,…)
Seleccionar y organizar las distintas actividades. Habitualmente la planificación docente de las
actividades se realiza según finalidad: actividades de introducción-motivación, actividades de
conocimientos previos, actividades de desarrollo y práctica y actividades de consolidación o
transferencia.

Seleccionar y determinar los recursos y materiales didácticos necesarios. Los recursos serán
seleccionados en base al objetivo propuesto y teniendo en cuenta criterios técnicos y
pedagógicos.

Concretar la temporalización. Al mismo tiempo que se definen las estrategias metodológicas y


se diseñan las actividades y los recursos necesarios, se organizan los tiempos previsibles
concretando la duración de la menor de las tareas que haya de realizarse. Al temporalizar las
actividades programados suele ser habitual que el tiempo previsto para las actividades
programadas sea mayor que el tiempo asignado lo que implica alargar la actividad formativa (no
suele ser posible) o planificar actividades alternativas que sean posible de llevar acabo en el
tiempo previsto.

5. Diseñar las estrategias evaluativas acordes al modelo docente planificado


La evaluación se puede proponer para las diferentes actividades formativas o de forma global
para toda la acción formativa. Se deben establecer tanto los criterios como las técnicas de
evaluación que permitan conocer en qué medida las capacidades previstas a desarrollar en los
participantes han sido adquiridas.

Todos en algún momento hemos pasado por algún proceso formativo o incluso puede que
hayamos tenido que organizar alguna sesión formativa, para lo cual, la programación docente es
una herramienta de utilidad. Nos gustaría conocer tu opinión al respecto y qué aspectos de la
programación didáctica te parecen más funcionales.

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