CIUDADANIA DEMOCRACIA Y EDUCACION

Hablar sobre la naturaleza de la ciudadanía, el papel de la educación y el aprendizaje y su relación

con la esfera pública centraliza y revela la verdadera problemática de un país. En esta esfera es de
suma importancia la trascendencia que ha tenido la participación ciudadana en el marco rector del
sector educación y las formas en las que se ha mostrado esta en las políticas públicas.

La participación ciudadana en el Perú ha tenido un marcado inicio con la presencia de Velasco

Alvarado y su reforma educativa en 1972. Esta participación de la ciudadanía está orientada a la
fijación de los objetivos institucionales con el fin supremo de coadyuvar al logro de un bien común;
mientras que la democracia viene a constituirse como una forma de organización del poder en la
sociedad con el objetivo de ampliar la ciudadanía, evitar o limitar la dominación de individuos o
grupos que impidan este objetivo y de esta manera lograr la perdurabilidad de la organización
democrática.

Es así que la participación ciudadana, pasa de abstracta a tangible con la existencia de la “sociedad
civil”; la que viene a conformarse como un conjunto de aparatos que en un sistema social organizado
ejercen el poder coactivo y está conformada por grupos de interés como ONGs, sindicatos,
asociaciones profesionales, cámaras de comercio, religiones, grupos estudiantiles, sociedades
culturales, clubes deportivos y grupos comunitarios informales y cuyo fin primordial es el control
democrático del aparato estatal y coadyuvar a reducir los conflictos sociales; sin embargo lo que
realmente consigue es beneficiarse social y económicamente del estado.

Un ejemplo claro fue el “Acuerdo Nacional” el cual se conoce como el conjunto de políticas de
estado elaboradas y aprobadas sobre la base del diálogo y del consenso, luego de un proceso de
talleres y consultas a nivel nacional, con el fin de definir un rumbo para el desarrollo sostenible del
país y afirmar su gobernabilidad democrática y fueron quienes en 94° reunión hicieron acuerdos de
aprendizaje sin tener en su cantera especialistas en el tema; es más, crearon un “grupo impulsor”
para la inversión en la infancia al que le otorgaron 16000 millones de soles para un trabajo de 5 años
y los resultados de esos trabajos se ven evidenciados en la prueba PISA donde ubican al Perú muy
por debajo de la media y con nota desaprobatoria. Como se puede ver, la “sociedad civil” ha
intervenido aprobando normas educativas que respondieron y responden a los sectores que
controlan el estado mas no a los sectores que realmente necesitan el apoyo.
Así mismo estos sectores que controlan el estado están inspirados en el “consenso de Washington”
cuyo fundamentalismo neoliberal empujo a una serie de reformas y cambios sin evaluar
adecuadamente las repercusiones sociales e institucionales directas e indirectas que provocarían
ellos. Sin ir muy lejos el número de alumnos matriculados entre los años 2005 y el 2014 ha decaído
considerablemente en el sector público a raíz de este tipo de singulares cambios.

El hecho de la implantación del neoliberalismo toca a la educación y le crean un fracaso en los

resultados obtenidos, los que se ciñen a tres factores:

1. El asistencialismo del estado, indicando intervencionismo

2. Los sindicatos educacionales, especialmente el SUTEP que mantienen vivas las inercias del
pasado
3. La ideologización de los derechos sociales que dificulta la aparición de nuevas políticas

Frente a las consideraciones citadas es el estado y su gestión los que deben hacer un mea culpa y
centrar su dirección sobre el tapete de la educación en tres parámetros básicos:

1. La participación ciudadana y los niveles de su participación en la toma de decisiones

2. La ciudadanía y el estado
3. La reforma y modernización del estado

Y es bajo estos contextos que debemos resaltar que la educación es un estamento que debe quedar
exento de la politización de sus acciones, es decir se trata de un enclave que no puede ser maculado
por la injerencia de la presunta democrática en la toma de decisiones sobre el hacia dónde va o
hacia donde se quiere llegar en el rubro educación.

En cristiano, no se logra entender que puede opinar el SUTEP sobre los alcances del sistema
educativo, o en los caminos que debe tomar este rubro para alcanzar los óptimos estándares en
educación en los que ya hace mucho debería encontrarse el Perú y no esbozar una sonrisa mal hecha
frente a los resultados catastróficos obtenidos en la prueba PISA.

El tejemaneje considero de una manera muy personal; debe ser plasmar bajo un trabajo técnico y
especializado que queremos conseguir de la educación en nuestro país en los próximos 50 años, no
sentándonos con personas que solo formen parte y no tengan el mas mínimo concepto de lo que se
trata la educación , si no con elementos humanos que formando parte de nuestra sociedad estén
capacitados para arquetipar un modelo educativo que nos permita estar a la vanguardia en nuestra
región, consintiéndonos concebir una población cuya mira vire en busca del progreso acompañada
de un misión, la que estará promovida por una visión totalmente distinta a la actual y nos delegue
un futuro promisorio y con objetivos más soleados frente a los actuales que lo único a lo que
acceden es a mostrarnos en educación, un país estancado en el pasado.