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Historia de Hungría de los Árpad

Resumen. A partir del texto Hungary in the Eleventh and Twelfth Centuries, de Nora Berend.

El reino de Hungría se formó y consolidó como parte de la Cristiandad latina durante los
siglos once y doce. Hungría estaba en la intersección de tres culturas: la cristiana latina, la
bizantina y la nómade, y su desarrollo fue influenciado por cada una de ellas. La
confederación tribal húngara, que incluía grupos ugrofineses y turcos, llegó a la cuenca
panónica (Carpathian basin) a fines del siglo nueve, mezclándose con la población eslava
local. Su cultura era la de los pueblos nómades de las estepas. En el 1000, Hungría todavía no
estaba unificada, el pueblo era en su mayoría pagano y los jefes habían dejado de saquear a
los pueblos vecinos solo hace cincuenta años. Para el 1200, las estructuras sociales y
económicas habían cambiado radicalmente, y Hungría era ya un reino unificado y poderoso,
con ambiciones de -y éxito moderado en- expansión. Hungría es integrada a la Cristiandad
latina hacia fines del siglo doce. Los dos elementos principales de este proceso de
transformación fueron la cristianización y la construcción de poder real y gobierno. Este
desarrollo encaja en los patrones de los estados cristianos emergentes de Escandinavia y la
región este y central de Europa.
Hasta principios del siglo XIV, la dinastía que gobernó Hungría fue la de la casa de Árpad,
cuyo primer rey cristiano fue István I (997-1038). La cristianización y el poder real estuvieron
vinculados desde el principio. Géza, el padre de István I, invitó misioneros para convertir a la
población húngara y fortaleció su poder a expensas de los líderes de los clanes. István
continuó sus políticas, extendiendo el poder real hacia el este y creando una organización
territorial real y eclesiástica. Los fuertes vínculos entre el poder clerical y el poder real fueron
evidentes durante el reinado de István y los de sus sucesores: funcionarios eclesiásticos
cumplían roles importantes en el consejo real y en tareas diplomáticas. István fue coronado
rey en 1001. Al contrario de lo que se diría después, no recibió su corona del Papa latino; este
reclamo fue parte de una construcción política del siglo XII. Su matrimonio con la Bavara
Gisela, hermana del futuro emperador Enrique II (Sacro Imperio, otónida), fue el primero de
muchos matrimonios que los Árpad hicieron en orden de promover su seguridad y crear
alianzas políticas. István unificó el reino, derrotando a los jefes tribales que quedaban
(Koppány en 997, el gyula de Transilvania en 1003, Ajtony en 1027-8). A veces, István hacía
la guerra a sus estados vecinos, para evitar que apoyen a los opositores a su gobierno en
Hungría; peleó del lado de los germanos en la guerra contra Polonia en 1015-18 y del lado de
los bizantinos contra los búlgaros (probablemente en 1018). Forzó la conversión de su pueblo
al cristianismo, promulgando leyes muy estrictas para asegurar su obediencia. Se
construyeron iglesias y el diezmo eclesiástico fue introducido. La política real de imponer la
adhesión al cristianismo también puede distinguirse en el arte del periodo. Objetos que
imitaban el arte carolingio y otónida rápidamente reemplazaron los estilos paganos anteriores
que habían caracterizado los bienes funerarios del periodo de conquista.
La Cristianización se llevó a cabo siguiendo los precedentes del siglo anterior (tanto romanos
como bizantinos). Mientras las comunidades monásticas que florencían seguían el rito griego,
los misioneros y sacerdotes reunidos en la corte de István eran occidentales (especialmente
del imperio germano) y la Cristiandad romana se convirtió en la religión mayoritaria. Las
regiones del este del reino fueron primero influenciadas por la cristiandad bizantina; los jefes
territoriales aprovecharon tanto en vínculos como en el paganismo para oponerse al
establecimiento del poder real. Las revueltas paganas estallaron en 1046 y 1061, y las
prácticas paganas persistieron por siglos. El sínodo de Szabolcs (1092) menciona el castigo
para aquellos que hicieran un sacrificio “al lado de los pozos” o hicieran “ofrendas a los
árboles, las fuentes, y las piedras de acuerdo a los ritos paganos” e incluye decretos contra
aquellos que no observaran las prácticas del Domingo cristiano. La condena a los ritos
paganos se reitera también en el sínido de Esztergom entre 1105 y 1116.
István I fundó las bases para la organización eclesiástica de Hungría, estableciendo obispados.
De acuerdo con la tradición, al principio fueron diez (Veszprém, Győr, Esztergom, Pécs, Eger,
Transylvania, Kalocsa -que se convirtió en un arzobispado durante el siglo XI- Csanád, Bihar,
Vác -estos últimos, creados por los sucesores de István I-).
Hacia fines del siglo XI y durante el siglo XII, la sede del obispado de Bihar fue trasladada a
Várad, y nuevos obispados fueron creados en Zagreb y en Nitra. István I estableció un
arzobispado húngaro e independiente en Esztergom, con el resultado de que el reino no se
convirtiera en una provincia eclesiástica del Imperio germano. Para fines del siglo XI, una red
eclesiástica de iglesias, monasterios y capillas vinculadas a catedrales o iglesias colegiadas se
estaba desarrollando. La Carta de fundación del monasterio de Tihany (1055) incluía la primer
oración vernácula húngara que se preservó en documentos.
István también inció la organización territorial del reino. Para proteger Hungría, tramos de
tierra fueron dejados deshabitados en los límites del reino, seguidos de un anillo interno de
defensas, obstáculos y asentamientos de guardías (gyepű). István siguió el modelo germánico
al aceptar el sistema de condados así como su nombre (comitatus); los primeros condados
aparecieron al oeste de Hungría.

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