Professional Documents
Culture Documents
Suspiro y parodia
Entrevista:
Josep Vicent y su African Circle
El nuevo Dufay
de Cantica Symphonia
(2)
OPERA RARA presenta un delicioso Donizetti bufo en primicia mundial
EL DISCO
Suspiro y parodia:
de La romanziera a La romanzesca
D DEL MES
esde la juvenil Una follia (1819), cuyo texto y música permane- rá a éste nada menos que once libretos entre 1827
cen en ignorado paradero, hasta la póstuma y francesa Rita y 1831, año de su prematura muerte mientras
(1841), nueve son las farsas u óperas bufas en un acto compues- redactaba el de Fausta. Gilardoni resulta ser así el
tas por Donizetti, de tres de las cuales es también libretista. Lugar cen- mayor proveedor de textos de toda la carrera donizettiana, y el más
tral entre ellas, por cronología (1831) y número de orden -la sexta-, importante en esa etapa juvenil de experimentación, que igual le sumi-
ocupa La romanzesca e l’uomo nero, que ahora ve la luz discográfica nistra tragedias como Il paria o Fausta que algunas de sus mejores far-
gracias, una vez más, al denodado esfuerzo de OPERA RARA por recu- sas de esos años, Il giovedì grasso o I pazzi per progetto. La romanzes-
perar títulos donizettianos olvidados en las mejores condiciones tanto ca, décimo y penúltimo de los frutos de su colaboración, desarrolla una
artísticas como editoriales. animada acción poblada de hasta diez personajes (tres voces femeninas,
Donizetti compone La romanzesca en su hogar napolitano durante dos tenores y cinco bajos), número insólito para lo breve de la trama.
un compás de espera entre dos importantes hitos de su carrera: las De ellos, además de los que dan título a la pieza -la romanzesca
estancias milanesas de 1830 -donde triunfa por primera vez en la difícil Antonia y Filidoro, l’uomo nero-, destacan Tommaso, Il solitario, otro
plaza septentrional con Anna Bolena, que le abrirá las puertas de París barbero farsante y filósofo rancio de discurso pretencioso y vacío, y
y Londres- y 1832, cuando, si fracasa en La Scala con Ugo, conte di Chiarina, la simplona prima de la protagonista; el resto -el Conde, otros
Parigi, se consagrará en La Canobbiana con L’elisir d’amore, que le criados cabales o pícaros y dos pretendientes tenoriles de función acce-
acredita en toda Italia como el más versátil de los sucesores de Rossini soria en la trama- resultan ser más episódicos.
en directa concurrencia con un Bellini, si quizá más genial y autoexi- La ópera, abierta con una movida introducción en la que sucesiva-
gente, también más monocorde en su inspiración y de menor mente se incorporan hasta siete personajes, se compone esencialmente
«oficio». de números de conjunto: dos dúos (especialmente feliz el de los dos
En ese intermezzo napolitano de 1831 al que aludía- protagonistas), dos tríos (muy conseguido el segundo, «Dopo tante e
mos, el bergamasco compone nada menos que cuatro tante pene») y un final, frente a una única escena a solo en que
óperas: Gianni di Parigi, escrita en fecha incierta en la Antonia parodia el aria di sortita de una heroína romántica.
esperanza frustrada de que su paisano Rubini la lleve en Obra coral, pues, en la que la huella rossiniana es más fácil-
triunfo a París, no verá la luz hasta 1839; Fausta, la única mente identificable que en otras partituras contemporáneas,
tragedia del grupo, se estrenará a comienzos del siguien- pero que a la vez se orienta ya hacia el inmediato L’elisir d’a-
te año; por último, las dos restantes son las únicas, entre more; si en las otras dos óperas coetáneas -Francesca di Foix
todas las obras de madurez de Donizetti, que hasta y Gianni di Parigi- hay frases textuales y hasta piezas ente-
ahora no han sido grabadas. De la semiseria Francesca ras que han pasado a aquélla, en La romanzesca no se
di Foix (San Carlo, 30 de mayo) hemos tenido una observan préstamos directos, pero sí un cierto espí-
pequeña primicia en el recital que el sello inglés dedi- ritu, una contagiosa alegría, algunos ritmos y acom-
caba a Della Jones el año pasado; de la segunda, La pañamientos, que automáticamente remiten a los
romanzesca e l’uomo nero (Teatro del Fondo, 18 de momentos más festivos de Elisir. Y, a su vez, en La
junio), obra con siete amplios números musicales uni- romanzesca figuran parodiados números procedentes de
dos por diálogos hablados, ve ahora la luz su primera anteriores obras serias, como L’esule di Roma o Il paria, colo-
grabación. Ambas desaparecieron de los carteles tras su estreno (sólo se cados en contextos satíricos. Como también satírica resulta la
sabe de una única reposición de la segunda de ellas en Palermo), hasta alusión a la frase del Dante cantada por el gondolero en el último acto
que la propia OPERA RARA las ofreciera conjuntamente en 1982 en el del Otello rossiniano, aquí convertida en «No hay mayor dolor que
Festival de Camden, siglo y medio después de su creación. tener vacía la panza y hacer el amor en la miseria».
Dos circunstancias curiosas concurren en esta farsa. La primera, la En resumen, 65 minutos de música festiva, no inferior a la de otras
confusión sobre su título: identificada hasta ahora en todos los catálo- obras donizettianas de similar nivel, reveladora de un espléndido oficio
gos y biografías donizettianas, aun las más solventes, como La roman- en sus brillantes introducciones instrumentales -ese miniconcierto de
ziera (... e l’uomo nero, por supuesto) es sólo ahora cuando se ha des- clarinete que preludia a la romanza de Antonia-, en la variedad de sus
cubierto que el auténtico título bajo el que se estrenó es La romanzes- tempi y de sus acompañamientos, en su escritura concertada para las
ca, con el importante cambio de matiz que entraña, pues la protagonis- voces, y -cómo no- en la permanente distinción de sus melodías. Una
ta resulta así ser no romanziera, es decir, una literata autora de novelas, gozada, sobre todo por la increíble riqueza de los medios reunidos por
sino romanzesca, una novelera y fantasiosa muchacha que vive fuera de OPERA RARA: la Academy of St. Martin-in-the-Fields, perfecta bajo la
la realidad, imbuida de las mil peregrinas ideas y actitudes que la nove- batuta del indefectible David Parry, quien el pasado febrero nos habla-
la gótica y el romanticismo emergente -no olvidemos que la pieza de ba de la obra en estas páginas; y un sorprendente plantel de solistas, ver-
teatro original de la que la ópera deriva, La donna dei romanzi, debida daderos lujos en los roles más humildes: ante todo Elisabetta Scano, per-
a la pluma de Augusto Bon, data de 1819- han hecho germinar en su fecta como Antonia por la pureza de su bello timbre, su deliciosa ironía
cabeza, convirtiéndola, como rica heredera que es, en fácil presa de y sus impecables agilidades; Pietro Spagnoli (Orfeo con Savall en la
una corte de embaucadores a cuyo frente figura este «uomo nero» de pasada temporada del Real), genial como Filidoro, el hombre negro en
oscuro atuendo y sombrío aspecto sugeridor de un misterioso origen y su exagerada caracterización de pícaro travestido en romántico y final-
un trágico destino, quien resulta ser un farsante barbero decidido a mente resignado a su suerte barberil; Bruno Praticò como el omnipre-
mejorar su suerte mediante tal ardid. Por supuesto, todo se descubrirá a sente Tommaso el Solitario, abundante en recursos cómicos de buena
su debido tiempo, y la escarmentada Antonia, tras pedir perdón humil- ley; Alfonso Antoniozzi -el último Falstaff en la Zarzuela madrileña-,
demente a su padre, el Conde, se despide en un alegre rondó de sus que duplica rol como Conde y Nicola; la mezzo Adriana Cicogna como
novelescas veleidades («Romanzieri: addio per sempre») anunciando su Chiarina y ¡pásmense! nada menos que Bruce Ford y Paul Austin Kelly
intención de dedicarse a la más frenética vida social. en los breves roles de los dos pretendientes lechuginos. Hasta el papel
La segunda circunstancia que distingue a La romanzesca entre todo de Giappone, que sólo tiene breves frases de apoyo en la introducción,
el catálogo del Donizetti maduro es que es la única obra cuyo libreto no es confiado a Clive Bayley, aclamado Ferrando en la reciente versión
nos ha llegado, y del que sólo caben por tanto conjeturas en base a la inglesa de Trovatore para Chandos (Gramophone dixit).
comedia original y, por supuesto, al texto de los números cantados que Una gran fiesta operística, en suma, que los donizettianos agradece-
figuran en la partitura autógrafa o en la publicada por Schoenenberger mos en lo que vale, también, una vez más, porque nos permite docu-
en París en 1855. OPERA RARA ofreció la obra en Camden con un libre- mentarnos a fondo sobre las peripecias de la obra gracias a las exhaus-
to del fallecido creador del sello Don White, cuya acción, ambientada tivas notas del habitual Jeremy Commons. OK, OR.
en los locos años veinte, era protagonizada por una «novelista» (aún no
se había descubierto el verdadero título) que prefería a los héroes de sus Santiago Salaverri
novelas en vez de a su paciente adorador; en la presente grabación OR
opta por renunciar a un libreto apócrifo y ofrece una sinopsis argumen-
tal que enlaza entre sí los textos de los números musicales con plausi-
bles resultados. G. DONIZETTI: La romanzesca e l’uomo nero / Antoniozzi, Scano, Cicogna, Kelly,
El autor del texto llegado a nosotros en esta forma parcial es Monti, Spagnoli, Praticò, Ford, Bayley / The Academy of St. Martin-in-the-Fields. Dir.:
David Parry / OPERA RARA / Ref.: ORC 19 (1 CD) D1
Domenico Gilardoni, un estricto coetáneo de Donizetti que suministra-
(3)
Misas Resveilles vous y Ave Regina Coelorum de Fabio Bonizzoni presenta obras de Giovanni Salvatore
Guillaume Dufay (ca. 1397-1474), por Cantica Symphonia (1610-1688) en un nuevo disco de GLOSSA
G
les del siglo XX -y quizá ahora más que nunca- tan fascinantes iovanni Salvatore fue la figura más representativa del
para los estudiosos del período, los musicólogos y los amantes en barroco napolitano entre Gesualdo y Provenzale. En las
general de la música antigua, como lo debieron de ser durante su vida notas del disco, Dinko Fabris lo define con razón como
para los poderosos mecenas a los que sirvió durante su larga e itine- «uno de los casos más llamativos entre los grandes compositores
rante existencia, allá por el siglo XV, en la colosal encrucijada de enor- olvidados de la historia de la música europea del siglo XVII». Que
mes cambios que supuso la transición de los tiempos medievales a los las razones de este olvido fuesen del todo accidentales ya había
modernos. Es por ello que cada nueva grabación salida al mercado quedado claro cuando en 1996 la Capella dei Turchini sacó en
con obras de este verdadero «Príncipe de la música» tardomedieval,
compacto una pequeña muestra de
suponga una expectación y una emoción difíciles de explicar para
todos aquellos que desconocen o no aprecian su arte sublime y divi- su producción vocal (Opus 111,
no. OPS 30-194). Ahora, el compacto
En su tercer registro para el sello italiano STRADIVARIUS, en la GLOSSA, centrado en la obra para
serie Dulcimer, dedicada como todos ustedes saben a la música anti- teclado, nos confirma en aquella
gua, la excelente formación Cantica Symphonia, codirigida por el primera opinión. Las fascinantes
flautista Kees Boeke y el tenor Giuseppe Maletto, presenta una graba- obras de este compositor respon-
ción que desde estas mismas líneas auguramos será repetidamente den a los criterios de la época y al
premiada y alabada por toda la crítica internacional. Dos son las obras mismo tiempo los trascienden
elegidas para la configuración de tan exigente programa, dos verda- desde la captación de una emotivi-
deras flores de virtud, las misas Resveilles vous y Ave Regina dad y una vitalidad absolutamente
Coelorum, primera y última de las que completan el ciclo íntegro de modernas. Escúchese por ejemplo
las compuestas por Dufay entre 1423 y 1472 aproximadamente. la Toccata prima para clave, con
Asimismo, se ha tenido el acierto y el buen criterio de incluir la bella sus bien marcadas secciones, alter-
balada Resveilles vous, compuesta nándose como otros tantos caprichosos cambios de carácter, la
en 1423 para celebrar el matrimonio flexibilidad improvisadora, las piruetas extrovertidas e inconteni-
de Carlos Malatesta con Vittoria bles de los dedos por todo el teclado. Habrá que esperar las com-
Colonna, y de la cual Dufay pudo posiciones juveniles para piano de Prokofiev y Shostakovich para
tomar el tenor para su misa, constitu- recuperar semejante convicción en las virtudes caracteriales del
yendo así el testimonio más antiguo
teclado.
conservado de una misa parodia
completa, siguiendo de esta manera La formación de Salvatore se desarrolló alrededor del círculo
la estela dejada por compositores de Gesualdo. Su prestigio llegó a superar los confines de Nápoles,
como Zachara da Teramo o pues algunas de sus obras figuran en colecciones venecianas. No
Bartolomeo da Bologna a finales del obstante, tenemos noticias fiables de él a partir de 1641, año en
siglo XIV y principios del XV. Según que se edita su primer libro de ricercari, canzoni, toccatas y ver-
las eruditas y extensas notas firmadas sos «per rispondere nelle Messe con Organo al Choro». De esta
por Kees Boeke, es muy probable colección procede la selección de piezas que Fabio Bonizzoni
que la misa fuera compuesta por interpreta parte al clave y parte al órgano. La audición revela una
aquellas mismas fechas (1423), aun- doble ascendencia estilística: por un lado el cromatismo experi-
que para los musicólogos actuales todavía resulta difícil establecer mental heredado de la escuela de Gesualdo; por otro, la asimila-
una fecha exacta de composición, y ello a pesar de que el estilo y la ción del lenguaje para teclado de Frescobaldi. Y Frescobaldi es la
construcción polifónica, descritos y analizados de forma muy brillan- referencia primordial incluso en los criterios formales de este pri-
te por este autor en las notas del libreto, indican que se trata de una mer libro. La impresión no cambia al abordar la vertiente sagrada
obra de juventud del compositor, anteriormente conocida como Misa de la Messa della Domenica, que recoge piezas para órgano pen-
Sine Nomine y definitivamente bautizada, no hace mucho, con su sadas para acompañar y comentar los varios momentos de la
actual nombre por el eminente musicólogo D. Fallows.(1) misa. En la Toccata inicial se respira ya un aire extraordinario: una
Por su parte, la segunda de las misas grabadas, Ave Regina feria de repentinos cambios de color llevada a cabo gracias a la
Coelorum, presenta unas características en la composición que se articulación asimétrica de los pulsos y las armonías. Salvatore
hallan en evidente contraste con la anterior, de sofisticada elaboración
replica el modelo (y la hazaña) de los Fiori musicali. Firme en el
técnica y de densa escritura y estructura polifónica, características que
nos hablan de una obra de envergadura y madurez. El Cantus firmus dominio del contrapunto y los cruces armónicos (léase durezze),
está tomado de la conocida antífona del mismo nombre que también el compositor enfoca los «artificios» (en el sentido barroco del tér-
sirvió para la creación del motete homónimo incluido en el anterior mino) de la escritura desde una óptica directa y epidérmica, con
registro de esta misma formación para el sello italiano (Fragmenta autonomía respecto al tono más intelectual adoptado por
Missarum, STR 33440). Frescobaldi. El resultado es un himno al regocijo y la reflexión en
Los músicos se sitúan en un altísimo nivel de calidad técnica, donde se esclarecen el pasado y el futuro de la música barroca
pudiéndose afirmar que estamos, posiblemente, ante los mejores napolitana. En el Kyrie, Gloria, Sanctus y Agnus Dei, se alternan
conocedores del repertorio sacro de Dufay y, sin duda, ante una de las las piezas para órgano con el canto gregoriano (a cargo de la
formaciones que mejor entienden la polifonía de finales del medievo Schola Stirps Jesse), una solución que ya había adoptado
y de los albores del Renacimiento. Su reciente grabación con obras de Alessandrini en su interpretación de los Fiori musicali (Auvidis).
C. Festa (STR 33439) fue toda una revelación en la interpretación de Con este disco, GLOSSA lleva a cabo una de sus contribucio-
la música sagrada de ese período. nes más valiosas y originales a la investigación del repertorio ita-
Cantores e instrumentistas nos ofrecen, pues, un trabajo de alta pre- liano del siglo XVII. La excelencia del resultado ha de adscribirse
cisión vocal e instrumental en unas interpretaciones excepcionales, también a la interpretación de Bonizzoni. El que hasta la fecha se
cargadas de una serena belleza y una desbordante aureola mística que ha lucido como miembro del grupo La Venexiana (véanse en este
nos acercan y transportan, en un abrir y cerrar de ojos, al mismo mismo número los Madrigales de Gesualdo) añade leña al fuego
«otoño de la Edad Media». de una producción modélica. Los instrumentos utilizados, de
notable belleza tímbrica, son un clave italiano de 1678 y un órga-
Francisco de Paula Cañas Gálvez no Bizarri-Antegnati (1519-89).
(1) Un análisis exhaustivo de todas las obras de G. Dufay, además de un
Stefano Russomanno
completo bosquejo biográfico del compositor, lo pueden encontrar ustedes
en su libro, ya clásico, Dufay, Londres 1987 (2ª ed. corregida y aumentada).
G. SALVATORE: Caprichos, Canciones y Toccatas - F. LAMBARDO: Toccata - DON
G. DUFAY: Ballata «Resvellies vous»; Misa «Resvellies vous»; Misa «Ave Regina coelo- CARLO GESUALDO: Messa della Domenica / Fabio Bonizzoni (clave y órgano) /
rum» / Cantica Symphonia. Dirs.: Kees Boeke y Giuseppe Maletto / STRADIVARIUS / Schola Stirps Jesse. Dir.: Enrico De Capitani / GLOSSA / Ref.: GCD 921501 (1 CD)
Ref.: STR 33569 (1 CD) D2 D2 (-20% de descuento) [Oferta especial de lanzamiento]
(4)
Primicia mundial de la Selva de Varij Passaggi, de Francesco y Riccardo Rognoni, en SYMPHONIA
(5)
Interesantes novedades del Barroco italiano en el sello DYNAMIC
GLISSANDO presenta un magnífico disco con música religiosa inédita de Johann Hermann Schein (1586-1630)
(6)
Obras para violoncello de Giovanni Battista Claudio Cavina y La Venexiana presentan el Cuarto Libro de madrigales
Vitali (1632-1692), en STRADIVARIUS (1596) de Gesualdo da Venosa (c. 1561-1613)
E
n su exploración del madrigal ita- Cuarto Libro ha de ser considerado
perfecto exponente de la generación del liano, el grupo La Venexiana va como la “encrucijada” del entero desa-
Barroco central italiano. Eminente violinista y siguiendo desde hace cuatro años rrollo musical de Gesualdo, que condu-
compositor, en su obra se dan la mano la escritura un recorrido tan original en las pro- ce hacia las inminentes y milagrosas
arcaica del primer barroco -el llamado estilo fan- puestas como coherente en sus líneas últimas metas”. La sombra de
tástico, pleno de caprichos y sorpresas melódicas y directrices. Empezó en 1997 con un Luzzaschi es aquí particularmente evi-
armónicas- y el triunfo final de la música moderna monográfico sobre Sigismondo D’India, dente. El madrigal Il sol qual or più
tonal, la música de la iluminación y de la razón, exponente punte- splende arranca
alla por la década de 1670. Es por ello que el inte- ro de la última desde un delica-
rés de las colecciones publicadas por Vitali es fase del melodra- do juego de rever-
máximo, ya que evidentemente el tránsito de un ma, impregnado beraciones, que
lenguaje a otro no fue brusco, sino progresivo, lo de humores ge- luego se enturbia
que deparó que muchas de sus composiciones, sualdianos mati- en armonías más
que surcaron preciosamente los lustros de la Italia zados a la luz de sufridas. Se perci-
seicentista, se movieran a caballo entre uno y otro las lecciones de be, no obstante,
estilo, al igual que ocurrió con las obras de nume- Wert y Monte- en este Cuarto
rosos compañeros de generación precorelliana. verdi. Siguió la Libro, un tono
Este CD recoge una compilación de música vita- integral del sépti- más aéreo que en
mo libro de ma- las obras del
drigales de Mon- Quinto y el Sexto,
teverdi, abierto a un gusto por las
las experimenta- imágenes rápidas
ciones monódicas y fugaces, alimen-
y al estilo concertado propio del tadas por móviles y breves ornamenta-
Barroco. El interés por la delicada tran- ciones en donde Gesualdo hace refe-
sición desde el madrigal clásico hasta rencia a los virtuosismos de las dame
las aperturas del siglo XVII se vio con- ferraresi. No obstante, la sensualidad
firmada por los siguientes volúmenes más directa de estas piezas se enturbia
dedicados a Luzzaschi y Marenzio. ya en zonas de espasmo cromático,
Ahora, el compacto consagrado a procediendo por súbitas aceleraciones
Gesualdo ofrece un ulterior elemento y deceleraciones. Un puente hacia los
de conexión entre aquellos aconteci- últimos logros. Quien quiera proceder
mientos. En la figura del príncipe de a una comparación con el estilo futuro
Venosa convergen aquellas múltiples del compositor, puede escuchar el
experiencias de manera emblemática. madrigal Mercè grido piangendo (desde
liana para violonchelo y bajo continuo, una vena Gesualdo da Venosa se educó en el el Quinto Libro), que La Venexiana
menos conocida que la violinística. La tradición ambiente napolitano, imbuido tanto incluye como bonus en este mismo
chelística de la Bolonia barroca estaba desde luego por el riguroso contrapunto flamenco compacto.
muy establecida en el último tercio del XVII, habi- (Macque) como por la búsqueda de Hasta la fecha la atención de los
da cuenta de las colecciones para chelo -solo o inusitados efectos expresivos consegui- intérpretes se ha concentrado sobre
con continuo- aparecidas en la ciudad de San dos a través de un exacerbado croma- todo en los madrigales del Quinto y
Petronio por aquellos años, entre los que sobresa- tismo. El matrimonio en segundas nup- Sexto libros, que contienen las obras
len los célebres Ricercari a violonchelo solo de cias con Leonora D’Este le dio la oca- más experimentales y atrevidas del
Domenico Gabrielli y Giovanni Battista Degli sión para acercarse a Ferrara, entonces compositor. No obstante, no me parece
Antonni. Repertorio que explora la sensualidad de uno de los mayores centros del nuevo que se trate, tal como se afirma en las
la línea melódica del chelo, frecuentemente entre- madrigal. Aquí operaban Luzzaschi y, notas del disco, de la primera graba-
gada a un tierno lirismo, y las posibilidades tímbri- esporádicamente, Wert. El nuevo estilo ción integral del Cuarto Libro. Si no me
cas del instrumento. Entre las obras escogidas para se caracterizaba por un mayor drama- equivoco, existe otra bastante reciente
el registro -que también incluye un par de piezas tismo, la tendencia a incorporar las en Tactus, junto con otra ya histórica
del género debidas al contemporáneo Giuseppe experiencias de la reciente monodia, (en cuanto a los criterios de interpreta-
Colombi- predominan las construidas sobre un una más directa sensualidad proceden- ción) realizada en los años sesenta. La
bajo ostinato, que explotan la excitación rítmica te del virtuosismo vocal. Gesualdo interpretación de La Venexiana se man-
intrínseca de esta estructura para deparar intensos llegó a Ferrara con dos libros de madri- tiene en sus coordenadas habituales.
finales melódicos a cargo de la voz superior que gales ya escritos. Durante los tres años Quien haya seguido con pasión la tra-
tañe el chelo. Música que se debate entre el estu- en los que residió en la ciudad, asimiló yectoria del grupo hasta aquí, no que-
dio técnico y el canto expresivo y que ha encon- el estilo de Luzzaschi y tuvo la osadía dará decepcionado. Los cantantes
trado una interpretación muy solvente en manos incluso de ir más allá. No cabe duda de conocen a fondo este tipo de repertorio
del Andrea Amati Ensemble que capitanea Diego que Gesualdo debió de invertir más y en él se encuentran como en su casa.
Cerofolini, quien toca estupendamente el chelo tiempo en la composición que en las Quizá el abandono sonoro y la exte-
barroco con un sonido terso, firme y articulado atenciones hacia su nueva mujer. A este nuación de los acentos de algunos
con el que desgrana las páginas con gran soltura y período se remonta la publicación del madrigales se pierdan un poco en los
animación. La agudeza estilística es muy destaca- Tercero y Cuarto Libro de sus madriga- timbres algo ásperos de las voces. Pero
ble tanto en el trabajo del violonchelista como en les. Algunos estudiosos de la obra no podemos sino alegrarnos ante esta
la totalidad del nutrido grupo de integrantes del gesualdiana piensan incluso que en nueva entrega del grupo italiano y
bajo continuo, que actúa con riqueza armónica y aquellos años el compositor pudo escri- esperar que el viaje prosiga...
gran colorido tímbrico. Una producción sin duda bir la mayoría de los madrigales del
estimulante. Quinto y Sexto libros, que publicaría S.R.
mucho más tarde en Nápoles (1613-
14). GESUALDO DA VENOSA: Cuarto Libro de
P.Q.LL.O. Madrigales, 1596 / Rossana Bertini (soprano);
Como explica en las notas del disco Emanuela Galli (soprano); Claudio Cavina (contra-
G.B. VITALI: Partitas sobre diversas Sonatas para violín - G. Glenn Watkins (uno de los más afama- tenor), etc. / La Venexiana. Dir.: Claudio Cavina /
COLOMBI: Toccata, Chacona y Corrente para contrabajo solo / GLOSSA / Ref.: GCD 920907 (1 CD) D2 (-20% de
Diego Cerofolini (violoncello barroco y bajo de violín) / Andrea
dos investigadores de Gesualdo), «el descuento) [Oferta especial de lanzamiento]
Amati Ensemble / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33543 (1 CD) D2
(7)
STRADIVARIUS presenta la integral guitarrística de J.S. Bach Recital violagambístico de Johann Schenck
(c.1656-c.1712), en CPO
Pero, ¿cómo es posible? Danzas, brumas,
poesía...
P
ues lo es. Auque la guitarra la grabación).
en tiempos de Bach era un Y este particular repertorio gui-
instrumento menor al que el tarrístico de Bach, Zigante tiene el
T
odavía no hace un año (enero de 2000) reseñá-
maestro no hubiera dedicado un buen sentido de interpretarlo gui- bamos aquí un estimable disco dedicado al
segundo de su desmesurado inge- tarrísticamente, esto es, utilizando compositor Johannes o Johann (o Jean o
nio, he aquí que con el tiempo y a las claras los amplios y caracte- Giovanni, que de todas estas formas se hizo llamar en
los antojos del hombre se convir- rísticos recursos tímbricos y de sus publicaciones) Schenck. Volvemos hoy a ocupar-
tió en el instrumento doméstico articulación de la guitarra, y tra- nos de este compositor holandés de origen germano,
de cuerda pulsada por antonoma- tando de alejarse por igual de las que vivió a caballo entre los siglos XVII y XVIII y estu-
sia y, para satis- interpretacio- vo en Düsseldorf al servicio del elector palatino
facer las pre- nes románti- Johann Wilhelm II Wittelsbacher, de la mano de uno
tensiones artís- cas y de las de los mejores violagambistas del momento, Lorenz
ticas de los gui- historicistas Duftschmid. Espigando en las obras editadas (Las nin-
tarristas (de que procuran fas del Rin, El eco del Danubio, Scherzi musicali) y en
guitarristas remedar en la los autógrafos conservados en Viena, ha reunido una
muy inteligen- guitarra los variada, representativa y muy bella selección de sus
tes), hacia fina- timbres del obras para viola de gamba, sola o con bajo continuo,
les del siglo laúd o las arti- y para dos violas y continuo. En ella quedan patentes,
XIX y princi- culaciones entre otras cualidades del compositor, su general ele-
pios del XX del violín o gancia y su personal fusión de los estilos francés e ita-
absorbió e hizo del chelo. Así, liano o su dominio
suyo un reper- Zigante pasa de la escritura
torio que Bach por Bach fugada, sin olvidar
compuso extra- como un tor- el extremo virtuo-
ñamente para bellino, pro- sismo de muchas
el violín, el violonchelo y el laúd. nunciando su música con premu- de estas piezas,
Este repertorio bachiano adaptado ra y al tiempo con una claridad que parecen desti-
a la guitarra fue uno de los punta- meridiana, como voceándola y nadas más a músi-
les sobre los que se desarrolló la con un estilo marcado que les va cos profesionales
guitarra contemporánea, en espe- muy bien, por ejemplo, al fugato que a los aficiona-
cial las obras supuestamente dedi- del Preludio de la Suite BWV 995 dos burgueses,
cadas al laúd, y un capricho aña- y a la Fuga BWV 1000. Así inter- principales consu-
dido que fue la Chacona de la preta también una transcripción midores a priori de
Partita en re menor, BWV 1004 de la Chacona que defiende como las obras impresas.
para violín solo. En esto consiste suya pero que interpreta abierta- Destaca en este
la «integral» planteada inteligen- mente con las indicaciones de aspecto la sober-
temente por Frédéric Zigante Segovia, desde el «unghia sul bia chacona en sol mayor, capaz de poner a prueba
como cuarto volumen de la serie ponticello» de la segunda varia- las dotes del más consumado intérprete. Pero tampo-
de grabaciones guitarrísticas que ción hasta el «allargando molto» co faltan graciosos movimientos de danza ni cautiva-
él mismo dirige para el sello del antepenúltimo compás. Salvo dores momentos teñidos de poesía, como el adagio
STRADIVARIUS: las obras de en la resolución del arpegio final inicial o el largo, mitad pizzicato, mitad coll’arco, del
Bach relacionadas real o artificial- de la sección en modo mayor -lo Solo en la menor; y otros preñados de brumosa
mente con el laúd, y la Chacona, que menos idiomáticamente melancolía (los amaneceres junto al Rin, sin duda),
lo que da como resultado un con- transcribió Segovia- y un oportu- como la Sarabanda de la Suite en sol menor o los
junto misceláneo en el que hay no descargo de las armonías en varios que integran el cuerpo central de la Sonata en
obras claramente concebidas para general y en particular en la pri- re mayor.
un instrumento de cuerda pulsada mera sección de arpegios, donde Duftschmid, que bebió en las fecundas fuentes de
-como son la Suite BWV 995, el se evita enfatizar el pedal que Savall, se muestra dominante y seguro, virtuoso y ver-
Preludio, Fuga y Allegro BWV 998 Segovia puso en su Chacona, la sátil como el maestro que es, y extrae de su instru-
y el Preludio BWV 999- al lado de transcripción de Zigante aporta mento un sonido sugerente, amplio, aterciopelado y
obras probablemente relaciona- bien poco, y mi particular sentir profundamente lírico. Le acompañan Sophie Watillon
das con el laúd en su origen, con respecto a esta obra es que, al -otra destacada gambista- en las piezas para dos vio-
como la Suite BWV 997, la Partita igual que los pianistas tienen en las de gamba y Rolf Lislevand y Wolfgang Zerer -¿les
BWV 1006a y la Fuga BWV 1000, repertorio la Chacona de Bach- suenan?- en el bajo continuo. Cuatro grandes músicos
más la Suite BWV 996 para tecla, Busoni sin que se les caigan los que firman un trabajo magistral. Los aspectos técnicos
que sólo por estar dedicada al anillos y con bastante honra, los de la grabación se ajustan a los exigentes patrones de
Lautenwerk (un instrumento simi- guitarristas deben tener la de la casa y en el folleto, además de las habituales notas
lar al clave pero con cuerdas de Bach-Segovia, que es básicamen- sobre autor y obras, el propio Duftschmid narra una
tripa) se coló en el repertorio lau- te el mismo caso, y dejarse de historia se non vera, ben trovata -o, al menos, bella-
dístico de Bach; y, finalmente, la inventos. Por lo demás, el disco es mente imaginada- acerca del enigmático título de la
Chacona para violín, cuyo esta- una joya más de la colección gui- que sería última colección de obras para viola de
blecimiento en el repertorio guita- tarrística de STRADIVARIUS. gamba de Shenck (de la que, desgraciadamente, sólo
rrístico se debe a Andrés Segovia, se conserva la parte del bajo continuo) y que ha ele-
aunque con unos precedentes que Javier Suárez-Pajares gido para poner al frente de este espléndido disco: Las
Zigante se complace en señalar fantasías bizarras de la gota.
muy oportunamente en sus siem- M.A.R.
pre concienzudas notas (este gui- J.S. BACH: Integral de la música para laúd /
Preludio con la Suite BWV 996; Partita,
tarrista tiene la extraordinaria cos- BWV 997; Preludio en do menor, BWV 999;
tumbre de presentar todos sus dis- Chacona, BWV 1004; Partita, BWV 1006a; J. SCHENCK: Les Fantaisies bisarrès de la Goutte - Obras para viola
Suite para laúd, BWV 995; Preludio, BWV de gamba sin acompañamiento / Suite en sol menor; Solo en la
cos con un estudio que más que 998; Fuga, BWV 1000 / Frédéric Zigante menor; Chacona en sol mayor; Partita en re menor; Sonata I en re
unas simples notas se puede con- (guitarra) / STRADIVARIUS / Ref.: STR mayor / Lorenz Duftschmid (viola da gamba) / CPO / Ref.: 999682-2
33571 (1 CD) D2 (1 CD) D5
siderar como el aparato crítico de
(8)
El manuscrito de Estrasburgo, de Froberger, en espléndida versión de Ludger Rémy
El Wanderer barroco
C
on notable anticipación sobre los charse todas seguidas, hasta perderse en los
tiempos, Johann Jacob Froberger caminos laberínticos de las tonalidades, los
(1616-1667) fue de los primeros en ritmos, los colores instrumentales que el
concebir la música como viaje interior. En clave puede ofrecer. Un arte «hablante»,
una época en la que la producción musical sumergido en el flujo de un discurso ininte-
estaba supeditada al encargo y a la fruición rrumpido, por mucho que éste se presente
de las cortes, Froberger anticipaba en algu- segmentado en sucesiones de danzas. Por
nos aspectos los rasgos del compositor eso, aconsejamos al oyente que se siente y
romántico. La suya es una música solitaria, se deje llevar por estas meditaciones sono-
escrita para él mismo, una especie de auto- ras, sin distinción entre alemandas, gigas,
rretrato cuyas líneas se corresponden con el courantes y sarabandas.
vagabundear por el abierto camino de las Las suites de Froberger están articuladas cuanto más uno se dirige hacia él»...
armonías. Froberger consideraba ser el en cuatro movimientos, cuya disposicíon «Cuanto más tocaba estas piezas, [...] tanto
único capaz de seguir el hilo de su melan- típica (alemanda-giga-courante-sarabanda) más el hombre adorna los ritornelli de
colía. No quería que nadie más tocara sus ofrece importantes temas de reflexión. La manera inteligente y sigue un pulso flexi-
piezas, pues sostenía que los otros intérpre- suite barroca, en su esquema más ortodoxo ble. Apoyándose en el sonido de su instru-
tes las estropearían, al no captar su verda- (alemanda-courante-sarabanda-giga), prevé mento (copia de un clave franco-flamenco),
dero contenido. Siguiendo en esta obse- una progresión binaria «lento-rápido» tanto suaviza las asperezas del dictado musical.
sión, pretendía que a su muerte todos sus en el apareamiento de los movimientos Falta quizá la sensación de que los sonidos
manuscritos fueran destruidos. (alemanda- courante y sarabanda-giga) se creen instantáneamente, que surjan de
Viandante, Froberger lo fue no sólo en su como a nivel macroscópico, trazando una los dedos y mueran con ellos. Rémy inter-
música sino también en su vida. Dejó Viena progresión que arranca desde la quietud de preta un texto escrito, mientras que debería
en 1639 para estudiar en Roma con la alemanda para acabar en la exaltación dar la impresión de que, detrás de lo que
Frescobaldi. Volvió a Viena en 1641 para de la giga. En Froberger, se produce algo está tocando, no hay nada. Pero posible-
empezar cuatro años más tarde una serie de distinto: asistimos a una lentitud que evolu- mente semejante interpretación sea utópi-
peregrinaciones que lo llevarán de nuevo a ciona hasta volver finalmente hacia sí ca. ¿Tal vez tenía razón Froberger al soste-
Italia, luego por Alemania, Países Bajos, misma. La articulación temporal de la suite ner que nadie más que él podía interpretar
Francia e Inglaterra. Vuelve a Europa en de Froberger incluye un par de movimien- sus piezas? Dada la imposibilidad de averi-
1653 para empezar nuevos caminos tos rápidos enmarcados dentro de dos guarlo, preferimos agradecerle a Rémy su
(Holanda, Borgoña...). En esta falta de esta- movimientos lentos. Un proceso biológico meritorio esfuerzo por ofrecernos en las
bilidad podemos ver la señal de una inquie- del sonido que va desde los pasos inciertos mejores condiciones posibles estas maravi-
tud existencial marcada por la soledad y la del nacimiento al agotamiento de la muer- llosas músicas.
dificultad en las relaciones humanas. te, pasando por la energía de la madurez.
Después de Dowland, Froberger es otro Ludger Rémy es perfectamente cons- S.R.
melancólico que hace de su temperamento ciente de las dificultades implícitas en la
saturnino un formidable motor de inspira- interpretación de un compositor «que apa- J.J. FROBERGER: El Manuscrito de Estrasburgo - 14
Suites para clave / Ludger Rémy (clave) / CPO / Ref.:
ción. Sus composiciones habrían de escu- rece tanto más enigmático y fascinante 999750-2 (2 CD) D2 [2 CD al precio de 1]
(9)
Il ritorno d’Ulisse in patria, en una visión contemporánea Joyas del Barroco y del preclasicismo italiano,
procedente del Festival de Salzburgo en BONGIOVANNI
S
on muchos, y muy agudos, qué momento lo cuantitativo
autores poco frecuentados
es sabido, los dilemas que deviene cualitativo -que aquí hasta ahora por el mundo de
una ópera como la fasci- equivaldría a traición-? La gran la fonografía, con unas com-
nante Il ritorno de Monteverdi pregunta de los dialécticos. posiciones que son verdade-
plantea, no ya metidos en su La libertad del adaptador es, ras primicias mundiales.
interpreta- sin embar- En el primero de estos dos
ción, sino go, irrenun- compactos se ha grabado un
con vistas a ciable. Hen- magnífico concierto para
la pura y ze nos pro- trompa, oboe, fagot y conti-
simple pues- pone una nuo, conservado en la
ta en pie de versión «de Biblioteca Nacional de París,
la obra: des- autor», de de F. Biscogli, autor descono-
de la divi- firma, para cidísimo de cuya vida y obra
sión en ac- satisfacer las se conocen pocos datos.
tos misma, necesidades Nacido hacia 1740 en Italia,
tan dudosa de un festi- su obra contribuyó de manera evidente a la madurez del estilo
en el origi- val, y como galante dentro y fuera de su país. El concierto, dividido en tres
nal, con los tal hay que atractivos movimientos, comienza con un espectacular y aris-
inevitables encajar la tocrático Largo maestoso-Grazioso al que le siguen un ensoña-
dor Largo e staccato y un delicioso Allegro con spirito culmi-
cortes en el producción,
nante que nos muestra a las claras las maneras de un gran
irregular libreto de Badoaro basada en dos rasgos mayores de músico.
-asumidos ya algunos por el su idiosincrasia creadora: un in- El resto del CD se completa con una colección de cuatro
compositor-, hasta la atribución falible instinto teatral y una afini- breves sinfonías de G.B. Sammartini (1700-1775) muy cerca-
de los papeles vocales, o la coe- dad por la música del pasado y nas ya al gusto galante y protoclasicista que empezaba a inun-
xistencia de estilos de canto asimismo por el tema helénico. dar las capillas musicales y los salones aristocráticos y burgue-
netamente diferenciados según El resultado es un espectáculo ses de la Europa de mediados del siglo XVIII. I Virtuosi Italiani
el personaje de que se trate. Así, que, a la escucha al menos, son los encargados de recrear estas músicas olvidadas, pero
el arcaizante cantar hipervocali- haciendo forzosa abstracción del desbordantes de vida en todo momento, con unas interpreta-
zado de Minerva y el cantar d’af- componente visual -que se adi- ciones llenas de luminosidad y elegante destreza, y a pesar de
fetto, por ejemplo, de Ulises y vina suntuoso-, indudablemente no tratarse de una orquesta de instrumentos originales, habi-
Penélope. Pero, fundamental- funciona. Jeffrey Tate defiende tuales en este tipo de repertorios, superan con creces el traba-
mente, claro está, el grueso del valerosamente la propuesta jo realizado y firman un CD de agradable escucha y placente-
trabajo se concentra en torno a desde el foso. El reparto, sólido, ro disfrute.
la realización de la escritura ins- de buena ley operística, presidi- El segundo de los compactos está dedicado a uno de los
trumental. do por Kathleen Kuhlmann y grandes genios del Barroco italiano, Nicola Porpora (1686-
Un desafío y una verdadera - Thomas Allen, está espléndido 1768), autor más conocido que los anteriores, aunque las obras
y complicada- golosina, en una frente a las largas tiradas decla- aquí registradas constituyen uno de los campos menos explo-
palabra, la labor, para cualquier matorias, bastante ajenas a los rados de la obra del maestro napolitano: la música sacra. Se
han incluido para la confección del programa la solemne
enamorado de Monteverdi... con repertorios cotidianos en que los
Ouverture Royale que abre el compacto, fechada en 1763,
talento suficiente. Y también, cantantes se desenvuelven. La aunque todavía muy marcada por el estilo del Barroco, y tres
con la debida sensibilidad. El orquesta, diseminada por interesantes composiciones sacras: un bellísimo y dramático
talento e, igualmente, la aporta- supuesto en multitud de configu- Salve Regina a cuatro voces para solistas, coro femenino, cuer-
ción musicológica no han ido raciones cambiantes, no le teme das y órgano datado en 1725, un conmovedor Magnificat para
faltando a lo largo del tiempo, a la explosión de los metales en solistas y coro a cuatro voces con violines de 1741 y, final-
aunque tampoco lo resuelvan las apoteosis (sacabuches y cor- mente, el espectacular Laudate pueri para solistas, coro, cuer-
todo. En cuanto a la sensibilidad, netos preveía Monteverdi), pero das, flauta y órgano, acabado en 1760. La evolución estilística
es incalculable lo que ha podido tampoco desconoce aquí y allá es evidente en las obras sacras, desde el Salve Regina, todavía
variar desde aquel remoto 1942 el detalle delicado. muy marcado por el gusto barroco napolitano, al Laudate
en que Luigi Dallapiccola ponía Un momento histórico del pueri, obra de madurez, que presenta ya trazas más cercanas al
a punto su adaptación, de algún Festival de Salzburgo y un hito gusto galante y preclasicista que se iba imponiendo en toda
modo «canónica» desde enton- en la trayectoria de H.W. Henze, Europa. En definitiva, un compacto muy interesante y revelador
ces. Hoy estamos muy resabia- que ahora ORFEO pone a nues- de la calidad y el proceso creativo que sufrió la música de
dos, por fortuna: en parte, gra- tra disposición en una toma Porpora a lo largo del tiempo, cuyo mayor atractivo reside prin-
cias a gente pionera como él. Un sonora a cargo de la Radio cipalmente en la primicia de las obras grabadas. Las ejecucio-
pavor más que justificado al Austríaca, de agosto de 1985. nes musicales a cargo de la Cappella «S. Cecilia» de la Catedral
kitsch planea en nuestros días ¿Feliz culpa? Ustedes juzgarán. de Lucca, con la Orquesta del Teatro Giglio de la misma pobla-
sobre cualquier aproximación Documento inestimable, en ción, ambas dirigidas por Gianfranco Cosmi, resultan más dis-
cretas que correctas, y en algunos momentos las carencias téc-
que no se atenga a unos requisi- cualquier caso.
nicas de los cantantes y del coro, excesivamente numeroso,
tos mínimos de autenticidad: he pueden hacer que perdamos una atención que, desde luego,
ahí lo más rabiosamente con- Jesús S. Villasol Porpora y su música se merecen.
temporáneo hoy en día. Lo con-
trario cuesta cada vez más acep- F.P.C.G.
tarlo, y no por capricho: una C. MONTEVERDI: Il ritorno d’Ulisse in
patria [en readaptación libre de Hans
cosa es el canto para ser acom- Werner Henze] / King, Schenk, Murray, N. PORPORA: Ouverture Royale; Salve Regina a 4 voces; Magnificat; Laudate
pañado por un concerto de «dos Allen, Kuhlmann, Ramirez, Stamm, Pueri / Rigacci, Angella, Lazzara, Bonfatti, Guinis / Cappella «S. Cecilia»de la
Protschka / Orquesta Sinfónica de la Catedral de Lucca y Orquesta de Cámara del Teatro del Giglio de Lucca. Dir.:
laúdes y violines» -lo pequeño Radio de Viena. Dir.: Jeffrey Tate Gianfranco Cosmi / BONGIOVANNI / Ref.: GB 2249-2 (1 CD) D2
es hermoso- y otra, el canto que (Salzburgo, 11.8.85) / ORFEO / Ref.:
C528003D (3 CD) D4 x 3 F. BISCOGLI: Concierto para trompa, oboe, fagot, violín y continuo - G.B. SAM-
ha de porfiar con toda una MARTINI: Sinfonias para cuerdas, trompa de caza y continuo / Diversos solistas
orquesta moderna. ¿A partir de / I Virtuosi Italiani / BONGIOVANNI / Ref.: GB 5606-2 (1 CD) D2
( 10 )
Cassandra, una interesante Cantata dramática de Johann Haselböck y la Wiener Akademie graban para CPO
Christoph Friedrich Bach (1732- 1795), en CPO Il fonte de la Salute, oratorio de Johann Joseph Fux (1660-1741)
D
e todos los hijos músicos eminentes de Johann templo español del belcanto- escuché en numerosas ocasiones. La tradición
Sebastian Bach, es Johann Christoph Friedrich, el siguiente fragmento entrecortado de del oratorio italiano que Fux aprendió
decimosexto de los engendrados por el Cantor y una conversación entre dos buenos e imitó está repleta de estos símbolos.
noveno de los tenidos con Ana Magdalena, el más olvi- aficionados: «¿Quién?» «Sí, hombre, Es por esto por lo que probablemente
dado por la industria discográfica. Aunque no de forma sí, Fux, aquel este oratorio re-
absoluta: al margen de las consabidas piezas sueltas de compositor barro- sultará oscuro y
las antologías dedicadas a la familia o los hijos del genio, co austríaco, hijo difícil de entender
pueden encontrarse en de un campesino, para el profano;
los catálogos -no tanto que escribió el no se trata de una
en nuestras tiendas- al
Gradus ad Par- de esas brillantes
menos cuatro registros
nassum, un trata- misas de Fux,
monográficos: dos voca-
do de contrapun- aunque presenta
les, firmados por Her-
to, vigente aún en inefables contras-
mann Max, y dos instru-
mentales, a cargo de nuestros días y tes entre luz y
London Baroque y el que sirvió a Mo- tinieblas; no es
flautista M.A. Fournel. zart de libro de una obra maestra
Queda, sin embargo, texto… Seguro del contrapunto
mucho por explorar, y la que has escucha- de las que definen
primicia que ofrece CPO do alguna misa suya muy buena gra- el estilo del compositor austríaco,
nos descubre interesan- bada en CPO, y el oratorio ese de La aunque algunos momentos son reflejo
tes facetas de este com- Deposizione dalla Croce o algo así…» indudable de su arte y de su dominio
positor, que pasó toda su vida profesional (desde 1749 Muy bien, sobresaliente, recuerdo técnico (escuchen sin ir más lejos la
hasta su muerte) en la pequeña, pero ilustrada corte de que pensé. Demasiados datos propor- fascinante obertura). Se observa la
Bückeburg, cerca de Hannover. cionaba nuestro amigo para lo que influencia italiana (en particular de
Allí completó las enseñanzas recibidas de su padre solemos llamar «culturilla general»… Caldara) y un cierto estilo francés en
con la influencia italiana transmitida por el compositor Pero resulta patente que fuera del ciertas partes instrumentales.
Giovanni Battista Sereni, discípulo de Galuppi, que junto ámbito musicológico -e incluso a Podríamos pensar que se trata de un
con el violinista Angelo Colonna dirigió la vida musical veces dentro- el pobre Fux, teórico, encargo. Su estructura incluye una
de Bückeburg hasta el estallido de la Guerra de los Siete gran músico y maestro de figuras sinfonía instrumental inicial, con sólo
Años (1756). Ausentes Sereni y Colonna, fue el todavía como Muffat, Zelenka o Wagenseil, dos coros (al principio y al final) que
joven Bach el elegido para sustituirlos. Su producción, continúa siendo un gran desconoci- parecen enmarcar los contenidos. Y
relativamente cuantiosa, compendia la seriedad contra- do… Y gran parte de la culpa podría en el centro, una sucesión de recitati-
puntística heredada del padre, el melodismo y lirismo ita- achacarse al descuido discográfico vos y arias, que parecen resaltar la
lianos y la elegancia galante de moda en Alemania, evo- que ha sufrido el registro de las obras importancia del texto, interrumpida
lucionando sensiblemente con el paso del tiempo hacia de este compositor. No recuerdo entre tan sólo por un terceto (conmovedoras
el clasicismo, especialmente a partir de su viaje a mis grabaciones otra ópera que no sea llamadas en eco de la Gracia, la
Londres (1778) para visitar a su hermano Johann la Dafne in Lauro. Nunca he podido Misericordia y la Justicia al pecador
Christian y encomendarle a su hijo Wilhelm Friedrich comprar en una tienda ni la Elisa ni la obstinado) y un dueto (ambos pecado-
Georg (el único nieto del Cantor que destacó en música mítica Costanza e Fortezza de la que res solicitando piedad) en momentos
y, luego, el descendiente de mayor relieve que asistiría a todos hablan pero que muy pocos críticos de la obra. Escucharemos al
la inauguración del monumento a su abuelo en Leipzig deben de haber escuchado. Y al llegar demonio en «Puoi peccar quanto tu
en 1843), cuando descubrió a Mozart y quedó fascinado a este punto me asaltan las dudas, y vuoi» acompañado por unos tentado-
por las posibilidades del fortepiano. mi corazón se llena de congoja mien- res y persuasivos vientos; el delicadísi-
Cassandra, la larga cantata que nos ocupa, puede tras formula estas preguntas: ¿Hasta mo acompañamiento instrumental del
fecharse hacia 1769, todavía en su etapa más intensa- cuando tendré que esperar? ¿Viviré lamento del pecador arrepentido «Ah!
mente italianizante. El texto, escrito casi medio siglo para verlo? Y la más importante: si Non si tardi più» nos llegará al alma;
antes para Benedetto Marcello, narra la trágica historia de alguno de los amables lectores tiene las disarmonías de inspiración luciferi-
la hija de Príamo durante la guerra de Troya. Bach, que estas grabaciones, ¿me las podría na del pecador obstinado en «No:
sin duda conocía esta obra, se dejó influir por los plante- prestar? colpa mia non è» pondrán en peligro
amientos del veneciano y concibió su cantata rompiendo Bromas aparte, el doble compacto nuestra fe; el efecto descendente nos
con la tradicional alternancia recitativo-aria para otorgar que aquí reseñamos viene a cubrir hará sentir en nuestra carne la des-
un peso decisivo al recitativo acompañado y al arioso una laguna importante. Il Fonte della cripción que nos hace la Misericordia
(tratados con extraordinaria intensidad y variedad) y Salute aperto dalla grazia nel Calvario de la escena del Mesías exangüe en la
reducir el de las arias de capo (que, no obstante, desem- es un oratorio. ¿O debería decir un cruz; rugiremos junto al demonio en
peñan un papel fundamental en el esquema global), «componimento sacro»? Tal es la indi- «Un destin per me tremendo» y triun-
logrando así una obra de elevado dramatismo en la que cación que aparece en la partitura, y faremos con la Justicia en «Dio potea
aflora su habilidad para expresar musicalmente los diver-
es que realmente la limitación entre mandar il figlio». Y todo en menos de
sos estados del alma humana. Una obra que encuentra
géneros y estilos no era tan clara dos horas y cuarto. Fascinante.
en la incisividad y vitalidad del director Hermann Max -
como podría parecer. Los recursos La audición deparará al aficionado
que por tercera vez se enfrenta en el disco a la música del
empleados en la música, el texto, el algunas indudables sorpresas más; el
compositor- y en la hermosa voz de la acreditada con-
tralto sueca Lena Susanne Norin, por momentos patética, propio título, aparecen repletos de inefable placer de escuchar una vez
tierna, afligida o desesperada, una muy adecuada traduc- alegorías. Cristo, fuente de luz y salva- más el violín de Gunar Letzbor bajo la
ción sonora. ¿Para cuándo alguna de las obras mayores ción, fue inmolado en cruz en el dirección de Haselböck es sólo una
que el Bach de Bückeburg creó en colaboración con el Gólgota, el monte Calvario (Calavera). de ellas.
gran J. G. Herder? Numerosos manuscritos antiguos B.G.
M.A.R. representan la luz de la gracia divina
dimanando de lo alto y penetrando en
el hombre a través de la parte más alta J.J. FUX: Il Fonte della Salute (Oratorio), op. 23
/ Koike, Perillo, Monoyios, Voss, Chum, Bankl
J.C.F. BACH: Cassandra [Cantata dramática para contralto, cuerda y bajo de la cabeza con el fin de «iluminar» / Wiener Akademie. Dir.: Martin Haselböck /
continuo] / Lena Susanne Norin (contralto) / Das Kleine Konzert. Dir.: su entendimiento. Un complicado CPO / Ref.: 999680-2 (2 CD) D2 x 2
Hermann Max / CPO / Ref.: 999593-2 (1 CD) D2
vocabulario, un hermético lenguaje
( 11 )
CPO publica un segundo volumen de Muti dirige Nina o sia La pazza per amore,
Tríos con piano de F.J. Haydn un delicioso título paisielliano, en RICORDI
( 12 )
Giulio Sabino, de Giuseppe Sarti (1729-1802), con la Accademia Bizantina
Redescubriendo el clasicismo
E l auge que recientemente está tomando la obra de Sarti en el
mercado discográfico no puede ser calificado de pura casua-
lidad o capricho de algunas multinacionales del mundo edito-
rial fonográfico. Posiblemente estemos asistiendo al redescubri-
miento de uno de los grandes genios musicales del período clási-
(marzo del pasado año) y reco-
ge toda la emoción de un
registro en directo, sin perder
en ningún momento un ápice
de calidad sonora, lo que con-
co, del que todavía quedan muchas páginas de indiscutible calidad tribuye en gran medida a mos-
técnica por conocer en todos los aspectos de su producción, ya se trarnos con toda lucidez una
trate de ópera, música sacra o puramente instrumental. bellísima y desconocida obra.
Desde estas mismas páginas (boletines de mayo y septiembre de El elenco de cantantes realiza
2000), nuestro buen amigo y compañero M. Acero Ruilópez se una lectura llena de brillo y calidad vocal. Debemos destacar espe-
hacía eco de la carencia de grabaciones de este interesante maes- cialmente a la mezzo Sonia Prina como Primo Uomo en el papel
tro y esperaba con entusiasmo la aparición de próximos registros de Giulio Sabino (que originalmente debió de ser representado por
que hicieran justicia definitivamente a este genio musical. A estas un castrado) y al tenor Giuseppe Filianoti en el de Tito, papeles en
alturas, y tras escuchar este interesante Giulio Sabino, parece claro los que realizan un trabajo de intensa calidad musical y depurada
que el Clasicismo no sólo se queda en Mozart -que por cierto, y técnica vocal en pasajes de verdadero virtuosismo y alta dificultad
dicho sea de paso, no dudó en homenajear a Sarti en su Don técnica. El resto de cantantes, siempre a la altura de las exigencias
Giovanni (ambos se profesaban una sincera admiración mutua, lle- técnicas impuestas en la partitura, contribuyen de manera brillan-
gando a tocar, incluso, juntos en Viena en junio de 1784)- o te, y en algunos casos espectacular (Elena Monti como Prima
Haydn; evidentemente, figuras como el mismo Sarti, o el apenas Donna en el papel de Epponina, o Kremena Dilcheva en el de
conocido Pugnani, por poner dos ejemplos de brillantes composi- Annio), a mostrarnos una ópera bellísima repleta de hermosas y
tores hoy casi olvidados de entre una larguísima lista, contribuye- sensuales arias y escenas de intensa y emotiva fuerza dramática
ron en gran medida a la madurez y al desarrollo de un período y (atentos a los cortes núms. 11 y 21 del II y III actos respectivamen-
una época irrepetibles en la historia de la música. te, «Venite, oh figli! Al vostro sen stringete» y «D’una vita felice»),
Giulio Sabino (Dramma per musica in tre atti) con libreto de Pietro en las que música y poesía se funden creando momentos que se
Giovannini, es sólo un botón de muestra de la impresionante cali- pueden incluir entre los más hermosos de la ópera dieciochesca.
dad y maestría musical que alcanzó Giuseppe Sati en sus años de La Accademia Bizantina, orquesta de instrumentos originales, diri-
madurez. Estrenada en el teatro de San Benedetto en Venecia gida por Ottavio Dantone, coautor con el veterano Sergio
durante el Carnaval del año 1781, pronto conoció un notable Balestracci de la revisión crítica actual de la partitura, nos ofrece,
éxito, alcanzando rápidamente un considerable número de repre- como es habitual en esta espléndida y ya consolidada formación
sentaciones tanto en esta ciudad, tan ligada siempre a la ópera, «historicista», un excelente trabajo que recrea a la perfección lo
como en otras, dentro y fuera de Italia, llegando a lugares tan dis- que debieron de ser las representaciones efectuadas en los distin-
tantes como España, donde fue representada en Madrid en 1787 y tos teatros europeos de finales del siglo XVIII (presten atención a la
1798, Viena (1785) o Berlín (1803). El prestigio alcanzado por la impresionante obertura de más de 8 minutos de duración). En defi-
obra quedó reflejado además de en su elevado número de repre- nitiva, estamos ante una brillante producción con una bellísima
sentaciones, en la extensa cita que hizo G. Casti en el libreto de la música que supone no sólo el redescubrimiento de un gran y des-
ópera Prima la musica e poi le parole, con música sublime de conocido músico, sino también, y ante todo, el de todo un perío-
Antonio Salieri y representada en Viena en el año 1786. do: el Clasicismo.
Evolución estilística, madurez del gusto clásico, equilibrio formal,
brillante instrumentación y virtuosismo vocal, son algunas de las F.P.C.G.
características de esta bella ópera. La grabación, realizada en vivo
(norma habitual en el veterano sello italiano), procede de Rávena G. SARTI: Giulio Sabino / Prina, Monti, Filianoti, Palomba, Lombardi / Accademia
Bizantina. Dir.: Ottavio Dantone / BONGIOVANNI / Ref.: GB 2246/47-2 (2 CD) D2 x 2
F.F.
N. JOMMELLI: Il paratajo / Curti, Testoni, Sciuto, Andersson / Orquesta de Ópera Barga. Dir.: Giorgio Ubaldi / BONGIOVANNI / Ref.: GB 2252-2 (1 CD) D2
( 13 )
La Juive, en una representación londinense del 73 con Richard Tucker
Las raíces
H alévy debe su fama, como muchos otros compositores, a
una única ópera que fue acogida triunfalmente por el públi-
co no sólo por encontrar el momento adecuado para su
estreno sino por virtudes que ya los críticos de la época reconocí-
todos los reparos que se
le puedan poner al esta-
do vocal de Carreras o a
la adecuación de
an en su partitura: «Íntima y profunda emoción capaz de insuflar González, el resto del
un nuevo hálito de moralidad a su tiempo...», «Sú música irrumpe equipo dio una lección
en lo más íntimo de la naturaleza humana», etc., y el mismísimo de canto, tanto Furlanetto, con un fraseo excelente, como
Wagner se incluye entre los personajes que no dejaron de alabar- Anderson (y no digamos Varady).
la. Posteriormente, y después de un año de paseo triunfal, sola- En la grabación de MYTO, inevitable aunque se tenga la antigua
mente su siguiente ópera -L’éclair- alcanza alguna resonancia y se edición de Legato (pues ésta suena mucho mejor), observamos a
repone en una ocasión; del resto, silencio. una Rachel interesante por el color de voz; no hay que olvidar que
El tiempo, justo e injusto, entierra en el olvido el trabajo de este papel lo estrenó Marie-Cornelie Falcon, cuya voz oscura y
muchos grandes artistas hasta que llegan épocas de sequía y la bús- potente, con elementos de mezzo, dio lugar a la clasificación de
queda de pozos da con obras, en pocas ocasiones maestras, en «soprano falcón». El resto cumple, incluido Anton Guadagno. Sin
otras bastante interesantes y, en las más, perfecta y justificadamen- embargo, la joya de la grabación, procedente de una representa-
te olvidadas. Desde hace unos años vivimos tiempos en los que se ción celebrada en Londres el 4 de marzo de 1973, es la interven-
busca y rebusca la «novedad del pasado», porque la obra maestra ción de Richard Tucker en el papel de Eleazar. Sensacional. La
está tan repetida, tan grabada y tan oída -y el mercado tan satura- intervención de los demás cantantes se engrandece cuando inter-
do- que algo hay que hacer; así, surgen por doquier, como setas en vienen con él, que llega a crear un personaje totalmente convin-
otoño, títulos insospechados, óperas desconocidas o incluso auto- cente y de un relieve extraordinario. Tucker, nacido americano
res que nadie conoce. No ocurre así con esta L’ebrea o La juive, de pero hijo de un emigrante rumano, recibió sus primeras lecciones
la que, como también sucede con algunas otras óperas, se han sal- de canto del cantor de la sinagoga de Nueva York cuando tenía seis
vado del olvido algunos fragmentos ya por su popularidad o por su años. A los sesenta, dos antes de su muerte, se reencontraba con un
calidad, cual es el caso de la Plegaria de Eleazar, que participa de personaje que de alguna manera estaba en las raíces de su apren-
ambos valores. dizaje.
La juive es ópera de difícil realización, por cuanto requiere un Francisco García-Rosado
reparto de altísimo nivel, con dos tenores, dos sopranos, dos bajos
y un barítono: Rossini no está lejos. Hasta la grabación de 1988-91 J.F. HALÉVY: La Juive / Tucker, Hayashi, Gwynne, Le Bris, Sabate / Dir.: Anton
con Carreras, González, Varady, Anderson y Furlanetto, el aficio- Guadagno (Londres, 4.3.73) / MYTO / Ref.: 2MCD 003.222 (2 CD) D10 x 2
nado no conocía la ópera completa en versión de estudio. Con
( 14 )
KOCH publica la Elektra de 1953 con Astrid Varnay, en excelentes condiciones sonoras
De Micenas a Colonia
pasando por Manderley
A
llá por mayo de 1995 comenta- sin la menor reserva. No dirigió Hans asentir y echarme a reír». Claro que la
ba yo en el Boletín de Diverdi, Weigert, quien allá por 1948 había risa de la Varnay, puedo atestiguarlo,
que todavía no era la «Hoja ilustrado a su mujer sobre las diferen- sonaba como un cañonazo.
parroquial», en relación a la edición cias entre la tragedia de Sófocles y el De todo este estilo teatral hay algo,
de Arlecchino de dos Elektras con la drama de Hofmannstahl, el cual dio aun sin escena, en el concierto radio-
Varnay, que «la estrella absoluta, el inusitada importancia al personaje de fónico de Colonia. Pero, además,
Sirio de esta constelación, es la todos los primeros papeles de esta
soprano húngaro-austríaco- sueco- enormidad están cantados por
norteamericana (con residencia en auténticos animales dramáticos.
Múnich) en la plenitud de sus Crisotemis era un personaje a la
medios vocales, porque los tempe- medida de la joven Leonie Rysanek
ramentales los conserva intactos. (34), y claro, lo borda. Hans Hotter
Con Mitropoulos domina la hembra (43) vuelve a regalarnos su voz
visceral y terrible, toda la fuerza maravillosa, la nobleza de su canto
vengativa de la sangre átrida derra- y la piedad que Orestes siente al
mada, el odio a flor de piel, el cla- descubrir a Elektra en aquella criatu-
mor trágico. Con Reiner, tras la pre- ra envejecida y marchita, que vive
sentación en Bayreuth y los prime- sólo gracias al fuego interior de la
ros trabajos con Wieland Wagner, la venganza. Mas la gran sorpresa la da
cantante calcula, dice, matiza, Res Fischer (56), quien hace senci-
modula, canta a media voz con su llamente toda una creación de la
espléndido fiato, se reserva en monstruosa Clitemnestra. Hace
cuanto se integra en la representa- poco escribí sobre ella y su Gea de
ción, y así sus propósitos y decisio- Dafne -«He visto el sol»- en térmi-
nes llegan a ser aún más terribles por- Crisotemis y mostró con él, frente a la nos entusiastas. Recuerdo ahora en el
que nacen de la voluntad siempre con- esterilidad asesina de la hermana papel a la Klose, a la Mödl, a la
trolada, hasta que todo este raciocinio mayor, la esperanza fructificadora de Höngen, a la Varnay y a la Rysanek
se viene abajo en el frenesí de la ven- la hermana menor. Lo hizo el asimis- veteranas. Pues bien, quizá Res Fischer
ganza consumada». mo competente Richard Krauss, quien sea la mejor de todas en términos
Recientemente, ha vuelto a apare- no se distrajo asomándose a las cáma- vocales y, además, no les va a la zaga
cer por aquí la famosísima Elektra salz- ras laterales, sino que siguió de un en cuanto a la capacidad dramática.
burguesa de 1964, que es además el tirón el camino recto del expresionis- Sólo Jean Madeira podría igualársele,
primer y último trabajo de la soprano mo que domina en la lacerante ópera. si algún día los responsables de Orfeo
con su poco apreciado Karajan desde Quiere esto decir que aquí tenemos se deciden a editar la grabación muni-
el Tristán bayreuthiano de 1952. La reunidas en una sola a las dos Varnay, quesa -Teatro del Príncipe Regente-
gran Astrid afirma en su autobiografía relativamente distintas, de Mitropoulos con Knappertsbusch. El resto del repar-
que, pese a las nuevas diferencias que y de Reiner. Pero hay algo más, que to cumple bien, y si Helmut Melchert
ella volvió a tener con el director, éste ella cuenta en la autobiografía. Judith no es un Egisto de lujo, tampoco resul-
declaró que, después de la formidable Anderson, la inolvidable ama de llaves ta desdeñable.
experiencia, no dirigiría nunca más la de Rebeca y mucho después la ancia- No quiero concluir sin advertir que
obra: los expertos karajanianos confir- na piel roja de Un hombre llamado el contraste vocal e interpretativo de
marán o desmentirán el hecho. El caso caballo, había alcanzado un triunfo las dos hermanas es uno de los logros
es que, por entonces, la Varnay ya enorme en Nueva York, en 1947, con absolutos de este precioso documento.
había visitado Micenas, para ver las la Medea de Eurípides. El matrimonio Por ello, y en homenaje de agradeci-
ruinas del palacio de Agamenón y Weigert la vio actuar en San Francisco, miento a la desaparecida Rysanek,
empaparse in situ del espíritu atormen- y Astrid quedó tan impresionada que quien me distinguió en cuatro o cinco
tado de los átridas. También dice que decidió incorporar a su primera Elektra ocasiones con su benevolencia, y a la
desde 1949 había desarrollado «un escénica, la del Met (1952), algunas inalcanzable Varnay, a quien quizá lle-
proceso de sublimación del persona- peculiaridades de la Medea de la gue a conocer personalmente este
je». Pero la grabación de Salzburgo no Anderson. Así, «la primera entrada la verano (redacto el comentario el día
es técnicamente buena, y así la violen- hice corriendo, pero de espaldas al 17 de julio), he vuelto a autorizar a
cia y el sarcasmo de la gran trágica, público; para la segunda escena, dejé Diverdi para que asimismo entregue
quien además ya había cogido la recta que los cabellos me taparan la cara y, mi traducción de Elektra a quienes
final de su primera carrera, no apare- al empezar el monumental monólogo, quieran tener en su discoteca a la
cen bien compensados, en la edición levanté la cabeza y dejé ver al fin el Varnay micénica de paso por
Orfeo, por la refinada tímbrica que rostro atormentado de Elektra». El efec- Manderley y recalada aquí en Colonia
buscó a toda costa, según es fama, el to dramático fue enorme. Judith con sus también no menos magníficos
exigente maestro austríaco. Anderson estuvo en la representación compañeros.
Por todo esto hay que agradecer a y fue al final al camerino de la Varnay,
KOCH la edición de la Elektra de para felicitarla. La conversación trans- Á.-F.M.
1953, pues para empezar posee, como currió de manera cordial, si bien la
corresponde a su origen radiofónico, la soprano temía que la actriz le repro- R. STRAUSS: Elektra / Fischer, Varnay, Rysanek,
Melchert, Hotter, Horn / Orquesta Sinfónica de la
mejor calidad de sonido hallable en chara en cualquier momento la imita- Radio de Colonia. Dir.: Richard Kraus / KOCH /
estos documentos. Sólo se practicó el ción. Sólo al final, después de la des- Ref.: 3-1643-2 (2 CD) D2 x 2
corte habitual en el espantoso relato pedida, el alma negra de Manderley,
que la desdichada mujer hace a su pues Rebeca data de 1940, se volvió Al adquirir Elektra se suministrará
madre, Clitemnestra, de cómo va a desde la puerta y, señalando la peluca gratuitamente un disquete de
asesinarla. Además, libre del peso de que yacía sobre una silla, dijo suave- ordenador con la traducción al
la representación escénica, Astrid mente: «¿Medea?» Y la soprano con- castellano del texto por
Varnay se entrega del principio al fin cluye: «Lo único que acerté a hacer fue Ángel-Fernando Mayo
( 15 )
La Pasión griega, de Bohuslav Martinu, nueva entrega operística del sello austríaco KOCH
( 16 )
BONGIOVANNI publica un recital ORFEO D’OR presenta una joya de la lírica
del tenor alicantino José Sempere de nuestro tiempo: Carlos V, de Ernst Krenek
L
a Diputación Provincial de Alicante publicó ra de Carlos V, pero la situación política impidió su estreno en la capital austríaca,
en 1998 un recital del tenor José Sempere, y la obra se representó en Praga en 1938. Poco después, el compositor emigró a los
natural de Crevillente, quien desde hace Estados Unidos, y la ópera no volvió a ofrecerse hasta veinte años después en
unos pocos años está desarrollando una merito- Düsseldorf, en una versión, de acuerdo con sus
ria carrera internacional. El disco se títuló Il do di editores, algo abreviada. Esta edición es la que
petto, un poco rememorando un viejo LP de los sirve de base a la presente grabación, que corres-
años cincuenta que daba, justamente, esa titula- ponde a una versión del concierto del 14 de
ridad a un registro paralelo del tenor boloñés agosto de 1980 en la Felsenreitschule de
Gianni Raimondi, coincidente en no pocos pun- Salzburgo, que fue recogida por los micrófonos
tos con el can- de la ORF. Debido al gran éxito de la misma, así
tante alicanti- como a la excelencia de la interpretación -cosa
no. En efecto, que podemos juzgar con la escucha del doble
los dos poseen compacto que se publica al cumplirse el cente-
una importan- nario del nacimiento del músico vienés-, Carlos
te voz (ancha, V llegó finalmente a la Staatsoper en 1984. No
sólida y muy permaneció mucho tiempo en su repertorio,
rica, opulencia aunque bien merecería por su extraordinaria calidad que los teatros líricos la recu-
que se aprecia perasen (su ausencia de los mismos sólo se explica por la complejidad de encontrar
a medida que un elenco tan nutrido como el que exige la partitura).
asciende al re- El mayor elogio que puede hacerse de Carlos V es que está a la altura de un per-
gistro superior) sonaje tan controvertido, complejo y fascinante como el monarca español. Krenek
y un repertorio tomó como modelo, a la hora de tratar una época histórica determinada, el patrón
similar (inclui- empleado por Paul Claudel y Darius Milhaud en su Cristóbal Colón, estrenada en
da «La mia le- Berlín en 1930. El drama se va desarrollando a través de los diálogos del empera-
tizia» verdia- dor, en su retiro del monasterio de Yuste, con las distintas figuras que fueron decisi-
na, que privilegiara Lauri-Volpi), aunque el espa- vas a lo largo de su vida: su madre, Juana la Loca; su hermana Eleonora, su herma-
ñol aporta un título no considerado por el italia- no Fernando, su esposa Isabel, Francisco I de Francia, Lutero, etc., todos ellos carac-
no pero acorde con la popularidad actual de la terizados vocalmente con una extremada pertinencia. Adquiere una especial rele-
obra: el «Pour mon âme» de La fille du régiment. vancia su confesor, Juan de Regla, un papel hablado. Krenek combina las partes
Parte de este registro valenciano (la más llamati- cantadas con las recitadas, recurriendo en varias ocasiones al sprechgesang con una
va ausencia es el «Nessun dorma») vuelve ahora voluntad altamente expresiva.
presentado por el sello BONGIOVANNI y enri- Carlos V revela los contactos del compositor en aquel momento con la música
quecido con otros fragmentos operísticos (éstos dodecafónica. Krenek utiliza las series de sonidos con una voluntad dramática que
dirigidos por Francisco Estévez; aquéllos, por responde a una lógica implacable, y lo hace con tal dominio del oficio que el con-
Roberto Fores), en esta ocasión pertenecientes a junto no resulta en ningún momento algo académico o artificioso. Otro aspecto
un repertorio para tenor más central y más lírico, importante es el uso de las masas corales, que reflejan tanto el conflictivo momen-
como son las arias de Nadir en Los pescadores to histórico que vivió el protagonista como su profundo sentimiento religioso, sus
de perlas, de Vasco de Gama en L’Africana, de temores y su ansia por alcanzar la redención espiritual y el perdón ante el mundo.
Oronte y de Rodolfo en las verdianas I lombardi La versión que nos presenta ORFEO D’OR es difícilmente superable. Gerd
y Luisa Miller (con la hermosísima cabaletta, que Albrecht, abogado de tantas causas perdidas, es una batuta muy convincente en lo
nadie suele cantar, incluida), además de sólo una teatral, que gobierna con mano firme los grandes conjuntos que tiene a su cargo. El
de las páginas solistas correspondientes al reparto vocal es excelente, con un magnífico Theo Adam en el papel titular, bien
Cavaradossi pucciniano («Recondita armonia») y rodeado por una serie de estupendos solistas (Thomas Moser, Siegfried Vogel,
al Des Grieux massenettiano («Ah! Fuyez, douce Kristine Ciesinsky, Hanna Schwarz), entre los que podemos resaltar a Peter Schreier
image», en singular, no en el plural de la carátu- en un sinuoso Francisco I o a una emotiva Sena Jurinac como Eleonora (el papel
la). Oportunidad para interesarse por y saborear femenino más desarrollado). En suma, una obra apasionante.
de una vocalidad de colorido típicamente medi- Rafael Banús Irusta
terráneo, amparada por un temperamento gene-
roso, una formación suficiente y unas siempre E. KRENEK: Karl V / Adam, Schwarz, Jurinac, Moser, Ciesinski, Hoffmann, Melchert, Schreier, Vogel /
Orquesta Sinfónica de la Radio de Viena. Dir.: Gerd Albrecht / ORFEO / Ref.: C527002I (2 CD) D4 x 2
dignas caracterizaciones. Sempere es un cantan-
te de gran atractivo que mezcla repertorio con-
vencional con jugosas rarezas y cuyas etapas Á.-F. Mayo prepara actualmente la traducción completa de Carlos V, que en fechas
profesionales más destacadas pasan por I próximas ofreceremos gratuitamente en disquete a aquellos clientes que lo soliciten.
Pittagorici (Leofrono) de Paisiello en Catania,
Rigoletto (Duque de Mantua) en Roma, La muta
de Portici (Massaniello) de Auber en Ravenna,
Esclarmonde (Roland) en el massenettiano Saint-
Etienne, Poliuto (rol titular) en la donizettiana
Bergamo, La bohème (Rodolfo) en la pucciniana
Torre del lago e Inès de Castro (Don Pedro) de
Persiani -el esposo de la Fanny Persiani, la pri-
mera Lucia di Lammermoor- en Jesi.
GIOVANNI PICCHI E LA SCUOLA
F.F. VENEZIANA: Obras de Picchi,
Bertoldo, Guami, Gabrieli, Merulo,
Padovano, Bell’Haver y Pesenti /
Fabio Bonizzoni (clave) / GLOSSA /
RECITAL JOSÉ SEMPERE - Arias de Rossini, Bellini, Donizetti, Ref.: GCD 921502 (1 CD) D2 (-20%
Meyerbeer, Gounod, Verdi, Bizet, Massenet y Puccini / de descuento) [Oferta especial de
Orquesta de la Marina Alta. Dir.: Francisco Estévez / BON- lanzamiento]
GIOVANNI / Ref.: GB 2533-2 (1 CD) D2
( 17 )
Tres nuevas grabaciones del barítono alemán en ORFEO D’OR Tres Preludios del Palestrina de Pfitzner y la
( 18 )
alma. Tan honda es su crisis, su sequía, Primicias camerísticas de dos románticos incipientes: I.J. Pleyel y F. Ries, en
que sus chambelanes y servidores, esto CPO
es, los directores de orquesta de la gran
tradición, los cultos intendentes de los
Savia de maestros
D
ícese de la savia que es un líquido musicales, aunque fueron tres los más
que circula por los vasos de las plan- importantes: Franz Anton, el propio
tas pteridofitas y fanerógamas y del Ferdinand y su hermano Hubert, recordado
cual toman las células las sustancias que más bien por su escuela de violín y por sus
necesitan para su nutrición. estudios. Ries, paisano de Beethoven, los
Las dos grabaciones que aquí comenta- dos de la ciudad de Bonn, llegaría a ser
mos pertenecen a dos autores del mundo amigo, alumno y secretario del genio. Se
germano, contemporáneos ambos, inspira- hizo con un nombre como pianista y com-
dos en el Clasicismo con un positor de obras para este
despliegue de toques ro- instrumento en su país, pero
mánticos y alumnos de sus tentativas para estable-
maestros indiscutibles. Tant- cerse como músico inde-
o el uno como el otro, ocul- pendiente en Viena y más
teatros de ópera y los cantantes que tos en el repertorio normal tarde en París terminaron en
decían la palabra alemana auténtica, de los círculos de concier- fracaso. Después de intensa
incluso con sus ricos matices dialecta- tos, pero no por ello faltos lucha y pobreza fijaría su
les, han desaparecido casi sin dejar de páginas relevantes. Sólo estancia en Londres durante
más rastro que los documentos sonoros hay que escuchar estos once años (1813-1824),
por los que hoy sabemos que no perte- registros para darnos cuenta donde contrajo matrimonio
necen al reino de la quimera: exceptúo de la importancia de sus con una inglesa; tendría
a algunos liederistas y poco más. partituras. Si no triunfaron mucho éxito como pianista
Pues bien, hay un director joven, en sus patrias de origen, sí y compositor. Parte de su
Christian Thielemann, que se declara - lo harían en Londres y en producción para violoncello
«honrad a los maestros alemanes»- París (Pleyel), donde publi- y piano se nos presenta en
seguidor de la gran tradición, y que carían parte de su material y este registro. El instrumento
precisamente ha dicho que la graba- serían elogiados. de cuerda lo había estudia-
ción de los tres preludios de Palestrina Un año después que do con Bernhard Romberg,
con Furtwängler ha sido decisiva para Mozart nacía Ignaz Joseph el primer virtuoso que impu-
él. He escuchado a Thielemann sólo Pleyel (1757-1831), en una so el violoncello como ins-
cuatro de sus seis o siete CDs. población de la baja trumento solista en el curso
Obviamente, esto no puede ser deter- Austria. En Viena estudiaría de sus largas giras a través
minante ni la «Hoja parroquial» es el con Vanhal, un músico de Europa, y a quien acom-
lugar adecuado para comentarlos. Sólo independiente, como lo sería poco después pañó en una de ellas a Rusia. Sabido es que
diré que el primero de ellos, grabado Beethoven. Al estar ligado con el conde la composición de sonatas para violoncello
hace cinco años, ofrece un insólito pro- Erdody y éste a su vez con los Esterházy, por y piano era un género, entonces, todavía
grama Pfitzner-Strauss, que incluye las medio de una pensión Pleyel llegó a ser el nuevo, y habría que esperar a la Op. 69 de
dos cosas de aquél más frecuentadas alumno favorito de Haydn. Luego llegaría a Beethoven para fijar la forma clásica del
por Furtwängler. ¿Homenaje(s)? ocupar el puesto de maestro de coro de la género. Los dos instrumentos conquistarían
¿Declaración de principios? catedral de Estrasburgo, puesto que, al ser el trato de igualdad no conseguido hasta
Thielemann se presenta este verano de origen alemán, tuvo que abandonar por entonces en el Op. 5.
en Bayreuth con Los maestros cantores. prudencia en el tercer año de la Con estas piezas, Ries produce en noso-
Yo estaré allí, si todo sigue el curso pre- Revolución, cuando Francia se veía asedia- tros un efecto sorpresa pues, ciertamente,
visto, para presenciar la representación da por la oposición extranjera. Al calmarse son composiciones notables. La primera de
del día 9 de agosto. Escribo estas líneas la situación se estableció en París, no sin ellas, la Op. 21, se alinea en una forma
en la noche, fresca y tormentosa, del 16 antes haber estado en Londres, donde se inhabitual, ya que adquiere la forma del
al 17 de julio por razón del cierre agos- ganó una brillante reputación. Su asenta- modelo clásico de la sinfonía o el cuarteto
teño de Diverdi. Cuando aparezcan, la miento definitivo en la capital francesa lo de cuatro movimientos. Podríamos señalar
suerte estará ya más que echada. Mas si hizo, principalmente, como editor de músi- que Ries tiene, en sus obras, similitudes con
pintan oros y Thielemann da un paso ca y más tarde como fabricante de pianos. su maestro Beethoven, pero también se
firme hacia la meta de recuperar la gran Escribió una inmensa cantidad de páginas contrapone con otras diferencias en sus
tradición, el documento de los tres instrumentales de todas clases, muchas de progresiones melódicas, que hacen de su
Preludios de Palestrina con ellas admiradas por su maestro Haydn y por obra una creación muy personal y amplia
Furtwängler, sin considerar ahora la Mozart. Sus sesenta y cuatro cuartetos de de concepciones. Muchos de los procedi-
categoría de la Cuarta de Brahms, cuerda no están del todo olvidados, aunque mientos empleados nos recuerdan ya a
puede llegar a ser un día el punto his- suelen tocarlos los aficionados como agra- Schumann y a Niels Gade.
tórico donde quedó forjado el nuevo dable ejercicio. Da la casualidad de que es Relevante la pulcra exposición que los
eslabón. Por lo pronto, y en lo que a mí un compositor más conocido por alumnos ejecutantes efectúan en estos registros de
concierne, he puesto el CD de la joven que por los profesionales consagrados. Las las piezas en cuestión. Creo que comunican
promesa berlinesa -me limitaré a decir tres obras aquí incluidas son muestra de su con fidelidad el espíritu de estos dos músi-
que tiene verdadero interés- junto a los eclecticismo en música de cámara, con un cos, dignos del los maestros que tuvieron.
de Tahra y Preiser, y cerca del también tratamiento brillante de los instrumentos. En
Preiser con el Preludio I por Kna, a ver carta de Mozart a su padre fechada el 24 de Manuel García Franco
si los viejos maestros de la gran tradi- abril de 1784, el salzburgués se refiere a los
ción, al fin honrados, son para el joven cuartetos de Pleyel como bien escritos y F. RIES: Sonata para violoncello en la mayor, op. 21;
Introducción y Danza Rusa para piano y violoncello;
en verdad «gute Geister». agradables, afirmando que su música es Sonata para violoncello en sol menor, op. 125; Romanza
buena y agraciada, así como que al oírla en sol mayor / Guido Larisch (cello); Robert Hill (piano)
/ CPO / Ref.: 999666-2 (1 CD) D5
Á.-F.M. puede reconocerse a quien fue su maestro.
El otro disco está dedicado a Ferdinand I. PLEYEL: Octeto en do mayor; Trío en re mayor, op.
H. PFITZNER: Palestrina (Preludios a los Actos I, II 10/2; Trío Concertante en mi bemol mayor / Consortium
Ries (1784-1838). De cinco a nueve miem- Classicum. Dir.: Dieter Klöcker / CPO / Ref.: 999743-2
y III) - J. BRAHMS: Sinfonía nº 4 en mi menor, op.
98 / Orquesta Filarmónica de Berlín. Dir.: Wilhelm bros de esta distinguida familia musical ale- (1 CD) D5
Furtwängler (1949) / PREISER / Ref.: 90430 (1 CD) mana reciben atención en los diccionarios
D2
( 19 )
Excelentes recuperaciones beethovenianas de la mano de Mitropoulos y Furtwängler,
en la serie Salzburgo de ORFEO
( 20 )
Dame Janet Baker y Dennis Brain: BBC sigue TESTAMENT ofrece una semi-integral de las
recuperando el arte de viejos compatriotas Sonatas beethovenianas a cargo de Solomon
Un romántico en el olvido
E
l 10 de junio de 1843 nace en Graz Heinrich von Herzogenberg (barón Von Herzogenberg-Peccaduc).
Hijo de un oficial de la corte austríaca, recibe cursos de humanidades en el Gymnasien de Feldkirch
(Voralberg), Múnich, Dresde y Graz. En 1861 comienza a estudiar Filosofía y Derecho en la
Universidad de Viena. De 1862 a 1864 estudia Composición en el Conservatorio de Viena con Felix Otto
Dessoff, en cuya casa entabla una especial amistad con Brahms. En 1868 se establece en Graz como com-
positor independiente y se casa con Elizabeth von Stockhausen, pero se traslada a Leipzig cuatro años des-
pués, donde funda la Sociedad Bach (Bachverein) con F. Von Holstein y P. Spitta.
En 1885 sucede a Friedrich Kiel como profesor de composición en la Hochschule für Musik de Berlín,
y después de un período de descanso debido a una enfermedad retoma su trabajo en 1892. Ocho años
más tarde se ve obligado a retirarse por una nueva recaída. El 9 de octubre de 1900 muere en Wiesbaden.
Herzogenberg es un compositor de fina sensibilidad y acentuada tendencia contrapuntística, como lo
demuestran las tres obras incluidas en este CD. El Trío para cuerdas, op. 27/2 posee una increíble belleza tonal y una clara estructura; las Leyendas,
op. 62 para chelo y piano son apasionadas a la vez que musical y técnicamente ambiciosas, y en el Cuarteto para piano, op. 95, encontramos remi-
niscencias brahmsianas y connotaciones húngaras y eslovacas.
El Trío Belcanto Strings y el pianista Andreas Fröhlich realizan unas lecturas llenas de colorido y entusiasmo, y la grabación, realizada en copro-
ducción con la Radio Alemana en Berlín, es de una asombrosa calidad.
( 22 )
ROMOPHONE publica una integral de las grabaciones de Reynaldo Hahn
con Columbia y Compagnie Française du Gramophone
La mosca de Proust
Q
ue el destino es un caprichoso lo sabíamos por nuestra pro- mente están tomándose muy a pecho su revival, en el que desta-
pia carne, paciente sufridora de sus indignantes cambios de can Felicity Lott y el barítono Stephen Varcoe. Pero ahora la casa
humor. El único consuelo es verlos repartidos mundialmen- ROMOPHONE nos desentierra un tesoro, ampliando para mí el
te. En 1894, cuando un diletante Marcel Proust de 22 años conoce entusiasmo que sentí aquella tarde de los años 70. De la mano
y se enamora de Reynaldo Hahn, cuatro años menor que él, los ejemplar y minuciosa de Richard Bebb, lo que estos tres discos
salones parisinos donde la pareja pasea su ofrecen es la integral de los registros conserva-
radiante felicidad snob se preguntan qué pinta dos del Hahn cantante y pianista, abarcando un
ese remilgado don nadie al lado de un genio tiempo que va desde los primeros en 1909 a los
como Hahn, que compone desde los 13 años finales en 1932. La calidad de la toma sonora
canciones tan celebradas como Si mes vers resulta cuando menos aceptable, y en muchos
avaient des ailes y encima canta, es guapo, pia- casos buena, permitiendo (por ejemplo en las
nista y venezolano. Los reinos de este mundo, dos interpretaciones de la opereta de
aun en París, son cortos. Reynaldo Hahn no Offenbach La boulangère a des écus) apreciar
dejó nunca de componer, de dirigir y de ser la picardía vocal de Hahn, pero también, en esa
feliz en un démi-monde artístico, pero a partir temprana grabación de su obra maestra La bar-
del momento en que su antiguo amante ocupó cheta, la formidable y refinada calidad de emi-
el trono del gran escritor del siglo, él se convir- sión.
tió en ese galante músico menor que había sido A continuación vienen, ocupando el resto de
«el amante de». O así al menos es como yo le conocí, escuchando los compactos, distinguidas interpretaciones de época (la mayoría
unas grabaciones en vinilo en las que Reynaldo interpretaba sus de los años 30) de melodías y arias de sus óperas y operetas, y en
propias chansons y las de sus maestros más admirados con una voz este grupo destacan los deliciosos dúos de O mon bel inconnu,la
restringida pero seductora. opereta con música de Hahn y libreto de Sacha Guitry, interpreta-
Pasaba eso en los años 70, y desde entonces, sin quitarle a dos por el propio compositor y la gran Arletty. Hay también opor-
Proust lo que es de Proust, a Hahn le ha sido dado lo suyo. Gracia. tunidad de escuchar la hermosa y potente voz del barítono de ori-
No genio. Y sensibilidad, que en el arte a veces se llama intuición. gen norteamericano Arthur Endrèze cantando a Hahn y acompa-
Hahn no sólo elegía bien sus novios y sus alfileres de corbata; supo ñado al piano por Hahn y, como final, un bonus extraordinario:
escoger a algunos de los mejores poetas del tiempo (Verlaine, una presentación de los instrumentos de la orquesta tomada en
Leconte de Lisle, Gautier) para sus melodías, reivindicar en buena vivo en 1935. Oyendo la chispeante inteligencia de Hahn en el
hora a los grandes barrocos franceses como Lully y Rameau, admi- precioso show se entiende por qué Proust, una vez que dejó de
rar por las más nobles razones del contrapunto a Mozart, y -detes- amarle, no quiso nunca quitarse de encima a ese absorbente espé-
tando a Debussy, nobody is perfect!- mantenerse fiel al baremo cimen llegado de las Américas.
musical que le correspondía y resultaba ser el de sus maestros
Saint-Saëns y Massenet. Por eso, y en malicioso homenaje a tan Leopoldo Baroja
desarrollado olfato de artista, le dijo un día al joven Hahn el gran
patriarca Alphonse Daudet: «Tiene usted sentidos de mosca». REYNALDO HAHN: Integral de grabaciones - Grabaciones con la «Compagnie
Française du Gramophone»; Grabaciones «Columbia»; Composiciones de Reynaldo
En Francia (¡y en Mónaco!) tienen la suerte en los últimos años Hahn / Reynaldo Hahn (voz y piano) / ROMOPHONE / Ref.: 82015-2 (3 CD) D2 x 3
de poder ver sus operetas representadas, y los ingleses principal-
CPO publica una verdadera integral de las Sonatas para violín y piano de Robert Schumann
Rescate schumanniano
S
chumann escribió tres sonatas para violín y piano, de las cuales sólo dos (las opp. 105 y 121)
figuran catalogadas. Su viuda y sus jóvenes discípulos Brahms y Joachim contribuyeron a
expurgar el corpus de su obra, del cual fue excluida la tercera, lo mismo que el Concierto
para violín y orquesta, pensado para el mismo Joachim pero que éste nunca quiso ejecutar.
Normalmente, las grabaciones han recogido aquellas dos primeras sonatas y olvidado la póstu-
ma, que ahora incluyen nuestros intérpretes, por cierto que con una excelencia de sonido, una
fina musicalidad y un acendrado estilo realmente ejemplares.
La pequeña historia de la tercera sonata empieza siendo una obra colectiva, de la que Schumann
escribió dos movimientos y Brahms y Dietrich, uno cada cual. Se la conoce con FAE, en parte
porque alude a las tres notas correspondientes a las tres letras (fa, la, mi), en parte porque resume
el lema de Joachim (frei aber einsam: libre pero solitario). A pesar de esta mezcla de nombres y
autores, Schumann compuso los otros dos movimientos por su cuenta, completando la sonata ter-
cera y expurgada a que aludí al comienzo. Se sabe que fue interpretada en vida del músico, en
1853 y 1854, pero permaneció «desaparecida» hasta 1956, cuando la exhumó el editor Schott en Londres.
Ahora se la recobra y con un alto interés documental. A pesar de que es la menos conseguida de las tres, tiene algunos rasgos inequí-
vocos de su autor: acordes descendentes, el motivo de las tres notas reiterado en distintos movimientos, a veces invertido, en una manio-
bra de enmascaramiento muy característica de Schumann.
Las otras hermanas de la serie no figuran entre lo más apreciado de su mano, pero se trata de una marginación injusta. Sin estas obras,
de buena vena melódica, escritura violinística muy hábil, contrapuntos astutos y empuje de carácter, no existirían las tan perfiladas de
Brahms y su larga parentela en la música del romanticismo tardío. Schumann rompió convenciones y propuso fecundos anticipos. Tuvo
más genio que paciencia y más audacia que artesanía. Gracias a ello fue, y sigue siendo, Schumann. Pruebas al canto. ¿Ha cantado
alguien más que él?
Blas Matamoro
R. SCHUMANN: Sonatas para violín y piano núms. 1, 2 y 3 / Isabelle Faust (violín); Silke Avenhaus (piano) / CPO / Ref.: 999597-2 (1 CD) D5
( 23 )
CPO presenta el ballet Cenicienta, de Prokofiev, bajo la batuta de Michail Jurowski
La princesa proletaria
Q
uien prescinda de las circunstancias en que se compuso el ballet Cinderella puede creer que se trata
de una obra escrita en pleno sosiego, en paz, sin presiones extraordinarias, por un músico no sólo
inspirado, sino también alejado de especiales preocupaciones. Sin embargo, Cinderella la compuso
Prokofiev durante la Gran Guerra Patriótica, mientras el Tercer Reich invadía la Unión Soviética y los artis-
tas eran evacuados por el gobierno a posiciones de retaguardia. Cinderella es, pues, contemporánea de la
Sonata nº 8 para piano y de la gigantesca ópera Guerra y paz. Es cierto que esos años de guerra suponen un
paradójico alivio para Prokofiev y otros artistas. Es el momento en que todos son necesarios. Las presiones
de antes de la guerra se aflojan, y en ese momento no puede saberse cuándo volverán, más insidiosas y brutales, en los años de postgue-
rra, cuando vuelva a colocarse en su sitio a los presuntuosos creadores del arte y el pensamiento; como se había hecho a partir de 1936,
con el caso Shostakovich y su Lady Macbeth de Msensk.
Como ya hemos escrito en más de una ocasión en las páginas de este boletín, Prokofiev tuvo una vocación teatral temprana e insobor-
nable. Después de varios intentos juveniles, entre ellos una muy aceptable y hoy recuperada Maddalene (1911-1913, obra de un joven-
zuelo de veinte años), compuso siete óperas de madurez; y no compuso más porque las circunstancias no le fueron favorables en ese terre-
no. Pero escribió, además de mucha música para el cine, ocho ballets: Ala y Lolli (1914-15, partitura conocida como Suite Escita y no
como ballet), Chout o El cuento del bufón (1915), El paso de acero (1925-26), El hijo pródigo (1928-29), En el Dnieper (1930-31), Romeo
y Julieta (1935-36), Cinderella (1940-44) y La leyenda de la flor de piedra (1948-53). A partir de Romeo y Julieta, Prokofiev aborda el ballet
operístico de gran formato. Cinderella es uno de ellos.
Este ballet se estrenó en noviembre de 1945, una vez concluida la guerra, y fue un exitazo tanto en Moscú como en Leningrado. Esos
años van a ser los últimos de alegría de Prokofiev, que pasará de la gloria como artista nacional a la humillación pública y la persecución;
como otros muchos colegas suyos, por otra parte. De momento es, oficialmente, el éxito de la proletaria Cenicienta frente a las fuerzas bur-
guesas y capitalistas personificadas en el hogar que la explota. Prokofiev metió la pata con un artículo en el que se prescindía de todo eso
y se hablaba de amor, de música, de cuento de hadas. Pero aunque no hubiera escrito tales imprudencias, la represión de 1948 no hubie-
ra dejado de abatirse sobre él.
Cinderella es una partitura vivaz, expresiva, la eclosión de la música en virtud del talento de un alma dotada para la danza y para el
canto. Es una continuación natural de Romeo y Julieta, y ambas aspiran en el fondo a seguir la tradición de Chaikovski y sus tres ballets.
Como Stravinski cuando compuso El pájaro de fuego (un encargo sin alternativa) o El beso del hada (un homenaje libre y propio a
Chaikovski).
Rozhdestvenski, Järvi, Ashkenazy, Slatkin y Pletniev han registrado integrales de Cinderella. Ahora viene un discípulo del primero, Mijail
Jurowski, y sigue la tradición del maestro con un nuevo registro de un ballet-ópera de primer orden, y en una interpretación que se sitúa
por derecho propio a la altura de las versiones que la han precedido. Sentido de la frase, de la danza, del fraseo; garra dramática; gracia
lírica y agilidad sin respiro... Estas son algunas de las cualidades de este registro, que nos sorprende de manera muy grata. Esperábamos un
Cinderella correcto y hasta inspirado. Pero es eso y mucho más, y por ello es de agradecer esta producción de la Radio de Colonia. Si quie-
ren saber por dónde van los tiros, empiecen por escuchar el final del segundo acto en esta espléndida lectura de Jurowski (el vals y la lle-
gada de las doce de la noche); ahí está el mejor Prokofiev, el más vital y el de mayor sentido del teatro, pero también el magisterio de una
magnífica batuta apoyada en una orquesta de muy alto nivel. Después de eso, pueden escuchar todos los números en su orden... o en el
que crean conveniente.
S.M.B.
S. PROKOFIEV: Cenicienta / Orquesta Sinfónica de la WDR de Colonia. Dir.: Michail Jurowski / CPO / Ref.: 999610-2 (2 CD) D2 x 2
( 24 )
Obras pianísticas para piano de Nuevas obras orquestales y concertísticas de Rodio Shchedrin, en ONDINE
Franz Lehár, en CPO
Dos poéticas, una dramática
El pibe
Franz Lehár H e hablado en dos ocasiones con Rodio
Konstantinovich Shchedrin (Moscú,
1932). Como pudimos, mantuvimos una
primera conversación muy cordial durante una
emplea una voz muy humana de violoncello
frente a un conjunto que unas veces es paisaje y
otras ominosa presencia, que unas veces canta
(o baila) con el cello y otras le desmiente. Esta
M
ás que curiosa es la carrera de cena, allá por 1987. Shchedrin no tenía el inglés obra forma parte de un tríptico en el que, sin
Lehár. Sobra decir que su desti- como segundo idioma. En esa cena se encontra- palabras, evoca el compositor un pasado que ya
no era el mundillo travieso y ba también su esposa, la gran bailarina Maia no existe, que ha sido destruido: la vieja ciudad
sentimental de la opereta, pero antes Plisevskaia, para quien ha compuesto ballets de Aleksin, en el corazón de Rusia, en Tula, des-
hay una suerte de llamativo bachillera- como La dama del perrito, basado en el bello truida para elevar encima una «más moderna»,
to centroeuropeo que conviene no olvi- relato de Chéjov. No podíamos saberlo, pero más funcional, más «progresiva». Todavía
dar. Tuvo buenos profesores en el con- eran los últimos años del recuerdo aquellas enseñan-
régimen comunista, que zas prosoviéticas: en la
Gorbachov intentaba des- URSS se conservan las ciu-
montar por las buenas. dades, los pueblos, la belle-
Unos cuantos años más za del pasado, porque allí la
tarde, con un intérprete, especulación del suelo no
intenté hacerle una entrevis- existe. Una mentira, una
ta. El intérprete de ruso debió más, entre las muchas que
de comprender mal algunas formaron la Gran Mentira.
cosas, y Shchedrin se enfa- Eso es lo que canta
dó. Creyó que yo le pedía Shchedrin en tres obras con-
cuentas por no haberse certantes, una para violín
enfrentado con el régimen (dedicada a Maxim Ven-
ruso, cuando todos sabemos gerov), otra para viola (para
que fue un disidente, un Iuri Bashmet) y ésta para
resistente interior. Tenía sen- violoncello (dedicada, claro
tido su actitud: otros periodistas han hecho lo está, a Rostropovich). Recomendamos la escu-
mismo con colegas y compatriotas suyos; no sé cha de esta obra tensa y desolada, de enverga-
servatorio, Dvorák en primer lugar, si con él. Shostakovich, en las Memorias discta- dura y ambición sinfónicas, espléndidamente
pero también Förster y Fibich. Siendo das a Volkov, los trata con especial saña. Con traducida en sonidos por Marko Ylönen al cello
un violinista adolescente y un composi- toda razón. Terminamos cordialmente, y deshi- y Mustonen al frente de la Filarmónica de
tor precoz, con una Sonata para piano ce el equívoco; pero la entrevista se malogró. El Helsinki.
ya en la gaveta, se le recomendó colgar malentendido había surgido porque le hablé de Pero la Suite del ballet La gaviota merece un
el instrumento y ahincarse en los penta- su ópera juvenil No sólo amor y de su poema comentario aparte. Shchedrin opta en esta obra
gramas en blanco. Lo hizo, como sabe- sinfónico temprano Un hombre auténtico (el de 1994 por descubrir (sin enfatizar) el drama
mos, pero lo peculiar del caso es que mismo tema de la última ópera de Prokofiev), oculto de los personajes del drama de Chéjov.
no recibió más lecciones de composi- dos obras de obligatoria fidelidad al régimen en Ensayaba el dramaturgo en esta «comedia» un
ción, de modo que hemos de conside- un momento muy duro del estalinismo posterior retrato de situaciones agónicas en las que los
rarlo mayormente un autodidacta. a la Gran Guerra Patriótica. personajes pasaran por allí sin que su sufrimien-
Las obras que integran el presente Lástima. Podíamos haber hablado de la to fuera demasiado aparente. Pero todavía es
compacto datan de sus diecisiete y die- ópera Almas muertas, de los ballets La gaviota o una obra de dramatismo explícito. Todavía no
ciocho años, o sea de cuando se produ- Ana Karénina (una de las pocas veces que estamos ante las sutilezas de Tres hermanas, Tío
jo el corte descrito. Revelan a un com- Tolstoi inspira una obra teatral musical; Guerra Vania y El jardín de los cerezos. La opción del
positor, si no demasiado personal, en y Paz, de Prokofiev, sería otra), de Poetoria, un compositor es explícita, clara; no predice las
cambio sí muy seguro de sus medios. concierto para un poeta (el disidente sugerencias de la trilogía final, sino que explota
Tienen una redacción pianística limpia Voshnesienski), voces femeninas, coro y orques- las aristas que en La gaviota intentaba Chéjov
y certera, con toques muy matizados de ta, de una serie de proyectos que entonces tenía ocultar. Un ocultar púdico, pero también pro-
melodías populares o que juegan a a punto, como la ópera Lolita, basada en la ducto de una convicción: los dramas ganan en
serlo, algún momento de brillo virtuo- novela de Nabokov (que a menudo olvidamos fuerza cuando se despojan de gestos, y a éstos
sístico, buena distribución de las partes que es ruso) o el Concerto para cello, «sotto los sustituyen unos cuantos signos cargados de
y formas bien definidas. Se oye la lec- voce concerto», que se incluye en el CD que sentido. El «drama» de Shchedrin tiene que ver,
ción de Dvorák y se recoge la herencia motiva este comentario. También podríamos en cierto sentido, con la nostalgia crítica, con la
de Mendelssohn, y no es mal escrutinio haber hablado del sindicato de compositores no rabia evocadora del Concerto sotto voce.
de modelos. La ligereza y la tendencia oficial que él presidía, o de su sentido religioso, También aquí está presente la naturaleza, que
al canto anuncian, aunque todavía disi- cuidadosamente conservado en un medio hos- los personajes ignoran. La sabia relación de
muladamente, al futuro inventor de viu- til. sonidos y paisaje, de sentimientos y plástica, es
das alegres y condes apócrifos. Nunca Al menos tuvimos tiempo para comentar la una de las grandes bazas de estos siete fragmen-
está de más saber lo que ocurrió en la salida de tantos compositores rusos o ex soviéti- tos sinfónicos obtenidos del ballet. Es una músi-
prehistoria de un músico que silbamos cos del país: Kancheli, Gubaidulina, Schnittke ca que también ríe, pero que sobre todo retrata
por la calle, tarareamos en la ducha y (que aún vivía), él mismo (que, sin embargo, los intentos baldíos por buscar una felicidad ina-
bailamos en las verbenas, lo mismo que vive tanto en Moscú como en Múnich)... prensible por la propia incapacidad de los per-
nuestros abuelos. Y averiguar que Lehár Este CD muestra el arte y el talento de un sonajes. El aficionado comprenderá con una
fue alumno de Dvorák pero asimismo, compositor que, lo mismo que sus compañeros, sola escucha que se encuentra en esa línea que
sobre todo, de Lehár, mejora cuánto no se educó en la vanguardia de posguerra. Lo viene de Glazunov y Shostakovich y llega a
podemos quererlo y conservarlo vivo que puede considerarse tanto una limitación Vainberg. Shchedrin está en medio de esa línea,
en nuestros ratos de buen humor, rapto como una ventaja. No desarrollaremos el por- que es más amplia, que no equipara a los crea-
sentimental y evocación de aquella qué de cada una de esas alternativas. Porque dores, pero que los emparenta y los explica. Es
Europa que ignoraba felizmente las dos obras de la fuerza, el poder, la garra y el música que surge de grandes artistas, de grandes
guerras mundiales. sentido profundo de estas piezas justifican y técnicos. Pero que surge también de una tierra y
explican tanto las supervivencias del pasado unas gentes que han sufrido demasiado.
B.M. como el especial manejo de las mismas (la tra- Demasiado.
dición se convierte en presente cuando se la
F. LEHÁR: Sonata para piano en fa mayor; desmiente como lo hace Shchedrin con su S.M.B.
Sonata para piano en re menor; Fantasía para manejo de la disonancia, de la libertad armóni-
piano en la bemol mayor / Wolf Harden (piano)
/ CPO / Ref.: 999715-2 (1 CD) D5 ca y de la ruptura del sentido de la frase o del R. SHCHEDRIN: Concierto para violoncello, sotto voce
propio concepto del tema). concerto; Suite Gaviota / Marko Ylönen (cello) / Orquesta
Filarmónica de Helsinki. Dir.: Olli Mustonen / ONDINE /
El Concerto sotto voce, de amplio aliento, Ref.: ODE 955-2 (1 CD) D2
( 25 )
El oratorio Il Giudizio Universale y más obras de cámara de Lorenzo Perosi (1872-1956)
CPO publica el tercer volumen de la integral de obras para violín y piano de Max Reger
El constructor de estructuras
E
s este el tercer volumen de la obra ordenada para violín y Los jóvenes, en cambio, sin
piano de Max Reger 1873-1916). El Capricho y la Romanza tenerlo como un modelo a
datan de 1902, en tanto las dos Sonatas, la de gran formato y seguir, lo vieron como el último
la de menor cuantía, de 1909. Corresponden, pues, al período gran compositor de la tradición
medio de su carrera, que se caracteriza por la importancia conce- germánica, grande en cuanto a
dida a la música de cámara. la ambición compositiva y a la
Es también la época en que los jóvenes compositores de Viena, gravedad de sus propuestas. Un
los que van formando el núcleo de la renovación atonalista, empie- paso más y estamos en Mahler
zan a tomar muy en serio al músico. Hasta entonces habían abun- que, ese sí, era el maestro selec-
dado las reprobaciones dirigidas a una labor que, sin exceder la cionado. Hoy nos desconcierta aquel anterior desconcierto, valga
estética postromántica vigente, desconcertaba al público y a los la paradoja, porque Reger ejemplifica, a veces hasta el exceso, el
especialistas. Sonoridades abstrusas, ecos barrocos apelmazados cuidado por la estructura, por el tratamiento identificable del len-
por texturas asfixiantes, formas difíciles de atrapar, desorientación guaje, por la fidelidad a las formas consagradas.
y caos, eran las más frecuentes notas que se designaban como pro- En estas obras se advierte al romántico tardío de sabor brahm-
pias de su trabajo. siano, ahincado en grandes desarrollos melódicos, en contrastes
( 26 )
DYNAMIC presenta un concierto de Obras de Giulio Castagnoli, entre las novedades
obras de cámara de Alfred Schnittke (1934-1998) contemporáneas de STRADIVARIUS
E
l primer elemento que emana de la audición de las obras de Giulio
Suono. Esta formación de jovencísimos defiende por igual a Castagnoli (Roma, 1958) es la pasión (casi una afinidad electiva,
Vivaldi y a Boccherini que a Berio, Nono o el sin par Schnittke, podríamos decir) con el Oriente. Decir oriente en la música de
como en este caso. Peculiares obras de las que se nos ofrecen des- vanguardia significa evocar de inme-
lumbrantes interpretaciones, en una grabación que merecida- diato dos nombres: Cage y Scelsi. Los
mente no para de ganar premios. Las intereses de Castagnoli proceden más
creaciones escogidas detallan perfec- en la dirección de este último. El autor
tamente los diversos matices del esti- desarrolla sus composiciones a partir
lo del ruso: cóctel de dodecafonismo de un sonido único, explorando en sus
y barroquismo agitado esquizofréni- múltiples resonancias según un desa-
camente por un sarcástico barman. rrollo que presenta también algunas
Schnittke consigue siempre una afinidades con el espectralismo. Su
atmósfera extravagante: a ratos pare- idea es la de desarrollar, destripar, la
ce que escuchemos a un hijo ilegíti- complejidad de la nota y el sonido
mo de Bach, a ratos a un bastardo de únicos. A ello cabe añadir una escritu-
Webern, y todo ello se salpica a veces ra detallista que le deriva de la ense-
por momentos bizarramente humorís- ñanza de Ferneyough y Donatoni.
ticos. El resultado es delirante, casi en Timbre y dinámica son elementos pri-
marios en la música de Castagnoli y desempeñan un papel de cons-
la frontera del kitsch. A veces parece que estemos escuchando la
trucción. La pasión por el Oriente abarca tanto la elección de temáti-
banda sonora de una película de terror italiana de los años seten- cas chinas como la utilización de instrumentos pertenecientes a aque-
ta, otras veces alguna composición ignota de Telemann. lla tradición étnica. En el presente disco, sólo aparecen instrumentos
La Sonata para violín, compuesta en 1968, podría servir como occidentales pero utilizados para recrear efectos tímbricos ajenos.
definición del estilo de Schnittke: tras un apesadumbrado monó- Fioriture II (1996/97), para viola y grupo. Es reelaboración de una obra
logo inicial, un chispeante Allegro introduce mordazmente a la anterior escrita para Gu-Qin, antiguo instrumento chino de siete cuer-
pequeña orquesta. Ésta pasa de solemnes y neblinosos Largos a das. En los tres movimientos que componen la obra, la escritura «scel-
efectuar todo tipo de correrías con el solista, rags jazzísticos y siana» de la viola lleva memorias sonoras de un Oriente idealizado. Lo
fugas barrocas con inesperados cambios de ritmo. que menos convence en Castagnoli es la utilización, aquí como en
Duro y pesimista es el Monologue para viola y cuerda, de otras obras, de materiales temáticos chinos (en este caso, temas de
1989. Este trabajo presenta remarcables proezas para el solista, canciones) o simplemente pentatónicos. Pese a las precauciones y los
ejecutante de una viola que clama por un exasperado individua- propósitos del compositor, es imposible evitar en algunos momentos
lismo, y su lamento se superpone a diferentes planos orquestales cierta impresión de exotismo, en el sentido exterior del término. La
yuxtapuestos, lográndose una sensación sonora de soledad y sensación es todavía más fuerte en Costellazioni (1999) para guitarra y
vacío. grupo. El instrumento solista evoca de nuevo la sonoridad de algún
Y a medio camino entre las anteriores (1977) compuso instrumento oriental, pero (sobre todo en el último movimiento) la sus-
Schnittke el primero de sus célebres Concerti grossi, para estram- tancia de la pieza parece agotarse en la pura definición de una atmós-
bótico equipo: dos violines solistas, clave, piano preparado y fera. Los Tres poemas T’ang (1995) sufren estas limitaciones a medias.
cuerda. Los violines a ratos aglutinan, a ratos disgregan, el mate- La primera pieza es sugerente en sus indefinidos empastes tímbricos,
así como el comienzo de la segunda. Pero a medida que los elemen-
rial sonoro, actuando como directores de una orquesta poseída
tos orientales van tomando forma y van coagulándose (tercera pieza),
demoníacamente. El aderezo lo da el piano con su sonido grotes- la obra parece transformarse en una especie de paráfrasis sobre temas
co. La pieza es surrealista: puede oscilar entre sorpresivos tangos chinos. Donde Castagnoli muestra evidentes cualidades es en el trata-
y alusiones al Concierto para violín de Tchaikovsky. El mismo miento del material desde un estado amorfo, cuando los elementos
autor define esta creación como la idea de sublimación de la mal- musicales, aun disueltos y libres, van buscando una condición de
dad, conseguida por un diablo transformado en vulgaridad, en la mayor definición y estabilidad. Por estas razones, las obras más logra-
banalidad que lo invade todo. Una idea de las que se nos ocurren das nos parecen Cloches (1991) para percusiones y electroacústica y,
a todos. sobre todo, el Doppio Quintetto (1988). La primera fascina por su
Y el Rondó central nos exhibe claramente que, de haber vivi- comienzo brumoso y la captación de texturas que el compositor desa-
do en el siglo XVI, nuestro ruso hubiese sido un espléndido autor rrolla con habilidad. La segunda (en nuestra opinión, lo mejor del
o, formulado de otra manera, que Schnittke fue un extraordinario disco) constituye una especie de compromiso entre la lección de Scelsi
compositor barroco al que, por circunstancias del destino, se le y el espectralismo, con resultados de notable fantasía tímbrica que evi-
obligó a trabajar en un mundo dodecafónico. dencian sus personales dotes de escritura. Tan sólo nos queda subra-
yar la valiosa interpretación del Divertimento Ensemble.
Mel Smith Window
S.R.
A. SCHNITTKE: Sonata nº 1 para violín y orquesta de cámara; Monologue, para viola
y cuerdas; Concerto grosso nº 1 para 2 violines, clave, piano y cuerdas / Marco G. CASTAGNOLI: Tre Poesie T’Ang; Cloches; Fioriture; Doppio Quintetto; Costellazioni
Serino (violín); Gabriele Croci (viola) / Ensemble Il Terzo Suono. Dir.: Flavio Emilio / Divertimento Ensemble. Dir.: Sandro Gorli / STRADIVARIUS / Ref.: STR 33572 (1 CD)
Scogna / DYNAMIC / Ref.: S 2030 (1 CD) D4 D2
( 27 )
Castillo, Díaz y Guerrero: tres nombres clave de la Winter Theme:
composición andaluza contemporánea, en el sello ALMAVIVA el Amsterdam String Trio graba
obras de uno de sus componentes
Lecciones de una colección La reflexión
B ajo el título Compositores andaluces
después de Falla, el Centro de Docu-
mentación Musical de Andalucía, a
con el Concierto andaluz de Joaquín
Rodrigo. Aquí, el sonido de la guitarra pasa
por un proceso de transformación a través
fecunda
L
través del sello ALMAVIVA y en la colección de un micrófono, proceso cuya responsabi- as postrimerías de los grandes ciclos
«Documentos Sonoros del Patrimonio lidad es del solista, en este caso el guitarris- (cabe considerar al siglo XX entre
Musical de Andalucía», recopila en este CD ta Carlos Cuéllar. ellos) son terreno abonado para la
la grabación de tres obras sinfónicas de otros Las armonías más sutiles y el refinamien- revisión y síntesis de patrones estéticos
tantos compositores nacidos en aquel terri- to tímbrico imperan en un concierto cuya bien conocidos. Pero ese intento de análi-
torio, esencial, por sus parte solista se halla sis y reflexión sería por completo baldío si
pobladores, en el devenir sumamente integrada con no sirviese también para que los artistas
de la cultura española. la orquesta. Los cuatro tomasen aire de cara a afrontar las deman-
Se trata de la Sinfonietta movimientos de que das artísticas de una nueva era real -bien
Homenaje de Manuel consta toman su título de distinta a la impuesta por la mercadotec-
Castillo (1930), el Con- poemas de Eugenia nia- que exige ser descrita con lenguajes
cierto andaluz de Rafael Alcántara no reproduci-
Díaz (1943) y Coma Be- dos en el folleto de exce-
renices, de Francisco lentes comentarios de
Guerrero (1951-1997). Tomás Marco. Lo suge-
Las tres composiciones rente de los incipit nos
surgieron en torno a deja con las ganas de
1995, por encargo de la conocer el resto del texto.
Junta de Andalucía, con Por cierto, el número de
motivo del cincuentena- erratas es excesivo: más
rio de la muerte de Manuel de Falla. de una docena en las dos primeras páginas
Manuel Castillo es uno de los principales del folleto en castellano.
compositores españoles vivos, y el público Impresiona escuchar Coma Berenices, la
lo reconoce hoy plenamente, aplaudiéndole obra póstuma (estrenada en febrero de
y disfrutando de verdad con su música. 1998) de aquel extraordinario compositor,
Desde finales de la década de los 40, el pianista y organista que fue el jienense
maestro sevillano ha proporcionado innu- Francisco Guerrero, homónimo del gran propios y no prestados, como suele suce-
merables obras de envergadura a la vida polifonista sevillano del siglo XVI. Y lo que der en tanta nadería basada en referencias
musical española, logrando en bastantes en éste era dulzura y suave expresividad históricas triviales o demasiado obvias.
casos auténticas obras maestras en casi truécase en aquél en una desatada fuerza de En las notas de prensa se dice que el
todos los géneros, salvo en el de la ópera, en la naturaleza. La casi telúrica energía que Amsterdam String Trio, de vuelta a la acti-
cuyo terreno, cual si fuera un Brahms espa- emana del arte guerreriano, de enorme com- vidad tras diez años de silencio, no aspira
ñol, no ha querido entrar. plejidad armónica y apabullante sonoridad, a anticipar el futuro, sino que prefiere
El lenguaje y la estética de Castillo no es lo que nos conmueve cuando escucha- bucear en el pasado con una sonrisa iró-
han dejado de evolucionar, pero siempre mos La cabellera de Berenice, la mítica nica y sutil para hacer música, día a día,
dentro de unas coordenadas imprescindi- reina de Judea repudiada por el emperador en tiempo de presente pluscuamperfecto.
bles para el maestro a la hora de intentar Tito, cuya cabellera dio nombre a una cons- Sin embargo, en Winther Theme se perci-
comunicarse con los demás a través de la telación celeste. Ese mundo cosmogónico, ben luces no vistas hasta ahora que bien
música. Nos parece que Castillo considera en el que tanto juegan la física como la podrían provenir de costas aún por con-
la música como un lenguaje artístico a tra- matemática fractual, impregna la música de quistar. Ya de entrada, su configuración
vés del cual lo importante es manifestar una Guerrero de inquietante misterio, a la vez instrumental, viola, chelo y contrabajo,
realidad anímica o espiritual. El músico sevi- que nos asombra por su sabiduría y por el escapa de la norma y habla de un colecti-
llano piensa que la esencia de la música control que muestra de la tecnología más vo con identidad propia y sonoridad
excede a los elementos integradores de la avanzada. característica. El violista Maurice
composición misma, meras herramientas Pero no es lo importante imaginar la des- Horsthuis es además el compositor de las
para su realización práctica que jamás treza de Guerrero en el campo de la ciber- 16 piezas que componen este mosaico en
deben elevarse a esferas superiores, por nética, sino los resultados de su trabajo, y el que, efectivamente, resuenan ecos de
meritorio que sea su manejo. éstos son ciertamente deslumbrantes. casi todas las músicas posibles, de la
El sello ALMAVIVA había ya incluido en Tres orquestas andaluzas interpretan las medieval a la minimalista, pero entrelaza-
otros CDs música de Castillo. Recordemos obras grabadas en el CD: Ciudad de das con una sensibilidad original y rabio-
el dedicado a sus obras para piano solo, gra- Granada para Castillo, De Málaga para samente contemporánea que resulta en
bado en 1996 e interpretado por una de sus Díaz, y De Córdoba para Guerrero, dirigidas un todo original y fecundo.
mejores especialistas, la pianista Ana respectivamente por Josep Pons, José Luis La compenetración entre los miembros
Guijarro. O el que años antes grabó la Real Temes y Leo Brouwer. Las versiones son del trío -Ernst Glerum (contrabajo) y Ernst
Orquesta Sinfónica de Sevilla (todavía sin el notables en todos los casos, pero destacaría- Reijseger (chelo) son los otros dos compo-
título de «Real») con los Poemas mos la magistral de Pons para la Sinfonietta nentes- es tan intensa que no resulta fácil
Lorquianos, el Concierto para violonchelo y de Castillo, ciertamente ejemplar incluso en distinguir entre las partes escritas y las
orquesta y la Segunda Sinfonía. Allí queda- la toma de sonido. En resumen, ALMAVIVA improvisadas, lo que también hace parti-
ba claro que el andalucismo de Castillo sigue dando lecciones a otras comunidades cipar al oyente de una estimulante sensa-
tenía poco de tópica superficialidad. Se autónomas sobre el modo de enfocar y rea- ción de libertad. El humor es otro de los
explica así su admiración por Manuel de lizar una colección de discos equidistante ingredientes presentes en el lenguaje de
Falla y el acierto de la Sinfonietta Homenaje del alicorto localismo y del impracticable este excelente trío de cuerdas graves. La
que abre la grabación aquí comentada. desafío a los grandes sellos internacionales. fina ironía que asoma ocasionalmente en
Emocionado homenaje al gran don Manuel Le Tombeau de Jean Nicot, réquiem dedi-
no sólo con citas bien reconocibles sino con Andrés Ruiz Tarazona cado a quien prestara su apellido a la
objetivos y recursos en juego similares a los nicotina, puede servir de buen ejemplo.
del último Falla.
También circula por lo bético y por el res- COMPOSITORES ANDALUCES DESPUÉS DE FALLA - Federico González
peto a don Manuel el Concierto andaluz M. CASTILLO: Sinfonietta Homenaje [Orquesta Ciudad
de Granada. Dir.: Josep Pons] - R. DÍAZ: Concierto AMSTERDAM STRING TRIO: Winter Theme y otras
para el final de un milenio del malagueño Andaluz [Carlos Cuéllar (guitarra) / Orquesta de Málaga. composiciones / Ernst Glerum (bajo); Maurice
Rafael Díaz. Escrito para guitarra con elec- Dir.: José Luis Temes] - F. GUERRERO: Coma Berenices Horsthuis (viola); Ernst Reijseger (cello) / WINTER &
[Orquesta de Córdoba. Dir.: Leo Brouwer] / ALMAVIVA / WINTER / Ref.: WIN 910060-2 (1 CD) D1
trónica y orquesta, no tiene nada que ver Ref.: DS 0129 (1 CD) D2
( 28 )
Morton Feldman y Samuel Beckett en una primicia operística de COL LEGNO: Neither
( 29 )
ensayo
JOSEP
Josep Vicent nace en Altea (Alicante) en 1970. Graduado en el Conservatorio de Alicante con Matrícula de Honor,
amplía estudios de Percusión y Dirección de Orquesta en Amsterdam. Solista de percusión de la JONDE, reside
en Holanda desde 1989, donde ha trabajado durante ocho años con la Orquesta del Concertgebouw y donde fue
nombrado Director Artístico del Amsterdam Percussion Group y Director de la Orquesta de Cámara The Interval
Chamber, conjuntos con los que estrena un importante número de creaciones contemporáneas. Dirige su primera
DIVERDI: ¿Cómo se generó, en sus comienzos como estudiante de música, orquesta que nace a la vez que mi carrera como director, en 1995. Es un
su interés por la percusión? conjunto que cuenta con músicos de un nivel altísimo y que mantiene un
compromiso muy directo con las nuevas músicas. Lanzando una mirada
JOSEP VICENT: Lo cierto es que la percusión y yo hemos viajado siempre retrospectiva sobre estos cinco años me doy cuenta de que con ellos he vivi-
juntos. Desde muy jovencito fue una pasión imparable el golpear cosas que do conciertos de una calidad extraordinaria. Es muy importante para un
sonaran... después, obviamente, hay situaciones en la vida que te encami- director poder realizar una labor a medio o largo plazo con la misma for-
nan hacia un lado u otro, y personas cuya influencia acaba siendo decisiva. mación, y eso es algo que yo he de agradecer a Interval Chamber. Nos queda
En mi caso fue importante el crecer en un círculo de amistades que vivían la aún mucho por hacer, ya que se avecinan proyectos muy especiales, una gira
música muy de cerca, y no puedo dejar de nombrar a mi amigo y maestro en Sudamérica a final de la próxima temporada, una nueva producción de
Joan Iborra: tanto como percusionista, como director, como músico y como ópera en Dusseldorf y Viena el próximo mes de Junio… y algunas colabora-
persona en general, su influencia fue decisiva. ciones con el Grupo de Percusiones, hecho que, como comprenderá, me ilu-
siona especialmente.
D.: En el momento de ampliar sus estudios musicales, ¿qué le decidió a ele-
gir Amsterdam? ¿Qué le ha aportado el ambiente musical holandés y qué D.: ¿Cómo resumiría la evolución experimentada por el papel de la percu-
cree haber aportado usted a él? sión en la creación musical contemporánea?
J.V.: En aquella época yo era miembro de la Joven Orquesta Nacional de J.V.: En los últimos años se produce una enorme evolución en el mundo
España; éramos muy afortunados por vivir una época de desarrollo cultural de la creación musical (como yo prefiero llamarlo); además, vivimos un pro-
intenso y nos sentíamos en cierto modo pioneros por ser parte de una de las ceso de revisión de todos los años pasados en el que se ha experimentado
primeras generaciones de músicos jóvenes del Estado español de nuestra de un modo intensivo con algunos aspectos de la composición. Este proce-
época que de una forma normal nos integrábamos a una realidad europea so es tan veloz que se hace difícil resumir en pocas palabras el cambio de
de lo que significaba hacer música clásica. Tenga en cuenta que hablamos trato e interés que reciben los instrumentos de percusión, pero es un hecho
de hace 10 o 12 años, cuando se produce en nuestro país un auténtico boom que por primera vez en la historia de la música occidental se considera la
de creación de nuevas formaciones orquestales. Por lo tanto, nuestros ídolos percusión en la medida total de las posibilidades que tiene, tanto colorísti-
a ese nivel eran las grandes orquestas y directores centroeuropeos. Así, ilu- cas, como rítmicas, melódicas, armónicas… con más o menos éxito. Y tam-
sionado con la posibilidad de aprender de los profesores de la Orquesta del bién es un hecho que la gran mayoría de los compositores de nuestro tiem-
Concertgebouw y con gran apoyo familiar y de la JONDE (con una de sus po se han planteado el instrumento como central en sus creaciones, convir-
becas de estudios) decidí elegir Amsterdam. tiéndolo así en el instrumento o, mejor dicho, grupo de instrumentos que
He de reconocer que mis años en Holanda me han aportado muchísimo más ha evolucionado en los últimos años (desde la corriente americana de
musicalmente: el conocer repertorios diferentes (dése cuenta por ejemplo de los fundamentalistas como Cage o Varèse hasta nuestros días), dejando de
que yo descubro a Mahler de la mano de su propia orquesta); o el trabajar ser un mero apoyo al ritmo ya dado en la composición, función que venía
bajo las batutas de los mas grandes maestros, con algunos de ellos muy a desarrollando desde hace muchos años en el mundo de la música clásica
menudo, como es el caso de Ricardo Chailly. Son situaciones que difícil- europea.
mente hubiera tenido ocasión de vivir tan de cerca en mi propio país. Y por Esto viene además reforzado por el hecho de que vivimos en una época
encima de todo descubrir un entorno social que vive la música contempo- de globalización, donde algunos países, debido a las continuas inmigracio-
ránea como una realidad viva, como la auténtica música de su tiempo. nes y a la velocidad de los medios de comunicación, se ven obligados a
... Quizá es la frescura, la libertad interpretativa, la luz en los colores y a absorber influencias étnicas de países lejanos donde las músicas cuentan
veces, la parte mas cercana a la «libido» del proceso interpretativo, del pla-
cer de hacer música, el aspecto que más echo de menos en la vida musical
holandesa, y de ese modo, seguramente haya sido ésa mi mayor influencia African Circle: un festival de percusión
en mi entorno de trabajo en Amsterdam para conseguir interpretaciones que
conjuguen la frescura y la luz creativa del Mediterráneo con la técnica cen-
troeuropea.
N
o termina de entenderse por qué, en tiempos de globaliza-
J.V.: Mi profesor de postgrado en el Sweelinck Conservatorium ción urgente y feroz, la percusión culta y la popular se reú-
Amsterdam, Jan Pustjens, fue la persona que poco a poco fue introducién- nen con tan poca fre-
dome como invitado a la sección de percusión de su orquesta. Lo que nació
como una pequeña colaboración para el desarrollo de mis estudios se con- cuencia. La lógica y la historia
virtió en mi actividad mas importante a lo largo de los 8 años en los que tuve afirman que caben muy pocas
la suerte de trabajar con ellos. Durante la pasada temporada decidí dejar de dudas acerca de que el primer
trabajar con el Concertgebouw cuando mi carrera como director de orques- objeto sonoro creado por el
ta y mis conciertos de percusión empezaban a ocupar todo mi tiempo. Fue
una decisión difícil, como bien podrá imaginar, pues las grabaciones, las hombre con el fin de comuni-
giras, y la fantástica dinámica de trabajo de la orquesta han sido para mí una carse y, más tarde, de crear
escuela y una experiencia irrepetibles, pero a estas alturas, algo más de un sonidos con cierto valor estéti-
año después de dar ese paso, reconozco que fue la decisión adecuada e ine- co, fue un instrumento de per-
vitable para poder dedicar a mis grabaciones con ENSAYO y al resto de mis
proyectos personales el tiempo que requieren. cusión. También se sabe que la
función de tambores, platillos,
D.:. ¿Cómo se gestó la creación del Amsterdam Percussion Group y la de The sonajas, cascabeles, etc. ha
Interval Chamber? A distancia de unos años, ¿cuál es el balance de su traba- trascendido con frecuencia el
jo al frente de ambos conjuntos?
ámbito social para alcanzar
J.V.: Son dos casos diferentes. El Amsterdam Percussion Group es una for- rango de ritual mágico en no
mación que existe desde 1980, (es cierto que sólo se les conocía con el nom- pocas culturas extraoccidentales. Y es posible que ahí radique el
bre holandés, Nieuw Slagwerkgroup Amsterdam, NSA, y que el nombre motivo por el que la música clásica de tradición europea ha tar-
actual llega con la mayor internacionalización del grupo en los ultimos
años), y yo conocía bastante bien su trayectoria a través de su discografía dado tanto en conceder un papel protagonista a la percusión. El
para Virgin Records; tuve la suerte de ser invitado a formar parte del grupo desconocimiento que provoca la lejanía, unido al sentimiento de
durante mi postgrado, y mas tarde a hacerme cargo de la Dirección Artística superioridad que suele manifestar el mundo culto europeo sobre
(1994). Todos estos años al frente de este grupo han sido una experiencia cualquier manifestación popular ajena, se antojan los primeros
irrepetible, ya que he vivido una época de continua ilusión creativa y de
muchísimo éxito en giras que nos han llevado por 13 países. Una amplia dis- culpables en esta historia de desamor.
cografía y un gran número de estrenos de grandes compositores han llevado De hecho, la percusión entró en los cálculos de los composi-
a la formación a una situación de reconocimiento en Holanda hasta el punto tores europeos en un momento de cierto agotamiento de ideas.
de que en la actualidad afrontamos una etapa de cuatro años en la que el Debussy, Mahler, Strauss y Ravel ya habían utilizado xilófonos y
Ministerio de Cultura Holandés ha optado por subvencionar íntegramente
nuestras actividades, creando una situación estable para los miembros, vibráfonos, los más educados de la familia, en algunas de sus
como si de una orquesta sinfónica se tratara. Para mí supone la culminación obras, pero es probable que fuera Shostakovich el primero en
de un proyecto bonito de trabajo, y probablemente sean mis últimas cuatro emplearla, aislada de los demás instrumentos y con todas las con-
temporadas como director artístico. secuencias, en un entreacto de su extraordinaria ópera La nariz
El caso del Interval Chamber es totalmente diferente, ya que hablamos de
una Orquesta de cámara con solistas de cada especialidad instrumental, una (1927-28). La percusión dio después un gigantesco salto hasta
( 30 )
VICENT DIVERDI entrevista
ópera, Carmen, en 1995. En ese año crea el Festival Nits de la Mediterrànea en Altea, del que es Director Artístico, festival que viene obteniendo en sus
sucesivas ediciones un enorme éxito de crítica y público. Su labor discográfica, iniciada con Fin de siècle (1993), se ha desarrollado con regularidad para
diversos sellos. En la actualidad prepara una serie de grabaciones para la firma ENSAYO, cuyo primer fruto es African Circle. Su último espectáculo,
Tambors del món, testimonia una fascinante fusión de instrumentos y músicas de todo el mundo, de África y la India al flamenco, y del jazz a los ritmos
latinos. Hemos pedido a Josep Vicent que nos comente su trayectoria artística y nos hable de su último disco. He aquí sus respuestas.
desde tiempos inmemoriales con una gran carga percusiva (véase las tablas cosas de otras. Soy músico, y eso hace que sobre todo me dedique a la inter-
de la música clásica india o los gongs y daikos de la ópera tradicional china pretación con la percusión y, últimamente, cada vez más desde la dirección.
por poner algunos ejemplos). Es una situación que nos crea una gran res- Pero los límites no están tan claramente definidos (siempre hablo desde mi
ponsabilidad para aceptar, aprender y coexistir con todas esas nuevas punto de vista) y me encuentro a mí mismo en otras facetas del proceso cre-
influencias y gentes, (a la sociedad en general), pero que también crea un ativo. De todos modos, no creo en los intérpretes que no deseen sentirse
mayor espectro de posibilidades y recursos que antiguamente no estaban a parte del proceso creativo, pues considero que la música lo requiere; del
disposición de los músicos y de las artes en general a no ser que viajaran mismo modo que no se puede reflejar todo en palabras, tampoco se puede
lejos durante meses. Todo esto se refleja en la percusión, en la creación con signos musicales escribir todas las sensaciones o ideas de un composi-
musical y en el uso que la segunda hace de la primera. tor. El intérprete ha de ayudar al creador inicial, ha de aportar un porcenta-
je, más o menos alto, al proceso de la creación musical. Todo esto depen-
D.: ¿Con qué compositores actuales ha establecido una relación más estre- derá de muchos factores, de si el compositor vive o no, de sus conocimien-
cha? tos sobre la época en que se hizo la obra y… pero este es un tema muy largo
y complejo. Dejémoslo en que me siento afortunado por poder disfrutar de
J.V.: He tenido la suerte de colaborar con grandes maestros, pero si he de varias facetas de la música, y que a mi entender éstas se complementan.
mencionar algunos de especial interés o que han sido para mí de mayor Confío que le llegue así al público.
influencia, tendré que nombrar a Iannis Xenakis, cuya música interpreto muy
asiduamente y que incluso me ha permitido adaptar y arreglar algunas de sus D.: ¿Qué discos ha grabado con anterioridad a African Circle? ¿Cómo se
obras; o Ton de Leeuw, un grandísimo compositor holandés que falleció gestó este último y qué supone frente a sus trabajos discográficos anteriores?
hace ya dos años y con quien aprendí mucho en su casa de París trabajan-
do en su obra Spatial Music (que, por cierto, acaba de ser editada en CD por J.V.: He tenido la suerte de poder colaborar en diversas grabaciones con
DONEMUS). Más tarde, me dedicaría su obra Music for Vibes, Marimba, y formaciones de una larga trayectoria y experiencia en estudio y en directo.
Japanese Temple Bells. Y, cómo no, mi gran amigo y admirado compositor Con algunas de ellas las colaboraciones han sido mas numerosas, y algunos
Rafael Reina. Me precio de haber tenido la suerte de estrenar la mayor parte de esos discos han sido importantes en mi vida, como la grabación de
de su obra tanto para percusión, ensemble u orquesta sinfónica, y recuerdo Turangalila (Messiaen) con la Orquesta del Concertgebouw. Con mi Grupo
especialmente la producción de su ópera en Alemania con el Hilling Teater, de Percusiones tenemos una discografía bastante amplia para Virgin Records,
que dirigí en 1998. Pero han sido muchos más, algunos de los cuales se han Willibrord Classics, o Etcetera Records, y algunos de los últimos discos han
convertido realmente en grandes amigos: Ramón Ramos, E. Sejourné, Theo sido: Nocturnal Activities (músicas de Leovendie, Vicent, Cage, Bus,…), A
Loevendie, David del Puerto… y un largo etcétera que me han dedicado sus Poet in New York (música de Rafael Reina, Soprano: Jannie Pranger), Go
obras. Lo cierto es que, ahora que me doy cuenta, me faltan palabras para Between (música de miembros del Grupo), Once upon a time (Serry,
agradecerles toda esa música. Green,…), Spatial Music Musica, de Ton de Leeuw, etc.
En solitario grabé un álbum hace unos años con el título Fin de siglo
D.: En el momento presente de su evolución artística, ¿se sigue consideran- (músicas de Xenakis, Del Puerto,…). Este disco fue subvencionado por el
do ante todo intérprete o su faceta de creador comienza a prevalecer sobre Ministerio de Exteriores y distribuido por DIVERDI.
aquélla? Con The Interval Chamber bajo mi dirección, editamos la pasada tempo-
rada una integral con música de Hans Asselbergs y un doble álbum con la
J.V.: Durante años quise controlarme a mí mismo y definir mi vida… pero grabación en directo de la ópera de Rafel Reina, De la cuna a la tumba.
cada vez puedo hacerlo menos y veo que se me hace difícil separar unas En cuanto a African Circle, lo cierto es que para mí ha supuesto un cam-
bio drástico en la forma de trabajar, ha sido el principio de una colaboración
a cargo de Josep Vicent que auguro muy fructífera con los productores de ENSAYO/RBA David Martí
y Antonio Armet, cuya opinión e intenciones han sido muy tenidas en cuen-
ta para llegar al producto final de un disco que nace desde la libertad crea-
( 31 )
D
esde su creación en 1946, el Festival y los Cursos de verano celebrados en la ciudad de Darmstadt, en el estado federal de Hesse,
han constituido un ágora fundamental par la causa de la nueva música, aunque desde el fallecimiento en 1961 de su creador,
Wolfgant Steinecke, su situación casi hegemónica ha evolucionado hacia un papel más discreto (desde 1970 los encuentros son bie-
nales). En Darmstadt se han dado cita todos los nombres relevantes de la música de la segunda mitad de nuestro siglo, tanto desde el punto
de vista de la creación como de la interpretación, y casi no hay una obra significativa de la segunda mitad de nuestro siglo (ni un ejecu-
tante de valía que sintonice con su presente histórico) que no haya alcanzado allí su consagración (o su glorioso escándalo: aún se recuer-
da el advenimiento de Terry Riley con In C allá por 1970...). Hace un par de años, y coincidiendo con su cincuentenario, COL LEGNO
editó un centón de las grabaciones allí realizadas que incluía estrenos absolutos, primeras audiciones y otros documentos de excepcional
importancia, selección de la que sólo cabía lamentar su brevedad (cuatro CD), que la desequilibra respecto a los 12 volúmenes de la exce-
lente antología de la otra gran manifestación vanguardista del ámbito germanohablante, el Festival de Donaueschingen.
Aparece ahora un álbum doble que espiga una decena larga de obras interpretadas durante la última edición, la de 1988, en la que hay
desde reposiciones (los soberbios extractos pianísticos de Játétok, de György Kurtag, que abren el primer volumen) hasta algunos estrenos
absolutos, como la notable Nachtschwebe (que abre el segundo): un trabajo orquestal de Gerald Eckert (1960) basado en el desplazamiento
lento y gradual de superficies sonoras superpuestas que se mueven con extremo estatismo y restricción dinámica, muy bien conducido por
Johannes Kalitzke al frente de la NDR de Hannover. La deliciosa obra de Kurtag, ya casi un clásico del piano de la última década, con sus
juegos de referencias cruzadas y sus fuertes aromas perceptiblemente folklóricos (no en balde tres de las piezas son otros tantos homena-
jes a Ferenc Farkas) aparece en una buena versión de la jovencísima Maki Namekawa, mientras, y sin salir del teclado, el veterano
Massimiliano Damerini saca extraordinario partido a Perduto in una città d’acque, de Salvatore Sciarrino (1947) que, como sucede con
Schwebung und Strenge, la obra de Jörg Birkenköter (1963), explora las posibilidades no funcionales de las consonancias y (en el segundo
caso) de los armónicos y las resonancias, mientras Marc André (1964), en Un-Fini illa, construye un considerable fresco pianístico de alien-
to casi poemático basado en la perceptibilidad o imperceptibilidad de ciertos elementos estructurales subyacentes. Marc Osborn (1969: el
«benjamín» del álbum), en Arms of Morpheus, y Michael Reudenbach (1956), con Szenen, Standbilder, presentan sendos trabajos came-
rísticos que, si en el primer caso ofrece una singular sensualidad sonora a la que con-
tribuye la singularidad de la instrumentación (dos violines, flauta, clarine-
te, acordeón y trombón), en el segundo articula una especie de
suite para un cuarteto no convencional (clarinete, trombón,
violonchelo y piano) cuyo aspecto más señero reside en COL LEGNO publica una nueva entrega -1998- del Festival de Darmstadt
darmstadt.de
por José Luis Téllez
e l
equilibrio y la unidad
tímbrica lograda partiendo precisa-
mente de la diversidad y oposición de las
fuentes que la integran. Georges Aperghis (1945), por
su parte, presenta con Graffitis una sugerente pieza para
percusión de escritura semiabierta a la que el trabajo
del intérprete, Philip Hornsey, colabora de modo
sustancial. Empero, quizá la composición más
lograda entre las que recibían su première sea
Quart plus..., una fascinante exploración de la fron-
tera entre lo acústico y lo electrónico diseñada por
Ernstalbrecht Stiebler (1934) que extrae sonoridades
inquietantes a partir de los armónicos creados en los juegos
de afinación y desafinación de las dos cuerdas graves del contrabajo, aplicadas a un complicado mecanismo de ampli-
ficación ligado a un retardador de tiempo que actúa durante la propia ejecución, superponiendo pasado y presente.
La presencia «oriental» se asentaba en el último curso con Toshio Hosokawa (1955), que en Bird Fragments II desarrolla un
juego sumamente sutil entre la percusión tradicional japonesa y las sonoridades afantasmadas y casi inaudibles del shô, pero
quizá la obra más incuestionablemente zen llegaba de la mano del siempre inefable John Cage con su Rioanji, que recibía su
estreno europeo. Obra escrita para instrumentos japoneses (hirichi y 2 ryuteki, más percusión), se basa en los gráficos obtenidos
a partir de la imagen de las quince rocas distribuidas sobre arena rastrillada del más célebre de los jardines budistas, cuyas curvas
y quiebros espaciales se traducen por líneas cuya lectura genera una serie de glissandi que convierten la pieza en un delicadísimo
entramado de portamentos lleno de misterio. El conjunto de los dos discos constituye así un interesante muestrario de la situación
actual de la composición joven: pero la pieza de Cage, por sí sola, ya constituye un atractivo suficiente para visitar el álbum.