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UNIVERSIDAD NACIONAL

PEDRO RUIZ GALLO

ESCUELA PROFESIONAL DE
CIENCIA POLÍTICA
TEMA:
PODER Y SISTEMAS POLÍTICOS

ALUMNO:
1. ACOSTA SANCHEZ Alexander.
2. BALDERA CATEDRA Lucero.
3. CALDERON ORIHUELA Pedro.
4. COBEÑAS MORI Samuel (COORDINADOR)
5. DIAZ SANDOVAL Alejandra.
6. GUTIERREZ CARLOS Teresa.
7. MOZO MARQUEZ Carmen.
8. RAFAEL LIVAQUE Alcides.
9. ROJAS MEGO Juan.
10. VENTURA VIDAURRE Mariela.

LAMBAYEQUE – 04 DE NOVIEMBRE 2017


1
INDICE

INTRODUCCION ............................................................................................................. Error! Bookmark not defined.


CAPITULO I .................................................................................................................. Error! Bookmark not defined.
1.1. DELIMITICAION Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ............... Error! Bookmark not defined.
1.1.1. DELIMITACION: .......................................................................................... Error! Bookmark not defined.
1.1.2. FORMULACION DEL PROBLEMA ........................................................... Error! Bookmark not defined.
1.2. JUSTIFICACION E IMPORTANCIA .................................................. Error! Bookmark not defined.
1.2.1. JUSTIFICACION: .............................................................................. Error! Bookmark not defined.
1.2.2. IMPORTANCIA:................................................................................. Error! Bookmark not defined.
1.3. OBJETIVOS:...................................................................................................... Error! Bookmark not defined.
1.3.1. OBJETIVO GENERAL: ..................................................................... Error! Bookmark not defined.
1.3.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS: ............................................................ Error! Bookmark not defined.
CAPITULO II .................................................................................................................... Error! Bookmark not defined.
2.MARCO TEORICO. .......................................................................................... Error! Bookmark not defined.
2.1.PODER Y SISTEMAS POLITICOS ............................................................... Error! Bookmark not defined.
2.1.1.PODER Error! Bookmark not defined.
2.1..2.EL PODER POLÍTICO................................................................................. Error! Bookmark not defined.
2.1.3.SISTEMA POLITICO .................................................................................... Error! Bookmark not defined.
2.2. PERSONALIDAD DE UN LIDER POLITICO ............................................... Error! Bookmark not defined.
2..2.1. PERSONALIDAD ............................................................................ Error! Bookmark not defined.
2..2.2. EL LÍDER POLITICO ...................................................................... Error! Bookmark not defined.
2.1..3. EL LIDERAZGO POLITICO: ......................................................... Error! Bookmark not defined.
2.1.4. TIPOS DE LIDERES........................................................................ Error! Bookmark not defined.
2.1..5. LIMITES DEL LIDERAZGO POLITICO ................................. Error! Bookmark not defined.
2.1..6. ETICA Y ESTETICA EN LIDERAZGO POLITICO ....................... Error! Bookmark not defined.
2.1..7. RELACIONES DE INTERDEPENDENCIA ENTRE LIDERES Y SEGUIDORES
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2.1..8. LIDERAZGO, PODER, AUTORIDAD: CONDICIONES QUE BRINDAN LEGITIMIDAD AL
LIDERAZGO 36
2.1.3. CONDUCTA DEL VOTO DEL CIUDADANO .................................... Error! Bookmark not defined.
2.1.3.1. EL VOTO.......................................................................................... Error! Bookmark not defined.
2.1.3.2. TIPOLOGÍA DEL ELECTORADO ................................................. Error! Bookmark not defined.
2.1.3.3. EL COMPORTAMIENTO DE LOS VOTANTES. .......................... Error! Bookmark not defined.
CAPITULO III ................................................................................................................... Error! Bookmark not defined.
3.1. CONCLUSIÓNES ........................................................................................ Error! Bookmark not defined.
3.2. BIBLIOGRAFÍA ................................................................................. Error! Bookmark not defined.

2
NTRODUCCION

La presente tesina consta de dos partes: en la primera parte trata acerca de


lo que es el poder y los sistemas políticos ya que como se sabe el poder es la gran
fuerza que permite al hombre articular intereses integrados y comunes, que se
formalizan en un contrato social lo cual es visto como la capacidad real de una
unidad del sistema social para efectuar sus intereses, dentro del contexto de la
acción recíproca entre sistemas, y, en este sentido, ejercer fuerza sobre los
procesos que se dan en el sistema.

Es por ello que un sistema político es un conjunto de interacciones políticas


razón por la que se distingue de lo que son las interacciones sociales en la que se
orientan hacia la asignación autoritaria de valores a una sociedad. En la segunda
parte se enfocara en visualizar acerca de lo que es la personalidad de un líder
político puesto que es de suma importancia saber qué es lo que mueve o motiva el
comportamiento de los votantes en una coyuntura o contexto electoral es una
interrogante que ha estado presente durante muchos años en las indagaciones no
sólo de los estudiosos de la ciencia política, sino también de otras disciplinas
científicas como la sociología, la antropología, la psicología y política; pero sobre
todo, de los políticos y candidatos que durante los procesos electorales tratan de
incidir o generar ciertos efectos en la conducta y comportamiento de los ciudadanos,
lo cual es decisivo porque de cierta manera influyen en la forma de pensar de un
votante; causa por lo que dentro de este capítulo se analizara todo lo referente a la
conducta del votante.

3
CAPITULO
I

4
1.1. DELIMITICAION Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1.1. DELIMITACION:
El hombre es un ser social por naturaleza; razón por la cual le resulta imposible vivir
aislado, siempre está inmerso en un haz de relaciones sociales y políticas, que
determinan sus condiciones de vida. Y a medida que esas condiciones son más
activas, logra tener una involucración en la vida política, a lo que se le denomina
Sistema Político; que es la plasmación organizativa de un conjunto de interacciones
que son estables a través de las cuales se ejerce la política en un contexto limitado
por la población1, este sistema está formado por agentes, instituciones,
comportamientos, ideales y sus respectivas interacciones, que mantienen o
modifican el orden, lo cual conlleva a distintos procesos de decisión de los actores,
que modifican la utilización del poder por parte de lo político a fin de obtener el
objetivo deseado, no obstante un sistema político es un conjunto de procesos de
decisión que conciernen la totalidad de una sociedad global2; es por ello, que el
sistema político es la entidad en el cual confluyen los actores políticos 3, los que
realizan las funciones de integración y adaptación, tanto al interior de la sociedad
como en relación con las otras, razón por la que cuando uno recurre a las urnas
sabe que está eligiendo a una persona para solucionar problemas sociales. Y que
más allá de los temas y de la política hay un ser humano implicado en la toma de
decisiones trascendentes.

Cabe mencionar que no se elige un número ni una idea abstracta. Se elige una
persona, se elige una psicología, una forma de ser, una modalidad individual de
pensar, sentir y actuar. Se elige un determinado tipo de personalidad. Por eso es
tan relevante analizar cómo se visualiza la personalidad del líder político y que es lo
que busca un votante. Ese perfil psicológico del candidato es otro cartel luminoso;
que en la actualidad, la campaña electoral debe instalar y encender en el cerebro
del votante.

1
Ignacio Molina, profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid, "Conceptos
Fundamentales de Ciencia Política", Alianza Editorial ISBN 84-206-8653-0
2
Jean William Lapierre (L’analyse de systèmes: 1976)
3
Maurice Duverger (Instituciones políticas y Derecho Constitucional: 1955)

5
A partir de lo expuesto anteriormente se formula que si en un sistema político las
decisiones afectan a toda la sociedad, y que el ser humano es quien tiene la
capacidad para elegir a sus gobernantes, entonces que figura es la que debería
tener en cuenta un ciudadano antes de elegir a su líder político

1.1.2. FORMULACION DEL PROBLEMA

¿Cuál es la personalidad que buscan los votantes en los líderes políticos?

1.2. JUSTIFICACION E IMPORTANCIA


1.2.1. JUSTIFICACION:

Como estudiantes de la escuela profesional de ciencia política es importante


estudiar todos aquellos aspectos que influyen en la formación y desarrollo de la
política, sobre todo de los agentes de poder como son los líderes políticos, y uno de
los temas de clara importancia sin duda, es; como debe ser un líder político,
específicamente su personalidad, la cual juega un papel determinante en su objetivo
que es obtener el poder de sus votantes. Por tanto es necesario estudiar a fondo
este punto y así lograr ideas más precisas que nos ayudaran a lograr estrategias de
asesoramiento, lo cual será en su momento parte de nuestro trabajo como futuros
politólogos.

Sin embargo el porqué de la elección de este tema, así como el de la formulación


del problema se debe a que siempre solemos cuestionar por qué un votante se
inclina hacia un determinado candidato, es acaso la personalidad del líder político
quien juega un papel fundamental en el votante; pues desde el punto de vista
psicológico, el liderazgo es la característica fundamental que viene dada por la
influencia que ejerce una persona sobre otra, mientras que desde el punto de vista
politológico es el ejercicio del poder, es decir la capacidad para conducir, dirigir,
llevar adelante unos objetivos, un propósito, lo cual tiene mucha consideración por
parte de los votantes y es que el elector evalúa las diferentes opciones políticas que
se les presentan y decide, siempre de acuerdo a lo percibido.

6
1.2.2. IMPORTANCIA:
La importancia radica en elegir a un buen candidato, en realidad todo está en
la personalidad del político, es decir, que el candidato al poder debe ser un político
con principios y valores, para que tenga conciencia de la condición pobre de la
población y sea veraz en sus discursos. De esta manera no habrá espacios para la
vanagloria ni para las falsas promesas que obedecen a la mentira premeditada
como recurso para engañar a sus electores.
En todo caso, el candidato al poder debe centrar su discurso en la verdad y nada
más que en la verdad y sobre esta base realizar sus campañas tratando de ajustar
sus argumentos en los valores de vida, que son: La verdad, la justicia, la unidad,
la libertad, la paz, la armonía y la vida. Solo de esta de esta manera no se engañara
al pueblo y se evitaran las promesas con exageración. Por eso, debemos: "ELEGIR
A NUESTROS CANDIDATOS POR SU PERSONALIDAD Y NO POR SUS
PROMESAS".

1.3. OBJETIVOS:

1.3.1. OBJETIVO GENERAL:

- Mostrar de acuerdo a la información reunida, que tan importante es la


personalidad de los líderes políticos y su influencia en la aceptación de los
votantes.

1.3.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS:

- Identificar rasgos comunes en la personalidad de los líderes políticos,


comparando principales virtudes y defectos.
- Identificar la importancia de la conducta del voto.

7
CAPITULO II

8
2. MARCO TEORICO.

2.1 PODER Y SISTEMAS POLITICOS


2.1.1 PODER
a) DEFINICIÓN
Su origen se halla en el latín vulgar y más concretamente en el concepto potere,
un verbo el citado que vendría a traducirse como “ser posible” o “ser capaz de”, y
que emana de la una expresión, pote est, que tiene el mismo significado que la
mencionada forma verbal.
El poder es la fuerza, medio, valor, imposición, derecho, capacidad, medida,
acción, relación o condición, de una organización para lograr o alcanzar las
oportunidades que brinda el marco institucional en el que se sustentan sus intereses
(alcanzar metas, evitar entorpecimientos indeseables, imponer el respeto a la
autoridad, controlar las posesiones), en este sentido, el poder puede ejercer
influencia sobre los procesos para normar y regular la convivencia conjunta entre
sus miembros, de forma que se evite la desintegración de sus componentes y se
desvirtúe el sentido de la oportunidad en que se fundamenta la razón de ser de su
existencia social.4

b) CONCEPCIONES:

 Francisco Miro Quesada Rada:

“El poder es la capacidad de tomar e imponer decisiones que tiene una persona o
un grupo de personas , dentro de un sistema, subsistema o parasistema social,
sobre otra persona o grupo de personas, a favor o en contra de su voluntad, y en
una relación dinámica conflictiva y asimétrica.”(“ciencia política”)

4
Izquierdo Brichs, Ferran (ed.) (2009) Poder y regímenes en el mundo árabe contemporáneo, Barcelona: Cidob/Bellaterra.

9
 Max Weber (1915):

Define al poder como, la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro de


una relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento
de esa probabilidad.

 Parsons (1953)

El poder es visto como la capacidad real de una unidad del sistema social para
efectuar sus intereses, dentro del contexto de la acción recíproca entre sistemas, y,
en este sentido, ejercer fuerza sobre los procesos que se dan en el sistema.

 Thomas Hobbes (1651)

El poder es la gran fuerza que permite al hombre articular intereses integrados


y comunes que se formalizan en un contrato social. Conforme a su teoría del
contrato social los miembros de una sociedad utilizan al poder como forma de
existencia del Estado y de las organizaciones, mismo que aglutina la gran fuerza o
poder individual de los que se han apegado a ese contrato para conformar una gran
fuerza o poder supremo que permita salvaguardar la paz en la sociedad, dándole al
Estado el nombre simbólico del “Leviatán”.5

 Rousseau (1762),

El poder es un medio en la realización dentro del valor significativo de lo social,


es decir de las relaciones sociales. Siempre interpretado como resultado de una
especie de convenio o contrato social.

5
Thomas Hobbes (1651) : “El leviatán”

10
 Hannan Arendt (1974)

Dice que el poder corresponde a la aptitud humana no sólo de actuar, sino de


actuar de manera concertada. El poder no es nunca la propiedad de un individuo;
pertenece a un grupo y existe sólo mientras permanece unido el grupo. Cuando se
dice que alguien está ‘en el poder’, se refiere a que efectivamente a que tiene
poderes de un cierto número de personas para que actúe en su nombre.

EL PODER POLÍTICO.

El poder político antecede al Estado moderno, pues antes de él ya existían


personas que desarrollaban actividades políticas, de luchas por el poder y ejercicio
del mismo, desde que el hombre comenzó a agruparse bajo alguna forma de
liderazgo.
Tiene por ámbito el estado. Es la facultad de poder participar e influir en la toma
de decisiones en relación a la administración del estado, se ejerce mediante leyes,
decretos, reglamentos, proyectos, etc.
El poder político lo posee el presidente de la república y su bloque de
gobernantes, donde los partidos opositores también ejercen influencia en la toma
de decisiones, pero en un grado menor, de igual forma gremios, sindicatos u otras
organizaciones sociales.

 Lucio Mendieta y Núñez

La posibilidad de una persona, excepcionalmente de reducido número de


personas, en cada país sobre los elementos del estado por medio de la organización
política, jurídica, burocrática y militar del mismo. Con objeto de realizar los fines del
ESTADO.
1. El poder político es legítimo cuando es elegido conforme a las leyes del país
elegido en la constitución política.

11
2. El poder político es abusivo cuando hay intromisión de poderes, es decir
cuando se excede en el ejercicio de sus funciones, avanzando en materias
que están fuera del ámbito de otros poderes.
3. El poder político es ilegitimo cuando usa mecanismo autorizado por las leyes
y se adueña del poder gubernamental (ejecutivo- legislativo) sin tener la
legitimidad del pueblo, otorgada por el voto popular.
4. El poder político por lo tanto es la facultad de disponer y ordenar potestad de
demando y el dominio coactivo del estado.
5. El poder político se origina por el más fuerte de los poderes que es el poder
social.

 Foucault (1926-1984)

El poder no es estrictamente negativo y represivo, y que no es una cosa que se


pueda tomar y ceder.
Así pues, el poder también tiene un carácter positivo y activo y produce saberes.
El poder político es el poder de los que influyen en la administración, el control y la
distribución del bien común.

2.1.2 SISTEMA POLITICO

a) DEFINICIONES

 David Easton (The political system: 1969)

Un sistema político es un conjunto de interacciones políticas. Lo que distingue


las interacciones políticas del resto de interacciones sociales es que se orientan
hacia la asignación autoritaria de valores a una sociedad.

 Jean William Lapierre (L’analyse de systèmes: 1976)

12
Un sistema político es un conjunto de procesos de decisión que conciernen la
totalidad de una sociedad global.

 Gabriel Almond (A functional approach to comparative politics: 1976)

Un sistema político es un conjunto de procesos de decisión que conciernen la


totalidad de una sociedad global.

 Gabriel Almond (A functional approach to comparative politics: 1976)

Un sistema político es un sistema de interacciones, existente en todas las


sociedades independientes, que realiza las funciones de integración y adaptación,
tanto al interior de la sociedad como en relación con las otras, mediante el uso o la
amenaza del uso de la violencia física más o menos legítima.

 Karl Deutsch

Conjunto capaz de auto dirigirse a partir de la información que recibe del medio
ambiente, con el cual interactúa mediante lujos (Modelo Cibernético).

 Maurice Duverger (Instituciones políticas y Derecho Constitucional:


1955)

Sistema político es la entidad en el cual concluyen los actores políticos. Las


instituciones políticas son, a su vez, las partes integrantes de un subsistema político
que es lo que se denomina régimen político.

 Samuel Phillips Huntington (Political)

13
Conjunto formado por unas determinadas instituciones políticas, que tienen
unas determinadas expresiones6

2.2 PERSONALIDAD DE UN LIDER POLITICO


2.2.1 Personalidad
a) definición

Vamos a adoptar la definición de W. Allport, "Personalidad es


la organización dinámica, en el interior del individuo, de los sistemas psicofísicos
que determinan su conducta y su pensamiento característicos."

La personalidad se encuentra dentro del estudio del campo de la psicología, y se


puede explicar desde varias funciones, en primer lugar permite conocer de forma
aproximada los motivos que llevan a un individuo a actuar, a sentir, a pensar y a
desenvolverse en un medio; por otro lado, la personalidad permite conocer la
manera en la cual una persona puede aprender del entorno.7 La personalidad se
puede definir como la estructura dinámica que tiene un individuo en particular; se
compone de características psicológicas, conductuales, emocionales y sociales.
Los griegos atribuyeron el término de persona a la máscara que utilizaban los
actores en los teatros para identificarse con alguien en particular. Cuando los
actores utilizaban esta máscara, actuaban de acuerdo al personaje que
representaban. Del concepto de persona deriva, por lógica, el término personalidad,
esto significa que la personalidad es lo que determina quién es cada quien y cómo
nos manifestamos en el entorno

b) CARACTERÍSTICAS

6
Maritain, Jacques, El hombre y el Estado, Madrid, Ediciones Encuentro, 1983, p. 144.
7
Maritain, Jacques, El hombre y el Estado, Madrid, Ediciones Encuentro, 1983, p. 144.
1. FUENTE: “sistema político y formas de gobierno”; GÓMEZ DÍAZ DE LEÓN Carlos

14
La personalidad es el sello distintivo de cada ser humano, formada por la
combinación de rasgos y cualidades distintos.
Independientemente de las definiciones que han formulado los expertos a lo largo
del tiempo, podemos destacar una serie de características en la personalidad.

 Consistente:

Puesto que la personalidad es un rasgo distintivo de cada persona, éste


permanece relativamente estable a lo largo del tiempo, influyendo en su
comportamiento. Esto no evita que el individuo pueda cambiar su comportamiento
debido a factores ambientales o a las necesidades experimentadas.

 Diferenciadora:

La personalidad permite identificar a cada individuo como un ser único. Esta


característica se traduce en las distintas reacciones que pueden tener las personas
ante un mismo estímulo. La personalidad es única por ser una combinación de
factores internos, pero si queremos utilizarla como criterio de segmentación, se
pueden destacar uno o varios rasgos comunes.

 Evolutiva:

Aunque la personalidad es un rasgo consistente, puede variar a largo plazo


por la interacción con el medio, por las experiencias vividas por el individuo o
simplemente, a medida que el individuo va madurando.

15
 No predictiva:

La personalidad es una compleja combinación de características y


comportamientos que hacen difícil la predicción de la respuesta de los
consumidores a los estímulos sugeridos.

C) Aspectos fundamentales

Al tratar de explicar qué es la personalidad, indicábamos que contiene elementos


de origen hereditario y ambiental. Estos elementos o factores constitutivos de la
personalidad son:

1. La constitución física
2. El temperamento
3. La inteligencia
4. El carácter moral
Todo ser humano al nacer posee una personalidad "potencial", en cuanto a que
tiene los elementos básicos de la misma. Esta potencialidad comenzará a ser
realidad cuando se inicie el desarrollo de ciertas características y capacidades,
como trabajo intelectual, creatividad, conducta intencional y valores éticos, entre
otras, que indican que los diversos elementos de la personalidad están funcionando
con cierto nivel de organización.
Y se puede hablar de personalidad estructurada cuando el individuo logra dinamizar
de forma integrada y con autonomía estos aspectos básicos, lo que le llevará a tener
una conducta y un pensamiento característicos. Una personalidad estructurada dará
origen a una identidad firme y sólida

2.2.2 EL LÍDER POLÍTICO

El líder político es detentado por aquella persona que reúne las calidades de
conductor, integrador, articulador, conocedor, protector y encauzador del pueblo,
según un modelo valorativo determinado.

16
En el líder hay una valoración positiva, un reconocimiento de su figura como
capacitada y con aptitud de mandar, lo que lo legitima como tal. Su personalidad,
su prestigio, su reputación moral, su capacidad de entender los problemas sociales,
lo hacen un jefe con fortaleza, o más precisamente una autoridad, protegida de los
embates sociales, o con posibilidad de encabezar una acción contra el poder de
turno, en caso de ser un líder revolucionario

2.1.3 EL LIDERAZGO POLÍTICO

Puede ser definido como el conjunto de actividades, relaciones y comunicaciones


interpersonales, que permiten a un ciudadano movilizar personas de una
organización, comunidad o sociedad específica, de manera voluntaria y consciente,
para que logren objetivos socialmente útiles.
Para ello, ese liderazgo busca hacerse con el poder y la autoridad que confiere el
aparato del Estado –en su sentido weberiano de asociación política o, en caso de
que no pueda detentar su administración, de aquellos mecanismos que le permitan
influir sobre el rumbo y objetivos de ese estado y de la sociedad en general.8
Aquí aplica la idea de que el buen líder político no es el que genera influencia para
que las personas asuman su visión y le permitan conseguir sus propios objetivos,
sino aquel que encauza las energías y capacidades de esa comunidad para hacer
viables los objetivos de la misma.

A) Concepciones

 José Luis Vega Carballo

Lo define como “la particular relación que se establece dentro de una coyuntura
concreta y dinámica, entre una personalidad y una situación de grupo en el cual el

8
Sánchez Ferris, Remedio: “Liderazgo político”, en Diccionario Electoral, IIDH/CAPEL, primera edición, San José, 1989.

17
objetivo central es la conquista y el control del Estado o de los instrumentos para
influirlo, por parte de ese grupo.”
 Vega Carballo

Se inscribe dentro de una tradición teórica que visualiza el liderazgo político dentro
de los límites del Estado como aparato y de aquellos instrumentos que permiten el
acceso o toma de poder del mismo, en especial los partidos políticos. Si bien el
escenario de acción del liderazgo político, por excelencia, lo son el Estado y los
partidos políticos–, pareciera que requiere de una ampliación importante, en tanto
en la realidad contemporánea no toda acción política pasa por el Estado como
aparato o por los partidos como instrumentos de acceso al poder público, dándose
por tanto que no todo liderazgo político tiene necesariamente que limitarse a la
conquista del mismo.
En el ejercicio del liderazgo político, como en cualquier otro, confluyen dos
dimensiones claramente definidas, aunque complementarias: una subjetiva y otra
objetiva. La subjetiva tiene que ver con las capacidades del individuo y sin lugar a
dudas con el carisma; la objetiva hace referencia a la realidad que le rodea, con sus
específicos y diversos problemas y necesidades. Desde esta perspectiva, la
consistencia entre las capacidades del líder y las condiciones históricas en las
cuales actúa es determinante. Dicho de otro modo, en el liderazgo político
contemporáneo confluyen los valores sociales imperantes y las capacidades o
aptitudes personales para encarnarlo. De la habilidad que tenga el líder para poner
sus condiciones naturales y sus capacidades aprendidas al servicio de los fines de
la sociedad de que se trate, dependerá que ese liderazgo sea legítimo y eficaz.
En este sentido, el liderazgo político es necesariamente un proceso de doble flujo
entre el líder y sus seguidores; aunque siempre prevalezca una relación asimétrica
entre el que gobierna y el que es gobernado, ambos se reconocen como actores
válidos e influyentes en la construcción de los objetivos socialmente útiles.

18
2.1.4 TIPOS DE LÍDERES

A) Un líder autocrático o autoritario.

Un autócrata o líder autocrático o autoritario es aquel dirigente de un grupo humano,


nación o comunidad que se otorga las facultades para asumir por completo la toma
de decisiones, el ordenamiento y la dirección absoluta del conjunto, a través de un
mando único e incuestionable, a menudo sostenido en el dominio implacable de las
instancias de poder. En política, a los líderes autoritarios se les denomina autócratas
o dictadores.

A.1) Características

1. Son carismáticos y se erigen con el poder en pro de una supuesta necesidad


colectiva.
2. Detentan todo el poder de decisión y se lo imponen a los demás mediante la
fuerza (legal, militar, económica o incluso física).
3. No permiten el cuestionamiento a su autoridad y sancionan rápidamente toda
forma de oposición o crítica.
4. Exhiben tendencias a la paranoia y se aferran al poder a través de todos los
medios.
5. No son dados a la autocrítica ni al reconocimiento, sino que se piensan
siempre los más indicados o los más convenientes para guiar a los demás.
6. Amenaza, castiga y persigue a sus subalternos, en pro de mantener un orden
específico.

A.2) Ejemplos

1. ENGELBERT DOLLFUSS

Canciller de Austria en 1932-1934, destruyó la República de Austria y


estableció un régimen autoritario basado en la conservadora y católica Roma

19
así como en los principios fascistas italianos. En mayo de 1932 cuando se
convirtió en canciller, Dollfuss encabezó una coalición conservadora liderada
por el Partido Social Cristiano. Cuando se enfrenta a una grave crisis
económica provocada por la Gran Depresión, Dollfuss decide no unirse a
Alemania en un conjunto aduanero, un camino defendido por muchos
austriacos. Severamente criticado por los socialdemócratas, nacionalistas
pan-alemán, y los nazis austriacos, él respondió a la deriva hacia un régimen
cada vez más autoritario. Benito Mussolini se convirtió en director extranjero
aliado a Dollfuss. Italia garantizó la independencia de Austria en Riccione
(agosto de 1933), pero a cambio Austria tuvo que abolir todos los partidos
políticos y la reforma de su constitución en el modelo fascista. En marzo de
1933, los ataques de Dollfuss en el Parlamento culminaron en la abolición
permanente de la legislatura y la formación de un estado corporativo basado
en su frontal Vaterländische ("Frente de la Patria"); con la que los partidos
políticos de Austria fueron remplazados. En asuntos exteriores él dirigió un
curso que convirtió a Austria prácticamente en un estado satélite italiano.
Esperando evitar la incorporación de Austria en la Alemania nazi, combatió
a sus oponentes políticos internos a lo largo de las líneas fascistas
autoritarias.
En febrero de 1934 las formaciones paramilitares leales al canciller
aplastaron a los socialdemócratas de Austria. Con una nueva constitución en
mayo de 1934, su régimen se volvió completamente dictatorial. En junio, sin
embargo, Alemania incitó a los nazis austriacos a la guerra civil. Dollfuss fue
asesinado por los nazis en una redada en la cancillería.

2. ADOLFO HITLER.

Es uno de los personajes más siniestros de la historia de la humanidad, líder


del nazismo y ejecutor de una de las ideologías racistas más destructivas y
sistemáticamente organizadas en torno al genocidio de todos los tiempos. El
gobierno de Hitler sobre el entonces imperio alemán (el autodenominado III

20
Reich) fue férreo desde que su Partido Nacional Socialista Obrero Alemán
(NSDAP) asumiera el poder en 1934 y lo denominara Führer (guía) con
poderes plenipotenciarios para conducir el país a su antojo. Esto condujo a
Alemania a iniciar la Segunda Guerra Mundial, al término de la cual Hitler se
suicidó.

3. FIDEL CASTRO.

Uno de los más populares y contradictorios íconos políticos del continente


latinoamericano, ensalzado por la izquierda revolucionaria como símbolo de
la lucha contra el imperialismo norteamericano. Castro lideró una guerrilla
revolucionaria de izquierdas en contra del entonces dictador cubano
Fulgencio Batista. A este evento se le conoció como la Revolución Cubana y
llevó al Partido Comunista Cubano al poder, bajo el mandato único y
exclusivo de Fidel, desde su victoria en 1959 hasta 2011, cuando dejó en el
poder a su hermano Raúl. Durante su gobierno se transformó radicalmente
la sociedad cubana y se cometieron fusilamientos, persecuciones y exilios
forzosos.

4. MAO TSE TUNG.

Fue el máximo director del Partido Chino Comunista cuando éste se hizo con
el poder del país entero en 1949, luego de vencer en la Guerra Civil y
proclamar la República Popular China, que gobernó hasta su muerte en
1976. Su gobierno fue de corte marxista-leninista con profundas y violentas
reformas ideológicas y sociales que resultaron muy polémicas en su época,
y que construyeron un intenso culto en torno a su personalidad.
B) UN LIDER DEMOCRATICO

Un líder democrático aquellos personajes de destacada participación social y/o


política cuyo ascenso al poder fuera producto de la libre elección (formal o no) de
las colectividades que representan, a través de los mecanismos de participación

21
cívica conformes a lo entendido por democracia, y cuya actuación una vez a cargo
del mismo se mantuvo dentro de los marcos jurídicos, legales y morales que
acompañan a dicho concepto.

B.1) Características

1. Fomenta la participación y consulta del pueblo.


2. Busca soluciones compartidas
3. Orienta a sus colaboradores, no les ordena.
4. Agradece las sugerencias y opiniones de otros
5. Ofrece ayuda y orientación a quien lo necesita
6. Está dispuesto a acatar lo que digan los demás
7. Es capaz de delegar tareas de forma efectiva
8. No se cree superior a los que se encuentran por debajo de sí, en la estructura
estatal.
B.2) Ejemplos

1. NELSON MANDELA (1918-2013).


Dirigente político surafricano víctima de las políticas raciales del Apartheid
que segregaba a blancos y negros, en favor de los primeros. Llegó a ser
presidente de su país tras décadas de prisión y durante su gestión la
reconciliación de sectores altamente radicalizados y la redemocratización de
una sociedad hostil se hizo posible.
2. MARTIN LUTHER KING (1929-1968).
Pastor estadounidense de la iglesia bautista, de enorme influencia en el
conflicto racial estadounidense. Se opuso férreamente a las leyes raciales
vigentes en la sociedad de su época, luchó contra la pobreza y la guerra, y
llegó a convertirse en un símbolo de la igualdad racial, al ganar el premio
Nobel de la Paz en 1964, cuatro años antes de ser asesinado a los 39 años.
3. MAHATMA GANDHI (1869-1948).
Líder espiritual de la India colonial británica y símbolo eterno de la resistencia
pacífica, fue un abogado, pensador, político e hinduista de vital importancia

22
en la independencia de la India, gracias a su prédica de métodos de protesta
no violenta, como la huelga de hambre y las manifestaciones de
desobediencia civil. Fue asesinado a los 78 años por radicales
integracionistas hinduistas.

C) LÍDER SOCIALISTA.

La mejor definición que he encontrado de socialista es: “Persona que cree que
puede decidir mejor qué es bueno para los demás”.
Ser socialista se deriva de la arrogancia de pensar que los demás no pueden valerse
por sí mismos. Asume que la libertad de decisión es peligrosa para las personas,
pues si las dejamos decidir terminarán peor que antes. Entonces el socialista parte
de un “complejo de superioridad”: por una razón que no explica, él sabe más de mí
que yo mismo.
Sabe mejor qué debo comprar y qué no. Sabe mejor bajo qué condiciones me
conviene trabajar y a qué me debo dedicar. Sabe mejor que los consumidores lo
que deben consumir y mejor que las empresas cómo deben producir. Y si el
socialista da el pasito que lo separa del comunista, sabe mejor quién debe gobernar,
qué puede o no puede expresar alguien públicamente y en qué país debo vivir.
El socialismo debe limitar nuestra libertad, porque en esencia la libertad es la
facultad de decidir sobre nuestro destino. El socialista se apropia de ese destino.
Pero no solo nos priva de nuestra libertad. Nos priva de la otra cara de la moneda.
No hay libertad sin responsabilidad. Si otro decide por mí, me liberan de la
responsabilidad sobre las consecuencias de mis decisiones: si elijo mal no asumo
los costos de mis decisiones. Equivocarse ya no es mi problema, es problema de
los demás, a los que les traslado dicho costo.
Por eso es que los socialistas no hablan de responsabilidad a secas sino de
responsabilidad social: el resto de la sociedad está obligada a asumir las
consecuencias de mis decisiones, sean buenas o malas.
Pero la responsabilidad social es un sinsentido. Hayek decía que la palabra ‘social’
es una palabra envenenada (una palabra “comadreja”), pues añadida a cualquier
otra la convierte en su antónimo: “democracia social” es precisamente la negación

23
del sistema democrático, “derecho social” es justamente un derecho vaciado de la
individualidad que le da sentido, “propiedad social” es la ausencia de propiedad.
Responsabilidad social es irresponsabilidad pura.
La libertad y la responsabilidad son en esencia individuales. Cuando dejan de serlo
se convierten en su antónimo, como ocurre en la Cuba de los hermanos Castro o la
Venezuela de Nicolás Maduro.
Así, el socialismo genera un problema moral y un problema práctico.
El problema moral es la expropiación de la dignidad humana al negar la libertad y la
responsabilidad. Nos convierte en esclavos del gobernante (socialista) de turno. En
eso no se diferencia de otras expresiones de signo ideológico distinto, como el
fascismo.
El socialismo lastra el crecimiento, genera pobreza, retraso, pero, sobre todo,
pérdida de dignidad. Curiosamente, en nombre de la libertad, nos priva de ella, pues
la confunde con la capacidad de hacer lo que uno quiere sin la responsabilidad de
asumir sus consecuencias. Es, por tanto, inherentemente irresponsable. Como
decía Bastiat, el socialismo no se conforma con que la ley sea justa. Quiere que la
ley sea filantrópica. Pero, en realidad, niega la filantropía como acto de
desprendimiento y la convierte en una solidaridad forzada por la ley, lo que es una
contradicción en términos.
Por eso todos los políticos, sin excepción, son un poco socialistas. A todos les gusta
dejarse seducir por el poder de hacer regalos con el patrimonio ajeno. A todos les
gusta jugar a ser Robin Hood. El problema es que gobernar no es un juego.
Como decía Churchill, “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la
ignorancia, la prédica a la envidia. Su virtud inherente es la distribución igualitaria
de la miseria”.

2.1.5 límites del liderazgo político:

Con el objetivo de que el trabajo que se realice responde a los intereses y


necesidades de la mayoría. Por ello, los líderes democráticos están condicionados
por los límites impuestos por la sociedad y las normas de comportamiento ético.

24
Las normas de comportamiento ético, abarca los deberes ciudadanos establecidos
la constitución Política del país. También los aspectos incluidos en otras normativas
como la ley contra la corrupción y el enriquecimiento ilícito en la función pública y
los códigos de ética que rigen el funcionamiento de grupos o instituciones.

2.1.6 Ética y estética en el liderazgo político

El liderazgo político es más necesario que nunca. En los tiempos actuales de


desafección y fragmentación del voto se echa en falta la figura del líder, que sigue
siendo fundamental en nuestra civilización dado que el ciudadano aspira a estar
representado y dirigido por cargos electos carismáticos y creíbles cuidadosos todos
ellos de la ética y, también de la estética. La desafección que ha irrumpido en la
agenda de todos los partidos políticos ha propiciado la búsqueda de nuevos perfiles
que se aproximen al de sus votantes. La lucha por el voto no se gana
exclusivamente en las redes sociales o en la calle, sino que también la imagen del
líder juega un papel relevante a la hora de obtener el respaldo de la mayoría de la
ciudadanía.
Con el paso del tiempo, los políticos se han transformado y adaptado al
contexto de cada momento. Las características de los líderes evolucionan
progresivamente al tiempo que las nuevas tecnologías imponen en el día a día de
las Administraciones Públicas nuevos patrones. Por lo tanto, se llega a la conclusión
de que el liderazgo es una de las piezas determinantes del tablero político actual o
al menos en momentos puntuales donde el distanciamiento entre sociedad y política
es una realidad.
La importancia de ser un líder permite que representantes de partidos políticos
cuenten con un importante apoyo en las urnas. Hay casos de políticos que llevan
más de 30 años al frente de una institución. Personas con carisma, con inquietudes,
con vocación hacia el servicio público y capaz de voltear situaciones psicológicas
surgidas por la crisis o por los actuales casos de corrupción, que dañan
especialmente la confianza del elector.

25
Pero, para llegar a ser un líder, se requiere un recorrido previo por los diferentes
ámbitos de la sociedad, puesto que “un líder no nace sino que se hace”. El liderazgo
se adquiere, principalmente, con la experiencia y con determinadas actitudes que
cuadran con las perspectivas de los votantes. La confianza y la credibilidad juegan
un papel crucial en este complicado mundo del liderazgo. Los políticos tienen que
echar mano de su formación, de su preparación y de su experiencia personal para
saber hacia dónde deben ir dirigidas sus políticas. Saber escuchar al ciudadano y
saber atender sus necesidades son piezas tan cruciales como sus propias dotes de
persuasión.
Como ya se sabe, la vida política es, en algunos casos, efímera y el desgaste al
frente de una administración es incuestionable. Tampoco se debe olvidar la
importancia de entender el entorno, el contexto sociocultural que afecta tanto directa
como indirectamente a nuestros políticos y ciudadanos. Por todo ello, es crucial
entender ese modelo de causalidad en la relación entre líderes políticos,
votantes/seguidores y contexto (Natera, 2001), para sostener el liderazgo de un
político: bien sea alcalde, concejal, diputado, conseller, ministro o presidente de un
Gobierno, por citar algunos cargos.
Todo líder que se preste debe tener una motivación personal y unos impulsos por
obtener un objetivo común, siendo la cualidad personal uno de los motores de
impulso de la actividad de un líder: “La actividad personal viene movida por el
impulso para satisfacer unas necesidades o lograr unas metas” (García y Lucas,
2009:200).
Hay que tener muy presente que el candidato -a la vista de los votantes- puede ser
un dechado de virtudes, el mejor de todos. Los liderazgos se amoldan a nuevas
tendencias que marcan los ciudadanos y los contextos socioeconómicos o de otra
índole, como puede ser la comunicación y la presión social por causa de la crisis.
Quienes “encuadran” con éxito sobre lo que quiere indicar una crisis, saben que
tienen la llave para desgranar las estrategias apropiadas para su resolución
eficiente9 Y es que cuando surge una crisis, se espera liderazgo.

9
(Boin, Hart, Stern y Sundelius, 2007). “Liderazgo: impulso de satisfacer las necesidades.”

26
Todo político que salta al aura política o a la vida pública debe aprender a
relacionarse y a saber atender las demandas de sus vecinos independientemente
de su ideología. El liderazgo no es sólo el resultado de una persona, sino que hay
otros elementos -de carácter más organizacional-, que están jugando también un
efecto en la capacidad de liderar.10
Hay que tener claro que quien llega a liderar un ministerio, una alcaldía o un
gobierno, sólo cuenta con cuatro años para consolidarse en el poder. Y la aplicación
de su estrategia política y comunicativa no puede extenderse más allá de ese plazo
(Canel, 2010:20), por lo que el trabajo en equipo, los factores externos y el contexto,
juegan un papel no menos importante que el propio liderazgo.
Por ello, los medios de comunicación de masas y sociales (redes sociales) han
cambiado por completo costumbres, hábitos y formas de entender la política y la
forma de gestionar una administración. Con el paso de los años la sociedad se ha
ido adaptando a esos nuevos modelos y cambios provocados por la tecnología
digital. Dicha tecnología se adapta con eficacia y comodidad a una sociedad abierta,
relacional y móvil que pasa muchas horas en la calle, en contacto con otras
personas (Gutiérrez-Rubí, 2011:114), y que ha sido la culpable de que nuestros
terminales sean ya una extensión más de nuestro cuerpo. La dependencia es
absoluta y cualquier líder sabe que su mensaje debe pasar por la red para llegar a
un público amplio y disperso. “La red no permite anular las diferencias entre partidos
grandes y pequeños o entre candidatos con muchos medios económicos y
candidatos sin recursos. La capacidad de invertir permite desarrollar mejor su
presencia y llegar a públicos más amplios” (Giansante, 2015:25).
No hay mejor líder que aquél que cumple con las expectativas, que transmite
seguridad, que sea leal con los ciudadanos y con la administración, pero, en
especial, que sea responsable y viva con pasión su compromiso con las urnas.

2.1.7 RELACIONES DE INTERDEPENDENCIA ENTRE LÍDERES Y


SEGUIDORES

10
(Canel, 2010:119-120).
27
Las investigaciones sobre liderazgo han tenido diferentes tendencias en los últimos
tiempos. Los estudios que se produjeron entre 1900 y 1950 buscaban diferenciar
entre el líder y los seguidores con base en las características de cada uno. En virtud
de que no se encontró una característica específica o un grupo de ellas que pudiera
explicar las habilidades de liderazgo, se comenzó a investigar sobre la influencia
que tienen los elementos situacionales en las habilidades y las conductas del líder
(Boyett y Boyett, 1999). Más adelante, se buscaron los elementos distintivos de los
líderes exitosos y de los que no lo eran. Progresivamente, alrededor de 1960 se
llegó a un modelo contingencial propuesto por Fiedler (1967, citado en Boyett y
Boyett, 1999) en el que se vincula la orientación del líder hacia las relaciones o la
tareay el desempeño de su grupo, pero se asume que ningún líder será exitoso
siempre. Más adelante, se propuso el modelo de liderazgo situacional que examina
las conexiones entre la madurez de los seguidores, las variables situacionales y la
efectividad del líder. Todo esto puso en evidencia que el fenómeno del liderazgo es
un problema complejo (Méndez Morse, 1992).
Entre los años 1970 y 1980, la atención se enfocó nuevamente en las características
del líder, pero en función de su efectividad en el ámbito organizacional (Safferstone,
M., 2005). En este contexto fue que algunos tipos de liderazgo descritos
originalmente en el marco de estudio de la sociología y de la política fueron
trasladados al organizacional. Tal es el caso del liderazgo transformacional, que
Burns (1978) identificó como revolucionario de la realidad social a través de la
transformación de los seguidores en líderes, en contraste con el liderazgo
transaccional, que a través de la mejora continua, lograba mantener el statu.
El concepto del liderazgo transformacional fue surgiendo a través de un proceso
evolutivo que consideró diversas teorías, algunas de las cuales fueron finalmente
absorbidas por la descripción final. Uno de los primeros elementos que formó parte
del cuerpo de conocimiento que derivó en la teoría del liderazgo transformacional
fue el concepto de carisma propuesto por Weber11, quien lo describió como una
forma particular de liderazgo que se desarrolla a través del establecimiento de ligas
psicológicas y sociales del líder con los seguidores; este tipo de líder es además

11 (1947, citado en Antonakis y House, 2002).

28
revolucionario, trascendente y suele romper con las tradiciones. Sin embargo,
según Weber, este tipo de líder emerge en tiempos de crisis y su efecto es efímero12
En 1973, Downton (citado en Antonakis y House, 2002) propuso una teoría de
liderazgo en la que se involucraban los estilos transaccional, carismático y el rebelde
político inspiracional. Downton señalaba que las transacciones entre el líder y los
seguidores, sentaban las bases de la confianza. Por otra parte, puso en evidencia
que el líder carismático tiene un potente efecto en sus seguidores por la
identificación que éstos sienten con los ideales y la autoridad del líder. Finalmente,
concluyó que el líder político inspiracional es persuasivo y estimula a sus seguidores
a hacer sacrificios y les otorga un sentido de propósito que no logra el carismático.
Desde su perspectiva, los tres tipos de liderazgo deberían ser utilizados en distintos
grados (Antonakis y House).
Más tarde, en una meta-análisis llevada a cabo por Shamir, House y Arthur (1993)
se propuso que el líder carismático sustenta su éxito en las siguientes acciones:

1. Administración de la impresión que causa para mostrar su competencia.


2. Articulación de objetivos ideológicos.
3. Definición de los roles de los subordinados en términos de valores
ideológicos.
4. Promoción de sí mismo como modelo.
5. Comunicación de altas expectativas y confianza en los subordinados.
6. Diseño de actitudes que favorecen los motivos de los seguidores.

Por su parte Conger, Kanugo y Menon (2000), sostienen que el liderazgo


carismático es un atributo basado en la percepción que tienen los seguidores sobre
la conducta del líder. La actitud observada en él es interpretada por los seguidores
como una expresión del carisma, que refleja su orientación hacia la gente. En el
modelo propuesto por estos autores, el líder carismático difiere de otros tipos en su
habilidad para formular y articular una visión inspiradora y en acciones que causan

12 (Antonakis y House, 2002; Larsson y Ronnmark, 1996).

29
la impresión de que él y su misión son extraordinarios. En 1978 y en el contexto de
los movimientos políticos y sociales, James Mac Gregor Burns describió al líder
transformacional como aquél que reconoce y explora una necesidad o una demanda
de un seguidor, a través de la comprensión de los motivos potenciales que tiene y
con ello busca satisfacer las necesidades superiores de éste al involucrarlo como
persona completa.
El resultado es una relación de mutua estimulación y elevación que convierte a los
seguidores en líderes y a los líderes en agentes morales (Burns, 1978). Junto con
el liderazgo transformacional Burns (1978) describió el transaccional, que en opinión
del autor, es fácil de definir, en virtud de que se trata de la forma diaria básica de
trabajo del líder con pequeñas y constantes dosis de cambio, pero que también
puede funcionar con un bajo perfil. Sin embargo, la definición del liderazgo
transformacional no resultaba tan sencilla, por lo que Burns (2003) propuso discernir
entre dos formas de cambio. Desde su postura, el primer tipo de cambio consiste
en sustituir una cosa por otra en un acto de intercambio; este es el tipo de cambio
que se atribuye al liderazgo transaccional. Por otra parte, el autor plantea que el
segundo tipo de cambio es mucho más profundo: se trata de causar una
metamorfosis completa; es una modificación de la condición original a otra distinta;
una transformación radical en la forma o en el carácter. Este es el tipo de cambio
que opera en el liderazgo transformacional. Al mismo tiempo que Burns hacía este
planteamiento desde la perspectiva biográfica, es decir, a través de la consideración
de los elementos de la vida del líder, el Centro de Estudios del Liderazgo de la
Universidad del Estado de Nueva York, encabezado por Bernard Bass, hacía un
abordaje desde la perspectiva psicológica (Burns, 2003). Con base en la propuesta
de Burns, entre 1985 y 1990, Bass y Avolio operacionalizaron los conceptos de
liderazgo transformacional a través de la construcción de un modelo de amplio
espectro del liderazgo (Pearce, Sims, Cox, Ball, Schnell, Smith y Treviño, 2003;
Bass y Riggio, 2006). En éste, enriquecido por la investigación empírica que
desarrollaron se incluyeron nuevas conductas como:

30
1. La transmisión de la sensación de que se tiene una gran una misión.
2. La delegación de autoridad y la formación de los seguidores.
3. El énfasis en la resolución de problemas y el uso del razonamiento

Si bien el liderazgo carismático y el transformacional surgieron en otras áreas,


gradualmente fueron transferidos al ámbito organizacional. Los estudios empíricos
desarrollados a partir de los años ochenta, formularon hipótesis acerca de que los
líderes carismáticos y transformacionales producían un mejor desempeño en sus
seguidores, además de que éstos últimos estaban más motivados y satisfechos que
los de otros tipos de líderes (Conger, Kanugo y Menon, 2000; Bass y Riggio, 2006).
La investigación desarrollada puso en evidencia que el fenómeno de los líderes
carismático y transformacional es multidimensional, de tal forma que los
componentes individuales o sus combinaciones pueden tener efectos diferentes
(Conger, Kanugo y Menon). Sin embargo, hasta la fecha, esta multidimensionalidad
sigue siendo un campo poco estudiado. A partir de la teoría del liderazgo carismático
y de la aparición del líder transformacional, se comenzó a discutir la idea de que las
organizaciones y sus empleados eran demasiado administrados y poco liderados.
Resultó evidente que los administradores eran orientados hacia la funcionalidad y
con ello, mantenían el estatus quo; en contraposición, los líderes presentaban de
manera atractiva su visión basada en valores y comunicaban sus estrategias
convincentemente, además de poner atención a las necesidades individuales de
sus seguidores, con lo cual construían confianza (Bennis y Nanus, citados en Felfe,
et. al., 2004; Antonakis y House, 2002). Bass, Conger y Canugo (citados en Felfe,
et. al. 2004) desarrollaron modelos teóricos e instrumentos para apuntalar la
investigación sobre el liderazgo transformacional y el carismático. Fue en este
tiempo en el que Bass y Avolio desarrollaron el Cuestionario Multifactorial de
Liderazgo (MLQ), que ha sido el instrumento más utilizado para medir las
operaciones del líder transformacional, aunque también ha sido criticado por la
medición de percepciones y conductas, que en algunas versiones ha sido indistinta
(Bass y Riggio, 2006; Avolio y Bass, 1999). Con ello, estos autores comenzaron a
establecer una diferencia entre las primeras teorías de Weber sobre el carisma, que

31
mostraban a un súper hombre con capacidades extraordinarias, para ofrecer una
perspectiva más conductual y pragmática (Felfe, et. al.). A partir de lo anterior, se
estableció un consenso sobre algunas características de los líderes
transformacional y carismático, como elementos fundamentales para su
descripción: visión atractiva basada en valores, inspiración, creación de roles, apoyo
al crecimiento personal, confianza y consideración de las necesidades de los
seguidores. De esta forma, al influir en los valores de sus subordinados, en su
autoestima y su auto concepto, el líder logra que éstos muestren mayores esfuerzos
de logro, mejor desempeño y una gran satisfacción (Shamir, House y Arthur, 1993).
A mediados de la década de los ochentas, parecía haber un acuerdo entre distintos
autores, en torno a que el líder carismático podía considerarse dentro del espectro
del líder transformacional (Shamir, et. al.1993; Bass, House, Tichy y Devanna,
citados en Felfe, 2004). Bass y Riggio (2006) consideraron que el concepto de
liderazgo transformacional es claramente más amplio que el carismático y que lo
contiene como un componente fundamental, pero que además promueve la
consideración individual y la estimulación intelectual de los seguidores. El concepto
del líder transformacional fue entonces identificado a través de características como
el carisma, la motivación inspiracional, la estimulación intelectual y la consideración
individual, descritos en el modelo de amplio espectro del liderazgo (Bass y Avolio,
1990; Avolio, Waldman y Yammarino, 1991).

2.1.6.1 Ingredientes para convertirse en un líder.

 Rasgos narcisistas

Son personas que buscan ante todo el triunfo por lo que poder y/o dinero son
objetivos inherentes a esta personalidad. Suelen ser características de esta
personalidad (y, claro, de muchos políticos):

1. Desprecio secreto o abierto a los demás


2. Fantasías de superioridad y éxito ilimitado
3. Sentido de superioridad intelectual o moral

32
4. Creencia de merecer un trato especial
5. Explotación interpersonal, no duda en mentir, aprovecharse de otros y
traicionar soterrada o abiertamente a quien haga falta para conseguir sus
objetivos personales.
6. Falta de empatía y de sensibilidad a la crítica.

Es evidente que todo esto no sirve de ningún modo para que el líder pueda
tomar las decisiones más acertadas o las medidas que carezcan de rentabilidad
electoral como a veces exige el buen gobierno, pero es indudable que facilita
enormemente la creación de líderes altamente carismáticos, mediáticos y con gran
éxito electoral, un objetivo inherente a la política.

Su objetivo es el éxito personal pero el alejamiento de su verdadero papel, el


servicio a los demás, le convierte con frecuencia en una quijotesca fantasía de sí
mismo. No olvidemos las venenosas e inteligentes palabras del socialista francés
Dominique de Villepin que resumía el problema de su enemigo político, Nicolás
Sarkozy (claro ejemplo de este perfil), en confundir el poder con la gloria.

 Rasgos psicopáticos

Este tipo de político es menos frecuente, afortunadamente, pero constituye la


mayor amenaza para un país pues carece del más mínimo sentido de la ética,
empatía y compasión. Su estilo de relación es artificial y distante y ven en los demás
meras herramientas para satisfacer sus objetivos. Sabe seducir y lo hace de forma
calculada y metódica. Ejercen la explotación de los demás de una manera
sistemática y para ello despliegan las más refinadas artes seductoras con un amplio
repertorio de buenos modales e inteligencia. Mienten sin pestañear si es necesario.
Se muestran encantadores, además de ser socialmente hábiles, simpáticos y
atractivos. Su aspecto convincente genera confianza en los demás lo que les
permite alcanzar altas cotas de influencia y poder. Carecen de sentimientos de culpa
y de empatía. Por eso no tienen inconveniente en corromperse/corromper, robar
o incluso, en casos extremos ordenar ejecuciones más o menos oficiales.

33
Toda su conducta delictiva es calculada y planificada reduciendo al máximo el
riesgo en que incurren y la probabilidad de ser descubiertos por lo que no es sencillo
identificarlos. Es raro, aunque afortunadamente cada vez menos, que este tipo de
político termine en la cárcel.

 Rasgos histriónicos

Esta personalidad se caracteriza resumidamente por

1. Necesidad de manipulación lo que incluye la mentira como herramienta


habitual.
2. Teatralización de sus emociones y puestas en escena. Son más personajes
creados por sí mismos que personas. Sus mentiras van dirigidas a reforzar
al personaje creado frente a los demás.
3. Necesidad de ser el centro de la atención y muestran malestar si no lo son.
4. Necesidad del aplauso, el voto y la aprobación por parte de los demás como
una forma de gratificarse.
5. Discurso lleno de términos altisonantes pero carentes de contenidos reales y
de matices.

Así, el líder histriónico busca con denuedo frecuentes e impactantes


apariciones y declaraciones públicas con la conveniente dramatización. En el
diálogo se muestra extremadamente manipulador y si se le acorrala y cuestiona una
afirmación falsa muestra irritación y se reafirma con una nueva mentira. Es como si
viviera una obra de teatro en la que él es el protagonista y hace lo imposible para
no perder tal protagonismo.

 Rasgos obsesivos

Este tipo de personalidad en un líder político genera confianza por su intenso


sentido de la ética/moral, su estabilidad emocional y su forma concienzuda de
trabajar.

34
Son muy eficaces es situaciones de estabilidad social, económica y
política pues son muy buenos gestores pero sus necesidades de previsión les hacen
muy ineficaces en la improvisación y la adaptación a situaciones de crisis con
decisiones rápidas o arriesgadas al contrario de los líderes psicopáticos.

Estos políticos suelen ocupar las segundas y las terceras filas en los partidos
políticos y no suelen ser muy visibles. Se encargan de la gestión y la administración
pero no son aptos para el liderazgo pues carecen de todo carisma y atractivo
estético y dialéctico.

 Rasgos paranoides

El político paranoide percibe significados ocultos conspiratorios hasta bajo


las circunstancias y hechos más insignificantes. Además, desconfía de todos,
incluso de sus colaboradores más cercanos y, ante lo que interpretan como una
deslealtad, pueden llegar a eliminar al posible traidor.

La personalidad paranoide combinada con la narcisista es esencial para el


líder dictatorial: centra todo el poder el su figura, elimina cualquier disidencia y
añade una enorme estabilidad a la nación y a su estructura política, eso sí, a costa
de diezmar la población y eliminar cualquier atisbo de pensamiento independiente.
Sin duda en tribus primitivas este perfil de líder tuvo un destacado papel. Muchos
se preguntan si lo volverá a tener en el futuro ante la progresiva emergencia de
líderes de orientación dictatorial como Putin, Trump, Farage, Erdogan, Berlusconi,
Chaves, Ortega etc.

 Rasgos borderline

La personalidad borderline tiene pocos aspectos que resulten adaptativos


con excepción de la creatividad y la intensidad de sus emociones. Normalmente son
personas que por su impulsividad, incapacidad para controlar la ira e
inestabilidad, provocan el rechazo en muchas de sus relaciones por lo que en

35
condiciones normales no suelen alcanzar posiciones de liderazgo político. Por el
contrario pueden tener éxito en los negocios por los riesgos que asumen y lo atípico
de sus decisiones que ocasionalmente pueden ser acertadas en contra de lo
previsible. Por eso hay grandes personajes de la banca y la empresa que cumplen
con estos criterios pero no son frecuentes en política salvo en situaciones
revolucionarias (Che Guevara) o dictatoriales (Hitler, aunque la patología mental de
éste incluía muchos otros trastornos). El gran atractivo político del lider borderline
es la pasión que suele transmitir y que contagian a votantes del mismo perfil o de
cualquier otra personalidad inmadura (narcisista, histriónica, borderline o
antisocial).

2.1.8 Liderazgo, poder, autoridad: condiciones que brindan legitimidad al


liderazgo

Todos los estudios sobre liderazgo establecen relaciones básicas entre éste y las
nociones de poder y autoridad. Ambas nociones, muchas veces confundidas en el
saber común sobre el tema, muestran algunas diferencias importantes,
especialmente cuando se habla de liderazgo político.

Por su parte José Luis Vega Carballo, citando a Max Weber, el poder se refiere a
la relación social en la cual se produce la probabilidad de que un actor social
imponga su voluntad, sobre otro actor. Este concepto es central en el ejercicio del
liderazgo, dado que el uso de una determinada cuota de poder es condición básica
para que la influencia del líder sea efectiva. Así, todo líder requiere poder para
ejercer su liderazgo, con lo cual se establece que la búsqueda del poder es una
condición natural al ejercicio del liderazgo.

La autoridad hace referencia a la capacidad de influir sobre las otras personas con
base en un mandato dado por esas personas. Dado ello, toda autoridad implica el
uso de una cuota determinada de poder, pero no toda persona que encarna un
cargo de autoridad tiene poder efectivo. La autoridad, si es legítima, es decir, si ha
sido otorgada por el grupo como resultado de esa suerte de contrato social o por el
pueblo a través de instituciones como las elecciones, tiene la ventaja de que permite

36
el uso de la fuerza por parte de quien detenta esa autoridad, para asegurar la
consecución de los objetivos que sustentan el liderazgo.

Esta relación entre poder y autoridad es esencial para la comprensión del liderazgo
político. Muchas veces el liderazgo ha sido visto como una consecuencia de la
autoridad, en tanto se entiende que el líder es aquel que detenta la autoridad en el
grupo, organización o comunidad de que se trate. En nuestra visión, el liderazgo
está dado no sólo por la autoridad conferida sino por el poder efectivo que el líder
pueda ejercer. En este sentido el poder es una condición inmanente al liderazgo,
quedando al carácter o integridad del líder y a las normas del grupo y organización,
el que ese poder sea usado para los objetivos establecidos.

Esta idea es central cuando se habla de liderazgo político en democracia, dado que
el poder en la democracia debe ser encauzado institucionalmente, preferiblemente
a través de una autoridad legítima, de modo que el líder responda a los intereses
de la sociedad y esté sujeto a límites precisos. La existencia de instituciones tiene
una doble condición: permite que el líder político pueda gobernar es decir, favorece
la eficacia del liderazgo al otorgarle legitimidad en el uso del poder y la autoridad;
pero también permite, en caso de que ese líder no represente de manera efectiva
los intereses de la sociedad, contar con mecanismos que permiten su relevo por
vías pacíficas y también legítimas.

A) Una noción prescriptiva de liderazgo político

Derivado de la noción genérica que postula este trabajo y de la revisión del enfoque
clásico sobre el liderazgo político, este puede ser definido como el conjunto de
actividades, relaciones y comunicaciones interpersonales, que permiten a un
ciudadano movilizar personas de una organización, comunidad o sociedad
específica, de manera voluntaria y consciente, para que logren objetivos
socialmente útiles.

Para ello, ese liderazgo busca hacerse con el poder y la autoridad que confiere el
aparato del Estado en su sentido weberiano de asociación política o, en caso de

37
que no pueda detentar su administración, de aquellos mecanismos que le permitan
influir sobre el rumbo y objetivos de ese estado y de la sociedad en general.

Así, si bien el liderazgo político en el sentido aquí postulado comporta la


administración del Estado aparato como una condición y expresión natural de su
ejercicio, no se reduce a ella, reconociendo que en las sociedades contemporáneas
se constituyen espacios crecientemente autónomos del poder y autoridad del
Estado-aparato, que también coadyuvan a la consecución de objetivos socialmente
útiles.

Esta definición asume el liderazgo político con una clara dimensión normativa, en
tanto la gente piensa y actúa bajo la visión de ese líder con las imágenes implícitas
de un contrato social. Es decir, se firma una suerte de contrato entre el líder y sus
seguidores o su grupo, en el sentido de que el líder político recibe
un mandato legítimo de parte de su comunidad o pueblo, a cambio de que aporte
su capacidad y su visión para que la citada comunidad alcance sus objetivos más
importantes. Aquí aplica la idea de que el buen líder político no es el que genera
influencia para que las personas asuman su visión y le permitan conseguir sus
propios objetivos, sino aquel que encauza las energías y capacidades de esa
comunidad para hacer viables los objetivos de la misma.

Ahora bien, si el horizonte del liderazgo político son los fines de la comunidad o
sociedad a la que pretende conducir, resulta importante establecer criterios para
determinar qué son objetivos socialmente útiles. En este sentido, lo socialmente útil
está dado por la capacidad de proponer una visión de sociedad, que sea integradora
de intereses y perspectivas diversas, que brinde coherencia y sentido a la acción
del líder y que facilite la incorporación de todos –o al menos de la mayoría– en los
diversos esfuerzos por alcanzar las metas establecidas. Por ello el liderazgo político
se define en términos de autoridad legítima, basándose esta legitimidad en un
conjunto de procedimientos mediante los cuales muchos otorgan poder a unos
pocos.

En el ejercicio del liderazgo político, como en cualquier otro, confluyen dos


dimensiones claramente definidas, aunque complementarias: una subjetiva y otra

38
objetiva. La subjetiva tiene que ver con las capacidades del individuo y sin lugar a
dudas con el carisma; la objetiva hace referencia a la realidad que le rodea, con sus
específicos y diversos problemas y necesidades. Desde esta perspectiva, la
consistencia entre las capacidades del líder y las condiciones históricas en las
cuales actúa es determinante. Dicho de otro modo, en el liderazgo político
contemporáneo confluyen los valores sociales imperantes y las capacidades o
aptitudes personales para encarnarlo. De la habilidad que tenga el líder para poner
sus condiciones naturales y sus capacidades aprendidas al servicio de los fines de
la sociedad de que se trate, dependerá que ese liderazgo sea legítimo y eficaz.

De igual modo, se extraen dos visiones claramente diferenciadas: una, aquella que
indica que el liderazgo es la capacidad de influir sobre la comunidad para que siga
a un líder, en donde la característica esencial es la influencia del líder como
condición que permite que la gente acepte su visión y la haga suya; esta visión es
extremadamente frecuente en la historia política, dado que favorece la existencia
de liderazgos carismáticos, de tinte autoritario, paternalista o pseudo democrático.
Otra, la que ve el liderazgo como la capacidad de influir sobre la comunidad para
que enfrente sus problemas y consiga sus objetivos; aquí, la característica esencial
del liderazgo es el progreso en la solución de problemas y en la consecución de los
objetivos de la comunidad. Es evidente que esta segunda visión favorece el
liderazgo de tipo participativo y democrático, y por tanto, coadyuva a la creación de
esquemas institucionales que permitan la subsistencia del contrato social
establecido entre el líder y su comunidad.

En este sentido, el liderazgo político es necesariamente un proceso de doble flujo


entre el líder y sus seguidores; aunque siempre prevalezca una relación asimétrica
entre el que gobierna y el que es gobernado, ambos se reconocen como actores
válidos e influyentes en la construcción de los objetivos socialmente útiles.

B) Tendencias recurrentes en el ejercicio del liderazgo político

A partir de toda esta visión del liderazgo, se puede realizar un rápido repaso de las
modalidades de liderazgo político presentes en la historia latinoamericana. Entre las
principales encontramos las siguientes:

39
 Tendencia al uso de la autoridad
Parte de la visión de que las personas no saben lo que quieren y además que son
naturalmente perezosas para luchar por la consecución de sus intereses u objetivos.
Esta deficiencia natural sólo puede ser remediada por un gran líder, que asuma la
tarea de proponerle a la gente una visión a la cual adherirse y de conducirlos hacia
la meta marcándoles el paso de manera estricta y precisa. Dentro de esta visión se
tipifican, por supuesto, los líderes de corte autoritario y paternalista, caracterizado
por la idea de dar órdenes para la consecución de los objetivos o de conducir o
incluso sustituir a las demás personas en el cumplimiento de sus papeles grupales
o sociales.

Este enfoque del liderazgo ha estado largamente presente en la política


latinoamericana. Bajo la idea de que los pueblos no están en capacidad de resolver
sus problemas surgieron tres variantes importantes de liderazgo social y político: los
líderes autoritarios, los líderes caudillistas o carismáticos y los líderes paternalistas.
Aunque cada uno de estos puede ser tipificado autónomamente, en la historia del
subcontinente ha sido frecuente la combinación de rasgos de uno y otro.

Bajo la figura del liderazgo autoritario y sobre la base de que los pueblos requerían
conducción fuerte y protección ante amenazas externas o internas, se configuraron
múltiples regímenes militares o pseudo-militares, que restringieron los ámbitos
personales y sociales de libertad y pretendieron rectorar la vida social desde su
autoridad, dada esencialmente por las armas y asentada en el temor. Estos
liderazgos sustituyeron o absorbieron las instituciones, induciendo un alto grado de
arbitrariedad en la conducción política de los países y propiciando la exclusión de
importantes sectores de población, con las nefastas consecuencias por todos
conocidas sobre la configuración de los sistemas políticos.

La figura del caudillo, basada en el carisma de la persona, como salvador de los


pueblos, arrasa nuestra historia de ejemplos; de Bolívar al Ché Guevara, de Fidel
Castro a Juan Domingo Perón y así muchos más, se sustenta en la misma visión
antropológica anteriormente descrita: la incapacidad de los pueblos para obtener lo
que quieren o, peor aún, para obtener lo que los caudillos consideran que deben

40
obtener. Así, la lógica del caudillo no radica en conducir a sus pueblos hacia la
construcción de una visión común, sino en convencer a estos que su visión –la del
líder– es la que deben adoptar y seguir. No son pocos los ejemplos de estos
liderazgos caudillistas, cuyas consecuencias políticas concretas, en la mayor parte
de los casos, han sido una institucionalización endeble de los sistemas políticos o
una ruptura de los regímenes políticos implantados por ellos, al darse la
desaparición física o la remoción política de los mismos.

El líder paternalista ha estado marcado por la convicción de que hay que darle a la
gente todo lo que necesite, en el entendido de que esa gente no está en capacidad
de producir y conseguir objetivos que le beneficien. Esta visión da origen a una
dependencia extremada de los seguidores o grupos en relación con el líder,
dependencia que tiene consecuencias destructivas, por cuanto limita la capacidad
de aprendizaje individual y colectivo de sus seguidores, eliminado la principal fuente
de poder de las organizaciones y sociedades.

2.1.3 CONDUCTA DEL VOTO DEL CIUDADANO

2.1.3.1 El voto

En las campañas electorales, el voto es el acto por medio del cual el ciudadano
manifiesta una simpatía o antipatía, hacia un determinado partido o coalición de
partidos, su programa electoral y sus candidatos. En este sentido, el voto representa
la decisión suprema del elector, motivado por diferentes factores y motivaciones
históricas y circunstanciales, que se manifiestan, concretan y depositan en la urna.

El voto es un acto cargado de significados culturales, que refleja en su orientación


costumbres, hábitos, preferencias, filias y fobias políticas. Es decir, el voto también
es resultado de un proceso sociocultural y político. En este sentido, refleja al propio
votante: su pasado, su presente y su futuro. Dónde se genera el voto ha sido una
incógnita no resuelta definitivamente en la ciencia política, aunque hay hipótesis que
plantean que el voto se genera en la conversación y que son varios y distintos los
factores que inciden en la motivación y orientación del voto.

41
El saber qué es lo que mueve o motiva el comportamiento de los votantes en una
coyuntura o contexto electoral es una interrogante que ha estado presente durante
muchos años en las indagaciones no sólo de los estudiosos de la ciencia política,
sino también de otras disciplinas científicas como la sociología, la antropología, la
psicología y la mercadotecnia política; pero sobre todo, de los políticos y candidatos
que durante los procesos electorales tratan de incidir o generar ciertos efectos en
la conducta y comportamiento de los ciudadanos.

Dar respuesta a este cuestionamiento, resultó ser más importante y estratégico con
el inicio y consolidación de los procesos de transición hacia la democracia, misma
que se sustenta en la construcción de consensos sociales y mayorías electorales
estables. Sistema político en la que el voto libre y secreto, determina, en gran
medida, quién asume el gobierno, así como el carácter de la representación pública
de las sociedades modernas.

2.1.3.2 Tipología del electorado

Hay distintas formas de poder clasificar, agregar o identificar a los electores. Se


puede generar, por ejemplo, tipologías tomando en cuenta si viven en zonas
urbanas o ruarles. Se puede hacer, también, una agregación de votantes por sexo,
nivel de estudios, ocupación y edad. Sin embargo, en las campañas electorales, la
tipología más común se sustenta en la forma habitual como ha votado el elector.

Es decir, la clasificación que tradicionalmente se hace de los electores, toma en


consideración la orientación de su voto y las simpatías o antipatías políticas que se
han formado los ciudadanos a través de los años. De esta forma, la segmentación
habitual de mercados ha clasificado a los electores en cuatro categorías:

 El voto duro

Se utiliza para describir a los electores que muestran gran identidad, lealtad e
identificación con un determinado partido, de tal forma que siempre votarán por él
42
independientemente de los candidatos que postulen o la circunstancia política que
se viva en el momento.13 Generalmente, quienes militan o simpatizan
permanentemente con un partido político y mantienen ligas ideológicas fuertes son
los que constituyen una parte importante de ese voto duro

 El voto blando

Es aquel que tiene cierta afinidad e identidad con alguna sigla partidista, orientando
su voto tradicionalmente por ese partido. Sin embargo, el sufragio no es
completamente seguro, ya que evalúa la coyuntura del momento, el tipo de
candidatos postulados, así como el carácter y naturaleza de su oferta electoral. Este
sector de electores, puede decidir no acudir a las urnas el día de las elecciones o
incluso, puede votar a favor de otro partido, ya que, como su nombre lo dice, el
grado de identidad y simpatía política del elector con el partido es elástica. Este es
un tipo de voto que se emite conforme a las circunstancias de cada elección.

 El voto opositor

Es el voto duro de los otros partidos. Como su nombre lo señala, los electores
manifiestan su oposición o rechazo hacia el partido y los candidatos que postula.
Estos electores difícilmente depositarán su confianza y su voto en el partido que
rechazan, por lo que la estrategia política que se recomienda consiste en no perder
ni tiempo, ni recursos en ellos. Estos son los electores que nunca votarían por un
determinado partido, así hayan postulado a buenos candidatos o su plataforma
electoral sea la más pertinente.

 Los indecisos
Es aquel poco involucrado en la política, que no manifiesta identidad, simpatía o
lealtad con ninguna fuerza partidista. Es un elector poco informado de los asuntos
públicos y que, por igual, puede decidir votar por un partido u otro, o incluso, no
votar.

43
Si tratáramos de cuantificar el número de electores que se ubican en cada una de
las anteriores categorías, seguramente, encontraríamos que el voto duró tiende a
decrecer, mientras que el voto blando, indeciso y opositor tienden a aumentar
significativamente. Este tipo de fenómenos, se presenta ante la crisis de legitimidad
y credibilidad del sistema de partidos, así como producto de la crisis de la propia
política y la evolución y “madurez” de los mismos ciudadanos. De hecho, el voto en
sociedades en cambio, muestra una alta volatilidad en sus lealtades político-
electorales y una mayor tendencia hacia la personalización de la política.

2.1.3.3 El comportamiento de los votantes.

El acto de votar sintetiza y refleja las lealtades político-electorales, los sueños y


esperanzas de la gente, así como los temores y, de cierta manera también, los
rencores sociales, sus filias y sus fobias. En el acto de votar, el elector no sólo se
enfrenta y se reencuentra con la urna, sino también con sus problemas, sus
necesidades, sus emociones, sus deseos, sus pasiones, sus expectativas y sus
sentimientos. Es decir, el elector es él y sus circunstancias, en la que múltiples
factores inciden en su comportamiento y definen la orientación de su voto. A
continuación, se describen las principales teorías que tratan también de explicar el
comportamiento y la motivación de los votantes y se plantean algunos lineamentos
estratégicos de cómo movilizar este tipo de electores.

 Voto racional

También conocida como el voto correcto (Lau y Redlawsk y Niemi y Weisberg,


2001), sostiene que las campañas electorales funcionan como agentes de
información, en la que el ciudadano decide de manera libre, individual y racional, la
orientación de su voto, de acuerdo a los intereses que están en juego en la elección,
a la información que recogen los ciudadanos de las campañas y al cálculo que
hacen sobre beneficios, ventajas y desventajas que obtendrían con la orientación
de su voto.

 Voto inercial

44
Se forma en una perspectiva de mediano o largo plazo, ya sea con la participación
del elector en pasados comicios, formándose una continuidad histórica favorable a
un determinado partido o formación partidista (Gerber, et al, 2003). Es decir, al ser
el hombre un “animal de hábitos,” se va formando una costumbre o predisposición
política a través de los años, de tal forma que si su primer voto fue a favor de una
determinada opción político-partidista, en sucesivas elecciones, se verá motivado a
seguir apoyando a los candidatos de ese mismo partido. Este tipo de voto, también,
se le ha llamada voto duro.

 Voto personalizado o por el candidato.

Actualmente, en las democracias emergentes se vive una fuerte tendencia hacia la


personalización de la política, en la que el electorado decide votar tomando en
consideración quién es el candidato que se postula, más que el partido o la
plataforma electoral que se propone. Es decir, la imagen, carisma, arraigo,
liderazgo, historia personal y las competencias de los candidatos que son
postulados para un cargo de elección popular son factores determinantes para
definir el resultado de una elección.

 Voto de ira

Es aquel que se genera motivado por el hartazgo, el descontento, la inconformidad,


el malestar y la irritación social en contra de algunos de los partidos contendientes
o sus candidatos y/o sus plataformas político- ideológicas. Es el voto de protesta,
también llamado voto negativo.

 Voto de hambre

Se genera por las severas carencias económicas en las que viven muchos de los
electores, cuya principal preocupación no es el tipo de gobierno que tienen o de
político que es electo, sino que su objetivo principal es la sobrevivencia económica.
Este tipo de ciudadanos ve en las campañas electorales la oportunidad para obtener

45
un beneficio inmediato, como puede ser una despensa, material para construcción,
algún objeto utilitario o, incluso, algún ingreso económico directo.

 Voto del miedo

Es el acto de sufragar por parte del elector, compelido o motivado por una serie de
temores, amenazas, intimidaciones e incertidumbres sobre el presente y el futuro
de una determinada colectividad. Este tipo de voto, se genera por inducción,
principalmente por los partidos y candidatos que buscan ganar o conservar una
posición de poder político, creando a través de diferentes estrategias de
comunicación política, una seria de dudas sobre posibles escenarios futuros
adversos y dañinos para la sociedad en el caso de que sus opositores ganen las
elecciones.

 El voto contextual

Se crea gracias a la influencia que genera el contexto en el que se desarrolla la


elección. Es decir, si hay una tendencia nacional donde lo más normal es que se
generen procesos de alternancia democrática a nivel local en un determinado país,
entonces será muy seguro los opositores puedan ganar elecciones locales donde
no habían ganado, uniéndose, de esta manera, a esa tendencia nacional.

 El voto ganador

También es conocido en la ciencia política como el efecto bandwagon o efecto de


arrastre. Se genera cuando los electores votan por aquellos candidatos o partidos
que es probable que resulten ganadores esperando estar en el 'lado ganador' al
final.

 El voto de plástico

Es aquel sufragio generado por la naturaleza moldeable e influenciable del ser


humano, quien, muchas veces, no sabe lo que quiere, pero está expuesto a
diferentes estímulos comunicacionales que influyen o moldean en uno u otro sentido
46
su comportamiento. Es decir, este tipo de voto es moldeable, flexible y elástico, el
cual depende principalmente de la “información” que proporcionan los medios de
comunicación y que inciden en la formación de la opinión pública.

 El voto útil

Es el sufragio de los ciudadanos otorgado en función de las expectativas de éxito o


fracaso de los distintos candidatos que se disputan un espacio de representación
pública, siendo el beneficiado, comúnmente, el partido o candidato de su segunda
preferencia. Es decir, se genera cuando el elector convierte a su segunda
preferencia en la primera opción preferencial para evitar que un tercero, con el que
discrepa y/o considera riesgoso, pueda ganar la elección.

 El voto partidista

Es el que se genera por parte del ciudadano a partir de la identidad política con el
partido o institución partidista, formándose, a través de los años, una predisposición,
afinidad, simpatía y lealtad favorable hacia un instituto y desfavorable hacia otros.

 Voto clasista

Se genera por la ubicación del elector en la estructura social. Es decir, la motivación


del elector y su orientación política electoral está en función de la clase social a la
que pertenece. El elector, apoya al partido, candidato o coalición de partidos que se
identifiquen con su clase social. De esta forma, si un elector es miembro de la clase
trabajadora tenderá, en consecuencia, a votar por el partido o el candidato que
represente su interés de clase. Contrariamente, si el votante pertenece a la clase
empresarial, propietaria de los medios de producción, entonces tenderá a apoyar a
los partidos y candidatos que defienden sus intereses clasistas.

 Voto relacional

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Es aquel sufragio que se genera a partir de una relación positiva, grata y placentera
entre el partido, sus candidatos y sus gobiernos con los votantes en una perspectiva
de corto, mediano y largo plazo. Esto es, si se impulsa una relación armoniosa,
afable y comprometida, sustentada en la responsabilidad, el servicio, el afecto, el
trabajo, la comunión de intereses y la cercanía del partido con los electores,
entonces se generarán las condiciones adecuadas para formar un compromiso
político de los ciudadanos con respecto del partido y aumentar las posibilidades de
obtener su voto.

48
CAPÍTULO
III

49
3.1 CONCLUSIÓNES

1. La personalidad es un factor importante en un candidato, ya que debido a


eso, los la votantes se identifican y muestran su preferencia por un
determinado candidato, con el cual se sienten representados. Cabe señalar
que la preferencia por un candidato depende del tipo de personalidad que
tienen la mayoría de los votantes. Es por eso que un candidato debe de
realizar una profunda investigación, acerca de cómo piensa, actúa y que es
lo que hace únicos y diferentes a una población de la otra. Para así por poder
llegar y lograr comunicar lo que quiere hacer por el bien común de la
población. Debe considerarse que la personalidad que se proyecte del
candidato con el electorado tiene que resultar ventajosa con relación a sus
opositores. Dependiendo las circunstancias en las que se da la elección, los
estrategas de campaña tienen la posibilidad de fabricar el candidato que los
ciudadanos quieren, en lugar de intentar que el electorado acepte el
candidato. Quizá se piense que fabricar un candidato tiene limitaciones, pues
el candidato no podrá manejar por un largo tiempo una cara para sí mismo y
otra para el electorado. Por ello se recomienda emplear y engrandecer los
mejores rasgos que posee el candidato y que son capaces de motivar
pensamientos positivos con los ciudadanos. Aunque, los principales atributos
que debe de proyectar el aspirante a un puesto político son: simpatía,
facilidad de palabra, inteligencia, honestidad, valentía, confianza, cercanía y
bondad. Añadiendo a lo anterior elementos referentes a la capacidad política
que la ciudadanía desea que su candidato posea como cumplidor de
promesas, experiencia política, claridad en sus propuestas, capacidad para
gobernar e innovador.

2. Líder Democrático: El líder democrático, ejerce el liderazgo sin imponerlo, la


gente lo seguirá por propia iniciativa. Respetará todas las normas
democráticas y el sentir de la mayoría. Para eso escuchara a la gente y

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tendrá en cuenta sus opiniones. No le importara rectificar y reconocer sus
errores, pues esto no le hará parecer más débil, sino más justo y razonable.
No se puede llegar a un grupo y tratar de imponernos, sentirnos líderes no
significa que lo seamos. Eso lo decidirán los demás y comportarnos como si
estuviésemos por encima de los otros dándoles órdenes no ayudara a que
nos respeten.

3. Líder Autoritario: es aquel que hace valer sus ideas a pesar de que se
encuentre en un error y no lo admitirá, es inflexible y le gusta ordenar, no le
permite a su grupo ser creativo y ser independiente. Este tipo de líder
destruye todo lo que una empresa tiene como objetivo ya que por ser
autoritario no lleva a cabo de manera eficaz y eficiente su labor de dirigir y
controlar los recursos de la organización

4. En las campañas electorales, el voto es el acto por medio del cual el


ciudadano manifiesta una simpatía o antipatía, hacia un determinado partido
o coalición de partidos, su programa electoral y sus candidatos. En este
sentido, el voto representa la decisión suprema del elector, motivado por
diferentes factores y motivaciones históricas y circunstanciales, que se
manifiestan, concretan y depositan en la urna. El voto es un acto cargado de
significados culturales, que refleja en su orientación costumbres, hábitos,
preferencias, filias y fobias políticas. Es decir, el voto también es resultado
de un proceso sociocultural y político. En este sentido, refleja al propio
votante: su pasado, su presente y su futuro. Dónde se genera el voto ha sido
una incógnita no resuelta definitivamente en la ciencia política, aunque hay
hipótesis que plantean que el voto se genera en la conversación y que son
varios y distintos los factores que inciden en la motivación y orientación del
voto.

51
3.2 BIBLIOGRAFÍA
 Aron, Raymond: “Introducción”, en Weber, Max: El político y el científico,
Alianza Editorial, Madrid, 1967.
 ARROYO, L. (2014). Del Storytelling al storydoing. En E. GUTIÉRREZ, y J.
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52
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 Vega Carballo, José Luis: “Liderazgo político”, en Diccionario Electoral,
IIDH/CAPEL, primera edición, San José, 1989.
 Weber, Max: Economía y sociedad, Fondo de Cultura Económica,
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53
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