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REVISTA DE DERECHO ¥ JURISPRUDENCIA — TOMO XCIV- _N°1 - 1997 RESPONSABILIDAD POR FALTA DE SERVICIO, CASUISTICA CHILENA RECIENTE.” JORGE LOPEZ SANTA MARIA Profesor de Derecho vil en la Universidad Adolfo Ibafiex y on Ja Universidad de Chile. Doctor por la Universidad de Paris, J, Ha parecido oportuno a Jos organi zadores del Curso que hoy eoncluye, in- cluir en él un tema que recién se abre paso en Chile, pero que esté lamado a dar principal acogida a las indemnizacio- nes de porjuicios causados por el Fisco 0 por entes piiblicas descentralizados, con personalidad juridiea propia. Se trata de Ja Hamada Responsabilidad por falta de servicio. No podré aquf analizar con detencién Jos escritos de distinguidos profesores de Derecho Administrativo, impulsores de ta inclusiGn de la responsabilidad por falta de servicio en el Derecho positive de nues- tro pafs. Sin embargo, antes de referir- me a varios casos tomados de una novi- sima corriente jurispradencial, diré que sto articutocorresponde a la versidn egerita de la conforencia del autor en In Universidad Adoll Ihaher, sede de Santiago, pronunciada el 21 de oc tube de 1997, en la ultima sesida del Curso de Perfecclonamiente en Deveche Civil para abogados. El tama de esta poblicacion tambige lo tats el abe tor en el libro en homenaje al eatedraties argentino Atilio Antbal Altria: “Responsabilidad por Datos fn of Tercer Milenio”, Bd. Aboledo Perrot, Buonos ‘Aires, 1997, ngs. 481 ya. sobresalen las aportaciones de los profeso- res Hugo Caldera Delgado,! Enrique Silva Cimma, y Eduardo Soto Kloss,’ quiénes, entre otros, califican sin ambiguedad la responsabilidad por falta de servicio como una responsabilidad objetiva, en la que para nada tiene injerencia Ja reprochabi- lidad: 1a culpa o el dolo. El profesor don Pedro Pierry Arrau, en cambio, ha insistido en que ai bien la eulpa y el dolo serfan impertinentes, ello no basta para que propiamente la res- ponsabilidad se objetive, pues ia admi- sibilidad de la pretensién indemnizato- ria, fuera de la relacién de causalidad * Sistema de ta Responsabilidad Bxtracontrac tual del Bstado en. la Constitucrén Polttica de 1980, Editorial Juridica de Chile, 1982. Ex expe- ‘ial page, 205-207 3 Derecho Administrativa Chileno » Comparad ‘Tomo “El Servicio Publice™. Editorial Juridien de Chile, 1996. En especial, pag. 247. Ibid, en tomo “EL ‘Control Publice" 1994, pas. 216-217. También en. El Derecho Pillice de Finales de Siglo, Civitas, ‘dri, 1997, pigs. 799 y 605. “Derecho Administratvo. Bases Fundamentals. ‘Tomo I, Editerial Furidiea de Chile, 1996. En eape- iat pags 209-310, 32. material entre la accién u omisi6n y el dasio suftido por la victima, presupone acreditar “Ia falta de servicio” del Fisco 9 del ente publico demandado.* En un sentido parecido se pronuncia el prote- sor Osvaldo Oclekers Camus, segin ‘quien la falta de servicio es indicio de que la responsabilidad directa de la Ad- ministracién “se objetiviza, lo que no sig- nifica quo osta sea responsabilidad ob- jetiva’? Si bien la responsabilidad por falta de servicio surge ep Chile, al igual que en Europa continental, como una materia del Derecho Publico, es inconcuso que concierne a todos los interesados en el Derecho de Dafios. Como las distincio- nes entre el Derecho Pablico y el Dere- cho Privado no siempre son relevantes, ‘me atrevo a pensar que Ja responsabi dad por falta de servicio ira perfeccio- nandose, en la préctica nacional, como una materia del Derecho comin. Contri- buira decididamente a ello la unidad ju- risdiccional 0 ausencia de tribunales de 0 contencioso administrativo en nuestra patria, y, ademés, el obligado empleo del Derecho Civil en el curso de las pleites y en las sentencias, a la hora de determi- nar aspectos particulares, no sin impor- tancia, como las categorias y cuantifica- ciones de los perjuicios (dafio emergente, lucro cesante, dafio moral, daiio corp. ral, correccién monetaria, intereses, va- lor’ presente, rebaja del quantum de la indemnizacién por hecho de la victima, ete). Tan es asi que don Enrique Silva Cimma, para referirse al t6pico emplea Ia expresin Responsabilidad Civil Ex- tracontractual del Estado 0 de los Servi- cios Pablicos Personificados,lo que tam- ign oeurre en Ia jurispradencia det Tri- ““Aalgunoe aspectos de la responsabilidad extra- contractual del Estado por falta de servicio", en pri- ‘mera parte de la Revista de Derecho y Jurispruden- cig, N° 2, ato 1998, pags 17-30, “La respansabilidad extracontractnal del Estado administrador.” En. Revisto Chilana de Derecho, volumen 16, N*2, 1989, pigs. 441 y= Mizmo’ tomo citzdo al inicio de la nota 2, ig. 246, PRIMERA PARTE bunal Supremo de Espaiia’ Seguin ex- presa el profesor Miche! Paillet, en libro recién editado en Paris: “La responsabi- lidad pecuniaria de la Administracién, como la de las personas privadas, es una responsabilidad civil”* IL, La norma legal que inicialmente admitiese la responsabilidad por falta de servicio en Chile, fue el articulo 62-3 del Decteto Ley 1.289, del aiio 1976 (antigua Ley Organica de ‘Municipalidades): “La responsabilidad extracontractual procede- 74, principalmonte, para indemnizar los erjuicios que sufran uno o mas usuarios de los servicios municipales cuando estos no funcionen, debiendo hacerlo, 0 lo ha- gan en forma deficiente”. El eardcter objetivo de ta responsabili- ded municipal, fundado en el Deereto Ley 1.289, fuc declarado, sin rodeos, en un importante fallo de casacién pronunciado por la E, Corte Suprema el 24 de marzo de 1981, en Ia causa “Maria Tirado con Municipalidad de ta Reina”? Se deman- dé a la Municipalidad de La Reina para Ja indemnizacién de los datios sufridos por dofia Maria Bliana Tirado, eon motivo de su cafda en una excavacién profunda, si- tuada a menos de dos metros del parade- ro de buses existente en la esquina de dos importantes arterias de esta capital, hondura que se encontraba sin sefializa: cién de ninguna especie. En Ia sentencia de primera instancia se dio lugar ala de- "Bin In sentancia de la Sala Toren, seeciin cuar- 1a, del Tribunal Supremo, procuncinda et 14 de ju ‘le de 1991 en un easo de mala praxie médien, se lee: La responsabilidad civil de in Administrecién cuenta ya en avestro ordenamientojuridico cap ple- ‘na aceptacion.. Lenin (odafo) que cuando sea efee- tive, eanereta« individunliaada debera ser abjeto de indemmizaetén, siempre que se poeds eatablecer Un Vinculo de causalidad entre el agente publica ¥ el resultado lesive, y no astemos en prosencia de un aso de fuerza mayor, unica cireunstancia exone- rante de ese deber general de re lied que ncumbe « ios servicivs publics”. (Citado por Fer- ‘sande PantaleGn, en Responsobildad Medica » Res- ‘ponsablidad do la Adminictracidn, Civitas, Madrid, 1985, pig. 69). ‘La Reaponsabilite Administrative, Dallor, 1986, ist. "Revista Fallos det Afes, N°268, pgs. 8-10. DERECHO 33 manda contra la Municipalidad, y se la ‘eondens a pagar indemnizaciones tanto por daiio emergente, cuanto por datio mo- ral. El fallo fue confirmado por la Corte de Apelaciones de Santiago. Contra esta altima sentencia, la Municipalidad de La Reina dedujo recurso de casacién en el fondo. Desechando el recurso, la E. Corte Su- proma textualmente dijo: “Que no puede haber infraccién de las disposiciones del Cédigo Civil cuando la sentencia, con ex- tensos razonaméentos, ha aplicado el prin- cipio de la Responsabilidad Objetiva es- tablecido en el articulo 62 de la Ley Orgd- nica de Municipatidades, descartando la responsabilidad por la cuipabilidad y fan- déndola exelusivamente en el hecho que hha provocado el riesgo, o sea, Ja causali- dad material”. Es tan clara la impertinencia del Titu- lo XXXV del Libro IV del Cédigo Civil en esta sode, de responsabilidad municipal objetiva, que la E. Corte ni siquiera indi- rectamente alude al articulo 2329 N° 2 de dicho cuerpo normativo, a pesar que este precepto contempla una situacién exacts alla del caso resuelto, presumiendo la cul- pa del hechor, cuando establece que son especialmente obligados a Ia reparacién: al que romueve las losas en calle 0 cami- no, sin las precauciones necesarias para que no caigan los que allf transitan de dia o de noche. ‘Cabe afiadir que Ia Municipalidad fue condenada, no obstante que earecié de la posibilidad de actuar para impedir los da- fios, sostenfendo on su recurso “que se encuentra suficientemente asentado en el proceso que la excavacién se hizo por des: conocidos, clandestinamente, sin conoci- miento ni autorizacién de la corporacién, ceuyos recursos de fiscalizacién se reducen a dos inspectores municipales”. IIL, Segiin el profesor don Claudio Na- nos Rios ® , primer fallo chileno en acep- Ba cu interveneidn on junio de 1999, en ol Se- rainavio sobre la Respansabilidad Médica que tuve ugar en la Facultad de Derecho de fe Universidad dechile tar la responsabilidad objetiva y directa del Estado fue el recafdo en la causa “Banco Continental con Fiseo”. La litis tuvo como antecedente la intervencién del banco durante el gobierno del Presidon- te Allende, y, en especial, la emisién, por decisién de la Administracién, de veinte millones de acciones. La Corte de Apela- ‘ciones de Santiago resolvié Ia contienda el 26 de enero de 1984, siendo pertinen- te aquf destacar los considerandos 15° y we “18° Que en relacién a las afirmacio- nes sefialadas en el motivo anterior, debe tenerse en cuenta que ge traté de 1a emi- sién de 20.000.000 de acciones, que fue- ron ordenadas por la Superintendencia de Baneos, que es un érgano del Estado, de- pendiente del Ministerio de Hacienda. En Ja referida actuacién se hizo un uso d viado de la Ley General de Baneos exis tente a la época de los hechos. Se invocd para actuar un preeepto de orden pabli- 0, como Io era el art. 24 de la Ley Gene- ral de Bancos. En la especie no se ha tra- tado de una representacién asumida por agentes del Estado. Muy por el contrario, hha sido la intervencién de un érgano del Estado, lo que equivale al Estado mismo. La actividad administrativa y los efectos que produce son. causados por la volun- tad de la administracién que expresa la voluntad de la ley, mas no la voluntad del fancionario, la cual debe coincidir con aquélla como requisito para la legalidad o validez de la actuacién administrativa. Es lo que en doctrina se denomina la “teo- ria organicista” (0 teorfa del 6rgano), que ampara con mayor amaplitud a los admi- nistrados, puesto que tanto los actos como las omisiones sean regulares 0 ilicitos— son imputables directamente a la Admi- nistracién, Bllos se atribuyen en forma directa e inmediata al érgano publico, perjuicio de los efectos internos que Ia ac- tuacién ilegal o arbitraria cause entre el fancionario y 1a Administracién; Ma entencia completa esta publicada en la Re vista de Derecho y Jurtsprufenea, tama 8}, seecia igs. 1-16. 34 PRIMERA PARTE "14* Que en cuanto a que el fallo recu- rrido no haya sefialado la fuente de res- ponsabilidad del Estado, y que, en Ia es- pecie, no se haya acreditado el hecho ili- sito civil o penal que daria lugar a Ia ine demnizacién de perjuicios cuya reserva solicitaron los actores, debe tenerse on cuenta que en el caso de autos no ge trata de la responsabilidad contractual o extra- contractual derivada de un delito o cuasi- delito, sino de un acto de autoridad, dife- vente al de simple gestidn. Sobre el parti- cular corresponde mencionar que en esta materia ha oxistido una evolucién signifi- cativa de la doectrina. En efecto, en una primera etapa predomind el traslado de Jos prineipios del Codigo Civil en materia contractual y extracontractual. En una segunda etapa se ha ido imponiendo el principio de legalidad, propio de un Esta- do de Derecho, que determina que el ac- ‘tar del agente publica debe estar dentro del marco de su competencia, por lo que existe una responsabilidad auténoma, hoy perfectamente consagrada en los actua- les arts. 6° y 7° de la Contitucién Pol IV. El 28 de julio de 1987, In E. Corte Suprema dicté sentencia de término en la causa “Hexagén Limitada con Fisco de Chile” En segunda instancia se declaro ‘que el Fisco tenta la obligacién de indem- nizar los datos causados a Ja demandan- te por el Servicio de Impuestas Internos, al paralizar éste, en 1977, las liquidacio- nes de las importaciones de automéviles que efectuaba la empresa Hexagén. La Corte Suprema declaré sin lugar los re- cursos de casacién del Fisco. Veamos los considerandos 10° y 11°. 10°, Las normas legales y principios de derecho que rigen la responsabilidad ex- ‘tracontractual del Estado, se encuentran en el derecho puiblico, especificamente en las Actas Constitucionales niimeros 2 y 8 de 1976, la Constitucién Politica de 1980 y en las leyes que por mandato de ellas se han dictado. Las Actas Constituciona- les referidas, vigentes a la época de las Of, Fallas del Mes, N°44, pigs 355 98 accianes y omisiones que han generado la obligacién de indemnizar del Fisco, esta- blecian la responsabilidad del Estado en las siguientes disposiciones: Acta Consti- tucional N°2. a) “Articulo 3°. Las potes- tades estatales y las autoridades piblicas someten am accidn a las Actas Constitu- cionales, a la Constitucién y a las leyes”. b) “Artieulo 7°. Los proceptos de las Actas Constitucionales y de la Constitucién obli- gan tanto a los titutares o integrantes de los distintos érganos de autoridad, como @ toda persona, institueién 0 grupo. La infraccién de esta norma generard las res- ponsabilidades y sanciones que determi ne Ja ley". ©) “Articulo 6°. Los érganos del Estado actian vélidamente previa inves- tidura de sus integrantes, dentro de su eompetencia y en la forma y con los re- ‘quisites que prescribe la ley. Ninguna ma- gistratura, ninguna persona, ni grupo de Personas pueden atribuirse, ni alin a pre- texto de cireunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que ex: presamente se les hayan conferido por las eyes. Todo acto en contravencién a este artfculo es nulo y origina las responsabi- lidades y sancionies que la ley sefiale”. Es deciz, de los artfculos anteriormen- te transcritos se concluye que los érganos del Estado, cualesquiera sean sus activie dades, resultan responsables por la in- fraccién on que ineurren si no “someten su aeciéa a Jas Actas Constitucionales, a Ia Constitucion y a las leyes”. La infrac- cidn a lo preceptuado en el articule 6° ci- tado origina para el Estado no sélo la nu- lidad del acto que haya realizado el érga- no adiministrativo, sino, ademas, las ves- ponsabilidades consecucneisles sefialadas en los textos legales citados... Todas las normas referidas anteriormente de las Actas Constitucionales se encuentran ex- presamente contempladas en la Consti- tucién Politiea de 1980, y en la Ley Orgé- nica Constitucional N° 18.575, sobre Ba- ses Generales de la Administracién del Estado, publicada en el Diario Oficial con fecha 5 de diciembre de 1986, que en su articulo 4 ostablece la responsabilidad del Estado por los datos que eausen los dr nos de la Administracién en el ejereicio de sus fiineiones y en el articulo 44 que DERECHO prescribe Ia responsabilidad de los érga- nos de la Administracién por los datios que causen por falta de seruicio, recono- ciendo el derecho del Estado de repetir en eontra del funeionario que hubiere in- currido en Ia falta que causé el dafio. 1°. Que de todo lo analizada prect dentemente es forzoso concluir que las normas legales de responsabilidad extra- contractual del Estado, por los perjuicios causados a los particulares, proveniontos de actuaciones 0 de omisiones de los ér- ganos de su administracién, emanaban y ‘se encontraban establecidas expresamen- te a Ia época del presente litigio en las ‘Actas Constitucionales N* 2 y 8, y, en la actualidad, en la Constitucién de 1980 y en la Ley Orgénica Constitucional NP 18.575, de 1986. En consecuencia no se han podido aplicar las normas del Ti- tulo XXXV det Cédigo Civil sobre delitos y cuasidelitos, dentro de las cuales se cuentra el articulo 2332 sobre preseri cign de las acciones provenientes de ellos, V, En el caso “Quezada con Servicio de Salud”, por deficiente praxis médica, Ia sentencia del & Juzgado Civil de Val- paraiso, fechada 6 de agosto de 1992, en Jo fundamental fue confirmada en segun- da instancia y qued6 ejecutoriada. 24°, “Que en la doctrina se han plan- teado ‘diversas teorfas con respect a la forma come se vineula juridieamente el poder puiblico y los individuos y, consi- guientemente, 1a manera como jos actos de la Administracién son imputables u oponibles directamente al stado. Una de tales teorias es la Hamada Teorta del r- gano, doctrina que se sustenta sobre dis- posiciones constitucionales y legales, las que debidamente coordinadas dan lugar aun sistema integral y cohesionado y que tiene trascendente importancia tutelar, teorfa protectora respecto de los adminis- trados... De allf que para la teoria organi cista las consecuencias derivadas de la actuacién irregular de un funcionario, como asimismo de los dafios eausados a terceras, dan lugar a la puesta en movi- miento de la responsabilidad administra- tiva... Las faltas o arbitrariedades u omi- siones cometidas por un funcionario pri- 35 blico hacen responsables directamente a Ja administracién frente a los admini trados”, (Con la llamada teoria del érga- no queda superada la doctrina de la res- ponsabilidad por el hecho ajeno). 26°. “Que en nuestro sistema jurfdico vigenta, Ia Teoréa del Organo, en cuanto @ la reponsabilidad extracontractual det ente Administrador, encuentra su susten- tacién primordial en la Constitueién Polt- tica del Estado, articulos 6°, 38, 24 y 33 niimero 8. Especialmente wtil resulta a tales efectos transcribir Ios artfeulos 6° y ‘38 de la Carta Fundamental...” 30°. “Considerando que la Ley 18.575 en el articulo cuarto consagra la respon- sobilidad del Estado frente a los daiios causados por los érganos administrado- res, en la siguiente forma: ‘El Estado seré responsable por los darios que causen. los Grganos de la Administracién en el ejerci- cio de sus funciones, sin perjuicio de las responsabilidades que pudieran afectar al funcionario que los hubiese ccasionado’. "Las disposiciones transeritas reflojan fielmente, como se dijo, la responsabili- dad directa del rgano administrador por las faltas, abusos u omisiones cometidas por un funcionario que pudiere causar daiio a los administrados*. 39°. “Que, en consocuencia, habiéndo- se producido efectivamente un daiio mo- ral a Ia actora originado por la vivencia traumatica que le significé el obsorvar el quebrantamiento progresivo de Ia salud de su cényuge, por la falta de servicio oportuno que lev al deceso inesperado del sefior Navarrete, unido al trato desco- medido, descortés y poco deferente que se le brindara, debe concluirse que se ha con- figurado también el otro elemento nece- sario para hacer responsable al érgano administrador, esto es, el dafio efectivo' VI. En el caso “Reyes Orellana con Ser- vicia de Salud”, autos det 3* Juzgado Ci- vil de Valparaiso, por sentencia definiti- va del 30 de agosto de 1994, la cual se encuentra ejeeutoriada, se acogié la ac- cin indemnizatoria fundada en la falta de servicio, deducida por tos daios infli- ffidos a don Juan Faustino Léper, a quien, en intervenciones quirirgicas practicadas 36 PRIMERA PARTE en el Hospital Doctor Fricke de Viiia del ‘Mar, le dejaron apésitos o compresas en 1 interior de su cuerpo, Io que le eausé miiltiples trastornos, dolores, un shock séptico, y en definitiva la muerte. En el considerando 15°, reproducido en alzada por la Corte de Apelaciones de Val- parafso, se lee textualmente: “el andlisis de las probanzas allegadas a estos autos y especialmente el sumario administrati- Vo tenido a la vista hacen concluir que en el caso que nos occupa, ha existide una falta de servicio, por patte del Hospital Gustavo Fricke de Vifla del Mar, enten- diéndose por falta de servicio toda defi- ciencia 0 mal funcionamiento de un servi- cio publico que ocasiona un daito, como lo han definido algunos autores en 1a dos- trina. En efecto, esta falta de servicio esté constituida por tos siguientes hechos: 1) Haber dejado en el interior del cuer- po del paciente Juan Lopez dos compre- ‘sas al efectuarle una intervencidn quirir- fica; b) haber dejado en el interior del cuerpo del paciente, en Ia intervencién quinirgica del 4 de enero de 1988, una hhoja de moltoprén por un espacio de tiem- po prolongado mas alld de lo indicado mé- dicamente, esto es, desde el 4 al 12 do ‘enero; ¢) No haber entregado en la Uni- dad de Cuidados Intensivos ol Informe de Protocolo de Urgencia, donde el cirujano que operé deseribia ld operacién realiza- da y se indicaba que habia quedado den- tro del cuerpo del enfermo una hoja de ‘moltoprén; ¢) Tardanza en practicar Ia pri- mera operacidn y e) la sepsis que se pro- dujo en el paciente...” VIL. BI 3° Juzgado Civil de Valparat- 50, en la eausa “Uribe y otros con Fisco y iro’, condené al Estado al pago de una indemnizacién de 120 millones de pesos (entonees unos trescientos mil délares), més reajustes ¢ intereses, por concepto de dafios morales sufridos por los deman- dantes, con ocasién de la muerte de su cdnyuge y madre, derivada de la inocu- lacién a ella del sida, en una transfosion de sangre postparto, en 1987. Este pleito concluyé el aa 1996 por avenimiento, antes de Ia vista de la causa en segunda instancia. En la sentencia de primer grado, del 28 de noviembre de 1995, se lee: 19°. Res- pecto del Fisco de Chile, “existen antece- dentes, instrumentos y'testimonios que prueban que, al 7 de junio de 1987 (dia de la transfusiin fatal), el sida era una enfermedad conocida en Chile; que su de- teccién era posible mediante la practica Gol test de Elisa, y que correspondia al Ministerio de Salad adquirir Ios imple- mentos y reactives para detectar [a en- fermedad, poner esos elementos a la dis- posicién de los Servicios de Salud regio- rales y dar las intrucciones para su uso”. 28°. “Que el derecho a la salud de dotia Alicia Silva Mena y de su hijo Jean Pie rre ~infectados con el virus del sida fre conculcado por el Estado en razén de la falta de servicio en que incurrié el Minis- terio de Salud al no dotar oportuna y ade- euadamente a los servicios respectivos de Jos implementos y reactives necesarios para detectar el virus VIH" (Virus de in- munodeficiencia humana), ‘80°. “Que no es elemento de la falta de servicio la negligencia o culps, que sf lo es tratandose de responsabilidad extra- contractual. En esta ultima, el articulo 2284 del Cédigo Civil sefiala’ como requi- sito del cuasidelito la culpa. En cambio, tratdndose de Ja falta de servicio , en el articulo 4° de la Ley 18.575 tal requisito no se consigna por el legislador dentro de esa responsabilidad administrativa, por ser ésta de cardeter objetivo. Por otro lado, el artieulo 4° de la Ley 18.575 habria sido innecesariamente dictado si la responsa- Dilidad del Estado hubiese sido ya regida por las normas del Titulo XXXV del Libro Cuarto del Codigo Civil, que trata de los “Delitos y Cuasidelitos”. VILL. En el caso de la intervencién mé- dica practicada el 6 de julio de 1993, en el Hospital Militar de Santiago de Chile, al entonces Ministro de la E. Corte Su: prema don Lionel Béraud Poblete (en la ‘ual el correspondiente equipo médico, en lugar de operar la cadera derecha del pa- ciente para implantarle una prétesis, equi- vocadamente intervino la cadera izquier- a), la accidn civil indemnizatoria se diri i6 por el demandante contra cada uno ‘ppnecHo 37 de los integrantes del equipo médico, y solidariamente contra el Fisco de Chile. En la sentoncia definitiva de primera instancia, dictada el 28 de marzo de 1995 cen el proceso rol 43.556-93 (cuasidelite de lesionies graves), par el Ministro de Fuero don Cornelio Villarroel, son muy impor- tantes los considerandos 71, 72, 73 y 74, a fin de entender qué es hoy en Chile la responsabilidad objetiva del Estado por falta de servicio. En la sentencia definitiva de segunda instancia, pronunciada por Ia I. Corte de Apelaciones de Santiago el 21 de septiem- bre de 1995 (que mantuvo la condena al Fisco, aunque modificando el monto de la indemnizacién), se reprodujeron integra- mente los referidos considerandos 71 al 74 de la sentencia recurrida. Los recur- 505 de casacién en el fondo en contra de Ja referida sentencia de 21 de septiembre de 1995, fueron todos declarados sin Iu- gar por la E, Corte Suprema, por senten- cia del 20 de junio de 1996. Se exponen a continuacion, los consi- derandos mimeros 71, 72, 73 y 74 de la sentencia de primer grado, mantenidos sin modifieacién alguna en ia sentencia de término. 71. Que, al efecto de determinar la pro- cedencia de la demanda civil interpuesta en contra det Fisco de Chile, debe tenerse presente: a) Que en conformidad a lo establecido en el articulo 38 ineiso primero de la Cons- titucién Politica de Ia Republica, una Ley Organica Constitucional determinara la organizacién bésica de la Administracién Publica, precepto que agrega, en su inci- s0 segundo, que “Cualquiera persona que sea lesionada en sus derechos por la Ad- ministracién det Estado, de sus organis- mos 0 de las municipslidades, podrd re- clamar ante los tribunales que determine In ley, sin perjuicio de la responsabilidad que pudiere afectar al funeianario que hnu- biere causado el daiio’. b) Que en cumplimiento dél mandato de la Constitucién, se dicté la Ley 18.575 de 5 do diciembre de 1986 —Orgénica Constitucional de Bases Generales de la Administracion del Estado-, la que en su articulo euarto establece que “el Ustado sera responsable por los dafios que cau- ‘sen los drganos de la Administracién en el ojercicio de sus funciones, sin perjuicio de las responsabilidades que pudieren afectar al funcionario que los hubiera oca- sionado” €} Que de las antedichas disposiciones * se desprende que para que surja el dere- cho de “cualquier persona” para recla- mar ante los Tribunales de Justicia, y ara que nazca para el Estado la obliga- eign correlativa do resarcir o indemnizar el daiio, se requiere al menos la coneu- rrencia de los siguientes requisites: que Ia persona titular del derecho a reclamo haya sufrido un dafio o lesién de algunos de gus derechos; que la lesién al derecho particular del reclamante se haya pro- ducido por la Administracién del Esta- do, de sus organismos o de las Municipa- lidades; y que los érganos de la Adminis- tracion hayan actuado en ol gjercicio de sus funeiones 72, Que a este mismo respecto debe tenerse también en cuenta: a) Que de acuerdo a lo previsto en ol articulo 1° inciso 2 de Ia Ley ruimero 18.575, las Puerzas Armadas sc encuen- tran expresamente ineluidas dentro de los

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