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PROCESO

INFLAMATORIO

Alumno:
Alma Alejandra Abraján Valdez.
INFLAMACIÓN

La inflamación es la respuesta, del sistema inmunológico de un organismo, al


daño causado a sus células y tejidos vascularizados por patógenos bacterianos y
por cualquier otro agresor de naturaleza biológica, química, física o mecánica.

La inflamación es una respuesta reparadora; un proceso que implica un enorme


gasto de energía metabólica. En ocasiones, transcurre hacia una situación crónica
que suele dar lugar a una enfermedad degenerativa como artritis, arteriosclerosis
o, incluso, cáncer. Aunque suele acompañarse de una respuesta generalizada
“respuesta de fase aguda” caracterizada por un cuadro clínico pasajero de
sensación de malestar, fiebre y modificación del perfil de las proteínas y leucocitos
circulantes, en ocasiones, la inflamación aguda local provoca una reacción
orgánica generalizada “síndrome de respuesta inflamatoria sistémica” que, en una
secuencia de reacciones a modo de espiral sin control (inflamación maligna),
conduce al fracaso funcional de los diferentes órganos y sistemas (fracaso
multiorgánico) y, tras ello, a la muerte del individuo.

LA INFLAMACIÓN SE CLASIFICA DE VARIAS FORMAS:

Por área o superficie dañada.


Local: Abarca un área pequeña con límites bien definidos.

Regional: Varios puntos en un área con o sin separación de tejido sano.

Difusa: Abarca en mayor o menor grado la totalidad de un órgano.

Por su severidad:

Ligera:

Daño mínimo y
poco perceptible.

Moderada:

Daño evidente con


recuperación
rápida.

Severa:

Daño muy obvio


con recuperación
lenta.

Por su duración:

Aguda: 1 - 3 días: Hay cambios vasculares; Congestión, Edema y Hemorragia,

Subaguda: 3 -7 días: Hay cambios vasculares, formación de Exudado y presencia


de Leucocitos.

Crónica: 1 - 4 semanas: Hay persistencia del agente agresor y evidencia de


reparación inconclusa.

FASES DE LA INFLAMACIÓN

1-Liberación de mediadores. Son moléculas, la mayor parte de ellas, de estructura


elemental que son liberadas o sintetizadas por el mastocito bajo la actuación de
determinados estímulos.

2-Efecto de los mediadores. Una vez liberadas, estas moléculas producen


alteraciones vasculares y efectos quimiotácticos que favorecen la llegada de
moléculas y células inmunes al foco inflamatorio.

3-Llegada de moléculas y células inmunes al foco inflamatorio. Proceden en su


mayor parte de la sangre, pero también de las zonas circundantes al foco.
4-Regulación del proceso inflamatorio. Como la mayor parte de las respuestas
inmunes, el fenómeno inflamatorio también integra una serie de mecanismos
inhibidores tendentes a finalizar o equilibrar el proceso.

5- Reparación. Fase constituida por fenómenos que van a determinar la


reparación total o parcial de los tejidos dañados por el agente agresor o por la
propia respuesta inflamatoria.

LIBERACIÓN DE MEDIADORES. EL MASTOCITO

Aunque todos los tejidos al lesionarse van a liberar mediadores de la inflamación,


la fuente principal de los mismos es el mastocito. Esta es una célula inmune
inespecífica que también procede de la médula ósea, aunque los mecanismos de
su diferenciación no son bien conocidos. El mastocito contiene en el citoplasma
gránulos con mediadores de la inflamación preformados. Cuando se activa, libera
estos factores, junto con otros de carácter lipídico que son sintetizados de novo.
El mastocito se detecta en casi todos los tejidos, siendo localizado principalmente
alrededor de los pequeños vasos, sobre los que actuarán los mediadores una vez
liberados. La liberación de mediadores ocurre por distintas causas, pero quizás la
más frecuente sea la lesión directa de la célula por le agente agresivo. Cuando la
inflamación progresa y se acumulan en el foco suficientes factores activados del
complemento, el C3a y el C5a, actuando sobre receptores de membrana, inducen
la activación del mastocito y la consiguiente liberación de mediadores. Otro
mecanismo de activación se desarrolla mediante la IgE que es captada en la
membrana del mastocito, ya que éste presenta receptores para la porción Fc de
esta inmunoglobulina (FceR). El antígeno activa al mastocito cuando conecta
específicamente con dos IgE contiguas sobre la membrana.

Parece que el proceso se inicia en la membrana con activación de adenilato-


ciclasa y de fosfolipasa A2. La adenilato-ciclasa determina un incremento inicial
de la concentración intracitoplasmática de cAMP, mientras que la fosfolipasa
ataca a los lípidos de membrana produciendo ácido araquidónico. También
aumenta la permeabilidad de membrana al Ca++, con lo que se incrementa la
concentración de este ión en el citoplasma. El aumento de la concentración de
Ca++ y el del cAMP determinan la formación de microtúbulos en el mastocito, así
como el movimiento de gránulos citoplasmáticos hacia la membrana celular,
produciéndose posteriormente la fusión de los gránulos con ésta y la liberación de
mediadores al espacio extracelular. Estos mediadores, que se encontraban
preformados en los gránulos, son principalmente histamina, enzimas proteolíticas,
el factor quimiotáctico del eosinófilo (ECF-A, eosinophil chemotactic factor), factor
quimiotáctico del neutrófilo (NCF, neutrophil chemotactic factor) y heparina.

El ácido araquidónico formado puede seguir dos vías metabólicas, la de la enzima


ciclo-oxigenasa que determina la producción de prostaglandinas (PG) y
tromboxanos y la de la lipooxigenasa que conduce a la formación de leucotrienos
(LT). Todas estas sustancias de carácter lipídico, sintetizadas de novo por el
mastocito, son un segundo grupo importante de mediadores de la inflamación.

El basófilo es una célula preponderantemente sanguínea, acude a los tejidos


durante el proceso inflamatorio y supone un refuerzo en la liberación de
mediadores ya que se activa por los mismos mecanismos que el mastocito y libera
mediadores equivalentes a los de esta célula.

EFECTOS DE LOS MEDIADORES

Mediadores preformados

 Histamina. Es un mediador ampliamente distribuido por el organismo,


aunque se detecta principalmente en el mastocito y basófilo. Deriva, por
descarboxilación, del aminoácido histidina. Actuando sobre los receptores
H1 (histamina 1) de los vasos produce vasodilatación e incremento de la
permeabilidad. Como veremos posteriormente, cuando la histamina actúa
sobre receptores H2 (histamina 2) produce efectos inhibidores o
reguladores de la inflamación.
 Enzimas proteolíticas. La kininogenasa que actúa sobre las proteínas
procedentes de la sangre y denominadas kininógenos, produciendo su
ruptura en péptidos más pequeños denominados kininas. Las kininas
inducen vasodilatación, aumento de la permeabilidad vascular y estimulan
las terminaciones nerviosas del dolor.
 Factores quimiotácticos. El ECF-A incluye dos tetrapéptidos de alrededor
500 d. de peso molecular que atraen eosinófilos al foco inflamatorio,
induciendo simultáneamente la activación de estas células. El NCF es una
proteína de un peso molecular superior a 750.000 d. con capacidad de
atraer y activar al neutrófilo.
 Heparina. Al inhibir la coagulación, favorece la llegada al foco inflamatorio
desde la sangre de moléculas y células. Es, además, un factor regulador.
Mediadores sintetizados de novo

 PGE2. Es la prostaglandina más importante en el proceso inflamatorio.


Produce vasodilatación y dolor. En coordinación con el factor C5a y LTB4
aumenta la permeabilidad vascular. El efecto antiinflamatorio de la aspirina
se debe a que al bloquear la vía de la ciclo-oxigenasa impide la formación
de esta prostaglandina.
 LTB4. Es un factor quimiotáctico para eosinófilos, neutrófilos, mastocitos y
macrófagos.
 Factor activador de plaquetas (PAF: Platelets Activating Factor). Activa
las plaquetas determinando su agregación, con la liberación de mediadores
por parte de estos cuerpos e inicio de los procesos de coagulación.
Produce, además, vasodilatación y aumento de la permeabilidad vascular.
Es, por otra parte, un potente factor quimiotáctico y activador de neutrófilos.

LLEGADA DE MOLÉCULAS Y CÉLULAS INMUNES AL FOCO


INFLAMATORIO

Los mediadores de la inflamación van a producir básicamente dos efectos. En una


primera fase inicial, alteraciones vasculares que facilitan el trasvase de moléculas
desde la sangre al foco inflamatorio, así como la producción de edema. En una
segunda fase, más tardía, las propias alteraciones vasculares, así como la
liberación en el foco dE factores quimiotácticos, determinan la llegada de células
inmunes procedentes de la sangre y de los tejidos circundantes.

Fase inicial. Llegada de moléculas

 Inmunoglobulinas. Los anticuerpos se unen y bloquean el germen y sus


toxinas. La IgM e IgG activan el complemento por la vía clásica. La IgG, a
su vez, se une a los receptores por la porción Fc (FcR) que presentan los
fagocitos en su membrana, potenciando la fagocitosis.
 Factores del complemento. Además de la activación de la vía, el
complemento se puede activar por la vía alternativa, por productos
liberados directamente por el germen. Cuando el complemento, siguiendo
una u otra vía, alcanza la vía común produce la lisis del germen o la célula
extraña inductora de la inflamación. Los factores C3a y C5a, actuando
sobre receptores de membrana, activan al mastocito y basófilo induciendo
la liberación de mediadores y amplificando, de esta forma, el fenómeno
inflamatorio. El C5a es un potente factor quimiotáctico, mientras que el C3b,
uniéndose a receptores de membrana de los fagocitos, potencia la
fagocitosis.
 Kininógenos. Sobre estas moléculas actúan las kininogenasas liberadas
por el mastocito y basófilo dando lugar a las kininas.
 Proteínas de la fase aguda. Destacaremos entre ellas a la proteína C
Reactiva (PCR) que tiene la capacidad de fijar determinados gérmenes
como el neumococo y de activar el complemento por la vía clásica.
 Factores de la coagulación.

Fase tardía. Llegada de células

 Basófilo. Contribuye, junto con el mastocito, a la liberación de mediadores.


 Neutrófilo. Es de las primeras células en llegar al foco inflamatorio. Elimina
al germen mediante fagocitosis o liberando factores tóxicos que contiene
en sus gránulos citoplasmáticos y produciéndole, así, una muerte
extracelular.
 Monocito/Macrófago. Procedente de la sangre el monocito, y de los
tejidos cercanos el macrófago, llegan al foco más tardíamente. El monocito,
en los tejidos, se diferencia en macrófago. Esta célula presenta idénticas
funciones a las señaladas para el neutrófilo. Actúa, además, como célula
presentadora del antígeno a las células específicas T y B, iniciando, de esta
forma, la respuesta específica.
El macrófago sintetiza un péptido inespecífico, la interleucina 1 (IL-1), que
es una auténtica hormona del Sistema Inmune, ya que pasando a la sangre
produce efectos sobre distintas partes del organismo. Determina la
aparición de fiebre, probablemente induciendo la síntesis de PGE en las
células endoteliales que revisten los vasos sanguíneos del hipotálamo; a
su vez la PGE actúa sobre el centro termorregulador. Sobre la médula ósea
favorece la producción y liberación de neutrófilos, con la consiguiente
neutrofilia. En el hígado incrementa la síntesis de proteínas de la fase
aguda. A nivel local, la IL-1 activa la proliferación y diferenciación de las
células T y B contribuyendo, así a la respuesta específica. También activa
la proliferación de fibroblastos y producción de colágeno, fenómenos
incluidos en la fase de reparación de la inflamación
 Linfocitos T y B. Potenciados por el macrófago inician la respuesta
específica. Las células B procedentes de los tejidos linfoides asociados a
tejidos o mucosas sintetizan IgE, que unidas al mastocito o basófilo pueden
potenciar la inflamación. Por otra parte, las células T comienzan a producir
linfoquinas que prolongan la inflamación en una respuesta inmune más
elaborada.
 Eosinófilo. Aunque es una célula citotóxica en las infecciones parasitarias,
parece además tener en la inflamación una función reguladora, por lo que
será estudiada en el siguiente apartado.

REGULACIÓN DE LA RESPUESTA INFLAMATORIA

Como la mayor parte de las respuestas inmunes, el fenómeno inflamatorio se


encuentra estrechamente regulado, evitando, así una respuesta exagerada o
perjudicial. Algunos de los mediadores que producen activación, al variar su
concentración o actuar sobre distintos receptores, van a producir inhibición,
consiguiendo, de esta forma, un equilibrio o modulación de la respuesta
inflamatoria. Los siguientes factores intervienen en esta regulación:

Histamina. Actuando sobre receptores H2, induce en el mastocito y basófilo una


inhibición de la liberación de mediadores, inhibe la actividad del neutrófilo, inhibe
la quimiotaxis y activa las células T supresoras.

PGE. Produce en el mastocito y basófilo una inhibición de la liberación de


mediadores y sobre los linfocitos una inhibición de la proliferación y diferenciación.

Agonistas autonómicos. El mastocito y basófilo parecen presentar receptores α


y β-adrenérgicos y ζ-colinérgicos que sugieren que la liberación de mediadores
podría estar sometida a una regulación autonómica. La activación del receptor β-
adrenérgico produce una inhibición, mientras que la activación del α-adrenérgico
y ζ-colinérgico inducen la estimulación

Heparina. Inhibe la coagulación y la activación de los factores del complemento.

Eosinófilo. Esta célula, atraída por el ECF-A, acude al foco inflamatorio donde
libera una serie de enzimas que degradan determinados mediadores
potenciadores de la inflamación. La histaminasa actúa sobre la histamina, la
arilsulfatasa sobre los leucotrienos y la fosfolipasa sobre el PAF.

REPARACIÓN

Cuando las causas de la agresión han desaparecido o han sido eliminadas por la
propia respuesta inflamatoria, se inician los procesos de reparación. Estos
procesos integran la llegada a la zona de fibroblastos que van a proliferar y
sintetizar colágeno, proliferación de células epiteliales y proliferación de vasos
dentro de la herida. No se conocen bien los mediadores responsables de estos
fenómenos, parece ser que la IL-1 es la responsable de la activación de los
fibroblastos.

SIGNOS CARDINALES

Clásicamente la inflamación se ha considerado integrada por los cuatros signos de


Celso: Rubor, Calor, Dolor, Tumor. Galeno, un médico griego, añadió un quinto
síntoma, la function laesa (pérdida de la función, aunque sería más correcto
interpretarla como perturbación más que pérdida, ya que muchos tejidos
inflamados son hiperactivos

Rubor. El aspecto rojizo de una parte inflamada es debido a un incremento del


aporte de sangre, consiguiente a la dilatación vascular.

Calor. Se debe al aumento del suministro sanguíneo y también, posiblemente, a un


incremento de la actividad metabólica en la zona afectada.

Dolor. Es una manifestación de las lesiones inflamatorias, tanto superficiales como


profundas, producida a través de la estimulación de los terminales nerviosos de la
parte expuesta; los impulsos son trasmitidos por los nervios somáticos desde los
tejidos superficiales y a través del sistema nervioso autonómico cuando el origen
está en estructuras profundas.

Tumor. La hinchazón de una zona inflamada es debida al incremento de


vascularidad y a la acumulación de líquido en la parte dañada.

Function laesa. Este término significa una perturbación de función más que una
pérdida. Por ejemplo, en la miocarditis reumática aguda puede producirse la
dilatación del corazón con el fallo consiguiente, la hipermotilidad del intestino en la
enteritis que se manifiesta por diarrea, etc.
Referencias:
https://previa.uclm.es/ab/enfermeria/revista/numero%204/pinflamatorio4.htm

http://www.rac.es/ficheros/doc/00681.pdf

http://www.iztacala.unam.mx/rrivas/NOTAS/Notas7Patpulpar/infaguda.html
CICLOSPORINA A

Alumno:
Alma Alejandra Abraján Valdez.
La ciclosporina es un polipéptido de 11 aminoácidos. Derivada de un hongo
(Tolypocladium inflatum) que se utiliza principalmente en los pacientes
trasplantados para evitar el rechazo. La ciclosporina es un
fármaco inmunosupresor, con una acción relativamente
específica sobre el sistema inmune, sin efectos tóxicos sobre
las propias células en las que actúa.

Desde su descubrimiento en 1970, la ciclosporina ha


mejorado de forma muy importante la supervivencia de los
injertos en los pacientes trasplantados. A pesar de que su
principal indicación es el trasplante de órganos sólidos,
también se utiliza para el tratamiento de determinadas
enfermedades reumáticas, como por ejemplo la artritis reumatoide, la artritis
psoriásica o el lupus eritematoso sistémico.

¿CÓMO ACTÚA LA CICLOSPORINA?

Los efectos inmunosupresores de la ciclosporina se deben a su capacidad de interferir el


normal funcionamiento de determinadas células que intervienen en la respuesta inmune,
básicamente los denominados linfocitos T. En condiciones normales estas células
producen unas sustancias, las citocinas, que están implicadas en la defensa del
organismo contra agentes extraños, como microorganismos que causan infecciones u
órganos trasplantados.

En determinadas circunstancias, la producción de estas citocinas aumenta y esto puede


favorecer el desarrollo de enfermedades inflamatorias crónicas. En estas enfermedades,
el tratamiento con ciclosporina puede ser útil, ya que la mayoría de sus efectos sobre la
respuesta inmunitaria son debidos a la inactivación de linfocitos T. Cuando la ciclosporina
pasa al interior de los linfocitos se une a unos compuestos celulares específicos, que son
esenciales para su acción. Esta unión, es capaz de bloquear la producción de
determinadas citocinas por parte de estos linfocitos y, por tanto, de “inactivarlos”, por lo
que su capacidad de reacción estará disminuida. Estas células inmunes menos reactivas
tendrán una menor capacidad para reaccionar contra el injerto o, en el caso de las
enfermedades inflamatorias, producirán menos sustancias que faciliten la inflamación.

La ciclosporina puede utilizarse para el tratamiento de distintas enfermedades


reumáticas, entre ellas:

• Artritis reumatoide.
• Artritis psoriásica.
• Artritis idiopática juvenil.
• Espondiloartropatías.
• Lupus eritematoso sistémico.
• Síndrome de Sjogrën.
• Dermatopolimiositis.
• Esclerodermia.
• Vasculitis.
• Enfermedad de Beçhet.
Al disminuir la síntesis de sustancias que provocan la inflamación de las articulaciones, se
reduce el dolor y la hinchazón, y como consecuencia el daño articular irreversible. Por
tanto, subjetivamente el paciente se encuentra mejor, se reduce la lesión ósea y las
deformidades residuales son menores. La ciclosporina puede utilizarse de forma aislada o
puede administrarse asociada a otros fármacos modificadores de enfermedad, como por
ejemplo el metotrexato. De hecho, asociada a metotrexato es claramente más eficaz y
puede ser utilizada a dosis más bajas. En aquellos pacientes que precisan tratamiento
sintomático (para aliviar el dolor) la ciclosporina también se puede administrar de forma
conjunta con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y/o glucocorticosteroides.

¿CÓMO SE ADMINISTRA LA CICLOSPORINA EN LAS ENFERMEDADES


REUMÁTICAS INFLAMATORIAS?

La ciclosporina se administra por vía oral, en dos dosis al día. La toma cada 12 horas se
recomienda que sea lo más estricta posible y que ambas se tomen a la misma hora cada
día. Este fármaco se dosifica en relación al peso corporal, entre 2,5-4 mg/kg/día. A
mayores dosis existe una mayor respuesta clínica pero también la posibilidad de tener
más efectos secundarios. La absorción intestinal de ciclosporina (es decir la
concentración del fármaco que pasará a la sangre después de haber ingerido la dosis
correspondiente) puede variar de forma considerable entre dos pacientes incluso
después de tomar una misma dosis. Por tanto, se aconseja realizar un análisis de sangre
para determinar la concentración de ciclosporina en la sangre y así poder ajustar la dosis
de forma más específica para cada paciente. Normalmente este análisis se realiza por la
mañana sin haber tomado la dosis matinal. Este fármaco es preferible tomarlo en ayunas
y fuera de las comidas, pero quizás lo más importante es mantener estable la relación
temporal con las comidas en todas las dosis. Es decir, que siempre se tomará antes,
después, o fuera de las comidas. Si se olvida la toma de una dosis, ésta debe hacerse
tan pronto como sea posible y después volver a la pauta habitual. Pero si falta poco tiempo
para la próxima dosis es preferible no duplicarla y omitir esa dosis. Existen dos formas de
presentación de ciclosporina, la original Sandimmun® en solución líquida y la mejorada
Sandimmun Neoral®. La última tiene una absorción intestinal más estable por lo que es
la que se prescribe con mayor frecuencia. Se presenta en cápsulas de 25, 50 y 100 mg,
de manera que la dosis ajustada por el peso de cada paciente se obtiene de una
combinación de estas cantidades.

EFECTOS SECUNDARIOS

Los efectos adversos más frecuentes de la ciclosporina se producen con dosis altas y
generalmente son transitorios. Los principales efectos secundarios del tratamiento con
ciclosporina y que deben vigilarse con mayor frecuencia son la hipertensión arterial y la
insuficiencia renal.

 Hipertensión arterial: Todos los pacientes que reciben este tratamiento deben
realizar controles de la presión sanguínea de forma regular. Se recomienda un
control cada semana al inicio del tratamiento y después cada 15 días. Si se
objetiva un aumento de la tensión arterial el paciente debe comunicarlo al
reumatólogo. En este caso y si es necesario, puede administrarse un fármaco
hipotensor y si la tensión arterial se normaliza no es preciso retirar la ciclosporina.
 Alteración de la función renal: El tratamiento continuo con ciclosporina puede
alterar el funcionamiento normal del riñón. Por este motivo, deben realizarse
análisis de sangre con relativa frecuencia. Si se detecta una alteración renal en la
analítica debe reducirse la dosis de ciclosporina o retirar el tratamiento de forma
definitiva y en la mayoría de los casos la función renal se normaliza. Otros efectos
secundarios de menor importancia son: Aumento del tamaño de las encías,
crecimiento del vello corporal, temblor, dolor de cabeza, síntomas
gastrointestinales, etc. Estos efectos adversos generalmente desaparecen al
disminuir la dosis o retirar el fármaco.

Respecto al posible desarrollo de cáncer en pacientes con una enfermedad reumática


inflamatoria y tratamiento continuado con ciclosporina, existen determinados estudios que
indican que la incidencia de cáncer en estos pacientes no es mayor que la que tendrían si
no lo hubieran recibido, especialmente si la ciclosporina no se ha administrado por un
periodo superior a cinco años. También es importante conocer la relación entre el
tratamiento con ciclosporina y el desarrollo de infecciones. Debido a su efecto
inmunosupresor es lógico pensar que la capacidad normal de las células inmunes para
frenar una infección esté disminuida.

El paciente debe comunicar a su reumatólogo la aparición de fiebre o de cualquier


infección (por ejemplo, amigdalitis, infección de orina, pulmonía, etc.). Si ésta es leve el
tratamiento con ciclosporina se puede mantener, pero si se trata de una infección grave,
la ciclosporina, al igual que cualquier otro inmunosupresor, deberá ser retirada.

CONTRAINDICACIONES

Hipersensibilidad a ciclosporina. Enf. autoinmunes con alteración de la función renal


(excepto proteinuria en pacientes con síndrome nefrótico), HTA no controlada. Pacientes
con psoriasis que están recibiendo otros inmunosupresores, PUVA, UVD, Coal tar y
radioterapia.

Debe tenerse una especial precaución, aunque el fármaco no está contraindicado, en


aquellos pacientes con hipertensión arterial bien controlada, gota, alteración hepática, y
en personas mayores de 65 años o que abusan del alcohol y de las drogas. La ciclosporina
no está contraindicada durante la cirugía, pero se puede suspender si el paciente no puede
ingerir las cápsulas.

EMBARAZO Y LACTANCIA

Experiencia limitada, las mujeres embarazadas receptoras de un trasplante y tratadas con


inmunosupresores tienen > riesgo de parto prematuro. Evaluar riesgo/beneficio.

La ciclosporina pasa a la leche materna, por lo que las madres sometidas a este
tratamiento suspenderán la lactancia.

¿SE PUEDE TOMAR CICLOSPORINA CON OTROS MEDICAMENTOS?

Las interacciones farmacológicas de un fármaco hacen referencia a los medicamentos


que pueden afectar a las concentraciones sanguíneas del mismo. En este sentido, la
ciclosporina es una sustancia que tiene diversas interacciones farmacológicas porque se
metaboliza por un sistema que es fácilmente inducible por distintos medicamentos. Esto
significa que la toma de un nuevo fármaco puede aumentar o disminuir la concentración
de ciclosporina en sangre, sin que se haya modificado la dosis oral. Esto puede favorecer
la aparición de efectos secundarios, o en caso contrario disminuir el efecto terapéutico.
Entre estos medicamentos se encuentran algunos antibióticos, antifúngicos,
antihipertensivos, antiepilépticos, etc. Es importante que los pacientes que toman
ciclosporina conozcan este tema para que comuniquen a su reumatólogo el inicio de
cualquier otro tratamiento y éste valore si es preciso modificar la dosis.

Referencias:
https://inforeuma.com/wp-content/uploads/2015/09/40.pdf

https://www.vademecum.es/principios-activos-ciclosporina-l04ad01

https://aedv.es/wp-content/uploads/2016/07/Ciclosporina.pdf
METAPLASIA

Alumno:
Alma Alejandra Abraján Valdez.
DEFINICIÓN DE METAPLASIA

 METAPLASIA. Cambio en el tipo de células adultas en un tejido a una forma que


no es normal para este tejido.
.
 METAPLASIA. Cambio reversible de un tipo de célula madura bien diferenciada a
un tipo diferente de célula madura. Una célula madura dada no cambia a otro tipo
de célula madura, sino que la proliferación de las células basales da origen al nuevo
tipo celular diferenciado. Se considera que estos cambios están controlados y son
adaptativos.

 METAPLASIA. Transformación potencialmente reversible de un tipo de tejido


diferenciado en otro tipo de tejido diferenciado.

 METAPLASIA. Transformación patológica de un tejido adulto en otro tejido


distinto, por lo general de la misma hoja blastodérmica.

La metaplasia parece originarse por la reprogramación de las células madre que


existen en la mayoría de los epitelios (células de reserva), o de las células
mesenquimales indiferenciadas presentes en el tejido conjuntivo. En una
transformación neoplásica, estas células precursoras se diferencian hacia otros
tipos celulares. Esta modificación es desencadenada por cambios en las señales
generadas por mezclas de citocinas, factores de crecimiento y componentes de la
matriz extracelular en el ambiente de la célula. En el proceso están implicados genes
con especificidad tisular y genes de diferenciación. Las proteínas de morfogénesis
ósea (BMP), miembros de la superfamilia TGF-b, inducen la expresión condrogénica
u osteogénica en células indiferenciadas mesenquimales, al tiempo que suprimen
la diferenciación a músculo o tejido adiposo. Estos factores de crecimiento inducen
más adelante factores de transcripción específicos que inician la cascada de genes
con especificidad de fenotipo hacia una célula completamente diferenciada.

Estos factores de transcripción son:

- MyoD, para el músculo


- PPARg para el tejido adiposo
- CBFA-1, para la diferenciación osteoblástica

En el caso del déficit o el exceso de vitamina A el ácido retinóico regula el crecimiento


regula la diferenciación y los patrones tisulares. Algunos fármacos citostáticos producen la
disrupción de los patrones de mutilación del DNA y pueden transformar células
mesenquimales de un tipo (fibroblasto) a otro tipo (músculo, cartílago).
Las causas de metaplasia son múltiples, pero todas producen una irritación crónica del
tejido:

Agentes físicos: Por ejemplo, el roce de un DIU sobre la mucosa endometrial o el de los
cálculos sobre la mucosa de los conductos biliares condicionan la aparición de una
metaplasia escamosa en dichas mucosas.

Agentes químicos: Así, el consumo de tabaco produce una metaplasia en el epitelio


bronquial.

Agentes inflamatorios: Los pacientes con bronquitis crónica suelen presentar metaplasia
escamosa del epitelio bronquial.

Envejecimiento de los tejidos: En los ancianos, los cartílagos sufren, con mucha
frecuencia, metaplasia ósea.

Isquemia crónica: Ocurre en los infartos (de glándulas exocrinas como páncreas, próstata
o glándulas) regenerados, sobre todo, en los conductos.

Hormonas: Así, el tratamiento del carcinoma de próstata con estrógenos favorece la


aparición de metaplasia escamosa en glándulas.

Las metaplasias se pueden clasificar según los mecanismos por los que transforma un
tejido en:

A) Metaplasia a partir de células primigenias: quiere esto decir que las células
primitivas de tejidos lábiles y estables pueden, bajo determinadas circunstancias,
dar lugar a un tejido diferente. Así ocurre con las células de reserva causantes de
metaplasia escamosa de endocérvix.
B) Metaplasia directa: es la metaplasia de unas células maduras sin que se requieran
mitosis.
C) Metaplasia indirecta: es la que tiene lugar a partir de células diferenciadas que
proliferan y se transforman en otras también diferenciadas.

Se conocen las formas siguientes:

Metaplasia epitelial: Se produce como proceso adaptativo a una noxa de acción crónica.
Dentro de ella hay varios subtipos:

 Metaplasia escamosa: Muy frecuente. Puede aparecer en cualquier epitelio de


mucosas, conductos o glándulas.
 Metaplasia bronquial.
 Metaplasia apocrina: Aparece en glándulas exocrinas de la mama.
 Metaplasia intestinal: Aparece en gastritis crónicas, colecistitis crónicas y esófago
de Barrett (mucosa gástrica en el tercio inferior del esófago).
 Metaplasia decidual: Se puede observar en células del estroma del cérvix, trompa,
ovario y endometrio.
Metaplasia mesenquimal:

 Metaplasia cartilaginosa: Frecuente en cicatrices, pseudoartrosis y en cápsula


sinovial.
 Metaplasia ósea: Se da en cualquier tejido donde se pueda depositar calcio.

Referencias:
1. Babbush C. Mosby, diccionario de odontologi ́a. Barcelona: Elsevier; 2009.
2. Welsch U, Sobotta J, Delles T. Histologi ́a. México D.F.: Médica Panamericana; 2014.
3. 3. Ross M, Kaye G, Pawlina W. Histologi ́a. Buenos Aires [etc.]: Editorial Médica
Panamericana; 2014.
4. http://www10.uniovi.es/anatopatodon/modulo2/tema01_alteracion/05metaplasia.htm

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