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1. Problemas emocionales
13.3 - La fisiología
17.- La intimidación
18.1 Síntomas
18,2 Origen
2
3.3 Prevención y afrontamiento de
la ansiedad ante los exámenes
3
19.6 - Si nos sentimos bien, aprendemos
más
4
22.7 - El interés conduce al buen
aprendizaje
5
25.4 - Conclusión: ansiedad, eficacia e (in)
eficiencia
6
28.7 - Eficacia compensatoria
c. Paso a paso
d. Criterio auto-restrictivo de
repuesta
f. Generalización o inclusión
g. Retroceso intrafrases e
interfrases
7
k. Disponibilidad de retrocesos,
tiempo y articulación
o. Susceptibilidad de motivación
adicional
p. Anagramas
8
29.4 - Interferencia fonológica versus
articulatoria versus semántica
9
29.14 - Almacenamiento más
procesamiento en curso
- Ansiedad y depresión
10
- Especificidad de la amenaza y
rasgo de ansiedad
- Generación de interferencia
predictivas
- Interferencias predictivas de
eventos aversivos
- Estimaciones de riesgo e
interferencias
A - Estimaciones de riesgo
B - Procesamiento de
homófonos
C-
homógrafos
11
30.3 - Priorización interpretativa
- Curso temporal
- Variaciones temporales en la
detección de la valencia emocional
- Procesamiento automático de la
información de peligro
- Presentación subliminal y
enmascarada
12
- El papel del estado de ansiedad
- Especificidad de la información de
peligro
- Atención selectiva
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32.1 - La televisión en familia
2.1. Apaciguamiento
2.2. Represión
2.3. Supresión
32.5 - El buzón
14
32.10 - Porqué se dan los comportamientos
violentos
15
16
1. PROBLEMAS EMOCIONALES
17
(C) Comportamiento o sentimientos
inapropiados, bajo circunstancias normales;
18
2. ¿CÓMO SE FORMAN LAS ACTITUDES?
19
actividades producen un esclarecimiento
cognoscitivo que no alcanza a despertar la actitud.
Antes bien, posibilitar a los alumnos la realización
de actividades significativas y satisfactorias que les
permitan descubrir lo valioso del trabajo en grupo
y por tanto, disponerse a este tipo de actividad.
20
brindan. Los hijos que los quieren, se predisponen
a actuar de la misma forma, de allí que se adhieran
a sus mismos valores y aprecios.
21
22
3. LA EXPRESIÓN DE LOS SENTIMIENTOS
23
ambiguo y difícil de expresar. Tanto es así que al
finalizar una técnica y preguntar por lo que
sienten, frecuentemente los alumnos nos
responden lo que piensan y debemos insistir con la
24
lo que se siente hace que intente comprender lo
que me pasa y explicármelo suficientemente. Debo
meterme adentro y sintonizar con mis
sentimientos, aprender a escucharme. Descubro
entonces el significado de la experiencia.
Comienzo a poder ser capaz de modificarla o de
afirmarla, según sea la vivencia significativa o no.
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26
4. ¿CÓMO MEJORAR LAS ACTITUDES?
En el proceso de enseñanza-aprendizaje
hemos situado la motivación referida al alumnado
como uno de los factores determinantes del éxito
escolar, pero también hay que considerarla en
relación al profesor y al propio proceso. En este
sentido, presentamos una serie de
recomendaciones que pueden contribuir a
mejorarla y que nacen de la observación empírica
en la práctica cotidiana del aula.
27
visión lo más positiva posible de sí mismo, de
manera que contribuya a fortalecer su autoestima.
28
aparentes, debes dedicarle algún tiempo y ponerte
a su disposición para ayudarle. Pueden existir
problemas ajenos a la clase, de tipo familiar,
afectivo o personal, en los que puedes serie muy
útil para superarlos.
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5. LA EMOCIÓN CREA RECUERDOS RESISTENTES
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durante la respuesta al estrés y de las emociones
fuertes para regular la intensidad con que se
32
imágenes: el niño y la madre van a ver a su padre,
que es cirujano. Mientras el segundo grupo
escuchaba una historia inquietante y dramática: al
niño le atropella un coche y el cirujano intenta
coserle el pie que le ha seccionado.
33
Desde el punto de vista del educador,
Robert Sylwester, profesor de educación de la
Universidad de Oregón, argumenta
convincentemente a favor de la necesidad de
prestar mayor atención al valor de las emociones
en la enseñanza.
34
hemos separado dos caras de una misma moneda,
y hemos perdido algo muy importante en el
proceso.
35
Esto explica por qué situaciones que
previamente han causado dolor o miedo pueden
desencadenar reacciones irracionalmente
violentas e instintivas. Es mejor reaccionar
instantáneamente al más mínimo atisbo de algo
que se parece a una serpiente, incluso si, después
de un examen más detenido, resulta ser un palo
inofensivo. Pero puede ocurrir el mismo proceso
problemas de matemáticas.
36
no se desencadenan reacciones fuertes. Por este
motivo, nos cuesta motivarnos para afrontar la
amenaza progresiva de la escasez de recursos, la
contaminación, el deterioro urbano o la
superpoblación -e, incluso la desaparición de
puestos de trabajo a gran escala-. Son cambios
demasiado graduales para que los registremos
como amenazas a nuestra vida.
37
adolescentes, particularmente para aquellos que
tienen dificultades de aprendizaje.
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6. RECONCILIAR A LOS JÓVENES CON LA ESCUELA
39
Súbitamente Hamlet cobró vida. Los
alumnos podían hacer preguntas, como por
ejemplo, ¿Qué habría pasado si Polonio no se
hubiera ocultado - detrás de la cortina? ¿Si Hamlet
no le hubiera dado muerte? ¿Si hubiera hecho
40
Sin duda hay algo significativamente
distinto en el estudio de las materias como si
fueran vivas. Semejante proceso educativo se
sustenta sobre:
41
El estudiante es el que ve todas las clases,
el estrés en el hogar, los múltiples mensajes
conflictivos de los medios de información y de
todo el ambiente. Los alumnos saben cuándo es
excesiva la carga de trabajo y cuándo no, cuándo
es demasiado elevado el nivel de estrés, o el de
respeto demasiado bajo. Pero no tienen poder ni
posición en el sistema. Sus opiniones no se tienen
en cuenta. Al fin y al cabo no son sino niños en un
sistema manejado por adultos, se supone que para
su beneficio.
42
ningún caso pueden hablar con los clientes. Es
evidente que la compañía no sobreviviría largo
tiempo. De una manera análoga, en cuanto no se
permita oír la voz de los estudiantes, las escuelas
están diseñadas para no innovar.
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44
7. CREAR Y MANTENER LA SINTONÍA CON EL
GRUPO
45
Construya sintonía de grupo desde el
momento en que entra en la sala. Para ello, lo más
fácil es comenzar explicando una experiencia
positiva, una anécdota entretenida o un
comentario humorístico. Haga que se rían todos
juntos.
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8. DESCRIPCIÓN MÚLTIPLE
47
48
9. INDUCIR ESTADOS EMOCIONALES
49
Una manera en que puede cambiar los
estados emocionales de los alumnos es por medio
de un relato. No hace falta que sea muy
rebuscado: las experiencias comunes y
compartidas por todos son las que dan mejores
resultados.
50
10. LOS ESTADOS EMOCIONALES DE LOS
ALUMNOS
Dé ejemplos de ellos
Cuente un relato
51
Pregunte directamente
Pregunte indirectamente
52
11. IDENTIFICAR LAS FUENTES DE AYUDA
53
54
12. SOLICITAR AYUDA
55
56
13. LA EXPRESIÓN DE LAS EMOCIONES
SENTIMIENTOS Y EMOCIONES
57
PERMITIR LA EXPRESIÓN DE LAS EMOCIONES
58
Se le pide a los jóvenes que cuenten algo
que los haga sentir bien (con alegría o afecto),
creando un clima positivo. El profesor puede dar
modelos personales.
Usted actúa.
59
es decir, sus pensamientos y sentimientos, sus
habilidades fluyen más fácilmente y puede usted
hallarse en su mejor estado de manera consistente
y con menos esfuerzo. Esto resulta fácil decirlo,
pero en la práctica no es sencillo.
60
LA FISIOLOGÍA
61
62
14. MOSTRAR A LOS ESTUDIANTES LA CONEXIÓN
ENTRE LOS OBJETIVOS Y SUS ACCIONES DE
ESTUDIO
63
64
15. MANTENER UNA ACTITUD POSITIVA HACIA EL
MAESTRO Y HACIA LA CLASE
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contenido de lo que se está diciendo, y en vez de
hacer caso de las distracciones o simular atención,
pueden esforzarse por mantenerse mentalmente
atentos.
66
16. EDUCAR EL SENTIDO DEL HUMOR
Aldous Huxley
67
una oportunidad de mirar las cosas con
perspectiva?
68
emocional única
orientada a la alegría y al bienestar.
69
Los padres y los maestros podemos
enseñar a nuestros hijos y alumnos a no
sobredimensionar los problemas a través del buen
humor y la alegría.
70
vivirlos sin miedo a que las normas o la disciplina
se vean afectadas.
71
72
17. LA INTIMIDACIÓN
73
emocional, al igual que con su rendimiento
escolar. Algunas víctimas de intimidación hasta
han intentado suicidarse antes de tener que
continuar tolerando tal persecución y castigo.
74
pediatra, principal, consejero escolar o médico de
familia. Si la intimidación continúa, una evaluación
comprensiva por un siquiatra de niños y/o
adolescentes u otro profesional de la salud mental
debe ser planificada. La evaluación puede
ayudarlos a usted y al joven intimidado a entender
cuál es la causa de la intimidación y a desarrollar
un plan para ponerle fin al comportamiento
destructivo.
scuela que
busquen información acerca
75
de programas que han sido utilizados en otras
escuelas y comunidades para combatir la
intimidación, tales como la mediación entre los
pares, la resolución de conflictos, el
adiestramiento para controlar la ira y el aumento
en la supervisión por adultos.
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18. LA ANSIEDAD TAMBIÉN ES COSA DE NIÑOS Y
JÓVENES
77
Según los especialistas, la razón se encuentra en
que los bebés y los niños pequeños confunden
fantasía y realidad ya que su mundo imaginativo
está mucho más en acción que el de los adultos.
78
18.1 - SÍNTOMAS
79
18.2 - ORIGEN
80
18.3 - ANSIEDAD ANTE LOS EXÁMENES
81
de estudiantes en función de su grado de
ansiedad:
82
determinada de interpretar la situación de
examen.
83
2. SÍNTOMAS DE PADECER ANSIEDAD ANTE LOS
EXÁMENES
84
En la situación de ansiedad ante los
exámenes, el alumno imagina que el examen es
una situación con muchas probabilidades de que le
suceda algo negativo: suspender, y que el
suspenso tiene unas consecuencias para él
"terribles".
85
en la cabeza, sensación de paralización o
hiperactivación, náuseas, opresión en el pecho...
etc.
86
3. PREVENCIÓN Y AFRONTAMIENTO DE LA
ANSIEDAD ANTE LOS EXÁMENES
87
* Detecta cuales son tus propios pensamientos
ansiógenos. Escríbelos en una lista
- No son reales
ué
te basas para afirmar que lo que piensas es
cierto?.
88
- Me voy a dar una oportunidad
89
18.4 - TÉCNICAS DE MANEJO PSICOLÓGICO
90
cognición negativa que interfiere en la
concentración. Se supone que esas dificultades
impiden, a los estudiantes muy ansiosos,
demostrar su pleno conocimiento o capacidad. Por
ejemplo, en un estudio sobre universitarios de
primer año, Culler y Holahan (1980) observaron
una relación negativa entre la ansiedad por las
pruebas y el desempeño.
91
18.5 - USAR TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
La desensibilización sistemática es un
enfoque común en el tratamiento de la ansiedad.
Primero se enseña a los estudiantes a practicar
una relajación muscular progresiva, tensando y
distendiendo alternativamente cada grupo
muscular importante. Luego el procedimiento de
relajación se combina con una jerarquía de
ansiedades (un conjunto de enunciados que
92
representan escenas que estimulan la ansiedad del
examen).
En la desensibilización sistemática
tradicional, se instruye a los estudiantes para que
se relajen mientras se les presentan ítems de esa
escala, y se les pide que hagan una señal cuando
sientan que su relajación se altera. En este punto,
el estímulo es suprimido y se pide a los estudiantes
que regresen al estado de relajación, luego de lo
cual se reanuda el proceso de presentar los ítems
de la jerarquía de ansiedades.
93
pese a las limitadas evidencias de efectividad en
los niños, la desensibilización sistemática es la
forma más usada en el tratamiento de niños con
miedos y fobias.
94
estudiantes del grupo de la fundamentación pasiva
se les dio una descripción del tratamiento que
ponía énfasis en sus efectos fisiológicos
automáticos, y se les pidió que practicaran
ejercicios de relajación sólo durante los momentos
en que no experimentaran ansiedad.
95
18. 6 - EL PENSAMIENTO POSITIVO
96
pruebas (Covington y Omelich, 1987). Así, los
estudiantes que padecen ese tipo de ansiedad
obtendrían puntajes inferiores en las pruebas
porque no estarían bien preparados como los
estudiantes menos ansiosos. En apoyo de su
interpretación, Culler y Holahan (1980) citan la
significativa y positiva correlación que existe entre
las calificaciones y los puntajes obtenidos en una
escala de hábitos de estudio.
97
negativos sobre sí mismos por enunciados
positivos y racionales. Así, la auconversación
positiva resultó ser el componente más poderoso
del tratamiento para reducir la ansiedad del
examen.
98
Además de reemplazar los pensamientos
negativos, el pensamiento positivo puede ayudar a
mantener la atención rechazando los estímulos
distractivos. Por ejemplo, hemos observado que
en las pruebas, los estudiantes pueden distraerse
con lo que otros compañeros están haciendo (Gall
y Gall, 1988). Pueden notar, por ejemplo, que
otros estudiantes están terminando la prueba, y
sentirse presionados a acelerar; sin embargo,
pueden aprender a ignorar a los demás y a
mantener su propio plan de acción. Usando en esa
situación la autoconversación positiva, un
99
distractivas como en condiciones en que los
estudiantes eran afectados por ruidos.
100
18. 7 - EXPRESAR LOS SENTIMIENTOS DE
ANSIEDAD
101
experiencias, sus fortalezas y sus esperanzas con
otros que tienen problemas similares.
102
Orr ha elaborado una lista para control de signos y
síntomas asociados con la tensión del examen (por
ejemplo:
2) Esperar relajarse
4) Ponerse cómodo
5) Concentrarse en la respiración
6) Concentrar la atención
103
8) Volver lentamente
en el aprendizaje de la relajación.
104
19. GUÍA PARA PROFESORES
1) Sentir
2) Entender
3) Controlar y
a) Propios y
b) Ajenos.
105
Las habilidades prácticas que se
desprenden de la Inteligencia Emocional son cinco,
y pueden ser clasificadas en dos áreas:
106
a) La empatía (entender qué están sintiendo otras
personas, ver cuestiones y situaciones desde su
perspectiva), y
107
de esta capacidad crucial, todos ellos relacionados
con la Inteligencia Emocional:
108
5. RELACION. La capacidad de comprometerse con
otros, basada en la sensación de ser comprendido
y de comprender a los demás.
109
3. El papel que juega en el aprendizaje la buena
comunicación con sus alumnos
110
La actitud de un profesor al comunicar los
conocimientos o manejar la disciplina influye
111
Al ser la autenticidad la necesidad más
profunda del equilibrio psíquico, deberá ser
también la característica dominante de la
personalidad de todo profesor. Sólo ella llevará al
educador a la aceptación de sí mismo y de los
demás, y se convertirá en el fundamento de todo
acto relacionante o comunicativo.
Un profesor así:
erá receptivo;
112
Esta disponibilidad psicológica y afectiva de
apertura, sensibilidad y de cambio, conduce al
profesor a comprometerse completamente en la
situación pedagógica, a entregar su totalidad a
aquello que cree, dice, hace y es.
113
computadora, y minutos compartiendo juegos o
charlando con sus padres.
114
5. Cómo despertar el interés y la motivación en la
materia que desarrollo
115
19.4 - UNA RECETA SABROSA PARA DESPERTAR EL
APETITO
116
capacidad, no recibimos ninguna motivación, bien
de nosotros mismos bien de otras personas, lo más
probable es que no se consiga nada.
117
19.5- LA ESCALA DE NECESIDADES DE MASLOW
1. En la necesidad BÁSICA:
118
2. En la necesidad de SEGURIDAD:
3. En la necesidad de PERTENENCIA:
- Integración en grupos.
4. En la necesidad de EGO-STATUS,
RECONOCIMIENTO, PODER:
- Calificaciones justas.
119
- Permanente estimulación a través de la meta que
se quiere alcanzar. Justamente la persistencia es lo
que más nos conduce al éxito. Saber tolerar la
frustración de actuar sin motivación en ciertos
momentos, pero con la vista puesta en el éxito
final. Esto ocurre con los atletas, que toleran
entrenamientos aburridos o dolorosos a veces, con
el deseo de superar sus marcas.
5. En la necesidad de AUTORREALIZACIÓN:
120
6. ¿Cómo influye el ambiente de una clase en los
resultados académicos de mis alumnos?
121
19.6 - SI NOS SENTIMOS BIEN APRENDEMOS MÁS
122
La integración de cambios innovadores en
la interacción profesor-alumnos obedece a un
doble objetivo. Por un lado, el de evitar la rutina y
por otro, aumentar la dedicación al aprendizaje. La
tendencia a la rutina, tanto en la enseñanza como
en el aprendizaje, aburre, desmotiva y reduce el
clima de aprendizaje, y seguidamente reduce la
pasividad del alumnado y el aprendizaje
memorístico.
La metodología variada y el
comportamiento flexible del profesor, firme e
intransigente en las cuestiones relevantes a nivel
académico, pero tolerante o sensible a instancias
que sean importantes para sus alumnos, genera un
clima activo y motivador positivo para su
formación.
123
19.7 - ESTRATEGIAS PARA MEJORAR EL CLIMA DE
APRENDIZAJE EN EL AULA
rabajos
en grupo;
124
Servirse de programas y esquemas, incluso por
escrito, para facilitar el aprendizaje sistemático y
organizado;
125
7. Cómo estimular más la participación personal y
grupal en clase
126
participación de los alumnos expresando sus
pensamiento y sentimientos.
127
19.8 - EL CONFLICTO: UNA REALIDAD INELUDIBLE
DE LA VIDA
128
Sirve también para sentar las bases de un
tipo de relaciones que se refleje en su futura vida
profesional, familiar, social, etc.
2. El aprendizaje cooperativo:
129
objetivos no conlleva que sus compañeros y
compañeras fracasen, sino que cuanto más avance
el grupo más avanza cada individuo. Esto no
significa negar la competición sino estimular las
diferentes dimensiones que encontramos en ella.
Se pueden situar procesos competitivos en marcos
cooperativos.
3. Solución de problemas:
130
4. Autorregulación:
131
de ideas y percepciones acerca de principios tan
importantes como la democracia y la justicia.
6. Apertura y empatía:
132
cómo cada uno ve diferentes aspectos de una
misma situación y sentir que la opinión del otro
merece el mismo respeto que la nuestra, es otra
de las habilidades que fomentan estas técnicas.
133
134
20. PENSANDO EN LAS PARTES DE UN TODO
135
donde el niño recibe los estímulos más intensos
que van a ir conformando su personalidad.
136
Es evidente, por tanto, la importancia de la
interacción y colaboración entre los adultos que
inciden sobre el desarrollo de los niños o
adolescentes. Entre la familia y el centro escolar
debe existir una estrecha comunicación, ya que
ambos conjuntamente con el grupo inciden en el
proceso educativo del alumno, y únicamente la
confluencia de información y orientación sobre la
situación familiar y escolar permitirá tener una
visión completa de los alumnos.
137
138
21. CÓMO INFLUYEN MIS EMOCIONES EN EL
ESTUDIO Y EL APRENDIZAJE. APRENDER
TAMBIÉN ES EMOCIONANTE.
139
En una segunda lectura, podemos advertir
que la intensidad de una misma emoción puede
convertirla en positiva o negativa para distintas
actividades.
140
2) En una etapa intermedia (perseverancia,
persistencia, regularidad del estudio)
141
142
22. GUÍA PARA PADRES
1) Sentir
2) Entender
3) Controlar y
143
a) Propios y
b) Ajenos.
144
b) El control emocional (regular la
manifestación de una emoción y/o modificar un
estado anímico y su exteriorización).
145
2. Cuáles son los factores que intervienen en el
aprendizaje
146
d) Ambiental (la casa, el colegio, los sitios que se
frecuentan, etc.).
147
En el ambiental, garantizando un clima favorable,
en nuestra casa, para crear las mejores
condiciones posibles para el estudio individual o
en grupo.
148
Con este conocimiento, y aceptando las
naturales e inmodificables tendencias
temperamentales que poseen nuestros hijos,
podemos ayudarlos en cada una de las áreas de la
Inteligencia Emocional:
149
y/o superar los estados de abulia, y la displicencia
o la ausencia de interés y motivación en una
materia.
22.4 -
150
y sobre cómo éstas influyen en el rendimiento
académico.
151
ideas me resultan alucinantes, excelentes. Sigue
así. Tengo muchas ganas de saber qué vas a decir
zó una estadística.
152
personajes.
153
emocional y seguridad afectiva, ese desarrollo
académico.
154
2. La casa no debe convertirse en una segunda
escuela, pero debe coordinarse con ella.
155
6. Cómo puedo mejorar la comunicación con mi
hijo
156
a y realizada
con inteligencia, está bien durante la niñez, pero
en cuanto se desliza hacia el período de la
adolescencia comienza a causar problemas.
necesitan s -
consultores, a diferencia de los padres-gerentes,
se enfocan en ayudar a sus hijos adolescentes para
que desarrollen la autonomía, acompañándolos en
su proceso de maduración, no pretendiendo
manejar sus vidas.
Abandonando e
padres están dándoles una oportunidad a sus
adolescentes para que sean más libres... y
responsables.
157
Estos son algunos principios interesantes
para los Padres de Adolescentes:
158
4. Permita que su hijo se cobije en su hogar. Ellos
se confortan con el hecho de que en su casa se
sienten seguros para dar salida a las frustraciones,
y un lugar para ordenar sus pensamientos y
sentidos, dando sentido a sus cambios vitales.
159
7. Qué hacer para despertar el interés y la
motivación en los estudios
160
4. Para colaborar con las metas de la familia y de la
sociedad en que se vive
161
profesores y padres. La entrevista profesor-padres
se convierte en el medio más destacado de esta
colaboración, en la que suelen destacar como
orientaciones más comunes en relación con la
ayuda que los padres pueden prestar a sus hijos en
sus estudios, los siguientes:
162
posibilidades en el estudio vienen dadas por la
capacidad del hijo y por el esfuerzo que desarrolle.
163
7. Por último y si los resultados de los hijos no son
como quisieran los padres, conviene advertirles
que no hablen y echen en cara continuamente de
los malos rendimientos. Incluso en el fracaso
conviene dejar sentir nuestra fe en el hijo. Esa
confianza le fortalecerá más y le ayudará para
esforzarse con mayor intensidad.
164
Puede ser la fortaleza que ayuda a construir
el triunfo.
165
Pocas veces compartimos estas historias -y
cientos como ellas- con nuestros hijos.
166
23. DEPRESIÓN, TRISTEZA Y APATÍA
167
A pesar de que a nivel de la calle
generalmente llamamos "depresión" a muchos de
los estados que afectan psicológicamente a una
persona, es muy importante precisar que un
trastorno por angustia NO es una depresión, a
pesar de que tras la aparición de una crisis la
persona pueda sentirse triste o miserable durante
unas horas o días.
168
asumir compromisos y acciones positivas. Se
activan determinados músculos para apoyar
ciertas acciones, y su cerebro envía mensajes
especiales a sus glándulas endocrinas (que
controlan la producción y la liberación de
hormonas) y a su sistema nervioso autónomo (que
regula los órganos sobre los cuales usted no ejerce
control voluntario, como el corazón y el
estómago).
169
23.1 - LA TRISTEZA COMO MECANISMO DE
SUPERVIVENCIA
170
abatimiento se convierten en compañeros
constantes sin que haya para ellos un motivo
concreto y reconocible, nos encontramos ante una
señal de alarma.
171
23.2 - NATURALEZA DE LA APATÍA
172
23.3 - ESTADOS DEPRESIVOS
motivacionales y conductuales: La
apatía en hacer cosas, la falta de capacidad de
disfrute, la desmotivación ante cualquier cosa que
anteriormente causaba placer. Aparece, así
173
mismo, un enlentecimiento generalizado de
respuestas motoras, habla, gesto.
174
culpan por no desempeñarse mejor en la vida y
tienen la convicción de que seguirá desvalidos en
cada nueva situación.
. De manera poco
sorprendente, esas actitudes socavan la
autoestima hasta los cimientos. La gente que tiene
esquemas o sistemas de creencia negativos puede
llegar a deprimirse seriamente ante todo
inconveniente, no sólo ante los acontecimientos
trágicos o críticos de la vida, sino ante las
presiones cotidianas normales.
175
176
24. COMO SE PUEDE AYUDAR A LOS
ADOLESCENTES CON ESTRÉS
177
na enfermedad crónica o problemas severos en
la familia
178
que se respira, aumenta la cantidad de sangre que
fluye hacia los músculos de los brazos y de las
piernas, se enfrían y sudan las manos y los pies, se
revuelve el estómago y/o se siente terror o pavor.
179
y estando pendiente a que no se sobrecarguen.
rezas del
manejo del estrés.
el tabaco
180
coraje cuando tú me gritas". "Por favor, deja de
gritar".)
181
causan estrés. Las actividades como escuchar
música, hablar con un amigo, dibujar,
182
25. EL STRESS EN EL APRENDIZAJE
183
desvalorizado Asimismo imagina a sus compañeros
estudiando, entendiendo, dando bien la lección. Se
imagina lo que van a decir sus padres cuando les
diga que le fue mal. ¡Qué disgusto! Su tensión va
en aumento y ya empiezan a traspirarles las
manos. Un leve mareo al sentarse ante el
aburridísimo texto. Mientras pasa los ojos sobre
las letras se come las uñas. Ya casi no le quedan; se
mastica el pellejito, le duele y se distrae. Piensa en
qué estará haciendo Silvia. ¡Ah, Silvia! (suspiro
profundo). ¿Y si la llama? Mejor no.
184
2) Desconoce en qué horas del día estudia mejor.
lectura comprensiva.
185
12) Tiene ausencias reiteradas quedando, a veces,
libre, teniendo que ser reincorporado.
186
A) Estímulos provocadores de la respuesta de
stress que parten, principalmente, aunque no
únicamente, del ámbito educativo.
A) ESTIMULOS
B) PERSONALIDAD
C) RESPUESTAS
D) CONSECUENCIAS
187
Principales estresores educativos y de otros
niveles que instan al estudiante a una respuesta de
distress.
188
y/o por actividades varias (cocinar coser TV, recibir
visitas etc.)
189
6) DEFECTUOSAS RELACIONES DENTRO DE LA
FAMILIA TALES COMO; UNIDAD FAMILIAR
INCOMPLETA POR MUERTE O SEPARACIÓN;
DEFICIENTE COMUNICACIÓN, FALTO DE
PROTECCIÓN, VALORACIÓN Y AFECTO ESCASEZ EN
EL TIEMPO COMPARTIDO INCOMPRENSIÓN DE LA
FAMILIA HACIA LAS DISTINTAS SITUACIONES
ESTRESANTES DEL ÁMBITO EDUCATIVO.
190
6.3.3) Pánico de escena: miedo fóbico a levantar la
mano por temor a equivocarse y ser ridiculizado;
191
de liderazgo o liderazgo inadecuado (demagógico,
laissez-faire, autoritario).
192
Muchas veces el estudiante no sabe muy
bien qué le pasa. Sus verbalizaciones más
me tienen
193
Entonces le podemos hacemos una serie de
preguntas, que ahora van por escrito, para que
usted también organice lo que el Dr. Arnold
Lazarus llama PERFIL MULTIMODAL y, de esta
manera, sistematice su dificultad en los siete
Modos B.A.S.I.C.O.S. de expresión del conflicto.
194
25.1 - EL PERFIL MULTIMODAL
195
IMAGINATIVAMENTE: ¿se ve a sí mismo rechazado
o aceptado; incapaz o capaz; desagradable o
agradable; fracasado o exitoso; sin control o
sereno; criticado o elogiado; despreciado o
valorado; atrapado o libre; agresivo o firme y
respetuoso; atacado o lastimado; ridículo o
adecuado; o alguna otra imagen?
196
CONDUCTUALMENTE: ¿pierde tiempo; se distrae;
no termina lo que empieza; hace el trabajo de
otros; no planifica; le faltan objetivos claros; no
posee un método efectivo de estudio?
Especialmente: en función de su estudio. . . ¿Qué
querría empezar a hacer?; ¿Qué le gustaría dejar
de hacer? ¿Qué conducta querría aumentar y cuál
disminuir?
197
las consecuencias socia l en sendos perfiles
Multimodales.
PERFIL MULTlMODAL
BIOLÓGICO:
Dispepsias
Colon irritable
AFECTOS:
Confusión
Depresión leve
198
Culpa por preocupar a sus padres con sus
dolencias
SENSACIÓN:
Dolores gastrointestinales
Náuseas
Cefaleas
IMAGINACIÓN:
COGNICIÓN:
que
199
CONDUCTA:
Fuma a escondidas
Frecuente masturbación
200
Desorganizado en su ejercicio físico: si no
tiene ganas, no va, y la familia apoya esta
conducta negativa.
SOCIAL:
201
PERFIL MULTIMODAL II
Biológico:
Afectos:
202
Sensaciones:
Imaginería:
Cognitivo:
203
amenaza está relacionada con el elevado nivel de
autoexigencia perfeccionista que posee, basado en
Conductas:
204
confort, aireación, posición al sentarse, descansos
obligatorios etc.
Social:
RECURSOS ANTI-DISTRESS
205
respuestas que los demás dan ante sus propias
respuestas, este estudiante está en condiciones de
instrumentar variados recursos para resolver las
dificultades en cada uno de los modales. Por
ejemplo. En el caso de Ricardo podríamos
enseñarle:
Biológicamente:
Afectivamente:
206
Sensitivamente:
Imaginativamente:
Cognitivamente:
207
hay algunos temas más difíciles que otros pero que
él puede entenderlos, etc.
Conductualmente:
208
Socialmente:
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25.3 - BENEFICIOS FRENTE A COSTES
243
ahorrarnos mucho tiempo de aprendizaje y
experiencias directas de peligro real.
244
hipervigilancia y movilización maximice su
funcionamiento. Es justamente en tales
condiciones ambientales y personales cuando los
peligros son, de hecho, más probables, y cuando la
interferencia concurrente --debida a la priorización
de información amenazante-- es también más
probable.
245
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
246
COSTES ADAPTATIVOS
247
inadecuados, o ante estímulos adecuados pero con
bajos umbrales perceptivos, y dar lugar a
trastornos patológicos de ansiedad (v.g., trastorno
de ansiedad generalizada, de pánico, o fobias;
véase Miguel-Tobal, 1995). En todos ellos se
produce un temor incontrolado ante estímulos
que representan objetivamente un peligro menor -
-si es que alguno-- que el que la persona percibe.
En este sentido, el mecanismo de alarma es
disfuncional y tiene un efecto desadaptativo, al
provocar sufrimiento emocional innecesario y
reacciones de evitación de situaciones en las que
se podrían obtener beneficios en caso de
permanecer en ellas.
248
Martínez-Sánchez y Fernández-Castro, 1994).
Según Patterson y Neufeld (1989), el sistema
defensivo del proceso de estrés fue construido a
partir de la evolución para adaptarse a peligros
transitorios (v.g., ataque de un predador). En esas
situaciones no sólo resultaba altamente adaptativo
el mecanismo de movilización de recursos, sino
que sus efectos secundarios eran reducidos. En
cambio, en las personas de la sociedad actual,
dicho sistema se activa para afrontar amenazas
más duraderas (v.g., un proceso de promoción
profesional). Esto conlleva no sólo un gasto
prolongado de recursos, sino un daño sobre
determinados órganos corporales debido a las
sustancias químicas (v.g., glucocorticoides)
generadas para mantener niveles elevados de
tensión.
249
con estímulos indicadores de eventos positivos o
emocionalmente neutros.
250
metabólico y conductual completarían este
fenómeno de reducción en la eficiencia.
251
efectos de la ansiedad sobre la eficacia
dependerán del efecto de estos factores sobre el
uso de recursos auxiliares. De este modo, la
interferencia atencional de la preocupación puede
ser compensada con un incremento en el uso de
recursos auxiliares. Esto implicaría un descenso en
la eficiencia en el procesamiento, pero permitiría
mantener el nivel de eficacia sin que resultase
afectada negativamente.
252
recuperación en situaciones que les producen
preocupación excesiva, como las de estrés de
evaluación.
253
ejemplo, conocimientos de vocabulario), o de su
naturaleza cautelosa en la evitación de riesgos.
254
25.4 - CONCLUSION: ANSIEDAD, EFICACIA E (IN)
EFICIENCIA
255
En general, la eficacia en el rendimiento es
el producto de las operaciones cognitivas, y se
revela en qué se aprende o cuánto se aprende. La
eficiencia en el procesamiento hace referencia al
gasto de recursos empleado o requerido para
conseguir un determinado nivel de eficacia
(Eysenck y Calvo, 1992), aunque el efecto puede
ser ciertamente menor en las personas más
inteligentes (Helmke, 1988). En general, se
considera que la ansiedad tiene efectos negativos
propios sobre el rendimiento,
independientemente de la aptitud intelectual (v.g.,
Everson, Millsap y Browne, 1989; Musch y Bröder,
1999). Esto es contrario a la hipótesis de déficit
básico en aptitud asociado a la ansiedad.
256
indirectamente a través del déficit en
conocimientos de vocabulario. En apoyo de esta
hipótesis, Calvo et al. (1994) y Gutiérrez Calvo et
al. (1993) encontraron que las diferencias en uso
de recursos auxiliares en función de la ansiedad
disminuyeron significativamente, o incluso se
anularon, cuando se controlaron las diferencias en
conocimientos de vocabulario entre las personas
con elevada ansiedad y las de baja ansiedad. Un
resultado reciente sirve de complemento a los
anteriores.
257
en conocimientos previos, la disponibilidad de
éstos permite a los sujetos superar los posibles
efectos negativos de la ansiedad.
258
26. INTERACCIÓN DE RASGO DE ANSIEDAD Y
ESTRÉS SITUACIONAL
259
medidas tomadas en diversos momentos a lo largo
de los siete años posteriores --ya en condiciones
sin estrés--, después de haber superado los
exámenes. Más aun, en realidad, la pérdida de
conocimientos a lo largo del tiempo fue menor en
las personas con mayor ansiedad.
260
contaminado por el estrés situacional y, por tanto,
no reflejar una medida básica de aptitud.
Precisamente, esta posibilidad viene claramente
sugerida a partir de la medida de una aptitud
cognitiva específica, como es la capacidad de la
memoria operativa mediante la prueba de
amplitud de lectura. Como ya se indicó
anteriormente (3.1.A), las personas con elevado
rasgo y las de bajo rasgo de ansiedad han
mostrado un rendimiento equivalente en esta
prueba en condiciones sin estrés (Calvo et al.,
1992).
261
una tarea donde la ansiedad se ha revelado
influyente, como es la lectura y comprensión de
textos. Se ha encontrado que las personas con
elevado rasgo de ansiedad suelen tener menores
conocimientos de vocabulario que las de ansiedad
baja, si bien las diferencias, aunque significativas
estadísticamente, son de poca magnitud
(Covington y Omelich, 1987; Gutiérrez Calvo y
Jiménez, 1994; Calvo et al., 1992; Gutiérrez Calvo,
Eysenck, Ramos y Jiménez, 1994; Everson,
Smodlaka y Tobias, 1994). Estas diferencias se
mantienen aun cuando los sujetos responden a la
prueba en condiciones sin estrés objetivo (si bien
no es descartable que los sujetos con ansiedad
elevada perciban subjetivamente la prueba como
una situación evaluativa, aún en condiciones sin
estrés objetivo).
262
27. LAS DIFERENCIAS EN APTITUD COMO
MEDIADORAS DE LOS EFECTOS DE ANSIEDAD
263
intelectual. No obstante, estudios más recientes
señalan que la ansiedad resulta perjudicial para el
rendimiento en todos los niveles de aptitud
(Hagvet, 1991; Helmke,
264
fonológico-articulatorio produjo un deterioro en la
comprensión de las personas con ansiedad
elevada, pero no en las de ansiedad baja.
265
posible utilizarlos, a deterioros en el rendimiento.
Una cuestión adicional de interés reside en saber si
tales efectos se deben a características inherentes
al rasgo elevado de ansiedad, relacionadas con
déficits aptitudinales básicos que las personas con
ansiedad elevada tratan de compensar; o si son
efectos transitorios que ocurren únicamente en
condiciones de estrés, debido a los pensamientos
de preocupación que tales personas generan
debido a la amenaza de evaluación y fracaso. Un
método para discernir entre estas dos
posibilidades consiste en medir posibles
diferencias en aptitudes cognitivas básicas en
personas con distinto nivel de rasgo de ansiedad, y
si esas diferencias dan cuenta de las diferencias en
uso de recursos o en rendimiento. Otro método
implica comparar el uso de recursos y el
rendimiento de las personas con distinto rasgo de
ansiedad en condiciones con estrés y sin estrés.
266
28. APTITUDES Y ANSIEDAD
267
compensatoria, entonces: (a) las personas con
ansiedad elevada podrán conseguir niveles de
eficacia en la comprensión similares a las de
ansiedad baja cuando los recursos auxiliares estén
disponibles, si bien a costa de una menor eficiencia
en el procesamiento, debido a un mayor gasto de
recursos; y (b) sólo cuando se impida el empleo de
tales recursos auxiliares se producirá un efecto
negativo de la ansiedad sobre la comprensión.
268
28.1 - Mantenimiento de la Comprensión con
Recursos Disponibles
269
Calvo y Jiménez, 1996), las personas con rasgo
elevado de ansiedad alcanzaron tanta
comprensión como las de ansiedad baja. No
obstante, la eficiencia de las primeras fue menor
que la de las segundas, tanto en términos de gasto
en retrocesos como de tiempo empleado en la
lectura. Cuando se disponía de tiempo libre de
lectura, pero no de retrocesos (Gutiérrez Calvo et
al., 1993; Gutiérrez Calvo y Avero, 1995; Calvo y
270
afectó a la eficacia en la comprensión. Sólo en un
caso (Gutiérrez Calvo y Avero, 1995) los lectores
con mayor ansiedad tuvieron peor comprensión
que los de menor ansiedad.
271
examen; es decir, con tiempo limitado y sin
posibilidad de que los alumnos buscasen ayuda en
sus libros de texto.
272
28.2 - Disponibilidad Interna de Recursos
Auxiliares
273
estrategias de estudio, y un rendimiento
equivalente al de los estudiantes con ansiedad
baja y buenas estrategias de estudio. No obstante,
en una situación de estrés, los estudiantes con
ansiedad elevada y buenas estrategias de estudio
rindieron peor que los de ansiedad baja y buenas
estrategias de estudio. Estos resultados son
parcialmente favorables a la hipótesis de la
eficacia compensatoria. La disponibilidad de
estrategias de estudio adecuadas sirve como
recurso compensatorio eficaz a las personas con
ansiedad elevada, aunque este efecto beneficioso
puede ser insuficiente para contrarrestar los
efectos interferidores de las situaciones de estrés.
274
28.3 - Disponibilidad de Recursos Auxiliares en la
Lectura
275
perjudicaría el rendimiento en el primer caso, pero
sí en el segundo.
276
28.4 - Rendimiento Académico Dependiente de la
Disponibilidad de Recursos Auxiliares
277
aproximación similar es presentada por Helmke
(1988) en una investigación realizada sobre 39
aulas de 24 colegios de enseñanza primaria,
tomando las calificaciones en matemáticas como
medida del rendimiento: las correlaciones
oscilaron entre +.36 y -.81, si bien en este caso el
promedio fue algo más elevado, -.39. Estos datos
son compatibles con la idea de que la ansiedad no
tiene por qué conllevar efectos negativos sobre el
rendimiento; puede producirlos incluso positivos.
Falta por determinar si el hecho de que se observe
o no una correlación negativa depende de la
disponibilidad de recursos compensatorios.
278
28.5 - Posibilidad Externa de Usar Recursos
Auxiliares
279
explícita) en función de la ansiedad, mientras que
los estudiantes con superior rasgo de ansiedad
incluso aventajaron a los de menor ansiedad en los
ítems fáciles (reconocimiento de información
literal). Blankstein, Toner y Flett (1989) no
encontraron diferencias en una tarea difícil de
anagramas ni en una prueba difícil de analogías, en
función del rasgo de ansiedad, en condiciones de
estrés de evaluación.
280
cuando los sujetos con elevado rasgo manifestaron
mayor cantidad de pensamientos negativos hacia
su propia capacidad que los de bajo rasgo durante
las tareas de analogías y anagramas. Más aun, Di
Bartolo et al. (1998) comprobaron que un grupo
de personas con síndrome ansiedad generalizada
mejoraron su rendimiento al aumentar su nivel de
preocupación. En condiciones de estrés de
evaluación, el rendimiento de los pacientes con
ansiedad generalizada se volvió equivalente al de
personas con ansiedad normal; en cambio, el
rendimiento de éstas había sido superior en
condiciones sin estrés que inducían menor
preocupación. A juicio de Di Bartolo et al. (1998),
parece como si el incremento en la preocupación
hubiera incrementado los recursos dedicados a la
tarea en las personas con mayor ansiedad.
281
28. 6 - Cambiar Tiempo por Errores
282
Es raro el resultado opuesto, consistente en
que las personas con ansiedad elevada cometan
más errores, pero dediquen menos tiempo a la
tarea (Ashcraft y Faust, 1994). Estos autores
interpretan dicho efecto como una reacción de
evitación de una tarea difícil, en la que los
frecuentes errores (de los cuales los sujetos
recibían retroalimentación inmediata) crearían un
estado especialmente aversivo en las personas con
ansiedad elevada.
283
no son particularmente activas. Tercero, lo que sí
se ha encontrado de modo consistente es un uso
de estrategias emocionales asociado a la ansiedad
(v.g., "darle vueltas" mentalmente a los posibles
daños y pensar en las propias inadecuaciones). Por
consiguiente, las personas con ansiedad elevada
dan la impresión de acumular mucha energía
emocional para afrontar las situaciones aversivas.
Esta energía les motiva de modo genérico a evitar
las consecuencias aversivas, pero no está claro que
dicha energía sea dirigida estratégicamente.
284
28.7 - EFICACIA COMPENSATORIA
285
éste (v.g., Mughal, Walsh y Wilding, 1996)--
cuando los sujetos disponen de recursos auxiliares.
286
elección múltiple, sobre textos relativos a una
asignatura. No hubo
287
cantidad de información (número de dimensiones)
antes de tomar la decisión, sino que volvían a
examinar información previamente consultada con
más frecuencia que las personas con rasgo bajo de
ansiedad.
288
incorrectas, que daban lugar a castigo o no
recompensa); de omisión (ausencia de respuesta
ante estímulos asociados a recompensa). Los
primeros indicarían riesgo; los segundos, evitación
pasiva de los errores. En esta situación se produce
un conflicto entre responder para obtener
recompensa e inhibir la respuesta para evitar el
castigo o la frustración por no recompensa. Los
participantes realizaban la tarea en condiciones de
estrés de evaluación. Las personas con elevado
rasgo de ansiedad cometieron más errores de
omisión que las de bajo rasgo, mientras que
ocurrió a la inversa con los errores de comisión.
289
situaciones de estrés. En varios estudios (Bolger,
1990; Edwards y Trimble, 1992; Endler, Kantor y
Parker, 1994; Pintrich y de Groot, 1990; Zeidner,
1994, 1995) se han investigado tales estrategias
durante la preparación y realización de exámenes.
En general, se han distinguido tres grupos de
actitudes de afrontamiento: de evitación,
emocionales, y enfocadas a la tarea. Estas de
procesamiento, o ahorrar espacio en la memoria
operativa, al agrupar a los estímulos en un menor
número de unidades o bloques informativos.
C. Paso-a-Paso
290
por separado puede consumir más tiempo, a
menos que se acierte con la respuesta correcta por
azar.
291
puede interpretarse como un modo de proceder
cauto, a fin de asegurarse de que se va
entendiendo cada palabra correctamente
conforme ésta aparece. Tal interpretación revela
que los dos grupos de estrategias mencionados --
ahorro y cautela-- no son independientes, sino que
obedecen a una misma finalidad: que la capacidad
de la memoria operativa no se vea colapsada,
evitando así errores en el rendimiento.
292
Según la teoría de la detección de señales,
el criterio refleja el grado de evidencia necesitado
por el sujeto para decidir que la señal ha aparecido
(v.g., el criterio es elevado cuando el sujeto
responde relativamente pocas veces, pero siempre
acierta).
293
Just, 1994). En consecuencia, se incrementarán los
efectos interferidores de la ansiedad sobre la
capacidad de la memoria operativa, obligando al
uso de recursos auxiliares, para evitar reducciones
en la comprensión.
294
consisten en proceder con cautela, sacrificando el
tiempo para evitar errores.
F. Generalización o Inclusión
295
sujetos con ansiedad elevada aceptaron más
miembros no prototípicos.
296
los sujetos con ansiedad elevada leyeron más
lentamente que los de ansiedad baja (a) las
palabras no finales de frase, (b) las ubicadas en el
primero y segundo tercios del texto, (c) las de
textos expositivos, y (d) las de textos sin resumen
previo; en cambio no hubo diferencias en función
de la ansiedad en las palabras finales de frase, las
ubicadas en el tercer tercio del texto, las de los
textos narrativos y las de los precedidos por un
resumen.
297
texto, ausencia de estructura narrativa y carencia
de resumen --en todos los casos faltaría un hilo
conductor en el que ir engarzando los nuevos
contenidos mientras se avanza en la lectura), pero
no cuando están presentes.
298
cláusulas de 3 a 10 palabras: presionando una
tecla, avanzaban; haciéndolo sobre otra, podían
retroceder. Los límites constitutivos de las frases
estaban definidos por punto-y-seguido, punto-y-
aparte, o por punto-y-coma.
299
mayor capacidad transitoria de almacenamiento
que los procesos de codificación de palabras o
300
grupos de procesos cognitivos (de Vega et al.,
1990; Rayner, 1998; van Dijk y Kintsch, 1983): (a)
codificación y acceso léxico al significado individual
de las palabras; (b) construcción proposicional y
ensamblaje sintáctico de palabras en la frase; y (c)
integración de información procedente de
distintas frases del texto.
301
la posición de cada palabra al comienzo, en lugares
intermedios o al final de la frase, el número de
proposiciones presentes en la frase a la que
pertenecía cada palabra, o si estaba incluida en
una frase metafórica o literal, cualidades de las
que supuestamente dependen los procesos de
construcción proposicional y ensamblaje sintáctico
internos a cada frase; y (c) la posición serial de la
palabra en el conjunto del texto, su ubicación o no
al final de un párrafo, si formaba parte de una
expresión anafórica o no, si pertenecía a un texto
con estructura narrativa o si el texto era
expositivo, y si el texto era precedido por un breve
resumen o no, características a las que se atribuye
influencia en los procesos de integración de
información entre frases.
302
Los resultados de Calvo y Carreiras (1993)
indicaron que las personas con rasgo elevado de
ansiedad leyeron los textos algo más lentamente
que las de ansiedad baja (27 mseg de diferencia
por palabra), pero ambos grupos fueron
equivalentes en comprensión, medida por una
prueba de reconocimiento posterior. El dato de
interés específico para determinar cuales son los
procesos afectados lo proveen las
303
mostraron mayor articulación que las de ansiedad
baja. No obstante, el tiempo de lectura resultó
más sensible que la articulación: el tiempo no sólo
fue objeto de un incremento asociado al rasgo de
ansiedad, sino de influencia interactiva de rasgo de
ansiedad y tarea concurrente durante la lectura.
304
de lectura con posibilidad de retrocesos. En el
segundo grupo de experimentos (Gutiérrez Calvo
et al., 1993), sin posibilidad de retrocesos,
emergieron diferencias en articulación en función
del nivel de ansiedad. Esto sugiere que el
mecanismo de repaso articulatorio puede adquirir
importancia como recurso auxiliar a medida que el
uso de los otros recursos está restringido. Esta
hipótesis fue sometida a prueba por Calvo y
Castillo (1995) y por Calvo y Eysenck (1996) en un
tercer grupo de experimentos.
305
presentación habían sido calculados previamente
para permitir un grado de comprensión promedio
del 75%. En todos los casos, sobre la frecuencia de
articulación vocal y subvocal se produjo un efecto
principal del rasgo de ansiedad y una interacción
de éste con la tarea concurrente (Calvo y Castillo,
1995; Calvo y Eysenck, 1996).
306
estaban disponibles simultáneamente. Es decir, los
sujetos podían hacer retrocesos, leer al ritmo
deseado y utilizar articulación vocal y subvocal. En
algunos experimentos los participantes se auto-
administraban los textos frase-a-frase en la
pantalla de un ordenador (sólo una frase era
visible cada vez). En ellos se registraban los
retrocesos hacia partes previas del texto, que el
lector podía hacer a voluntad utilizando una tecla,
y se medía el tiempo de lectura del texto
(promedio por palabra).
307
diferencias en tiempo de lectura se hicieron
significativas. Se pensó que la posibilidad de hacer
retrocesos habría sido la estrategia prioritaria
empleada, la cual podría haber minimizado el uso
y la importancia del tiempo y del repaso
articulatorio.
En consecuencia, en el siguiente
experimento se utilizó un modo de presentación
de los textos que permitiera registrar el número de
veces que el lector volvía a leer frases previas. Los
textos se presentaban en la pantalla de un
ordenador frase-a-frase. En este caso, las personas
con ansiedad elevada hacían significativamente
más retrocesos que las de ansiedad baja y
tardaban más tiempo en leer los textos. Ahora
bien, la mayor parte de este tiempo adicional de
lectura correspondía al tiempo empleado en los
retrocesos. Más aun, continuaron sin producirse
diferencias en articulación en función de la
ansiedad. Esto hace suponer que los retrocesos
representan la estrategia auxiliar prioritaria para
las personas con ansiedad elevada, y que su
utilización tiene un efecto auxiliar tan poderoso
que los otros dos recursos se hacen innecesarios.
308
El efecto de la ansiedad sobre el
incremento en los retrocesos a porciones previas
del texto ha sido confirmado y extendido en
estudios adicionales. Gutiérrez Calvo y Avero
(1995) y Calvo y Jiménez (1996) utilizaron textos
distintos de los anteriores y una forma de
presentación relativamente diferente. Esta
permitía a los sujetos auto-administrarse el texto
no por frases completas, como en Calvo, Eysenck,
Ramos y Jiménez (1994), sino por grupos de
palabras, en exposiciones variables (3-10 palabras)
con entidad lingüística y semántica propia (v.g.,
sujeto-verbo-complemento). El porcentaje de
relecturas (exposiciones o segmentos del texto
releídos) fue mayor en los lectores con rasgo
elevado de ansiedad (21.6%) que en los de
ansiedad baja (9.5%).
309
encontrarse diferencias entre las personas con
mayor y menor rasgo de ansiedad. Ambos grupos
parecen reaccionar fisiológicamente con similar
intensidad (véase Fahrenberg, 1992), no sólo
cuando se comparan personas con diferente rasgo
de ansiedad (v.g., Shönpflug, 1992), sino incluso
cuando se comparan personas normales con
pacientes de ansiedad generalizada (Di Bartolo,
Brown y Harlow, 1998). Sólo en algunos casos, la
reactividad cardiovascular se ha revelado más
elevada en las personas con mayor rasgo de
ansiedad general (Calvo y Cano, 1997) o evaluativa
(Gutiérrez Calvo, Avero y Sosa, 1997). Pero tales
diferencias no han emergido durante la realización
de la tarea, sino en una fase previa de anticipación
(Gutiérrez Calvo et al., 1997) o en una posterior de
recuperación (Calvo y Cano, 1997). En
consecuencia, las evidencias de un mayor gasto de
recursos fisiológicos asociados al rasgo elevado de
ansiedad son limitadas. Más bien parece que las
situaciones de estrés incrementan de modo
genérico el gasto de este tipo de recursos en la
mayoría de las personas (véase Hockey, 1997, pp.
86-87).
310
L. Retrocesos, Tiempo y Repaso Articulatorio en
la Lectura
311
el producto representacional, la comprensión
(Davidson, Dixon y Hultsch, 1991; Everson, Millsap
y Browne, 1989; Everson, Smodlaka y Tobias,
1994). En una primera aproximación a la medida
de uno de los recursos, Hopko et al. (1998)
registraron el tiempo de lectura de varios textos
por parte de sujetos con rasgo bajo o elevado de
ansiedad ante las matemáticas. Los participantes
con mayor ansiedad tardaron más tiempo en leer
los textos que los menos ansiosos cuando en los
lextos se introducían información distractora,
aunque no hubo diferencias entre ambos grupos
cuando no se incluían distractores. Esta ausencia
de diferencias en la condición sin distractores en el
estudio de Hopko et al. (1998) podría deberse a la
brevedad de los texos utilizados (en torno a 125
palabras cada uno, con una duración en torno a 40
seg. de lectura). Calvo, Eysenck, Ramos y Jiménez
(1994) tampoco encontraron diferencias
significativas con textos cortos (sin distractores),
mientras pero sí con textos más largos. Gutiérrez
Calvo y colaboradores han llevado a cabo una
investigación sistemática sobre los retrocesos, el
tiempo de lectura y el repaso rendimiento. En
comparación, las personas con menor ansiedad se
312
beneficiarán más del incentivo, dado que éste les
inducirá a utilizar recursos que normalmente no
estarían empleando.
313
Con recompensa, los participantes con baja
ansiedad mejoraron su rendimiento en las tareas,
bien en términos de menor tiempo (los de baja
ansiedad/baja inteligencia), bien en términos de
menos errores (los de baja ansiedad/elevada
inteligencia). En contraste, el rendimiento de los
participantes con elevada ansiedad no varió en
función de la recompensa. Tales resultados
sugieren que las personas con ansiedad elevada
están normalmente más motivadas que las de
ansiedad baja para obtener buenos rendimientos,
y que posiblemente el nivel motivacional de las
primeras sea el máximo posible, dado que los
incentivos adicionales no mejoran su rendimiento.
314
Weinberg y Hunt (1976) y Weinberg (1978)
utilizaron medidas electromiográficas (EMG) para
registrar la actividad muscular del brazo durante la
ejecución de una tarea consistente en lanzar
pelotas a una diana. El rasgo de ansiedad no tuvo
influencia sobre el rendimiento en la tarea, pero sí
varios efectos específicos sobre los potenciales
electromiográficos de los músculos implicados en
los movimientos requeridos para la tarea. Así, los
sujetos con ansiedad elevada manifestaron una
anticipación más larga en la activación de los
músculos agonistas, y más corta en los
antagonistas, que los sujetos con ansiedad baja,
así como mayor co-contracción simultánea de los
músculos agonistas y los antagonistas, y mayor
lentitud en la desactivación después de la
contracción muscular. Esto implica que las
personas con mayor ansiedad estaban utilizando
más energía de la necesaria y durante más tiempo
que las de ansiedad baja.
315
realizar (actividad muscular). En cambio, otros
indicadores y en otras tareas han revelado
generalmente ausencia de efectos de la ansiedad
sobre la magnitud de la actividad fisiológica al
realizar una tarea. Uno de los indicadores más un
efecto cognitivo interferidor sobre la memoria
operativa. Ahora bien, los pensamientos de
preocupación tienen también un efecto
motivacional, consistente en el incremento de
recursos y estrategias auxiliares, que van a ser
examinados a continuación. El uso extraordinario
de estos recursos y estrategias tiene,
presumiblemente, la función de contrarrestar o
compensar el efecto interferidor, lo cual será
analizado en el apartado siguiente (3.3).
316
N. Percepción Subjetiva de Esfuerzo
317
Calvo (en imprenta), teniendo en cuenta el rasgo
específico de ansiedad de evaluación. En ambos
casos, los sujetos con mayor ansiedad informaron
de sentirse no sólo con más preocupación durante
la realización de las tareas, sino también más
activados y tensos fisiológicamente. Sin embargo,
el rendimiento de ambos grupos fue similar en una
tarea cognitiva (discurso ante una cámara) y en
una motriz (estabilidad en el pulso). Esta ausencia
de efectos del rasgo de ansiedad en el rendimiento
ocurrió a pesar de que hubo una relación negativa
entre los pensamientos de preocupación y el
rendimiento en la tarea cognitiva, así como entre
las sensaciones de activación/tensión y el
rendimiento en la tarea motriz.
318
objetivas. Una de ellas hace referencia al nivel
motivacional de los sujetos. Si las personas con
ansiedad elevada ya están dedicando
normalmente, en condiciones de estrés, el máximo
de recursos disponibles para realizar una la tarea,
entonces la introducción de un incentivo adicional
destinado a incrementar su motivación les
deparará beneficios mínimos o nulos en su
P. Anagramas
319
palabras poco frecuentes, o con el orden de todas
las letras alterado, en lugar de simplemente el de
las sílabas --v.g., "ubolpe" versus "blopue"--; Arkin,
Detchon y Maruyama, 1982), y en condiciones de
estrés de evaluación, pero no en ausencia de
estrés (Deffenbacher, 1978; Sarason, 1975).
320
En la versión cognitivamente simple los
sujetos tenían que colocar cada pieza por
separado dentro de un marco con los contornos de
esa pieza definidos visualmente. En la versión por
un marco en el cual no eran visibles las posiciones
individuales de cada pieza, sino sólo el perfil
externo del conjunto. En consecuencia, las
complejas requerían una selección de las
respuestas (identificación de la posición
correspondiente --de entre varias posibles--a cada
pieza) mayor que las simples (en el sentido de
mayor número de alternativas a examinar).
Esencialmente, los resultados indicaron que, en
condiciones de estrés de evaluación, los
participantes con elevado rasgo de ansiedad
tuvieron peor rendimiento (más tiempo) que los
de ansiedad baja en las versiones complejas,
independientemente de las demandas motrices.
No obstante, tales efectos parecen transitorios
negativos, dado que desaparecieron cuando,
posteriormente, los sujetos pudieron realizar de
nuevo las tareas en condiciones sin estrés.
Resultados complementarios, indicadores de que
la ansiedad puede perjudicar el rendimiento motor
321
29. USO EXTRAORDINARIO DE RECURSOS Y
ESTRATEGIAS AUXILIARES
323
incluyeron ejercicios del nivel de dificultad
superior (v.g., 47-18, ó 81/3). En cada ensayo los
participantes veían un problema, que incluía los
elementos de la operación aritmética y un posible
resultado; tenían que responder si el resultado era
correcto o incorrecto. No se encontraron
diferencias en rendimiento en los ejercicios fáciles
en función del rasgo de ansiedad de los sujetos. En
cambio, en los ejercicios difíciles de las cuatro
operaciones aritméticas los participantes con
mayor ansiedad tuvieron peor rendimiento (más
errores) que los de menor ansiedad.
324
Graesser, 1994; en cambio, las inferencias
elaborativas (estratégicas), opcionales para la
comprensión, tardan típicamente en torno a 1 seg
para desarrollarse (v.g., Calvo y Castillo, 1998; Till,
Mross y Kintsch, 1988).
325
martillo"), que estaba implicado por la primera
frase y era compatible con la segunda. Al inicio de
la tarea sometió a condiciones de estrés de
evaluación a sujetos con elevado o bajo rasgo de
ansiedad.
326
concurrentes: audición de un texto irrelevante con
significado, y audición de una secuencia de
pseudo-palabras (en realidad, ligeras
transformaciones de las palabras del texto
irrelevante con significado) sin significado.
327
ansiedad sobre el rendimiento. Más
específicamente, la ansiedad perjudica al
rendimiento tanto más cuanto mayor sea la
dificultad de la tarea. En las tareas fáciles, bien
aprendidas, o en las que se proporcionan ayudas a
los sujetos, no se producen diferencias en
rendimiento en función del nivel de ansiedad;
incluso, los de mayor ansiedad pueden superar a
los de ansiedad menor. Numerosos estudios han
proporcionado este tipo de datos con diferentes
tipos de tareas (véanse revisiones de Eysenck,
1982; Heinrich y Spielberger, 1982; Mueller, 1992).
Aunque el concepto de dificultad o complejidad es
genérico y son diversos los posibles factores
responsables, uno de ellos es el grado de
demandas de la tarea sobre la memoria operativa.
En algunas tareas difíciles resulta particularmente
plausible la hipótesis de que la ansiedad tenga
efectos negativos en virtud de tales demandas. Es
el caso de las operaciones aritméticas y los
procesos inferenciales elaborativos, sobre los que
se han llevado a cabo algunas investigaciones en
relación con la ansiedad.
328
29.3 - Operaciones Aritméticas
329
En cambio, los problemas complejos
requieren simultanear la aplicación de tales
conocimientos con el procesamiento de nueva
información, para lo cual demandan recursos de
almacenamiento temporal en la memoria
operativa. Recursos de almacenamiento-más-
procesamiento de carácter fonológico-
articulatorio, más que por los de carácter gráfico.
Más aun, sugieren que el componente afectado
por la ansiedad no es el de mero almacenamiento
fonológico-articulatorio, si no que incluye la
participación del factor de control del
procesamiento correspondiente al ejecutivo
central.
330
susceptibles de interferencia por tareas
concurrentes lingüísticas que las de ansiedad baja
(Calvo y Castillo, 1995; Calvo y Eysenck, 1996). Esta
susceptibilidad se refleja en el incremento en la
articulación vocal/subvocal y/o en el deterioro en
la comprensión cuando se presentan tareas
concurrentes que producen interferencia
fonológica (v.g., oir un texto hablado irrelevante al
texto escrito que se está leyendo) o articulatoria:
(v.g., repetir de modo continuo una misma palabra
irrelevante --por ej., "ola", "ola",...--- mientras se
lee el texto). La razón explicativa de esa
susceptibilidad de interferencia sería la siguiente.
331
concurrente), se verían obligadas a una
compensación activa (más articulación) o, de otro
modo, abocadas a un deterioro en la comprensión.
No obstante, es preciso reconocer que los efectos
interferidores tienen lugar sólo en condiciones
limitadas: cuando los sujetos no disponen de la
posibilidad de retrocesos ni de tiempo libre
durante la lectura, como mecanismos auxiliares.
Las tareas concurrentes causan un mayor daño a la
comprensión de las personas con ansiedad elevada
que a las de ansiedad baja únicamente con
presentación prefijada (unidireccional y sin tiempo
libre) palabra-a-palabra (Calvo y Castillo, 1995;
Calvo y Eysenck, 1996).
332
que el componente decisivo en la interferencia y
en la compensación es el fonológico y no el
articulatorio. La razón es que la tarea de audición
dificulta típicamente la codificación fonológica,
pero no impide la articulación, mientras que la
tarea de supresión articulatoria dificulta o impide
normalmente ambas (Miles, Jones y Madden,
1991). Si el componente articulatorio tuviera una
contribución significativa, entonces el deterioro
sobre la comprensión tendría que ser mayor con la
tarea concurrente de supresión articulatoria que
con la de audición lingüística irrelevante de los
estímulos. Presumiblemente, el mecanismo
fonológico-articulatorio podría verse
especialmente afectado de modo negativo por la
ansiedad. La razón es que el componente de
preocupación inherente a la ansiedad conlleva
principalmente actividad verbal (Borkovec, 1994).
Es decir, los pensamientos de preocupación que
las personas con ansiedad elevada generan en
condiciones de estrés adoptan una forma
verbalizada, que estas personas repiten
internamente de modo ruminativo.
333
29.5 - Información Verbal versus Viso-espacial
334
resultados sugieren que la ansiedad interfiere con
el uso del mecanismo de repaso articulatorio de la
memoria operativa.
335
tarea consistía en presionar teclas con números de
acuerdo con una secuencia fija cada segundo,
afectando al mecanismo viso-espacial. Y en la
cuarta los sujetos tenían que presionar sobre las
teclas numéricas en secuencias aleatorias, al
mismo ritmo que en las anteriores, lo que afectaría
al uso del ejecutivo central más el viso-espacial. El
componente de aleatoriedad implica un control
consciente y activo de los recursos de
procesamiento por parte de los sujetos, a fin de
evitar repeticiones de una misma secuencia.
Durante las tareas los sujetos tenían que producir
pensamientos de preocupación. Este autor
observó que durante la tarea de generación
aleatoria de letras tales pensamientos disminuían
significativamente más, respecto a una condición
de preocupación sin tarea, que durante el resto de
las tareas. Estos resultados redundan en apoyo a la
hipótesis de que los pensamientos de
preocupación compiten por los principal, más
compleja. Como alternativa, en varios estudios se
han utilizado tareas concurrentes, en las cuales
una de ellas es obligatoria y con rendimiento fijo y
la otra variable. Se asegura, además, que ambas
comparten recursos cognitivos, de modo tal que la
336
tarea variable pueda realizarse mejor por separado
que concurrentemente con la fija. La capacidad
disponible se determina por el rendimiento en la
tarea variable.
337
un enlentecimiento en la tarea variable con altas
demandas, pero no en la de bajas demandas.
338
competían por el mismo tipo de recursos. Sobre
estas bases, el resultado más importante en
ambos experimentos reveló una interacción entre
rasgo de ansiedad y demandas sobre los tiempos
de verificación de la prueba de razonamiento: las
personas con ansiedad elevada sufrieron un
enlentencimiento mayor que las de ansiedad baja
como efecto de la carga de memoria con
demandas elevadas.
339
retiene los estímulos lingüísticos en términos de
cómo suenan y cómo se pronuncian; el segundo
codifica y retiene las características gráficas sea
equivalente en presencia y en ausencia de la
secundaria, y equivalente en los distintos grupos
de ansiedad.
340
Más aún, no es probable que esta
reducción se debiera a un incremento de recursos
en la tarea intencional, ya que el rendimiento en
ésta no fue superior en las personas con mayor
ansiedad. No obstante, hay un posible problema
en la interpretación de estos resultados. Los
sujetos no sabían, cuando se presentaban los
estímulos de la tarea incidental, que se fuera a
medir su rendimiento en ella. En consecuencia, los
sujetos ansiosos pudieron haber rendido peor en
ella porque decidieron no atender a tales
estímulos, en lugar de porque no disponían de
suficientes recursos para procesarlos.
341
Hamilton (1978) utilizó una tarea de recuerdo de
series de dígitos como principal. La secundaria
tenía lugar entre el final de la presentación de
cada serie y su recuerdo inmediato. En la
condición más demandante de la tarea principal
(cuando se presentaban 7 dígitos en la serie) las
personas con mayor ansiedad tuvieron tiempos de
latencia más largos que las de menor ansiedad,
aun cuando no había diferencias entre ellos en
rendimiento en la principal. Esto sugiere que el
rendimiento en ésta dejó a las personas ansiosas
con menos capacidad disponible para la
secundaria. Eysenck (1989) obtuvo resultados
similares con una tarea de transformación de
letras (como la descrita en 3.1.A). En los problemas
con una y dos letras, en los que no se produjeron
diferencias en rendimiento en esta tarea principal
en función de la ansiedad, los participantes con
mayor rasgo de ansiedad tuvieron peor
rendimiento en la secundaria que los de menor
ansiedad.
342
libremente los recursos de procesamiento de una
tarea a la otra, y hacer compensaciones. Esto
dificulta el saber cuándo se produce una
disminución de los recursos, a menos que el
rendimiento en la principal no varíe. Otro
problema es que la simplicidad de la tarea
secundaria puede no demandar los mismos
recursos que la está cuatro posiciones detrás de la
G (la respuesta sería K), de la L, etc. hasta
completar la transformación de la serie (ej. KPFM).
La tarea ha de hacerse mentalmente mientras se
presenta cada serie inicial, sin poder anotar el
resultado parcial con cada letra. Esto obliga a
retener mentalmente en activo cada producto
parcial transitoriamente mientras se calcula el
producto de la letra siguiente, y se le añade al
anterior. En consecuencia, la tarea implica el
componente de almacenamiento y de
procesamiento concurrente. Con dicha tarea de
transformación de letras, Eysenck (1985) descubrió
una interacción entre el rasgo de ansiedad y el
número de letras en cada serie.
343
ansiedad en relación con el tiempo para hallar la
solución correcta. En cambio, con tres o cuatro
letras los sujetos con rasgo elevado de ansiedad
emplearon más tiempo que los de rasgo bajo. Más
aún, se observó que los incrementos en tiempo
asociados a la ansiedad ocurrían en la parte final
del problema, coincidiendo con el repaso y
almacenamiento de la respuesta acumulada. Esto
corrobora la hipótesis de que la ansiedad elevada
conlleva un deterioro en la capacidad de la
memoria operativa, a medida que aumentan las
demandas de la tarea sobre ésta.
344
de tareas de "amplitud de dígitos" ("digit span") se
han explorado los posibles efectos sobre el
componente aislado de almacenamiento. Estas
tareas consisten en presentar series de números (o
letras) de creciente longitud, teniendo el sujeto
que recordarlos en el mismo orden al final de cada
serie. La capacidad de almacenamiento de un
sujeto se determina por el número de dígitos
consecutivos que es capaz de recordar. Eysenck
(1982, pp. 99-100) revisó 14 estudios en los que se
utilizó esta prueba. En nueve de ellos no hubo
diferencias en función del rasgo de ansiedad; en
tres se observó una relación negativa entre rasgo
de ansiedad y rendimiento; y en los dos restantes
la relación fue positiva. En un trabajo más
reciente, Calvo et al. (1992) confirmaron la
ausencia de diferencias en una prueba de recuerdo
de letras entre personas con diferente rasgo de
ansiedad, aun cuando los mismos participantes,
como ya se ha comentado, difirieron
significativamente en la prueba de amplitud de
lectura. Estos resultados demuestran que es la
memoria activa propiamente dicha, es decir, la
capacidad de simultanear almacenamiento y
procesamiento, la afectada negativamente por la
345
ansiedad, y no la mera capacidad pasiva de
retención a corto plazo.
346
29.13 - Capacidad Central de la Memoria
Operativa
347
Jiménez y Castillo, 1996), se presentan series de
frases de modo consecutivo. La tarea consiste en
comprender cada frase nueva, lo cual es
determinado por una prueba de verificación en
tiempo real (componente de procesamiento),
mientras se retiene y se recuerda (componente de
almacenamiento) la última palabra de las frases
precedentes. La capacidad o amplitud de la
memoria operativa se mide por el número máximo
de frases consecutivas de las cuales el sujeto es
capaz de retener las últimas palabras, a la vez que
demuestra haber comprendido correctamente las
frases.
348
participantes menos ansiosos en la condición sin
estrés. Por tanto, es posible concluir que la
capacidad básica de la memoria operativa no es
diferente en función del nivel de ansiedad; pero
que en condiciones de estrés se produce una
reducción temporal en dicha capacidad en las
personas con mayor ansiedad. Curiosamente, el
estudio de Darke (1988a) y el de Calvo et al. (1992)
coinciden en la magnitud de la reducción del
rendimiento asociada a la ansiedad (los sujetos
con menor ansiedad tuvieron un rendimiento
entre un 68% --Darke-- y un 64% -- Calvo et al.--
superior a los de mayor ansiedad).
349
Un estudio posterior de MacLeod, Tata,
Kentish y Jacobsen (1997) proporciona resultados
similares. En este caso, la tarea de memoria
autobiográfica consistía en pedir a los
participantes que proporcionaran ejemplos de
experiencias positivas y negativas para períodos
del pasado reciente (pasada semana), lejano (año
anterior) y remoto (5-10 años). Se tomó como
medida el número de experiencias de las que
hubieran podido acordarse en 1 minuto. Como
condición de control se utilizó una prueba de
fluidez verbal, en la cual no hubo diferencias entre
los pacientes ansiosos y personas normales de un
grupo de comparación. En cambio, los pacientes
recordaron mayor número de experiencias
negativas que el grupo de comparación, pero
ambos grupos fueron equiparables en el recuerdo
de experiencias positivas.
350
de ellos es que las personas no ansiosas puedan
recordar internamente tantas experiencias
negativas, pero inhibir su manifestación externa
porque les resulta desagradable hablar de ello, en
cuyo caso estaríamos ante un sesgo de respuesta
voluntaria, más que de memoria propiamente
dicha. Otro problema, no menos importante, es
que el mayor recuerdo de experiencias negativas
en los pacientes ansiosos pueda obedecer a que
realmente han vivido mayor número de tales
experiencias que las personas normales, y no a
que sesguen su memoria de ellas. Esto es muy
difícil de determinar y exige remontarse al pasado
de cada persona con medidas objetivas, no sólo
autoinformes de los propios implicados. En
consecuencia, los estudios de memoria
autobiográfica no pueden demostrar por sí
mismos la existencia de un sesgo en el
almacenamiento o recuperación de las
experiencias negativas pasadas.
351
352
30. PROCESAMIENTO DE INFORMACION NO
EMOCIONAL
353
operativa. Como consecuencia de ello, los efectos
adversos de la ansiedad sobre el rendimiento
serán mayores conforme aumenten las demandas
de las tareas sobre la memoria operativa. Estos
efectos van a ser examinados en relación con
cuatro aspectos: la reducción temporal en la
capacidad de almacenamiento-y-procesamiento
de la memoria.
354
que las personas no ansiosas utilizando las
palabras negativas que no habían sido presentadas
previamente, lo cual no es cierto. Más bien, habría
que concluir que, definitivamente, la ansiedad no
está ligada a sesgos de memoria, excepto por su
relación con la depresión.
355
Sesgo de Memoria Autobiográfica
356
experiencias en las que se hubieran sentido
ansiosos, y en la otra mitad no ansiosos. Además
de la probabilidad de recordar cada tipo de
experiencia, se medía el tiempo que los sujetos
tardaban en buscar en su memoria tales
experiencias. Los pacientes con ansiedad
generalizada no sólo recordaron más experiencias
estresantes que los sujetos normales, sino que el
tiempo de búsqueda de los primeros fue menor.
En cambio, las diferencias se invirtieron en el caso
de los recuerdos no ansiógenos. fase de memoria.
Así, la exposición de cada palabra se iniciaba
subliminalmente (v.g., 25 mseg) y se iba
incrementando hasta (v.g., 200 mseg) que el sujeto
era capaz de nombrarla correctamente. Si los
sujetos ansiosos hubieran almacenado las palabras
negativas de modo especial durante la fase de
presentación, entonces el nivel de accesibilidad de
esas palabras en la memoria habría sido mayor; en
consecuencia, tales sujetos habrían sido capaces
de identificarlas antes (es decir, con menor tiempo
de exposición) en la fase de memoria, algo que no
sucedió.
357
Síndrome de Ansiedad Generalizada
358
palabras de contenido no amenazante que los
otros dos grupos. Entre los pacientes recuperados
y los sujetos normales no hubo diferencias en
ninguno de los dos tipos de palabras. Por
consiguiente, a pesar de no haber encontrado
evidencias de un sesgo de memoria explícita, sí se
demostró dicho sesgo en memoria implícita.
359
decisión léxica como la ya descrita para el estudio
de Bradley et al. (1994). En este caso, los pacientes
con ansiedad generalizada no tuvieron menores
tiempos de decisión léxica sobre las palabras
negativas que los sujetos normales del grupo de
control. En cambio, un grupo de pacientes
depresivos sí manifestaron mayor rapidez de
identificación de las palabras negativas. Concluyen
Bradley et al. (1995) que sus datos revelan la
ausencia de un sesgo de memoria en la ansiedad
elevada, mientras que se confirma su existencia en
la depresión. Y, más aun, que los posibles efectos
de sesgo encontrados por MacLeod y McLaughlin
(1995) en pacientes ansiosos pudieron deberse en
parte, al menos, a que éstos también tenían
elevados niveles de depresión.
Ansiedad y Depresión
360
Byrne, 1994; Richards y French, 1991), pero no los
otros tres (Bradley, Mogg y Williams, 1994; Nugent
y Mineka, 1994; Russo, Fox y Bowles,1999).
361
frecuencia creían que utilizaban esas palabras
normalmente. En los experimentos de Russo et al.
(1999), durante la fase de presentación, los
participantes tenían que simplemente leer las
palabras, o bien tenían que pronunciar en voz alta
el color en el que cada palabra estaba escrita, y
luego pronunciar la palabra misma. Es posible que
estas tareas no promuevan los procesos de
elaboración necesarios para facilitar una retención
selectiva. Sin embargo, esta explicación es
inconsistente con los resultados obtenidos por
Eysenck y Byrne (1994), quienes observaron un
sesgo en completar palabras negativas tanto
cuando en la fase de estudio los sujetos
simplemente leían la lista de palabras, como
cuando tenían que escribir la palabra con
significado opuesto a cada una de la lista, a partir
de la raíz de la palabra antónima.
362
el estudio de Eysenck y Byrne (1994), las
diferencias en sesgo en función del rasgo de
ansiedad desaparecían cuando se controlaba el
efecto de las puntuaciones en depresión,
mediante análisis de correlación parcial. Un apoyo
adicional a la idea de la debilidad del fenómeno lo
constituye el dato de que no ha sido detectado
con pruebas que evitan posibles efectos de
selección voluntaria por parte de los sujetos, algo
que no puede excluirse en la prueba de completar
palabras. Una de estas pruebas, la de decisión
léxica, fue utilizada por Bradley et al. (1994).
Después de la fase de presentación, en la fase de
recuperación las palabras eran mostradas de
nuevo, junto con otras nuevas y con pseudo-
palabras: los sujetos indicaban si los estímulos
eran palabras o no. Con esta prueba, si se hubiera
producido un sesgo de memoria, entonces se
habría observado una mayor rapidez en identificar
(tomar la decisión léxica) las palabras negativas
que las neutras previamente presentadas, no
habiendo diferencias entre negativas y neutras no
presentadas. Por su parte, Russo et al. (1999),
además de la prueba tradicional de completar
palabras, utilizaron otra de identificación de
363
palabras con tiempos muy breves de exposición en
la suficientemente elevado. Un modo de
averiguarlo es investigar a pacientes con ansiedad
generalizada. La mayoría de los resultados
encontrados revelan, no obstante, una ausencia de
dicho sesgo también en estos pacientes.
364
palabras que habían visto en la fase de
presentación. No aparecieron diferencias en el
recuerdo de las palabras negativas entre los dos
grupos de pacientes, ni entre éstos y los sujetos
normales.
365
de un sesgo de memoria explícita en el síndrome
de ansiedad generalizada, uno de ellos utilizando
una prueba de recuerdo libre (Bradley, Mogg y
Williams, 1995) y el otro una de reconocimiento
(MacLeod y McLaughlin, 1995).
366
en mayor medida las palabras previamente
presentadas que otras no presentadas.
367
En cambio, no apareció el sesgo en varias
combinaciones más de tareas de codificación (v.g.,
simplemente leer las palabras presentadas) y de
recuperación (v.g., recuerdo libre). Foa, McNally y
Murdock (1989) manipularon las condiciones de
estrés en la fase de presentación de las palabras y
en la fase de recuperación, asignando a los sujetos
a una situación de evaluación, o bien dándoles
instrucciones de relajación. No encontraron
efectos de recuerdo preferencial de palabras con
valencia negativa en las personas con ansiedad
elevada en ninguna de las condiciones. Más aun,
cuando examinaron el recuerdo de los
participantes en los que se había incrementado el
estado de ansiedad (medido por elevaciones en el
ritmo cardíaco) en la fase de recuperación,
observaron, en realidad, una reducción en el
recuerdo de las palabras negativas.
368
social (v.g., "extrovertido" versus "introvertido"), o
de carácter general (v.g., "pacífico" versus
"colérico"). Los resultados proporcionaron
evidencias diferentes para la ansiedad y la
depresión.
369
depresión asociada a la ansiedad puede haber
contaminado los efectos atribuidos a ésta (Bradley,
Mogg y Williams, 1994).
370
Sesgo de Memoria Explícita
371
reconocimiento, pidiéndoles que escriban todas
las palabras de la lista que recuerden, o que
indiquen cuales de entre un conjunto fueron
presentadas inicialmente y cuáles no. Por tanto, en
el caso de las pruebas de memoria explícita la
recuperación de la memoria se hace mediante un
modo intencionado de búsqueda por parte del
sujeto.
372
palabras negativas que las de ansiedad baja, en
comparación con su recuerdo de las palabras
neutras. Ahora bien, esto sucedió únicamente en
la condición en la que se había anunciado la
prueba de interacción social.
373
estimar las discrepancias--, las puntuaciones
directas de cada sujeto fueron transformadas en
puntuaciones tipificadas. De este modo, las
distintas variables se hacen directamente
comparables, ya que todas se ajustan a una misma
escala de medida. Por un lado (Calvo y Eysenck,
1998), se examinaron las discrepancias entre datos
subjetivos y objetivos de salud física en
condiciones sin estrés. Con medidas de
autoinforme, los sujetos indicaban con qué
frecuencia habían sufrido en el último mes cada
uno de 25 síntomas psicosomáticos (v.g.,
insomnio, diarrea, etc.). Con medidas objetivas, se
registraron tres grupos de indicadores de salud
física (rendimiento atlético, capacidad cardio-
respiratoria, y parámetros bioquímicos en sangre y
orina). En el contraste entre medidas, las personas
con rasgo elevado de ansiedad decían tener más
problemas de salud que los detectados
objetivamente, mientras que ocurría lo contrario
en las de bajo rasgo; de modo tal que no existían
diferencias reales de salud entre los dos grupos.
374
en medidas de reactividad emocional en
condiciones de estrés de evaluación. Ante una
cámara de video, los sujetos exponían un breve
discurso y realizaban una prueba de estabilidad en
el pulso de la mano. Se registraron su tensión
subjetiva (v.g., percepción de sudoración en
manos), conductual (facial v.g., morderse los
labios--, motriz v.g., temblores--, verbal v.g.,
bloqueos al hablar--, y visual desvío de la mirada
de la cámara--), y fisológica (ritmo cardíaco y
resistencia de la piel) a lo largo de una línea base
sin estrés (v.g., sin cámara), una fase de
anticipación y de realización de las tareas con
estrés (durante la preparación de la exposición), y
una fase de recuperación post-tareas de nuevo sin
estrés. Los participantes con rasgo elevado de
ansiedad, tanto general como de evaluación,
manifestaron mayor reactividad emocional
subjetiva que objetiva, sucediendo a la inversa con
los de ansiedad baja; y se produjeron diferencias
subjetivas, pero no objetivas, en función del rasgo
de ansiedad. Estos resultados confirman que el
rasgo elevado de ansiedad está asociado a una
interpretación exagerada de las propias reacciones
conductuales y fisiológicas como alteraciones
375
emocionales indicadoras de peligro, sin
correspondencia con la realidad de su propio
comportamiento objetivo.
376
aspectos centrales aversivos de tales eventos los
recordamos mucho mejor que los detalles
periféricos no aversivos que acompañan a dichos
eventos (véase revisión en sesgo interpretativo en
la condición sin estrés. En cambio, en la situación
de estrés, primero, en ambos estudios se observó
un efecto del rasgo de ansiedad de evaluación
sobre el procesamiento de palabras de amenaza
evaluativa; y, segundo, en uno de ellos el efecto
también ocurrió parcialmente sobre las palabras
de amenaza física (Calvo y Castillo, 1997). Más
específicamente, las personas con ansiedad
elevada, en comparación con las de ansiedad baja,
tardaban menos tiempo en leer o nombrar las
palabras confirmatorias de amenaza evaluativa y
más tiempo en leer o nombrar las
desconfirmatorias de este tipo de amenaza. No
obstante, además, la ansiedad elevada dificultaba
el nombrado de las palabras desconfirmatorias de
amenaza física. Esto demuestra que el sesgo
interpretativo asociado al rasgo de ansiedad de
evaluación es predominantemente específico,
aunque también puede tener efectos menores en
las interpretaciones de amenaza física. En
377
cualquier caso, requiere la presencia de
condiciones de estrés.
378
sugiere la existencia de un sesgo interpretativo
consistente en la magnificación subjetiva del
malestar interno experimentado.
379
mayores que lo que los jueces observaron
realmente, y creyeron que su ritmo cardíaco había
aumentado más de lo que lo hizo realmente,
debido al estrés de la situación. Los sujetos con
bajo rasgo de ansiedad mostraron la tendencia
contraria.
380
la palabra confirmatoria de amenaza evaluativa
(v.g., "sospenso"), que los de ansiedad baja. No
hubo efectos de la ansiedad sobre las palabras
relativas a amenazas físicas. Estos resultados
confirman la especificidad del sesgo interpretativo:
la interpretación de peligro se produce en función
de la ansiedad de evaluación únicamente ante
estímulos ambiguos relativos a amenazas a la
autoestima.
381
pidiendo a sujetos con bajo o con elevado rasgo de
ansiedad general que realizaran una tarea de
estimación de riesgos un día antes de un examen
importante (estrés) o un mes antes (no estrés). Los
participantes hacían juicios de probabilidad de
eventos positivos y negativos. Para examinar la
especificidad del sesgo, los ítems podían referirse
a aspectos relacionados directamente con el
examen (v.g., "que el examen sea muy difícil") o
con otros aspectos negativos (v.g., "que se
estropee algo que has pedido prestado"). Se
observó un efecto del estrés específicamente
sobre los aspectos relacionados con el examen. De
este modo, en la condición de estrés los
participantes estimaban como más probable la
ocurrencia de eventos negativos relativos al
examen, en comparación con los juicios emitidos
en la condición sin estrés, mientras que no había
variaciones con respecto al resto de los eventos
negativos. En cambio, el rasgo de ansiedad de los
sujetos tuvo un efecto genérico. Así, los
participantes con elevada ansiedad predijeron que
era menos probable que cualquiera de los eventos
positivos les ocurrieran a ellos, y que era más
probable que cualquiera de los eventos negativos
382
les sucedieran, en comparación con las personas
de menor ansiedad.
383
Durante la tarea los participantes
pedaleaban sobre una bicicleta ergométrica a un
ritmo prefijado, que suponía una elevación del
50% de su ritmo cardíaco sobre la línea base en
estado de reposo. En contraste, en la condición sin
estrés, los participantes fueron instruidos para que
permanecieran relajados sin pedalear. Por
consiguiente, la condición de estrés carecía de
componentes informativos de peligro, físico o
psicológico. En tales circunstancias, no es de
extrañar que la condición de estrés no tuviera
efecto alguno sobre el sesgo interpretativo, por
separado o en interacción con el rasgo de
ansiedad. El rasgo de ansiedad, en cambio, sí tuvo
un efecto principal propio: los sujetos con rasgo
elevado de ansiedad mostraron una tendencia a
interpretar las frases ambiguas como amenazantes
(véase 2.2.A).
384
condición sin estrés, los participantes realizaron
directamente la prueba de homófonos sin pasar
por la de aptitud, o estuvieron un tiempo
equivalente relajándose. De los tres experimentos
realizados por estos autores, en dos de ellos el
rasgo de ansiedad, pero no la condición de estrés,
afectó al sesgo de interpretación. Las personas con
rasgo elevado de ansiedad produjeron más
interpretaciones amenazantes de los homófonos
ambiguos que las de bajo rasgo. Estos resultados
coinciden con los previos en que el rasgo de
ansiedad tiene una influencia propia sobre el sesgo
interpretativo, sin necesidad de la presencia de
condiciones de estrés. Por tanto, la tendencia a
interpretar información ambigua como
amenazante parece una característica de
vulnerabilidad relativamente estable en las
personas con rasgo elevado de ansiedad.
385
estrés. Así, Eysenck et al. (1987) presentaban
homófonos que, además de un significado
emocionalmente neutro, podían tener otro
relativo a peligros físicos (v.g., "die" --morir--
versus "dye" --teñir--) o sociales (v.g., "guilt" --
culpable-- versus "gilt" --dorado--). Las personas
con rasgo elevado de ansiedad eligieron las
interpretaciones amenazantes en mayor medida
que las personas con rasgo bajo. Pero esa elección
preferencial de los significados de peligro se
produjo de modo similar en los homófonos de
amenaza física y social. Según ello, el sesgo
afectaría de modo global a la percepción de
peligros, independientemente de la naturaleza de
éstos. Ahora bien, dentro de la categoría de
amenaza social, en el estudio de Eysenck et al. se
incluían palabras con significados muy variados,
que probablemente impidieron diferenciarla
claramente respecto a la categoría de amenaza
física.
386
amenaza física y amenaza evaluativa. Los
participantes leían frases ambiguas relativas a
situaciones emocionalmente neutras, a peligros
físicos, o amenazas evaluativas. A continuación de
cada frase, se presentaba una palabra --v.g.,
"suspenso"-- (o una confirmatorias de la amenaza,
en comparación con las personas con rasgo bajo
de ansiedad. Esto significa que los procesos
responsables del sesgo interpretativo no operan
inmediatamente, sino con una cierta demora.
387
visible cada vez) a un ritmo predeterminado, que
era común para todos los sujetos. Para determinar
el curso temporal del sesgo interpretativo se
dejaba un intervalo (SOA) de 500, 1.000, 1.250 o
1.500 mseg entre el inicio de la última región en el
contexto ambiguo --normalmente la región pre-
crítica de la frase desambiguadora (v.g., "El avión
se")-- y el inicio de la palabra crítica (v.g., estrelló;
o desvió).
388
palabra crítica respecto al contexto ambiguo (es
decir, con SOAs de 1.250 y 1.500 mseg), los
participantes de mayor ansiedad nombraron más
rápidamente las palabras confirmatorias de
amenaza que los de menor ansiedad, y ocurrió a la
inversa con las palabras desconfirmatorias de
amenaza.
389
Estrés versus Rasgo de Ansiedad
390
es el intervalo temporal entre el inicio de la
palabra ambigua (v.g., "shot") y la que aparece a
continuación, que deshace la ambigüedad,
concretándola en un significado neutro (v.g.,
"putt": golpe en golf) o amenazante (v.g.,
"gunfire": disparo) en cada ensayo (véase 2.2.A).
391
mostraron una facilitación (menor tiempo) sobre
la palabra amenazante en comparación con la
neutra, mientras que se produjo una tendencia
inversa en los participantes con bajo rasgo. Los
autores concluyen que el sesgo interpretativo no
parece automático, sino estratégico. Es decir, en
las personas con ansiedad elevada inicialmente se
activarían tanto el significado amenazante como el
neutro de la palabra ambigua, al igual que en las
de baja ansiedad. Ahora bien, mientras que en
éstas últimas se inhibiría el significado amenazante
enseguida, las de ansiedad elevada seleccionarían
el significado amenazante para un análisis más
elaborado.
392
desambiguadora que confirmaba o desconfirmaba
la amenaza. De este modo, en el ensayo que
incluía la frase ambigua "Sin apenas visibilidad, el
avión se acercaba rápidamente a la peligrosa y
escarpada montaña, al tiempo que los pasajeros se
pusieron a gritar de pánico", la frase resolutoria
aparecía segmentada en cuatro partes: (1) "El
avión se" (2) "estrelló", (o "desvió") (3) "por la
maniobra" (4) "del piloto". En cada frase
resolutoria, el segmento (1) se denominaba región
pre-crítica; el (2) era la palabra crítica
confirmatoria o desconfirmatoria de las
consecuencias de peligro; el (3) se corresponde
con la región post-crítica; y el (4) es la región final
de frase. No se observaron efectos de la ansiedad
en los tiempos de lectura de la palabra crítica ni en
la región final de la frase, pero sí en post-crítica.
Así, en las personas con rasgo elevado de ansiedad
se encontró (a) un aumento en el tiempo de
lectura de la región posterior a las palabras
desconfirmatorias de amenaza y (b) una
disminución del tiempo en la misma región
posterior a las cada frase ambigua se presenta una
frase resolutoria, en la cual se desvelan las
393
consecuencias derivadas de la anterior situación
descrita.
394
sentido que aparecen en el lugar de la palabra
crítica en parte de los ensayos, son palabras con
significado o no. Se registra el tiempo que tarda en
tomar dicha decisión. En la medida de nombrado
el sujeto ha de pronunciar en voz audible la
palabra crítica, registrándose el tiempo de
reacción en esta respuesta.
395
predecibles), desaparece dicho sesgo (Calvo y
Castillo, en imprenta). En conjunto estos
resultados indican que la ansiedad induce una
priorización de las inferencias de peligro, lo que es
una muestra del sesgo interpretativo. No obstante,
primero, Hirsch y Mathews (1997), con una tarea
de decisión léxica, obtuvieron un apoyo sólo
indirecto a la existencia del sesgo inferencial. En su
caso, no es que los sujetos con elevado rasgo de
ansiedad hicieran más probablemente las
inferencias de peligro que los de bajo rasgo; más
bien, los primeros no hicieron inferencias de
consecuencias emocionalmente positivas,
mientras que sí las hicieron los segundos.
396
de "priming" y de inferencias, al utilizar medidas
en tiempo real, se puede determinar en qué
397
examen importante. En general, las personas con
ansiedad elevada, tienden a sobreestimar la
probabilidad de que ocurra alguna consecuencia
peligrosa y la severidad del daño, así como a
infraestimar los recursos de afrontamiento y las
posibilidades de salvación (Tripp et al., 1995).
398
Más aun, el hecho de que algunas medidas
objetivas, como la de conductancia de la piel en el
estudio de Chan y Lovibond (1996), no vayan en la
misma dirección que las de estimación subjetiva,
aumenta las dudas sobre la validez de estas
últimas. Por eso, otras investigaciones del sesgo
interpretativo, como las de inferencias predictivas,
han utilizado medidas objetivas. Se trata, además,
de que el sujeto no se dé cuenta que se está
midiendo cómo interpreta la información ambigua,
a fin de que no pueda inhibirla o reprimir su
manifestación.
399
Eysenck y Estévez, 1994; Castillo y Calvo, en
imprenta; Hirsch y Mathews, 1997) los materiales
describen eventos de los cuales se pueden derivar
consecuencias peligrosas. Por ejemplo, "Ana
estaba afilando el gran cuchillo de cocina cuando
se le resbaló y dió directamente contra su mano".
Los sujetos leen este tipo de frases en la pantalla
de un ordenador, además de otras sobre
situaciones neutras que no implican peligro. A
continuación de la lectura de Richards y French
(1992) encontraron que los participantes con
mayor rasgo de ansiedad tardaban menos tiempo
en responder cuando la segunda palabra
representaba el significado amenazante que
cuando representaba el neutro, en comparación
con los de rasgo bajo de ansiedad. Ello permite
inferir que las personas con ansiedad elevada
hacían en mayor medida la interpretación
amenazante de la palabra homógrafa. No
obstante, este efecto variaba según el intervalo
entre la primera palabra (homógrafa) y la segunda
(significado neutro o de amenaza). Esto es
relevante para determinar en qué momento se
produce el sesgo de interpretación (véase 2.2.C).
400
Inserción de Palabras Homógrafas
Ambiguas en Frases
401
frase ambigua previa; más específicamente, que se
producirían disminuciones en los tiempos de
lectura en aquellas versiones que fueran
coincidentes con la interpretación previa realizada
por el sujeto (e incrementos en las versiones
contrarias).
402
Estimaciones de Riesgo e Inferencias Predictivas
Estimaciones de Riesgo
Procesamiento de Homófonos
403
"pain": dolor, y "pane": cristal, etc.). Al ser
presentadas las palabras auditivamente --y no
disponerse de los indicios visuales--, estas palabras
pueden ser interpretadas con su significado neutro
o con el amenazante con la misma validez. Así, en
el primer estudio que utilizó esta técnica, Eysenck
et al. (1987) presentaban palabras homófonas a
través auriculares. Inmediatamente después de ser
presentada cada palabra, en cada ensayo, los
sujetos tenían que escribirla (sin haber sido
informados de que algunas podían ser
homófonas). Varios estudios han encontrado que
las personas con elevado rasgo de ansiedad
escriben la versión léxica con el significado
amenazante en mayor medida que las de bajo
rasgo, quienes optan preferentemente por el
término con significado neutro (Eysenck et al.,
1987; Mogg, Bradley, Miller et al., 1994; Richards
et al., 1993). No obstante, es posible que ese
resultado no refleje directamente la existencia de
un sesgo genuino de interpretación durante el
procesamiento inicial de la palabra, sino de
elección posterior en la respuesta (véase MacLeod,
1996). Así, es posible que tanto las personas con
elevada como con baja ansiedad se hagan
404
conscientes del doble significado de los
homófonos al comprenderlos --y, por tanto, no
habría diferencias en interpretación--, pero que
unas decidan escribir el amenazante y otras lo
eviten voluntariamente.
405
En el caso de Richards y French (1992),
algunas palabras homógrafas tenían un significado
amenazante y uno neutro emocionalmente (v.g.,
"sentence": frase o condena; "revolution": giro o
guerra; "stole": visón o robar, etc.). En cada ensayo
se presentaban dos palabras en la pantalla de un
ordenador; o bien una palabra y una
pseudopalabra (serie de letras sin significado --v.g.,
"clogmuv"--). La palabra que aparecía en primer
lugar, "prime" o inductora, era un homógrafo con
un significado amenazante y otro neutro, o con
dos significados neutros. A continuación (con una
demora que podía oscilar entre 500 y 1.250 mseg)
se mostraba la segunda palabra, la cual podía estar
relacionada (o no) con alguno de los dos
significados de la homógrafa previa (v.g., para
"sentence" podía aparecer "words" --neutra--
"prison" --amenaza--). Al presentarse la segunda
palabra en cada ensayo, los sujetos tenían que
decir si era o no una palabra (prueba de decisión
léxica), apretando una de dos teclas.
406
primera palabra, o inductora. de la cara
amenazante después de un estado de vigilancia
inicial, sino que dicho estado permanece.
407
que en las personas con ansiedad específica, como
los fóbicos, después de un sesgo atencional inicial
hacia el estímulo amenazante, se produce un
sesgo estratégico de evitación atencional. En
cambio, en las personas con rasgo elevado
genérico de ansiedad el sesgo atencional inicial no
es contrarrestado subsiguientemente.
408
peligro como neutras (v.g., "El actor se tiró desde
la ventana del cuarto piso"; consecuencias: se
mató al caer al suelo; o se pudo salvar al caer en
una red de seguridad, etc.). El sesgo se determina
por la elección de la interpretación de peligro
sobre la palabra ambigua, o por la inferencia de
consecuencias aversivas a partir de la frase
ambigua.
409
Cuando los distractores son amenazantes.
Este sesgo atencional tendría una obvia utilidad
adaptativa, dada la importancia de la expresión
emocional de enfado en las caras de otros
individuos, como indicadoras de peligro potencial
procedente de éstos.
410
tiempos de reacción ante el punto que las
remplazaba) que ante las neutras. En cambio, los
participantes con mayor ansiedad no manifestaron
diferencias significativas ante ninguno de los dos
tipos de caras emocionales respecto a las neutras.
No obstante, estos datos no demuestran tanto la
existencia de un un sesgo de atención a la
información amenazante en las personas con
ansiedad elevada, como una ausencia de evitación.
El sesgo apareció más claramente en otro estudio
(véase Mogg y Bradley, 1998, p. 832) con
pacientes de ansiedad generalizada, utilizando
medidas de registro de sus movimientos oculares.
A lo largo de un período de presentación de las
caras, los pacientes mostraron cambios en la
mirada de la cara neutra a la amenazante no sólo
más probablemente, sino más temprano,
comparados con un grupo de personas normales.
Curso Temporal
411
Mogg y Bradley (1998, p. 833) refieren un
estudio en el que utilizaron la técnica de
enmascaramiento para presentar subliminalmente
pares de caras (neutra + amenazante o alegre).
Cada par de caras aparecía durante un tiempo
insuficiente (14 o 17 mseg.) para que los sujetos
pudieran reconocer la expresión de dichas caras. A
continuación aparecía la "máscara" (las mismas
fotos troceadas aleatoriamente) durante otros 14-
17 mseg, y al desaparecer ésta aparecía el punto
ante el que el sujeto tenía que responder.
412
bien con 500 mseg de exposición, bien con 1250
mseg.
413
la primera. Estos resultados han llevado a Fox a
concluir que el procesamiento selectivo de
información amenazante en condiciones de
presentación subliminal es susceptible de
influencia por factores contextuales. Define el
fenómeno como automático post-consciente, en
lugar de pre-consciente. Esto significa que el sujeto
no es consciente de qué estímulos se le presentan
en cada ensayo enmascarado y, en ese sentido,
éstos son procesados automáticamente. Pero el
conocimiento (consciente) que adquieren en los
ensayos no enmascarados previos repercutiría
(posteriormente) activando las representaciones
de amenaza en los ensayos enmascarados y, en
consecuencia, podría dirigir una búsqueda
estratégica en estos ensayos.
414
parte de las características concretas de esa
realidad, en términos visuales.
415
Los resultados mostraron, primero, que las
personas con rasgo elevado de ansiedad tardaron
menos tiempo en detectar la cara de enfado entre
las neutras que las personas con rasgo bajo,
mientras que no hubo diferencias entre ambos
grupos de sujetos en el tiempo para identificar la
cara alegre entre las neutras. Segundo, los
participantes con rasgo elevado de ansiedad
tardaron más que los de rasgo bajo en detectar la
cara feliz entre las de enfado. Los autores
concluyen que, según estos resultados, las
personas con elevado rasgo de ansiedad muestran
una facilitación en la detección y procesamiento
de información de peligro: aumenta el
rendimiento cuando el estímulo objeto de
atención es amenazante, pero dicho rendimiento
resulta interferído.
416
condición de exposición subliminal se produjo un
efecto interactivo de rasgo de ansiedad y tipo de
amenaza: los dos tipos de palabras de amenaza
utilizadas (general y específica) captaban de modo
similar la atención de las personas con rasgo
elevado de ansiedad, y en mayor medida que las
neutras o las emocionalmente positivas. En
cambio, en la condición de exposición ilimitada, se
produjo un efecto específico del tipo de amenaza:
únicamente las palabras de amenaza específica
evaluativa interferían atencionalmente más que
las neutras o las positivas. A juicio de los autores,
esto significa que el sesgo atencional en
condiciones de percepción no consciente afecta de
modo genérico a la información de amenaza. En
cambio, en condiciones de percepción consciente,
el sesgo atencional se vuelve específico. En el
primer caso, los procesos automáticos permitirían
únicamente detectar la valencia emocional de la
información (positiva, negativa, neutra).
417
Otros dos estudios han adaptado la técnica
de dirección atencional para su empleo con
presentación de estímulos que no puedan ser
percibidos conscientemente (Mogg,
418
normales no ansiosos ante el punto que sustituía a
la palabra amenazante, en comparación con la
palabra neutra. En contraste, en una muestra de
sujetos normales con diferentes niveles de
ansiedad (Mogg, Bradley y Hallowell, 1994), bajo
presentación supraliminal hubo evidencias del
sesgo atencional en función del rasgo de ansiedad
en la condición de estrés (examen próximo). Pero,
con presentación subliminal, el sesgo atencional
asociado al rasgo de ansiedad sólo ocurrió en la
condición sin estrés (examen lejano). Los autores
atribuyen esta ausencia de diferencias entre
sujetos con mayor y menor ansiedad en la
condición de estrés a que ésta rebaja el umbral de
detección de información de amenaza para todos
los sujetos, lo cual es coherente con el resultado
de MacLeod y Rutherford (1992).
419
Para esta autora, la ansiedad; ahora bien, dichos
incrementos dan lugar a un sesgo negativo mayor
en las personas con rasgo elevado, mientras que
ocasionan un sesgo positivo mayor en las de rasgo
bajo.
420
definido por la ausencia de conciencia del sujeto
respecto a la ocurrencia de tales estímulos (Fox,
1996; MacLeod y Hagan, 1992; MacLeod y
Rutherford, 1992; Mogg, Bradley y Hallowell,
1994; Mogg, Bradley y Williams, 1995; Mogg,
Bradley, Williams y Mathews, 1993; Mogg, Kentish
y Bradley, 1993). La técnica para someter a prueba
esta hipótesis ha sido la de enmascaramiento
retroactivo. Esencialmente, ésta consiste en
presentar los estímulos con tiempos muy breves
de exposición (unas pocas milésimas de segundo),
siendo sustituidos inmediatamente y en el mismo
lugar por lo que se denomina una "máscara". Esta
la configura un estímulo carente de significado.
421
MacLeod y Hagan (1992) y MacLeod y
Rutherford (1992) adaptaron la técnica de Stroop
para presentación enmascarada. En esta
condición, la palabra (amenazante o neutra) era
expuesta durante 20 mseg en la pantalla de un
ordenador, tras lo cual aparecía la máscara con el
mismo color y en el mismo lugar que la palabra
estímulo. La máscara permanecía hasta que el
sujeto nombraba su color, midiéndose el tiempo
de reacción. En la condición no enmascarada la
propia palabra estímulo permanecía visible hasta
que el sujeto respondía. En el estudio de MacLeod
y Hagan (1992) los sujetos eran mujeres que
habían sido previamente sometidas a un examen
para detectar posibles tumores cancerígenos, y se
encontraban en espera de los resultados del
análisis. Por tanto, la prueba del sesgo atencional
se realizó para ellas en condiciones de estrés. Se
computó un índice de sesgo hacia información de
peligro (v.g., tiempo de respuesta al color de las
palabras de amenaza, descontando el tiempo ante
las palabras neutras). En la condición enmascarada
se obtuvo una correlación significativa entre dicho
índice y las puntuaciones de los sujetos tanto en
rasgo como en estado de ansiedad, reflejando un
422
aumento en los tiempos de reacción acorde con
las elevaciones en la ansiedad.
423
dividieron a los pacientes en dos grupos: aquellos
cuyas preocupaciones dominantes eran de
carácter físico (v.g., enfermedad, muerte), y los
que se preocupaban prioritariamente por posibles
amenazas de carácter social (v.g., rechazo).
424
metodológica obedece a un planteamiento teórico
importante. Se trata de saber si las condiciones de
estrés y el rasgo de ansiedad promueven la
atención exclusivamente a informaciones de
amenaza y, por tanto, de carácter aversivo; o si
este efecto se subsume en uno más general de
sesgo atencional ante cualquier información
emocional, independientemente de si la valencia
afectiva de ésta es negativa o positiva. Ruiz-
Caballero y Bermúdez (1997) han revisado los
estudios que han incluido estímulos con valencia
afectiva positiva, con un total de 23 experimentos
realizados (de ellos 10 con sujetos normales con
bajo o con elevado rasgo de ansiedad; y 13 con
pacientes afectados por diversos tipos de ansiedad
clínica). Los resultados son mayoritariamente
favorables a la ocurrencia de un sesgo hacia
información de peligro, a la vez que muestran
generalmente ausencia de un sesgo hacia
información emocionalmente positiva (sólo en 7
de los 23 experimentos se produjo un sesgo
positivo). Es más, según estos autores, la
ocurrencia del sesgo positivo puede haberse
debido a que las palabras positivas utilizadas eran
antónimos de las negativas.
425
Esto ha podido producir efectos indirectos
de sesgo sobre las primeras a través de su
asociación con las segundas. El sesgo parece, pues,
relacionado con la valencia negativa de los
estímulos, más que con su valor emocional
genérico. Recientes resultados de MacLeod (1999,
p. 454) sirven para conciliar la posibilidad de que
puedan producirse sesgos positivos en la ansiedad
elevada, aunque el efecto principal sea de sesgo
negativo. Según este autor, los incrementos en
estado de ansiedad pueden inducir un sesgo
positivo tanto a personas con elevado como con
bajo rasgo de
426
estrés realizada, o la relevante a la disposición
emocional de las personas.
427
complejos. En la condición de estrés, las personas
con rasgo elevado de ansiedad mostraron un
incremento en la atención solamente a las
palabras de amenaza evaluativa, y hubo un
decremento en la atención a ellas por parte de las
personas con rasgo bajo (mientras que no resultó
afectado el procesamiento de las palabras de
amenaza no evaluativa).
428
Amenaza Evaluativa versus Física
429
estrategias de control sobre su atención para
evitar la preocupación permanente.
430
confirma los resultados de Mogg et al. (1990). Este
contraste es consistente con la argumentación
previa sobre los efectos del estrés agudo y el
prolongado dependiendo del rasgo de ansiedad.
431
el sesgo atencional que el estado de ansiedad. Más
aun, el estado de ansiedad afectó al sesgo de
modo interactivo con el rasgo: los incrementos en
el estado de ansiedad conllevaban aumentos en el
índice de sesgo en los niveles altos del rasgo, pero
no en los bajos. Basándose en estos resultados, los
autores concluyen que el sesgo atencional se debe
principalmente a características relativamente
duraderas de personalidad, en términos de rasgo
de ansiedad; que dicho sesgo no es algo que les
ocurra a todas las personas cuando se hallan en un
estado transitorio de ansiedad. El estado de
ansiedad actuaría como un potenciador de los
efectos del rasgo en los niveles elevados de éste.
Estos resultados coinciden, esencialmente, con los
de Richards et al. (1992), si bien Green, Rogers y
Hedderley (1996) presentan resultados
inconsistentes, que no permiten una consolidación
del fenómeno.
432
estrés es un factor necesario para que se produzca
el sesgo atencional en las personas con ansiedad
elevada. La predisposición emocional, en forma de
rasgo de ansiedad, no es suficiente; se necesita el
inductor externo, constituido por las condiciones
de estrés. Ahora bien, el estrés no produce
simplemente un efecto atencional diferente
dependiendo del rasgo de ansiedad. Los resultados
de MacLeod y Mathews (1988) sugieren que el
efecto puede ser opuesto, según cual sea el nivel
de ansiedad.
433
su rendimiento era superior a la media.
Inmediatamente después de esta fase se
administraba la tarea de medida del sesgo
atencional. En un experimento se utilizó la tarea
de Stroop y en otro la de dirección atencional. En
ambos se produjo un efecto principal del estrés,
independientemente del rasgo de ansiedad de los
participantes, que no tuvo influencia en ninguno
de los experimentos. En la tarea de Stroop, la
provocación de fracaso enlenteció el nombrado
del color de las palabras de amenaza evaluativa
(v.g., "estúpido"), en comparación con la condición
sin estrés. En cambio, no hubo diferencias entre
ambas condiciones respecto a las palabras neutras
o las de amenaza general (v.g., "solo", "mutilado").
Con la tarea de dirección atencional, la
provocación de fracaso produjo un decremento en
los tiempos de reacción cuando el punto coincidía
con las palabras de amenaza, tanto evaluativa
como general. En consecuencia, las condiciones de
estrés indujeron un sesgo atencional hacia las
informaciones de amenaza en ambos
experimentos.
434
Estrés Agudo versus Prolongado
435
incrementando su vigilancia hacia posibles
informaciones de peligro. En cambio, ante un
estrés prolongado, las personas respuesta cuando
la palabra representa estímulos aversivos, en
comparación con las palabras neutras. Dicho
enlentecimiento sería el indicador del grado en
que el contenido de los estímulos emocionales es
procesado y causa interferencia sobre el
procesamiento del color. En la tarea de dirección
atencional se presentan dos palabras (una de
amenaza y la otra neutra) simultáneamente en la
pantalla de un ordenador, durante períodos breves
(v.g., 500 mseg), separadas entre sí por unos
centímetros.
436
reacción se produciría debido a que el sujeto
estaría atendiendo a la palabra sustituida en esa
zona.
437
Los resultados han sido más consistentes con la
manipulación del estrés de evaluación.
438
amenaza evaluativa. Cuando el examen estaba
lejano, no había diferencias en la rapidez de
respuesta entre los sujetos con mayor y menor
ansiedad.
439
modelo teórico, o analizar las limitaciones de los
anteriores, lo que pretendemos en el presente
artículo es mostrar las evidencias experimentales
relativas al marco general. Dichas evidencias
pueden ser agrupadas en dos bloques: el primero
hace referencia a la priorización en el
procesamiento de información de peligro; el
segundo, a los procesos de interferencia y
compensación de información neutra. La teoría de
la eficiencia en el procesamiento se concentró en
estos últimos procesos; los modelos más recientes,
en los sesgos cognitivos. Nuestro marco pretende
combinar ambas posiciones, revisando los apoyos
empíricos favorables a un planteamiento
integrado.
440
tres funciones del sistema cognitivo: la dirección
atencional, la interpretación de estímulos
ambiguos, y la recuperación de información de la
memoria. Las evidencias empíricas al respecto van
a ser consideradas a continuación.
ATENCION SELECTIVA
441
Dos tareas experimentales especialmente
utilizadas para medir el sesgo atencional con
estímulos verbales han sido la emocional de
Stroop adaptada (v.g., Williams, Mathews y
MacLeod, 1995) y la de dirección atencional (v.g.,
MacLeod y Mathews, 1988). En la tarea de Stroop
se presentan palabras escritas en distintos colores.
El sujeto tiene que nombrar el color de la
escritura, procurando ignorar el contenido
semántico de la palabra. El sesgo atencional se
mide por el enlentecimiento en la se requiere la
utilización de representaciones previamente
almacenadas en la memoria con las cuales
contrastar la nueva estimulación. Pues bien, para
facilitar la función del mecanismo de alarma, la
ansiedad sesgaría el funcionamiento de cada uno
de los procesos cognitivos implicados, a fin de dar
preferencia al procesamiento de la información de
peligro. De este modo, el rasgo elevado de
ansiedad, en presencia de demandas estresantes
en el ambiente potenciaría los siguientes sesgos
cognitivos: una atención desproporcionada a las
señales de peligro en comparación con
información neutra; una interpretación
distorsionada de la estimulación ambigua como
442
amenazante; y una memoria exagerada de las
representaciones aversivas. La ansiedad guiaría los
procesos cognitivos para maximizar la eficacia en
la detección de peligro; amplificaría la importancia
de la valencia aversiva de los estímulos, haciendo
que los procesos cognitivos fueran asignados a
ellos con prioridad.
443
circunstancias el propio sistema cognitivo necesita
ayuda, recursos auxiliares que compensen su
reducción transitoria de capacidad. El estado de
preocupación que, por un lado, ocasionaría
interferencia cognitiva a través de las
representaciones aversivas, por otro, --a fin de
evitar el daño temido--proporcionaría la base
motivacional para incrementar los recursos
auxiliares. De este modo, la ansiedad conllevaría
una reducción en la capacidad central de la
memoria operativa, acompañada por un uso
extraordinario de recursos destinados a
compensar dicha reducción. En consecuencia,
únicamente cuando no haya posibilidad de utilizar
recursos auxiliares se producirá un deterioro en el
rendimiento en tareas que se realicen en
condiciones de preocupación.
444
relación con las propias necesidades, metas y
recursos. Segundo, mediante la movilización de
recursos compensatorios cognitivos y
conductuales. Esto serviría no sólo para evitar la
sobrecarga o interferencia interna en el propio
sistema, sino también para dirigir la acción externa
en el afrontamiento de las demandas. La
propuesta integradora que hacemos en el
presente artículo atribuye a la ansiedad una
influencia significativa en la ejecución de tales
procesos cognitivos, como parte de su función
dentro del sistema defensivo.
445
satisfacer o reducir tales demandas (Fernández-
Abascal, 1997). Si bien hay emociones positivas
ligadas a determinados tipos de estrés, como el
entusiasmo ante un desafío con posibilidades de
obtención de beneficios, las emociones en el
proceso de estrés son predominante negativas,
como el enfado, la culpabilidad o la ansiedad
(Lazarus, 1994). De entre éstas, la ansiedad es
considerada como la más representativa del
proceso de estrés (v.g., Bolger, 1990). Más aún,
según el propio Lazarus (1994, p. 239), "la
ansiedad es casi un sinónimo de estrés
psicológico". La razón es que el elemento más
característico de la ansiedad es la percepción de
amenaza; y precisamente la valoración de
amenaza en la relación demandas-recursos es
central en la concepción del estrés. Potenciación
de los Mecanismos de Alarma y de Movilización de
Recursos
446
(v.g., sustancias tóxicas) sea por amenazas
externas (v.g., un agresor). Este sistema defensivo
consta de un mecanismo de alarma y de un
mecanismo de movilización de recursos. El
primero permite detectar la urgencia e
importancia de las demandas; el segundo,
transformar las propias capacidades en acciones
para afrontar las demandas. Nuestra hipótesis es
que la ansiedad, dentro del proceso de estrés,
potencia la acción de dichos mecanismos,
mediante los procesos cognitivos de priorización y
compensación.
447
capacidades para satisfacerlas, e incluso para
procesarlas informacionalmente. Esto convierte al
ambiente en complejo. Muchas de tales demandas
conllevan peligros directos procedentes del propio
medio interno (v.g., hambre, enfermedades, etc.) y
externo (v.g., depredadores, condiciones
climáticas extremas, exigencias profesionales,
etc.), o indirectos (v.g., pérdida de beneficios
previamente logrados). Ello hace del entorno un
ambiente hostil.
448
En ambas, el sistema cognitivo tiene que
ser activo en la búsqueda de información y en la
utilización de recursos auxiliares. Por un lado, de
entre la multiplicidad de informaciones, se debe
priorizar el procesamiento de las más relevantes
para la propia adaptación. Esta priorización resulta
especialmente importante en el caso de las
informaciones indicadoras de peligro. Para llevar a
cabo esta función, el sistema cognitivo ha de
proceder selectivamente sobre tales
informaciones en el uso del mecanismo atencional,
constructivamente en el empleo del mecanismo de
interpretación de los estímulos ambiguos, y
acentuando la accesibilidad de las
representaciones relevantes en la memoria. En un
medio complejo y hostil, además, esta triple
función de priorización ha de estar disponible para
ejecutarse sin demoras. La eficacia de la respuesta
adaptativa ante el peligro exige el
desencadenamiento de estos mecanismos con
prontitud, para anticiparse al daño potencial antes
de que éste llegue a incidir sobre el organismo.
449
limitada memoria activa u operativa del sistema
cognitivo, éste tiene que poner en funcionamiento
recursos auxiliares. En relación con el
procesamiento de información indicadora de
peligro, dicha función resulta especialmente
importante. La razón es, precisamente, que la
priorización en el procesamiento de este tipo de
información, dado su alto valor adaptativo, al
indicar una situación de emergencia, puede
interferir con el procesamiento de información
concurrente neutra o no indicadora de peligro
(v.g., cuando tratamos de responder a las
preguntas de un examen mientras pensamos en
las consecuencias aversivas de un posible fracaso
en la prueba). Así, a las altas demandas de
procesamiento en condiciones normales, en
condiciones de amenaza se añade información
prioritaria con un alto poder de absorción de
recursos, debido al carácter emocional de dicha
información. Esto constituye una situación especial
de sobrecarga en el sistema cognitivo. Para que el
procesamiento de información concurrente no se
deteriore, el sistema cognitivo debe utilizar
recursos
450
31. ANSIEDAD Y COGNICION: UN MARCO
INTEGRADOR
Universidad de La Laguna
451
parcelas específicas incomunicadas. Aun
reconociendo la complejidad del fenómeno de
ansiedad, donde no todos sus componentes
convergen de modo uniforme (Calvo y Miguel-
Tobal, 1998), creemos justificada y fructífera una
aproximación integradora de la multiplicidad de
hallazgos empíricos.
452
contrarrestar los efectos interferidores sobre el
procesamiento de la información neutra no
priorizada; y (d) la ejecución de tales procesos
afectaría, por un lado, a la selección atencional de
la información de peligro y la interpretación
sesgada de la información ambigua; y, por otro, a
la reducción en la capacidad de la memoria
operativa y al uso extraordinario de recursos
auxiliares.
453
454
32. ACTIVIDADES Y DINÁMICAS
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
Los alumnos individualmente en sus
hogares pedirán a sus padres mirar algún
programa de Televisión, con el propósito de
observar conjuntamente cómo los personas
señalan mutuamente las cosas positivas o
negativas.
455
De esta actividad se puede hacer una
puesta en común después en el aula, para
compartir experiencias.
456
32.2 - CUATRO FORMAS DE DIRIGIR
EL CURSO DE UNA EMOCIÓN
1) el apaciguamiento,
2) la represión,
3) la supresión
4) la transformación del
sentimiento/emoción.
457
1) APACIGUAMIENTO
2) REPRESIÓN
458
desconectaron por completo su nivel emocional e
intentaron no achacar a sí mismos el horror que
reinaba a su alrededor. Para poder sobrevivir
tuvieron que desconectar sus emociones.
459
3) SUPRESIÓN
460
aprende una técnica de autodefensa, convierte su
miedo en algo productivo: la capacidad de poder
defenderse de un agresor hace el miedo más
soportable y disminuye el peligro real. Lo mismo es
válido para la persona que ha solicitado un puesto
de trabajo sin obtenerlo y emplea su enojo fruto
de la frustración- en prepararse mucho más a
fondo para la siguiente entrevista.
461
32.3 - DEFENDAMOS NUESTROS DERECHOS
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
El profesor presentará situaciones
cotidianas donde el alumno tendrá que defender
sus derechos de manera asertiva, sin usar la
agresividad.
A modo de ejemplo, presentamos las
siguientes situaciones:
- ¿Qué harías si alguien te quisiese pasar delante
en la cola del cine?
462
- Si encuentras que te han puesto una nota injusta
en un examen, ¿cómo lo defenderías delante de tu
profesor?
- En una asamblea se hace una selección de las
ideas surgidas y te das cuenta que la tuya no está
contemplada, ¿qué dirías o qué harías?
- Te quieres introducir en un juego que ya está
empezado y no te dejan, ¿qué harías?
El profesor tendrá que remarcar que estas
situaciones no siempre se tienen que resol ver a
favor del protagonista, también es necesario tener
en cuenta la defensa asertiva de los derechos del
otro.
Luego se hará una puesta en común para
valorar diferentes soluciones asertivas a estas
situaciones, dándose cuenta que, en ningún caso,
ha sido necesaria la agresividad.
463
32.4 - DIRIGIENDO EL COMPORTAMIENTO
A TRAVÉS DE LA MOTIVACIÓN
464
la persona que afecta la disponibilidad de esa
persona a iniciar o a continuar una actividad.
465
cognitivos. Las películas de "suspense" nos
mantienen atentos a la pantalla porque crean
desequilibrios de forma continuada, los docentes
también los tienen que crear en el aula
preguntando, generando interrogantes, etc. Otra
forma de estimular el interés de los estudiantes es
relacionando el contenido con sus experiencias,
con lo que conoce y le es familiar. También resulta
estimulante envolver a los estudiantes en una
amplia variedad de actividades en donde se
fomente la participación, el trabajo cooperativo y
se utilice material didáctico diverso y atractivo.
466
32.5 - EL BUZÓN
SESIONES: 1
LUGAR: Aula
ESTRUCTURA DE LA CLASE: Grupo clase
MATERIAL: Buzón de cartón, hojas de papel,
sobres y lápiz
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
Delante de un conflicto los alumnos
pueden escribir una nota donde expliquen qué ha
pasado, quiénes están implicados y qué solución
se puede dar.
Introducen la nota en un sobre. En el dorso
escriben el nombre del destinatario y al reverso, el
del remitente.
Pueden escribir estas notas durante la
semana en momentos libres (le clase o en su casa
con la colaboración de los padres (para involucrar
467
de esta manera a la familia). Las notas se
repartirán en la hora de tutoría; si es oportuno, se
pueden leer y comentar en clase.
468
32.6 - ENVIDIA O ADMIRACIÓN
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
Individualmente, los alumnos escriben en
una hoja en qué situaciones o hacia qué personas
sienten admiración o envidia y el polqué, y a
continuación qué harían para que esta persona o
situación no les causase sentimientos negativos
resaltando las cualidades.
El profesor recoge los trabajos para evitar
que se conozcan las envidias intra-clase, pero
469
puede resaltar algunas partes de los escritos de
algún alumno (de manera anónima), si ofrece
aspectos modélicos.
Debatir luego, entre toda la clase, cómo la
envidia se puede superar desde nosotros mismos.
470
32.7 - ESCENAS AGRESIVAS O COMPETITIVAS EN
LAS PELICULAS
OBJETIVOS:
- Analizar las diferentes situaciones que se dan en
una película, según se las considere o no
agresivas, violentas o competitivas.
- Saber buscar las causas que han originado los
conflictos.
ESTRUCTURA DE LA CLASE: Trabajo individual con
la familia
MATERIAL: Televisión y/o video, hojas y lápiz
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
Este trabajo se realizará en casa, pidiendo
ayuda a la familia, especialmente a los padres,
para poder desarrollar una sesión de televisión con
implicación de todos los miembros, Para este fin
repartiremos las series y películas de todo el fin de
semana, elegidas previamente y de ser posible
junto con los alumnos, de tal manera que
propondremos que durante la proyección vayan
anotando: las escenas agresivas y/o competitivas
471
que se produzcan, aquellas que no han llegado a
serlo gracias al comportamiento de los
protagonistas y también las escenas prosociales.
Haremos notar a los alumnos que existe un
tipo de agresividad aparte de la física.
Posteriormente, en el aula, se comentará
todo lo que han anotado, haciendo un gráfico
comparativo de las diferentes películas.
472
32.8 - LOS SALUDOS DESDE LA FAMILIA
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
Esta actividad está enfocada para que los
alumnos la realicen en su propia casa con su
familia más allegada, o al menos, con quienes
convive.
El profesor animará a realizar la siguiente
actividad:
El alumno propondrá una reunión familiar
donde se hable de los saludos que son habituales o
deseables en casa, con los parientes, con los
473
vecinos y que cada uno explique cómo lo hace y
qué siente.
Claro está, se habrá avisado a la familia para que
aproveche a positivizar esta realidad.
474
32.9 - MANEJAR UNA EMOCIÓN FUERTE PASO A
PASO
475
vigorosamente moviendo los brazos. A eso se lo
llama catarsis benigna. Se debe hacer algo con la
energía, de lo contrario se vuelve hacia la
excitación. Por otra parte, no se debe exagerar:
correr ocho kilómetros puede exaltar y agitar más.
Lo que se sugiere son cinco minutos de ejercicios.
Distraer los pensamientos del objetivo. La
mayoría cree ingenuamente:
en el objetivo y pienso en eso, o en él o en ella,
entonces hallaré una nueva manera de
. Tal vez se deba analizar
la situación luego, pero centrarse en el objetivo
típicamente enoja más (o deprime más, o
atemoriza más). Se debe quebrar la tendencia a
la acción hacia afuera. Además, demasiada
cavilación es como hacer girar los neumáticos en
el barro: sólo se consigue hundirse más.
476
32.10 - POR QUÉ SE DAN LOS
COMPORTAMIENTOS VIOLENTOS
* La glorificación de la competitividad
477
Los varones suelen adaptarse a este
estereotipo y manifestar esta imagen bebiendo,
peleando, utilizando un lenguaje duro y soez, y
algunos también en su sexualidad (teniendo
múltiples relaciones para experimentar así su
poder).
478
Tan biológicamente posibles son la
agresión maligna, el fanatismo y la criminalidad
como la compasión y la justicia. Todas estas
actitudes y comportamientos están dentro del
abanico de posibilidades de la persona normal.
RABIA
479
hacia alguien, hacia algo que uno puede dañar o
hacia uno mismo (autoagresión).
MIEDO
La agresividad es un comportamiento
biológico que cumple una serie de funciones de
supervivencia, como son:
- Marcar el territorio.
480
a) Plantearnos adonde nos lleva la conducta
violenta, ¿qué conseguimos con ella?.
481
. Habla con serenidad y calma, más lento
de lo habitual. La calma se contagia. Utiliza
un tono mas bajo de lo normal.
- Necesitas evitar:
. Humillar y ridiculizar
. Prejuzgar
482
32.11 - CÓMO DESARROLLAR EL CONTROL DE LA
CÓLERA
483
2. Impacto y confrontación
484
- No puedo cambiarlo con cólera.
485
- Probablemente pretende enfurecerme de
verdad. Voy a decepcionarlo.
- Respira profundamente.
486
b) cuando el conflicto está resuelto o el
afrontamiento tiene éxito:
487
32.12 - EN LO QUE SE REFIERE A NUESTRAS
EMOCIONES NECESITAMOS APRENDER A:
488
- Pegar puñetazos y patadas al aire incluyendo la
emisión de sonidos.
489
32.13 - ¿SABEMOS QUÉ ES UNA AGRESIÓN?
SESIONES 2.
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
490
Se pide:
491
32.14 - SUPERAR LA ENVIDIA
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
492
4) En alguna ocasión atreverse a decir a la persona
objeto de envidia, que siente admiración por lo
que ha hecho, o por su forma de ser.
493
32.15 - TÉCNICAS PARA EL CONTROL EMOCIONAL
Séneca
494
2) Desarrollo automático de pensamientos
negativos y/o cínicos:
495
Una manera de realizar la introspección
podría ser ésta:
496
4) Interpretación de las causas de la situación:
497
UN PING-PONG DEL PENSAMIENTO
498
Comience el juego con el jugador más joven
sentado en el medio. El jugador con la edad que le
un comentar
499
Comentario negativo:
No eres bueno en ciencias. ¿Para qué
molestarte en intentarlo?
Comentario positivo:
Si estudias más o realizas un proyecto
adicional, puedes subir tu nota.
Comentario negativo:
Las ciencias son aburridas, y los libros que
estamos utilizando son demasiado difíciles.
Comentario positivo:
Puedes encontrar libros que las harán más
interesantes, o inclusive un programa de
computación que podría explicarlas. Puedes
pedirle ayuda a alguien que las conoce bien y es un
buen docente.
Comentario negativo:
Enfrentémoslo, no importa lo que hagas, de
todos modos seguirás obteniendo una calificación
baja. Ya has fracasado tres veces.
500
Comentario positivo:
Aun cuando tengas una nota baja esta vez,
puedes equilibrarla con una buena calificación en
tu lectura. Si lees dos libros adicionales, puedes
obtener la nota máxima.
La persona sentada en el medio que
501
principios generales de la psicología de la
conducta.
502
32.16 - VENCER EL TEMOR
503
frecuencia que no es tan grave como parece al
principio. El miedo es un monstruo que vive en la
caverna del subconsciente, envuelto en tinieblas;
iluminemos la caverna; saquémosle de su oculta
madriguera; mirémosle cara a cara, y lo
desharemos.
3) RAZONARLO.
esto suceda? Y si acontece, ¿será tan desastroso
Siempre la imaginación sobrecarga
con tintes negros nuestras emociones.
504
sensaciones conscientes o en concentraciones
voluntarias, o mejor, cuando el temor es
exagerado e impuesto por la imaginación...
505
9) REDUCIR LA ANGUSTIA MUSCULAR. Así se llama
a un estado latente de inseguridad o angustia
debido a una fuerte y prolongada tensión en los
músculos intercostales. Estos impiden la
conveniente dilatación del pecho, la que tenemos
cuando estamos animados o seguros; y en cambio
nos imponen la postura del tímido o deprimido.
Para estos casos, de no aparecer causas psíquicas
o emocionales de temor, tratemos de ablandar
esos músculos cuanto antes con adecuados
ejercicios gimnásticos, con postura más correcta y
con masaje.
506
fórmula mágica psicológica para desactivar las
emociones agresivas. (Por cierto, la misma técnica
funciona también en las reacciones producidas por
el miedo). Cuando nos enojamos, a menudo somos
víctimas de impresiones y sospechas precipitadas
que, vistas de cerca, resultan exageradas o
injustas.
507
32.17 - VENCER LA ANTIPATÍA: OJOS NUEVOS
CADA DÍA
LUGAR: Aula
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD:
508
esta persona les fuese simpática, resaltando
sus cualidades.
El profesor recoge los trabajos para evitar que
se conozcan las antipatías intra-clase, pero puede
resaltar algunas partes de los escritos de algún
alumno (de manera anónima), si ofrece aspectos
modélicos.
509
510