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LO QUE SE DEBE SABER PARA RESOLVER UN MISTERIO CON ÉXITO…

APUNTES EN TORNO A LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA 1

Johan S. Camargo Acosta2

“La noche, el miedo, la muerte y las monedas contantes y sonantes son buenos
cómplices”

Ciro ALEGRÍA
Los perros hambrientos

SUMARIO: I. Ideas preliminares. – II. La norma jurídica. – III. Principales problemas en la


aplicación de la norma jurídica. – IV. La interpretación jurídica. – V. Criterios y métodos de
interpretación jurídica. . VI. Intérpretes de la norma jurídica. – VII. Ubicación de los plenos
jurisdiccionales. – VIII. Conclusiones.

I. IDEAS PRELIMINARES

Concebir nuestra vida en sociedad, supone entre otras cosas el aceptar que nos
encontramos al interior de un grupo organizado mediante una muy conocida y
familiar denominación llamada “Estado”; por ello, como premisa al desarrollo
del fondo del presente artículo resulta prioritario buscar una aproximación,
cuando menos parecida al concepto de Estado.

Aportando en forma importante, Marcial RUBIO CORREA define al “Estado”


como “la forma superior y más poderosa de organizar el poder dentro de la sociedad”3,
asimismo señala que el poder es “la capacidad que tiene una persona (o un grupo) de
lograr que las conductas de los demás sean realizadas de acuerdo a los términos que ella
(o ellos) fijan”4. Por su parte el maestro CARNELUTTI señala que “La sociedad al
transformarse por obra del Derecho, o sea, según el modo acostumbrado de hablar,
cuando está ordenada jurídicamente, se llama Estado”5.

En atención a lo expuesto, podría definirse entonces al Estado como aquel


grupo social que en forma organizada estructura el poder mediante
determinadas normas o reglas de conducta a las que se les denomina Derecho, con

1 La versión original de este texto ha sido previamente publicada en: Código Procesal Civil comentado por
los mejores especialistas Tomo I (comentario al artículo I del Título Preliminar), Editorial ADRUS,
Arequipa: Mayo 2010.
2Abogado por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de San Agustín, Maestría en
Derecho Procesal por la Universidad Nacional de Rosario – Argentina y Maestría en Derecho de
Empresa por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas – UPC, Egresado del Doctorado en
Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Miembro y Actual
Director Académico de la Sociedad Peruana de Ciencias Jurídicas, Miembro Titular del Instituto
Panamericano de Derecho Procesal, Ex Profesor de la Facultad de Negocios de la Universidad
Peruana de Ciencias Aplicadas - UPC y Árbitro. johan.camargo@hotmail.com Fan Page: Prof. Johan
Camargo
3 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico (Introducción al Derecho), 7º Edición. Fondo Editorial PUCP,
Lima: 1993. p. 43.
4 IBIDEM.
5 CARNELUTTI, Francesco. Teoría General del Derecho. Editorial ARA, Lima: Julio 2006. p. 55.
las cuales logrará ejercer influencia sobre sus miembros para que éstos adecúen
sus conductas a las reglas prefijadas por aquel.

El Derecho es entonces aquel conjunto de normas o reglas de conducta “ideado


por los hombres, para orientar, mediante fines y valores, su conducta hacia un deber ser
que les permita asegurar la coexistencia social y su plena realización personal”6

Cuando esto ha ocurrido podremos decir que el Estado como forma organizada
del poder, organizado jurídicamente se ha convertido en un Estado de Derecho.
En contraposición a esta afirmación, toda forma organizada del poder en la que
no medie un conjunto de normas o reglas de conducta, en la que no medien
fines o valores, podrá ser considerado a lo sumo como Estado pero no de
Derecho, es entonces requisito indispensable la existencia del conjunto
normativo para la configuración del Estado de Derecho.

Dicho esto, se evidencia que en forma subordinada, pero no menos importante,


es imprescindible aproximarnos a una definición de “norma jurídica”.

II. LA NORMA JURÍDICA

Marcial RUBIO sostiene que “La norma jurídica es un mandato de que a cierto
supuesto debe seguir lógico-jurídicamente una consecuencia, estando tal mandato
respaldado por la fuerza del Estado para el caso de su eventual incumplimiento”7

Por su parte, Víctor GARCÍA refiere que “La norma jurídica es aquella regla de
conducta dictada en un tiempo y lugar determinados y que, con vocación de plasmar
fines y valores de naturaleza jurídica, señala la obligación de hacer o no hacer algo u
otorga la facultad de decidir sobre ello”8

Puede concluirse entonces que la norma jurídica es aquel mandato o regla de


conducta dictada en un tiempo y lugar determinados, con vocación de plasmar
fines y valores de naturaleza jurídica, que prescribe una obligación de hacer o
no algo permitiendo al destinatario decidir sobre ello, al que debe sucederle una
consecuencia lógico-jurídica que regule su incumplimiento, contando con el
respaldo estatal para hacer efectiva su ejecución.

Debe anotarse que en muchos casos se suele considerar que la norma jurídica
constituye una sola proposición, es decir, se equipara la expresión norma
jurídica a la de artículo legislativo; empero, “esto es errado porque, en un mismo
artículo, puede haber una o más normas jurídicas”9

6 GARCÍA TOMA, Víctor. Introducción a las Ciencias Jurídicas. Editorial JURISTA, Lima: Abril 2007. p. 159.
7 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 79.
8 GARCÍA TOMA, Víctor. Op. Cit., p. 187.
9 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 90.
Es importante destacar además que “La mayoría de las expresiones simbólicas,
especialmente en el lenguaje, denotan y connotan a la vez”10. Se entiende por
denotación lo que en forma clara y expresa señala la norma jurídica y por
connotación a todo aquel significado contenido en la norma jurídica pero que
no se encuentra graficado expresamente en la misma y que se obtiene como
producto del análisis diferido o indirecto que se realiza a la misma.

La técnica de aplicación de la norma jurídica supone que las expresiones


denotadas por ésta sean enmarcadas con el supuesto de hecho acontecido en la
realidad y recién a partir de allí buscar lo que la norma jurídica connota.11

III. PRINCIPALES PROBLEMAS EN LA APLICACIÓN DE LA NORMA


JURÍDICA

Si bien es cierto, el ordenamiento jurídico regula en gran medida todas las


posibles relaciones interpersonales entre los ciudadanos o de éstos con el
Estado, que pudieren ocurrir, a cuyas consecuencias interesa a la sociedad
otorgarles una solución; no siempre el ordenamiento jurídico irá de la mano con
los avances o necesidades de la sociedad, por lo que surgirán diversos
problemas en la aplicación de la norma jurídica, bien sea porque la norma que
regula una determinada situación puede querer decir algo distinto o
complementario a lo que se encuentra expresamente prescrito o bien por que en
algunas ocasiones pese a existir un sistema jurídico, éste no aporte una solución
específica al problema o conflicto acontecido que el Derecho debiera regular.
Este último caso se presenta cuando en la realidad existe un suceso que “debería
ser normado por el Derecho en sus consecuencias, pero no está exactamente previsto en
el supuesto de ninguna norma.”12 A esta circunstancia se le denomina laguna del
Derecho.

En la técnica de aplicación de la norma jurídica, antes de aplicar la misma se


debe previamente atravesar tres pasos: el primero que exige conocer el derecho
(que incluye la dogmática) aplicable al caso concreto, ello claro, siempre que
exista norma aplicable; luego de ello se debe saber que es lo que dice cada una
de las normas aplicables y finalmente el tercer paso consistirá en determinar
que es lo que verdaderamente quieren decir las normas aplicables al caso
concreto. La forma de determinar el que quiere decir de la norma será mediante
el ejercicio o actividad interpretativa13

IV. LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA

La interpretación, como lo manifiesta el profesor español Rafael DE ASIS, “es una


actividad fundamental en el Derecho, hasta el punto que cabe afirmar que es la principal
tarea del operador jurídico. El papel que desempeña la interpretación en el Derecho es

10 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., pp. 110-111.


11 CFR. RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 112.
12 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 233.
13 CFR. RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 239.
consecuencia además del carácter de sus enunciados y de la necesidad de que estos
puedan adaptarse a distintas circunstancias conceptuales o históricas”.14

Interpretar consiste en “determinar o asignar un sentido a ciertos signos, expresiones


o palabras, a fin de hacerlos comprender dentro de un determinado objeto”15; la
interpretación jurídica consiste en “desentrañar el significado último del contenido
de las normas jurídicas cuando su sentido normativo no queda claro a partir del análisis
lógico-jurídico interno de la norma”16. La interpretación jurídica “hace referencia a
una determinación orientada a establecer el sentido y alcance de los preceptos jurídicos,
en relación con un suceso o conjunto de sucesos a los cuales podrán o deberán
aplicarse”17

Interpretar supone además, tener muy en claro que consiste en una actividad
personalísima, toda vez que la tarea de asignar un sentido a la realidad que se
percibe no se efectúa en forma colectiva sino que se traduce en un ejercicio
mental realizado en forma personal, correspondiendo al propio sujeto la
asignación de este sentido, toda vez que la explicación que asigne a una
determinada situación dependerá única y exclusivamente de la percepción que
el intérprete posea de la realidad que vive; por ello no necesariamente una
misma cosa ha de ser entendida por una colectividad con los mismos alcances,
empero, lo que si ocurre es que los miembros de una colectividad al efectuar
cada uno de ellos su propio ejercicio mental encuentre una coincidencia entre el
sentido asignado a una determinada situación y el asignado por los demás a la
misma situación.

La interpretación jurídica “ocurre cuando existiendo una norma jurídica aplicable, su


sentido normativo no resulta claro bien porque su texto no es claro, bien porque existe
cierta dificultad para aplicar el supuesto de la norma al hecho que ocurre en la realidad y
que es al que se pretende normar”18

El problema de la interpretación jurídica “aparece cuando el qué quiere decir la


norma jurídica aplicable, no queda suficientemente claro a partir de la aplicación de la
teoría de las fuentes y del análisis lógico-jurídico interno de la norma. Este problema de
interpretación puede surgir del texto mismo (es oscuro en si) o de su aplicabilidad a un
caso concreto (el texto normativo es claro, pero no se puede saber con claridad su
significado a partir de los matices fácticos del caso al que se quiere aplicarla)”19

Si algo es cierto es que “para resolver cualquier caso concreto es obligatorio


interpretar la normativa aplicable al mismo, pues resulta casi insoslayable que para
aplicar cualquier precepto legal a un caso práctico, se precisa una tarea encaminada a
indagar el sentido y alcance del mismo, porque incluso cuando se invoca el principio, in

14 DE ASÍS ROIG, Rafael. El razonamiento judicial. Editorial ARA, Lima: Enero 2007. p. 112.
15 GARCÍA TOMA, Víctor. Op. Cit., p. 385.
16 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 239.
17 GARCÍA TOMA, Víctor. Op. Cit., p. 385.
18 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 279.
19 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 242.
claris non fit interpretatio es porque previamente la interpretación del caso ha
conducido al convencimiento de que es clara, sencilla y sin ambigüedades”.20

El Juez puede buscar, entre las posibles interpretaciones, aquella conforme a la


Constitución, evitando plantear la cuestión ante la Corte Constitucional;
utilizando de esta manera las normas constitucionales como cánones legales de
interpretación sistemática del ordenamiento jurídico vigente y puede llegar a tal
resultado haciendo referencia a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.21

Y más aun, el Juzgador como ente administrador de justicia debe –aplicando los
Principios Generales del Derecho- descartar el posible defecto o deficiencia de
que pudiere adolecer la norma a aplicar, determinando la verdadera intención
de lo que ha querido regular el precepto legal aplicable 22 y en caso se
demostrase la irregularidad de éste –por defectuoso o deficiente-, corresponderá al
Juez constitucionalizar la norma mediante la actividad interpretativa.

Esta actitud a asumir por el Juzgador tiene su fundamento en el principio pro


homine y pro libertatis, en base al cual las disposiciones deben ser
interpretadas de la manera más favorable a la persona humana; en
consecuencia, deben ser interpretadas exclusivamente aquellas que favorecen a
la persona humana y restrictivamente aquellas que introducen limitaciones al
ejercicio de los derechos fundamentales. En otros términos, en el caso de
disposiciones susceptibles de recibir diferentes interpretaciones, se debe utilizar
la interpretación conforme a la Constitución y, en consecuencia, más favorable
al recurrente en el proceso a quo23

El problema de la atribución de un significado particular a la norma jurídica por


los Tribunales –Jueces- a los cuales se somete el caso concreto, es que no tiene
eficacia erga omnes; o dicho de otro modo, la interpretación no es vinculante, no
genera obligación de aplicar en el mismo sentido a los demás Tribunales, ello
debido al carácter personalísimo de supone el ejercicio mental de
interpretación.

La única posibilidad que la interpretación se constituya en vinculante ocurre


cuando ésta labor se efectúa por el Tribunal Constitucional mediante la emisión
de Sentencias Interpretativas Estimatorias que: “consienten al juez de la
constitucionalidad de las leyes elegir, entre los posibles significados que se
pueden extraer de una disposición, aquel que es incompatible con la
Constitución y declararlo inconstitucional, salvando a todos los demás. Con la

20 DE ASÍS ROIG, Rafael. Op. Cit., p. 113.


21 ROLLA, Giancarlo. Juicio de Legitimidad Constitucional en Vía Incidental y Tutela de los Derechos
Fundamentales, en ID EST IUS Año II Nº 2. Editorial ADRUS, Arequipa: Junio 2006. p. 24.
22 En el mismo sentido, Roberto ALFARO señala que la literalidad no debe excluir el concepto de justicia

sosteniendo que “El Juez debe también identificar, la sería y mutua intención y finalidad de las partes en el acto
jurídico; y no guiarse únicamente de la literalidad (redacción) de las palabras en el documento. La literalidad no debe
excluir la justicia” en ALFARO PINILLOS, Roberto. Sepa: Como Negociar, Celebrar y Ejecutar un Contrato.
Editorial ADRUS, Arequipa: Noviembre 2006. p. 67.
23 ROLLA, Giancarlo. Op. Cit., p. 25.
sentencia interpretativa estimatoria, el Tribunal Constitucional elimina del
ordenamiento jurídico no a la disposición entera, sino a uno de sus posibles
significados, o mejor dicho, a una de las normas que puede ser desnucleada; la
disposición sigue siendo aplicada y produce sus efectos, con la excepción de la
norma considerada inconstitucional. Las sentencias aditivas, a su vez, se
caracterizan porque; aún declarando la inconstitucionalidad de la norma,
producen efectos positivos, es decir, introducen en el ordenamiento normas
nuevas que inicialmente no se obtienen del texto normativo”24

En el supuesto de existir una laguna de Derecho, lo que corresponderá además


de realizar, además de recurrir a la interpretación jurídica es recurrir a la
integración jurídica, toda vez que ésta “se produce cuando no hay norma jurídica
aplicable y se debe, o se considera que se debe producir una respuesta jurídica al caso
planteado”25

V. CRITERIOS Y MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN JURÍDICA

Es importante efectuar un deslinde entre los conceptos de “criterio” y de


“método”, puesto que las máximas de experiencia fundamentadas en el diario
intercambio de opiniones con y entre los operadores jurídicos, demuestra que
existe en la mayoría de casos una seria y preocupante confusión entre estos dos
conceptos, no siendo ajena la circunstancia de encontrar a quien confunda estos
dos conceptos como si fueran lo mismo.

Por un lado, tenemos que un criterio es una condición/regla que permite


realizar una elección, lo que implica que sobre un criterio se pueda basar una
decisión o un juicio de valor.26

Mientras que los métodos de interpretación “son procedimientos metodológicos en


base a los cuales, podemos obtener conclusiones positivas frente al qué quiere decir la
norma jurídica”27

Cuando se está frente a una norma se aplican inicialmente los métodos de


interpretación a fin de determinar todas las posibles formas de su aplicación y
una vez logrado este objetivo, corresponderá al juzgador mediante el empleo de
los criterios de interpretación elegir el significado correcto aplicable de la norma
jurídica.

Para facilitar la labor interpretativa de los entes encargados de administrar


justicia, existen algunos criterios y métodos de interpretación que coadyuvan a
tal fin, constituidos por:

24 IBIDEM.
25 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 279.
26 http://es.wikipedia.org/wiki/Criterio
27 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 257.
Criterio Consecuencialista o Teleológico: Que exige interpretar enunciados
normativos dotándolos de significado en atención a las consecuencias que se
presume son las adecuadas; es decir, que el juzgador previamente ha
establecido los objetivos perseguidos por el Derecho y deberá interpretar las
normas de modo tal que sean razonablemente justas asegurando la vigencia en
principio de los derechos fundamentales de la persona (respeto a su dignidad) y
como consecuencia natural, asegurando el logro de los fines del proceso para la
realización del Estado de Derecho.

Criterio Axiológico: Que exige interpretar los enunciados normativos, de modo


tal que el resultado derivado de la actividad interpretativa se adecúe
determinados axiomas imprescindibles para el Derecho.

Criterio de Reducción al Absurdo: Que exige interpretar enunciados


normativos dotándolos de significado afirmando que otra significación
produciría consecuencias absurdas; es decir, que el juzgador deberá
demostrarse a si mismo y a su entorno que la interpretación que otorga a la
norma aplicable es la más eficiente debido a que otra significación a la misma
generaría la vulneración a los preceptos señalados. Una norma puede ser
objetivo de diversas interpretaciones, por ello la cuestión de constitucionalidad
puede ser utilizada no tanto para abrir un juicio sobre una disposición, sino
contra una interpretación de la misma.28

Criterio de Analogía: Que exige interpretar enunciados normativos acudiendo


a otro u otros enunciado que se refieren a supuestos semejantes en los que
existe identidad de razón; es decir, que el juzgador deberá buscar al interior del
ordenamiento jurídico supuestos normativos similares para determinar sus
consecuencias normativas y equipararlas al supuesto normativo legalmente
injusto.

Criterio Tecnicista: Que exige interpretar los enunciados normativos a partir


del Derecho mismo, empleando una técnica meramente legal sin valerse de
otros elementos ajenos a la legalidad y los que de ésta se deriven en forma
directa como: el texto expreso de la norma, su ratio legis, antecedentes
legislativos, sistemática y dogmática. Como señala Marcial RUBIO: “La literalidad
de la norma es su significado lingüístico, con las precisiones y significados especiales
que ciertas palabras asumen en el Derecho por contraste con su significado común. La
ratio legis de la norma es su razón de ser, pero extraída del texto mismo de la norma. Es
un significado transliteral. (…) Los antecedentes jurídicos son la información previa a
la existencia de la norma que sirve para poder entender por qué dice lo que dice y con
cuál intención se la hizo decir eso. Los antecedentes jurídicos son las normas que
quedaron derogadas por ella, los debates del organismo que la aprobó, los documentos
sustentatorio, etc. La sistemática es (…) el análisis del sentido de una norma en función
de sus grupos, sub-conjuntos y conjunto, contribuye a aclarar el significado de las

28 ROLLA, Giancarlo. Op. Cit., p. 25.


normas. La dogmática es el conjunto de conceptos que subyacen a las normas jurídicas,
armonizándolas y dándoles sentido.”29

Criterio Sociológico: Que exige interpretar los enunciados normativos de modo


tal que el resultado de la actividad interpretativa se mimetice a la realidad
social en la que se aplicará el precepto legal.

Método Literal: Que exige interpretar los enunciados normativos conforme a su


texto expreso, dotándolo de significado de acuerdo a las reglas de la lingüística
común con la salvedad que alguno de sus términos tuviere una significación
especial para el Derecho. “El método literal es el primero a considerar necesariamente
en el proceso de interpretación porque decodifica el contenido normativo que quiso
comunicar quien dictó la norma. Sin embargo, el método literal suele actuar, implícita o
explícitamente, ligado a otros métodos para dar verdadero sentido a las interpretaciones
y, en muchos casos, es incapaz de dar una respuesta interpretativa adecuada”30

Método de la Ratio Legis: Que exige interpretar los enunciados normativos a


partir de lo que la norma connota, es decir buscando la razón de ser de la norma,
el porqué de su existencia.

Método Sistemático: Que exige interpretar enunciados normativos en


conformidad con el subsistema en el que éstos hayan sido insertos y, en
definitiva, con el sistema jurídico en general; es decir, que el juzgador deberá
verificar que el sentido que se le dé a la norma aplicable sea compatible con el
resto del ordenamiento jurídico sin generar desequilibrio en el mismo. Este a su
vez se divide en:

a. Método sistemático por comparación con otras normas: Que permite


atribuir tanto principios como conceptos indudables para otras normas que
no están claros en la que se pretende interpretar. La condición para trasladas
los principios y conceptos de otras normas a la norma interpretada es que
ambas tengan una ratio legis equivalente, caso contrario no sería un método
de interpretación eficiente.
b. Método sistemático por ubicación de la norma: Que permite interpretar la
norma atribuyéndole el sentido interpretativo establecido para la estructura
normativa a la cual pertenece.

Método Histórico: Que exige interpretar los enunciados normativos


recurriendo a todos aquellos antecedentes jurídicos vinculados a la norma que
permitan conocer la voluntad del legislador, pues conociendo ésta, sabremos lo
que aquel quiso legislar. Sin embargo, “la validez de este método es discutida por
varias razones. La primera que, muchas veces, la intención del legislador no puede
averiguarse lo que hace que el método sea poco aplicable desde el punto de vista de la
cantidad de normas existentes. De otro lado, se argumenta que aún cuando exista

29 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., pp. 253-254.


30 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 259.
material suficiente para poder reconstruir la intención del legislador, tal reconstrucción
siempre es subjetiva del intérprete, de decir, una proyección suya. Finalmente, y tal vez
lo más importante, el método histórico fija las concepciones jurídicas sobre el tema
legislado en el momento que el legislador produjo la norma lo que no atiende a la
evolución social y a las necesarias adaptaciones que deben producirse por esta razón. En
este sentido, si en muchos casos la interpretación histórica puede ser esclarecedora, en
otros puede constituir una forma cuestionable de entender al Derecho por su contenido
conservador”31

Método Sociológico: Que exige interpretar los enunciados normativos tomando


en cuenta las características de la realidad social del grupo en la que se aplica la
norma.

Todos estos criterios y métodos interpretativos ayudarán a facilitar la labor


interpretativa del juzgador para ver materializada la aplicación del Derecho; sin
embargo es posible que el interprete luego de realizado el ejercicio
interpretativo utilizando todos los métodos descritos, encuentre más de un
resultado, por lo que tendrá que elegir entre las diversas posibilidades de
aplicación de la norma que se le presenten empleando para ello los criterios
serán fundamentales en el encauzamiento del proceso de elección.

VI. INTÉRPRETES DE LA NORMA JURÍDICA

Si se desarrolla los alcances y funcionamiento de la interpretación jurídica


debemos sin duda determinar quienes son o deben ser los encargados de dotar
de sentido a la norma de acuerdo a las consideraciones que hemos formulado;
en este contexto, la doctrina reconoce como intérpretes de la norma jurídica a:

Interpretación Auténtica: Es aquella realizada en forma directa por la


autoridad de la cual emanó la norma, y que además tiene competencia para
derogarla, respecto de la cual se tiene duda sobre su sentido interpretativo.

Interpretación Jurisprudencial: Este tipo de interpretación es realizado por los


tribunales (Corte Suprema y Tribunal Constitucional) que administrando
justicia tienen facultad para aplicar o dotar de sentido a la norma respecto de la
cual se tiene duda sobre su sentido interpretativo, dotándola del mismo en
mérito a los criterios y métodos interpretativos estudiados.

Interpretación Doctrinal: La realizan personas comunes que sin estar


vinculadas ni al poder estatal del cual emanó la norma respecto de la cual se
tiene duda sobre su sentido interpretativo ni a los órganos estatales encargados
de aplicarla, la dotan de sentido, teniendo un valor netamente académico.

VII. UBICACIÓN DE LOS PLENOS JURISDICCIONALES

31 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit., p. 267.


Un aspecto no contemplado por la doctrina respecto de los intérpretes de la
norma jurídica está constituido por la condición que ostenta o deben ostentar
los plenos jurisdiccionales, sean estos supremos, casatorios, nacionales,
regionales, distritales o cual fuere su denominación, celebrados por los
magistrados de nuestro país, toda vez que dada la naturaleza de los plenos
jurisdiccionales, es manifiestamente imposible ubicar a los mismos dentro de la
interpretación auténtica o de la doctrinal, por lo que residualmente nuestra
alternativa de ubicación de los plenos sería la interpretación jurisprudencial,
empero, ¿ello sería correcto?

Los plenos jurisdiccionales son foros celebrados por los magistrados del poder
judicial en los cuales se propone la discusión y debate de determinados
problemas –entiéndase los principales- relacionados con el ejercicio de la
función jurisdiccional, a efectos de encontrar y asignar un sentido a las normas
jurídicas, para su posterior aplicación a casos concretos.

Así, si bien la interpretación jurisprudencial la realizan los tribunales (Corte


Suprema y Tribunal Constitucional), esta labor se encuentra restringida a la
Corte Suprema y al Tribunal Constitucional –en sentido estricto-, por lo que los
plenos jurisdiccionales regionales o distritales no podrían enmarcarse en este
tipo de interpretación; asimismo, la interpretación jurisdiccional como se ha
hecho referencia se efectúa de manera concreta, es decir, durante la tramitación
de un proceso determinado; mientras que los plenos jurisdiccionales otorgan un
sentido a la norma jurídica de manera preventiva a los futuros casos que
pudieran presentarse en un encuentro de magistrados y no al interior de un
proceso concreto.

Dicho esto, la interpretación jurídica efectuada mediante los plenos


jurisdiccionales conlleva necesariamente a la incorporación de un cuarto
intérprete de la norma jurídica constituido por los magistrados del poder
judicial que con ocasión de un encuentro de éstos y ante los problemas
interpretativos que presente una norma jurídica realizan una Interpretación
Jurisdiccional Preventiva.

La interpretación asignada a la norma jurídica mediante los plenos


jurisdiccionales, al igual que la interpretación asignada por cualquier otro
intérprete, no tiene fuerza vinculante para quienes participaron del pleno y para
todos aquellos magistrados que integran la parte que participó del pleno
jurisdiccional, sino cumple una función meramente orientadora para el ejercicio
de la labor jurisdiccional permitiendo la predictibilidad de las resoluciones
jurisdiccionales.32

VIII. CONCLUSIONES

32VID. Numeral 17 de la Guía Metodológica de Plenos Jurisdiccionales aprobada por el Consejo Ejecutivo
del Poder Judicial.
Primera.- El Estado es aquel grupo social que en forma organizada estructura el
poder mediante determinadas normas o reglas de conducta a las que se les
denomina Derecho, con las cuales logrará ejercer influencia sobre sus miembros
para que éstos adecúen sus conductas a las reglas prefijadas por aquel.

Segunda.- La norma jurídica es aquel mandato o regla de conducta dictada en


un tiempo y lugar determinados, con vocación de plasmar fines y valores de
naturaleza jurídica, que prescribe una obligación de hacer o no algo
permitiendo al destinatario decidir sobre ello, al que debe sucederle una
consecuencia lógico-jurídica que regule su incumplimiento, contando con el
respaldo estatal para hacer efectiva su ejecución.

Tercera.- El ordenamiento jurídico no siempre irá de la mano con los avances o


necesidades de la sociedad, por lo que surgirán diversos problemas en la
aplicación de la norma jurídica, bien sea porque la norma que regula una
determinada situación puede querer decir algo distinto o complementario a lo
que se encuentra expresamente prescrito o bien por que en algunas ocasiones
pese a existir un sistema jurídico, éste no aporte una solución específica al
problema o conflicto acontecido que el Derecho debiera regular.

Cuarta.- Interpretar consiste en la tarea de asignar un sentido a la realidad que


se percibe, la que se traduce en un ejercicio mental realizado en forma personal
y no en forma colectiva, correspondiendo al Juez buscar, entre las posibles
interpretaciones, aquella conforme a la Constitución.

Quinta.- El Juzgador como ente administrador de justicia debe –aplicando los


Principios Generales del Derecho- descartar el posible defecto o deficiencia de
que pudiere adolecer la norma a aplicar, determinando la verdadera intención
de lo que ha querido regular el precepto legal aplicable y en caso se demostrase
la irregularidad de éste –por defectuoso o deficiente-, corresponderá al Juez
constitucionalizar la norma mediante la actividad interpretativa.

Sexta.- Esta actitud a asumir por el Juzgador tiene su fundamento en el


principio pro homine y pro libertatis, en base al cual las disposiciones deben
ser interpretadas de la manera más favorable a la persona humana.

Sétima.- La interpretación no es vinculante, puesto que no genera obligación de


aplicar en el mismo sentido a los demás Tribunales, ello debido al carácter
personalísimo de supone el ejercicio mental de interpretación; aún en los casos
de los plenos jurisdiccionales, toda vez que estos cumplen una función
meramente orientadora de la labor jurisdiccional.

Octava.- Para facilitar la labor interpretativa de los entes encargados de


administrar justicia, existen algunos criterios y métodos de interpretación que
coadyuvan a tal fin, no siendo posible recomendar un criterio o método en
atención a que el ejercicio interpretativo es personalísimo.
Novena.- Los intérpretes de la norma jurídica se encuentran comprendidos
dentro de la Interpretación Auténtica, que es realizada en forma directa por la
autoridad de la cual emanó la norma, la Interpretación Jurisprudencial, que es
realizada por los tribunales (Corte Suprema y Tribunal Constitucional) que
administrando justicia tienen facultad para aplicar o dotar de sentido a la
norma, la Interpretación Doctrinal, que la realizan personas comunes, teniendo
un valor netamente académico y finalmente la Interpretación Jurisdiccional
Preventiva, que es por los magistrados del poder judicial mediante los plenos
jurisdiccionales.

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