You are on page 1of 6

trL PODtrR

Dtr, LA IDtr,I{TIDAD

Ve rsión castellana de Carmen Martínez Gimeno

Esta obra ha sido pulllicada con la ayuda de la Dircccjrin Ccneral


del l-ibro, Archivos y Bibliotecas del N4inisterio de Educación y
Cultura.
Alianza E,ditorial
;-
El poder de la itlcnridacl

cielos' infiernos o infiernos J


cerestiales. Ést.a no es una r
observación for-
i:J.}.ff i:ff :11!" ro'
:'J i;1
¿ cam bio ;;il;
so.iur to,,.,an cou
Í,

:
$
cambio,".i"i f",i,i";:ff ü +,H[::'i J :: ilff n:ffi
mos nosotros, en nuestra pluralidacl
.onrruái.io
Tj
de r, i,
t ;ñ;;;rt'?J
en ren d uso
e cl
de er'/o y nosotror.. por l.avor,
p a ra- arion tarr"
anfulese a ,Jgul.
ff ::, :; ll
i.y.noo.
l!:ffiffi PARAÍSOS COMUNALES:
IDENTiDAD Y SEN]]DO
EN LA SOCIEDAD RED

PneÁtrnu¡_o

La cupital esrá e^sutblecitla cerca


tle la ntotüat1a Zlrcng;
Lcts polacio.t y
lortnleTas
Los bosques y jardines sotr
s¿t¡ lr¡ii,i'i^
y resplanrlecietttes;
frag,rlrii,r"y ftor¡¿or;
Los epident!rttn y tn, ,nrioí ,".ro,,irir^ru,nn en belleza.
E I pt " I
r Iu t i t t p rtt
rr,,, n g,,iiru,'.'t
tri b üt o
[, os edificios y pabellones
,ír,rl:n'r:irn piror. I
l-us sulr¡ne:
,-nrrn,rrn:,1:;":::;¿ir:;::,':::,1';:::;i::;rrr*. (
Lus turres !legutr ltosra el
t.ielt¡:
Sobre los alt¿rcs.se que,tnn ,l
io,s ,tnitnales rle sacriJicio.
L it np ios y
¡t rifi cados,
AyLrnanuts y tto.t bañamos.
u

I
So.nros ,esp:etuososy devolos ert el culto,
Digttos y serertos ett lu oración.
,9upl icnndo con fervor,
Cada uno busca la
Jblicidatl y la diclra.
Los pueblos
,ú t" ¡,.,,i), oJiecen triburo,
,ittciviiizadr,,s
Y torlt¡s los barbttrOs so¡t
suntis'os.
No itn¡torrtt tltt.c el terrirorio
i"o-i,ruy ,nrro,
Tt¡Ius a t..tbttr,í n es !nt ttlo b,,j;
;;,,;;',;;,;on t ¡¡ti,.¡.
Hong Xiuquan

Éstos era' r's térnrinos crel <Relato


rialnrcnrc.. comr)r.rcsro p,or de las m' palabras escri.o inrpe-
Hong Xi"qr;;,';;
liórr tlc'l.i¡ring. rr¿rs esrablece..;.";;;:;i.r,iu,guía y pro[era clc la ¡ebe-
sublevación cie Taiping Nanjing en 1853r. La
""
rao-(ca,,.¡n-o';;;'A;;" paz)
aspiraba a c¡ear un
relno comunai rundamentarista
neocrirtiono-.n china. Durante
una crécada' er reino se organizó más de
.n .our¡r^iiad con ra reveración
de ra
¡ Cir¡do por
Spence, 1960, págs. 190 y 191.
¡,
l Paraísos comunales: identidad y sentido en la sociedad rcd
t 28 El poder dc la identidad

I Biblia que, según su propio relato. Hong Xiuquan recibió de.su lrermano tructuradas por las instituciones y organizacioncs de la sociedad- Su peso
relativo para influir en la conducta de la gente depcnde de las negociacio-
I mayor, Jesucristo, después de haber sido iniciado al cristianismo por los
nes y acuerclos entre los individuos -y esas instituciones y organizacioncs.
misioneros evangélicos. Entre 184,5 y 1864, las oraciones, enseñanzas y
I ejércitos de Hong sacudieron a China y al mundo, ya que obstaculizaron
l,as identiclades son fuentes de sentido para los propios actores.Y por ellos
mismos son construidas mediante un proceso de individualizaciónr. Aun-
I ei creciente corrtiol extranjero del Imperio Medio. El reino de Taiping
pereció como vivió, a sangre y fuego, causando la muerte de 20 millones
que, como sostenclré ¡nás adelantc. las identiclaclcs ptrccicn originarse crl
I ie chinos. Anhelaba establecer un paraíso terrenal combaticncl<l a los dc- ias institucioncs dominantes, sólo sc cotrvicrtcll cn tales si los actorcs so-
cialcs las intcriorizan y construyen su sentidt¡ e11 torno a esta interioriza-
I monios que se habían apoderado de China, de modo que "tocla la gentc
pueda vivir junta en clicha perpetua, hasta que por fin sean elevados al
ción. Sin clu<la. algunas autodefinicioncs tanlbiúrr pueden coincidir con los
I ili"lo pn.u presentarse ante su Padren 2. Era un tiempo de crisis para las rolcs socialcs. ¡or cjcmplo, cuarrdo scr padrc es la autodefinición lnás in1-
portante descle cl punto de vista dcl acto¡. No obstante. las identidades
) burociacias estatales y las tradiciones morales, de globalización clel co-
son fucntes clc sentido más fuertes que los roles clebido al proceso de au-
mercio, cle tráfico de drogas, cle rápicla industrialización qr"re se extcndiír
t por el munclo, cle misiones religiosas, de campesinos empobrecidos, de cri-
todclinición e individualiz,ación que suponcn. En términos sencillos. las
ictenticlacles organizan el sentido. rnientras que los roles organizan las fun-
I rir d" lur familias y comunidades, de bandidos locales y ejércitos interna-
ciones. Defino sentido como la identificación simbólica que realiza un ac-
cionales, de <lifusión <Ie la imprenta y analfabetismo generalizado, un
I tiempo de incertidumtrre y desesperanza, cle crisis de identidad. Era otro
tor social del objetivo de su acción. También propongo la idea de que.
la sociedad red, por razones que desarrollaré más adelante, para la mayo-
-en

t tiempo. ¿O no lo era?
ría cle los actores sociales, el sentido se organiza en torno a una identidad
I primaria (es decir, una identidad que ennrarca al resto). que se sostiene
por sí misma a lo largo del tiempo y el espacio. Aunque este plantea-
I LR coNstRucctóN DE LA IDENTIDAT)
rniento se aproxima a la formulación de la iclcntidad de Erikson, nle cen-
I La identidad es la fuente de sentido y experiencia para la gente. Conlcr traré fun<Jamentalmente en la identidad colcctiva y no en la individual.
Sin embargo, el individualismo (diferente de la identidad individual) tam-
I escribe Calhoun:
bién puede ser una forma de <identidad colectiva>, como se analiza en la
I No conocemos gente sin nombre, ni lenguas o culturas en las que no se establez-
can cle alguna *un"tu distinciones entre yo y el otro. nosotros y ellos. [...] El co-
(<cultura del narcisismoo de Lasch5.
Es fácil estar de acuerdo sobre el hecho de que, desde una perspectiva
t nocimienio de uno mismo una construcción pese a que se considerc un
-siempre
sociológica, todas las identidades son construidas. Lo esencial es cómo.
desde qué, por quién y para qué. La construcción de las identidades uti-
I descubrimiento- nunca
nocido por los otros de modos
es completamente separat"rle de las exigcncias de scr co-
específicos r. liza materiales cle la historia, ia geografía, la biología, las instituciones
I productivas y reproductivas, la memoria colectiva y ias fantasías persona-
Por iclenticlacl, en lo referente a los actores socialcs. cllticndo el pro- lcs, los aparatos de poder y las revelaciones religiosas. Pero los indivi-
t ceso dc construcción del sentido atendiendo a un atributo cultural, o un duos, los grupos sociales y las sociedades procesan todos esos materiales y
t conjunto relacionaclo de atributos culturales, al que se cla prioridad sobre los reordenan en su sentido, según las determinaciones sociales y los pro-
el resto de las fuentes cle sentido. Para un individuo determinaclo o un ac-
t tor colectivo puecle haber una pluralidad cle identidades. No obstante' tal
yectos culturales implantados en su estructura social y en su marco espa-
cialitemporal. Propongo como hipótesis que, en términos generales' quién
t pluraliclad cs una fuente de tensión y contradicción tanto en la represen- construye la identidad colectiva, y para qué. deterntina en buena meclida
iación de uno mismo como en la acción social. Ello se debe a que la iden- su contenido simbólico y su sentido para quienes se identifican con ella o
t tidad ha dc clistinguirse de lo que tradicionalmente los sociólogos han se colocan fuera de ella. Puesto que la construcción social de la identidad
I denomina<Jo rolcs y coniuntos de roles. Los roles (por ejemplo, ser traba-
jadora, madre, vecina, militante socialista, sindicalista, jugadora cle balon-
siempre tiene lugar en un contexto marcado por las relaciones de poder,
propongo una distinción entre tres formas y orígenes de la construcción
I cesto, feligresa y fumaclora al mismo tiempo) se definen por normas es- de la identidad.
I
I 2 Spence, 1996,pá9. 112.
I
a Giddens.1991.
5 Lasch.1980.
Calhoun, 1994, págs. 9 y 10.
a
?
¡
,s

E.l poder cle la identidatl Paraísos c¡rrnunalcs: icl¿¡rtldari y sentido en la sociedad rcd 3t
#
t1
por las instituciones dominan- hecho la concepción original de la sociedad civil, según la formuló
il
'l
- Identídail legítintadora: introducida
tes de la sociedad para extender y racionalizar su dominación frente a los Gramsci, padre intelectr¡al de este ambiguo concepto. En efecto, en la
actores sociales, un tema central en la teoría de la autoridad y la dornina- concepción de Graursci, la sociedad eivil está formada por una serie de
ción de Sennettó, pero que también se adecua a varias teo¡ías clel nacio- <aparatosD, conio la(s) Iglesia(s), los sindicatos, los partidos, las coopera-
nalismo i. tivas, las asociaciones cívicas, etc., que, por una parte, prolongan la diná-
generada por aquellos actores que se en- rnica dcl estado pero, por otra, están pro{undarnente arraigados e¡rtre la
- Ide¡tidad de resistettcia:
cuentran en posiciones/condiciones devaluadas o estigmatizadas por la ló- gerrte e. Precisamente este doble carácter de la sociedad civil es el que la
gica de la dominación, por lo que construyen trincheras de resistencia y hace u¡r terreno privilegiado para el cambio poiítico ai posibilitar la toma
supervivencizr basándose en principios diferentes u opuestos a los c¡ue im- elel estado sin lanzar un asaito directo y violento. La conquista del estado
pregnan las instituciones de la sociedad, como Calhoun propoue cuando por las luerzas del cambio (digamos las fuerzas del socialismo en la ideo-
explica el surgimiento de las polÍticas de identidadE. logía de Gramsci), prcsentes en la sociedacl civil, se hace posible, precisa-
Identidad proyecto'. cuando los actores sociales, basándose en los mcnte, por la continuidrrcl que existe entre las insLituciones de la socic-
-
nlateriales cullurales de que disponen, construyen una nueva identidad dad civil y los aparatos de poder clel estado, organizados en torno a una
que redefine su posición en la sociedad y, al hacerlo, buscan la transfor- identidacl sirnilar (cir,rdadanía, dernocracia, politización del cambio soci¿¡I,
rnación de toda la estructura social, Es eI caso, por ejenplo, de las femi- restricción del poder al estado y sus ranrificaciones, y demás). Dclnde
nistas cuando salen de las trincheras de resistencia de la identiclad y los Gramsci y 1'occ¡ueville ven democracia y civilidad, Foucault o Serinett, y
derechos de las nrujeres para desafiar al patriarcado y, por lo tanto, a la antes cle ellt¡s Ilorkheimer o Marcuse, ven dominación interiorizada y le-
familia patriarcal y ii toda la estructura de producción, reproducción, se- gitimación de una identidad normalizadora sobreimpuesta e ilrdileren-
xualidad y personalidad sobre la que nuestras socied¿rdes se han basado a ciada.
lo larqo de la historia. El segunclo tipo de construcción de la identidatl, la identitlurl purrt
Iu re.sistettciu, concluce a la for¡nación tle contunas o contttnidudes, en
Naturalmente, las identidades que conienzan corno resistencia pue- la folnlulación cle Etzioni i('. I'ucde que éste sea el tipo ruás imporlante
den inducir proyectos y, tanrbién, con el transcurrir cle la historia, conver- dc cclnstrucción de la identidad en nuestra sociedad. Construye fornras
tirse en dominantes en las instituciones de la sociedad, con lo cual se vuel- de rcsistcnciii colcctiva contra la opresión, de otro rnodo insoportable,
ven identidades legitimadoras para racionalizar su donrinio.f En efecto, la por lo común alendiendo a identidades que, aparentemente, estuvieron
dinámica de las identidades a lo largo de esta secuencia mLlestra que, bien definid¿s por la historia, la geografía o la biología, facilitando así
desde el punto de vista de la teoría social, ninguna identidad puede ser que se expresen coruo esencia las fronteras de la resistencia. Por ejem-
una esencia y ninguna identidad tiene, per se, un valor progresisfa o re- plo, el n¿rcionalislno basado en la etnicidad, como Scheff propone,
gresivo fuera de su corltexto histórico.[-ln asunto dit'erente, y nruy irnpor- <surge con frecuencia de un sentimiento de alienación, por una partr: ,
tante, son los beneficios de cada iclentidad para la gente que pertenece a y resentimiento contra la exclusión injusta, ya sea política, econónrica
ella. o soci¿rl" rr. E,l fundamentalismo religioso, las comunidades rerritoriales,
En mi opinión. cada tipo de proceso de construcción de la identidad la autoal'irnracióu nacionalista o incluso el orgullo de la autodenigra-
conduce a un resultaclo diferente en la constitución de la socied¿rd. L¡rs ción, al invertil los términos del discurso opresivo (como en la.cul-
idetttirlndcs le¿iititttttt!or,ts ge,Ietatt utI.t SL)('ie(!(t(i ciIi/, cs.lccir, ulr colt- tlttr quaer [hornosexual]" de algunas tende¡rci¿rs del movimiento gay)
junto de o¡ganizaciones e instituciones, así como urra serie de actores so- strrr todos cxpresiones de lo clue clenor¡rino la e.uclusión de los extlu.yt¡-
ciales estructur¡clos y organizaclos, que repro(lucen, si trien a vcces de re.\ l)or los e.rc'luidos. Es clecir, la construcción de una identidad delcn-
nlodo coul-lictivo, la identidad que racionaliza l¿rs ft¡cntes de la domina- siva cn los térnlinos de las instituciones/ideologías dominantes, invir-
ción estructulal. Esta a{irmación pue(le result¿rr sorprendente para algu- liendo e I juici<l de valor mientras que se refuerza la Ironlera. En esfo
nos lectores, ya que la sociedad civil sugiere por lo general una connota- caso, surge el terna de la conunicabilidad recíproca entre es¡as idenli-
ción positiva de cambio social democrático. Sin en.rbargo, ésta es de dades excluidas/excluyentes. La respuesta a esta cucstión, c¡ue sólo

ó Scnnctt, l9fi6. e Iluci-(ilucksman, I978.


7 Anderson, 19ii-l: Cellner, 1983 ro Etzioni, 1993.
s Cl¿¡lhoun, 199{. pdg. 17. ¡r Scheff, 1994, pág.281.
El poder de la idcnridad Paraísos comunales: idcntidad y senticlo en la socjeclacl rctJ l
3'

p,uede ser empírica e histórica, cretermina si las sociecJades siguen ciendo como por qué se.está haciendo
siendo tales o se fragmentan en una constelación cie tribus, a las que [...] En cl contexto del orclen pos_
tradicional, el yo se convierte en un proyecto re flexivo>r5.
algunas veces se vuelve a llamar eufemísticamente colnuniclacles.
El tercer proceso de construcción cre la identidacr, ra identicracr pro- . ¿,Cómo incorpora la "modernidad tardía, este proyecto reflexivo? Se_
gúrr lo expone Giddens,
yecto. produce stjetos, según los define Alain Touraine:
uno de los rasgos distintivos de la modernidacl es la interconexión creciente
Denomino sujeto al deseo de scr un individuo, de crear una historia personar, entre
de los dos cxtrcmos clc la extensionaliciad y la intcncionaliclacl: las
otorgar sentido a todo el.ám_bito de las experiencias cre ra vida incrivicruar influcncias globali-
La zado¡as' por u'a parte. y ras disposicio.es personarcs. por ra
[...] otra cuuiro más
transformación de los individuos en sujetos es el resultacJo cle la cornbinación
ne- picrclen su donrinio las tradiciones y la vida cliaria se reconstituye[.."j
cesaria de dos afirmaciones: la de ros incrividuos contra ras comuni<Jacres y en virtud clc la
Ia crc intcracción clialéctica de lo local y lo global. más se'cn forzaclos tn,
los individuos contra el mercadot2. inil¡¿uo, n
negociar su clccci<in cle tipo de vicia entre una divc-rsicracl cie
opciones [...] L_a pra-
nificac_ió_n cle la vida organizada cle forrna rcflcxira
1...J sc coiyicrte en el rasgo
Los sujetos no son indivicluos, aun cuanclo estén compuestos por incli- central <Jc la estructuración de la iclenticlad propiar6.
viduos. Son el actor social colectivo mediante el cual los inclivi<iuos alcan-
zan un serrtido holístico en su experienciatr. Iln este caso, la construcción
de la identidad es un proyecto de una vida diferente, quizás basado
, Aunque estol' de acuerdo con la caracterización teórica cie Gidclens
de la construcción de la identidad cn el periodo de la omoderniclaci
en
una identidad oprimida, pero que se expancie hacia la transformación
de
tardía", sostengo. basándome en los anárisis presentados en el vorumen
la sociedad como la prolongació' de este proyecto crc identidad, como
en
primero de este libro, que er ascenso cle ra iocie<iad red pone en tela
el ejemplo arriba mencionacro de una sociidacr postpatriarcal, liberando de juicio los procesos de construcción de la icienticlad cluiante
a ese pe-
las mujeres, los hombres y los niños mecliante la afirmación cle la
identi- riodo. con lo que induce nuevas formas de carnbio social. Eilo se crobe
dad de las mujeres. o, en una perspectiva rnuy difere nte, la rec'nciliación a que Ia sociedad red se basa en la disyunción sistémica de lo local y
final de todcls los seres humanos como creyentes, hermanos y hermanas, lo global para la mayoría cre los incriviáuor y grupos sociares. y, aña-
bajo la guía de la ley'divina, ya sea de Alá o Jesús,.on.,o."rurtucro de ra diría, por la separación en diferentes marcos tcmporales del pocrer y
conversión religiosa de las sociedades ateas, contrarias a la familia y
ma-
la experiencia (vol' I, caps. 6 y j). Así pues. la plánificación reflexiva
terialistas, incapaces por otra parte cle satisfacer las necesidades hurnanas de la se vuelve imposible, excepto para ra llite que habita el es-
y cumplir el designio de Dios. pacio 'ida
atemporal de los flujos de las redes grobales y sus localidades su-
Cómo se construyen los.diferentes tipos de identidades. por quiénes y bordinadas. Y la construcción de ra intinilcracr basada en la confianza
con qué resultados no puede abordarse en términos g"n".oi", y
abstrac- requiere una redefinición cle la identidacl completamente autónoma
tos: depende del contexto sociar. La porítica de ra ideritidacr,
como escribe frente a la lógica interconectora de las instituciones y organizaciones
Zaretsky, <debe situarse en la historia>ra. dominantes.
Así pues, nuesrra exposición ha de referirse a *r contexto especírico, En estas nue\¡as condiciones, Ias socieclades civiles se reducen v cle-
el ascenso de la sociedacl red. La dinárnica de la identicrad en este sarticulan porquc ya no hay continuiciad enrrc la lógica de la creacién de
con-
te-xto puede comprenderse mejor si se contrasta con la podcr en la red global y la lógica de la asociaciOn y la representación
caracterización en
efectuada por Giddens de la identidad en la <moderniclacl las sociedades y culturas específicas. Así q'e la búsqulda de sentido
tardía>, pe_
riodo.histórico que' creo, está lregando a su fin, con ro cr¡ar t.'o tiene h-rgar en Ia reconstrucción cle icientidacles defensivas en torno a los
sugerir que cstemos en cierto sentic,lcl lleganclo al *fin cle la f."r"nao principios conrunales. La rnayoría dc la acción social se organiza en la
liistoriar,
como se.postuló en algunas divagaciones póstmodernas. E,n oposición que cxiste entre los flujos no identificaclos y las ideitidades ais-
una
teorización, cuyas líneas principales comparto, Giddens afirma'igorosa ladas. Lln cuanto a la génesis cre las icrenticraclcs práyecto. aún se cia,
.iu" "ra o
identidad propia no cs un rasgo.distintivo qu" po."" er incrividuo. puede darse, depencliendo de las sociedades. pero p.ópongo la hipótesis
És cr yo
entendido reflcxivamentc por la pcrsona en uirtu¿ cre de que la constitución de sujetos. en el nírcreo ctet procesol..on,tio
su biogiaiiu". Bn ro-
efecto" <ser un scr hunraÍo cs conrprencler cial. toma un camino diferente al que conocíanlos áurante la moderniclacl
[...] tanto r" qr. ?" r-tr_
".rij y la modernidad tardía, a saber, ros sujetos, t'rtnntro se canstruyen, ya /,o
r2 Touraine,
199-5, págs. 29 y 30. I-a tr¡clucción es mía.
rrTouraine,1992. 15
F Zaretsky, Giddens. 199t, págs. 53,35,32"
1994, pág. t98.
'6 Gicldcns, 1991.. págs. 1,5"
31 El Podcr dc la itlcnttdad -Plraísos conrunales: idcntitlad y sentido elt la socrcdad red 35

Io hucen basrindose ett las socie¿ades civiles, que esÍún en proceso de de- El fundamentalismo religioso es aigo más. Y sostengo que ese "algo
sintegrtrción, sino cotnl un(t prolongación de la resistettcitt co¡tttttnl. Aun- más' es una luente nruy importante de construcción de la identidad en la
que en la modernidaci (temprana o tardía) la identidad proyecto se cons- socieclad red por razones que serán rnás evidentes, espero, en las páginas
tituyó a partir cle la sr.rciedad civil (como en el caso del s<¡cialismo, que se siguientes. .E,lr cuanto a su contenido real, las experiencias, opiniones, his-
bastl en el movirnienlo obrero), en la sociedad rcd, la iclentidad Proyecto, toria y Icorías son tan diversas como para desafiar una síntesis. Por
en caso cie que sc tlesarrolle, surge de la resistencia comutral. Este es el suerte, a finales de la década de 1980, la Arnerican Acaderr.ry of Arts and
sentido real de la nueva primacía de la política de la identidad en la so- Scicnccs cnrprcntlió un irnportrrrte proyecto comparativo quc pretcndía
ciedad recl. El análisis cle los procesos, las condicio¡es y los resultaclos cle observar los lunclamentalismos en varios contextos sociales e instituciona-
la transfonnación rlc la resistencia comunal en sujetos translormadores lcsl7. Así, sabenros quc cl "furrdlnleutalisrno cs sienrpre reactivo. rcaccio-
es el ámbito preciso para una teoría del cambio soci¿rl en la era dc la irl- ¡1¿¡lo" r8, y c¡ue
forn.ración.
Una vez alcanzada una formulación tentativa de lni hipiitesis, iría los fundarnentalistas sorr selectivos. Quizás consideren que están adoptando todo
contr¿r los principios metodológicos de este libro avanzar más por el ca- el pasaclo completo, pero en realidad dedicarr sus energías a acluellos rasgos que
mejor refuercen su identidad, conserven unido su movimiento, construyan defen-
mino de la teorización abstracta, que podría convertirse rápidamente en
sas en lorno a sus fronteras y mautengan a distancia a los otros [...] Los funda-
comentario bibliográfico. Trataré de sugerir las implicaciones precisas mentalistas luchan bajo l)ios el caso de la religión teísta- o bajo los signos
de mi análisis, centrzindome en varios procesos clave de constrttcción de de alguna ref'erencia transcendente
-en re.

la identidad colectiva seleccionados por su irlportancia particular para


el proceso cle cambio st¡cial en la sociedad recl' Corllenzaré con el futt'
dantentalisnto religioso, tanto en sus versiones isl¿in'¡ica conlo cristiana,
Para ser más preciso
-y cnherente con los ensayos reunidos en el
Proyecto de los "Fundamentalismos Observados"-, definiré el funda-
si bien ello no supone que otras religiones (por ejernplo, el hinduisnr<¡' mentulisnto, según rni propio entendimiento, como la constucciótt de lu
el buclismo, el judaísmo) sean nlenos importantes o nlenos proclives al itlentirlud colectivu o purtir de la klentificoción de la conductu individual y
furrclamentalisrno. Continuaré con el nacionalisirto, corlsider¿¡ndo, tras la.s it'tstitucit¡trcs de lu st¡ciedad con las non)las derivadas de la ley de Dir,ts,
un repaso del tcura, dos procesos n.ruy diferentes pero significativt-ls: interpretutlu por utu autoridtttl definirla tlue hace rle internrcdiario entre
el papel del nacionalismo en la desintegración de la Unión Sciviética y Dios y lu hwnanitlnd. Así, corno escribe Marty, "es imposible que los fun-
en las repúblicas postsoviéticas, y la lormación y resurgirniento del na- darnentalistas razonen o resuelvan nada con la gente que no comparte su
cion¿rlisnro catalán. Luego pasaré a la iden¡itlacl étttico, cenlrándone en sornetimiento a una autoridad, ya sea una Biblia inerrable, un papa infali-
la itlentidad af¡oamericana contemporánea. Y terr¡rinaré considerando, ble, los códigos de la sltaria en el islam o las implicaciones de la hulakó cn
brcvernente, la identidad lertitorial, basándome en mi observación de el juclaísmo" 20.

los movimientos urbanos y las comr:nidades locales de todo el tnundo. Por supuesto, el lundamentalisrno religioso ha existido durante toda
Para co¡rcluir, intcntaré una síntesis sucinta de Ias principales líne as la historia humana, pero parece ser sorprentlentemente fuerte e influ-
de indagación quc surgirán del examen cle los cliversos procesos contern- yente como lucnte de identidad en este {in de milenio, ¿,Por qué es así?
poráneos de (rc)construcción de la identidad basada eu la rcsistencia co- Mis análisis clel lundamentalis¡no islámico y del Iundamentalisnro cris-
mrtnal. tiano err csta secciórr tratar¿ín de proponer aigunas pistas para compren-
der una de las tendencias más definitorias en la creación de nuestra
rr
época histórica .
LOS PEN¡íSOS I)I'J I)IOS: EL FIJNDA]VIENTALISfuIO II,ELICiIOSO Y L¡\
tDEN't'tDAD Ct J t,',l Ll l{A,l-

Es un atribr¡to clo r¡uestra sociedad, y rne atrevería a decir cle la natu-


raleza humana, si tal cnticla<j cxistiera, encontrar consuelo y relugio en la
religión. El mie clo a la muerte, el dolor de la vida, necesitan a Dios y la fe rr lvlarty y Appleby, 1991.
rE Nlart),, 19tlti, prÍg.20.
en Dios, sean cualcs I'ucrcn sus m¿rnifestaciones, sólo para (lue la gente re MarLy y Appleby, 1991, págs. ix y x.
pueda cclntinuar. []¡r e lcctcl, fuera de nosotros, I)ios no tendría dónde ro Marty, l9tifl, pág.22.
vivir. 2¡ Véase lambién Misztal y Shupe, 1992a.

You might also like