Professional Documents
Culture Documents
HISTORIA
•Mx./r-iD·':
ArniGvo 45
INSTITUCIONES
POLITICAS DE
LA REPUBLICA
ROMANA
,
Esta historia obra de un equipo de cuarenta profesores de va
f im m ,
rias universidades españolas pretende ofrecer el último estado
,
de las investigaciones y, a la vez ser accesible a lectores de di
HISTORIA versos niveles culturales. Una cuidada selección de textos de au
, ,
tores antiguos mapas, ilustraciones cuadros cronológicos y
orientaciones bibliográficas hacen que cada libro se presente con
°^MVNDO ,
un doble valor de modo que puede funcionar como un capítulo
del conjunto más amplio en el que está inserto o bien como una
ANTÎGVO monografía. Cada texto ha sido redactado por. el especialista del
tema, lo que asegura la calidad científica del proyecto.
ROMA
Director de la obra:
Julio Mangas Manjarrés
(Catedrático de Historia Antigua
de la Universidad Com plutense
de Madrid)
Diseño y maqueta:
Pedro Arjona
Págs.
C aracteres generales de la constitución romana:
res publica, populus, civitas .................................................................................. 7
— E d i l i d a d ................................................................................................ 30
— Tribunado de la plebe ...................................................................... 31
— Cuestura ............................................................................................... 31
— Censura ................................................................................................ 33
— Dictadura .............................................................................................. 33
— El vigintisexviratus .............................................................................. 34
2. El Senado ..................................................................................................... 34
— Miembros ............................................................................................ 34
— F u n c io n a m ie n to ................................................................................. 35
— C o m p e te n c ia s ...................................................................................... 36
— Interregnum ........................................................................................... 39
— Auctoritas patrum ................................................................................ 39
3. El populus: laciudadanía rom ana ........................................................... 39
— Las asambleas populares: caracteres generales ........................ 40
— Comicios por curias .......................................................................... 41
— Comicios por centurias .................................................................... 42
— Comicios por t r i b u s ........................................................................... 44
— Limitaciones de las asambleas p o p u l a r e s .................................. 46
4. El ejército re p u b lic a n o ................................................................................... 46
— El ejército rom ano arcaico ............................................................. 46
— El ejército hoplítico: la reforma s e r v ia n a ..................................... 47
— El ejército manipular. El stipendium ........................................... 48
— El dilectus ............................................................................................. 49
— Los problemas de reclutamiento en la época de e x p a n s ió n ....... 50
— Aliados y auxilia ................................................................................ 51
— Las reformas de Mario .................................................................... 52
— Las reformas de César ..................................................................... 53
Bibliografía ................................................................................................................... 54
Instituciones politicas de la República rom ana
R om a es, como otras formaciones po — res publica, populus y civitas— que
líticas de la Antigüedad clásica, una se com plem entan para la com pren
ciudad-cstado, que parte de la idea de sión del concepto rom ano de Estado.
que sólo puede existir un Estado allí Por res publica se entiende la colec
donde es la propia com unidad ciuda tividad tomada en su individualidad,
dana la que directamente se gobierna como sujeto de relaciones jurídicas.
a sí misma, lo que presupone que di Según Cicerón {De re publica, 1, 25,
cha com unidad sea relativamente pe 39), res publica es la «cosa del pue
queña y limitada. Pero en Roma el blo», que no puede identificarse ni
concepto de ciudad-estado va más le con el Estado en el sentido moderno
jos que las poleis griegas, puesto que de la palabra, ni con «república». Res
toda la vida pública ha de desarro publica implica la existencia de una
llarse en el ámbito u rbano de la ciu org a n iz a c ió n política determ in a d a
dad, que se distingue jurídicam ente por reglas de derecho, y en ese senti
del territorio rústico (territorium) que do, podría decirse que es la organiza
la rodea. Sólo en el recinto de Roma ción jurídica del populus, del que por
pueden reunirse asambleas y Senado tanto se distingue. Por su parte, el tér
y celebrarse actos jurídicos im portan mino populus designa una cierta per
tes; sólo en el ám bito de la ciudad tie sonificación de la ciudad, una indivi
nen vigencia originariamente los de d u a lid a d con d erechos e intereses
rechos y garantías ciudadanos. propios, que tam poco se identifica
Com o en la ciudad griega, el co n con el Estado. El populus es, en la de
cepto rom ano de Estado parte tam finición de Cicerón {de rep. 1, 25 39),
bién del pueblo; populus romanus es una reunión de individuos ligados,
la designación oficial del Estado ro con vistas al b ien co m ú n, por un
m ano en el interior y en el exterior, lo acuerdo un ánim e o, más precisamen
que se expresa en el hecho de que el te, por estructuras jurídicas. El popu
ámbito de vigencia del derecho rom a lus es un elemento fundamental, a u n
no está ligado al ámbito personal del que no exclusivo, de la civitas, que
ciudadano y no al espacial del territo podría considerarse, en fin, como una
rio romano. Sin embargo, frente a la forma de res publica y ser definido
polis griega, que identifica el Estado como una com unidad jurídicamente
con la co m un idad de ciudadanos, la organizada cuyo centro está consti
concepción jurídica rom ana supera tuido por u n a ciudad.
esta realidad concreta para llegar a la En la doctrina política romana, la
noción abstracta de res publica. Nos civitas es como la respublica un corpus,
encon tram os así con tres términos una colectividad, y el régimen de la
8 Aka! Historia del Mundo Antiguo
ciudad es aquel que com porta los tres sible, por ello, que en el derecho esta
órganos fundam entales de toda ciu tal rom ano apenas tenga cabida la es
dad: asam blea, consejo (Senado) y peculación teórica sobre cuestiones
magistrados. constitucionales frente a la im portan
El concepto abstracto.de respublica cia reflexiva y atenta a las tareas prác
como «conjunto de asuntos e intere ticas de la administración.
ses de todo el pueblo», interpuesto La lenta construcción a lo largo de
entre los conceptos de civitas —forma generaciones de la constitución ro
de Estado— y populus —comunidad de mana, si por una parte ha generado
ciudadanos—, tiene importantes co n dudas y controversias sobre com pe
secuencias constitucionales de las que tencias y cuestiones importantes de la
la fundamental es la independencia administración pública, por otra, ha
del modo en que se desarrolla la a d hecho de ella u n instrumento capaz
ministración cíe los intereses y asu n de adaptarse a nuevas exigencias y si
tos del pueblo, es decir, de la constitu tuaciones, sin rupturas ni cortes vio
ción y de la form a de Estado. El lentos, ofreciendo la posibilidad de
concepto abstracto de res publica no entregar la dirección del Estado a un
exige que el pueblo adm inistre por sí pequeño círculo de familias dirigen
mismo sus intereses, que pueden con tes que h a n asegurado la perdurabili
fiarse a un reducido círculo de perso dad y homogénea utilización de los
nas dentro del populus, las cuales por fundamentos del Estado tan bien o
tradición, experiencia y capacidad, de mejor que en el caso de u na constitu
acuerdo con el concepto romano, es ción escrita.
tán llam adas a esta tarea. A la clari Pero en todo caso, más que en otras
dad lógica del pensam iento rom ano formaciones políticas de la Antigüe
corresponde no ab a n d o n a r la defen dad, la constitución de la República
sa de los asuntos de Estado a u n a rom ana es un organismo vivo que a
asam blea p o p u la r colectiva y, con lo largo de sus casi cinco siglos de vi
ello, personalmente irresponsable y, gencia ha experimentado transform a
com o co n ju n to , in c a p a z de o brar, ciones o adaptaciones que, sin afectar
sino exclusivamente a adm inistrado a su esencia, han significado profun
res p ers o n a le s , e n c a rg a d o s p o r el dos c a m b io s en las in stitu cio n e s.
pueblo, que como entes individuales Ante la tarea de describir éstas, surge
con personalidad propia actúan con el problem a de decidir si se siguen en
plena responsabilidad. Son éstos los el tiempo sus vicisitudes históricas,
magistrados, al lado de los cuales el íntim am ente ligadas al propio desa
Senado, un colectivo escogido, c u m rrollo político de la República —lo
ple una función de consejeros de es que s u p o n d ría h a c er u n a historia
tos individuos para la justa utiliza constitucional— o si se analizan en
ción del poder que se les ha confiado. sus rasgos esenciales, tal y como ap a
Otro elemento fundam ental de la recen en la época de estabilidad ante
adm inistración estatal rom ana es la rior a la crisis del último siglo repu
falta de una constitución escrita, que blicano. Hemos optado por la segunda
suple la tradición, el mos maiorum, se posibilidad, que el carácter general
gún la cual se desarrolla en la prácti de esta exposición y la deseada clari
ca la vida pública. Es cierto que a lo dad aconsejan. La fijación de los ca
largo del tiem p o se a c u m u la n un racteres fundamentales de las institu
gran número de leyes formuladas por ciones rom anas se desarrolla p a r a
escrito que regulan y precisan los p a r lelamente a las vicisitudes de política
ticulares de la administración públi interior del prim er siglo y medio de la
ca, pero que nunca atañen a los prin República, caracterizado po r la lucha
cipios fundamentales. Es c o m p re n de estamentos. A partir del último ter-
Instituciones politicas de la República rom ana 9
El orden social rom ano a partir del den a partir de la segunda mitad del
siglo III a. C. es consecuencia del fi siglo IV a. C. se verá enturbiada por
nal de la lucha de estamentos, que las consecuencias de las guerras con
había caracterizado, desde los oríge tra Cartago y de la subsiguiente ex
nes de la República, la historia inter pansión rom ana en el Mediterráneo,
na de Roma. El enfrentam iento de especialmente por lo que respecta a la
patricios y plebeyos en el siglo V y pri plebe rústica, fuertemente castigada
mera mitad del IV da paso, a partir de por las guerras y por las nuevas ten
las leges Liciniae-Sextiae de 367, a la dencias económicas del capitalismo
formación de un nuevo orden social latifundista, y a los esclavos, cuyo nú
con un carácter complejo y diferen mero se increm entará en enorme pro
ciado. Com o consecuencia de la ex porción a partir del siglo II. Un nuevo
pansión romana en Italia, en el Estado factor es también la definición como
no sólo se incluye la población pro estamento privilegiado de la sociedad,
piamente rom ana, sino otros pueblos por debajo de los senadores, de la cla
itálicos, heterogéneos en cuanto a su se de los caballeros, el orden ecuestre.
composición social y su nivel cultu
ral. Así, frente a la antigua distinción 1. La nobilitas
simplista entre patricios y plebeyos,
la sociedad se articula en clases bien La lucha de patricios y plebeyos no
diferenciadas en las que juegan diver condujo en R om a al establecimiento
sos factores: la condición jurídico- de un régimen democrático co m p ara
política, el sector económico, el grado ble al de Atenas tras la tiranía de Pi
de riquezas, el nacimiento, las rela sistrato, sino a la im plantación de un
ciones familiares..., que contribuyen a nuevo orden aristocrático en el que
fabricar una pirám ide social com ple ya no tiene, o no tiene fundam ental
ja, en cuya cúspide se asienta el grupo mente, significación el origen patri
num éricam ente pequeño de los sena cio, sino la pertenencia a los cuadros
dores, coronado por el aún más res dirigentes de la política, como conse
tringido de la nobilitas, y. que tiene en cuencia de la investidura de una alta
su base a la plebe rústica y urbana, y m agistratura, in d ep en d ie n te de un
más abajo aún a los esclavos. origen patricio o plebeyo. Aglutinada
La relativa estabilidad de este or en el Senado, esta nobleza constituye
Instituciones politicas de la República rom ana 11
num éricam ente u na parte insignifi vida privada un estilo de vida que los
cante del cuerpo ciudadano: aproxi convierte en ejemplo a imitar. La no
m adam ente unos 300 miembros, de bleza senatorial ha acuñado con su
los que destaca todavía un grupo m u tradición u na conciencia cuyas raíces
cho más restringido, la nobilitas, ape se h u nden en la propia religión. Me
nas un grupo de veinte familias sena diante la monopolización de los sa
toriales —entre ellas, los Fabii, Comelii, cerdocios im ponen su voluntad a tra
Aemilii y Claudii—, que cuentan con vés de la relación con la divinidad,
algunos miembros que han ejercido como sus únicos intermediarios, re
la más alta magistratura del Estado, presentantes e intérpretes. La catego
el consulado, y que determ inan con ría ética que aglutina esta conciencia
su prestigio social y su influencia po es el mos maiorum , la tradición de los
lítica el curso del Estado. antepasados, que con sus heroicas
La aristocracia senatorial con la hazañas han hecho posible la gran
nobilitas a la cabeza se distingue de deza y la prosperidad de Roma, que
los restantes grupos y estamentos so sus d e s c e n d i e n t e s c o n t r i b u y e n a
ciales por privilegios, actividades, for mantener.
tuna, prestigio y conciencia de clase, Por supuesto, esta posición dirigen
y durante la época de su formación te de la nobleza senatorial en el orden
—entre la mitad del siglo IV y la m i social rom ano sería impensable sin
tad del siglo I I I — contempla la posi una base económica. La nobilitas —
bilidad de adm itir a nuevos m iem término que, aunque en sentido es
bros en su grupo, procedentes de fa tricto define soplam ente a aquellas
milias no senatoriales, que al acceder familias que cuentan entre sus miem
a una magistratura ennoblecen a la bros con. al menos, un cónsul, aplica
familia a la que pertenecen, que pasa mos generalizando al conjunto de fa
a engrosar los cuadros de la aristocra milias cuyos miembros tienen acceso
cia. Sin embargo, a lo largo del tiem al senado, institución por antonom a
po, estos homines novi se hacen cada sia de la clase dirigente— constituye
vez más escasos, en sentido propor el grupo de los ricos terratenientes en
cionalmente inverso a la afirmación el interio r de la sociedad rom an a
de la nobleza, que termina por que frente a un cam pesinado humilde o,
dar prácticamente cerrada a todo ele a u n q u e a c o m o d a d o , muy lejos de
mento exógeno, au nqu e de forma teó com pararse a ellos en extensión de
rica p u d ie r a p e r m a n e c e r siem p re propiedades. Determinaciones lega
abierta a la capacidad personal de les, como la lex Claudia de 218, toda
cualquier ciudadano. vía van a definir más precisamente
La posición preeminente de la aris este carácter agrario de la nobleza,
tocracia en la sociedad resulta en p ri que lleva al desarrollo en su beneficio
mer lugar del hecho de que sus miem del capitalismo latifundista con mano
bros determ inan la política: invisten de o bra servil, característico de la
las magistraturas, com ponen el Sena agricultura italiana a partir del siglo
do y d om inan las asambleas. Este po Il a. C.
der político está asegurado, no sólo Influencias políticas, prestigio so
institucionalmente, sino mediante re cial y poder económico de la nobilitas
laciones económico-sociales que li autorizan a calificar el orden social
gan a amplias masas de la población rom ano como aristocrático. Sus privi
ciudadana, sobre todo a través de los legios ja m á s serán a m en a zad o s ni
pactos de patronato y clientela, con puesta en entredicho su praxis políti
distintas familias senatoriales. Pero ca. Una vez cerrado el conflicto de es
no en m enor proporción imponen en tamentos, nunca se volverá a una lu
el ámbito de las costumbres y de la cha entre nobleza y pueblo, ya que el
12 Akai Historia dei Mundo Antiguo
,
K’ V· ¥--· V ·■' -V- Ιί t 1■, ■
V '
ϊ ;» / . « Μ 1-· «;;l ï/
iit; $ i í V ; > ! ■■ I V
•VHTy
,.·.ι4ί
\,v ■
‘ i K M M W u a < Λ β β Λ Λ Μ Λ 1KÍ«i
/,v. *·> f.Û
ttÊrÆUtWWiXi Viíú'í, '
pvf*ræ*'··
j-v,.* .v *V«r.·*
senatorial y, en ocasiones, enfrentado los que los más importantes son los
a ella por intereses contrarios. publicani— fuerte e influyente. Los
Su preeminencia social también pro caballeros, aunque no tienen acceso
cede de su poder económico. Como directo al poder, term inarán por ser
los senadores, se trata también de gran lo suficientemente influyentes como
des propietarios agrarios, pero de la para hacer oír su voz e inclinar las
clase ecuestre se destaca un grupo decisiones del Senado a través de los
que aprovecha las nuevas posibilida grupos nobiliarios que se identifican
des económicas derivadas de las fuen con sus intereses económicos.
tes de riqueza que abre a Roma el
dom inio del Mediterráneo, en parte 3. La plebe
c erradas por leyes com o la citada
C laudia al estamento senatorial. La Pero el núcleo fundamental de la so
actividad especuladora, el arren d a ciedad rom ana está compuesta por
miento de las obras públicas y recur campesinos, término que, aún bajo el
sos del Estado, el comercio marítimo, denom inador com ún de su pertenen
la banca y los préstamos coadyuvan a cia al cuerpo cívico romano y del goce
crear un grupo de empresarios —de de sus derechos, abarca, sin embargo,
14 AkaI Historia del Mundo Antiguo
La superposición del concepto abs vidor del mismo, concepto éste que,
tracto de res publica en la com unidad en contraposición al de magister, se
co nc reta de c iu d a d a n o s ro m p e la expresa con el término minister, «el
identidad absoluta entre cuerpo cívico que es o puede menos». El propio de
y Estado. Como consecuencia, no es el sarrollo histórico de la magistratura
pueblo el que toma en sus manos ni rom ana explica esta característica: en
directa ni exclusivamente los negocios la lucha de estamentos constituyó el
del Estado; éstos son objeto de u n deli instrum ento del grupo dom inante p a
cado reparto entre distintas institucio tricio contra los plebeyos y, por tanto,
nes públicas, que se agrupan en tres brazo ejecutor de todas las tareas que
ámbitos: magistratura, consejo o Sena en esta lucha se presentaban a la co
do y asambleas, comunes en principio m unidad estatal. Pero el fin de la lu
de otras fo rm as de c iu d a d -e s ta d o cha no trajo consigo la eliminación o
antiguas, pero en el caso de Roma su dosificación de estas tareas, porque la
jetas a peculiaridades que hacen nece situación exterior aconsejaba un eje
sario profundizar en su contenido. cutivo fuerte, que el sentido conserva
dor rom ano en la fase histórica si
1. Las magistraturas. guiente de expansión ya no pudo o
Concepto no se planteó cambiar. Así p erm ane
ció la magistratura con un poder su
La magistratura es la gran contribu perior al de cualquier funcionario de
ción del genio político rom ano a la otros estados antiguos, naturalmente
técnica de gobierno; su especial im dentro de los límites impuestos por la
portancia dentro de él autorizan a ca nobilitas, que la había desarrollado
lificarla con Cicerón de fundamento como un instrumento de dominación.
del Estado y por ello la com prensión M agistrado es llam ado todo aquel
de su esencia y función es necesaria que ejerce una función pública secu
para tener una imagen precisa del or lar (frente a las de tipo religioso) y en
den estatal romano. la ciudad {domi, frente a los oficiales
El propio término com ún que la militares fuera de los límites de la
designa es aplicable al magistrado y a urbs). La autoridad del magistrado en
la función com o tal, con una raíz, su función deriva de la legitimación
magis, «el que es o puede más», indi de u na elección por la asamblea po
ca que no se trata sim plemente de p ular correspondiente, de ahí su títu
una función delegada, pública y con lo de magistratus populi, y en la R epú
creta. El magistrado es más portador blica clásica la elección es un requisi
y exponente del poder estatal que ser to indispensable para el cargo públi-
Instituciones politicas de la R epública rom ana 17
co, a excepción de la dictadura, magis mentación se producen varios agolpa
tratura de carácter extraordinario. C o mientos de sus respectivas funciones.
mo portador del poder estatal y no Los entrecruzamientos e interferencias
como mero ejecutor del mismo, no que podrían surgir como consecuencia
existe en la Roma republicana ningún de ello se evitan con una estricta regu
poder por encima del magistrado co lación, apoyada en unos principios
rrespondiente; como consecuencia de fundamentales.
ello, el concepto romano de magistra Según estas agrupaciones, se distin
do implica la unidad de mando civil y guen en principio magistraturas patri
militar. Todos los magistrados son ho cias y plebeyas, según procedan del Es
norarios, esto es, no reciben una com tado patricio o hayan nacido como
pensación económica e incluso el tér consecuencia de la organización para
mino honos (honor) es, con el de m a lela que se da la plebe en la época de
gistratus, el que designa a la función la lucha de estamentos, como es el
pública. Este carácter gratuito es la caso de la edilidad y del tribunado ple
consecuencia del hecho de que los ma beyo. La jurisdicción sobre la elección
gistrados pertenecen a la nobilitas o a de las categorías patricias —cónsul,
las clases más altas (caballeros). Otra pretor, edil curul y censor— recae so
característica fundamental del magis bre los comicios centuriados; en cam
trado es la exacta e inmodificable limi bio, para las magistraturas plebeyas
tación temporal de su función, nor —tribunos y ediles— es competente la
malmente al período de un año, con asamblea por tribus. Las magistratu
excepción, por razones especiales, de ras patricias actúan bajo la autoridad
la dictadura y de la censura. del Senado. Legalmente esto no debe
Las magistraturas romanas, nacidas aplicarse a los magistrados plebeyos,
en última instancia de la necesidad de aunque el Senado, a comienzos del si
encontrar un sustituto al poder real, se glo II, ha logrado controlarlas también
han desarrollado a lo largo de varios por medios indirectos. También se dis
siglos, aum entando y complicándose, tingue entre magistrados curules y no
pero sin ser sustituidas ni eliminadas. curules, según utilicen como símbolo la
Con ello, en su estadio final de sedi silla curul, adornada de marfil, o su
18 Aka! Historia del Mundo Antiguo
a) El im perium
El concepto de imperium indica el
conjunto de la autoridad concreta, los
derechos y prerrogativas que corres
ponden al magistrado que lo posee. Planta de la Basílica de Pompeya
Por el poder de m ando y privilegios (según García y Bellido).
que comporta está restringido a las más
altas magistraturas, concretamente al posesión del imperium aquellos m a
consulado y pretura, aunque en este gistrados regulares que habían suce
último caso con un imperium subor dido in m e d ia ta m e n te a la antigua
dinado al de la primera. A lo largo de m onarquía, es decir, los cónsules y
la República el imperium es concedi los pretores. Si originariam ente las
do por la asamblea por centurias a implicaciones del imperium h an debi
través de la elección y formalizado do ser militares ante todo, en la época
por las asambleas por curias en el clásica constituyen el atributo de la
acto solemne de inauguración o inves magistratura civil. Imperium es lo que
tiduras m ediante la llam ada lex de puede llamarse símbolo legal de lide
imperio. razgo político, el suprem o derecho
Es difícil traducir en términos ra para im partir órdenes en todos los
cionalistas el concepto rom an o de asuntos públicos. Al imperium es in
imperium, que conlleva una buena herente el derecho de vida y muerte
ca ntida d de im p ond erables simbó- sobre todos los ciudadanos, natural
lico-místicos. La palabra parece pro mente sólo en caso de emergencia,
ceder de una esfera originaria mágico- pero que incluye también en tiempos
religiosa y en principio designaría la normales jurisdicción sobre crímenes
especial fuerza mágica del caudillo capitales. Su ejercicio es básicamente
en su concepción más primitiva, para discrecional y la única limitación de
d om inar a su pueblo y conducirlo a la jurisdicción capital es el derecho
la victoria. Al parecer, por tanto, de de la persona afectada de apelar a la
signaba el poder del rey. Por ello, en asam blea por centurias mediante la
época republicana, sólo estaban en provocatio.
Instituciones políticas de la República rom ana 19
En el caso de dos magistraturas es que, por otra parte, en general, basta
peciales, no se cumplía la condición ba para las especiales necesidades que
de la anualidad por razones que em a exigía su cargo: un estado de excep
n a b a n de la propia naturaleza del ción como consecuencia de una ap u
cargo: se trata de la censura y de la rada situación de guerra.
dictadura. En el prim er caso los cen La complicación de competencias,
sores ejercían su función durante die especialm en te c u a n d o se cum plen
ciocho meses cada cinco años como fuera de Roma, au nque no fue sufi
consecuencia de la dificultad y com ciente para romper con el legalismo
plejidad de las tareas que en el cum anual, desarrollaron pragm áticam en
plimiento de su magistratura debían te la costumbre de la prorrogado, o
absolver. El dictador, por su parte, prolongación de la función, no de la
magistrado de excepción dotado de magistratura, a su antiguo titular, por
poderes extraordinarios, sólo podía el tiempo que se estimase convenien
c um p lir su función p o r un tiempo te hasta la solución de un asunto.
máximo de seis meses. La razón de Esta prórroga era especialmente im
esta limitación se encuentra, sin duda, portante en los casos de los magistra
en la misma m agnitud de sus poderes dos con m ando militar sobre un cam-
22 AkaI Historia del Mundo Antiguo
derecho a ello (ius agendi cum senatu, ta, formando grupo (pedibus in senten
ius referendi ad senatum), n orm alm en tiam ire) alrededor del senador corres
te los portadores del imperium, cónsu pondiente. De ahí el nombre de peda
les y pretores, y posteriormente los tri rii que estos senadores recibían. Ésta
bunos de la plebe. El Senado se reu era la forma de votar, por separación
nía en locales cerrados, en edificios de los senadores en dos grupos, según
especialm ente dedicados a este fin su opinión (discedere). Si se juzgaba
(las curias, de las que había varias en conveniente la decisión así adoptada
Roma) o en el interior de determ ina por mayoría se redactaba por escrito:
dos templos. Las sesiones estaban re era el llam ado senatusconsultum.
guladas con m ucha precisión. El m a
g is tra d o qu e h a b í a c o n v o c a d o la Competencias
r e u n ió n y q ue a c tu a b a al m ism o No es fácil expresar de m odo concre
tiempo de presidente presentaba las to las distintas competencias del Se
cuestiones objeto de discusión (rela nado. Su significación para la Roma
tio) en forma de discurso, del que se republicana era esencialmente mayor
derivaban propuestas concretas, so que su función en sentido estricto.
bre las que el Senado había de dar su Frente a los magistrados renovados
opinión (sententia). La sucesiva inter anualmente, el Senado representaba
vención de los patres se ajustaba a un el núcleo firme y duradero del Esta
estricto orden de dignidades: carácter do, el elemento que otorgaba a la p o
patricio o plebeyo de sus miembros y, lítica rom ana su estabilidad y consis
sobre todo, magistraturas revestidas tencia. Y si bien en sentido estricto el
por cada senador, que determ inaban Senado no gobernaba en su papel de
su locus o rango. El más alto corres consejero de los magistrados, de he
po ndía a los antiguos dictadores y cho puede considerarse como el au
censores, seguido por los consulares, téntico gobierno de Roma. El peso
antiguos pretores, ediles y tribunos, y, del Senado y su ámbito de com peten
finalmente, cuestores, que, en cada cias fue creciendo con la expansión
categoría, a su vez, se o rd enaban se de R om a y su transformación en una
gún la edad. El senador con mayor potencia mundial. Com o consejo de
dignitas era llam ado princeps senatus y los magistrados, el Senado, era en úl
su puesto se consideraba un gran h o tima instancia el punto de confluen
nor. Cada intervención se cerraba con cia de la nobilitas dirigente y, como
una propuesta concreta (censeo) y no tal, se com prende que prácticamente
existían reglas fijas sobre el derecho entendiera en cualquier asunto de in
de hacer uso de la palabra, en gene terés para la dirección del Estado. Si
ral, ilimitado, lo mismo que el tiempo tenemos en cuenta que los magistra
utilizado en las distintas intervencio dos eran los órganos ejecutivos de la
nes, que podía en ocasiones conver voluntad del Senado, puesto que en él
tirse en un medio de obstrucción. In se integran, de él salen y a él revier
clu s o ni s i q u i e r a era o b lig a to r io ten, se com prende que toda la activi
mantenerse ceñido al tema concreto dad estatal se encuentre prácticam en
de la cuestión planteada; también po te en sus manos, actividad múltiple
d ía n pre sen tarse pro p u e sta s sobre que abarca los ámbitos de la religión,
otros asuntos con la fórmula ceterum política exterior, finanzas, adm inis
censeo («por lo demás opino»). N a tu tración y orden interno.
ralmente no todos los miembros del En el ámbito de la religión, es el Se
Senado expresaban su o pin ión , en es nado el guardián de los cultos de la
pecial los incluidos en las categorías ciudad y decide sobre la dedicación
más bajas que, en general, se limita de templos, adm isión de nuevos dio
ban a adherirse a una u otra propues ses, fijación de fiestas...
Instituciones políticas de la República rom ana 37
Aka I Historia del Mundo Antiguo
38
1. Tem plo de S a tu rn o
2 . T a b u lla riu m
3. R ostra d e épo ca de C ésar ' Ί
4 . R ostra de épo ca re p u b lica n a
5. M arsias
6. Lacus C urtiu s
7. L apis N iger
8. Basílica Porcia
9. C uria H ostilia
1 0 . C uria Julia
1 1 . Foro de C ésar
1 2 . Basílica Em ilia
to, dando lugar a la división del pue 241 a. C. Finalmente, un tercer princi
blo en base a tres principios distintos pio era el timocrático, de acuerdo con
y, como corolario, a la existencia p a la fortuna de los ciudadanos, el repar
ralela de al menos tres, o cuatro, dis to del pueblo rom an o en cinco clases
tintas asambleas que, si en particular censitarias, subdivididas en un nú
representan cada una de ellas al con mero mayor de centurias. En corres
junto del populus, lo hacen desde dis pondencia con estos principios exis
tintos puntos de vista. En este princi tían en Roma tres (o cuatro) asambleas,
pio descansa la comprensión del cier los comicios por curias, por tribus y
tamente com plicado sistema romano por centurias, sobre cuyas caracterís
de asambleas. ticas vamos a incidir a continuación.
El m ás antiguo p rincipio era el
gentilicio, la división del pueblo por Comicios por curias
familias y linajes. En Rom a se orde Las asambleas más antiguas, proce
naban según este principio las treinta dentes de época real y reducidas du
curias, procedentes de época real, que rante la República a puro formalis
en la República clásica habían perdido mo, son los comitia curiata, en los
ya toda su significación. El segundo cuales el principio de ordenación del
principio era el territorial, la división pueblo son las treinta curias. Esta
del territorio de Rom a en determ ina agrupación no tenía ya vigencia en
dos distritos, en los que era inscrito época histórica, hasta el punto de que
cada ciudadano de acuerdo con su re m uchos ciudadanos ignoraban la cu
sidencia, las tribus, 35 a partir del año ria a la que pertenecían. Por ello la
42 Akal Historia del Mundo Antiguo
ta porque en las asambleas por centu tante, la pauta para las siguientes.
rias no era el individuo el que con su Entre 241 y 218 a. C. tuvo lugar una
voto singular expresaba su parecer, reforma de los comicios por centurias
sino que era la centuria la unidad de de carácter y alcance imprecisos. Las
voto. Así pues, al ser 193 las centurias fuentes que nos docum entaban sobre
y, por tanto, los votos, la mayoría ab esta reforma —Livio y Dionisio— no
soluta se alcanzaba con 98, que era son suficientemente claras y explíci
precisamente la suma de las centurias tas, aunque su propósito parece h a
de los equites (18) más las de la prim e ber consistido en relacionar el núm e
ra clase (80). Si tenemos en cuenta ro de las tribus —que en 245 había
que la votación se realizaba por rigu alcanzado la cifra m áxim a de 35—
roso orden de las clases de superior a con el de centurias, de m odo que, a
inferior, y que, una vez alcanzada la partir de la reforma, las centurias vo
mayoría, se p aralizaba la votación, tasen en el ámbito de las tribus, con
pocas ocasiones se ofrecían a las cen virtiendo defacto a la tribu en unidad
turias de las clases inferiores para de voto, incluso en los propios comi
ejercer su derecho de voto. Pero ade cios por centurias. Pero, sobre todo,
más esta votación estaba ya en gran parece que se intentaba retocar la dis
parte inclinada desde sus comienzos tribución de las centurias en el inte
por la existencia de la centuria prae- rior de las clases, para sustraer a la
rrogativa, elegida entre las más influ primera la mayoría absoluta y com
yentes, que, al votar antes que las de pensar, en cierta m edida, las desi
más daba con su decisión una especie gualdades de las respectivas clases.
de presagio y, lo que es más impor- Seguramente, para lograr tal fin, las
vi
i
! Basilica
Ί '
1 Porcia j
¡
i Γ 11
« 1
Career i1---- — ----- — J11¡ 1
1
{Curia Hostilia i
p
Columna /, / " * # ' 4® \
Maenia ¡ *>1* N
i S %III»" \ \
í "¡lili Com itlum ¡mili
mil
i
i
I ΊΒΆ
W
»
MJ
Graecostasis
"^Rostra
Lapis Niger' —
nim a expresión. En todo caso, la obli los estados más avanzados contem
gación o el derecho a servir como sol poráneos helenísticos o influidos por
dado está profundam ente grabada en el helenismo habían derivado al re
la conciencia del ciudadano; el ejérci curso del mercenariado. El ejército
to cívico es consustancial con la ciu hoplítico rom ano del siglo V, m odela
dad. El ci ves en su calidad de soldado, do con criterios timocráticos, es un
bien subrayado con el término miles, ejército de ricos que, en un precario
es consciente de que sobre él descan estado, ha de tom ar a sus expensas
sa la defensa de la ciudad al lado de arm am ento y subsistencia.
los demás ciudadanos, incluidos en
una m áquina disciplinada que hace El ejército manipular.
de él más un com batien te que un El stipendium
guerrero. Un conjunto de circunstancias inter
R o m a n u n c a h a r e n u n c i a d o al nas y exteriores había de transform ar
ejército de ciudadanos como única este ejército primitivo de ricos a rm a
forma de defensa nacional, cuando dos a sus expensas o de adsidui con
Instituciones políticas de la R epública rom ana 49
armam entos acordes con sus posibili líneas —hastati, principes y triarii—
dades, en beneficio tanto de una ne por su diferente arm am ento termina
cesaria uniform ización como de un ron por hacerlo siguiendo ya sólo el
reparto más racional de los pesados criterio de la edad. Y sobre todo pro
deberes militares. La com plicación dujo una rotura de la identidad entre
creciente y la am pliación del hori ordenam iento político y militar, m a
zonte tradicional desde com ienzos nifestada en la pérdida de im portan
del siglo IV explican el inicio de una cia de la centuria, frente al nuevo sis
política de expansión que marca un tema manipular, más flexible y eficaz,
nuevo período en la historia militar en el que el manipulum, compuesto
rom ana y cuyo rasgo más característi por dos centurias, pasó a ser la uni
co es la introducción del stipendium o dad táctica básica. La legión m anipu
soldada para in dem n izar a los ciuda lar, que sustituye seguramente a fina
danos que efectivamente soportan so les del siglo IV a la rígida formación
bre sus hom bros el servicio de las de la falange hoplítica, significa el
armas. alejam iento ro m a n o de la concep
La introducción de la soldada co ción bélica de sus modelos griegos y
m ienza a cuestionar los principios una neta superioridad frente a éstos
fundamentales del estado timocrático que quedaría dem ostrada en la gue
basado en la ecuación a m ayor censo rra contra Pirro.
mayores deberes militares y más a m
plios derechos políticos. El stipendium El dilectus
no es propiam ente un salario y, por La uniform idad introducida en los
tanto, en absoluto se encuentra en re cuadros del ejército significó que el
lación con u n a profesionalización, ordenam iento centuriado ya no sirvió
sino u n a contribución estatal o com de base para la organización del ejér
pensación a los adsidui o poseedores cito. En su lugar, seguramente desde
de los perjuicios causados por el pro mitad del siglo III a. C., el nuevo sis
longamiento invernal de las acostum tema de leva se basó en las tribus, es
bradas cam pañas estivales, tanto más decir, en las circunscripciones territo
frecuentes cuanto más se alejaba el riales —rústicas y u rb a n a s — del terri
escenario bélico del territorio de la torio rom ano. Sólo se m an tuv o el
ciudad. Por supuesto, esta indem ni principio de reclutar a los soldados ex
zación era baja, ya que apenas estaba classibus, o sea, de entre las cinco cla
destinada a cubrir la subsistencia y ses de adsidui, excluyendo como antes
acaso tam bién el equipo. Según los a los proletarii o capite censi.
datos de Polibio el legionario romano De todos modos, si el servicio mili
recibía dos óbolos por día, cantidad tar es obligatorio para los ciudadanos,
que se doblaba para el caballero y se no es en cambio efectivo. De hecho,
triplicaba para los centuriones. Esta Roma no ha conocido hasta muy tar
suma no experimentaría sustanciales de el ejército perm anente e incluso
variaciones hasta la reforma de César teóricamente puede ocurrir que, en
y se estima que venía a representar ciertas épocas, el Estado rom ano no
por año alrededor de 90 a 100 den a cuente con un ejército movilizado. La
rios, cifra muy por debajo del salario práctica adaptación de los medios a
medio obrero de la época. las necesidades supone en principio
El pago del stipendium tuvo como una elección limitada tanto de los su
consecuencia privar poco a poco a la jetos movilizados como del tiempo de
milicia ciudadana de su esencia cla movilización. Esta elección, dilectus,
sista, manifestada en el hecho de la es en R o m a s in ó n im a de recluta
uniform ación de los legionarios que, miento. Del dilectus están exentos los
si en un principio form aban en tres proletarii y capite censi que no alean-
50 A ka l Historia del M undo Antiguo
zan el censo m ínim o para ser consi mente las condiciones del servicio sin
derados como adsidui, fijado en una paralelamente atender al modus vivendi
renta anual entre 11.000 y 12.500 ases, del soldado, aceptaba ya una p erm a
es decir, de 1.100 a 1.250 denarios, nente contradicción de consecuen
aproxim adam ente un séxtuplo de la cias imprevisibles. La consecuencia
cantidad establecida como stipendium lógica que hubiera podido esperarse,
o soldada. es decir, la apertura de las legiones
Una vez que se alcanza en el ejérci a todos los proletarii, sin embargo,
to la uniform ación y deja, por consi no se dio: el gobierno prefirió recu
guiente, de tener significado la perte rrir a medidas parciales e indirec
nencia a u na de las cinco clases del tas, de las que la más evidente fue
censo en orden a arm am ento y rango la reducción del censo serviano, es
del soldado correspondiente en las fi decir, de la capacidad financiera ne
las legionarias, es ya sólo el censo m í cesaria p ara ser reclutado, primero de
nimo de la quinta clase el que, esta 11.000 a 4.000 ases, hacia el 214 a.C., y
bleciendo la diferencia entre adsidui y posteriormente hasta incluso los 1.500.
proletarri. señala la aptitud o descuali- El cuerpo cívico rom ano hubo de
ficación del servicio activo, del que, acostumbrarse a soportar las conse
en casos determinados, ni siquiera es cuencias del imperialismo, y las cre
tos últimos están totalmente exentos, cientes exigencias de sangre descar
en los casos de leva extraordinaria, gadas sobre un núcleo de agricultores
conocida como tumultus, en la que, arruinados a los que se privaba de
sin respetar las formas y exigencias medios y tiempo para rehacer sus h a
de la constitución censitaria, se movi ciendas, no sólo tra n s fo rm a ro n la
lizan todos los recursos de hom bres realidad del ejército sino las propias
de la ciudad, es decir, tam bién los bases socioeconómicas del cuerpo cí
proletarii. vico. C om o no podía ser de otra m a
nera, se produjo un continuo deterio
Los problemas de reclutamiento ro de las condiciones económicas de
en la época de expansión los adsidui que tendieron a disminuir
La necesidad de com paginar deberes como consecuencia de la regresión
militares y ocupaciones privadas de demográfica ocasionada por las gue
sarrolla una serie de usos que, si no rras, el empobrecimiento general y la
con la categoría definitiva de leyes, depauperación de las clases medias,
regulan el sistema del dilectus, redu que em pujó a las filas de los proletarii
ciendo los 44 años teóricos de servicio a m uchos pequeños propietarios. La
activo —de los 17 a los 60— a sólo 16 anexión de los primeros territorios ul
o 20 cam pañas anuales. En el prim er tram arinos como consecuencia de la
siglo y medio de la República, estas victoria de la primera guerra púnica,
cam pañas estacionales coincidían ge enfrentó al Estado rom ano con la ne
neralmente con el período de obliga cesidad de m an ten er ejércitos, p er
do reposo en la agricultura y permitía m anentes de hecho, en plazas aleja
al cives-miles com paginar su trabajo das. Si en los diez últimos años de la
habitual como campesino con sus de segunda guerra púnica Roma puso
beres militares. Pero e f progresivo en pie de guerra a 50.000 legionarios
alejamiento de los frentes y la necesi —de u n núm ero total de adsidui cal
d ad de m a n te n e r tropas de form a culado en unos 75.000 ciudadanos—,
in in te rru m p id a sobre un territorio, la com plicada política exterior des
con la rotura de la tradicional alter pués del 202 exigió fuerzas bélicas no
nancia cíclica del campesino-soldado, menos importantes. Así, entre 200 y
fueron el origen de una crisis del ejér 168, hasta la batalla de Pidna que cie
cito que, al c a m b ia r c o n sid erab le rra una etapa de la política exterior
Instituciones políticas de la República rom ana 51
■■ Λ ',W vW - (’srç
V ' ¿‘Ύ *
mSÊKtl
Friso de la basílica Emilia en el Foro de
Roma (siglo I a.C.).
Bibliografía
Roegler, G.: Die lex Villia annalis. Heidelberg. Sherwin-White, A.N.: The Rom an Citizenship.
1959. Oxford, 19732.
«The R om an C itizenship. A survey o f its de
Sobre los cónsules velopm ent into a world franchise», tn A N R W I,
Lippold, A.: Consules. Untersuchungen zur Ges- 2, Berlin. 1972, 23 ss.
chichte des romischen Konsu lates von 264 bis 201 Sobre el concepto de populus
V. Chr.. Bonn, 1963.
Catalano, P.: Populus Romanus Quirites. Turin.
Sobre la pretura 1974.
Serrao, F.: La «iurisdictio» del pretore peregrino. Sobre las asam bleas rom anas
M ilán. 1954.
Bostford, G.W.: The Roman Assemblies from their
Stela Maranca, F.: Fasti praetorii dal 366 al 44 Origin lo the E nd o f the Republic. Nueva York.
a.C. Rom a. 1927. 1909.
Sobre la censura Niccolini, G.: Sui comizi romani. Rom a. 1925.
Calderini, R.: La censura in Roma antica. Milán. Nicolet, C.: «Rom e et les élections» R E L 45.
1944. 1967. 98 ss.
Suolahti, J.: The Roman Censors. Helsinki. 1963. Staveley, E.S.: Greek and Roman Voting and
Sobre la edilidad Elections. Londres. 1972.
Sabatucci, D.: «L 'edilitá rom ana». Memorie Ac- Taylor, L.R.: The Voting Districts o f the Roman
cad. Lincei. 8. 6. 1954. 255 ss. Republic. Rom a, 1960.
Sobre el tribunado de la plebe Roman Voting Assemblies, A nn Arbor. 1966.
Bleicken, J.: Das Volktribunat der klassiseben Re- Sobre los comicios curiados
publik. M unich, 1968". Palmer, R.E.A.: The archaic community o f the
Niccolini, G.: II tribunato della plebe. M ilán. Romans. Londres. 1970.
1932. Siber, H.: «Die áltesten rom ischen Volksver-
Sobre la dictadura sam m lungen». Z R G 57. 1937. 233 ss.
Buzzato, G.I.: «A ppunti sulle dictadure». Stude Sobre los comicios centuriados
de Francisai III. M ilán. 1956, 407 ss.
Callo, F.: «La riform a dei com izi centuriati».
Sobre la cuestura SD III 18. 1952. 127 ss.
Harris, W.V.: «The developm ent of Q uaestor- Le Tellier, M.: L'organisation centuriate et les co
ship. 267-8 B.C.». Class. Quart. 26, 1976. 92 ss. mices par centuries. Paris. 1896.
Sobre el Senado Mattingly, H.: «The properly qualifications of
the R om an classes». J R S 27. 1937. 99 ss.
Biscardi, A.: «A uctoritas patrum ». BIDR 48.
1941. 403 ss. Sallet, V.: L'ordenamento centuriato dalla rifor
ma di Serx’io Tullio alla tabula Hebana. Roma.
De Marini Avonzo, F.: La funzione giurisdiziona-
1959.
le del senato romano. G énova. 1957.
Taylor, L.R.: «The C enturiate Assembly before
Griffo, G.: «Attività norm ativa del senato ro
and after the Reform », AJPh 78. 1957. 337 ss.
m ano in età rep u b b lican a» . BIDR. 71. 1968,
31 ss.
Sobre los comicios por tribus
Heinze, R.: «Auctoritas», Hermes 60. 1925. 348 ss. Develin, R.: «C om itia T ributa Plebis». Athe
Loreti-Lorini, B.: «U potere legislativo del sena naeum 35, 1975, 302 ss.
to rom ano». Studi P. Bonfante IV. 1930. 379 ss. Fraccaro, P.: «La procedura del voto nei comí-
56 Akai Historia del M undo Antiguo
zi tributi rom ani». Opuscula II. Pavía. 1957. nipularhceres nach Polybios». Kleine Schriften
235 ss. II. H alle. 1924. 195 ss.
Ros, A.G.: « C om itia trib u ta -co n c ilia plebis.
«Vorstufen und Entw icklung des M anipular-
L eges-P lebiscita», Meded. Nederl. A kad. vam heeres». ibidem, 231 ss.
Wetensch. 3. 6, 1910. 251 ss.
Sobre el dilectus
Sobre la práctica política
republicana Liebenam, F.: R E (1903). art. «dilectus».
Hellegouarc’h, J Le vocabulaire latin des rela Mommsen, TH.: «D ie C o n sc rip tio n o rd n u n g
tions et des partis politiques sous la République, der rôm ischen R epublik». en Gesammelte Sch-
París. 19722. riften VI. 20 ss.
Nicolet, C.: Les idées politiques à Rome sous la Sobre los problem as de
République. París. 19702. reclutamiento
Roldan, J.M.: «El orden constitucional rom a Aigner, H.: Die Soldaten als Machtfaktor in der
no en la prim era m itad del siglo II a .C : de la ausgehenden rômischen Republik. Innsbruck. 1974.
respublica aristocrática a la respublica oligár Brunt, P.: «The Arm y and the L and in the Ro
quica». Gerion II, 1984. 67 ss. m an Revolution». J R S 52. 1962. 69 ss.
Rouland, N.: Clientela: essai sur l ’influence des
Gabba, E.: Esercito e società nella tarda repubbli-
rapports de clientèle sur la vie politique romaine.
ca romana. Florencia. 1873.
Aix. 1977.
Serrao, F.: Classi, partiti e legge nella república Sobre los auxilia
romana. Pisa, 1974. Uari, V.: 67/ Italici nelle strut tu re militari romane.
Sobre el sistem a militar rom ano M ilán. 1974.
Kromayer, J.; Veith, H.: Heerwesen und Kriegs- Yoshimura, T.: «Die A uxiliartruppen uns die
führung der Griechen und Romer. M unich. 1928 P ro v in z ia lk lie n te l in d e r rô m isch e n R e p u
blik». Historia. 10. 1961. 473 ss.
Marin y Peña, MM.: Instituciones militares roma
nas. M adrid, 1956. Sobre las reform as de Mario
Watson, G.R.: The Roman Soldier. Londres, 1969. Barthelmess, J.A.: The sullan and the army, A nn
Problèmes de la guerre à Rome. Paris, 1969. Arbor. 1978.
Armées en fiscalités dans le monde antique. Pa
Harmand, J.: L'Armée et le soldat à Rome de ¡07
ris, 1978.
à 50 avant notre ère, Paris. 1967.
Sobre la organización militar primitiva Janowitz, M.: The Professional Soldier. Glencoe.
Fracaro, P.: «La storia deU’antichissim o eserci- 1960.
to rom ano e l'età d ell'ordenam ento cen tu ria Smith, R.E.: Service in the post-Marian Army.
to». Opuscula II, Pavía, 1957, 287 ss. M anchester, 1958.
Gjerstad, E.: « Innenpolitische und m ilitarische Valgiglio, F.: La riforma m añana del sistema di
O rganisation in frührôm ische Z eit>kANRW. I. arruolamento. Cirie. 1953.
1. Berlin, 1972, 136 ss. Sobre las consecuencias políticas de la
Gschitzer, F.: «E xercirtus, Z ur B ezeichnung reforma militar de Mario
und G eschichte des H eeres in frühen Rom », Erdmann, E.: Die Rolle des Heeres in der Zeit von
Gedenkschrift W. Brandestein. Innsbruck. 1968. Marius bis Caesar. C onstanza. 1971.
181 ss. Hellegouarc’h, J.: «A rm ée et parti politique
Sobre la introducción de las tácticas sous la république rom aine», en Brinsson, J.P.:
hoplitas en Roma Problèmes de la guerre à Rome. Paris, 1969, 157 ss.
Nilsson, M.P.: «T he in tro d u ctio n o f hoplite Schmitthenner, W.: «Politik und Arm ee in der
tactics at Rom e». J R S 19. 1929. 1 ss. spaten Rôm ischen Republik» H Z 190, 1960, 1 ss.
Sobre el stipendium Sobre la reforma de César
Gatti, C.: «R iflessioni sull’istitutione dello sti Judson, H .P.: Caesar's army, Boston. 19622.
p en d iu m per i legionari ro m an i» . Acm é 23. Sander, F.: «D ie Reform des rôm ischen H eer-
1970. 131 ss.
wesens durch Julius C aesar». H Z 179. 1955.225
Sobre la formación m anipular ss.
Meyer, E.: «O rganisation und Taktik des M a- Vogt, J.: Caesar und seine Soldaten, Leipzig. 1940.