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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

FACULTAD: PSICOLOGIA HUMANA

TRABAJO ACADEMICO DEL TERCER SEMESTRE

CURSO: PSICOANALISIS
DOCENTE: MARIA ISABEL RODRIGUEZ ARROYO
ALUMNO: Samuel Augusto Mateos Villena
CODIGO: 2014106092

CUSCO – PERU
2015
TRABAJO ACADEMICO

1.-Analisis del Video

Freud: La Naturaleza Oculta del Hombre

Que demostró Freud de la naturaleza del hombre


El término “inconsciente” empezó a utilizarse en el campo de la psiquiatría tras
el trabajo de Freud. Por un lado el estudio de la hipnosis había demostrado que
los síntomas, tanto corporales como mentales, podían ser reproducidos por
sugestión hipnótica pero Freud observó que un proceso similar se podía iniciar
sin hipnosis. El comando u orden de la hipnosis era sustituido por alguna
necesidad imperativa en la mente del sujeto de “olvidarse” de un cierto evento
de naturaleza traumática, que según Freud frecuentemente era de naturaleza
sexual. Puesto que el dato reprimido se vuelve inaccesible y no puede ser
recordado como todo aquello que se guarda en la memoria, pensó que el dato
reprimido estaba en un “lugar” distinto a la memoria ordinaria.

Según Freud se debe regresar a un pasado distante, ya que los disturbios


neuróticos eran causados por experiencias de la infancia. Él concebía, sin
embargo, el inconsciente, que supuestamente "contenía" todo lo reprimido, como
originalmente "vacío". Incluso cuando posteriormente admitió que tales
experiencias podían ser anteriores al nacimiento, a experiencias en el útero
materno, aun así las consideraba ubicadas en un supuesto espacio donde no
existía nada más.

Los hechos que sugieren la existencia del inconsciente son principalmente estos:
que en ciertas situaciones, como las del psicoanálisis, salen a la luz memorias
de las cuales el sujeto supuestamente no sabía nada y que, en casos anómalos,
ese salir a la luz conlleva la desaparición de los síntomas o un notable cambio
de conducta. Esta comunicación permanece restringida en condiciones
ordinarias; mediante hipnosis, análisis de los sueños o por medio de "libre
asociación" lo inconsciente puede reentrar a la consciencia.

Que exploro Freud del hombre


Hasta antes de la publicación de La interpretación de los sueños de Freud, no
existía una obra metódica teórica, que se ocupara del papel de los sueños en la
vida real, la relación que guardan con el psiquismo y la biología y con los
procesos mentales en genera y la vida patológica o normal.

Freud establece una diferencia entre los contenidos del sueño:

- Contenido manifiesto: El sueño que se escribe al despertar

- Contenido latente: la asociación de ideas que surgen con respeto al


sueño

- Elaboración del sueño: el proceso por el que se transforma el sueño,


el proceso de conversión del sueño latente en sueño manifiesto
- Análisis del sueño: el proceso contrario a la conversión, con el material
de la asociación de ideas se puede descubrir el contenido latente para
entender el significado del sueño.

A partir de este momento se inicia el método de la interpretación de los sueños


con los tecnicismos que Freud irá elaborando y concibiendo para la
interpretación de los significados del sueño.

Que dice del aparato psíquico


Freud divide el funcionamiento del aparato psíquico en tres instancias, el Ello, el
Yo y el Superyó; atribuyéndole a cada función una parte constitutiva de éste y
asignándole un orden prefijado en una determinada sucesión cronológica.

El Ello es el polo pulsional de la personalidad que representa el instinto,


expresión psíquica inconsciente, hereditaria e innata, en parte adquirida y
reprimida, que constituye la reserva primaria de la energía psíquica que
entra en conflicto con el Yo y el Superyó.

El Yo es la instancia que se encuentra en relación de dependencia


respecto al Ello y al Superyó que se presenta como mediador, encargado
de la totalidad de la personalidad, aunque su autonomía sea relativa. Es
el polo defensivo de la personalidad frente a la percepción de un afecto
displacentero o señal de angustia.
Freud considera al Yo un aparato adaptativo diferenciado del Ello, a partir
del contacto con la realidad.

El Superyó es el juez o censor con respecto al Yo y representa la


conciencia moral, los ideales y la auto observación.
Freud define al Superyó como el heredero del complejo de Edipo, formado
por la incorporación de las prohibiciones y exigencias parentales.
2. Ensayo:
El complejo de Edipo

El mito ancestral escrito por Sófocles en una obra que conserva su actualidad
después de veinticinco siglos. El destino trágico del héroe es su deseo
irrefrenable de saber, su desmesura y arrogancia lo condenan a la ceguera y el
exilio. Su pecado es haber descifrado el enigma sagrado del monstruo materno,
enigma que, sin embargo, permanece indescifrado en el interior del propio sujeto.

En la teoría freudiana, el sujeto puede huir de su angustia. Puede proceder


astutamente con ella o aún en cierto modo, negarse a entrar en la escena
edípica, prefiriendo anular al padre. Esta idea fue también, sacada del mito
griego ya que Edipo rey mata a su padre quitándole la vida (aunque no fuera
consciente de que era su padre, pero Freud utilizó el simbolismo). El sujeto
puede también entablar lucha abierta contra las propias angustias y protestar
contra el dilema que se le ofrece. En ambos casos se abren los caminos que lo
llevan a la neurosis, perversión, o a la locura. Por ello Edipo terminó enfermo.
Edipo rey anula al padre quitándole la vida, es evidente que Freud toma este
elemento del mito para reflejar esta idea de su teoría.

De acuerdo a Freud, esta relación dual es, en realidad, una relación en la que el
tercer polo se encuentra ocupado por una sombra (La sombra del padre), ya que
el niño, en su “dialogo” con la madre halla a su padre en el inconsciente de ésta.
Igualmente en la relación dual del Edipo, un cuarto término hace intervenir su
discreta presencia: muerte deseada del padre, o muerte temida del hijo, esto es
castración. En el mito, Edipo mata a su padre, pero si no hubiese muerto él. De
alguna manera “temía” que su padre lo matara, por lo tanto eso lo lleva a desear
su muerte.

En la teoría de Freud, el Edipo es, pues, ante todo, esta separación del niño con
la madre: separación organizada por la institución que regula las leyes de la
paternidad y de la prohibición del incesto. La aparición del tercero (del padre),
expulsará al hijo del mundo imaginario constituido por su relación dual con la
madre. La relación de amor hacia el padre será en cierto modo artificial,
organizada por el temor a la castración (complejo de castración: Es el conjunto
de fantasmas que invaden al niño al descubrir las diferencias de los sexos. El
complejo de castración es distinto en el niño, quien en el complejo de Edipo,
temerá que el padre le castigue por sus deseos sexuales quitándole el pene, y
en la niña, fomentará un cierto resentimiento hacia la madre que se le antoja la
causa de su falta de pene).

Más allá del triángulo edípico (madre - padre - hijo) se perfila un cuarto personaje,
que es la muerte, la cual se encarna en las pulsiones hostiles hacia el padre y
en el complejo de castración. El niño se opone al padre y desea su destrucción
(de alguna manera esta idea de Freud fue tomada simbólicamente de la leyenda
de Sófocles, ya que Edipo Rey destruye a su padre) pero al mismo tiempo el niño
procura identificarse con él, en el cariño y la admiración que le profesa, los
elementos de su ideal del Yo. Esta ambigüedad muestra la culpabilidad de que
va a sentirse presa el niño. Dicha culpabilidad, dicha angustia (que también
siente Edipo Rey), suscitan el temor de una agresión como respuesta del padre.
Esa angustia de la agresión como respuesta es lo que constituye el complejo de
castración. Por eso Edipo Rey hubiese preferido morir cuando Layo lo mandó
matar antes que vivir con ella. El hecho de que Layo mandara a matar a su hijo
para evitar la tragedia, es lo que Freud toma simbólicamente para decir que el
niño se separa de la madre por obra del padre, aunque, como dije antes, el niño
lo hace por “miedo” al padre. Pero en ambos casos el Padre de una manera u
otra realiza el corte. En la leyenda le dan esta importancia al rol del padre, porque
su manera de evitar la peste era matando a su hijo. Como esto no se cumplió el
hijo se fue solo. Esto nos muestra simbólicamente cuán importante es resolver
el complejo de Edipo, para no llegar a la locura; que en la leyenda se simboliza
con la peste. La resolución del Edipo hará cesar la peste. Sí o sí deben
resolverse.

En el momento en que Edipo se quita los ojos, de alguna manera (para Freud)
esto representa la castración. Como miró a su madre, se castra él mismo
quitándose los ojos (es simbólico). Cuando Layo ordena que Yocasta matara al
niño al nacer, esto simboliza la castración, pero como no se efectuó la realiza
Edipo mismo. Para Freud el hecho de que Layo mandara a matar al niño para
evitar la tragedia, simboliza el hecho de que el niño renuncie a su madre (evitar
la tragedia) por miedo a que su padre lo castre. Edipo Rey no la pudo evitar
entonces hizo lo que se debía hacer hace tiempo, sé autocastró simbólicamente
quitándose los ojos. Porque como dije antes, el complejo de Edipo tanto como la
peste de alguna manera debe terminar

El complejo de Edipo constituye un hito fundamental en la teoría freudiana. El


descubrimiento en sueños y fantasías propias y de sus pacientes de deseos
infantiles incestuosos hacia la madre y agresivos hacia el padre en el varón,
confluye con la lectura temprana de la tragedia de Sófocles para dar lugar a la
invención de lo que pasará a ser el “complejo nodular de las neurosis”.
3. Melanie Klein: Tendencias criminales en niños normales

Resumen y análisis

TENDENCIAS CRIMINALES EN NIÑOS NORMALES 1927

Una de las bases del psicoanálisis es el descubrimiento de Freud de que


encontramos en un adulto todos los estadíos de su desarrollo infantil temprano.
Los encontramos en el inconsciente, que contiene todas las fantasías y
tendencias reprimidas. Como sabemos, el mecanismo de la represión está
principalmente dirigido por las facultades de juicio y de crítica -el superyó-. Es
evidente que las represiones más profundas son aquellas que están dirigidas
contra las tendencias más antisociales.

El análisis infantil, especialmente el análisis temprano, por el que se entiende el


análisis de niños entre tres y seis años, da un cuadro muy esclarecedor de cuán
temprano comienza esta lucha entre la parte aculturada de la personalidad y la
parte primitiva. Los resultados que se ha obtenido con niños pequeños han
demostrado que ya en el segundo año encontramos el superyó en acción.

En esta edad, el niño ya ha pasado estadíos muy importantes de su desarrollo


psíquico; ha atravesado sus fijaciones orales, en las que debemos distinguir
entre la fijación oral de succión y la fijación oral de morder. Esta última está muy
conectada con tendencias canibalísticas.

Además, en el primer año, tienen lugar gran parte de las fijaciones sádico-anales
que representan un papel principal en las tendencias a examinar.

Ya en el segundo año encontramos al superyó en acción. Lo que produce esto


es el advenimiento del complejo de Edipo. El psicoanálisis ha demostrado que el
complejo de Edipo juega el papel más amplio en el entero desarrollo de una
personalidad, tanto en las personas que se convertirán en normales como en las
que se convertirán en neuróticas. El trabajo psicoanalítico ha demostrado cada
vez más que también la entera formación del carácter deriva del desarrollo
edípico, que todo matiz de dificultades de carácter, desde el ligeramente
neurótico al criminal, está determinado por él.

Cuando se instala el complejo de Edipo, lo que, sucede al final del primer año o
al comienzo del segundo, están plenamente en acción los estadíos tempranos
sádico-orales y sádico-anales. Se conectan con las tendencias edípicas, y se
dirigen hacia los objetos alrededor de los cuales se desarrolla el complejo de
Edipo: los padres.

Mencionemos un caso especial, el de un niño de cuatro años, muy normal y


satisfactoriamente desarrollado en todo aspecto, de nombre Gerald. Este caso
es muy esclarecedor en muchos aspectos. Gerald era un niño muy vivaz y
aparentemente feliz, en el que nunca se había advertido ninguna angustia, y fue
traído al análisis sólo por razones profilácticas.
Durante el curso del análisis se descubrió que el niño había pasado por una
intensa ansiedad y estaba aún bajo la tensión de la misma. Uno de sus objetos
de angustia establecidos durante el análisis, era una bestia pero que en realidad
era un hombre. Esta bestia que hacia grandes ruidos en la habitación próxima,
era el padre cuyos ruidos emanaban del dormitorio adyacente. El deseo de
Gerald de penetrar allí, de cegar al padre, castrarlo y matarlo, provocaron el
temor a ser tratado del mismo modo por la bestia. Ciertos hábitos transitorios,
tales como un movimiento de los brazos, que el análisis demostró que
significaban empujar a la bestia, eran debidos a esta angustia. Gerald tenía un
tigre pequeño y su gran afecto por este animal se debía en parte a la esperanza
de que lo protegería de la bestia pero a veces este tigre resultó ser no sólo un
defensor sino también un agresor. Gerald proponía mandarlo a la habitación
adyacente para llevar a cabo sus deseos agresivos hacia el padre. Esta parte
primitiva de la personalidad estaba representada en este caso por el tigre, que,
como se comprobó, era Gerald mismo, pero en una parte suya de la que hubiera
querido no darse cuenta. Pero Gerald tenía también fantasías de cortar en
pedazos a su padre y a su madre, fantasías conectadas con actos anales, con
ensuciar al padre y a la madre, con heces. Una escena que simuló después de
estas fantasías resultó ser una comida en la que él y su madre se comían al
padre. Es difícil ilustrar cómo un niño tan sensible como éste sufre por estas
fantasías, que la parte cultivada de su personalidad condena fuertemente. Este
niño no podía mostrar bastante amor y bondad hacia su padre; y aquí vemos un
fuerte motivo para que reprimiera su amor por la madre, la que de algún modo
es causa de estas fantasías, y de que permaneciera apegado al padre en
redoblada fijación que podría formar la base de una actitud homosexual
permanente en la vida posterior.

En todas estas situaciones, en la medida en que sus sentimientos son negativos,


el niño reacciona con todo el poder e intensidad del odio característico de los
tempranos estadíos sádicos del desarrollo. Pero, como los objetos que odia son
al mismo tiempo objetos de su amor, el conflicto que surge se hace muy pronto
intolerablemente pesado para el débil yo; el único escape es la huida a través de
la represión, y la entera situación conflictiva, que de este modo nunca es
aclarada, permanece activa en la mente inconsciente.

Aunque la psicología y la pedagogía hayan mantenido siempre la creencia de


que un niño es un ser feliz sin ningún conflicto, y hayan supuesto que los
sufrimientos de los adultos son el resultado del peso y dureza de la realidad,
debe afirmarse que justamente lo opuesto es lo cierto. Lo que aprendemos sobre
el niño y el adulto a través del psicoanálisis es que todos los sufrimientos de la
vida posterior son en su mayor parte repeticiones de estos sufrimientos
tempranos, y que todo niño en los primeros años de su vida pasa por un grado
inmensurable de sufrimiento.

Los sentimientos negativos del niño.


Estos se dirigen contra el padre del mismo sexo y los hermanos y hermanas.
Pero se complica más la situación por el hecho de que se dirigen también
sentimientos negativos contra el padre del sexo opuesto, en parte por la
frustración que este progenitor también le impone, y en parte porque en sus
esfuerzos para escapar al conflicto el niño se aparta de su objeto de amor, y
cambia su amor por aversión. Pero la situación se complica más aun por el hecho
de que las tendencias de amor del niño están coloreadas por teorías y fantasías
sexuales típicas de los estadíos pre genitales, del mismo modo que lo están sus
sentimientos negativos.

Las teorías sexuales son la base de una variedad de fijaciones muy sádicas y
primitivas. Es importante subrayar cuán importante está destinada a ser en la
vida posterior la conexión entre estas fantasías y la sexualidad. Aparentemente
todas esas fantasías habrán desaparecido para entonces, pero su efecto
inconsciente será de gran importancia en la frigidez, en la impotencia y en otras
perturbaciones sexuales.

El niño está enteramente dominado por sus impulsos, los que, sin embargo,
vemos que son el fundamento de todas las atractivas y socialmente importantes
tendencias creadoras. Un momento después de que hemos visto los impulsos
más sádicos, nos encontramos con actuaciones que muestran la mayor
capacidad de amor, y el deseo de hacer todo sacrificio posible para ser amado.
No podemos aplicar ninguna norma ética a estos impulsos; debemos dar por
sentada su existencia sin ninguna crítica y ayudar al niño a enfrentarse con ellos;
por lo que al mismo tiempo disminuimos sus sufrimientos, fortificamos sus
capacidades, su equilibrio mental, y como resultado final realizamos una tarea
de notable importancia social.

Como sabemos, los padres son la fuente del superyó en la medida en que sus
órdenes, prohibiciones, etc., son absorbidas por el niño mismo. Pero este
superyó no es idéntico a los padres, está formado en parte por las propias
fantasías sádicas del niño. Pero esas fuertes represiones sólo estabilizan la
lucha, sin poder llevarla a su término. Además, al impedir que aparezcan las
fantasías, la represión hace que el niño no pueda abreaccionar estas fantasías
en el juego, y usarlas de otras formas para la sublimación, de modo que todo el
peso de estas fijaciones queda en un círculo sin fin. El sentimiento de culpa,
también reprimido, no es menos pesado; de este modo el niño repite una y otra
vez una variedad de actos, expresando sus deseos de ser castigado. Este deseo
de castigo, que es un factor determinante cuando el niño repite constantemente
actos de mala conducta, encuentra una analogía en las repetidas malas acciones
del criminal.

Diferencias entre el niño normal y el neurótico


Algunas diferencias entre el niño normal y el neurótico son la intensidad de las
fijaciones, la forma y época en que estas fijaciones se conectan con
experiencias, el grado de severidad y tipo de desarrollo del superyó, que
depende a su vez de causas internas y externas, y además, la capacidad del
niño para soportar angustia y conflictos, son algunos de los factores más
importantes que determinan el desarrollo normal o neurótico.

El niño normal, al igual que el anormal, usa la represión para manejar los
conflictos, pero como éstos son menos intensos el círculo íntegro será menos
fuerte. Hay también otros mecanismos que usan tanto el niño normal como el
neurótico, y una vez más sólo una cuestión de grado determinará el resultado:
uno de ellos es la huida de la realidad. Mucho más de lo que parecería
superficialmente, el niño se resiente por lo displacentero de la realidad y trata de
adaptarla a sus fantasías, y no sus fantasías a la realidad.

La huida de la realidad, se encuentra en acción en todo tipo de desarrollo, pero


la diferencia es principalmente una cuestión de grado. Podemos percibir a veces
estos factores en un niño que superficialmente da impresión de ser bastante
normal, y que a menudo no muestra más que una intensa vida de fantasía y
capacidad de jugar. El mecanismo de escapar a la realidad y recaer en la
fantasía está conectado con otra forma muy común de reacción en el niño: su
capacidad para consolarse constantemente de la frustración de sus deseos,
probándose a si mismo otra vez a través de su juego y de su imaginación que
todo está bien y seguirá estando bien. Esta actitud del niño da fácilmente a los
adultos la impresión de que es mucho más feliz de lo que en realidad es.

Hay aún otro efecto de esta mayor angustia, sabemos que Freud llamaba a la
neurosis el negativo de las perversiones. Un agregado importante a la psicología
de las perversiones fue hecho por Sachs, que llegó a la conclusión de que el
perverso no se permite simplemente a sí mismo, por falta de conciencia, lo que
el neurótico reprime a consecuencia de sus inhibiciones. Encontró que la
conciencia del perverso no es menos estricta, sino que sólo actúa en forma
distinta. Permite que sean retenidas sólo una parte de las tendencias prohibidas,
para escapar a otras partes que parecen al superyó aún más objetables. Lo que
rechaza son deseos pertenecientes al complejo de Edipo, y la aparente ausencia
de inhibición del perverso es sólo el efecto de un superyó no menos estricto, pero
que actúa en forma distinta.

Puede objetarse que en la infancia las tendencias aún no están claramente


definidas, de modo que a menudo no podemos reconocer cuándo un niño está
en camino de convertirse en criminal. Esto es sin duda cierto, pero sin duda que
no es fácil saber a qué resultados conducirán las tendencias de un niño, si al
normal, al neurótico, al psicótico, al perverso o al criminal. Pero precisamente
porque no sabemos, debemos tratar de saber. El psicoanálisis nos da los medios
para esto. Y hace aún más: no sólo puede establecer el desarrollo futuro del
niño, sino que también puede cambiarlo, y encauzarlo hacia mejores caminos.
4. Carl Gustav Jung y la Sombra en el Ser Humano: Mapa mental

Son todos los aspectos Uno de los cuatro arquetipos


ocultos o inconscientes de principales del inconsciente.
Carl G. Jung
uno mismo, tanto positivos
como negativos.

Es parte
Definición
El ego Planteada por
Reprimidos por

La Sombra
Cualidades y atributos
desconocidos o poco
conocidos del ego tanto Representa
individuales como Confrontación de la
colectivos. conciencia con su sombra
Se compone

Deseos reprimidos e
impulsos incivilizados que Primero Tercero
hemos excluido de nuestra Segundo
propia auto imagen.
Se debe aceptar y Es inevitable pasar por un largo
tomar seriamente la proceso de negociación entre lo
Hay que percatarse de sus que espera la sociedad y lo que
existencia de la
cualidades e intenciones. esperamos nosotros.
sombra.
5. Elabora un tríptico sobre la lectura.
Winnicott D.: Objetos transicionales y fenómenos transicionales

La presentación del tríptico está en la hoja a continuación:


Donald Woods Winnicott
(Plymouth, 1896 - Londres, 1971) Pediatra y
psicoanalista británico. Estudió en la
OBJETOS TRANSICIONALES
Universidad de Cambridge y, después de ejercer
la pediatría durante más de cuarenta años, se Y FENOMENOS
especializó en psicoanálisis infantil. Centró sus TRANSICIONALES
estudios en la relación madre-lactante,
considerada como una unidad indisoluble, y
enunció la teoría del «objeto transicional».
Entre sus obras destacan El niño y el mundo
externo, Escritos de pediatría y psicoanálisis y La
consulta terapéutica y el niño.
Winnicott dio del
desarrollo infantil
una visión que Elaborado por:
integra los Samuel Augusto Mateos Villena
procesos de Codigo: 2014106092
transformación DUED CUSCO CURSO: PSICOANALISIS
biológica con la
elaboración DOCENTE: MARIA ISABEL RODRIGUEZ
psicológica que el ARROYO
niño hace de los mismos, proceso para el que
acuñó el término self (en inglés "sí mismo"). A
pesar de que no era un psicoanalista de niños,
su contribución en este campo ha sido esencial
y duradera. Durante algún tiempo fue discípulo
de Melanie Klein, de la cual se distanció
ligeramente en el momento de la disputa entre
ésta y Anna Freud. Pensador solitario, no
CUSCO - PERÚ
sistemático, con intuiciones geniales, fue
notablemente influido por su actividad como
pediatra.
E
l término de objeto transicional ha sido Estas conductas transicionales pueden
creado por el psicoanalista Donald comenzar a partir de los 4-6 meses y durar
Winnicott para definir “la primera hasta los 3-4 años cuando el niño ha
posesión no-yo”, aquellos objetos que adquirido mayor control de los miedos de
aparecen en una zona intermedia entre lo abandono, comienza a ser más
subjetivo y lo que se percibe de forma independiente e inicia su vida social. Puede
objetiva. No forman parte del cuerpo del niño que use su objeto de apego de forma
aunque todavía no se los reconozca del todo continuada o que recurra a él cuando
como pertenecientes a la realidad exterior. atraviese por una etapa de ansiedad como
el nacimiento de un hermanito, una
Es habitual que los bebés sientan especial mudanza o la separación de los padres.
cariño por un objeto en particular al que se
encuentran muy aferrados. Es el llamado En cualquier caso, que el niño adopte un
objeto transicional, también conocido como objeto transicional es absolutamente normal,
objeto de consuelo u objeto de apego. signo de un correcto desarrollo psíquico y no Características
se debe interferir ante él.
El objeto transicional se vuelve tan - El niño lo elije arbitrariamente. Por más
importante en la vida del pequeño que le
acompaña durante la mayor parte del día, lo
Fenómeno Transicional que se intente imponer un objeto
determinado, es sólo el pequeño quien
busca cuando necesita consuelo y se vuelve decide cuál es su objeto especial.
No todos los niños adoptan un objeto
imprescindible a la hora de dormir. Es algo
transicional en su infancia. El proceso
que le brinda seguridad. Representa el - Tiene un olor especial. Debido a su
emocional es diferente en cada niño, por eso
apego que el bebé siente con sus padres y manipulación (el bebé lo muerde,
algunos necesitan aferrarse a un objeto
le ayuda a controlar la ansiedad de la babea, arrastra, lo abraza, duerme con
mientras que otros no. Para algunos, el
separación, etapa en la que el bebé él) ese objeto tiene un olor particular
objeto transicional es la propia madre, para
comienza a experimentar que es un ser muy especial para el bebé.
otros puede ser la madre y el objeto.
independiente a su madre.
Hay niños que en lugar de objetos - Tiene que ser ese y no otro. El objeto
especiales adoptan conductas especiales. A transicional no debe cambiar a no ser
parte de los objetos, también se habla de que sea el bebé quien decida destituirlo
“fenómenos transicionales”, conductas muy como objeto especial y pasarle los
habituales en los niños pequeños como poderes a otro.
chuparse el pulgar, acariciarse el pelo,
repetir una melodía para dormirse, pedir la - Es un compañero fiel. El niño no se
mano, o meter mano en la teta de mamá. separa de él. Permanece siempre a la
vista y al alcance del niño. No puede
faltar y si se pierde, es motivo de
profunda tristeza.

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