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Tipos de virus de influenza

Hay tres tipos de virus de influenza: A, B y C. Los virus de influenza A y B causan epidemias de
temporada de la enfermedad casi todos los inviernos en los Estados Unidos. La aparición de un
nuevo y muy distinto virus que contagie la influenza en las personas puede causar una
pandemia de influenza. Las infecciones por virus de influenza tipo C causan enfermedades
respiratorias leves y no se cree que puedan causar epidemias.
Los virus de influenza A se dividen en subtipos según dos proteínas de la superficie del viurs: la
hemaglutinina (H) y la neuromidasa (N). Hay 18 subtipos diferentes de hemaglutinina y 11
subtipos diferentes de neuromidasa. Los virus de influenza A pueden dividirse en diferentes
cepas. Los subtipos actuales de virus de influenza A que se detectan en las personas son A
(H1N1) y A (H3N2). En la primavera de 2009 emergió un nuevo virus de influenza A (H1N1)
(sitio web de los CDC sobre la influenza H1N1 2009) que comenzó a causar enfermedades en las
personas. Este virus es muy distinto al virus común de la influenza A (H1N1) y ha causado una
pandemia de influenza en más de 40 años. Ese virus (a menudo llamado "H1N1 2009 ") ha
reemplazado principalmente al virus H1N1 que previamente circulaba entre los seres humanos.

Los virus de la influenza B no se dividen en subtipos pero pueden dividirse en diferentes cepas.
Los CDC siguen una convención de nomenclatura aceptada internacionalmente para los virus de
la influenza. Esta convención fue aceptada por la OMS en 1979 y publicada en febrero de 1980
en el Boletín informativo de la Organización Mundial de la Salud, 58(4):585-591 (1980)
(verRevisión del sistema de nomenclatura para los virus de la influenza: memorándum de la
OMS [854 KB, 7 páginas] ). El enfoque utiliza los siguientes componentes:

1. El tipo antigénico (por ej.: A, B, C)

2. El huésped de origen (por ej.: porcino, equino, pollo, etc. No se da un huésped de origen
para los virus de origen humano).

3. Origen geográfico (por ej.: Denver, Taiwán, etc.)

4. Número de cepa (por ej.: 15, 7, etc.)

5. Año de aislamiento (por ej.: 57, 2009, etc.)

6. Para los virus de influenza A, la descripción, entre paréntesis, de los antígenos


hemaglutinina y neuromidasa (por ej.: (H1N1), (H5N1)

Por ejemplo:

 A/pato/Alberta/35/76 (H1N1) para un virus originado en patos

 A/Perth/16/2009 (H3N2) para un virus de origen humano

Los virus de influenza A (H1N1), A (H3N2) e influenza B están incluidas en la vacuna anual
contra la influenza. Vacunarse con la influenza puede proteger contra los virus de la influenza
que son iguales o similares a los virus de la vacuna. Se puede encontrar información acerca de
esta vacuna de temporada en Prevención de la influenza estacional mediante la vacunación. La
vacuna contra la influenza estacional no protege contra los virus de la influenza C. Además, las
vacunas contra la influenza NO protegen contra infecciones y enfermedades ocasionadas por
otros virus que también pueden causar síntomas similares a los de la influenza. Existen muchos
virus, que no son los virus de la influenza, que pueden provocar enfermedades similares a la
influenza (ILI) y que se diseminan durante la temporada de influenza.

La Influenza es causada por un virus que ataca preferentemente el tracto respiratorio alto – la nariz y
garganta- bronquios y raramente también los pulmones. La infección usualmente dura una semana Es caracterizada
por un inicio súbito de fiebre alta, dolores musculares, dolor de cabeza, severo malestar general, tos no productiva,
dolor de garganta y secreción nasal. La mayoría de las personas se recupera en una o dos semana sin requerir
tratamiento alguno. En los extremos de la vida (infancia y ancianidad) así como en personas que padecen
enfermedades previas como: Enfermedades Respiratorias Crónicas, Diabetes Mellitus, Cáncer, Enfermedades
Renales o Cardiológicas, la Influenza se constituye en un serio riesgo para la vida. En estas personas la infección
puede desarrollar severas complicaciones, empeorar las enfermedades de fondo llegando inclusive a la neumonía y
la muerte

La Influenza aparece rápidamente alrededor del mundo en epidemias estacionales, generando impacto económico en
las poblaciones afectadas por los gastos que origina por concepto de atenciones, medicamentos, hospitalización y
manejo de las complicaciones, así como por la pérdida de la capacidad laboral de las personas afectadas.

En las epidemias anuales de Influenza 5-15% de la población es afectada con infecciones de tracto respiratorio
superior. La hospitalización y muerte podrían ocurrir en grupos de elevado riesgo (ancianos y personas que padecen
enfermedades crónicas). Se calcula como resultado de las epidemias anuales entre tres y cinco millones de casos
severos de la enfermedad, así como entre 250 000 y 500 000 muertes cada año alrededor del mundo. La mayoría de
muertes reportadas asociadas con Influenza en países industrializados ocurren en personas mayores de 65 años.

Mucho menos conocido es el impacto de la Influenza en países en vías de desarrollo. Por ejemplo en el brote de
Influenza en Madagascar en el 2002, más de 27 000 casos fueron reportados durante tres meses y 800 muertes
ocurrieron a pesar de la rápida intervención. Una investigación de brote coordinada por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) encontró que las consecuencias para la salud fueron severas en poblaciones pobres con limitado acceso
a los servicios de salud.

os virus actualmente circulantes que causan la enfermedad en los seres humanos se dividen en dos grupos: A y B.
Influenza A tiene 2 subtipos los cuáles son importantes para los seres humanos: A (H3N2) y A (H1N1), éstos son
asociados con mayor mortalidad. Los virus de la Influenza son definidos por 2 componentes proteínicos diferentes,
conocidos como antígenos ubicados en la superficie del virus llamados: Hemaglutinina (H) y Neuroaminidasa (N).

La mutación (cambio) genética de estos virus ocasiona la necesidad de la reformulación anual de las vacunas
influenza.

Pandemia de Influenza

Tres veces en la última centuria la Influenza a virus A, ha presentado mayores cambios genéticos en su componente
H, resultando en pandemias de grandes proporciones con número elevado de muertes. La más famosa pandemia fue
la de la Gripe Española, que afectó a gran parte de la población mundial y que causó la muerte de al menos 40 millones
de personas entre 1918-1919. Recientemente, otras dos pandemias de Influenza A ocurrieron en 1957 (“Influenza
Asiática”) y 1968 (“Influenza de Hong Kong”) las que causaron significativa morbilidad y mortalidad global. En contraste
con lo que comunmente ocurre estas epidemias ocasionaron además la muerte de jóvenes y adultos jóvenes
saludable.

Ultimamente brotes limitados de una nueva influenza subtipo A (H5N1) directamente transmitida de aves a seres
humanos ha ocurrido en Hong Kong, Región de China in 1997 y 2003.

El virus es transmitido de una persona a otra a través del aire, por las gotitas que eliminan las personas infectadas
cuando tosen o estornudan. El virus de la Influenza entra al cuerpo a través de la nariz o la garganta; luego de lo cual
la persona desarrollará síntomas entre uno a cuatro días después. La persona infectada puede contagiar desde el día
previo a la presentación de los síntomas hasta 7 días después.
La enfermedad se esparce rápidamente en la población especialmente si median condiciones de hacinamiento. Climas
fríos y secos facilitan la viabilidad del virus, pudiendo éste sobrevivir largos períodos fuera del cuerpo. Como
consecuencia las epidemias estacionales aparecen en invierno en áreas templadas.

Diagnóstico

La Enfermedad Respiratoria causada por la Influenza es difícil de distinguir de otras Enfermedades causadas por
otros patógenos respiratorios, si nos basáramos sólo en los síntomas. En tal sentido es importante la confirmación del
laboratorio, los exámenes rápidos han hecho recientemente posible detectar los virus Influenza en treinta minutos.

Sin embargo a pesar de la ventaja de los exámenes rápidos, es importante la recolección de muestra para cultivos,
pues estos proporcionan información muy importante tal como: virus circulantes, subtipos y variantes; la que se
necesita para determinar tratamientos, quimioprofilaxis y la formulación de vacunas para el siguiente año.

La vacunación es la medida principal para prevenir la Influenza y reducir el impacto de las epidemias. Varios tipos de
vacunas de Influenza han sido utilizados por más de 60 años. Ellas son seguras y efectivas en la prevención de brotes
de Influenza.

Es recomendable que las personas mayores y aquellas a quiénes se les considere de “alto riesgo” sean vacunadas.
La vacunación en el adulto mayor ha contribuido a reducir la morbilidad relacionada a Influenza en 60% y la mortalidad
en 70-80%. Inclusive en adultos saludables la vacuna ha demostrado ser muy efectiva (70-90%) en términos de
reducción de la morbilidad, demostrando ser una estrategia costo efectiva. En este grupo etareo. La efectividad de la
vacuna dependerá primariamente de la edad y del estado inmunológico de la persona vacunada, así como del grado
de similitud entre los virus circulantes y los de la vacuna. En consecuencia la vacunación puede reducir los gastos de
salud generados por la enfermedad y la pérdida de productividad asociada a Influenza.

Las vacunas Influenza contienen en su composición trazas de proteína de huevo, por tanto no deberían ser utilizadas
en individuos alérgicos a la proteína de huevo.

Los cambios genéticos continuos en los virus Influenza, determinan que la composición vírica de la vacuna deba ser
ajustada anualmente, para incluir aquellos de más reciente circulación como: Influenza A(H3N2), A(H1N1) e Influenza
B.

La Red Global de Vigilancia de la Influenza de la Organización Mundial de la Salud OMS, determina anualmente la
formulación de la vacuna. La Red conformada por 112 Centros Nacionales de Influenza en 83 países, es la
responsable de monitorizar los virus Influenza circulantes en humanos e identificar aquellos nuevos. Basados en la
información generada por la Red la OMS recomienda anualmente una vacuna que contenga las tres cepas más
virulentas en circulación.

Tratamiento y profilaxis: Agentes Antivirales

Para la mayoría de personas la influenza es una enfermedad del tracto respiratorio superior que dura varios días y
que sólo requiere tratamiento sintomático. En pocos días el virus es eliminado del cuerpo. Antibióticos, tales como
penicilina están diseñados para destruir bacterias no pueden atacar a los virus. Por tanto los antibióticos no juegan un
rol en el tratamiento de la Influenza,

aunque ellos son usados para tratar complicaciones.

Drogas antivirales para Influenza son importantes coadyuvantes de la vacunación para el tratamiento y prevención de
la Influenza. Sin embargo no son substitutos de la vacunación. Por muchos años, cuatro drogas antivirales que actúan
previniendo la replicación del virus han sido utilizadas. Ellas difieren en términos farmacocinéticos, efectos colaterales,
vías de administración, grupos de edad objetivo, dosis y costos.

Los Antivirales deberían usarse en aquellos pacientes con alguna condición de inmunosupresión. Cuando son
tomados antes de la infección o durante los estadios tempranos de la enfermedad (dentro de los dos primeros días de
iniciada), los antivirales pueden ayudar a prevenirla y si la enfermedad ya se ha iniciado su administración temprana
puede reducir la duración de los síntomas de uno a dos días.
Por muchos años, Amantadina, Rimantadina fueron las únicas drogas antivirales. Sin embargo pese a su relativo
moderado costo, estas drogas son efectivas sólo contra la Influenza tipo A y pueden ser asociadas con efectos
adversos severos (incluidos delirios y ataques que ocurren mayormente en personas ancianas o con dosis altas).
Cuando son usadas para profilaxis de Pandemias de Influenza a bajas dosis, tales eventos adversos son poco
probables. En consecuencia el virus tiende a desarrollar resistencia a estas drogas.

Una nueva clase de antivirales ha sido desarrollada: Inhibidores de Neuraminidasa. Drogas tales como Zanamivir, y
Oseltamivir tienen pocos efectos adversos (aunque Zanamivir puede exacerbar el asma u otras enfermedades
crónicas) y el virus infrecuentemente desarrolla resistencia. Sin embargo estas drogas son caras y no disponibles para
su uso en muchos países.

En casos de Influenza severa, la admisión hospitalaria a la unidad de cuidados intensivos, la antibióticoterapia para la
prevención de infecciones secundarias y el soporte respiratorio pueden ser requeridos.

ESTRATEGIA SANITARIA NACIONAL DE PREVENCION

La vacuna y el tratamiento
La vacuna humana habitual es la trivalente, que contiene proteínas purificadas e inactivadas
de las tres cepas que se considera que van a ser más comunes en la siguiente epidemia: dos
subtipos del virus A de la gripe y uno del virus B. Una vacuna elaborada un año puede no ser
eficaz al siguiente debido a las frecuentes y rápidas mutaciones (cambios en sus antígenos)
que sufre el virus, y a la dominancia variable de las diferentes cepas.
El tratamiento es sólo sintomático y en los casos graves y hospitalarios es sólo de
mantenimiento de constantes, pues los fármacos antivirales tienen una eficacia muy limitada
(los más eficaces son los inhibidores de la neuraminidasa) y no carecen de toxicidad. Los
antibióticos sólo son útiles si hay infección bacteriana asociada.

INFLUENZA, INFLUENZA A (H1N1), INFLUENZA A (H7N9)

Irma López Martínez


Laboratorio de Virus Respiratorios, InDRE

Los virus de influenza forman parte de la familia de los ortomixoviridae. Las partículas virales o
viriones son pleomórficos. Pueden ser partículas esféricas y medir de 80 a 120 nm o tener forma
de filamentos con un tamaño mayor. La envoltura viral esta formada por la membrana plasmática
de la célula hospedero y contiene proteínas virales tales como neuraminidasas (NA),
hemaglutininas (HA) y proteínas llamadas de matriz. En el interior de la partícula viral hay una
esfera o nucleocápside con un diámetro de 9 a 15 nm formada por la proteína viral M1 y contiene
el genoma viral.
Virus influenza. TEM. CDC/ Dr. F. A. Murphy

Con base en sus características moleculares e inmunológicas, los virus de influenza se clasifican
en tipos A, B, y C. La subtipificación del virus de influenza tipo A se hace con sueros específicos
capaces de distinguir las diferentes variantes de la hemaglutinina y la neuraminidasa. No se hace
la subtipificación de los tipos virales B y C. Para llevar a cabo subclasificaciones más detalladas y
análisis filogenéticos se requiere secuenciar y construir cladogramas.

Composición molecular.

El genoma viral es de RNA de cadena sencilla, de sentido negativo (es el molde a partir del cual se
sintetiza el RNA mensajero viral). Los virus de influenza tipos A y B poseen 8 segmentos de RNA,
los tipo C 7. Cada segmento de RNA está asociado a varias nucleoproteínas que impiden la
formación de estructuras secundarias, y a una RNA polimerasa, por sus extremos 5´y 3´. Cada
segmento codifica para un polipéptido, con excepción de los segmentos denominados M y NS.
(Cuadro 1)

Cuadro 1. Composición molecular del virus de Influenza

Segmento
Polipéptido Función
génico

PB1, PB2 y Componentes de la Transcripción.


PA RNA polimerasa

HA Haemaglutinina Se enlaza a glicoproteínas y glicolípidos de la


membrana celular que contienen residuos de ácido
siálico y que son usados como receptores para la
infección viral.

NP Se asocia al RNA genómico.


NA Neuraminidasa Degrada el ácido siálico de las glicoproteínas y
glicolípidos usados como receptores para la infección
viral.

M M1yM2 M 1: nucleocápside
M 2: proteina integral de membrana, canal iónico,
acidificación del endosoma, liberación de las
ribonucleoproteínas durante la infección.

NS Desconocida

Replicación.
La infección viral se inicia con el enlace de la HA a un receptor de membrana que contienen
residuos terminales de ácido neuramínico. El virus se internaliza en un endosoma y posteriormente
las ribonucleoproteinas se liberan en el citoplasma. Subsecuentemente, estas pasan por los poros
nucleares al núcleo para la transcripción (síntesis de RNA mensajero viral) y la replicación que son
mediadas por la RNA polimerasa viral. La síntesis de las proteínas virales la lleva a cabo la célula.
Los componentes proteicos necesarios para la formación de las ribonucleoproteínas y la
nucleocápside se exportan al núcleo celular. Las proteínas virales de la envoltura se transportan y
modifican en el aparato de Golgi para finalmente ser insertadas en la membrana celular. El
ensamblaje final de la partícula viral es un proceso no bien comprendido. La liberación de la
partícula viral produce lisis celular.

Transmisión.
La influenza se transmite de persona a persona mediante gotitas de saliva producidas al toser o
estornudar, las cuales al ser inhaladas depositan un inóculo infeccioso en el epitelio de las vías
respiratorias, o bien por contacto con manos o superficies contaminadas. Se considera como
periodo de incubación desde la exposición hasta el inicio de la enfermedad y varia de 1 a 4 días
dependiendo de la magnitud de la dosis viral del inóculo y el estado inmune del hospedero. El
periodo infeccioso se debe a la diseminación del virus y comienza un día antes de la aparición de
los síntomas, llega al máximo en 24 horas, se mantiene durante 1 ó 2 días y declina con rapidez.

Patogenia.
Una vez que los virus se han implantado en el epitelio de las vías respiratorias comienzan a
replicarse y diseminarse en el tracto respiratorio, causando la descamación de las células ciliadas y
de las células secretoras de moco. La multiplicación viral lleva a la lisis de estas células con la
liberación de antígenos virales que atraen a macrófagos y a linfocitos. La liberación de mediadores
humorales de inflamación como la interleucina-1 por los macrófagos da como resultado fiebre. Es
probable que el interferón cause dolores musculares difusos y fatiga, los mediadores de la
inflamación producen vasodilatación y edema en la nariz, lo que provoca obstrucción y rinorrea; la
irritación provocada por los restos virales y celulares estimula la producción de moco. El daño
ocasionado por la lisis de células del epitelio respiratorio favorece la colonización de bacterias tales
como Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae que pueden
producir neumonía.

Cuadro clínico.
La enfermedad tiene un inicio súbito, fiebre mayor de 38°C, postración, cefalea, mialgias, tos
seca y manifestaciones nasales como estornudos, rinorrea y obstrucción aérea, con inflamación
faríngea. La fiebre declina al segundo o tercer día de la enfermedad, al ceder la fiebre los síntomas
respiratorios pueden exacerbarse, la tos y la rinorrea pueden ser más intensos. Cuando se
resuelven la mayoría de los síntomas, la tos y la debilidad pueden persistir hasta una semana más.
Las complicaciones que se pueden observar son neumonía bacteriana secundaria, neumonía viral
primaria y neumonía mixta, viral y bacteriana. Las complicaciones extrapulmonares incluyen el
síndrome de Reyé, miositis, encefalitis y manifestaciones neurológicas inespecíficas. Las formas
severas de la enfermedad son causadas por los tipos A y B, mientras que el tipo C causa
infecciones subclínicas durante la infancia.

Hospederos.
Además del ser humano, el virus de la influenza tipo A se puede encontrar en ballenas, cerdos,
caballos, aves silvestres y aves de corral. Existe la posibilidad del contacto entre estas especies, y
gracias a la capacidad que tienen los virus de influenza para combinarse entre ellos, se puede
obtener una variedad antigénica diferente. Los virus de influenza tipo B y C sólo se presentan en
seres humanos.

Diagnóstico de laboratorio.
El diagnóstico presuntivo de influenza se establece con base en signos y síntomas. El diagnóstico
definitivo requiere de la demostración de antígenos virales por métodos inmunológicos. La
presencia de anticuerpos específicos solo tiene valor diagnóstico si el título de anticuerpos es 4
veces mayor al título basal obtenido en muestras de individuos sanos con la misma técnica y en el
mismo laboratorio. Las muestras biológicas requeridas para el diagnóstico pueden ser: exudado
faríngeo, nasofaríngeo, gargarismo, lavado broncoalveolar o suero. La muestra debe tomarse en
las primeras 72 horas de iniciado el padecimiento y mantenerse a 4°C. El diagnóstico puede
requerir también el aislamiento del virus por cultivo en líneas celulares o en embrión de pollo. Las
técnicas utilizadas para la identificación son la inmunofluorescencia indirecta o directa y la
inhibición de la hemaglutinación. La demostración de la presencia de acidos nucléicos virales por la
técnica de RT-PCR es un método muy rápido y sensible para el diagnóstico.

Tratamiento.
Actualmente el tratamiento incluye drogas antivirales, como la rimantadina, la amantadina y la
ribavirina que son muy eficaces, ya que reducen la intensidad de los síntomas, si son
administradas dentro de las primeras 48 horas de iniciada la infección. Estas drogas se usan en
casos de influenza severa ya que presentan algunos efectos secundarios indeseados. Para
contrarrestar las molestias de la influeza existen diversos medicamentos paliativos como el
ibuprofeno para el dolor muscular, el acetaminofén para la fiebre y la aspirina que mejora el estado
general de los pacientes.

Ante casos de influenza de origen AH1N1, se ofrecen a nivel institucional oseltamivir (Tamiflu) o
zanamivir (Renerva).

Epidemiologia.
En el siglo XX se presentaron varias pandemias de influenza, las más importantes fueron la
influenza española (1918-1919), la influenza asiática (1957-1958) y la influenza de Hong Kong
(1968-1969). Cabe mencionar que la pandemia de 1918, que se presentó al final de la primera
guerra mundial, ocasionó más muertes que la guerra misma (más de 20 millones). Sin embargo no
fue sino 15 años después cuando se logró el primer aislamiento de virus de influenza tipo A, en
1936 el del tipo B y hasta 1950 el aislamiento del tipo C. La influenza es importante sobre todo en
los grupos de alto riesgo, que incluye a niños, personas mayores de 65 años o con enfermedades
inmunes y/o metabólicas. En estos grupos se observa la mayor tasa de mortalidad. Sin embargo,
esto no quiere decir que el resto de la población esté exenta de sufrir la enfermedad, la mayor
morbilidad se presenta en adolescentes y adultos jóvenes. La influenza esta relacionada con el
invierno, en el hemisferio norte se presenta de noviembre a abril y en el hemisferio sur de mayo a
octubre. En áreas tropicales puede haber un patrón bimodal o bien no presentar estacionalidad.

Prevención y control.
Existen dos medidas disponibles que pueden reducir el impacto de influenza. La quimioprofilaxis
que depende de fármacos y la inmunoprofilaxis que emplea vacunas. Para la quimioprofilaxis de la
influenza estacional se utilizan dos medicamentos, la amantadina y la rimantadina, ambos
interfieren con la replicación del virus de influenza tipo A con una eficacia de 70 a 90% y reducen la
severidad y duración de los signos y los síntomas de la influenza cuando se administran durante
las primeras 48 horas de su inicio.

Vacuna.
En la actualidad la vacuna usada es trivalente ya que contiene dos cepas de influenza tipo A
(H1N1, H3N2) y una cepa de influenza B. La vacuna es de aplicación anual ya que la elaboración
de esta vacuna varía año con año debido a los cambios antigénicos de los virus.
Independientemente del tipo de las cepas existen dos tipos de vacunas: la inactivada, que puede
ser de dos tipos, con el virus completo que es más inmunogénico y reactogénico y otra que
contiene al virus fraccionado, que aunque tiene buena inmunogenicidad, es menos reactogénico.
Su administración es principalmente por vía intramuscular. El segundo tipo de vacuna es la
atenuada, la cual se obtiene a partir de varios pases en cultivo celular o por un rearreglo genético
con una cepa menos patogénica. Su administración es por vía oral o intranasal y actualmente se
encuentra en proceso de evaluación. En el hemisferio norte se debe vacunar en octubre y hasta
mediados de noviembre y en abril y mayo en el hemisferio sur.

Grupos prioritarios de vacunación.


Personas mayores de 65 años de edad, residentes de casas de ancianos y de cuidados crónicos,
niños y adultos con enfermedades crónicas cardio-pulmonares, personas con enfermedades
metabólicas crónicas, incluyendo diabetes, enfermedades renales, personas con
hemoglobinopatías o inmunosupresión. Menores con tratamiento de larga duración con aspirina y
con riesgo para desarrollar el síndrome de Reyé y mujeres con embarazo posterior al primer
trimestre.

Eficacia de la vacuna.
La eficacia depende de la edad e inmunocompetencia de la persona vacunada y del grado de
similitud entre las cepas que se encuentren circulando con las que están incluidas en la vacuna
usada. Para adultos jóvenes y niños la eficacia es del 70%, para ancianos viviendo en comunidad
es eficaz previniendo hospitalización por neumonía en un 70% y para ancianos viviendo en asilos
es del 50 al 60% para prevenir hospitalización y 80% en prevenir muerte.

Reacciones adversas de la vacuna.


Si la persona vacunada es alérgica a la albúmina de huevo se puede presentar choque
anafiláctico. Hay reacciones locales a la vacunación como dolor, enrojecimiento e induración del
sitio, las cuales tienen una duración de dos días. Las reacciones sistémicas incluyen fiebre,
malestar, mialgia, urticaria, angiedema, anafilaxia, las cuales se presentan entre 8 y 16 horas
después de la aplicación de la vacuna.

Los tipos de influenza




 inShare


Tipos de virus de la influenza

En los virus virus de la gripe son virus de ARN de clasificación que hacen que tres de
los cinco géneros de la familia Orthomyxoviridae:

 Influenza A
 Influenzavirus B
 Influenzavirus C

Estos virus son sólo lejanamente relacionado con el virus de la parainfluenza humanos,
que son virus ARN pertenecientes a la familia de los paramixovirus que son una causa
frecuente de infecciones respiratorias en niños, tales como el crup, pero también
puede causar una enfermedad similar a influenza en los adultos.

Influenza A

Este género tiene una especie, virus de la influenza. Las aves acuáticas salvajes son
los huéspedes naturales de una gran variedad de la gripe A. En ocasiones, los virus se
transmiten a otras especies y puede causar devastadores brotes en aves de corral o
dar lugar a pandemias de gripe humana.

El virus del tipo A son los patógenos humanos más virulenta entre los tres tipos de
influenza y causa la enfermedad más grave. El virus de la influenza se puede subdividir
en diferentes serotipos sobre la base de la respuesta de anticuerpos a estos virus.

 H1N2, endémico en humanos y cerdos


 H9N2
 H7N2
 H7N3
 H10N7

Influenzavirus B

Este género tiene una especie de virus de influenza B. Influenza B casi exclusivamente
afecta a los humanos y es menos común que la influenza A.

Los únicos animales conocidos por ser susceptibles a la infección de gripe B son el sello
y el hurón.

Este tipo de influenza muta a una tasa 2.3 veces más lento que el tipo A y por lo tanto
es menos diversidad genética, con un solo serotipo B de la gripe.

Esta reducción del tipo de cambio antigénico, junto con su radio de acción limitado
(especie de inhibición de cruzar el cambio antigénico), asegura que las pandemias de
influenza B no se producen.

Influenzavirus C

Este género tiene una especie de gripe por virus C, que infecta a los seres humanos,
perros y cerdos, a veces causando dos enfermedades graves y epidemias locales.

Estructura, propiedades, y el subtipo de la nomenclatura

Influenzaviruses A, B y C son muy similares en estructura general. La partícula del


virus es de 80-120 nanómetros de diámetro y por lo general más o menos esférica,
aunque las formas filamentosas pueden ocurrir. Estas formas filamentosas son más
comunes en la influenza C, que puede formar estructuras en forma de cuerda hasta
500 micrómetros de largo en la superficie de las células infectadas.

Hemaglutinina (HA) y neuraminidasa (NA) son los dos grandes glicoproteínas en el


exterior de las partículas virales.

HA es una lectina que media la unión del virus a las células diana y la entrada del
genoma viral en la célula diana, mientras que NA está involucrada en la liberación de
los virus de la progenie de las células infectadas, al romper los azúcares que se unen a
las partículas virales maduras. Por lo tanto, estas proteínas son objetivos para los
fármacos antivirales.

Además, son antígenos a los que los anticuerpos pueden ser planteadas. Virus de
influenza A se clasifican en subtipos basados en las respuestas de anticuerpos a HA y
NA. Estos tipos diferentes de HA y NA son la base de la H''''y''N''distinciones, por
ejemplo,''''H5N1.

Replicación

Los virus sólo puede replicarse en las células vivas. Infección de la gripe y la
reproducción es un proceso de varios pasos: en primer lugar el virus tiene que unirse y
entrar en la célula, a continuación, emitirá su genoma a un sitio donde se pueden
producir nuevas copias de las proteínas virales y ARN, el montaje de estos
componentes en nuevas partículas virales y finalmente salir de la célula huésped.

Virus de la influenza se unen a través de la hemaglutinina en azúcares de ácido siálico


en las superficies de las células epiteliales, normalmente en la nariz, la garganta y los
pulmones de los mamíferos y los intestinos de las aves. Después de la hemaglutinina
es escindida por una proteasa, la célula de las importaciones del virus por endocitosis.

Una vez dentro de la célula, las condiciones de acidez en la causa endosoma dos
eventos a ocurrir: la primera parte de la proteína hemaglutinina fusiona la envoltura
viral con la membrana de la vacuola, y luego la proteína M2 permite que los protones
se mueven a través de la envoltura viral y acidificar el núcleo de el virus, lo que hace
que el núcleo de disimular y liberar el ARN viral y proteínas básicas. El canal iónico M2
está bloqueado por fármacos amantadina, prevención de la infección.

Estas proteínas del core y ARNv formar un complejo que es transportado al núcleo
celular, donde la ARN polimerasa dependiente de ARN complementarias comienza la
transcripción de sentido positivo ARNv.

El ARNv se exporta al citoplasma y traducidos, o permanece en el núcleo.

Nueva síntesis de proteínas virales son secretadas por el aparato de Golgi a la


superficie de la célula (en el caso de la neuraminidasa y la hemaglutinina) o
transportado en el núcleo para unirse ARNv y formar nuevas partículas del genoma
viral.

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