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Nota editorial:

Eco y Latido
Querido lector.
Con gran satisfacción nos dirigimos a ti oficial de la Fundación Zenobia, así como al-
para ofrecerte un nuevo número de Eco y La- gunos poemas del de Moguer con los que pre-
tido. Esta satisfacción se debe a varias razo- tendemos algunos instantes gratos para ti.
nes, pero la principal es que, de nuevo, También encontrarás una aproximación a las
puedas disfrutar de la lectura de esta revista tres etapas de su delicada y profunda poesía.
que consideramos tuya. También el hecho
que tengas ante ti este nuevo número de Eco En la sección de Poesía, ponemos a tu dis-
y Latido nos congratula pues demuestra el in- posición una antología de poemas escritos en
terés que muestras por esta publicación, gra- formas clásicas y también una gran variedad
tui ta y tri mes tral, que edi ta mos des de de poemas en versos libres tanto de autores
nuestro portal literario de Mundopoesía. consagrados como de nuestros compañeros
poetas que comparten sus textos en ese espa-
Asimismo, queremos destacar en esta nota cio común que es Mundopoesía. Como nove-
editorial la extraordinaria acogida que tuvo el dad, incluimos en este nú mero dos un
número inaugural de la revista: ¡1800 descar- apartado que dedicamos a los haikus, esos
gas!; sin duda, estos buenos resultados, supo- preciosos poemas de origen japonés que en
nen razón de especial satisfacción para el solo tres versos abstraen las esencias de los
equipo redactor de la revista y para la admi- momentos y la naturaleza en sus distintas fa-
nistración y propiedad del Portal. Aprovecha- ses estacionales.
mos para informarte que este primer número
se mantendrá disponible para descargas futu- Agradecemos especialmente a los poetas
ras, de manera que puedas volver sobre él Yosé Álvarez, Juan Carlos Recinos, Ángela
cuantas veces gustes. Desde que se publicó el Álvarez, Verónica Aranda y Antonio Praena,
primer número de Eco y Latido, apenas una así como a todos nuestros compañeros poe-
semana después de su lanzamiento, nos pusi- tas que publican en Mundopoesía y que han
mos a trabajar de inmediato para que el nú- cedido generosamente sus poemas para ser
mero dos fuera una versión mejorada, en la publicados en la revista.
medida que estuviera en nuestras manos, de
ese primer ejemplar. Y aquí está el número Respecto a la sección Narrativa y Prosa,
dos, ya es una realidad; lo tienes ante ti para volveremos a encontrarnos con Juan Ramón
que lo disfrutes tanto como nosotros hemos Jiménez; ejemplo de su magnífica prosa son
disfrutado realizándolo. dos textos suyos: Alto vuelo y un fragmento
de Platero y yo.
En este número publicado en el mes de di-
ciembre, te encontrarás con la persona y obra Completan esta sección, el relato corto Ho-
de Juan Ramón Jiménez del cual ofrecemos menaje del escritor Francisco Romero, así
en la sección Retrato de un Poeta, una biogra- como otras microprosas de autores que publi-
fía bastante completa que es una reproduc- can en nuestro Portal Literario, destacando
ción exacta de la publicada en la página

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especialmente las microprosas ganadoras del ganadores de premios y galardones litera-
último concurso organizado por el departa- rios, aproximándonos a notables figuras del
mento de concursos de Mundopoesía. mundo literario.

Aprovechamos para dar las gracias al equi- Queremos agradecer todas las muestras
po de concursos y en su nombre, a su direc- de afecto que hemos recibido durante estos
tor, Ricardo Linares, a los autores que han meses desde el inicio de la publicación de la
cedido sus textos y a Francisco Romero, al revista, en concreto con motivo de la apari-
cual agradecemos su generosidad al autorizar- ción del primer número de Eco y Latido, y
nos la publicación de su magnífico relato. agradecemos, como no podía ser de otra ma-
nera, las sugerencias y críticas con las que he-
Continuando con nuestro sumario, com- mos intentado mejorar los resultados y que
probarás que en nuestra sección A propósito deseamos puedan verse reflejados en este
de un poema nos hemos acercado a la figura nuevo número que os presentamos. Como
de Juan José Domenchina, poeta del Grupo siempre, nuestra gratitud al portal literario
Poético de 1927 a través del análisis de su so- de Mundopoesía en la figura de su Adminis-
neto Mañana será Dios valiéndonos para ello tración y a todos los que nos han dado su au-
también de otro soneto de su autoría, Dolor torización para incluir sus composiciones en
humano. De la mano de su esposa Ernestina este número.
de Champourcín nos adentraremos en sus an-
gustias, en el desarraigo que sintió en el exilio Ni que decir tiene que tanto los asesores li-
y en sus raíces religiosas. terarios como el equipo directivo de Eco y La-
ti do qui siéra mos que ten gas una fe liz
Este número creemos que contiene algo de singladura por nuestras páginas; todas y
singular importancia que sitúa a Eco y Latido cada una de ellas fueron escogidas para ti
en un lugar de primer orden dentro de las re- por lo que deseamos fervientemente que las
vistas literarias digitales. Se trata de la oportu- disfrutes.
nidad de conocer a través de este número al
insigne poeta español, Luis Alberto de Cuen- Con afecto, el Consejo de Redacción
ca, Premio Nacional de Poesía del año 2.015, de Eco y Latido.
el cual con gran generosidad se prestó con mu-
cha amabilidad a responder a nuestras pre-
guntas y a ofrecernos su palabra exquisita.

Por lo que se refiere a las Reseñas Litera-


rias nos encontraremos con Pedro Páramo
de Juan Rulfo y con Residencia en la Tierra
de Pablo Neruda, dos libros, el primero narra-
tivo, el segundo de poesía, que pertenecen
con seguridad a la lista de libros recomenda-
dos que suscribiría la mayoría de críticos lite-
rarios de nuestro planeta.

Por último, al igual que en el primer edito-


rial, haremos también un repaso de las princi-
pales noticias de las que hemos tenido
co no ci mien to ha cién do nos eco de los

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Retrato de un poeta Eclipse Juan Carlos Recinos
Frieda Kahlo y Diego Rivera (1931)
• Juan Ramón Jiménez Ángela Álvarez
• Biografía Salón de té La Española - Tanger
• Poemas para un instante Verónica Aranda
Estoy triste, y mis ojos no lloran... • Autores de Mundopoesía
El viaje definitivo
El día bello A próposito de un poema
Soledad • Juan José Domenchina, Mañana será
Río de cristal dormido Dios
El otoñado
Árboles hombres
Todas las nubes arden
Prosa
Conciencia plena • Juán Ramon Jiménez
Generalife Alto Vuelo
• Artículo Platero y yo
Las tres etapas de la obra poética de • La prosa de Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez • Francisco Romero
• La obra del poeta y su cronología Homenaje
• Prosas
Poesía Clásica Reconocidas por el jurado de
• Autores consagrados Mundopoesía
Amor es esto Lope de Vega • Microprosas
La tempestad y la calma Juan de (Concurso Mundopoesía)
Arguijo
A la rosa Francisco de Rioja
La bailarina española Jose Martí Rincón del Haiku
Aniversario Ildefonso Manuel Gil • Haikus
Lo que dejé por ti de Rafael Alberti Reconocidos por el jurado de
A Gaudí Juan Eduardo Cirlot Mundopoesía
Duerme tranquilo Alfonsina Storni
• Autores de Mundopoesía Entrevista
Poesía en verso Libre • Encuentro con Luis Alberto de Cuenca
• Autores consagrados Reseñas literarias
Olvido Octavio Paz
Los nueve monstruos César Vallejo • Juan Rulfo
La mujer que no vimos Fernando Paz Pedro Páramo
Castillo • Pablo Neruda
Donde habita el olvido Luis Cernuda Residencia en la Tierra
Sola tú Leopoldo Panero
Vivir a cara o cruz Félix Grande
El muerto José Hierro Noticias Literarias
Las acacias Vicente Medina
• Autores contemporáneos
La libertad Antonio Praena
Tristeza Yose Álvarez Mesa

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Juan Ramón Jiménez
Biografía
Reproducimos la biografía publicada en elemental los realiza en el Colegio San José Cuando, en septiembre de 1897, vuelve a
la página web de la Fundación Zenobia, de Moguer y en septiembre de 1891, realiza Sevilla tampoco tiene intención de estudiar.
por ser esta, en nuestra opinión, una biogra- en el Instituto de Segunda Enseñanza de Empieza a ir al Ateneo y allí, en su bibliote-
fía completa y rigurosa, que nos ofrece una Huelva, el examen de instrucción primaria. ca, lee a Bécquer, a Rosalía de Castro y Jacin-
perfecta secuencia fotográfica de la vida del Ya en bachillerato se examina en 1892 del to Ver da guer, se fa mi lia ri za con el
poeta de Moguer. primer curso y en 1893 del segundo, obte- Romancero y con la literatura clásica espa-
niendo calificaciones de notables y sobresa- ñola y empieza a creer que puede llegar a ser
lientes. En septiembre, de este mismo año, algún día un gran poeta. Escribe y envía sus
el poeta queda interno en el Colegio de los je- poemas a periódicos y revistas de Huelva y
suitas de San Luis Gonzaga, del Puerto de Sevilla: El Progreso, El Correo de Andalu-
Santa María (Cádiz), donde se educaban la cía, El Noticiero Sevillano, El Programa,
mayoría de los hijos de la burguesía. Allí Diario de Huelva.
tuvo por compañeros, entre otros, al poeta
Fernando Villalón y a Pedro Muñoz Seca. En la primavera de 1899 vuelve a Sevilla
Es en este Colegio donde se manifiestan sus para estudiar con cierta dedicación y se ma-
primeras inclinaciones artísticas como que- tricula en Derecho. Aprueba Metafísica,
da reflejado en sus libros y cuadernos, con pero suspende Historia crítica de España, y
algunos poemas y dibujos. En 1894, 1895 y no se presenta a Literatura general y españo-
“Juan Ramón Jiménez Mantecón viene 1896 se examina de los cursos correspon- la. Decide que abandona los estudios para
al mundo en el seno de una familia acomo- dientes, alcanzando buenas calificaciones y siempre. Le atrae la literatura, quiere ser
dada de cultivadores y exportadores de en ese último año que obtiene el Título de poeta y comienza Juan Ramón a publicar
vino. Nace en Moguer (Huelva) el 23 de di- bachiller pone camino de regreso a Moguer. en Vida Nueva, de Madrid. Villaespesa y Ru-
ciembre de 1881, a las 12 de la noche, en la bén Darío le invitan entonces a trasladarse
casa de sus padres, en la calle de la Ribera En el verano de 1896 se enamora por pri- a Madrid a luchar por el Modernismo.
número 2, esquina con la calle de las Flores. mera vez e inicia un noviazgo con Blanca
Al poeta siempre le gustó decir que había na- Hernández-Pinzón Flores, próxima a su fa-
cido el día 24 y fue el tercer hijo del matrimo- milia, pues Victoria, su hermana, era novia
nio formado por Víctor Jiménez Jiménez y de José Hernández-Pinzón, hermano de
Purificación Mantecón López-Parejo. “Nací ella. En septiembre de ese mismo año Juan “Nací en Moguer, la noche de Navidad
en Moguer, la noche de Navidad de 1881. Ramón parte a Sevilla con la intención de es- de 1881. Mi padre era castellano y tenía
Mi padre era castellano y tenía los ojos azu- tudiar la carrera de Derecho, aunque está los ojos azules; y mi madre, andaluza,
les; y mi madre, andaluza, con los ojos ne- mucho más interesado en el arte, pintura y con los ojos negros. La blanca maravilla
gros. La blanca maravilla de mi pueblo poesía. Empieza a dar clases de pintura con de mi pueblo guardó mi infancia en una
guardó mi infancia en una casa vieja de el pintor gaditano Salvador Clemente. Pinta
grandes salones y verdes patios. De estos bodegones, paisajes, algunos retratos, copia
casa vieja de grandes salones y verdes
dulces años recuerdo que jugaba muy poco, a los grandes como Velázquez. En Sevilla patios. De estos dulces años recuerdo
y que era gran amigo de la soledad.” En sus vuelve a enamorarse Juan Ramón, en esta que jugaba muy poco, y que era gran
primeros años, Juan Ramón acude a las mi- ocasión de Rosalina Brau, una puertorriqueña amigo de la soledad.”
gas o parvularios de Doña Domitila y Doña cuya belleza y personalidad le conmovieron.
Benita Barroeta. Sus estudios de primaria y

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En abril de 1900 Juan Ramón llega a Ma- balneario. Juan Ramón anuncia su deseo de
drid. Lleva todos sus versos, reunidos bajo el viajar a Lima, y entonces el grupo decide ter-
título de Nubes. En la estación de Atocha le es- minar con la historia “matando” a Georgina
peran Salvador Rueda, Francisco Villaespesa de tisis galopante, y haciendo que el cónsul
y otros. Villaespesa le lleva a visitar impren- de Perú entregue al poeta un cable comuni-
tas, plazas, iglesias, cementerios, cafés, mu- cándole su fallecimiento. Juan Ramón inmor-
seos, jardines; le presenta a Rubén Darío, talizó este romance en su famosa “Carta a
Benavente, Valle-Inclán, Azorín y Pío Baroja, Georgina Hübner en el cielo de Lima”, del li-
y le acompaña a las tertulias de los principa- bro Laberinto. En 1903, el poeta abandona el
les escritores. Sus nuevos amigos le aconse- Sanatorio del Rosario y se va a vivir a casa del
jan separar los versos de Nubes en dos libros doctor Simarro, quién pondrá a Juan Ramón
de distinto tono: Almas de Violeta y Ninfeas, en relación con los pintores Emilio Sala y Joa-
que no aparecerán publicados hasta septiem- quín Sorolla, con la Institución Libre de Ense-
bre de ese año. En mayo regresa a Moguer, ñanza y con don Francisco Giner de los Ríos.
algo enfermo y desencantado del ambiente li- Ninguna de esas amistades consiguió supe-
terario que se respira en Madrid. rar la intimidad que unió al poeta con el ma-
trimonio Martínez Sierra.
El 3 de julio de 1900 muere en Moguer, víc-
tima de una embolia cerebral, don Víctor Ji- A mediados de 1905, Juan Ramón regresó
ménez, padre de Juan Ramón. La muerte del a su pueblo natal en busca de su restableci-
padre lo dejó anonadado, le había cogido des- miento. Antes de abandonar Madrid, el poeta
prevenido y pensaba que a él también podía Escribe Rimas bajo influencia de los simbolis- daba a imprenta Jardines Lejanos. Este Mo-
sucederle. Las noches se le convirtieron en pe- tas franceses. En septiembre es ingresado en guer al que Juan Ramón vuelve no es el mis-
sadillas, con el corazón disparado y con un in- el Sanatorio del Rosario de Madrid, donde mo que dejara. Desde el fallecimiento de su
men so mie do a la muer te. La ten sión será cuidado por el Dr. Simarro. En la habita- padre ha ido mermando la fortuna de la fami-
acumulada le agobiaba y casi no la podía resis- ción del sanatorio organiza reuniones que se lia, que ahora está en litigios. Para Juan Ra-
tir, y de pronto, una noche no pudo más, sin- convierten en tertulias a las que asisten Ma- món es una épo ca tris te, lle na de
tió que se aho ga ba y cayó al sue lo, chado, Valle-Inclán, Benavente… El sanato- preocupaciones, en la que se agrava nueva-
desvanecido. Este ataque se le repitió en días rio co bró fama en la épo ca por esas mente su enfermedad. No trabaja nada y le si-
sucesivos, sintiéndose morir antes de desva- reuniones. El sanatorio fue escenario tam- gue acechando su temor a la muerte. Juan
necerse, y le quedó un profundo temor a una bién de la publicación de Helios, la mejor re- Ramón busca consuelo en el campo de Mo-
muerte repentina. Sólo le tranquilizaba la pre- vista de la prensa española de su tiempo. En guer. Días de lectura y de disfrute rural en los
sencia de un médico. Su ansiedad constante 1903, Juan Ramón publicó Arias tristes, li- que, sin embargo, la enfermedad vuelve a ro-
se había convertido en fobia, en un temor bro que provocó el episodio que durante dear al poeta de temores y presagios angustio-
mórbido a la muerte. Calmaba su ansiedad años, se tuvo por leyenda: su romance episto- sos. De 1908 a 1913, Juan Ramón dará a la
buscando una protección externa, reclaman- lar con Georgina Hübner, una muchacha li- imprenta diez libros de poesía: en 1908, Ele-
do siempre la presencia del médico. Se trasla- meña de veinte años. El interés por conseguir gías Puras; en 1909, Las hojas verdes y Ele-
da a vivir a Fuentepiña, la finca de su familia un ejemplar de ese libro, y por obtener, al mis- gías Intermedias; en 1910, Baladas de
situada a escasos metros de la casa del doctor mo tiempo, sus autógrafos y sus cartas, hace primavera y Elegías lamentables; en 1911,
Rafael Almonte. Un año después su familia le que un grupo de jóvenes peruanos se invente Pastorales, La soledad sonora y Poemas má-
interna en un sanatorio francés para enfer- una admiradora imaginaria para que sosten- gicos y dolientes; en 1912, Melancolía, y en
mos mentales Castel d´Andorte, en Le Bous- ga con él un idilio por correspondencia de 1913, Laberinto. Son los años, también, en
cat, Burdeos, que dirigía el doctor Lalanne. continente a continente. Cuando las cartas que Juan Ramón brinda su amistad a Plate-
Allí estuvo de mayo a septiembre de 1901, ins- empezaron a ser más íntimas, Juan Ramón ro, un burrillo pequeño y peludo que acaba
talado en la propia casa del Dr., sin relación al- quiere conocerla personalmente. Entonces, convirtiéndose medio de transporte y en com-
guna con el resto de los internos, y creó una el grupo de bromistas decide enfermarla y pañero indispensable para ir de Moguer a
estrecha relación con él, su esposa y sus hijos. presentarla muy grave recluyéndola en un Fuentepiña.

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estancia allí dura apenas unos meses. El rui- poeta débil y triste como él podría hacerla fe-
do le obliga a buscar otra casa. Se muda a la liz. Además, Juan Ramón no encajaba en el
pensión Arizpe. En esta pensión el poeta esta- tipo de pretendiente que los Camprubí ha-
ba muy a gusto, aunque la tranquilidad que le bían imaginado para su hija. Juan Ramón
rodeaba era todavía relativa. Al lado de las ha- fue venciendo todas las dificultades.
bitaciones ocupadas por Juan Ramón, pared
por medio, vivían unos vecinos muy ruido- En enero de 1916, Juan Ramón abandona
sos: un matrimonio norteamericano que Madrid, pasa una semana en Moguer, con su
cuando tenía visitas tocaban el piano, charla- madre y hermanos, y el 30 embarca en Cádiz
ban a voces y reían tan alto que él tenía que rumbo a América: va a casarse con Zenobia.
dar golpes en la pared para que se callaran. El 2 de marzo, Juan Ramón y Zenobia contra-
En medio del ruido Juan Ramón percibía una jeron matrimonio en la iglesia de Saint Step-
voz agradable y una risa de mujer que llama- hen, de Nueva York. Tres meses pasaron por
ron tanto su atención que se propuso averi- tierras americanas: Boston, Filadelfia, Balti-
guar quién era la joven alegre. Era Zenobia more, Washington…En este viaje escribe
Camprubí, la hija de uno de los ingenieros de Juan Ramón Diario de un poeta recién casa-
la Junta de Obras del Puerto de Huelva, a la do.
sazón establecido en La Rábida y que podría
haber conocido allí en el año 1909. En julio, Zenobia y Juan Ramón volvieron
a Madrid. Alquilaron una vivienda en Conde
Más tarde, enterado Juan Ramón de que de Aranda 16, y allí, comenzaron su vida de
Zenobia y los ruidosos vecinos asistían a los casados. Zenobia va a facilitar a Juan Ramón
cursos para extranjeros que impartía la Resi- todo para que él pueda dedicarse a su obra.
dencia de Estudiantes, Juan Ramón asistió a Juan Ramón vuelve a dar nuevos libros a la
una conferencia de don Manuel B. Cossío y lo- imprenta: en 1916, publica Estío; en 1917, So-
gró ser presentado a Zenobia. Juan Ramón netos Espirituales, Poesías escojidas, Diario
Juan Ramón brinda su amistad a Platero, vive en esa época en la Residencia de Estu- de un poeta recién casado y la edición com-
un burrillo pequeño y peludo que acaba diantes, donde dirige las ediciones, también pleta de Platero y yo; en 1918, Eternidades,
convirtiéndose medio de transporte y en colabora estrechamente en el proyecto y deco- y en 1919, Piedra y cielo. A la par que a sus li-
compañero indispensable para ir de ración de la nueva residencia, en la calle Pi- bros, se entrega Juan Ramón por estos años,
Moguer a Fuentepiña. nar. El poeta diseñó parte del jardín, la en colaboración con su esposa, a la traduc-
biblioteca y eligió muchos de los materiales ción al castellano de una parte de la obra de
de las distintas dependencias. Al mismo tiem- Tagore y otros autores de interés como el dra-
po trabaja en la Editorial Calleja. ma Jinetes hacia el mar, del irlandés John
De sus salidas al campo moguereño y de M. Synge.
aquel contacto, empezarán a fluir las páginas Zenobia era una joven de muchísimo talen-
de Platero y yo, el libro que inmortalizó a to que llamaba la atención. Juan Ramón se ha- En 1922 Juan Ramón publica su Segunda
Juan Ramón, cuya primera edición menor, bía enamorado. Además de culta y sensible, le antolojia poética, y en 1923, Poesía y Belle-
apareció el 12 de diciembre de 1914. parecía una mujer agradable, finísima y muy za, tres libros de especial relevancia en la his-
inteligente. Pero su noviazgo no fue fácil. Que toria de nuestra literatura. En 1924, invita-
En 1913, animado por Ramón Gómez de la Juan Ramón fuese grave para el carácter de- dos por la familia García Lorca, Zenobia y
Serna, decide volver a Madrid para vivir allí senfadado y juvenil de Zenobia motivó que Juan Ramón viajan a Granada. Son los años
definitivamente. El Banco de España ha de- ésta no le correspondiera inmediatamente. A en que Juan Ramón publica varias revistas
cretado la ruina de su familia como herederos los románticos requerimientos de Juan Ra- poéticas: Índice, Sí y Ley, en las que colabora-
de un capital embargado y para dedicarse a la món responde Zenobia con bromas. No le re- ron un grupo muy selecto de poetas y escrito-
poesía sería más fácil en la capital. Juan Ra- sultó fácil a Juan Ramón llegar al corazón de res ya consagrados: Azorín, Gómez de la
món se hospeda en la calle Gravina, pero su su amada y convencerla de que también un Serna, los hermanos Machado, Ortega y

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Gasset. En ellas aparecieron publicados tam- colaborado con distintas sociedades humani-
bién los primeros versos de los más jóvenes: tarias como La Enfermera a Domicilio, El Ro-
Gerardo Diego, Pedro Salinas, Jorge Guillén, pero de Santa Rita o el Comité de Higiene
Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Ra- Popular.
fael Alberti, Manuel Altolaguirre, Carmen
Conde, Antonio Espina, Corpus Barga. Y jun- En agosto de 1928 muere en Moguer doña
to a ellos artistas tales como Benjamín Palen- Pura, madre de Juan Ramón. Sólo unos días
cia, Juan Bonafé, Francisco Bores y Salvador después fallece en Madrid doña Isabel, la ma-
Dalí. Al mismo tiempo que editaba estas revis- dre de Zenobia. Es un año de honda tristeza
tas, Juan Ramón dio a la imprenta sus famo- pero al año siguiente, viaja a España José
sos cuadernos: en 1925, Unidad; en 1928, Camprubí, el hermano mayor de Zenobia, y
Obra en marcha; en 1932, Sucesión; en al regresar a los Estados Unidos regala a los
1933, Presente, y en 1935, las Hojas que cerra- esposos el pequeño Ford que han utilizado él
ron la serie. Todos esos cuadernos contenían y su familia para desplazarse en sus viajes por
únicamente textos de Juan Ramón: caricatu- la península. A partir de ese momento –Zeno-
ras líricas, cartas, prosas poéticas, poemas, bia fue una de las primeras mujeres españo-
ensayos, poesías revividas, aforismos y antici- las con car net de con du cir-, via jar se
pos de sus libros inéditos. convierte para Zenobia y Juan Ramón en una
de sus más preciadas aficiones. Durante dos
En 1926, abre Zenobia una tienda dedica- años recorrieron media España. La otra me-
da al arte popular, en sociedad con su amiga dia la recorrió Zenobia sola, acompañada de
Inés Muñoz. El establecimiento se llama familiares o de matrimonios amigos.
“Arte Popular Español” y en él se venden bor-
dados, encajes, mantillas y objetos de arte. La existencia del poeta se complica en es-
Con ello hacía realidad un viejo proyecto: con- tos años con el drama en que se vieron envuel- En 1936 estalla la Guerra Civil Española y
vertirse en intermediaria en la compra y ven- tos los esposos cuando, en julio de 1932, tras se mantiene fiel del lado republicano llevan-
ta de estos artículos a cambio de una pequeña esculpir el busto de Zenobia, se quita la vida do una importante labor de acogida de niños
comisión. Más provechoso resultó para Zeno- Marga Gil Roësset, la joven escultora enamo- huérfanos. Los Jiménez convierten en guar-
bia ocuparse de subarrendar pisos amuebla- rada de Juan Ramón con un amor que sabe dería uno de los pisos que Zenobia realquila-
dos a diplomáticos extranjeros de paso por la imposible; su fulminante ruptura con Jorge ba a extranjeros y diplomáti cos, donde
capital de España, sus beneficios los destinó Guillén, en marzo de 1933, cuando deja de acomodan a una docena de niños. Para sufra-
la pareja a sufragar los estudios de su sobrino cumplir lo pactado con Juan Ramón respecto gar la manutención de estos niños, el matri-
Juan Ramón, ahijado del poeta e hijo único a una colaboración solicitada para la revista monio empeña en el Monte de Piedad
de su hermano Eustaquio. Los trabajos renta- Los Cuatro Vientos; su meditada e irrevoca- diversos objetos de valor que poseían.
bles no eran, sin embargo, la ocupación predi- ble decisión de no autorizar la inclusión de
lecta de Zenobia. También le gustaba ser útil, ninguno de sus versos en ninguna antología Ante las noticias alarmantes que llegan,
sólo por el gusto de serlo. A partir de 1925, al- de poesía española que se publique a partir Juan Ramón empieza a vivir en continuo so-
gunas alumnas de la Residencia de Señoritas de 1934; y su segunda rotunda negativa a ser bresalto. Sus propios amigos le instan a que
consiguieron, gracias a su mediación, bolsas elegido académico, cuando en junio de 1935 salga de España. A mediados de agosto, Juan
de viaje para estudiar en varios colleges es llamado a ocupar un sillón en la Real Aca- Ramón se entrevista con Manuel Azaña, pre-
norteamericanos. demia Española y declina el honor para sor- sidente de la República, y le expresa su deseo
presa de todos. Son los años también en que de obtener pasaporte para salir de España
Y cuando al año siguiente se funda en Ma- Juan Ramón, huyendo de los ruidos vecina- con dirección a Puerto Rico, donde debe aten-
drid el Lyceum Club Femenino, Zenobia par- les y callejeros se ve obligado a cambiar suce- der ciertos compromisos literarios contraí-
ticipa activamente en su organización, y es su sivamente de domicilio: Conde de Aranda, dos con an terio ri dad al levantamiento
secretaria durante los años que lo preside Ma- Lista, Velázquez, Padilla. militar. El 19 de agosto de 1936 se expidió a
ría de Maeztu. Al mismo tiempo, Zenobia ha Juan Ra món pa sa por te di plo máti co de

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Agregado Cultural honorario a la Embajada el inconveniente del calor, que les parecía in-
de España en Washington, y el 22, Zenobia y soportable, y el problema del idioma. Allí les
él atravesaron el paso fronterizo de La Jun- llega la noticia del allanamiento de su piso de
quera, con dirección a París. Cuatro días des- Madrid. Tres conocidos escritores asaltan su
pués em bar ca ron en Cher bur go en el casa –respetada durante la contienda- y se
‘Aquitania’ rumbo a Nueva York. Atrás deja- han llevado cuadros, objetos de arte, fotogra-
ban su casa, y en ella sus únicos bienes mate- fías, manuscritos, cartas, libros y otras perte-
riales: muebles y pertenencias personales, y nencias que solo en parte y tras larguísimas
con ellas los libros y los manuscritos del poe- gestiones fueron devueltas, varios años des-
ta, con toda su obra inédita. No llevaban de- pués, a Juan Ramón.
masiado equipaje, creyendo que la ausencia
sería corta y la situación política se calmaría En agosto, Zenobia y Juan Ramón, se tras-
pronto. No fue así. Se llevaron 22 años en ladaron de nuevo a Nueva York. Al regresar,
América. en octubre, a Coral Gables, encontraron un
apartamento de su gusto, en un barrio silen-
Al llegar a Nueva York, los esposos intenta- cioso y con jardines, y se instalaron en él.
ron recaudar fondos destinados a socorrer a Juan Ramón volvió a trabajar como en sus
los niños víctimas de la guerra. Después de un mejores tiempos. Sólo las estrecheces econó-
breve y descorazonante viaje a Washington micas a las que a menudo debían hacer fren-
en busca de apoyo al gobierno español que no te apagaban su entusiasmo. En enero de
interesó a nadie, los Jiménez embarcaron con 1940, el poeta pronunció tres conferencias
dirección a Puerto Rico. En la isla Juan Ra- en la Universidad de Miami, y a continua-
món ultimó los detalles de las antologías que ción enseñó en la misma universidad un cur-
iba a publicar el Departamento de Educación, amargura. Juan Ramón vive atormentado y so sobre poesía española contemporánea.
pronunció conferencias, se reunió con jóve- con el pensamiento puesto en la tragedia que En marzo los esposos viajaron a Orlando,
nes universitarios y con niños de las escue- se cierne sobre tantos inocentes. En febrero donde ofrecieron conferencias que Juan Ra-
las… A finales de noviembre, al no encontrar de 1938, muere en el frente de Teruel, víctima món daba en español, y Zenobia traducía en
en Puerto Rico talleres gráficos donde se pu- de un proyectil enemigo, su sobrino y ahijado inglés con la intención de que lo entendieran
dieran imprimir las antologías, los esposos se Juan Ramón Jiménez Bayo. La tristeza del bien. A lo largo de 1940, los Jiménez van a
trasladaron a Cuba. poeta es indescriptible. Cinco meses después, viajar dos veces a Nueva York, la primera,
los esposos viajan a Nueva York para que Ze- para comprar el coche que iba acompañarles
La Institución Hispanocubana le invita a nobia disfrute de la compañía y el cariño de durante el resto de sus vidas y la segunda
dar una serie de conferencias en el teatro de la sus hermanos. La alegría de volver a encon- para que Zenobia disfrutase de la compañía
Comedia; traba amistad con los más jóvenes trarse con ellos, mantuvieron a Zenobia sumi- de sus hermanos. En octubre, Juan Ramón
y mejores poetas y, a instancias suyas, se orga- da en un afanoso ir y venir, mientras Juan cayó enfermo y estuvo hospitalizado dos
niza un certamen para seleccionar y publicar Ramón visitaba la Hispanic Society, asistía a semanas.
los mejores poemas de aquel año y recogerlos los conciertos de la Filarmónica de Nueva
en una antología con el título de La poesía cu- York, o se perdía por las salas del Museo Me- En mayo de 1941, los esposos viajan a
bana en 1936; participa en actos públicos de tropolitano y las del Museo de Arte Moderno. Dirham, en Carolina del Norte, para que
afirmación republicana, como el homenaje A fines de noviembre volvieron a La Habana. Juan Ramón se someta en el hospital de la
tributado a Federico García Lorca en el Tea- Universidad a un exhaustivo reconocimien-
tro Nacional; colabora en las mejores revistas to y le pongan un tratamiento que le devuel-
En enero de 1939, Zenobia y Juan Ramón va la salud. En agosto regresaron a Coral
de la isla: Ultra, Carteles, Revista cubana, Ver- dejaron Cuba para siempre y se instalaron en Gables. En marzo de 1942, Juan Ramón vol-
bum, Grafos, Lyceum… Coral Gables, Miami pues la situación econó- vió a dictar tres conferencias en la Universi-
mica que atravesaban ya se hacía insostenible dad de Miami, y en julio participó, por
Las confusas y alarmantes noticias sobre la y además el final de la guerra invalidaría sus segunda vez, en el curso de verano de la Uni-
guerra que reciben los esposos les llenan de pasaportes diplomáticos. Allí tropezaron con ver s i dad de Duke. Pro nun c ió cin co

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conferencias y la que cerró el ciclo se convir- A su regreso de Argentina, tenía nuevos
tió en un homenaje de los estudiantes y los pro- proyectos. Empezó a trabajar en su obra sin
fesores al poeta español. descanso, sin advertir que su salud podía re-
sentirse por su total dedicación. Llegó a ver
Entre 1939 y 1942, Juan Ramón escribió publicado Animal de fondo, pero de repente
Romances de Coral Gables, que se publicó en sufrió una grave recaída. Posiblemente, la ta-
1948. En 1942 publicó Españoles de tres rea que se había propuesto excedía a sus fuer-
mundos; en 1945, Voces de mi copla; y en zas y requería más tiempo del calculado, y
1946, La estación total con las canciones de eso le hundió en una prolongada depresión.
la nueva luz. En 1943, publicó en la revista En agosto de 1950, Juan Ramón ingresó en el
Cuadernos Americanos, el fragmento prime- Washington Sanitarium and Hospital, de Ta-
ro de Espacio, un poema largo, de más de qui- koma Park, Maryland. Durante el otoño, Ze-
nientos versos, que había comenzado a nobia empezó a pensar en hacer un viaje a
escribir en la Florida, cuya versión definitiva, Puerto Rico, imaginando que el viaje por el
puesta en prosa, apareció por primera vez en mar y el volverse a encontrar en un país de ha-
1954, en la revista Poesía española. Al mismo bla hispana devolverían a Juan Ramón la sa-
tiempo que alumbraba Espacio, Juan Ramón lud perdida. En noviembre desembarcaron
escribió Tiempo, poema en prosa tan extenso en San Juan. Los médicos del Hospital Presbi-
como el primero, que no vio la luz hasta 1986. teriano que reconocieron al poeta diagnosti-
ca ron pa de ci mien tos ner vio sos que
En marzo de 1943, los esposos abandona- requerían tratamiento adecuado. Tras des-
ron Coral Gables y se instalaron definitiva- cansar algunos días al aire libre, los esposos
mente en Washington. Allí la vida del regresaron decepcionados a Riverdale. Antes
matrimonio se hizo nuevamente intensa y donde Juan Ramón podía guardar sus monto- de acabar el año el poeta volvió al Washing-
más interesante. En 1944, la Universidad de nes de libros y papeles. Allí escribió Juan Ra- ton Sanitarium. Las últimas semanas de ene-
Maryland contrató a Zenobia para dar clases món su libro inédito Los olmos de Riverdale. ro de 1951 las pasó internado en el Ugene
a los soldados que estudiaban español en el Leland Memorial, hasta ser trasladado al pa-
Programa de Instrucción del Ejército. Zeno- En agosto de 1948, la revista Anales de Bue- bellón psiquiátrico del hospital George Wa-
bia puso entonces de manifiesto sus hasta en- nos Aires invitó a Juan Ramón a dar una se- shing ton. Mien tras Juan Ra món no
tonces ocultas dotes de maestra, y allí se rie de conferencias en Argentina. El viaje mejoraba, Zenobia seguía pensando en
quedó, como profesora de español, hasta resultó muy emotivo. Juan Ramón leerá cua- volver a Puerto Rico u otro lugar donde él
1951. El Departamento de Lenguas y Literatu- tro conferencias en el teatro Politeama, de pudiera reponerse.
ra Extranjeras contrató después a Juan Ra- Buenos Aires. La presencia y la palabra del
món para im par tir se mi na rios para poeta, recibidas siempre con cálido aplauso, En marzo de 1951, los esposos regresaron
estudiantes graduados. se extendió a otras ciudades: Córdoba, La Pla- definitivamente a Puerto Rico. Se instalaron
ta, Rosario, Santa Fe y Paraná. Durante este en una pensión del barrio del Condado, don-
Los meses de septiembre y octubre de viaje, Zenobia y Juan Ramón pasaron una se- de había buenos médicos, exiliados españo-
1946 los pasaron Zenobia y Juan Ramón des- mana en Montevideo, donde el poeta leyó, en les en los que Juan Ra món con fia ba
cansando en el Washington Sanitarium and el teatro Solís, dos conferencias, y donde el Se- plenamente. En agosto Zenobia empezó a tra-
Hospital, de Takoma Park. El poeta había pa- nado uruguayo celebró una sesión especial bajar en la Universidad de Puerto Rico, y días
sado el verano algo abatido y pensaron que para tributarle un sentido homenaje. En Bue- después el matrimonio de mudó al Sanatorio
su estancia allí le resultaría beneficiosa. Por nos Aires ofreció Juan Ramón una lectura de Psiquiátrico Insular, donde el doctor García
ese tiempo compraron una casa en Riverdale, poemas de Animal de fondo, el libro que ha- Madrid, que atendía a Juan Ramón, había ha-
a la que se mudaron en noviembre de 1947. bía comenzado a escribir a su salida de River- bilitado un pabellón para vivienda de los tres.
Era una casita sencilla, de dos pisos, con un dale. En noviembre regresaron a los Estados Juan Ramón empezó a mejorar lentamente.
pequeño porche rodeada con un jardín de cés- Unidos. En noviembre de ese año 1951 los doctores
ped con olmos y robles y una buhardilla diag nos ti caron a Zeno bia un cáncer de

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matriz. Se operó en Boston el 31 de diciembre febrero recayó de nuevo, y con él Zenobia. Tras las honras fúnebres por el alma de su
en el Massachussets General Hospital. Regre- Convencida de que volver a su tierra y reen- mujer, Juan Ramón se encerró en una habita-
só al lado de Juan Ramón el 1 de febrero. contrarse con sus familiares y con su lengua ción de su casa para vivir en la oscuridad con
Juan Ramón pareció sanar de repente de to- devolverían a Juan Ramón la salud perdida, su dolor. Dejó de comer, descuidó su higiene
dos sus males, pero en seguida recayó, y has- Zenobia empezó a pensar en un eventual re- personal, se aisló de todo el mundo. Desnutri-
ta agosto no acabó de sentirse totalmente greso a España. do y en un estado verdaderamente lamenta-
curado. Reanudó su vida intelectual. En agos- ble, fue ingresado en el Hospital Psiquiátrico
to de 1953, los esposos se mudaron a una casi- El año 1956 empezó con Juan Ramón cal- de Hato Tejas. Un mes después, volvió, de
ta de dos plantas en la barriada de Floral mado y contento, y Zenobia, mejorada y de- nuevo, a la Universidad. En febrero de 1958,
Park, de Hato Rey. Casi al mismo tiempo, seosa de vivir. Pero antes de acabar febrero el poeta sufrió una aparatosa caída y se fractu-
Juan Ramón comenzó a dictar un curso so- Zenobia volvió a recaer. Al mes siguiente, los ró la cadera derecha. Operado, se restableció
bre el Modernismo en la Universidad. Alter- doctores confirmaron la reaparición del cán- con rapidez, pero no volvió a andar. La fami-
naba ese trabajo con la tarea de escribir cer. En junio voló a Boston, para someterse a lia del poeta trata de traerlo a España pero se
nuevos poemas y ordenar y corregir los ya pu- un severo reconocimiento en el Massachus- niega. En los últimos días de mayo da su bra-
blicados. Estaba terminando Dios deseado y sets General Hospital. El diagnóstico no zo a torcer y decide volver con su sobrino
deseante, y preparaba tres nuevos libros: En pudo ser peor. Tal vez no lograría sobrevivir Francisco Hernández-Pinzón, pero Juan Ra-
el otro costado, Una colina meridiana y De mucho tiempo. Sólo tras recuperarse de las te- món cayó enfermo de bronconeumonía. Tras-
ríos que se van. Reanudó también su colabo- rribles heridas que le habían producido las ladado a la Clínica Mimiya, de Santurce, no
ración con revistas y periódicos americanos, prolongadas sesiones de rayos, podría espe- respondió al tratamiento de choque que se le
y empezó a enviar versos y prosas a las revis- rar el milagro de una nueva intervención que impuso. El 29 de mayo muere Juan Ramón Ji-
tas de España que se los solicitaban. ménez en Puerto Rico, sin embargo, los res-
tos de Zenobia y el poeta fueron trasladados a
En marzo de 1953, la Universidad de Puer- España y descansan en el Cementerio de Mo-
to Rico había celebrado el cincuentenario de
El 25 de octubre, la Academia Sueca
guer, donde recibieron sepultura 6 de junio
su fundación inaugurando una magnífica bi- con ce dió a Juan Ra món el Pre mio de 1958.
blioteca. Juan Ramón se sumó a la efeméride Nobel de Literatura.
donando la suya completa: más de seis mil vo-
lúmenes. Dos años después, la Universidad
agradeció tan generosa donación cediendo al le devolviese la vida por unos años más. En
septiembre, volvió a Boston. Allí se desvane-
poeta y a su esposa una gran sala para que sir-
viera de lugar de trabajo y a su muerte queda-cieron todas las esperanzas. Su muerte era
ra convertida en centro de investigación sólo cuestión de unas semanas, quizás unos
encargado de honrar su memoria y custodiar meses. Regresó a Puerto Rico y fue internada
los libros donados por Juan Ramón. Esa sala en la Clínica Mimiya, de Santurce. Casi al mis-
mo tiempo va a llegar a la isla Francisco Her-
fue bautizada, por deseo del poeta, con el nom-
bre de Sala Zenobia-Juan Ramón Jiménez. nán dez-Pin zón Ji mé nez, el so bri no
predilecto de Juan Ramón, llamado a Puerto
Durante el primer semestre de ese año de Rico por Zenobia para que se ocupe del poeta
1953, el cáncer obligó a Zenobia a someterse en los días que sigan a su muerte. El 25 de oc- Bibliografía
a sesiones de rayos X. Al comenzar 1954, Ze- tubre, la Academia Sueca concedió a Juan Ra- Campoamor González, Antonio. Juan
nobia volvió a recaer, y Juan Ramón sufrió món el Premio Nobel de Literatura. El 28 Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí.
una nueva depresión que le llevó de nuevo a murió Zenobia. El 29 sus restos recibieron Años Españoles (1881-1936). Sevilla,
los hospitales: primero al Hospital Municipal cristiana sepultura en el cementerio de Porta UNIA, 2014.
de Río Piedras, y después a Auxilio Mutuo. Al Coeli, de Bayamón, cerca de San Juan. González Duró, Enrique. Biografía interior de
comenzar 1955, como la mejoría no llegaba, Juan Ramón Jiménez. Madrid
fue trasladado a la Clínica Psiquiátrica de Libertarias/Prodhufi, 2002.”
Hato Tejas, cerca de su casa. A mediados de

15
Juan Ramón Jiménez
Las tres etapas de su obra poética
Etapa sensitiva y simbolista Los Preludios sacaban de mi cuerpo, como de
una vivienda oscura, el ser más frenético de
Juan Ramón Jiménez nació en Moguer mi alma encendida." Esta pasión por la músi-
(Huelva) esa blanca maravilla / un mundo ca se añade a la que sentía por la pintura, por
mágico, el 23 de diciembre de 1881 y allí pasó "el color" en definitiva.
toda su infancia. Juan Ramón fue un niño so-
litario y consentido, dejando algunas impron- En esta primera época literaria de Juan Ra-
tas de ello en su obra posterior. En su libro món Jiménez, que podemos cifrar entre 1898
Esbozo para un retrato, publicado en 1907, y 1915, los primeros poemas estuvieron clara-
el poeta escribía: "De estos dulces años re- mente marcados por la influencia de la poe-
cuerdo bien que jugaba muy poco y que era sía de Béquer y por la corriente francesa del
gran amigo de la soledad..." "…mi pueblo simbolismo[2]. De hecho, Juan Ramón, jun-
guardó mi infancia en una casa vieja de gran- to con Antonio Machado, fueron los introduc-
des salones y verdes patios". El poeta pasó de tores del simbolismo en España. Los temas
ser un niño alegre, siempre riéndose al decir predominantes de esta primera etapa fueron
de su madre, que no comprendía cómo, lue- el amor, la muerte y el paisaje melancólico,
go, se volvió tan serio. Juan Ramón especula principalmente. En cuanto al aspecto formal,
sobre las causas de esa seriedad "¿... la muer- durante esta época, Juan Ramón escribió
te brusca de su padre a la madrugada; el cole- una poesía construida a base de versos senci-
jio de los Jesuitas, con su paño morado llos en la que hubo un predominio claro en el
constante de la muerte; el despertar sexual uso de versos cortos y octosílabos.
con la idea de lo imposible?" [1].
La luna, la dulce luna, fugaz duración, perfección en la brevedad, lí-
Durante este primer período de su vida, tiñe de blanco los árboles, mi tes por la pro pia con di ción de ser
y, entre las ramas, la fuente hombre".
tanto su adolescencia y primera juventud
alza su hilo de diamante
como su enfermiza predisposición a la melan-
colía influyen, como no puede ser de otra ma- (Fragmento de Arias Tristes 1902-1903) Continuando con la etapa simbolista, Ma-
nera, en su primera poesía. Muchos años nuel Alvar manifiesta en otro ensayo suyo,
después, en su Dios deseado y deseante recor- Manuel Alvar en su ensayo: Simbolismo e Juan Ramón Jiménez y la palabra poética,
daba al "niño dios que yo fui un día en mi Mo- impresionismo en el primer Juan Ramón que el de Moguer acertaba a ver en la poesía
guer" evo can do le ja nos mo men tos de dice que el simbolismo nace como desvío del de Verlaine ( "no es necesario definir las co-
extasiada contemplación. Ya aparece en este parnasianismo[3], toma de él, según pala- sas de una manera completa")[4] esa unión
temprano momento de su vida la idea de la bras del propio poeta de Moguer; "la forma de lo preciso con lo impreciso que será norma
muerte, referencia a una "muerte dorada" en precisa, pero no espera una precisión objeti- en su poesía; ("precisar en una imagen muy
sus primeras poesías (Nubes), con las que lle- va, sino una impresión objetiva; es decir, sen- bella lo impreciso, por medio de símbolos, de
gó a Madrid en abril de 1900. Asimismo, ad- timientos profundos que no se pueden captar relaciones, de correspondencias entre unas
quiere una importancia capital en esta por completo, sino por alusiones, por rodeos, cosas y otras").[4] Según el propio Manuel
primera etapa su pasión por la música: "... como en la vida misma". Sigue Manuel Alvar Alvar, este es su destino lírico, expresado en
Entonces tenía yo diecisiete años; oía a Cho- afirmando que "este era el mundo que conve- un poema conocidísimo del propio Juan Ra-
pin por vez primera...y de qué primer modo... nía al hipersensible Juan Ramón: sentimien- món: ¡Intelijencia, dame el nombre exacto
tos que embargan el espíritu, pero que son de de las cosas! Que mi palabra sea la cosa

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misma, creada por mi alma nuevamente. El estos cuatro octosílabos escritos en 1901, que
nombre exacto de las cosas, termina diciendo pasaron sin cambios a sus antologías segun-
Manuel Alvar, no es el que tienen, sino el que da y tercera:
se encuentra cuando la naturaleza se interpre-
ta con una teoría que la vuelve a descubrir. Me he asomado por la verja
el viejo parque desierto:
todo parece sumido
A propósito de la etapa simbolista de Juan
en un nostálgico sueño.
Ramón, M. Juliá en su ensayo Acerca de
Juan Ramón Jiménez, escribe: "De entre los
símbolos utilizados por Juan Ramón Jimé-
nez, el mar ocupa un lugar especial, pues este
símbolo, lleno de significado metafísico, lleva- Referencias:
rá su poesía a su máxima expresión. En los [1] Juan Ramón Jiménez. "Por el cristal amarillo".
primeros poemas de Jiménez el mar parte de Madrid, Aguilar, 1961
la tradición medieval, al estar asociado al peli- [2] El simbolismo es una escuela artística que surgió
gro y a la muerte". en Francia a finales del siglo XIX y que se
caracteriza por evocar o sugerir los objetos en lugar
¡Viento ilusorio de mar! de nombrarlos de manera directa. El movimiento
¡Calle de los marineros tiene sus orígenes en Las flores del mal de Charles
Baudelaire, si bien los dos poetas más
-ojo gris, mechón de oro, representativos de este movimiento fueron sus
rostro florido y moreno! compatriotas, Arthur Rimbaud y Paul Verlaine
La mujer canta a la puerta:
[3] El parnasianismo es un movimiento literario
"Vida de los marineros; francés que surge a mediados del siglo XIX como
el hombre siempre en el mar, respuesta al romanticismo. Consideraban el arte
y el corazón en el viento!" como un fin y no como un medio. De ahí la famosa
frase, "el arte por el arte".
(Versos de Pastorales 1903-1905)
[4].Frases textuales de Juan Ramón Jiménez Etapa Intelectual
Durante este período podemos situar "la
La segunda etapa en la trayectoria poética
primera plenitud del poeta", según la acerta-
de Juan Ramón Jiménez es la llamada etapa
da denominación que hacen Ángel Crespo y
intelectual que abarca desde 1916 a 1936. En
Pilar Gómez Bedate en el estudio que prologa
esta segunda etapa hay influencias claras
su obra completa. (Juan Ramón Jiménez.
como la de Whitman; también de intelectua-
Obras selectas. Antolojía jeneral en prosa.
les como Ortega y Gasset y sobre todo de la li-
1898- 1954).
teratura inglesa de la época. La poesía de esta
Hay desde luego un gran cambio en la poe- segunda etapa es una poesía más depurada e
sía de Juan Ramón a partir de 1901, renun- intelectual. Se trata de una poesía reflexiva
ciando el poeta, incluso avergonzándose, de que se vehiculiza a través de nuevas formas
la parte más cursi que él entendió que existía de expresión en la poética de Juan Ramón,
en su poesía primera. Lo que domina en sus como puedan ser la prosa y el verso libre. De
Rimas, como en Arias tristes, que escribió ya esta época podemos destacar el libro Diario
De entre los símbolos utilizados por Juan de un recién casado (1917), poemario de ha-
en Madrid, es la melancolía dulce y musical,
el colorido. El estilo y tono que inicia con Ri-
Ramón Jiménez, el mar ocupa un lugar bla hispana donde se emplea por primera vez
mas de sombra llega a la plenitud con Arias especial, pues este símbolo, lleno de y con plena conciencia el verso libre. El pro-
tristes, Jardines lejanos y Pastorales, es de- significado metafísico, llevará su poesía a pio Juan Ramón realizó la siguiente afirma-
cir, de 1902 a 1905. Una espléndida muestra su máxima expresión. ción: "En realidad, el Diario es mi mejor
de esa poesía concisa, sencilla, pueden ser libro. Me lo trajeron unidos el amor, el alta

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mar, el alto cielo, el verso libre, las Américas y ropajes sino del hecho de que ésta, por su
distintas y mi largo recorrido anterior. Es un propio carácter, nacía ya desnuda (Crespo y
punto de partidas" G. Bedate) Esto nos lleva a un tipo de poesía
esencialmente juanramoniana, casi exclusiva
Tú y Sevilla de este poeta y, en todo caso, puerta de acce-
A Sevilla le echo los requiebros so a la poesía de otros muchos que iniciaron
que te echo a ti. Se ríen, este camino a partir de este faro luminoso: la
mirándola, estos ojos que se ríen poesía desnuda. Un ejemplo nos acercará a lo
cuando te miran. esencial de este concepto:
Me parece
que, como tú, llena ella el mundo, "Te tenía olvidado, cielo,
tan pequeño y tan mágico con ella, digo, y no eras más que un vago existir de luz,
contigo, ¡tan inmenso, Hoy te he mirado lentamente,
tan vacío sin ti, digo, sin ella! y te has ido elevando hasta tu nombre."
¡Sevilla, ciudad tuya,
ciudad mía! Crespo y G. Bedate analizan estos versos.
Te tenía olvidado es cosa bien simple; pero
(Diario de un recién casado-1917)
no tanto en la manera en que se precisa, en
El cambio en las formas con respecto a la forma exacta, cómo era ese cielo en los mo-
primera etapa es notable; en sus textos apare- mentos de olvido. Vago también es simple, y
cen términos escritos en inglés, el poeta utili- más aún existir y luz; pero no tanto como el
za una téc ni ca ci ne ma to grá fi ca para decir vago existir de luz, que es la forma en
hablarnos de lo cotidiano, de la inmediatez que percibimos el cielo cuando apenas perci-
de la vida en la ciudad. sustantivo; el poeta busca, como diría en su bimos su existencia. Y esa honda precisión al
famoso poema, el nombre exacto de las describir es poesía y no prosa, aunque pudie-
Sirva como ejemplo este fragmento del cosas. ra no parecerlo.
poema Fuego de Juan Ramón Jiménez:
¡Intelijencia!, dame Otro buen ejemplo de poesía desnuda se-
"La primavera asalta las escaleras de hierro, sin el nombre exacto de las cosas!... rían los versos que tratan de describir la sen-
[pensar que la pisarán todos Que mi palabra sea sación de estrechar un cuerpo femenino
los días huyendo en cueros, y que los la cosa misma, desnudo, si bien no se trata de un poema eró-
cristales rotos a hachazos herirán, creada por mi alma nuevamente. tico, sino de un bello poema de amor. De lo
cada noche, su carne tierna. ¡Que me quiten de [mi que habla Juan Ramón es de lo inasible, ina-
balcón la escalera En definitiva, esta segunda etapa es la épo- bordable, que le parece el corazón de ella: su
mohosa y de mi pasillo la lanza roja, el hacha ca en la que el poeta de Moguer pasa de niño alma, su secreto: ¡Qué débil latido de su cora-
[plateada y la cuerda! ¡Y a hombre en su viaje a América, donde con- zón leve y qué hondo y qué fuerte su secreto!
que apaguen la sorda luz grana con su FIRE trae matrimonio con Zenobia y surge esa rela- (Poema 95 de la Antología de Instituto
[ESCAPE! Yo quiero tener en
ción es pe cial con el mar, sím bo lo Cervantes).
mi casa la primavera, sin posibilidad de salida. ¡Pre-
fiero quemarme vivo, os transcendental en esta etapa intelectual de su
[lo aseguro!" poesía. Por otro lado, merece hacer especial men-
ción a los poemas del mar, numerosos, siem-
La poesía de esta segunda etapa es una poe- La originalidad del Diario es debida al es- pre con el mismo tema, aunque en diversas
sía metafísica que se plantea constantemente fuerzo del poeta por reproducir vivamente, fases y múltiples variantes. El tema básico es
la esencia del ser. El adjetivo deja de ser prota- con exactitud, lo realmente sentido, la sensa- el asombro, el miedo, la angustia que la con-
gonista para dar mayor protagonismo al ción experimentada en un momento determi- templación del mar casi siempre le produce;
nado. La desnudez con la que algunos han y también su deseo de escapar de ese temor,
calificado esta obra proviene no tanto de ha- de sentirse salvado.
ber despojado a la poesía de adornos y

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"Sí, mar, ¡quién fuera El libro que sigue al Diario es Eternidades Etapa suficiente o verdadera
cual tú, diverso cada instante, (1916-1917) publicado en 1918, en el que el
coronado de cielos en su olvido...! ánimo del poeta vuelve a mostrarse muy satis- La tercera y última etapa de la poesía de
fecho, feliz, aunque, todavía, la sombra de la Juan Ramón Jiménez es la denominada eta-
En los poemas sobre el mar que hay en el muerte cruce alguna vez ante él; es el primer pa suficiente o verdadera. Esta etapa pode-
Diario se percibe casi siempre inquietud, te- año de casado. Después seguirán Piedra y cie- mos datarla entre los años 1937-1958, etapa
mor. Muchos de estos poemas están escritos lo, Poesía y Belleza, en la que la muerte, de marcada por una serie de circunstancias y
en el viaje de ida a América, recién casado. nuevo, adquiere protagonismo en muchas de acontecimientos de enorme importancia en
Pero, ya en el viaje de vuelta hay uno en el que sus poesías. la vida del poeta, como fueron su exilio de
el poeta parece sentirse sereno, haber elimi- España en territorio americano, el haber sido
nado su inquietud: testigo de la guerra civil española y la muerte
Fuentes: de su esposa Zenobia. Un poco antes del falle-
"¡Oh, qué serena el alma
cuando se ha apoderado,
cimiento de ésta, es galardonado con el pre-
https://nebrijajoven.wordpress.com/2013/10/16/7
como una reina solitaria y pura, 82/ mio Nobel de Literatura.
de su imperio infinito!" www.march.es/storage/bibliodata/teatro/prensa/EHF
10.pdf
Durante estos años de exilio, el poeta de
Ya en algunas prosas del Diario vuelven a Exactitud, Belleza, Mágicos instantes y la Muerte al Moguer continúa replegado en sí mismo en
aparecer referencias a la muerte. Sobre todo, fondo de Ángel Crespo y Pilar Gómez Bedate busca de la belleza y la perfección. Escribe
en la última parte, escrita ya en Madrid, en la Instituto Cervantes una poesía de carácter místico, centrada en la
que la mayoría de los recuerdos del viaje son trascendencia: en la búsqueda de Dios y de lo
desagradables. De estas sobresale una: Esque- absoluto. Abundando en esta idea, podemos
letos, tal vez provocada por una visita a un decir que se trata de una poesía hermética en
cierto museo antropológico: qué fraternidad la que Juan Ramón quiere expresar su ansia
la de estos huesos en la vitrina. de lo eterno y divino, de la conciencia. Comu-
nión con el cosmos y participación de lo colec-
Junto al Diario de un poeta recién casado tivo, de la creación, de lo divino (Panteísmo).
la obra más significativa de este período es, in- El poeta es un dios creador del mundo al
dudablemente, Platero y yo. En ella hay no nombrarlo, conciencia de los nombres que ha
sólo novedad en temas y estilo, sino también, creado.
y muy fundamentalmente, un cambio de acti-
tud suya ante la vida y ante los otros. (Ángel Asimismo, se aprecia con claridad meridia-
Crespo. Prologo Obras escojidas) Se trata de na en su poesía la añoranza de su Moguer na-
un conjunto de "estampas" que responden a tal. Su lengua poética se transforma en una
impresiones, sensaciones y recuerdos de Mo- especie de "idiolecto" poblado de múltiples
guer en la edad infantil de Juan Ramón. No neologismos (ultratierra, deseante...). La
es un diario ni un libro autobiográfico, sino obra que escribió en América con anteriori-
una selección de historias tomadas de un mis- dad a Animal de fondo es relativamente cor-
mo ambiente real y escogidas entre los múlti- ta. Unos 100 poemas en total, de los cuales
ples recuerdos del pasado. Editado por más de la mitad aparecieron en la Tercera an-
primera vez en 1914, fue en 1917 cuando apa- tolojía, de 1957, agrupados bajo los títulos de
reció la primera edición completa. Juan Ra- En el otro costado (1936-1942) y Una colina
món tenía el proyecto de ampliar hasta 190 meridiana (1942-1950), además de ensayos,
los capítulos de esta obra, pero, evidentemen- retratos y otras prosas. Tras un período de re-
te, a pesar de algunas ampliaciones hechas en lativo silencio, publica Animal de fondo
la década de 1920, el texto que conocemos se (1949), Tercera antolojía poética (1957), En
aleja mucho de ese colosal proyecto. el otro costado (1936-42) y Dios deseado y de-
seante (1948-49).

19
De esta época es su poema Espacio; un poe- una fuga incontenible, bajo el espacio inmen- conciencia mía -del poeta- de lo hermoso".
ma en prosa de gran longitud en el que no so de La Florida, cuando acababa de salir de No hay un contexto religioso sino el de la
hay predominio de un tema central, y que un hospital en Miami. propia obra depurada de JRJ.
está caracterizado por un análisis introspecti-
vo del yo como conciencia y del yo como par- Continuando con el análisis de la obra del En El nombre conseguido de los nombres,
te constitutiva de la historia; el poeta oscila poeta durante esta tercera etapa, nos centra- el poeta dice:
entre la plenitud de éxtasis místico y los abis- remos en dos poemas de referencia, como
son: Animal de Fondo (1949) y Dios desean- "Si yo, por ti, he creado un mundo para ti,
mos de la angustia y la desolación. En Ani-
Dios, tú tenías seguro que venir a él,
mal de fondo (1949), primera parte de la te y deseado (1957). Aquí el poeta es un dios
y tú has venido a él, a mí seguro,
última obra maestra de Juan Ramón Dios de- porque es un creador. Dios deseado: está en porque mi mundo todo era mi esperanza.
seado y deseante (1957) da rienda suelta a su conciencia. Ha creado. Dios deseante: el
un misticismo panteísta: el poeta se siente poeta está sediento. Es un creador activo. Pue- En definitiva, Dios creó un mundo y Juan
místicamente identificado con un dios inma- de considerarse como el punto culminante de Ramón lo recrea como en un espejo con la pa-
nente que habita en el interior del poeta y se un camino de interiorización casi mística. Es labra, lo vivifica. Él es un dios en la poesía
expresa a través de la palabra poética. una poesía visionaria y abstracta. Dios no es que ha acumulado su esperanza en su obra y
el creador absoluto del Universo, forma parte nos dijo que su obra estaba hecha de vida.
Respecto a Espacio, Octavio Paz afirmó en de él, es la "conciencia misma de los hom-
su libro El arco y la lira lo siguiente: bres" (JRJ). Damos fin a este artículo con una cita del
gran pensador Don José Ortega y Gasset, que
"Jiménez percibe por primera vez y quizá Dios del venir, te siento entre mis manos,
aquí estás enredado conmigo, en lucha hermosa entendemos resume muy bien la idea de
por última, el silencio insignificante de la na- Juan Ramón sobre la naturaleza del poeta:
de amor, lo mismo
turaleza, donde las palabras humanas son "El poeta es esponja de Dios".
que un fuego con su aire.
sólo un poco de aire y ruido". No eres mi redentor; ni eres mi ejemplo,
ni mi padre, ni mi hijo, ni mi hermano;
En Espacio las cosas no significan, están. eres igual y uno, eres distinto y todo; Fuentes:
Recuperar ese silencio es la función de la pala- eres dios de lo hermoso conseguido,
bra al nombrar. Leamos lo que escribe Juan conciencia mía de lo hermoso. http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1
ola/Modernismo/Juan%20Ram%C3%B3n%20Jim
Ramón: Yo nada tengo que purgar. %C3%A9nez.htm
Toda mi impedimenta
"Pero si yo no estoy aquí con mis cinco sentidos, [ni no es sino fundación para este hoy El poema Espacio: Final e inicio de una poética-
el mar ni el viento son Autor: Jenaro Talens
en que, al fin, te deseo;
viento ni mar; no están gozando viento y mar si [no porque estás ya a mi lado Rocío Fernández Barrocal. Etapas de la obra de
los veo, si no los digo y en mi eléctrica zona, Juan Ramón Jiménez.
lo escribo que lo están(...)" como está en el amor el amor lleno. WIKANDA.- Artículo: "Juan Ramón Jiménez."
Fragmento de Espacio Tú, esencia, eres conciencia; mi conciencia Etapas en la obra de Juan Ramón Jiménez. Autora:
y la de otros, la de todos (...) Rocío Fernández Berrocal.
dios ahora sólito en lo uno mío;
Siguiendo con este poema, el dios al que se Obras selectas. Selección y análisis de ángel Crespo
en el mundo que yo por ti y para ti he creado.
dirige el poeta es rebajado a minúscula, es ya y Pilar Gómez Bedate. Ediciones RBA-Instituto
Cervantes
impersonal. No soy yo quien habla: es ello
En estos versos de su poema La transpa-
quien habla mi lenguaje. Culturalismo, pues,
rencia, Dios, la transparencia palpita el deseo
como impersonalización. Ser poesía, y no poe-
del poeta de fundirse en el cosmos. Dios es
ta. En lo que concierne a la estructura, afirma
conciencia. La poesía nombra lo esencial, la
Jenaro Talens, que la prosificación se consti-
pureza, la depuración tras un proceso inte-
tuye en otra forma de impersonalización. En
rior del poeta que interioriza y espiritualiza el
palabras de Juan Ramón, este poema le fue
mundo. La creación también participa de lo
dictado por una embriaguez rapsódica, por
divino. Su idea de la belleza, "lo hermoso con-
segui do" por el poeta es "dios" que es "

20
Juan Ramón Jiménez
Poemas para un instante
Estoy triste, y mis ojos no lloran...
Estoy triste, y mis ojos no lloran
y no quiero los besos de nadie;
mi mirada serena se pierde
en el fondo callado del parque.
¿Para qué he de soñar en amores
si está oscura y lluviosa la tarde
y no vienen suspiros ni aromas
en las rondas tranquilas del aire?
Han sonado las horas dormidas;
está solo el inmenso paisaje;
ya se han ido los lentos rebaños;
flota el humo en los pobres hogares.
Al cerrar mi ventana a la sombra,
una estrena brilló en los cristales;
estoy triste, mis ojos no lloran,
¡ya no quiero los besos de nadie!
Soñaré con mi infancia: es la hora
de los niños dormidos; mi madre
me mecía en su tibio regazo,
al amor de sus ojos radiantes;
y al vibrar la amorosa campana
de la ermita perdida en el valle,
se entreabrían mis ojos rendidos
al misterio sin luz de la tarde...
Es la esquila; ha sonado. La esquila
ha sonado en la paz de los aires;
sus cadencias dan llanto a estos ojos
que no quieren los besos de nadie.
¡Que mis lágrimas corran! Ya hay flores,
ya hay fragancias y cantos; si alguien
ha soñado en mis besos, que venga
de su plácido ensueño a besarme.
Y mis lágrimas corren... No vienen...
¿Quién irá por el triste paisaje?
Sólo suena en el largo silencio
la campana que tocan los ángeles.

21
El viaje definitivo Soledad Río de cristal dormido
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros En ti estás todo, mar, y sin embargo, Río de cristal dormido
cantando. ¡qué sin ti estás, qué solo, y encantado; dulce valle,
Y se quedará mi huerto con su verde árbol, qué lejos, siempre, de ti mismo! dulces riberas de álamos
y con su pozo blanco. blancos y de verdes sauces…
Abierto en mil heridas, cada instante, El valle tiene un ensueño
Todas las tardes el cielo será azul y plácido, cual mi frente, y un corazón sueña y sabe
y tocarán, como esta tarde están tocando, tus olas van, como mis pensamientos, dar con su sueño un son triste
las campanas del campanario. y vienen, van y vienen, de flautas y de cantares.
besándose, apartándose, Río encantado; las ramas
Se morirán aquellos que me amaron en un eterno conocerse, soñolientas de los sauces,
y el pueblo se hará nuevo cada año; mar, y desconocerse. en los remansos dormidos
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro besan los claros cristales.
del domingo cerrado, Eres tú, y no lo sabes, Y el cielo es plácido y dulce,
del coche de las cinco, de las siestas del baño, tu corazón te late y no lo siente... un cielo bajo y flotante
en el rincón secreto de mi huerto florido y enca- ¡Qué plenitud de soledad, mar sólo! que con su bruma de plata
lado, va acariciando los árboles.
mi espíritu de hoy errará, nostáljico... Mi corazón ha soñado
Todas las nubes arden con la ribera y el valle,
Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol y ha llegado hasta la orilla
verde, sin pozo blanco, Todas las nubes arden dormida para embarcarse;
sin cielo azul y plácido... porque yo te he encontrado, pero al pasar por la senda,
Y se quedarán los pájaros cantando. dios deseante y deseado; lloró de amor, con un aire
antorchas altas cárdenas viejo, que estaba cantando
(granas, azules, rojas, amarillas) no sé quién por otro valle.
El día bello en alto grito de rumor de luz.
Y en todo desnuda tú. Del redondo horizonte vienen todas
de congregación fúlgida,
He visto la aurora rosa a abrazarse con vueltas de esperanza
y la mañana celeste, a mi fe respondida.
he visto la tarde verde
y he visto la noche azul. (Mar desierto, con dios
en redonda conciencia
Y en todo desnuda tú. que me habla y me canta,
que me confía y me asegura;
Desnuda en la noche azul, por ti yo paso en pie
desnuda en la tarde verde alerta, en mí afirmado,
y en la mañana celeste, conforme con que mi viaje
desnuda en la aurora rosa. es al hombre seguido, que me espera
en puerto de llegada permanente,
Y en todo desnuda tú. de encuentro repetido.)
Todas las nubes que existieron,
que existen y que existirán,
me rodean con signos de evidencia;
ellas son para mí
la afirmación alzada de este hondo
fondo de aire en que yo vivo;
el subir verdadero del subir,
el subir del hallazgo en lo alto profundo.

22
Árboles hombres Conciencia plena
Ayer tarde, Tú me llevas, conciencia plena, deseante
volvía yo con las nubes dios,
que entraban bajos rosales por todo el mundo.
(grande ternura redonda) En este mar tercero,
entre los troncos constantes. casi oigo tu voz;
tu voz del viento
La soledad era eterna ocupante total del movimiento;
y el silencio inacabable. de los colores, de las luces
Me detuve como un árbol eternos y marinos.
y oí hablar a los árboles. Tu voz de fuego blanco
en la totalidad del agua, el barco, el cielo,
El pájaro solo huía lineando las rutas con delicia,
de tan secreto paraje, grabándome con fúljido mi órbita segura
sólo yo podía estar de cuerpo negro
entre las rosas finales. con el diamante lúcido en su dentro
Yo no quería volver
en mí, por miedo de darles El otoñado
disgusto de árbol distinto
a los árboles iguales. Estoy completo de naturaleza,
en plena tarde de áurea madurez,
Los árboles se olvidaron, alto viento en lo verde traspasado.
de mi forma de hombre errante, Rico fruto recóndito, contengo
y, con mi forma olvidada, lo grande elemental en mí (la tierra,
oía hablar a los árboles. el fuego, el agua, el aire), el infinito.
Chorreo luz: doro el lugar oscuro,
Me retardé hasta la estrella. trasmito olor: la sombra huele a dios,
En vuelo de luz suave, emano son: lo amplio es honda música,
fui saliéndome a la orilla, filtro sabor: la mole bebe mi alma,
con la luna ya en el aire. deleito el tacto de la soledad.
Soy tesoro supremo, desasido,
Cuando yo ya me salía, con densa redondez de limpio iris,
vi a los árboles mirarme. del seno de la acción. Y lo soy todo.
Se daban cuenta de todo
y me apenaba dejarles.
Y yo los oía hablar,
entre el nublado de nácares,
con blando rumor, de mí.
Y ¿cómo desengañarles?
¿Cómo decirles que no,
que yo era sólo el pasante,
que no me hablaran a mí?
No quería traicionarles.
Y ya muy tarde, ayer tarde,
oí hablarme a los árboles.

23
Generalife
A Isabel García Lorca, hadilla del Generalife …¡Silencio, que ya no lloran!
¡Escuchad! Que ya no hablan.
Nadie más. Abierto todo. Se ha dormido el agua y sueña
Pero ya nadie faltaba. que la desenlagrimaban;
No eran mujeres, ni niños, que las almas que tenía,
no eran hombres, eran lágrimas no lágrimas, eran alas;
— ¿quién se podía llevar dulce niña en su jardín,
la inmensidad de sus lágrimas? — mujer con su rosa grana,
que temblaban, que corrían niño que miraba el mundo,
arrojándose en el agua. hombre con su desposada…
Que cantaba y que reía…
…Hablan las aguas y lloran ¡Que cantaba y que lloraba,
bajo las adelfas blancas; con rojos de sol poniente
bajo las adelfas rosas, en las lágrimas más altas,
lloran las aguas y cantan, en el más alto llamar,
por el arrayán en flor, rodar de alma ensangrentada!
sobre las aguas opacas.
¡Caída, tendida, rota
¡Locura de canto y llanto, el agua celeste y blanca!
de las almas, de las lágrimas! ¡Con qué desencajamiento,
Entre las cuatro paredes, sobre el brazo se levanta!
penan, las llamas, las aguas; Habla con más fe a sus sueños,
las almas hablan y lloran, que se le van de las ansias;
las lágrimas olvidadas; parece que se resigna
las aguas cantan y lloran, dándole la mano al alma,
las emparedadas almas. mientras la estrella de entonces,
…¡Por allí la están matando! presencia eterna, la engaña.
¡Por allí se la llevaban!
—Desnuda se la veía.— Pero se vuelve otra vez
¡Corred, corred, que se escapan! del lado de su desgracia;
—Y el alma quiere salirse, mete la cara en las manos,
mudarse en mano de agua, no quiere a nadie ni nada,
acudir a todas partes y clama para morirse,
con palabra desatada, y huye sin esperanza.
hacerse lágrima en pena, …Hablan las aguas y lloran,
en las aguas, con las almas…— lloran las almas y cantan.
¡Las escaleras arriba! ¡Oh qué desconsolación
¡No, la escalera bajaban! de traída y de llevada;
—¡Qué espantosa confusión qué llegar al rincón último,
de almas, de aguas, de lágrimas; en repetición sonámbula;
qué amontonamiento pálido qué darse con la cabeza
de fugas enajenadas! en las finales murallas!

…¿Y cómo saber qué quieren? —…En agua el alma se pierde,


¿Dónde besar? ¿Cómo, alma, y el cuerpo baja sin alma;
sin llanto el cuerpo se va,
almas ni lágrimas ver que lo deja con el agua,
temblorosas en el agua? llorando, hablando, cantando,
¡No se pueden separar; con las almas, con las lágrimas
dejadlas huir, dejadlas!— del laberinto de pena,
entre las adelfas blancas,
…¿Fueron a oler las magnolias, entre las adelfas rosas
a asomarse por las tapias, de la tarde parda y plata,
a esconderse en el ciprés, con el arrayán ya negro,
a hablarle a la fuente baja? bajo las fuentes cerradas.—

24
Juan Ramón Jiménez
Obra literaria
1900.- Nínfeas 1923.- Belleza
1900.- Almas de violeta 1923.- Poesías de Juan Ramón Jiménez
1902.- Rimas 1932.- Sucesión
1903.- Arias tristes 1932.- Poesía en prosa y verso (1902-32)
1903.- Pastorales 1935.- Hojas
1904.- Jardines lejanos 1935.- Canción
1907.- Baladas de primavera 1936.- Poesía y prosa para niños
1909.- Elegías andaluzas 1937.- La poesía cubana en 1936
1909.- Olvidanzas 1942.- Españoles de tres mundos
1911.- La soledad sonora 1943.- Poesías
1911.- Poemas mágicos y dolientes 1945.- Voces de mi copla
1912.- Melancolía 1946.- La estación total con canciones
1913.- Laberinto 1946.- El Zaratán
1914.- Platero y yo 1948.- Diario de poeta y mar
1916.- Estío 1948.- Romances de Coral Gables
1917.- Diario de un poeta recién casado 1949.- Animal de fondo
1917.- Poesías escojidas 1958.- Moguer
1917.- Sonetos espirituales
1918.- Eternidades
1919.- Piedra y cielo
1922.- Segunda antolojía poética

25
Poesía clásica
Autores Consagrados
A Gaudí La Tempestad y la Calma A la Rosa
Relámpago de carne hecha de roca, Yo vi del rojo sol la luz serena Pura, encendida rosa,
gesto de invocación incorporada; turbarse, y que en un punto desparece émula de la llama
anciano de cristal cuya mirada su alegre faz, y en torno se oscurece que sale con el día,
parece un girasol de doble boca. el cielo con tiniebla de horror llena. ¿cómo naces tan llena de alegría
si sabes que la edad que te da el cielo
En tu oración la luz se ha vuelto loca El Austro proceloso airado suena, es apenas un breve y veloz vuelo?
llena de mansedumbre exasperada; crece su furia, y la tormenta crece, y no valdrán las puntas de tu rama
y una tormenta azul, paralizada y en los hombros de Atlante se estremece ni tu púrpura hermosa
se postra a ese alarido que convoca. el alto Olimpo y con espanto truena; adetener un punto
la ejecución del hado presurosa.
Tu arquitectura gime como un bosque Mas luego vi romperse el negro velo El mismo cerco alado,
crucificado en furia que no mengua deshecho en agua, y a su luz primera que estoy viendo riente,
bajo las destrucciones cenitales. restituirse alegre el claro día, ya temo amortiguado,
presto despojo de la llama ardiente.
Yo pido a ese sarmiento que me enrosque Y de nuevo esplendor ornado el cielo Para las hojas de tu crespo seno
con brasas y zafiros esta lengua miré, y dije: ¿Quién sabe si le espera te dio Amor de sus alas blandas plumas,
de pecados y cantos capitales. igual mudanza a la fortuna mía? y oro de su cabello dio a tu frente.
¡oh fiel imagen suya peregrina!
Juan Eduardo Cirlot Juan de Arguijo bañote en su color sangre divina
de la deidad que dieron las espumas;
y esto, purpúrea flor, y esto ¿no pudo
hacer menos violento el rayo agudo?
Amor es esto róbate en una hora,
róbate licencioso su ardimiento,
Desmayarse, atreverse, estar furioso, el color y el aliento;
áspero, tierno, liberal, esquivo, tiendes aun no las alas abrasadas,
alentado, mortal, difunto, vivo, y ya vuelan al suelo desmayadas.
leal, traidor, cobarde y animoso, tan cerca, tan unida
está al morir tu vida,
no hallar, fuera del bien, centro y reposo; que dudo si en sus lágrimas la aurora
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, mustia tu nacimiento o muerte llora.
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso. Francisco de Rioja
Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor; quien lo probó lo sabe.

Lope de Vega

27
La bailarina española El cuerpo cede y ondea; Lo que dejé por ti
La boca abierta provoca;
El alma trémula y sola Es una rosa la boca; Dejé por ti mis bosques, mi perdida
Padece al anochecer: Lentamente taconea. arboleda, mis perros desvelados,
Hay baile; vamos a ver mis capitales años desterrados
La bailarina española. Recoge, de un débil giro, hasta casi el invierno de la vida.
El manto de flecos rojos:
Han hecho bien en quitar Se va, cerrando los ojos, Dejé un temblor, dejé una sacudida,
El banderón de la acera; Se va, como en un suspiro... un resplandor de fuegos no apagados,
Porque si está la bandera, dejé mi sombra en los desesperados
No sé, yo no puedo entrar. Baila muy bien la española, ojos sangrantes de la despedida.
Es blanco y rojo el mantón:
Ya llega la bailarina: ¡Vuelve, fosca, a un rincón Dejé palomas tristes junto a un río,
Soberbia y pálida llega; El alma trémula y sola! caballos sobre el sol de las arenas,
¿Cómo dicen que es gallega? dejé de oler la mar, dejé de verte.
Pues dicen mal: es divina. José Martí
Dejé por ti todo lo que era mío.
Lleva un sombrero torero Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
Y una capa carmesí: Aniversario tanto como dejé para tenerte.
¡Lo mismo que un alelí
Que se pusiera un sombrero! Cada día mi amor ha ido creciendo Rafael Alberti
enriquecido en tanta confianza.
Se ve, de paso, la ceja, Si clausuró su cuenta la esperanza
Ceja de mora traidora: más de lo prometido va cumpliendo. Duerme Tranquilo
Y la mirada, de mora:
Y como nieve la oreja. La juventud se fue desvaneciendo Dijiste la palabra que enamora
y no el amor que día a día avanza a mis oídos. Ya olvidaste. Bueno.
Preludian, bajan la luz, hacia más perfección y más la alcanza duerme tranquilo. Debe estar sereno
Y sale en bata y mantón, cuando en el corazón va atardeciendo. y hermoso el rostro tuyo a toda hora.
La virgen de la Asunción
Bailando un baile andaluz. Hay un triste placer, una hermosura Cuando encanta la boca seductora
que sosiega el vivir y lo engrandece debe ser fresca, su decir ameno;
Alza, retando, la frente; viendo el tiempo en el rostro de la amada, para tu oficio de amador no es bueno
Crúzase al hombro la manta: el rostro ardido del que mucho llora.
En arco el brazo levanta: cada arruga tornándola más pura
Mueve despacio el pie ardiente. más bella en la medida que envejece, Te reclaman destinos más gloriosos
más amorosamente codiciada. que el de llevar, entre los negros pozos
Repica con los tacones de las ojeras, la mirada en duelo.
El tablado zalamera, Ildefonso Manuel Gil
Como si la tabla fuera ¡Cubre de bellas víctimas el suelo!
Tablado de corazones. más daño al mundo hizo la espada fatua
de algún bárbaro rey y tiene estatua.
Y va el convite creciendo
En las llamas de los ojos, Alfonsina Storni
Y el manto de flecos rojos
Se va en el aire meciendo.
Súbito, de un salto arranca:
Húrtase, se quiebra, gira:
Abre en dos la cachemira,
Ofrece la bata blanca.

28
POESÍA CLÁSICA
AUTORES MUNDOPOESÍA
Reminiscencia (Soneto) Como el pájaro que habita en una jaula Indefinición de la existencia
Ojos benignos, ojos seductores, Como el pájaro triste que habita en una jaula, La vida no nos da lo que uno espera,
contemplativos del azul ensueño, como el preso que pena la celda de castigo si no lo que se encuentra en su existencia,
labios amados, donde halló mi empeño, yo me siento un don nadie, tal vez un pobre maula, pues aunque la verdad siempre es certera
inefable, el panal de mis amores. pues soy de soledades la víctima y testigo. la parca nos sorprende con frecuencia.
Alma y ojos y labios portadores Y vivo cual asceta que mora en los desiertos, Sabiendo irrefutable y verdadera
del venturoso porvenir risueño, mis trinos son lamentos, tal vez gritos silentes, esta razón de fuerza nos iguala
y todo para mí, primor sedeño, explorando por mares las luces de los puertos a todo ser viviente a su manera,
recato virginal de sus rubores. buscando en las tormentas faros intermitentes.
la suerte sea buena o sea mala
De estirpe proverbial su galanura Yo quiero ver el cielo con un azul brillante convierte a todo el mundo en jugador
por nobleza es, por cándida y por pura, respirando los aires de las altas montañas del tiempo que la vida le regala,
sol deslumbrante de un amor precioso. y sentirme tan libre como el águila errante,
o aquel protagonista de heroicas hazañas. nacemos y morimos con dolor,
Ella: linda princesa de leyenda, por ello, entre ambos trances disfrutamos
realismo mágico en mi grata senda Quiero ser como el viento, que en libertad domina del momento y del lance del amor.
de poeta y galán caballeroso. o el resplandor del astro que a la tierra ilumina.
Somos tan vulnerables los humanos
Ulpiano Atila que a veces nos sentimos inseguros,
sujetamos los días con las manos
y siempre nos resultan prematuros.
Antonio Nieto Bruna.

31
Fábula de alfa y omega [] Entre difusos márgenes deriva [] Dos polarizadores paralelos,
...que vio el reino de la espuma. -mi, re, do, si- de su sonora pluma círculo osculador en doble altura:
(Luis de Góngora, Fábula de Polifemo y undoso pentagrama donde estriba arriba, la razón de mis desvelos;
Galatea) infinitesimal canción de espuma abajo, mi pasión de curvatura.
...que nunca han visto las espumas el de la voz amante proyectiva Y tanto se sonrojan los gemelos
(Gerardo Diego, Fábula de Equis y Zeda) que tanto delinea como esfuma -celestes no- que, entrando en la espesura,
y equilibra el concento a su capricho se equivocó la abeja de colores:
Octavas son reales y reales, flor a flor, piedra a piedra y bicho a bicho. libó granates y olvidó las flores.
aunque míticos, son los que contienen,
en altos vuelos, hechos terrenales, [] Tan blanca, tan dorada, tan morena, [] Cuenta si puedes de e los decimales:
como nubes que van, sombras que vienen. náyade adora -por igual ninguna- son cifra poca de mi amante exceso;
Labor e inspiración labran iguales que tanto novia fue de luna llena o la complejidad de los fractales:
ritmos que encajan, rimas que convienen; cuanto esposa será llena de luna; mínimo del amor que te profeso;
que si agua manar pudo de la roca, inverso orvallo, surtidor sin vena busca por las praderas vectoriales
podrán brotar los versos de mi boca. que, término a su afán -y todo a una-, isogonal origen para el beso,
si es un tiempo de siglos siete breve, y no hallarás tan tensas como el mío
[Dedicatoria] es oro, es fuego, es rosa, es plata, es nieve. curvas al toro, perlas al rocío.
Tú que, perito en musas, escuchando [] Su figura es un pulso de salterio [] Y entre la estacionaria con que mueve
voces en tu interior sin saber cómo orlada incalculables pegmatitas onda sin ecuación ni movimiento
vinieron a anidar; marcharán cuándo si paso a paso en tacto de hemisferio una sigma final de traza breve
-misterio y migración- de tu alto domo; va pisando purpúreas las fluoritas; confundida al azar, la hierba, el viento,
y dónde se guarecen si alejando y si, merecedor de su cauterio, no percibió la incauta, que se atreve
se van; ahora escuchas con aplomo el ópalo enfurece a las cianitas, a tanto desatar su encantamiento
la fábula de nombre y fama tanta constelado en su red se vuelve fino que, en un despiste de la casta brisa,
que Ovidio cuenta y Monteverdi canta; vítreo cristal, no vidrio cristalino. se cambió la serpiente de camisa.
que un punto caballero enajenado [] Viene soltando azul bien temperada, [] ¡Mirad y ved, parámetros del junco,
por largas sinusoides vas y oscuras, eco de oriente abril por cuerdas de oro, que os dobláis al rumor de la epitaxia,
febrilmente acometes tinta armado cristalina luciendo sublimada si hay tal dolor de polinomio trunco
gigantes manchas, ágiles llanuras; cuarzo etéreo, marmóreo meteoro. enredado al crujir de la galaxia;
y una vez y otra vez que, derribado, Mas Himeneo, lágrimas inflada si hay un livor de coeficiente adunco
renaces de ceniza y tachaduras verde, una antorcha aviva en pirocloro: en el límite sordo de la ataxia,
llevado de un afán aventurero «Antes se orquestará del fin del día como el de mis amantes imposibles,
a donde el estro encuentra su venero; la disfunción de la relojería». asintóticamente indivisibles!
que recibes un don tan oportuno, [] Apolíneo David de son instante, [] Pero el amante, en progresión de escala
encarnada en mis versos, entelequia son presa del funtor sus proporciones, de negativa diferencia, emprende
-¿magmas Plutón o piélagos Neptuno? paradigma en rigor de la constante la apresurada búsqueda que iguala
¡chispa incapaz, descafeinada acequia!-; y, en pianissimo, un tiento de ilusiones; la cuarta y el bordón con que pretende
pues no hallarás quizá distinto alguno, álgebra del ayer y el adelante, la resonancia herir de aquella sala
a mi guitarra atiende, que te obsequia, configurado en altas pulsaciones, que hacia los hondos números se extiende.
acérrimo adalid del gongorismo, ebrio de geometría y primavera, Y vueltas dando al helicoide grave
una caricatura de mí mismo. dio su voz a cantar de esta manera: de sial y sima fue su tono clave.
fab (,) [] Eres bella -misterio en cuatro fases, [] No ortorrómbico, brilla el piroxeno
trinas aljófar y cristal rezumas-, escalando columnas monoclino;
[] Era el mes que se erige contra enero bella sobre el tic-tac de los compases el techo de piropos luce pleno,
a menos de seis metros de la playa; como jamás midieron las espumas; contrapunto y rubor del olivino;
el mes del retroceso del barbero bella bajo el cociente de las clases a su crenulación la duda es freno,
en pseudoparabólica muralla. de equivalencia, y más, de esferas sumas; que duda a cada nodo del camino
Pero, a pesar del divisor de cero más bella que el conjunto de los primos querellas si al amor cantar ausente
donde colapsa el plano, por la falla factorizada arpegios y racimos. o a la belleza sucumbir presente:
de calcio -no de sodio- son las sales
crecidas tras pretéritos corales.

32
[] floridas paragénesis repletas [] Una hipótesis rige en el teorema
de ortoclasa, hematites, microclina; que demostrar logró que no se explica:
verde apatito asoma por las vetas vacila si -pendiente el anatema-
y brota la cerúlea aguamarina; se verifica o no se verifica.
de los esquistos la epidota en grietas ¡Oh, duro axioma! ¡Oh, lógica blasfema!
con los haces de anfíboles se afina, ¡Oh, norma, que el deseo falsifica!
y a emular se atrevió al crisoberilo ¡Frontera es de los míseros amantes
la irracional estrella del rutilo. que eterna separó titubeantes!
[] De cumulados gabros taracea, [] ¡Ay de mi perdición de maximales,
progresa hacia los ínferos niveles; cuanto más avistados, más esquivos!
la lherzolita el muro festonea, ¡Envidia, oh tú, de los fenocristales
diques son de lamprófido dinteles; y vértice de mis superlativos!
peristilo de fúlgidas franquea Rosa de plenitudes cardinales
dunitas, que ya son indicios fieles y dentada, a su vez, sin lenitivos:
de la proximidad -nadie lo dude- ¡cómo podré brindarte mis laureles
de la oscura magmática palude. si el viento está mordido de claveles!
[] Pestilencia de isótopos instables [] Librada al contrapeso de la arista
-uranio y torio, si potasio menos- equivocaste el flanco divisoria.
asciende en torbellinos formidables ¡No hay pecho o catenaria que resista
en furor gamma y radiactivos truenos; mi herido amor en doble trayectoria!
líquido ferroníquel innombrables Sin posible instrumento, el alquimista
esferas gira en convectivos senos. cancela dimensiones de la gloria
Mas su latido el can no expande fuerte: -voz a voz, nota a nota y verso a verso-
es el silencio el núcleo de la muerte. cuantas cuerdas espira el universo.
[] Vengo hasta el hipocosmos no buscando [] Pero ya los tectónicos gradientes
el ritmo puntual de los pediones dirigen tu salmodia hacia el abismo,
que, brillantes, se ordenan, siempre y cuando dolina de geodésicas pendientes
lentamente consuman corazones; al hipocentro afín del paroxismo.
ni el simétrico coro calculando Disconexa memoria de accidentes,
invariante a rígidas mociones; de mis brazos rehuyendo el magnetismo,
ni en trance de espigar porfiroblastos, ¡eres la sombra de la hipotenusa,
al Tártaro melindres de sus fastos. disuelta exfoliación de semifusa!
[] Quién sabe si a estas simas, las más hondas, [] Mas el de amor errante -y no planeta-,
llegan de Amor los ramos de neutrinos, tras el preludio bacanal del pino,
o si la interferencia de otras ondas al conseguir en álgebra discreta
tuerce su afán o frustra sus caminos; los laureles rotundo y masculino
por eso, ya electrón de microsondas, -si teselado, en fin, íntegro asceta-
ambos a conmover vengo destinos el ya sin cuarzo azul, cambió su sino.
con el diestro enjaular cuerda tras cuerda Y en metonimia, amén de corolario,
los logaritmos de mi mano izquierda: él fue crucificado en sagitario.
[] si el principio es verdad tan exclusivo Prcantos
que a los números cuánticos afecta
de los fermiones que dorase el divo
y que omega impasible desconecta,
retumbe en este hogar definitivo
el alfa de mi voz, ¡oh, mi dilecta!,
mi exacto resolver la alternativa:
¡me anule yo con tal de que ella viva!

33
Ángel caído, fieramente humano Necesito tu palabra. Tus ojos
Tus ojos son lagunas transparentes
“Porque aquel ángel fieramente humano….” Llena pues de palabras mi locura que lucen la ternura de los prados,
Luis de Góngora o déjame vivir en mi serena y besan la ventana de los días
noche del alma para siempre oscura. danzando con acordes intervalos.
En un rasante vuelo Federico Garcia Lorca. Se inclinan silenciosos y sostienen
un ángel cayó cerca de un tugurio, las lluvias crepitantes de los faros,
¡¡NECESITO TU PALABRA!! en ellos yo camino hasta tu esencia
un lugar, mal augurio,
todo contrario a su divino cielo. que siempre me recibe sin reclamos.
Dejaste de escribir mis primaveras, Tus ojos sosegados como el alba
olvidaste que fui tu referente se visten con matices de castaños
Suelo toca el querube, de tus amados versos, elocuente,
hermoso, joven, rubio y asexuado; y mezclan una armónica mixtura;
en los umbrales, junto a mis riveras. al ángel y al mortal con sus encantos.
tumbado de costado
dijo haberse caído de una nube. Me miro en sus espejos y navego
Me dejas desafiarte en las quimeras, por mares misteriosos de arrebatos
en el bordado fuego irreverente…, y tierna me sumerjo en el sublime
-¡Sube!- exclamó una voz tenaz, enamorada y consecuente,
de fémina llegada de taberna, paisaje, de tus ojos cotidianos.
amé tu piel, brocal de mis trincheras.
diciendo dulce, tierna,
con inflexión porteña, -¡alzáte, vos, Ana Cevallos Carrión
Lléname, amor, de besos y ternura,
cobija el remolino que me habita
dos, tú y yo, somos; gozo con palabras colmadas de dulzura.
es mi oficio!; ¡vení! que te haré humano, El sol soñaba ser luna
vení, que de mi mano Que yo te haré brillar en la locura,
sabrás qué es el placer, verás qué hermoso! lencería de raso que te invita, Por detrás de un arrebol
desnudando mi carne claro oscura. el sol ,
Mozo y ángel en uno, mientras la tarde marchaba,
en hombre lo tornó la meretriz, Catia Love soñaba,
que lo hizo feliz en una cobriza cuna
y fieramente humano cual ninguno. ser luna.
Jmacgar En aguas de una laguna
que del sueño fue testigo,
como un errante mendigo,
el sol soñaba ser luna.
Luviam

34
Poesía en verso libre
Autores Contemporáneos
La Libertad
(Homenaje a S. Juan de la Cruz)

La cárcel de Toledo. La ventana


pequeña, inaccesible. Un orificio
para las heces en el suelo. El aire rancio,
lamentos en la noche. Padrenuestros
sin eco. Y sobre todo
mi corazón que da las gracias
-no sé cómo ni a quién-
por las humillaciones recibidas.
Ya lo veis:
en el cuerpo glorioso y flagelado
de Cristo –esta es la prueba, aquí el hedor
de las heridas y el perfume de las rosas-
yo he sido la mirada,
aquello que más sufre y, sin embargo,
quien contempla la gloria.
Si no fuera
por los azotes recibidos
de las fraternas manos semejantes,
por el agua y el grumo
y hasta un par de sardinas los domingos
comidas con las manos, de rodillas
ante el hermano carcelero. Si no fuera
por la manta enmohecida, el salivazo,
las risas entre dientes,
las fiestas de la Virgen sin más misa,
46 kilos de peso –traduciendo la ofrenda
a cifras de este siglo-. Si no fuera
por todo lo que hiere, las palabras
que escupen el desprecio. Si no fuera
porque la libertad es el perdón y si no fuera
porque el sentido y la azucena
trascienden el sentido y siempre esperan
en parte donde nada parecía,
¿qué hubiera yo sabido del amor?

Y el ciervo me aguardaba y no había pena.


Antonio Praena Segura

(Purullena, Granada, 1973) Es profesor en la Facultad de Teología de Valencia y


una voz dentro de la Iglesia que ha conseguido un eco inusitado con sus versos
fuera de ella: ha publicado los poemarios Humo verde, Poemas para mi herma-
na, Actos de amor (Premio José Hierro, 2011) y Yo he querido ser grúa muchas
veces (Premio Tiflos, 2013). En 2017 ganó el XXVII Premio de Poesía Jaime Gil
de Biedma gracias a su poemario Historia de un alma.

37
Tristeza Eclipse
Me sorprendo hablando sola tantas veces, Cuando el eclipse llegue,
en voz alta, con ese hablarle a nadie de los locos… amante,
Me pregunto a mí misma, por ejemplo, dónde estará el salero, las manos subirán en busca de tu sombra.
lo busco y me interrogo dónde lo habré metido,
lo encuentro y me respondo Por encima de los árboles,
en qué estaría pensando para guardarlo aquí. el universo –dios marino–
Y luego me reprocho caerá en una cascada de pájaros sin nombre.
qué haces, vieja idiota, pero no me contesto, Las olas serán montañas.
me hago la distraída y disimulo,
y empiezo otra conversación. ¿Cuánto, amante de piedra ágata
Hablo a ese yo inconcluso que deambula sonámbulo intentó el sahumerio para envolver al mundo?
en la casa desierta, hablo Dirás que la armonía del aire,
por no escuchar el ruido de mis pensamientos, de oscuridad sepulcral, se desplegó.
por no sentir mi pulso de mujer despoblada.
Hablo sola, con ese hablarle a nadie de los locos, Crisálida es tu voz envuelta en nomeolvides,
tal vez con el propósito habitante de la humedad,
de espantar la tristeza. eclipse repentino donde la selva despierta.
(Del libro “No dejaste instrucciones para vivir sin ti”, Juan Carlos Recinos
premio Nacional de Poesía Poeta Mario López 2017)

Yose Álvarez Mesa (Pichucalco, Chiapas, (México) 1984) Es poeta, ensayista y traductor. Autor del
poemario Cantos Peregrinos (Linajes Editores, México, D.F, 2008, Toro de tra-
po, Lima, Perú 2011, Jaguar Ediciones, Colima, México, 2012), el cual obtuvo la
(Arnao, Asturias, 1957). Escritora española nacida en Arnao (Asturias) en 1957. mención honorífica en los Juegos Florales de Zapotlán el Grande (Jalisco) en el
Es una autora prolífica en diferentes géneros de los que destaca su poesía, sus re- 2007 y de Cartografía Íntima (Jaguar Ediciones, 2015). En el 2002 obtuvo una
latos y sus cuentos infantiles, tanto en castellano como en asturiano. Ha escrito mención honorífica en el concurso de POESÍA FIL JOVEN, en el marco de la Fe-
una única novela, todavía inédita. Sus obras han sido premiadas en todo el terri- ria Internacional del Libro, de la Ciudad de Guadalajara. Del 2006 al 2010 fue
torio nacional con decenas de reconocimientos, así como en países como Líba- director adjunto del suplemento cultural Altamar, del diario Ecos de la Costa,
no, Argentina o Estados Unidos. Su estilo, en palabras de la autora, tiene algo junto al poeta Alberto Vega. Forma parte de la asociación Poetas del Mundo. Ha
de realismo mágico. sido antologado en Panorama de la poesía mexicana (Gobierno del Estado de
Otros datos de interés: Miembro de la Sociedad Cultural Gijonesa. Coordinadora Querétaro, 2009) de Romina Cazón y Rubén Falconi, Antología Poemas al pa-
de la revista literaria KALEPESIA. Colaboradora del programa de radio “Versos al dre y a la madre (Gobierno del Estado de Jalisco y Universidad de Guadalajara,
aire”, Onda Maracena Radio (Granada). Miembro de la Sociedad General de Auto- 2011), en el libro de memorias El festival de la palabra (Gobierno del Estado de
res y Editores (SGAE) Sonora, 2011) y en el libro de ensayos Gregorio Torres Quintero. Enseñanza e
historia (Universidad de Colima, 2012). Actualmente, forma parte del consejo
editorial de la “Revista Morbo”, editada en Campeche.

38
Frieda Kahlo y Diego Rivera (1931) Salón de té La Española, Tánger
Convertir el amor en materia para doblegar el miedo. Esta es una ciudad donde el deseo
Él y su enorme sombra ha anidado en las anclas.
tendida en la distancia que separa sus fauces de mi cuerpo.
Destruir la propia mirada. Hay una culpa antigua que expiamos
Hasta que la forma devore todos los caminos que desembocan en salones de té, donde es posible
[en la catástrofe. construir territorios de silencio y berilo.
Él y su movimiento de regreso llevando el poema siempre
[hasta la extenuación. Se fue el transbordador de media tarde,
pero el humo azulado da paso a una memoria
Ángela Álvarez Sáez cimentada en el gesto de empezar crucigramas.
(Madrid, 1981) Es licenciada en Derecho por la Universidad Pontifica de Comi- Memoria huidiza, frágil
llas (Icade). Ha publicado los siguientes libros de poemas: La torre de las tortu- de los hombres que vienen a olvidar.
gas (Hiperión, 2006), Metales en la voz (Vitruvio, 2006), Las versiones del tigre
(Vitruvio, 2007), De conjuros y ofrendas (Polibea, 2015) y La columna rota Aquí el miedo circunda unos posos de té.
(Huerga y Fierro, 2016). Ha sido galardonada con los premios de poesía Anto-
nio Carvajal, Luis Rosales (Cadena Cope y Obra Social Caja Madrid), Café de
Latitudes atlánticas
Oriente “Gerardo Diego”, Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Madrid donde no renunciamos al abismo.
(2007), Florencio Quintero, Alfambra, Gran Hotel Canarias, Mujeres Creado- (De Café Hafa, El sastre de Apollinaire, Madrid, 2015)
ras del Ayuntamiento de Baena y “La voz más joven 2011” (obra social Caja Ma-
drid). Asimismo, ha sido finalista en cuatro ocasiones del Premio Adonáis y
accésit en los Premios del Tren “Antonio Machado” organizado por RENFE en el
Verónica Aranda
año 2008. Ganadora XXXIV Premio Carmen Conde de Poesía de Mujeres, con-
vocado por Ediciones Torremozas. (Madrid, 1982). Es licenciada en Filología Hispánica, gestora cultural, traducto-
ra y ha realizado estudios de doctorado (MPhil) en literatura comparada en la
Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi. Ha recibido los premios de poe-
sía Joaquín Benito de Lucas, Antonio Carvajal de Poesía Joven, Arte Joven de la
Comunidad de Madrid, Antonio Oliver Belmás, Premio Internacional Miguel
Hernández, Ciudad de Salamanca y el Accésit del Adonáis, entre otros.

Ha publicado los poemarios: Poeta en India (Melibea, 2005), Tatuaje (Hipe-


rión, 2005), Alfama (Centro de poesía José Hierro, 2009), Postal de olvido (El
Gaviero, 2010), Cortes de luz (Rialp, 2010), Senda de sauces. 99 haikus (Amar-
gord, 2011), Café Hafa(El sastre de Apollinaire, 2015), Lluvias Continuas. Cien-
to un haikus (Polibea, 2014), Otoño en Tánger (Trabalis-Aguadulce, Puerto
Rico, 2016) y Épica de raíles (Devenir, 2016). Ha traducido al castellano al poe-
ta nepalí Yuyutsu RD Sharma, Poemas de los Himalayas, Claros de António Ra-
mos Rosa (Polibea, 2016), Una casa con palabras dentro de Maria do Rosário
Pedreira (Huerga y Fierro, 2017) y En la pata del caballo hay siete abismos de
Clarissa Macedo (Polibea, 2017).

39
Poesía en verso libre
Autores Consagrados
Olvido La mujer que no vimos
Cierra los ojos y a oscuras piérdete Se alejó lentamente
por entre los taciturnos pinos,
bajo el follaje rojo de tus párpados. de frente hacia el ocaso, como las hojas y como la brisa,
Húndete en esas espirales la mujer que no vimos.
del sonido que zumba y cae
y suena allí, remoto, Bajo una luz de naranja y de ceniza
era, como la hora, soledad y caminos;
hacia el sitio del tímpano, armonía y abstracción como las siluetas;
como una catarata ensordecida. esplendor de atardecer como los maduros racimos.
Hunde tu ser a oscuras, De lejos nos volvía en detalles
anégate la piel, la belleza ignorada de la mujer que no vimos.
y más, en tus entrañas;
que te deslumbre y ciegue La tarde fue cayendo silenciosa
el hueso, lívida centella, sobre el paisaje ausente de sí mismo
y floreció en un oro apagado y nuevo
y entre simas y golfos de tiniebla entre el follaje marchito.
abra su azul penacho al fuego fatuo.
En esa sombra líquida del sueño Hacia un cielo de plata
moja tu desnudez; pálido y frío;
abandona tu forma, espuma hacia el camino de los vuelos que huyen,
que no sabe quien dejó en la orilla; de las hojas muertas y del sol amarillo,
piérdete en ti, infinita, se alejó lentamente
en tu infinito ser, la mujer que no vimos.
ser que se pierde en otro mar:
Sus huellas imprecisas las seguía el silencio,
olvídate y olvídame. un silencio ya nocturno, suspendido
sobre el recogimiento de la tarde,
En ese olvido sin edad ni fondo, huérfana de la prolongación de sus caminos…
labios, besos, amor, todo renace:
las estrellas son hijas de la noche. Pero su voz, entre la sombra,
fúlgida voz que hacía pensar
Octavio Paz
hizo vibrar la sombra, y era su voz un trino:
en unos cabellos del color del trigo.
Recuerdos de las formas evocan las siluetas
de los apagados árboles sensitivos;
pero la voz que se aleja entre masas borrosas,
denuncia unos ojos claros como zafiros,
y unas manos que, trémulas, apartan los ramajes
como dos impacientes corderitos mellizos.
Ni pasos furtivos, ni voces familiares:
oquedad y silencio entre los altos pinos,
y en las almas confusas un ansia de belleza.
¿Pasó junto a nosotros la mujer que no vimos?
Fernando Paz Castillo

41
Los nueve monstruos que no nacen ni mueren (son los más).
Y también de resultas
Y, desgraciadamente, del sufrimiento, estoy triste
el dolor crece en el mundo a cada rato, hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso, de ver al pan, crucificado, al nabo,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces ensangrentado,
y la condición del martirio, carnívora, voraz, llorando, a la cebolla,
es el dolor dos veces al cereal, en general, harina,
y la función de la yerba purísima, el dolor a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
dos veces al vino, un ecce-homo,
y el bien de ser, dolernos doblemente. tan pálida a la nieve, al sol tan ardido¹!
¡Cómo, hermanos humanos,
Jamás, hombres humanos, no deciros que ya no puedo y
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera, ya no puedo con tanto cajón,
en el vaso, en la carnicería, en la aritmética! tanto minuto, tanta
Jamás tanto cariño doloroso, lagartija y tanta
jamás tanta cerca arremetió lo lejos, inversión, tanto lejos y tanta sed de sed!
jamás el fuego nunca Señor Ministro de Salud: ¿qué hacer?
jugó mejor su rol de frío muerto! ¡Ah! desgraciadamente, hombre humanos,
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud hay, hermanos, muchísimo que hacer.
más mortal
y la migraña extrajo tanta frente de la frente! Cesar Vallejo
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.
Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas,y crece
con la res de Rousseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!
Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas a la hora
del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.
El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás, de perfil,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar…
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros

42
Donde habite el olvido El Muerto
Donde habite el olvido, Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría
en los vastos jardines sin aurora; no podrá morir nunca.
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas Yo lo veo muy claro en mi noche completa.
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Me costó muchos siglos de muerte poder comprenderlo,
muchos siglos de olvido y de sombra constante,
Donde mi nombre deje muchos siglos de darle mi cuerpo extinguido
al cuerpo que designa en brazos de los siglos, a la hierba que encima de mí balancea su fresca verdura.
donde el deseo no exista. Ahora el aire, allá arriba, más alto que el suelo que pisan los vivos,
será azul. Temblará estremecido, rompiéndose,
En esa gran región donde el amor, ángel terrible, desgarrado su vidrio oloroso por claras campanas,
no esconda como acero por el curvo volar de los gorriones,
en mi pecho su ala, por las flores doradas y blancas de esencias frutales.
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. (Yo una vez hice un ramo con ellas.
Puede ser que después arrojara las flores al agua,
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, puede ser que le diera las flores a un niño pequeño,
sometiendo a otra vida su vida, que llenara de flores alguna cabeza que ya no recuerdo,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente. que a mi madre llevara las flores:
yo quería poner primavera en sus manos.)
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; ¡Será ya primavera allá arriba!
donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Pero yo que he sentido una vez en mis manos temblar la alegría
disuelto en niebla, ausencia, no podré morir nunca.
ausencia leve como carne de niño. Pero yo que he tocado una vez las agudas agujas del pino
no podré morir nunca.
Allá, allá lejos; Morirán los que nunca jamás sorprendieron
donde habite el olvido. aquel vago pasar de la loca alegría.
Pero yo que he tenido su tibia hermosura en mis manos
Luis Cernuda no podré morir nunca.

Aunque muera mi cuerpo, y no quede memoria de mí.


José Hierro

43
Vivir a cara o cruz
Carezca yo de ti
y al infortunio suceda la desgracia
y a la desgracia el cataclismo
y a todo ello asistiría
con el desinterés de un muerto.
Estés conmigo tú
y por cada brizna de dicha
que pretendan arrebatarnos
avanzarían desde mi corazón
espléndidos ejércitos de odio.
Tú puedes ser la espalda atroz de mi destino
o mi patria de carne.
Félix Grande

Las acacias
Ya no vive nadie en ella
y a la orilla del camino silenciosa está la casa...
se diría que su puerta la cerraron para siempre,
que cerraron para siempre sus ventanas...
Gime el viento en los aleros,
desmorónanse las tapias...
a su puerta cabecean tristemente,
combatidas por el viento, las acacias!...
¡Todo ha muerto! Los cantares y el bullicio...
Se marcharon los que fueron la alegría y el calor de aquella casa.
Se marcharon silenciosos... unos, muertos...
otros, vivos, que llevaban
¡desdichados!
muerta el alma...
Se marcharon silenciosos...
¡silenciosa despedíalos la casa!...
¡Todo ha muerto! Por señal de vida, en torno,
solo quedan las acacias,
que movidas por el viento cabecean tristemente
y a lo lejos en la noche se destacan
como seres misteriosos, que abatidos,
una historia de tristezas comentaran.
Dolorido, fatigado de este viaje de la vida,
he pasado por la puerta de la casa...
el silencio de la noche y el silencio de la muerte,
por el viento quejumbroso solamente se turbaban
y la historia de tristezas,
abatidas, me han contado las acacias...
Vicente Medina

44
Poesía en verso libre
Autores de Mundopoesía
Sueños de un niño perdido Te hemos sido infieles
A veces, De vez en cuando le escupo a tu recuerdo,
sueño que vendrás por mí le escribo unas letras
cuando el tic-tac del reloj se detiene. y luego las quemo sin remordimiento,
Otras, lo invito a mi cama y hacemos el amor,
Que entrarás por la ventana me aburre hacer lo que quiera con él,
que dejo abierta cada noche por si regresas; esto de que no estés, me está gustando
mientras me lamento tu recuerdo no tiene temperamento
por no oír el tintineo de esa campana ni menos identidad,
que no paraba de sonar por eso, no puede defenderse,
y, que siento, Y mejor aún…
yo mismo maté. no puede decirte nada…
No vengas a buscarlo,
Yo, que encontré mi hogar Olvídate y haz como que no existe,
en tu país de Nunca Jamás... después de todo, es lo único que conservo de ti.
y, como el capitán que siempre odiamos, ¡Si me voy, él me busca
hoy me estremezco con el sonido de ese tic-tac Si se va…siempre vuelve a mí…
-que, desde que me probó, quiere devorarme entero. – esto de estar enamorados,
es simplemente maravilloso..!
Y, hoy soñé ¿lo ves..?
que volvíamos a cruzar el cielo. ya ni te extraño, y todo gracias a él…
Hasta la segunda estrella, a la derecha Ahora por ejemplo,
Y todo recto hasta el amanecer... ni siquiera te enterarás,
que en esta noche triste,
Dirty Art Dreams ha metido su mano por mi falda
Poema del mes - abril 2017 y te hemos sido infieles…
Catina
Poema del mes - mayo 2017

46
La distancia A toda prisa
La distancia, la agonía del sosiego, el látigo Estuve de acuerdo que te marcharas
de la soledad perpetua, palabra incompleta y te llevaras del apartamento
que vagabunda jadea herida, aquellos cuadros que simplificaban la vida en pareja.
aniquiladora lengua que mengua el porvenir, Si hubiera sabido Van Gogh
néctar tempestivo que amilana que el buen desarrollo de una separación
el trino alegórico del alba… La distancia es el llanto depende de su Trigal con cuervos
superlativo de la conciencia, es tu ausencia se hubiera cortado la otra oreja también.
el equinoccio infinito de la espera, Al empacar, las cajas de cartón
es el lenguaje bipolar de la lencería azul del mar, superaban a la eternidad.
es beber coordenadas en un vaso sin brújula. Yo imaginaba que eso de las mujeres
Tu distancia es esa almohada barroca que deciden volverse vegetarianas
que de soledad me habla deliberadamente. nada tiene que ver con el desamor.
Estoy solo, no te poseo, nada de ti tengo, Luego descubrí que los mercados de fruta
ni la risa, ni el llanto, ni el llanto... Menos tus caricias. eran grandes desfiladeros de damas solas.
He empezado a odiar a los porteros de fútbol
Francisco Iván Pazualdo pues tienen su trozo de vacío asegurado
Poema del mes - junio 2017 y además reciben buen pago
por parar unos pocos balones que también están vacíos por dentro.
...pero yo miro a esa cama desteñida
y calculo que si me muevo de barrio
para olvidarte y para ver si los otoños me persiguen,
sería mejor que lo hiciera antes
que las doscientas aspirinas hagan efecto.
Prisionero inocente

47
La inmortalidad es una mierda logrando que no se le entendiera ni una puta palabra;
el saldo final de la celebración
Publiqué mi primer libro de poemas fue de 152 canapés y 276 copas de vino francés servidos
“huracanes de pasión desbordada” un ejemplar del último bestseller de dan brown robado
-edición de lujo, cubierta en filigrana- la poeta anoréxica desmayada en el baño luego de vomitar el medio
a finales de 1979, ya con 33 años [canapé que había ingerido
300 copias que -quitando 5 que mi madre compró los del trío de jazz medio borrachos tocando corridos de los tigres
para regalárselos a sus amigas- [del norte
terminaron siendo pasto de las librerías de saldo, y dos unidades vendidas de mis tornados apocalípticos;
devastadora experiencia de cuyos estragos el resto de los 1500 ejemplares de la edición
no pude recuperarme en años; estuvo siendo obsequiado, ejemplar por ejemplar
procesé mi fracaso dictaminando en la compra de “cualquier libro que te lleves”
-apoyado sólo en la propia intuición- a lo largo de los siguientes meses por la librería;
que la gente y el mundo no se hallaban preparados todavía aquel nuevo fracaso, obviamente
para afrontar las feas verdades que un maldito como yo no fue tan fácil de digerir a mis casi 70 años:
tenía para restregarles en la puta cara además tenía cirrosis avanzada y enfisema
"dentro de 50 años se pelearán por mis libros un maldito tumor en la próstata y estreñimiento crónico
y lamentarán no haberse hecho con un ejemplar sufría dos o tres episodios de fobia social por semana
de esta primera edición, ya inencontrable" y la pensión por viudez de mi madre
-mi única fuente de ingresos durante los pasados 40 años-
y me tiré los siguientes 20 años tratando de restañar mi orgullo herido había sido revocada al morir ella un año antes;
con alcohol, drogas y el cariño sincero de las putas de Guadalajara "quizás ya sea hora de ahorcarme y dejar de andar haciéndole al
[pendejo"
en el 99 rompí mi autoimpuesto silencio poético
publicando "mareas furibundas del deseo" mi cuarto libro de poemas -un pequeño volumen
con tirada de 1000 ejemplares bellamente encuadernados compuesto por un puñado de poemas descartados,
de los que 990 terminaron sirviendo que vegetaban dentro de una vieja libreta arrumbada en un cajón-
para empaquetar filetes de pescado fue publicado con el horrible título de "fogonazos indómitos de
en la cadena de pescaderías de un primo del editor, [voluptuosidad",
y los restantes 10 en la parte superior en una primera edición de 5000 unidades lanzada a principios del
del ropero de mi madre, donde permanecieron [2017
varios años hasta desintegrarse por la polilla; que se agotó a la semana de ser puesta a la venta;
me dolió profundamente, como es natural actualmente se está preparando una segunda edición de la obra
el rechazo y la indiferencia de mi generación -en papel reciclado, para abaratar los costos-
su incapacidad para reconocer la genialidad, que constará de medio millón de ejemplares
su óptica borreguil que le hacía rechazar en bloque
todo aquello que supusiera un ataque a lo establecido; si vienes a verme al cementerio, te puedo firmar un puto autógrafo
pero en mi fuero interno me hacía fuerte la idea
de que al ser un poeta maldito, aquel fracaso no era Jose Villa
sino la señal de mi grandeza, un estandarte para acreditar
ante los futuros tiempos mi condición de precursor;
"dentro de 50 años se arrancarán los cabellos a puñados
cuando los pocos ejemplares sobrevivientes
de las primeras ediciones de mis obras
rompan todos los récords en las casas de subasta"
y seguí hundido 15 años más en la espiral autodestructiva del sexo,
[las drogas y alcohol
mi tercer libro, "tornados apocalípticos de sensualidad"
fue puesto a la venta al público en el verano del 2015
con velada de lanzamiento en librería bukowski
amenizada con la actuación de un trío de jazz
y una poeta anoréxica recién salida del psiquiátrico
-había estado recluida seis meses luego de intentar suicidarse-
que leyó dos de mis poemas al micrófono

48
Amanecer de un día Hoy, que la lluvia golpea las ventanas
La cama deshecha Hoy… parado frente a mí
como si fuera un océano de esos de los mapas antiguos en nuestra vieja habitación
con dragones pintados y precipicios a los lados rebuscando por las oquedades del silencio
y abismos por donde caen los barcos que imprevistamente ya se hizo nuestro
y por donde cuelga su brazo sin miedo a lo desconocido 1 minuto antes
de que suene el despertador con ese sonido que le ha puesto de las Tú que en mis venas eres tan sólo un grito
[olas del mar soliviantado y sin sombra
como si su teléfono fuera una caracola que le acerca a los niños a la oreja Un vacío imperfecto entronizado en mis sienes
para decirles ¿ves?, y tan seco como el polvo de mis uñas
el mar, arañando sus desvelos
y cuando suena yo me hago el dormido
para escuchar cómo se despierta quejándose a los dioses Hoy… que mil relámpagos desviven
¡¡¡¿por qué?!!! avivando la memoria... dejando simplemente
y no la contestan con palabras, pero hacen que nos riamos de la resonancia de lo transcurrido
esta condena, por todos los espacios del vetusto cuarto
que solloza como un fantasma incompleto
y me gusta entrar cuando se está duchando
y me hace la pregunta de siempre de si le puedo hacer un zumo ¿si? Hoy… mirándome así mismo
¿si? ¿si? ¿si? mientras veo como se recoge el pelo a través de la donde solíamos dormir sobre las burbujas
imagen difuminada en el cristal de la ducha, almidonadas de tanto amor
y yo le contesto te lo haces tú mirando a dos fantasmas desempolvar de nuestra cama
y se ríe sus quiméricos y exacerbados cuerpos
como se ríen los dioses cuando les pregunta por qué
todas las mañanas del mundo. Hoy… que la lluvia golpea las ventanas
con sus lanzas de fuego… y que mirándote partir
Loureed poco a poco mi palpitar desfallece lento
Como el agua que afuera... crece
y crece
y crece
tanto… que rebalsa por mis ojos yertos
El Gitano

49
Entre las pampas y el mar Segundo cigarro
Vienen de tu voz Luego de fumarme un cigarro
mis duendes, me hacía falta darte un beso
siempre vienen de vos. un beso entero
Son lánguidos un beso redondo
y verdes Atravesar un brazo
pero traen racimos de esquina a esquina
de flores celestes vociferar tu nombre
y me alegro. escribir un pobre poema
Recuerdo un poema doliente
lo amarillo de las acacias uno que no diga mucho
y lo plateado de los olivos, pero tampoco
ese mundo de colores poco.
entre las pampas y el mar.
Nuestras casas tuvieron Eres un trozo de melancolía en un vaso de vino.
siempre un hogar, un pajarillo de algún paisaje lejano a este.
donde ardía la leña Luego de un segundo cigarro
y se quemaban castañas no me haces falta tú.
en los inviernos.
El amor lleva tu nombre Pincoya76
aunque estés lejos,
el amor es un hombre
que murió para los espejos
y resucita cada día
cuando afloran los recuerdos.
Y el sabor de las castañas
y el color de las acacias
y el mar entre las pampas
se hacen agua
en la boca, en los ojos y en el alma.
Ropitella

50
Seis Besos Encrucijada
Seis besos amarillos, Estoy vuelto aquí
una vieja canción en la ventana. cuasi de piedra,
Seis besos de tus labios dubitativo
y un deseo despidiendo la semana. ante dos caminos largos
que se pierden allí
¿Volverás, con tu velero de la luna, oh mujer perfume y luz, en el plano,
[por la mañana? en el horizontal espejismo.
Seis besos de tus dedos, Llevo el polvo del camino
una loca ilusión en desbandada. en mis zapatos
Seis caricias nocturnas, y un bagaje
Seis besos de una dama enamorada de cosas vividas
en las manos,
César Guevar entre cicatrices,
un montoncito de recuerdos
famélicos y tristes,
un par de fotos de mis hijos
sonriéndole al futuro,
la casa que ya sé
no me pertenece
y una vorágine
en el centro exacto del pecho
que se va quedando
vacío.
Ambos lados del camino
son arenales desiertos
¡y estoy decidido ya!,
sin negar que hay miedo
partiré por aquel
que muestra menos huellas,
no importa a donde lleva,
no importa
qué se encuentre allá adelante,
ya con los días contados,
nada importa
sino ver solo el azul del cielo,
sentir en la espalda
el sol inclemente
e ir hundiendo
los recuerdos en la arena
sabiendo que uno ha nacido solo
y que al morir
será igual todo…
vacío.
Giovanni Pietri

51
La orilla Nostalgia
Tú estás hecha de dunas Si de repente aparecieran los ángeles
que es decir pintados de tus colores
que hay tanto en ti de Tozeur y su desierto y los barcos se detuvieran en los instantes
como de Doñana y su Cerro de los Ánsares, de mirarse en los espejos de tu mar,
tanto de noches andando con Lima al horizonte, bajo la lluvia de mil estrellas que cayeran por inercia,
como de Punta Paloma y de calas escondidas en un sol de verano, todo recubriría mi tristeza
tanto de arena que se fue entre los dedos de un fosforescente abril en fuga.
como de esos granitos que construirán montañas. Entonces volveríamos del agua,
al manantial amarillo de la arena,
Tanto de miedo como de arriesgar todo. a darnos alas, a permitirnos el llanto agudo,
Tanto de sanarse como de rasgarse las heridas de nuevo. la risa seca, el canto decidido,
la espera frente a los puentes abiertos
Tú estás hecha de dunas sobre la turbulenta marea
que es decir de sensaciones: sexo, ternura,
que eres olores a madera
tan gigante como inquieta, y soldaduras.
que tu carne se erige mayestática Y nos sabría cotidiana
y se vuela a su vez, como arena en el viento. otra vez la vida conocida,
y no esta angustia de no saber
Y yo, que soy de mar, dónde encontrar un mísero espacio,
celebro este milagro de la costa por la andadura
donde sé que nunca seremos más entre tantos misterios inhumanos,
ni menos que dos inmensidades que no ocupe la nostalgia de todas las horas,
que apenas con rozarse sin un segundo apenas,
ya transforman hasta reinventar el paisaje para sentir una caricia de tus manos.
en la línea de playa.
Ropitella
Ad Libitum (Cénix Callejo)

52
En la estación
Te voy a echar de menos.
Aunque no haya distancia,
me irás notando vulnerable y solo,
y no querrás ver cómo sucede.
Estás en la estación
por la que pasan trenes atestados
de responsabilidades.
No van a parte alguna,
pero cuando lo descubras
no habrá más opción que el descarrilamiento
y no querrás,
porque alguien más saldrá perdiendo
y te reclamará daños y perjuicios.
Llamarán hoy
con la noticia de que algo importante
reclama tu presencia y tu consejo,
y tu propia importancia
pasará a dormitar en textos muertos
donde tu nombre no será más que una firma.
Y yo te esperaré, petrificado,
piedra arenisca que se desmorona,
desde la montaña que una vez
divisé en lontananza.
Hace ya tiempo que perdí de vista
la cumbre, sus contornos.
Tomé esos trenes que con tanta inercia
nos apartan de nuestra propia sombra
y atravesé las entrañas del miedo
para que tú crecieras en mis manos.
Te voy a echar de menos.
Tienes derecho a sucumbir,
a traicionarte,
a cometer errores.
A ser tú mismo,
vulnerable y solo.
Veles i Vents (Miquel – Lluís Rubio)

53
A propósito de un poema
Juan José Domenchina y su Mañana será Dios
Pues bien, con la información obtenida en al- posible encuadrar también en el Grupo Poético
gunas fuentes bibliográficas se realizará una in- del 27, aunque ha sido relativamente poco cono-
cursión en el conocimiento de estos esposos a cida a pesar de la notable circunstancia de ser
los que unía el amor, la poesía y también la in- discípula directa de Juan Ramón Jiménez. Tal
quietud por el acercamiento a Dios, cada uno vez la memoria colectiva haya sido también in-
por caminos interiores diferentes. justa con esta mujer, quizás por el hecho de ser
mujer, una poeta con fuertes convicciones reli-
Lenina Méndez señala: por una de esas burlas giosas y exiliada republicana. Ambos esposos
que el destino perpetuamente juega a los deste- poseían gustos estéticos muy diversos, pero, se-
rra dos, Juan José Do men chi na (Ma drid, gún Beatriz Comella, los dos creían en el miste-
1898-Ciudad de México, 1959), poeta y crítico rio de la poesía como medio de expresión y
que con mucha justicia puede situarse dentro de como arte (2).
la corriente de la Generación del 27, ha sufrido du-
rante años el desaire intelectual de los estudiosos Lenina Méndez indica algo que se puede consi-
de las letras de esa época. Víctima más del éxodo derar muy interesante de Juan José Domenchina
literario provocado por la Guerra Civil, el haber (1): El uso de la palabra exacta, fundamental en
escrito una vasta obra que abarca más de veinte toda su obra, cobrará una importancia vital, llegan-
poemarios, novela, traducciones, crítica y un sin- do tal vez a excesos idiomáticos que exasperaron
número de crónicas periodísticas, no ha coadyu- en su tiempo a más de un crítico y no pocos lecto-
vado a que su nombre permanezca indeleble en res, quienes acusaban de una oscuridad gongorina
las marquesinas de los poetas del 27. Poco asiduo a su autor. Y es que para Domenchina, la base de su
El epígrafe a propósito de un poema que em-
a los cotilleos y tertulias literarias, tan en boga credo estético se encuentra en el empleo acertado y
pleamos en Eco y Latido para esta sección no
en el Madrid de principios del siglo XX, a las que pulcro de la palabra, lo que lo impulsa no sólo a em-
puede ser más adecuado en el inicio de esta se-
asistía en contadas ocasiones, y no obstante su plear los más recónditos arcaísmos y términos mé-
rie de reflexiones que han surgido tras el en-
fama de hombre culto, desde entonces se vio des- dicos, científicos y profesionales propios de
cuentro con el soneto de Juan José Domenchina
plazado del torbellino que envolvía figuras como innumerables áreas, sino a renovar el lenguaje des-
Mañana será Dios. En efecto, la lectura, las suce-
Lorca, Cernuda, Aleixandre, Salinas, Alberti, sien- de dentro, creando neologismos, españolizando fra-
sivas lecturas, del mencionado soneto hicieron
do considerado como un poeta menor. Su exilio ses latinas, verbalizando sustantivos, sustantivando
que el interés por la figura del poeta fuera en
en México, que se prolongó hasta su muerte, pues verbos. Además, todo ello imbuido dentro de la he-
auge y se realizasen algunas búsquedas sobre
no pudo volver a España durante la dictadura, ya rencia modernista que rescataba alusiones
el mismo que llevaron a lo que representan las
que había sido secretario y amigo íntimo del de- mitológicas.
varias facetas de este autor. Pero había otra cir-
rrocado Manuel Azaña, propició aún más que su
cunstancia que acrecentaba la curiosidad por la
nombre fuera omitido cada vez que se hablaba
persona. Ésta es que Juan José Domenchina era
de la vanguardia española, e incluso podría aven- Sin am ba ges, tan to Juan José
el esposo de Ernestina de Champourcin, poeta
turarse, olvidado (1). Domenchina como su esposa, Ernestina
ella también, de la cual destacaremos, por su in-
terés, el poemario que lleva por nombre genéri- Por su parte, Ernestina Michels de Cham- de Champourcin, pueden encuadrarse
co Ernestina de Champourcin, del exilio a Dios. pourcin y Morán de Loredo (Vitoria, 1905-Ma- entre las figuras literarias del Grupo
Biografía y selección de poemas de Beatriz Come- drid, 1999) es una de las pocas mujeres que es Poético de 1927.
lla de la Editorial RIALP.

55
Coinciden, por lo tanto, las dos citas anterio-
res en encuadrar sin ambages entre los autores
del Grupo Poético de 1.927 a Juan José Domen-
china el cual fue eclipsado por el halo que envol-
vía a otras figuras y también en que el poeta
empleaba un lenguaje culto y de acertada pala-
bra, muchas veces recóndita, en su vasta produc-
ción literaria.

Autor de la novela La túnica de Neso y de El


hábito, narración breve, publicó también dos to-
mos de crítica literaria, Crónicas de Gerardo Ri-
vera y Nuevas crónicas de Gerardo Rivera,
pseudónimo con el que firmaba sus críticas.
También es autor de una obra titulada Antolo-
gía de la poesía española contemporánea y de
ediciones de Espronceda, Fray Luis de León,
Unamuno –Cuentos de la vieja España-, y algu-
nas traducciones, como la que hizo en colabora-
ción con su esposa de Emily Dickinson (4).

Se ha tratado su faceta de crítico literario en


un trabajo de la ya mencionada Amelia de Paz ti-
Otra cita que no es posible omitir si quere- tulado Domenchina. Artículos selectos. Este tra-
mos comprender y aproximarnos a la figura del bajo es reseñado por Luis Antonio de Villena, el
poeta es la que se encuentra en el Instituto Vir- cual, entre otros aspectos, indica lo siguiente
tual Cervantes (3): Extraña situación literaria la (5): En general, la crítica de Domenchina está
de Juan José Domenchina. Desde su precoz inicia- siempre bien escrita y tiende a la agudeza, sin pa-
ción poética -en 1917, con prólogo de Ramón Pé- rar en barras en lo que le gusta y en lo que no. La antología es sabrosa y deja entrever las som-
rez de Ayala- contó con los mejores auspicios. Que fue perspicaz lo dice el artículo que dedicó a bras y luces de Domenchina. No un genio, pero
Poeta, novelista de vanguardia, activo crítico en Miguel Hernández (“Anunciación y elogio de un ha sido injustamente ladeado.
los diarios más leídos, discípulo predilecto de poeta”) en 1935. Con Jorge Guillén, antes, en
Juan Ramón Jiménez, secretario de Manuel Aza- 1933, es casi adulador: “Pero lo esencial de Gui-
ña durante los años republicanos, no logró sin llén […] tiene sazón de gloria. Entre los poetas de
embargo formar parte del más selecto grupo de la mocedad española, Guillén, maestro sin posi-
la joven literatura, pronto conocido como gene- bles discípulos, ostenta la jerarquía máxima de Una incursión en el conocimiento de
ración del 27. Su editora reciente, Amelia de Paz, Poeta”. Cabría apostillar, tan solo, que Guillén estos esposos a los que unía el amor, la
para esas calendas del 33 ya no era tan “mozo”.
ha llegado a hablar del «caso Domenchina»: una poesía y también la inquietud por el
Escribe también sobre la crítica y los libros, como
en el breve y curioso artículo “Crisis crítica: esca- acer ca mien to a Dios, cada uno por
especie de conspiración de silencio que fue for-
mándose en torno a su obra tras la ruptura de los
poetas del 27 con Juan Ramón Jiménez. Pero sez y superproducción” de 1935, donde apunta caminos interiores diferentes.
hubo también razones estéticas para esa margi- algo que todavía da que hablar: “Con referencia
nación: Domenchina, que se inicia como poeta al libro -a la esencia y no a la industria del libro-,
en el tardomodernismo, se caracteriza luego por escasez y superproducción no son términos in-
el rebuscamiento y la aspereza de su léxico. compatibles. [...] Con mengua del escritor, exigen-
te y parsimonioso, cunde el actuoso menguado”.

56
El soneto: denominación con ese “anti- “considerando Aquí en mi jaula estoy, con mi jauría
que el prefijo era adecuado no por oponerse a famélica. El escaso nutrimiento
Mañana será Dios (4) de mi carne no sirve de sustento
la euritmia del verso sino por presentar su eleva-
a la voracidad en agonía
Esta yacija*, donde se desploma ción frente al acento rítmico. En esta misma
noche a noche el despojo de mí mismo fuente podemos encontrar que hay quien lo ha de este tropel devorador que ansía
no es cauce para el sueño, sino abismo llamado “contrapunto” (8) y también quien ha mi cotidiano despedazamiento
al que mi angustia de caer se asoma. sugerido la denominación de “pararrítmico” y que ataraza*, en busca de alimento,
como adecuada. Estos aspectos denominativos mis huesos triturados, noche y día.
La sábana que cubre y que no toma
la forma de mi cuerpo, en su mutismo, también podrían darse en los acentos situados
Pero no me lamento; no podría
sin un pliegue de amor, dice lo mismo en 5ª o 9ª sílabas de los endecasílabos no dactíli- dolerme yo, Señor, de mi tormento
que mi despego y en el mismo idioma. cos (7) junto a tu cruz, que blasfemar sería.

… Mañana será Dios, y su porfía Siguiendo con los aspectos formales del sone- Múltiple fue tu compadecimiento,
sacudirá, violenta, al mal dormido to viene inmediatamente la idea del empleo de -por todos tu sufrir- … y en mi agonía
con su irrupción de polvo o nuevo día. no cabe más dolor que el que yo siento.
los encabalgamientos de una manera casi conti-
Aquí no hay alta noche, y, tras la hora nua, verso tras verso, que cumplen con su mi- * Atarazar: morder o rasgar con los dientes.
más oscura de un cielo descendido, sión de ir com ple tan do o acla ran do las
De La sombra desterrada,
se enciende el sol, de pronto, sin aurora. oraciones en el poema. Igual se podría decir de México. Almendros, 1.950
los incisos que se emplean. No es posible consi-
* Yacija: sepultura.
derar que sea un soneto donde la aliteración En el soneto Mañana será Dios, Domenchina
De La sombra desterrada. esté presente al no observarse una marcada comienza diciendo:
México. Almendros, 1950. repetición de sonidos en ninguno de los catorce
Esta yacija, donde se desploma
versos.
En lo formal estos catorce versos endecasíla- noche a noche el despojo de mí mismo…
bos se distribuyen en dos cuartetos y dos terce-
tos con rima abrazada en los cuartetos y en los La concurrencia de los acentos en En el ti tu la do Do lor hu ma no dice al
tercetos siguiendo el esquema CDC EDE. Los en- comienzo:
6ª y 7ª sílabas en los endecasílabos
decasílabos que se encuentran son de los tipos
no dactílicos es, en sí misma, un Aquí en mi jaula estoy con mi jauría
sáfico, melódico y heroico. Llama la atención la
acentuación consecutiva de las sílabas 6ª y 7ª
me dio ex pre si vo y los poe tas famélica. El escaso nutrimiento
de mi carne no sirve de sustento…
en el tercer verso del segundo cuarteto constitu- españoles canónicos han sabido
yendo el acento en 7ª lo que se ha denominado explotar todas sus posibilidades. En el primero se halla en una yacija o sepultu-
“acento antirrítmico” (6). Sobre endecasílabos ra, en el segundo se presenta enjaulado. Ambas
acentuados en 6ª y 7ª sílabas se encuentra en la En cambio, sí se puede decir que es un poe- imágenes tienen en común la falta de espacio y
literatura un artículo muy interesante del filólo- ma cuajado de metáforas de principio a fin des- en el sepulcro se va más allá situándose en el lu-
go Miguel Ángel Márquez Guerrero (7) que se- de el empleo del vocablo yacija para nombrar al gar donde impera la muerte. Es decir, el poeta
ñala lo siguiente: La concurrencia de los dos lecho, hasta decir en el último verso se enciende se siente privado de libertad, realmente lo esta-
acentos es, en sí misma, un medio expresivo (ge- el sol, de pronto, sin aurora, pasando por la pro- ba en su exilio forzoso, e incluso, sin vida, des-
neralmente un factor de énfasis semántico de las sopopeya en la imagen de la sábana que no se plomando su despojo en el lecho cada noche.
dos palabras consecutivas que portan los acen- adapta al cuerpo y, además, silenciosamente, o Inmediatamente se puede inferir que su deseo
tos), y los poetas españoles canónicos han sabido su pliegue sin amor. de libertad se ve truncado constantemente,
explotar todas sus posibilidades. Encontramos en- cada día, cada hora, cada instante, pero que
decasílabos con acentos en 6ª y 7ª sílabas una y Este soneto se entiende mejor si se lee otro acepta esta situación de sufrimiento interior ex-
otra vez en Garcilaso de la Vega, Góngora, Queve- del propio Juan José Domenchina titulado Dolor tre mo, aun sin es pe ran za . Esto no se
do, Juan Ramón Jiménez, Aleixandre. Otro aspec- humano -éste de rima continua- que dice así
to que se indica en el artículo es la cuestión de la (4):

57
contrapone a lo que escribe en el segundo de los Según Comella (2) Ernestina se adaptó me- Continúa Domenchina en el segundo cuarte-
sonetos -Dolor humano-, precisamente al final jor al exilio que Juan José. Él era de carácter to de Mañana será Dios y dice:
del poema: más melancólico y la nostalgia llegó a influir en
La sábana que cubre y que no toma
su salud, él seguía viviendo en España con el de-
Pero no me lamento; no podría la forma de mi cuerpo, en su mutismo,
seo. Francisco Giner de los Ríos, dijo de Domen- sin un pliegue de amor, dice lo mismo
dolerme yo, Señor, de mi tormento
junto a tu cruz, que blasfemar sería.
china: Juan José vivió su exilio – y lo rezuma su que mi despego y en el mismo idioma.
emocionante poesía en los años mexicanos fina-
Múltiple fue tu compadecimiento, les – con una rabia española total. Ernestina con- Domenchina, anegado en nostalgia, señala
-por todos tu sufrir- … y en mi agonía firmó estos sentimientos diciendo, en el fondo aquí que algo o alguien no se adapta a lo que él
no cabe más dolor que el que yo siento. de todo lo que escribía, existía en él una íntima es- es y que además ese algo o alguien está mudo
peranza de volver a España. De manera que se pero lo que es sorprendente es ese sin un plie-
No puede lamentarse de su tormento -blas- puede concluir que Juan José y Ernestina vivie-
gue de amor y ese amor lo escribe con minúscu-
femaría si lo hiciera- estando junto al crucifica- ron el exilio de manera muy diferente.
la lo que lleva a pensar que no se trata del Amor
do, estando junto al Señor en la cruz compadeci-
de Dios, cosa que puede apoyarse en la idea de
do por el sufrir de todos, por el suyo también, Un año antes de su muerte Domenchina ha- ese decir lo mismo que su propia actitud de des-
pero, en ningún modo, niega que haya dejado de bía publicado su último libro de sonetos El ex-
pego y, además, en su misma lengua. Sabemos
persistir en él la agonía, que llega a convertirse trañado, en el prólogo dice: Desde comienzos de
que el exilio fue el lugar de reencuentro de los
en el estado agónico de un moribundo – Esta ya- 1939 hasta ahora, no he tenido, como ánima ape-
Domenchina con sus raíces religiosas y que
cija, donde se desploma noche a noche el despojo nas vegetante, que se nutre sólo de rememoracio-
Ernestina de Champourcin tenía una vida inte-
de mí mismo… -, es más, no puede concebir más nes, otra compañía que mi soledad de España
rior muy profunda y aún más comprometida a
dolor del que siente. Este dolor lo expresa en el (2).
partir de 1952, y esto se reflejó en su poesía de
primero de los sonetos como la propia angustia
manera clara. Así mismo, no necesariamente
que se asoma al abismo, y es la propia angustia Dos concepciones de lo que puede llegar a dos esposos han de compartir el mismo nivel
la mera posibilidad de caer al abismo. Es decir, ser la naturaleza del alma en esa situación origi-
de interioridad. Es más, esta es una circunstan-
lo que origina la angustia es el peligro de la caí- nada por el expolio de la libertad, de todo lo que
cia que raramente se produce. La visión más es-
da, del fracaso rotundo en las luchas interiores hubieron de dejar atrás del predio material y de
peranzada de Ernestina podría no ser la de su
originadas por la tremenda injusticia a la que se las posesiones de orden moral con el exilio. Lle-
esposo; que Domenchina, un poeta, como se ha
ha sometido y el esfuerzo de mantenerse en pie ga Domenchina a considerarse un despojo en el
dicho, cuidadoso en extremo con el empleo del
en medio de la adversidad. lecho, convertido en yacija, o el escaso nutri- lenguaje escribiese ese amor con minúscula no
miento para esa jauría amenazante, que no es es algo baladí. Es posible que la una tomase el ca-
Es imposible que estos dos esposos, Ernesti- otra cosa que el abismo representado en el pri-
na y Juan José, no hubieran tenido comunica- mer soneto y, no otra cosa, que los peligros que mino de la aniquilación como punto de partida
ción tra tando de es tos su fri mientos que acechan al alma. El alma debilitada e indefensa
marcaban sus vidas. Ernestina escribe los si- ante ese tropel devorador que ansía su despe-
guientes versos en Cárcel de los Sentidos, poema- dazamiento cotidiano, noche y día, mordiendo
rio que aparece en 1964, cinco años después hasta sus huesos triturados. El alma golpeada
del fallecimiento de Domenchina (2): por ese mal dormido y la renovación del sufri- Do me nchi na des cri be en su
Te doy gracias, Señor, miento que se nos presenta en ambos sonetos. Mañana será Dios, en el segundo
por haberme destruido. El alma, día a día, y nuevamente, ha de enfren- cuar te to y e n una me tá fo ra
Ahora no abandones tarse a los peligros que la amenazan ya proven- magistral, lo que es un ambiente
este surco sin trigo, gan de la propia interioridad o del ambiente
esta fuente reseca, desangelado en el que ni la propia
que la rodea, de la jauría que la acompaña. Y
este árbol sin nidos… sábana ofrece su caricia amorosa.
Ernestina da gracias porque se ve destruida y
y siembra lo que quieras ruega para que no sea abandonada en esa situa-
en mi campo baldío.
ción doliente que tan bien sabe expresar su
Cárcel de los sentidos, 1964. esposo.

58
y el otro se hubiera -no quejándose, porque Lo que se extrae, tras reflexionar sobre estos
blasfemar sería- instalado en una posición de re- tres versos, es que Juan José Domenchina casi Juan José Domenchina fallece el día
signación, aparentemente, más desesperanza- puede tocar la noche de un cielo descendido y os- veintisiete de octubre de 1.959 abrazado
da. Pero, en ningún modo hay que perder de curo que no ha dado respuesta a su agonía, y ¡de
vista que Domenchina describe en este cuarte- repente!, sin luces intermedias de la aurora, sin
a su fe; Ernestina plantó un ciprés de
to, en una metáfora magistral, lo que es un am- medias tintas, sin ambigüedades, se enciende el Castilla junto a su tumba y escribió: Yo te
biente desangelado en el que ni la propia sol, … ¡y lo ilumina todo!, … ¡y será Dios! quise traer un ciprés de Castilla.
sábana ofrece su caricia amorosa y, en esa reci- ¿Para qué? me pregunto. ¡Si ya la
procidad, el poeta se siente despegado de lo que Juan José Domenchina fallece el día veintisie- tienes toda!
lo rodea con ausencia del más mínimo pliegue te de octubre de 1.959 abrazado a su fe y Ernes-
de amor. Pareciera describir la total aspereza y tina plantó un ciprés de Castilla junto a su
extrañeza de lo que normalmente debería ser tumba y escribió: Bibliografía.
envoltorio de amabilidad. Y esto, hasta tal punto 1.- Méndez, Lenina M. El laberinto surealista de
Y te quise traer un ciprés de Castilla
que, categóricamente, escribe al final de Dolor que hundiera sus raíces hasta tocar tus huesos: Juan José Domenchina. Espéculo. Revista de
humano Castilla que cantaste y amaste con locura
estudios literarios. Universidad Complutense de
Madrid. 2002. El URL de este documento es
cuando faltó a tus pies su barbecho fecundo. http://www.ucm.es/info/especulo/numero22/dom
… y en mi agonía
ench.html
no cabe más dolor que el que yo siento. Raíces en lo hondo; copa esbelta en el cielo.
2.- Ernestina de Champourcin, del exilio a Dios.
No ese ciprés de Silos que Gerardo cantara, Biografía y selección de poemas de Beatriz Comella.
Pensamos, no obstante, que el primer terce- sino un ciprés aún tierno que creciese a tu vera Ediciones RIALP, S.A. Madrid. 2002.
to puede constituir un acto de fe en medio de señalando al que pase la ruta que seguiste.
3.- http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/
todo el despego que se mostraba en los cuarte- poetas-del-novecientos-entre-el-modernismo-y-la-v
tos. Por supuesto que Domenchina se refiere a Así todos verían al levantar los ojos, anguardia-antologia-tomo-i-de-fernando-fortun-a-r
que no estás ahí donde tu nombre queda, afael-porlan—0/html/000de114-82b2-11df-acc7-00
su situación de exiliado, pero si se tiene en cuen-
porque el ciprés, cual índice de verdor y esperanza, 2185ce6064_20.html
ta que tanto él como Ernestina encontraron en guiará su vista a tu verdad inmutable. 4.- Gaos, Vicente. Antología del grupo poético de
el exilio, como se ha dicho antes, sus raíces reli- 1927. Actualización de Carlos Sahagún. Cátedra.
giosas, no es difícil llegar a comprender ese des- ¡Qué guardia de cipreses en la tarde de oro! Letras Hispánicas. 29ª edición. 2.015: 159-168.
tierro también en sentido trascendente. Y me acordé de ti y de aquellos poemas;
5.- Luis Antonio de Villena. Reseña de Domenchina.
y de los que, después, colmaste con ese Amor Artículos Selectos. Prólogo y edición de Amelia de
… Mañana será Dios, y su porfía que te acunó la muerte. Paz. Fundación Banco de Santander. El Cultural, 20
sacudirá, violenta, al mal dormido de septiembre de 2017. Actualización continua.
con su irrupción de polvo o nuevo día. Yo te quise traer un ciprés de Castilla. URL. http://www.elcultural.com/revista/letras/
¿Para qué? me pregunto. ¡Si ya la tienes toda! Domenchina-Articulos-selectos/26851
Es decir, el hombre desterrado de un Dios 6.- Domínguez Caparrós, J. Diccionario de Métrica
A J.J. que ahora contempla, sin dolor, Española. Alianza Editorial. Primera edición 1.999.
que sacude violentamente al mal que duerme ese paisaje que amó tanto. Cuarta reimpresión 2015. Páginas 14-15.
en todas las circunstancias adversas y lo hace
7.- Márquez Guerrero, Miguel Ángel. Endecasílabos
irrumpiendo a través de una muerte liberado- con acentos en 6ª y 7ª sílabas. Rhythmica, X, 2.012:
ra, que es lo que quiere significar el polvo, o 115-132.
bien con el despertar esperanzado a un nuevo 8.- Ibíd. 6. Página 83.
día. Este primer terceto supone la preparación
del camino para lo que se expresa en el último
terceto de Mañana será Dios cuando dice
Aquí no hay alta noche, y, tras la hora
más oscura de un cielo descendido,
se enciende el sol, de pronto, sin aurora.

59
PROSA POÉTICA
JUAN RAMÓN JÍMENEZ
Alta noche Platero y yo
Diario de un poeta recién casado (1916) Fragmento de Platero y yo - (Edición de 1917)

¡New York solitario sin un cuerpo!... Y voy “En el arroyo grande que la lluvia había di-
despacio, Quinta Avenida abajo, cantando latado hasta la viña, nos encontramos, atasca-
alto. De vez en cuando, me paro a contemplar da, una vieja carretilla, perdida toda bajo su
los enormes y complicados cierres de los ban- carga de hierba y de naranjas.
cos, los escaparates en transformación, las
banderolas ondeantes en la noche…Y este Una niña, rota y sucia, lloraba sobre una
eco que, como dentro de un aljibe inmenso, rueda, queriendo ayudar con el empuje de su
ha venido en mi oído inconsciente, no sé des- pechillo en flor al borricuelo, más pequeño,
de qué calle, se acerca, se endurece, se ancha. ¡ay!, y más flaco que Platero. Y el borriquillo
Son unos pasos claudicantes y arrastrados se despachaba contra el viento, intentando,
como por el cielo, que llegan siempre y no aca- inútilmente, arrancar del fango la carreta, al
ban de llegar. Me paro una vez más y miro grito sollozante de la chiquilla. Era vano su es-
arriba y abajo. Nada. La luna ojerosa de pri- fuerzo, como el de los niños valientes, como
mavera mojada, el eco y yo. el vuelo de esas brisas cansadas del verano
que se caen, en un desmayo, entre las flores.
De pronto, no sé si cerca o lejos, como Acaricié a Platero y, como pude, lo enganché
aquel carabinero solitario por las playas de a la carretilla, delante del borrico miserable.
Castilla, aquella tarde de vendaval, un punto, Lo obligué, entonces, con un cariñoso impe-
un niño, un animal, un enano… ¿qué? Y avan- rio, y Platero, de un tirón, sacó carretilla y ru-
za. ¡Ya!... Casi no pasa junto a mí. Entonces cio del atolladero y les subió la cuesta. ¡Qué
vuelvo la cara y me encuentro con la mirada sonreír el de la chiquilla! Fue como si el sol de
suya, brillante, negra, roja y amarilla, mayor la tarde, que se quebraba, al ponerse entre las
que el rostro, todo y solo él. Y un negro viejo, nubes de agua, en amarillos cristales, le en-
cojo, de paletó mustio y sombrero de copa cendiese una aurora tras sus tiznadas lágri-
mate, me saluda ceremonioso y sonriente, y mas. Con su llorosa alegría, me ofreció dos
sigue, Quinta Avenida arriba… Me recorre un escogidas naranjas, finas, pesadas, redondas.
breve escalofrío, y, las manos en los bolsillos, Las tomé, agradecido, y le di una al borriqui-
sigo, con la luna ama ri lla en la cara, llo débil, como dulce consuelo; otra a Platero,
semicantando. como premio áureo”

El eco del negro cojo, rey de la ciudad, va


dando la vuelta a la noche por el cielo, ahora
hacia el poniente…

61
los ornamentos, mostrarse con actitud auste- imaginería recurrente que lo hace identifica-
ra, renunciamiento y purgación, en una acti- ble en eso que se suele llamar estilo. Y, desde
tud cercana al misticismo de San Juan de la luego, el estilo juanramoniano, en sus múlti-
Cruz. La poesía desnuda en la obra Juanra- ples facetas que se presentan en su evolución
moniana es indicio de una pasión, una bús- como poeta, siempre permanece, aunque sus
queda que ocupa su vida entera y que se símbolos vayan desde un descriptivo realis-
resuelve poéticamente casi en su vejez. mo hasta la encendida espiritualidad de mu-
chos de sus textos. Otro tanto pudiera
De Alta noche, ambientada en un Nueva hacerse con la frase final del primer texto :
York prelorquiano (todavía el surrealismo “El eco del negro cojo, rey de la cuidad, va
del granadino no había enriquecido el univer- dando la vuelta a la noche por el cielo, ahora
so poético universal) se intuyen, en cambio, hacia el poniente…”, con ese otro de Platero y
atisbos de ese surrealismo que pronto iba a yo en la que la humildad -siempre la humil-
emerger y arrasar con estéticas -incluso éti- dad- de los personajes se enaltece, es exalta-
cas- de las que Juan Ramón sería siempre re- da por el poeta hasta alcanzar la sublimidad
fractario: “De pronto, no sé si cerca o lejos, de la cosa ideal: “Con su llorosa alegría, me
como aquel carabinero solitario por las pla- ofreció dos escogidas naranjas, finas, pesa-
Apuntes a propósito de una lectura yas de Castilla, aquella tarde de vendaval, un das, redondas. Las tomé, agradecido, y le di
punto, un niño, un animal, un enano… ¿qué? una al borriquillo débil, como dulce consue-
Cuando uno se encuentra ante una obra Y avanza. ¡Ya!... Casi no pasa junto a mí. lo; otra a Platero, como premio áureo”.
tan potente, la de un poeta de talla universal, Entonces vuelvo la cara y me encuentro con
como es Juan Ramón Jiménez, se le ocurre a la mirada suya, brillante, negra, roja y amari- Merece subrayarse esta elección de perso-
veces, ese apasionante juego de los espejos y lla, mayor que el rostro, todo y solo él.” Nos najes humildes, casi marginales, para prota-
los caleidoscopios. La riqueza de la obra, toda encontramos con una imagen emergente de gonizar ambos escritos. Por un lado el negro
ella apoyada en el sustrato poético, permite una especie de ensoñación propia de los su- neoyorquino: “como aquel carabinero solita-
múltiples lecturas, variaciones que pueden rrealismos que es perfectamente homologa- rio por las playas de Castilla, aquella tarde de
parecer insólitas en sus perspectivas, inter- ble con esa otra descripción, tan irreal por lo vendaval, un punto, un niño, un animal, un
pretación de los textos leídos “en paralelo”, poética, de Platero y yo: “Era vano su esfuer- enano… ¿qué?”; por otro lado una niña, rota
que al igual que en las instalaciones eléctri- zo, como el de los niños valientes, como el y sucia que llora sobre una rueda, queriendo
cas, aportan toda la riqueza que se produce vuelo de esas brisas cansadas del verano que ayudar con el empuje de su pechillo en flor al
por la agregación de los mismos. Mil y un ejer- se caen, en un desmayo, entre las flores.” borricuelo. Teniendo en cuenta la actitud
cicios de imaginación pueden nacer de ese aristocrática del poeta de Moguer, esta mira-
particular modo de leer. Del mismo modo podríamos comparar la da hacia los más desamparados confirma un
figura de la luna en ambos textos, esa luna icó- rasgo definitorio de su especial personalidad:
Cronológicamente las dos obras compara- nica del arte surreal que, en la Alta Noche neo- su empatía por los que sufren, por los más dé-
das son casi coetáneas, aunque las cir- yorquina se pinta así: “La luna ojerosa de biles, en definitiva, su omnímoda humani-
cunstancias geográficas sean muy diferentes. primavera mojada, el eco y yo.” Y en Platero dad. Pero esto no va a ser suficiente para
Ambos escritos están incursos en lo que los y yo, sustituida la luna por las nubes del oca- Juan Ramón. Necesita de algo más para ali-
críticos llaman período de “poesía desnuda” so, nos brinda esta hermosísima imagen: mentar su atribulado espíritu. ¿Y cuál es esa
regido por la concisión del lenguaje, la clari- “Fue como si el sol de la tarde, que se quebra- imperiosa necesidad del poeta de Moguer?
dad expositiva, y por una actitud poética naci- ba, al ponerse entre las nubes de agua, en Pues ni más ni menos que la búsqueda de la
da de la experiencia per so nal. En este amarillos cristales, le encendiese una aurora sublimidad de un dios; búsqueda que caracte-
sentido, la estudiosa Graciela Palau de Ne- tras sus tiznadas lágrimas.” Encuentro, no sé rizó la mayor parte, en todo caso la más
mes, afirma en su ensayo Poesía desnuda: si el lector podrá corroborarlo, una similitud importante, de su vida y de su obra.
ruptura y tradición que la poesía desnuda de imágenes como las que pueden identificar-
implica todo un proceso de vestirse y desves- se en una obra pictórica, en la que el pintor Departamento Literario de Eco y Latido
tirse hasta llegar a la desnudez, prescindir de uti li za en mu chos de sus te mas una

62
Sección Narrativa
Homenaje
Homenaje
Relato incluido en el libro de su autoría palabras. Había encontrado un acomodo que
Memorias de un Paraguas le permitía convivir con su dolor interno. Los
poemas se sucedían interrumpidos por el ca-
AL POETA no le gustaban los homenajes. luroso aplauso de los presentes hasta que ocu-
Sentía que eran la antesala de la muerte y le rrió lo imprevisto. La voz de una mujer
recordaban su enfermedad, esa enfermedad interrumpió el homenaje y, en nombre de la
que castigaba el cuerpo y respetaba la mente devoción que sentía por el poeta, le pidió al
para que no pudiera olvidar su constante pre- hombre que al finalizar el acto le entregara el
sencia. Acababa de morir su gran amigo y papel con los dibujos que estaba realizando, y
compañero de palabras bellas y salvajes, de añadió que era la mayor ilusión de su vida. El
versos limitados en el cuaderno y gigantes en hombre levantó la mirada y su mano se parali-
el alma. Su dolor podía más que la vanidad y zó. Su timidez no le permitía responder a la
llegó con los ojos enrojecidos por las lágrimas agresión que acababa de sufrir.
vertidas. Primero era hombre y después, poe-
ta, un poeta que nunca camufló sus senti- El acto siguió con aparente normalidad,
mientos con floridas palabras. para la mayoría de los presentes se trataba de
una anécdota más o menos molesta, pero el
Entró en la sala cabizbajo y en silencio, aje- hombre poeta no pudo continuar dibujando.
no al caluroso aplauso que se le daba. Nadie En dos ocasiones hizo el intento de coger la
sabía lo que pensaba, pero no era feliz por ese pluma para trazar en el papel, pero ese papel
homenaje que le llegaba tarde y que había ya no era suyo, su intimidad no le pertenecía,
sido programado más para el lucimiento de aquella mujer tirana se la había robado en
los organizadores que por el amor al hombre nombre de la admiración. El hombre sufría,
y su obra. estaba solo en medio de los que decían amar
al poeta, pero no les importaba el hombre. Nota biográfica
Comenzaron los discursos que hablaban Después leyó uno de sus poemas, lo hizo con
de su vida y de la gran influencia social y cultu- pasión y con rabia, con amor y con ira. Todos
Francisco Romero, ha publicado veinte novelas y
ral de su obra. Como hombre se sentía abru- aplaudieron emocionados por la fuerza de quince obras de teatro con su sello editorial, siendo
mado y como poeta deseaba la intimidad. sus versos y por el gran esfuerzo que había he- el primer escritor independiente invitado por el Fó-
Mientras las palabras ajenas seguían, sacó la cho ese hombre enfermo, pero muy pocos se rum Internacional de Autores a su sede de Ginebra
para explicar su proyecto, que consiste en que los
pluma y comenzó a dibujar en la parte trasera dieron cuenta de que aquel homenaje se ha- autores se hagan cargo de todo el proceso que si-
del programa del acto. Además de poeta era bía convertido en un acto de castigo: al ya fa- gue su obra, desde que nace la idea hasta que se en-
pintor y aquel dibujo le permitía mantener moso poeta en nombre de su grandeza se le trega el libro al lector. Entre los galardones
obtenidos destacan: Premio Río Manzanares de
ocupada su mirada y su mano. Era su refugio, prohibía la intimidad, y el hombre se fue Novela con ‘Papel carbón’, Premio Ciudad de San
la única forma de salvaguardar su intimidad. sufriendo. Sebastián de Teatro con ‘Shylock Gallerie’, Premio
Cuando terminaron las palabras de las dife- Muñoz Seca de Teatro con ‘El legado de Julie New-
man’, Premio Alejandro Casona de Teatro con ‘Te-
rentes personalidades, comenzó una lectura Francisco Romero rapia’, y Premio Dulce Chacón de Novela Corta con
de sus mejores poemas a cargo de un presti- ‘Memorias de un paraguas’
gioso actor, pero el hombre seguía trazando lí-
neas en el papel mientras escuchaba las

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Prosa
Publicada en Mundopoesía
La cerradura
Prosa recomendada Mundopoesía junio 2017 eran frondosos y sus ramas se mecían al arru-
llo de un viento que sólo allí soplaba. Derra-
Al acercarme a la alta tapia, creí escuchar maban su verdor por doquiera la vista se
una suave melodía. No era algo que hubiese detuviese y el suelo se tapizaba de una hierba
oído antes, sino algo nuevo, un sonido entre fresca que se adornaba de flores silvestres.
delicado y mágico que me alcanzaba y me en- Pude ver campanillas y azucenas; también
volvía, como un arrullo que me transportase narcisos y nomeolvides. Grandes lirios y ca-
a un mundo de ensueño. Acerqué mi oreja a las se inclinan con pereza, recostándose en la
la desvencijada puerta y pude asegurar que brisa que paseaba por aquel jardín extraño.
aquella música que surgía como un embrujo,
que me envolvía como un suave hechizo, pro- De repente, las risas, como voces musica-
cedía de aquel lugar cercado cuya única puer- les, como un canto encantador que llenaba el
ta se encontraba cerrada. La rugosa madera aire. No sabría decir si eran palabras, o can-
presentaba un color grisáceo, como si años ciones, o simples voces, pero sonaban melo-
de lluvias, soles y vientos le hubiesen robado diosas, impregnadas de armonía, como
sus matices, permaneciendo como costuro- susurros de luz que eran sonido. Y allí esta-
nes las vetas ásperas del roble con que la hicie- ban, pequeñas, casi diminutas, hadas y elfos
ron. Junto a la jamba, que permanecía firme que volaban con sus élitros, en un juego de lu-
unida al muro, se podía ver una manilla vesti- ces y sombras, en un retozar de brillos y melo-
da de óxido y el ojo de una cerradura. días. El ánimo se me quedó suspendido por
unos instantes en los que una sensación de fe-
Nunca había reparado en la presencia de licidad y gozo me embargó por completo.
aquel espacio cerrado. Días y días de pasar
por delante y podía asegurar que era la prime- Corrí a la casa más próxima. Allí pregunté
ra vez que lo veía. Separándome un poco, por el propietario de aquel cercado y no supie-
para tomar perspectiva, pude ver como unos ron darme razón. Recorrí, en loco frenesí, to-
hermosos y grandes árboles tomaban altura das las casas del pueblo. Por fin dí con el
en su interior. dueño, tras explicarle de que sitio le hablaba,
al fin cayó en la cuenta de a qué me estaba refi-
En ese instante, me venció la curiosidad y riendo. Me miró con un deje de tristeza y me
acerqué mi ojo a la cerradura, con la inten- dijo: no se pueden escalar los muros, ni aba-
ción de ver qué había en su interior. Pareció tir la puerta y lo peor de todo es que hace mu-
que la cerradura se agrandaba y me permitía chos años que perdí la llave.
contemplar con facilidad lo que se hallaba
tras la puerta. Allí, encerrado, como si fuese Luis A. Ruiz Peradejordi
un tesoro se encontraba un jardín. No era
como los jardines a los que estamos acostum-
brados en nuestros pueblos o ciudades; es
más, ni siquiera se correspondía con la zona
de áspero secano en que yo vivía. Los árboles

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Él
Prosa recomendada Mundopoesía junio 2017

Esa mañana despertó con la misma sensa-


ción de desconcierto que la asaltaba cada vez
más a menudo últimamente. Llevaba una
temporada durmiendo mal. Tenía una pesadi-
lla que la inquietaba y despertaba confusa,
cuando no llorando desconsoladamente. Se
repetía a menudo: se veía a sí misma cami-
nando por un bosque cubierto de hojas, la tar-
de gris, los árboles casi desnudos bordeando
el sendero sinuoso que llevaba hasta el mar.
A lo lejos, al borde del acantilado, él. Siempre
él. El único él que había en su vida. Se estre-
mecía al verle y avanzaba despacio, saborean-
do los mi nu tos que los se pa ra ban,
prolongando la espera que la llevaba hasta su
cuerpo. Cuando por fin lo alcanzaba se refu-
giaba entre sus brazos y hundía la cabeza en
su cuello aspirando ese olor conocido que la
trastornaba. Dentro de ellos se desataba un
torbellino delirante, una tormenta de emocio-
nes que estallaba en ambos al mismo tiempo:
la necesidad urgente de la otra piel, de su tac-
to, de su caricia...Pero de pronto el mar se en-
furecía y un golpe de sus aguas la separaba de
su abrazo, y otra vez volvía el frío y el dolor
por su ausencia. Entonces despertaba, se sen-
taba de un salto en la cama y se ponía la mano
sobre el corazón, temblando, mientras toma-
ba conciencia de dónde estaba, mientras mi-
raba a su marido durmiendo a su lado, ajeno
a su desconsuelo, mientras se daba cuenta de
que las manos que hace un momento la acari-
ciaban estaban lejos de ella, en otro sitio, en
otra cama, con otra mujer. Tenía ganas de gri-
tar de impotencia por no haber sido capaz de
arrinconar su recuerdo, por haber creído que
más de media vida sin él bastaba para olvidar-
le, por comprobar que, para su desgracia, él
seguía estando allí: en su pasado, en el presen-
te, en el futuro.
Esther Granados

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Rincón del Haiku
Selección de Mundopoesía

Brillan guadañas Canta sus sueños


ante secos trigales. desde su jaula el ave
Charca sin ranas. que ama la vida.

M. B. Ibañez Nomar
Haiku del mes – enero 2017 Haiku del mes – marzo 2017

Musa de invierno Idus de marzo,


una flor se estremece las flores del almendro
rosa escarchada ya son alfombra.

Luis Adolfo Maramin


Haiku del mes – enero 2017 Haiku del mes – marzo 2017

Delta de ríos Flor de la suerte


peinando los senderos pitonisa del campo
el mar sus brazos. la margarita.

Spring Ruben Alonso Pepper


Haiku del mes – febrero 2017 Haiku del mes – abril 2017

Cantos rodados El agua mansa


veredas enzarzadas donde la Luna mira
abajo el río espejo en el río.

Ruben Alonso Pepper María. A.G.


Haiku del mes – febrero 2017 Haiku del mes – mayo 2017

Qué sabe el río; Anillos de árbol


se lo canta a las piedras cuentas años; testigo.
y sigue huyendo. Habla el silencio.

Fingal Escritor Perdido


Haiku del mes – marzo 2017 Haiku del mes – junio 2017

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Entrevista
Encuentro con Luis Alberto de Cuenca

Selección de poemas de Luis Alberto De Cuenca

Cuando vivías en la Castellana El desayuno


La caja de plata (1985) El hacha y la rosa (1993)
Cuando vivías en la Castellana Me gustas cuando dices tonterías,
usabas un perfume tan amargo cuando metes la pata, cuando mientes,
que mis manos sufrían al rozarte cuando te vas de compras con tu madre
y se me ahogaban de melancolía. y llego tarde al cine por tu culpa.
Si íbamos a cenar, o si las gordas Me gustas más cuando es mi cumpleaños
daban alguna fiesta, tu perfume y me cubres de besos y de tartas,
lo echaba a perder todo. No sé dónde o cuando eres feliz y se te nota,
compraste aquel extracto de tragedia, o cuando eres genial con una frase
aquel ácido aroma de martirio. que lo resume todo, o cuando ríes
Lo que sé es que lo huelo todavía (tu risa es una ducha en el infierno),
cuando paseo por la Castellana o cuando me perdonas un olvido.
muerto de amor, junto al antiguo hipópdromo, Pero aún me gustas más, tanto que casi
y me sigue matando su veneno. no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».

La noche blanca
El otro sueño (1987)
Soneto del olifante
Cuaderno de vacaciones (2015)
Cuando la sombra cae, se dilatan tus ojos,
se hincha tu pecho joven y tiemblan las aletas ¡Un olifante, pronto, que me muero!
de tu nariz, mordidas por el dulce veneno, Debí hacerlo sonar cuando las cosas
y, terrible y alegre, tu alma se despereza. aún no estaban tan mal, y las baldosas
amarillas guiaban al viajero.
Qué blanca está la noche del placer. Cómo invita
a cambiar estas manos por garras de pantera ¡Sacadme de este sórdido agujero!
y dibujar con ellas en tu cuerpo desnudo ¡Quitadme estas cadenas espantosas!
corazones partidos por delicadas flechas. Duro es vivir sin dioses y sin diosas
de la abyecta razón vil prisionero.
Nieva sobre el espejo de las celebraciones
y la nieve eterniza el festín de tus labios. Si me proporcionáis ese olifante
Todo es furia y sonido de amor en esta hora tal vez vuelva la fe a mi templo en ruinas,
que beatifica besos y canoniza abrazos. vieja y nueva a la vez, desafiante.
Para ti, pecadora, escribo cuando el alba Y quizá halle cobijo en las divinas
me baña en su luz pálida y tú ya te has marchado. enseñanzas del mórbido habitante
Por ti, cuando el rocío bautiza las ciudades, de la cruz, rey de reyes y de espinas.
tomo la pluma lleno de tu recuerdo, y ardo.

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Entrevista
Luis Alberto, me gustaría comenzar esta acabaron en el mundo de la literatura, escri-
entrevista preguntándole por su infancia. biendo novela, poesía, ensayo… ¿Qué tiene la
¿Cómo era el niño Luis Alberto de Cuenca? poesía que nos arrastra a su orilla?
¿Cuándo comenzó a escribir sus primeros
poemas? ¿En qué momento se dio cuenta de Me aburría el Derecho, sobre todo a
que la poesía le había atrapado? partir de 2º curso, en que empezaba lo
jurídico stricto sensu. Me apasionó la
Muy pronto, como a los once o doce Filología y me matriculé en Filosofía y
años. Mi madre me regaló un cuader- Letras. Siempre he compaginado mis
no de tapas rojas encuadernado en aficiones filológicas con mis veleida-
piel donde escribí mis primeros poe- des literarias. Pero por encima de todo
mas. Aún lo conservo. Aquellos poe- me siento poeta.
mas eran deudores de Juan Ramón
Jiménez y de Rabindranath Tagore El número dos de Eco y Latido, lo dedica-
(en traducción de Zenobia Camprubí y mos especialmente a la poesía de Juan Ra-
de J. R. J.). Ya entonces supe que esta- món Jiménez. Creo que el de Moguer es uno
ba condenado a la poesía. En cuanto al de sus referentes poéticos. Qué tiene de espe-
niño L. A. de C., lo recuerdo con gafas y cial este poeta para haberse convertido en
con una desmedida afición por las enci- uno de los grandes escritores de la historia
clopedias y los diccionarios. universal.

Usted cursó el bachillerato en el ilustre co- Talento, sensibilidad, estilo, músi-


legio del Pilar en Madrid, institución educati- ca: lo que tienen los grandes maestros
va que ha proporcionado a España grandes de la poesía universal.
intelectuales. En ese período de su vida, ¿qué
Introducción biográfica escritores y qué libros dejaron mayor huella Nos preguntábamos en el comité de direc-
en usted? ción de la revista, por qué motivo Juan Ra-
Poeta, ensayista, traductor y filólogo español, naci- món es cri bía con “j” pa la bras que en
do en Madrid el 29 de diciembre de 1950. Se docto-
ró en Fi lo lo gía Clá si ca en la Uni ver si dad Estudié en el Pilar, en efecto, y estoy castellano se escriben de forma correcta con
Autónoma de Madrid y es profesor de Investiga- orgulloso de mi colegio. De adolescen- la letra “g”. ¿Podría aclararnos esta cuestión?
ción del Consejo Superior de Investigaciones Cientí-
ficas (CSIC) y miembro de la Real Academia de la
te, entre los doce y los catorce, leí todo
Historia. Fue director del Instituto de Filología del el teatro de Shakespeare y todo Sher- Manías de Juan Ramón. Si tuviera
CSIC y de la Biblioteca Nacional y Secretario de lock Holmes, además de Stevenson, que editar su obra, eliminaría esas ex-
Estado de Cultura. Ha recibido diversos premios y
galardones, como el Premio de la Crítica de Poesía
Dumas, Nodier, los Episodios Naciona- centricidades juanramonianas. Pero
Castellana en el año 1985 por La caja de plata; en les de Gal dós, las So na tas de Va- hay una especie de terror pánico a mo-
2006 se le concedió el Premio de Literatura de la Co- lle-Inclán. Todos esos autores han di fi car sus pe cu lia ri da des
munidad de Madrid por la totalidad de su obra poé-
tica y en 2015 fue galardonado con el Premio
sido imprescindibles en mi educación ortográficas.
Nacional de Poesía por Cuaderno de vacaciones. sentimental.
Manuel Soto destaca como notas caracte-
Me consta que dejó la carrera de Derecho rísticas de la poesía de Luis Alberto de Cuen-
para estudiar Filología Clásica. Estos giros vo- ca su veneración a los clásicos griegos y
cacionales parecen ya un clásico en el currícu- latinos y su sentido rebuscado de la exquisi-
lum de los escritores, ¿no cree? Fueron varios tez. Yo estoy de acuerdo, y además creo que
los escritores que comenzaron o incluso ter- eso encaja perfectamente con sus formas
minaron la carrera de Derecho y al final

72
caballerescas y gentiles. Dígame: la mitolo- Si no me equivoco, usted es uno de los po-
gía, el cine, los grandes héroes y las mujeres, cos grandes poetas contemporáneos que aún
¿son las fuen tes prin ci pa les de su escribe sonetos, lo cual me parece un acierto.
inspiración? ¿Cree que los modelos clásicos, el metro y la
rima, todavía son válidos en la poesía actual?
Una de dos: o me ha leído usted con Hay quien piensa que ya no tiene sentido el
atención o se ha documentado de ma- uso de la estructura clásica en la poesía de
nera profunda sobre mi poesía. Esas nuestros días. Supongo que no estará de
son mis fuentes favoritas de inspira- acuerdo con esta afirmación. ¿Qué opinión le
ción. Pero también hay una vena trági- merece esta posición que parece dominante
ca en mi obra en la que predominan el en los autores emergentes?
desasosiego y la angustia.
La modernidad no está reñida nun-
Después de leer su poesía tengo la impre- ca con la tradición. Lo ideal es buscar
sión de que es un apasionado de la novela gó- —y lograr— una síntesis entre ambas.
tica. ¿Es así? ¿Qué tienen estas novelas que Los Sonetos del amor oscuro de Lorca
tanto le atraen? son, por ejemplo, modernísimos. No
hay que confundir vanguardia con mo-
Me gustan la aventura, la fantasía y der ni dad: son dos co sas muy
el terror folletinesco. En la novela góti- diferentes.
ca esos ingredientes abundan.
Luis Alberto de Cuenca forma ya parte de
Elsinore (1972), Scholia (1978) y Necrofi- la nómina de los grandes intelectuales espa-
lia (1983), son sus primeros poemarios y per- ñoles. En 1989 obtuvo el Premio Nacional de
tenecen a una etapa en la que su poesía era Traducción por su versión del poema latino Cubierta del libro
más hermética y culturalista, más compleja medieval Cantar de Valtario, en 2010 fue ele- Cuaderno de Vacaciones
para el lector medio. Más tarde, en 1985, con gido académico de número de la Real Acade- Premio Nacional de Poesía 2015
La caja de plata se abre una nueva etapa en mia de la Historia y en 2015 le conceden el (España)
su poesía que usted mismo definió como poe- Premio Nacional de Poesía por su libro Cua-
sía de línea clara. Nos gustaría conocer por derno de Vacaciones. Qué le queda a Luis
boca del poeta cuáles son las características Alberto por conseguir: ¿el premio Cervantes,
más destacadas de esta concepción poética el nombramiento como académico de la Real Acabamos, Luis Alberto. ¿Cómo ve el pre-
que surge a partir de La caja de plata y que Academia Española? sente y el futuro de la poesía en España y en la
continuará después con El otro sueño (1987), América de habla hispana?
El hacha y la rosa (1993) y Por fuertes y fron- Me quedan por conseguir muchas
Estamos en un gran momento creati-
teras (1996), por citar alguno de sus poema- cosas. Mientras uno está vivo, debe se-
vo. La literatura escrita en español
rios de más éxito. guir planteándose retos, metas, objeti-
goza de excelente salud a uno y otro
vos personales. Y esos objetivos no
El poeta es el menos indicado para necesariamente han de ser reconoci- lado del Atlántico.
hablar de su obra. Las características mientos “oficiales” ni galardones de
que se me ocurren ahora, a bote pron- campanillas.
to, son la claridad, el rigor en la cons-
trucción, el cuidado formal, cierto
coloquialismo, la narratividad y la
emoción. Aunque no siempre concu-
rren todos esos rasgos en cada uno de
mis poemas.

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Lecturas Recomendadas
Reseña de Pedro Páramo, de Juan Rulfo.
Juan Rulfo escribe Pedro Páramo, entre Así comienza Pedro Páramo, una de las México de sus novelas es una realidad decan-
los años 1953 – 1954, durante la etapa más obras maestras de la literatura hispanoameri- tada por la imaginación literaria. (“En la tum-
creativa de su carrera literaria. cana. Esta breve pero espléndida novela, ba de Pedro Páramo”, por David Marcial
cuenta cómo el protagonista, Juan Preciado, Pérez.) Pero las dimensiones de Comala son
A la no muy abundante nómina de ciuda- va en busca de su padre, Pedro Páramo, hasta múltiples. Se ha hablado de tres Comalas: la
des imaginadas, en las que autores de todos el pueblo mexicano de Comala; un lugar va- Comala soñada o “ideal”, la Comala “real” o
los tiempos sitúan la acción de sus imagina- cío y misterioso, sin vida. Allí, el joven descu- de Pedro Páramo y la Comala muerta o
ciones, se añade con méritos de primera pla- brirá que toda la gente del pueblo se llama “infernal”
na la de Co ma la, esa ciu dad crea da y Páramo, que muchos de ellos son sus propios
destruida por la acción de un cacique que, a hermanos, y que Pedro Páramo está muerto. Además de la influencia evidente de su pue-
pesar de su poder omnímodo, fracasa en el in- Estamos, pues, ante una novela misteriosa y blo natal (Comala) es importante mencionar
tento de conseguir lo que para él supondría lo fantástica cuya atmósfera envuelve al lector y algunos acontecimientos que ocurrieron du-
único valioso y digno de lucha en su mundo, le transporta a un territorio mágico de sor- rante la niñez de Juan Rulfo, que influyeron
tan pegado a la tierra y al poder: el amor. prendentes ramificaciones. notablemente en el escritor mexicano a la
hora de escribir Pedro Páramo. Uno de los su-
Junto a Macondo, la ciudad donde se desa- Al parecer la creación de la ficticia Comala cesos más importante fue la rebelión de los
rrolla la famosa novela de García Márquez, fue inspirada por el pequeño pueblecito de cristeros, ocurrida entre 1926 y 1928, y a con-
que suele ser la ficción urbana de referencia;San Gabriel, pueblo donde Juan Rulfo vivió secuencia de la misma, la muerte violenta de
la de Santa María, de Onetti, en la que su au-de niño. San Gabriel es sin duda el escenario su padre y de su abuelo. Más tarde también
tor sitúa ese, a veces, sórdido universo de pa-
más parecido al pueblo imaginario de Coma- morirá su madre, añadiendo a todos estos he-
siones y tipos humanos fracasados; o las la, un purgatorio de almas pobres, un pueblo chos luctuosos, la correspondiente ruina fa-
Ciudades Invisibles, de Italo Calvino, ciuda- donde hablan los muertos. A tres calles del ce- miliar. Juan Rulfo se queda sólo en el mundo
des en las que no se desarrollan acciones con-menterio, María Soledad Ramírez Vizcaíno, y pasará diez años de su vida en un orfanato.
cretas, pero que son compendio, cada una en una sobrina segunda de Rulfo, recuerda en el Rulfo recordó los lugares de su infancia como
un determinado aspecto, de posibilidades de patio de su casa lo que pensaba su abuelo Vi- zonas de tierra caliente, donde la gente es her-
sueños y utopías; pudiendo llegar, incluso, encente sobre la novela: “Me da gusto que Juan mética y desconfiada. La gente no quiere ha-
nuestra limitadísima lista a la Ínsula Barata-sea famoso. Pero siento que lo que escribía blar de sus cosas ni de lo que hacen. Afirma
ria quijotesca, en la que imaginando el capri-eran puras mariguanadas, pues yo no en- Rulfo que fue a partir de su regreso a Comala,
cho de unos aristócratas, Cervantes sitúa uno tiendo lo que dice del pueblo”. La perplejidad 30 años después, cuando comenzó a escribir
de los episodios más aleccionadores de la sin de Vicente la resuelve el catedrático Alberto la novela. Todo estaba deshabitado, la gente
igual obra Don Quijote de la Mancha. Vital en su biografía canónica: “La ficción de se había ido, y en las noches las casuarinas1
Rulfo registra flujos subterráneos de México mugen, aúllan2.
Pero volvamos a Comala y dejemos al lec- y San Gabriel representa sinécdoques, par-
tor en la pista de despegue para iniciar una tes que contienen los elementos más comu- Argumentalmente, la novela cuenta como
aventura intelectual única, la que, a su vez, nes del conjunto”. Hay nombres, lugares y Juan Preciado, por encargo de su madre que
nos dejó su creador Juan Rulfo. descripciones que coinciden con la tierra de está a punto de morir, acude a Comala para
la que se marchó a los 10 años después de mo- ajustar cuentas con su padre, Pedro Páramo,
“Vine a Comala porque me dijeron que rir sus padres. La tierra a la que volvería y vol- al que no ha conocido. Cuando Juan acude al
acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi vería y en la que están ambientadas todas sus pueblo encuentra un lugar deshabitado, en el
madre me lo dijo. Y yo le prometí que ven- narraciones, pero no de manera literal. El que solo moran los fantasmas de los muertos.
dría a verlo en cuanto ella muriera.”

75
Otro aspecto destacable es la característica dimensiones en un mismo plano. Se pueden organizados y equilibrados aunque haya rup-
del lenguaje, mezcla de prosa poética y recrea- ver diferentes ángulos a la vez. Se presenta turas temporales o espaciales. La originali-
ción del habla popular. 2 una totalidad, una suma de impresiones en dad de la novela no la constituyen los temas
un mismo plano; se quiebran la progresión y (amor, codicia, muerte violencia, deprava-
Por otro lado, la crítica rulfiana ha subraya- la perspectiva tradicionales. Hay un sólo mo- ción...); lo original está en la presentación de
do repetidas veces la ausencia de cronología mento «eterno» en que ocurre todo. Pedro los mismos.
en Pedro Páramo. Según algunos críticos, el Páramo puede considerarse una novela «cu- Fuente:
resultado es que Pedro Páramo es de difícil bista» cuyo tema es Comala. Cada fragmento
lectura, si se quiere, pero no «literatura sórdi- es un ángulo de visión3. 1 Tipo de arbusto
da… deliberadamente desquiciada y confu- 2 Pedro Páramo; Edición de José Carlos González
sa». Rulfo cortó la novela en fragmentos, Estas dos características, la fragmentación Boixo - Cátedra
concretamente 67, «los barajó y colocó arbi- de la narración y la existencia de dos historias 3 http://www.pedroparamo.org/
trariamente sin plan, sin esquema que organi- paralelas, nos remiten a la posibilidad de
Equipo literario de Eco y Latido
ce el todo». Según González Boixo, el propio comparar, estructuralmente, Pedro Pára-
tema exigía la aparente confusión que pre- mo con la también magistral Rayuela que,
senta la novela. Sin embargo, una lectura como saben aquellos que se han aproximado
atenta permite descubrir no una novela divi- a ella, está integrada por fragmentos de la his-
dida en dos partes, sino una novela con dos toria, que pueden leerse aleatoriamente, y
tramas paralelas. La primera narra el diálogo está dividida en dos “universos paralelos”;
en la tumba entre Juan Preciado y Dorotea, la uno transcurre en París y el otro en Buenos Ai-
segunda es la biografía, casi siempre en terce- res. Ambos universos, como si de un fenóme-
ra persona, de Pedro Páramo, cacique de Co- no cuántico se tratase, se comunican por
mala. Ambas tramas se com plementan. “agujeros de gusano”, utilizando la terminolo-
Precisamente este análisis indica los nexos o gía física, a través de los cuales se interrelacio-
puntos de convergencia de las dos narracio- nan acciones y personajes.
nes. No olvidemos que Pedro Páramo es una
novela de muertos y que los hechos humanos En definitiva, podemos concluir que estas
proyectados en la eternidad carecen de pers- técnicas rulfianas utilizadas en Pedro Pára-
pectiva temporal. El mismo Rulfo justifica el mo lo han sido con la misión de desmitificar
aparente caos temporal al afirmar que «los el tiempo físico, a lo que coadyuva la apari-
hechos humanos no siempre se dan en ción como personaje en la sombra de los
secuencia» ecos, con su misma misión desmitificadora
del tiempo. El pasado se proyecta en el pre-
De este estudio de los fragmentos, se ve cla- sente como si estuviera escrito en las pare-
ramente que la novela no está dividida en dos des. Porque, en realidad, en Comala ya no
partes, como algunos críticos habían sospe- queda nadie, sólo lamentos y quejas; las áni-
chado; tampoco se trata de una serie de frag- mas de los muertos que murieron sin saberlo.
mentos entrelazados sin orden aparente
alguno. En efecto, se trata de dos tramas dis- Resumiendo, diremos que la estructura de
tintas que abarcan dos niveles temporales, la novela consta de dos tramas que abarcan
un pasado inmediato y un pasado remoto. dos niveles temporales, por lo menos: el diálo-
Cualquier brinco o salto que se hace de una go de Juan con Dorotea (pasado reciente) y la
trama a la otra se hace por una razón. La de- biografía del cacique de la Media Luna, Pedro
sorganización es superficial. Esta compleja es- Páramo (pasado remoto). La segunda trama
truc tu ra pue de ex pli car se me jor con sirve de complemento a la primera. No hay
referencia a la técnica pictórica del cubismo. saltos inconexos, sino continuidad aunque a
El cubista presenta varias perspectivas y dos niveles. Los hechos están perfectamente

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Lecturas recomendadas
Reseña de Residencia en la Tierra, de Pablo Neruda
Residencia en la Tierra, libro de poemas inmensidad, yo no podía elegir sino la sole- Sigue apuntando Schop: la escritura de Re-
escrito por Neruda entre 1925 y 1935, fue pu- dad, y de ese modo aquella época ha sido la sidencia en la Tierra no es hermética en el
blicado por primera vez, completo, en 1935 más solitaria de mi vida». Paralelamente a la sentido de que haya sido elaborada a partir
en Madrid- nunca dejó de ser considerado, elaboración de los poemas de Residencia en de un código secreto, cuyo conocimiento per-
en los círculos de avanzada literaria, como la Tierra, sostuvo Neruda correspondencia mitiría, a los iniciados, descifrarla. Es claro
uno de los textos decisivos de Neruda y, paula- con un escritor argentino: Héctor Eandi. Gra- que las dificultades que esta escritura opone
tinamente, de la poesía de nuestro tiempo. cias a ella, podemos tener indicios suplemen- a su lectura no provienen de una intención de
En palabras de Gabriela Mistral, a propósito tarios del alto grado de conciencia crítica que ocultar el mensaje comunicado. Todo lo con-
de la publicación de Residencia en la Tierra: tuvo el joven Neruda respecto a su trabajo trario, la voluntad, el deseo, la necesidad del
“Neruda viene detrás de varios oleajes poéti- poético en esos años. Una de sus sensaciones sujeto es la de penetrar la oscuridad con que
cos de ensayo, como una marejada mayor -que arrastra desde antes de llegar a esta si- se le aparece la realidad externa y su propia
que arroja en la costa la entraña entera del tuación de extrema soledad- es la de su difi- subjetividad…
mar, que las otras dieron en brazada pequeña cul tad de co mu ni ca ción: «su fro una
o resaca incompleta”. Por otra parte, Saúl Yur- verdadera angustia por decir algo, aún solo Situados ya en el contexto en el que fue es-
kievich afirma que: “Residencia en la tierra conmigo mismo, como si ninguna palabra crita la obra, nos adentramos en la dificultosa
integra, junto con Trilce de César Vallejo y me representara, sufriendo enormemente labor interpretativa de esta magna obra de la
Altazor de Vicente Huidobro, la tríada de li- por ello. Hallo banales todas mis frases, des- literatura universal. No vamos a comentar o a
bros fundamentales de la primera vanguar- provistas de mi propio ser». En otra carta del trasladar comentarios de ensayistas sobre los
dia literaria en Hispanoamérica. Posee todos año 1928 Neruda pregunta -con entusiasmo veinte poemas que componen la obra, pero
los atributos que caracterizan a la ruptura delirante- respecto a ese exterior que es, en desde la intención de animar al lector a la lec-
vanguardista. Surge íntimamente ligado a la cierta medi da, también su interiori dad: tura de este fascinante poemario, nos limita-
noción de crisis generalizada y, promueve un «Pero, verdaderamente, ¿no se halla usted ro- remos a ocuparnos del primer poema del
corte radical con el pasado.” deado de destrucciones, de muertes, de cosas libro como muestra de lo que encontrará el
aniquiladas? ¿En su trabajo, no se siente obs- lector al adentrarse en las páginas de Residen-
Durante el periodo que escribió Residen- truido por dificultades e imposibilidades? cia en la Tierra.
cia en la Tierra, la vida de Neruda era particu- ¿Verdad que sí? Bueno, yo he decidido for-
larmente difícil. Pese al triunfo literario de mar mi fuerza en este peligro, sacar provecho Comienza el poemario con el poema Galo-
Veinte poemas de amor y una canción deses- de esta lucha, utilizar estas debilidades.» pe muerto. El título del poema es paradójico;
perada -en que no sólo la juventud reconocía llama la atención el contraste entre la acción
la expresión de su erotismo- el poeta pasaba Este es el ambiente vital, el estado de espíri- trepidante, la fuerza intrínseca que expresa el
por graves problemas económicos y sobre tu, en el que se encontraba el poeta cuando es- verbo galopar y el adjetivo muerto que es la
todo afectivos. El último verso de «Una can- cribió esta magna obra poética, referente de antítesis de lo anterior. ¿Qué representa el ga-
ción desesperada» representaba emblemáti- la literatura universal. lope muerto? ¿Qué representa ese movimien-
camente su situación: era «la hora de partir. to en la inmovilidad?, o como Neruda dice en
¡Oh abandonado!». Más tarde -hacia 1962- Los poemas de Residencia en la Tierra, sus versos: “Aquello todo tan rápido, tan vi-
el poeta recuerda en sus Memorias: «La ver- apunta Federico Schop, hacen visible más viente, inmóvil sin embargo”.
dadera soledad la conocí en aquellos días y bien una actitud de indagación, de recupera-
años de Wellawatha... Entre los ingleses vesti- ción de experiencias que promueven visiones Tal vez Neruda, vea en el devenir de la natu-
dos de smoking todas las noches y los hin- no ideologizadas de la existencia. raleza ese galope (movimiento rápido), el
dúes inal can za bles en su fa bu lo sa transcurso trepidante de la vida, y ante ella y

77
conviviendo con ella el sujeto residenciario En los siguientes versos el poeta expresa Continúa afirmando Fernandois: «el suje-
de la tierra que, aunque como individuo mue- su confusión, oscuridad ante la incertidum- to residenciario afirma el devenir, la desinte-
re, permanece como ser. bre de la vida, ante este movimiento circular gración, la lenta descomposición de todo lo
constante y desconcertante de la tierra: ¿Es existente. El sujeto atravesado por la angus-
Saúl Yurkievic, escribe: «Residencia en la que de dónde, por dónde, en qué orilla? El ro- tia -y que ha sido presa súbita del júbilo al ha-
Tierra habla desde el principio de la astenia, deo constante, incierto, tan mudo, como las li- blar de la actividad poética se retrotrae a la
la pura expectativa de una existencia expec- las alrededor del convento, o la llegada de la distancia de quien da testimonio. Contempla
tante sólo con respecto a su propio existir, su- muerte a la lengua del buey que cae a tumbos, exteriormente la relación (que siente) inter-
mida por la lasitud en días de débil tejido. guardabajo, y cuyos cuernos quieren sonar. na a la naturaleza entre la presencia y «eso»
Residencia en la tierra se entrega a esa expe- que, en cierto sentido, la completa, la plenifi-
riencia de apertura del ser al no ser, a una in- Sin embargo, a pesar de este aparente nihi- ca oscuramente, la hace devenir, movimien-
manencia anuladora, a la exploración del lismo que podría traslucirse de la lectura de to, desarrollo…».
desamparo, al rescate, por la escritura, de sue- Residencia en la Tierra, Alain Sicard ha afir-
ños cenicientos y devaneos funestos». mado que el Neruda de Residencia no es nihi- Los últimos versos de Galope Muerto:
lista. Asimismo, Joaquín Fernandois afirma:
En este primer poema, el “sujeto residen- «Neruda se aproxima a la experiencia nihilis- Adentro del anillo del verano
ciario” está presente como un espectador que ta para tratarla, para comprenderla, para ju- una vez los grandes zapallos escuchan,
estirando sus plantas conmovedoras,
no es nombrado. La metafísica es el tema gar con ella, para dejarse seducir por la idea
de eso, de lo que solicitándose mucho,
principal del poema. nihilista. El nihilismo no es un simple objeto, de lo lleno, oscuros de pesadas gotas
sino que es un “proceso de reducción” con el
Shop escribe: «La rueda del molino sugie- que el hombre se encuentra por doquier».
En fin, como señala Fernandois, Residen-
re un movimiento circular, la rueda del tiem-
cia en la Tierra nos lleva original y creativa-
po, el ci clo de la na tu ra le za des de la Continúa el poeta expresando en su canto mente a un paisaje espiritual familiar que
germinación a la muerte, la sucesión de las es- la tristeza de corazón que siente el sujeto resi-
puebla la primera mitad del siglo XX, aquel
taciones del año, el tiempo como repetición denciario ante tan vasto desorden, para segui-
de la perplejidad por un panorama que se asu-
en la naturaleza y como ruptura y conciencia da men te mos trar la poe sía como un
me como catastrófico. Frente a éste caben
de pérdida, de finitud en el sujeto instalado instrumento de defensa del ser indefenso resi-
muchas respuestas, de las que la desespera-
en el presente, en el límite, en la experiencia dente en la tierra.
ción no es más que una de sus posibilidades,
de corte, la separación y la discontinuidad».
ay, lo que mi corazón pálido no puede abarcar, y no necesariamente incompatible con el can-
en multitudes, en lágrimas saliendo apenas, to provisto de belleza, sino que además pue-
Así lo expresa Neruda:
y esfuerzos humanos, tormentas, de coexistir con una actitud de espera y de
la espesa rueda de la tierra acciones negras descubiertas de repente búsqueda de un atisbo de salvación. En la
su llanta húmeda de olvido como hielos, desorden vasto, obra nerudiana que aquí se comenta, esto no
hace rodar, cortando el tiempo oceánico, para mí que entro cantando es más que una pe que ña ven ta na de
en mitades inaccesibles como una espada entre indefensos posibilidad.

Pero la aparente regularidad del desarrollo Y prosigue con una pregunta: Ahora bien, Puede verse en la visión profética de catás-
cíclico de la naturaleza aparece también inter- ¿de qué está hecho ese surgir de palomas trofe un método que es más que un medio;
ferida: el sujeto residenciario accede a una vi- que hay entre la noche y el tiempo, como una un método de aproximarse a la fuente de la
sión catastrófica de esa regularidad: "las barranca húmeda? Y aquí vuelve la incerti- destrucción y del proceso de la nada, del enna-
ciruelas... rodando a tierra / se pudren en el dumbre, la duda: ¿De qué está hecho? ¿Es decimiento, y de allí rescatar los restos del
tiempo, infinitamente verdes, esto es, antes ese surgir de palomas, esa esperanza de luz, naufragio. Puede ser, también, la simple ob-
de su maduración, antes del tiempo de su pro- ese canto poético, suficiente para alcanzar la servación de la belleza desvaída de objetos en-
ceso propio", escribe Neruda. plenitud anhelada? gullidos por una corriente destructora, cuyas
fronteras están en el fundamento, un dato
muy próximo al ser.

78
Entiende Fernandois, que hay un esfuerzo
en Residencia en la Tierra por recoger los res-
tos del naufragio bajo una conciencia aguda
de la catástrofe, como intento de volver a la
experiencia del mito sin caer en la inmediata
manipulación del mismo, justamente porque
la poesía sería el lugar de la redención, al
apuntar a un más allá, a una noción de lo
luminoso.

Aquí Pablo Neruda ha sido el “visionario”,


según lo ha definido Mario Enrico Santí, que
se ha asomado a una época y ha delineado en
un “pensamiento poético” la mirada hacia un
mundo que ve al mismo tiempo como provis-
to de fragmentos de plenitud y como de con-
ciencia aguzada de eternidades infernales,
todo ello envuelto en el sonido y sentido de
una belleza penetrante. Para repetir a riesgo
de banalizar a Clarence Finlayson, presenta
“lo puro con lo impuro”.
Fuentes:
Residencia en la Tierra: Lenguaje e Historia.
Joaquín Fermandois.
Prólogo de Federico Schopf, Residencia en la Tierra,
Editorial Universitaria.
Residencia en la Tierra: Paradigma de la Primera
Vanguardia. Saúl Yurkievic.

Equipo literario de Eco y Latido

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Noticias
Premios y Eventos Literarios
de Ishiguro ha explorado los conflictos entre Sergio Ramirez
la experiencia y la memoria. Tema que resul- Premio Cervantes 2017
ta aún más evidente en Los restos del día
(1989), su tercera novela, que ganó el premio El escritor nicaragüense y antes político
Booker y en cuya adaptación cinematográfica sandinista Sergio Ramírez ha ganado el pre-
Anthony Hopkins interpretó al mayordomo mio de literatura Miguel de Cervantes 2017.
que sirve a un aristócrata inglés en los años Es la primera vez que este importante recono-
previos a la Segunda Guerra Mundial. “En mi cimiento se destina no sólo a un autor de ese
carrera he mirado a individuos que sufren en-
país, sino de Centroamérica.
frentándose a los recuerdos de su pasado,
algo aplicable también a las comunidades y a
las naciones. Como autor, una de las cosas El jurado, presidido este año por el máxi-
que me fascinan es determinar cuándo es me- mo responsable de la Real Academia Españo-
jor recordar y cuándo es mejor olvidar”, ha ex- la (RAE), Darío Villanueva, decidió premiar a
plicado el escritor británico a la prensa. Ramírez “por aunar en su obra la narración y
Fuentes: la poesía; el rigor del observador y el actor, y
por reflejar la viveza de la vida cotidiana con-
https://elpais.com/cultura/2017/10/05/actualidad/
1507187608_482902.html virtiendo la realidad en una obra de arte,
todo ello con excepcional altura literaria y en
Biografías y vida.com
pluralidad de géneros, como el cuento, la no-
Kazuo Ishiguro
vela y el columnismo periodístico”.
Kazuo Ishiguro Entre sus relatos destacan El reino ani-
Premio Nobel 2017
mal, Perdón y olvido, Catalina y Catalina,
El es cri tor bri táni co Kazuo Ishi gu ro Flores oscuras o La viuda Carlota y otros
(1954), ha sido galardonado con el Premio cuentos; y entre las novelas, Margarita, está
Nobel de Literatura 2017. El autor de Los res- linda la mar, Sombras nada más, Mil y una
tos del día (1989) residente en Londres ha muertes, La fugitiva o Sara. Algunos de sus
manifestado a un grupo de periodistas: “Esta- títulos ensayísticos son Oficios compartidos,
ba sentado en mi cocina, escribiendo unos Tambor olvidado o La manzana de oro.
mails y preparándome para una comida tem- También ha escrito títulos de tema gastronó-
prana, cuando me llamó mi agente y me dijo mico, como Lo que sabe el paladar: dicciona-
que creía que estaban anunciando que me ha- rio de los alimentos de Nicaragua o A la
bían dado el Nobel. Pero en estos tiempos de mesa con Rubén Darío.
noticias falsas, no me lo creí hasta que llamó
la BBC. Qué quieren, soy un tipo chapado a la
antigua” Además de escritor, Sergio Ramírez Merca-
do es doctor en Derecho por la Universidad
El jurado ha destacado “sus novelas de Nacional Autónoma de Nicaragua. Dirige la
gran fuerza emocional que han descubierto el revista electrónica Carátula y sus artículos
abismo bajo nuestro ilusorio sentido de cone- de prensa se publican además en diarios y re-
xión con el mundo”. Ya desde su primera no- vistas de veinte países. En 1960 fundó la Edi-
Sergio Ramírez
vela, Pálida luz en las colinas (1982), la prosa to rial Uni ver si ta ria Cen troa me ri ca na

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(EDUCA) y la revista Ventana, y encabezó Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Ga- En la obra de esta poeta son habituales las
con Fernando Gordillo el movimiento litera- lán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa alusiones mitológicas y se consideró un refle-
rio del mismo nombre. Regàs y Emili Rosales. jo de la “Generación comprometida”, la co-
Fuente: rrien te li te ra ria que se im pul só en
Al recibir la noticia del premio por boca del Centroamérica en los años de 50 y 60, algo
http://www.premioplaneta.es/edicion/ganador201
ministro, cuando en Nicaragua eran las siete 7.html que ella rechaza: “Es muy tremendo decir
de la mañana, Ramírez dijo: “Es una buena poesía comprometida porque la poesía yo no
manera de empezar el día”. la quiero poner al servicio de nada”, recorda-
Fuente: ba Alegría en una entrevista con este periódi-
http://www.lavanguardia.com/cultura/20171116/43
co en 2015. Los poe mas que la gen te
2904740013/ganador-premio-cervantes-2017- consideraba políticos – decía - eran solo de
sergio-ramirez.html “amor” a sus pueblos.
Fuente:
https://elpais.com/cultura/2017/05/17/actualidad/
1495022596_610013.html

Claribel Alegría

Claribel Alegría
Premio Reina Sofía de Poesía 2017

La poeta nicaragüense Claribel Alegría de


Javier Sierra 93 años, gana el premio Reina Sofía de
Poesía.
Javier Sierra José María Guelbenzu
Premio Planeta 2017 Alegría es autora de una vasta obra que in-
cluye también historia, novela y ensayo, en
El escritor Javier Sierra se alza con el Pre- los que hay una marcada denuncia social o re- José María Guelbenzu y
mio Planeta 2017 con El fuego invisible, una construcción de la historia reciente de Nicara- Luis Antonio de Villena
novela que mezcla aventuras, intriga y exotis- gua, como es el caso de Somoza, expediente Premios de la Crítica de Madrid 2017
mo. Cristina López Barrio resultó finalista cerrado,sobre el dictador nicaragüense Anas-
del premio con Niebla en Tánger. tasio Somoza Debayle, asesinado por un co- Los escritores madrileños José María Guel-
mando sandinista en Paraguay, una obra que benzu y Luis Antonio de Villena han sido los
La novela de Javier Sierra se impuso entre escribió junto a su esposo Darwin J. Flakoll, ganadores del Premio de la Crítica de Ma-
las 634 que se presentaron a la edición de fallecido hace 20 años. drid, según informa en un comunicado la or-
este año de un galardón dotado con 601.000 ganización que otorga cada año el galardón a
euros. El jurado estaba formado por Alberto escritores nacidos en la capital, la Asociación
Madrileña de Escritores y Críticos Literarios.

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Los poderosos lo quieren todo, de José Ma- para el diálogo y El País. También es autor de El galardón, fallado en Tábara (Zamora),
ría Guelbenzu, es una sátira sobre el poder en novelas novelas policíacas, protagonizadas la localidad natal del poeta que da nombre al
nuestra sociedad y las distintas maneras con por la jueza Mariana de Marco. premio, se ha concedido al trabajo de Boris
las que un hombre puede caer en la corrup- Rozas, seleccionado entre los 361 poemarios
ción y el tráfico de influencias. Según la aso- de Luis Antonio de Villena, es, según la que se presentaron al certamen, según ha in-
ciación, está “escrita con ironía, de forma asociación madrileña, “el mejor libro de un formado a Efe el editor Joan Gonper, que pu-
intrépida y sugerente” y es “una obra impres- poeta que ha sabido construir una obra origi- blicará la obra ganadora en la editorial Celya.
cindible para conocer las dos caras de nues- nal y capaz de buscar siempre nuevas formas
tra so cie dad”. En pa la bras de Alber to de expresión”. Se trata de una biografía perso- Esta se inspira en la película Annie Hall,
Infante, presidente de la asociación, “nos en- nal, acompañada de fotografías, donde van una comedia romántica que dirigió Woody
contramos ante uno de esos libros que nos di- dejando huella en el lector los símbolos y los Allen en 1978 y que ha servido de hilo argu-
vier ten y al mis mo tiem po nos ha cen personajes que componen la vida del autor. mental al poeta para hablar de temas como
reflexionar sobre nuestro tiempo”. En palabras de Pablo Méndez, poeta y miem-
bro del jurado, “Villena es uno de los autores
Nacido en Madrid en 1944, Guelbenzu ini- de los setenta que mejor ha sabido renovarse
ció su dilatada carrera literaria en 1967 con y encontrar una forma moderna de escribir
Hogar eventual y entre sus obras destacan La sobre sus obsesiones y temas de siempre”.
tierra prometida, Un peso en el mundo, La
mirada, El esperado, El río de la luna o Esta Nacido en Madrid en 1951, Luis Antonio
pared de hielo. Ha ganado el Premio Bibliote- de Villena es poeta, novelista y un articulista
ca Breve, el Premio de la Crítica, el Plaza y Ja- con un gran número de lectores. Desde su pri-
nés, el To rren te Ba lles ter y el Pre mio mer libro, publicado en 1971, Villena no ha fal-
Fundación Sánchez Ruipérez de periodismo. tado a la cita con sus seguidores ofreciendo
Ha dirigido las editoriales Taurus y Alfaguara novelas, libros de poesía y ensayos “siempre
y ha colaborado en medios como Cuadernos con originalidad, certeza y una forma que ha
influido mucho en nuevas generaciones de
cantar y evocar a grandes genios de siempre”,
como Oscar Wilde, Luis Cernuda, Byron o
André Gide.
Fuente:
http://www.elcultural.com/noticias/letras/Jose-Ma Boris Rozas
ria-Guelbenzu-y-Luis-Antonio-de-Villena-ganan-el-
Premio-de-la-Critica-de-Madrid/11374
las ausencias, las pérdidas, los afectos o las
obsesiones.
Boris Rozas
Fuente:
Premio León Felipe 2017
http://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/201
El poeta argentino afincado en Valladolid, 70811/el-poeta-argentino-boris-rozas-gana-el-xvi-p
remio-leon-felipe-6219801
Boris Rozas, de nuevo consigue otro impor-
tante galardón. Boris, poeta del que publica- elcotidiano.es
mos uno de sus poemas en el primer número
de Eco y Latido, ha sido el ganador de la deci-
mosexta edición del Premio Internacional de
Poesía León Felipe con el poemario Annie
Hall ya no vive aquí.
Luis Antonio de Villena

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Todas las ilustraciones de esta revista pertenecen a
The J. Paul Getty Museum, excepto las ilustraciones que
fueron cedidas por Sebastián, para la seccion de Retrato de
un poeta y por Homo Adictus para la sección de Poesía
Libre del portal Mundopoesía. Las fotografías han sido
tomadas de internet y les pertenecen a sus autores

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