You are on page 1of 2

LECTIO DIVINA

1. Invocación al Espíritu Santo


Ven, Espíritu Santo, ilumina mi mente, abre mi corazón, toma mis manos, para
que comprenda el mensaje de la Palabra, para que sienta la profundidad del amor
divino, para que camine abriendo mis manos a los que necesitan curación y
misericordia.
Ven, Espíritu Santo, aumenta mi fe en el Dios que ama a todos, santos y pecadores;
dame el amor que abraza a todos los hombres y mujeres del mundo entero; afianza
mi esperanza en medio de mis debilidades, limitaciones e incapacidades.
Ven, Espíritu Santo, yo solo sé que no puedo hacer nada; acompáñame, guíame,
llévame, para que pueda llegar al abrazo del Padre, para que pueda seguir las
Palabras y enseñanzas del Hijo, para que pueda caminar con los demás, con amor,
fe y misericordia, con la fuerza, la luz y la ternura que vienen solo de Dios. Amén.

2. Lectura del Texto: Juan 8, 1- 11.


Jesús, por su parte, se fue al monte de los Olivos. Al amanecer estaba ya
nuevamente en el Templo; toda la gente acudía a él, y él se sentaba para enseñarles.
Los maestros de la Ley y los fariseos le trajeron una mujer que había sido
sorprendida en adulterio. La colocaron en medio y le dijeron: «Maestro, esta mujer
es una adúltera y ha sido sorprendida en el acto. En un caso como éste la Ley de
Moisés ordena matar a pedradas a la mujer. Tú ¿qué dices?» Le hacían esta
pregunta para ponerlo en dificultades y tener algo de qué acusarlo. Pero Jesús se
inclinó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como ellos insistían en
preguntarle, se enderezó y les dijo: «Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le
arroje la primera piedra.» Se inclinó de nuevo y siguió escribiendo en el suelo. Al
oír estas palabras, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más
viejos, hasta que se quedó Jesús solo con la mujer, que seguía de pie ante él.
Entonces se enderezó y le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha
condenado?» Ella contestó: «Ninguno, señor.» Y Jesús le dijo: «Tampoco yo te
condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.» Palabra del Señor.

Para meditar…
Vive la Palabra
LA MISERICORDIA ESTÁ POR ENCIMA DE LA LEY
Los fariseos creyeron tender una trampa perfecta a Jesús al presentarle a una mujer
sorprendida en adulterio. Sabían que era bueno y misericordioso con los pecadores y
querían acusarlo de quebrantar la Ley de Moisés, y así apedrearlo junto con la adúltera.
En lugar de esto, Jesús les dio una gran lección, reflexiona sobre estos dos puntos:
 ¿Cuál es tu actitud ante quien es juzgado como un pecador o persona indigna en
nuestra sociedad? En esos casos, recuerda en tu corazón a Jesús mirando con
ternura, comprensión y respeto a la mujer adúltera. Además, todos tenemos un
techo de cristal, por lo que no hay que tirar piedras a los vecinos.
 ¿Necesitas el perdón de Jesús para caminar de nuevo con la cabeza en alto? Tú
conoces su bondad; siempre que te sientas avergonzado por algún pecado, acércate
a Él con confianza, nunca te dará la espalda.

Tomado de la Biblia Católica para jóvenes.


DIÓCESIS DE SOCORRO Y SAN GIL
PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO
ANIMACIÓN BÍBLICA DE LA PASTORAL
¿CÓMO REALIZAR LA LECTIO DIVINA?

You might also like