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obstáculo para el éxito de la nueva clasificación en especies está relacionado con las
prácticas médicas.
Las prácticas médicas. “La locura ha mantenido a su alrededor, hasta el fin del silgo XVIII,
todo un cuerpo de prácticas a la vez arcaicas por su origen, mágicas por su significado y
extramédicas por su sistema de aplicación.”
Foucault vuelve sobre el plan del capítulo. Distinción entre el loco fácilmente
identificable y su locura. Inexistencia de la enfermedad mental como tal. Instauración
del internamiento en ese vacío existente entre el loco y su locura.
Causas de la locura, afección del cuerpo y del alma. Desorden de las pasiones y
de la imaginación. Realidad y error.
¿Cómo se asocian los problemas de la locura a la materialidad del alma? ¿Hasta qué punto
afecta la locura al alma del loco? ¿Es que su alma está enferma o su alma está retirada y
dominada por un cuerpo enfermo?
En la época clásica no estaba hecha aún la distinción que va a ser común desde el siglo XIX
entre afecciones físicas y anímicas. La locura afecta cuerpo y alma. (333)
Las dos causas remiten a un mismo fenómeno: la pasión, que es condición de posibilidad
general de toda locura. De ella se derivan luego las causas anímicas y corporales, lejanas y
cercanas.
La locura en la época clásica es la manifestación del no-ser, del error, de la noche en el día.
El internamiento no pretende suprimir la locura, la restituye a su verdad de nada. (389)
También la idea contraria, del medicamento específico para cada mal específico. Pero en el
caso de la locura no se trata de lo que se puede extraer de las plantas, sino de las
propiedades minerales y humanas (excremento, cráneos).
Los remedios simbólicos se suman para ir (en el caso de la locura) contra los avances
médicos que se daban en otras áreas en lo que respecta a la terapéutica. Y estos
tratamientos son aún más difíciles de erradicar porque la práctica médica no está en manos
de los médicos (475).
Esas curas de la locura se basan en cuatro principios terapéuticos, que están a la base de lo
que será la psiquiatría del siglo XIX.
1 La consolidación. Bajo la locura, aún la más furiosa siempre hay debilidad, se impone
como terapia un fortalecimiento, una consolidación de los espíritus, los humores, del
cuerpo. Esto se logra de distintas maneras y la utilización del hierro es la favorita. (480)
2 La purificación. La fermentación, los vapores, el exceso de ciertos humores, estos
desequilibrios requieren una purificación. Se prueba por ej. la transfusión sanguínea.
Sangrías, purgaciones, baños, hasta inocular sarna para producir heridas.
Durante la época clásica existieron dos sistemas terapéuticos yuxtapuestos: uno considera a
la locura como pasión y se centra en los mecanismos y cualidades (alma-cuerpo); el otro
que se centra sobre el discurso delirante.
2 La realización teatral. Parece lo contrario del caso anterior, la salida de sí. Al contrario
de la vuelta a la realidad, es el ingreso de la realidad en el discurso delirante. Ejemplo del
ángel y de los muertos que comen (514 y 515). Se intenta poner en crisis el discurso
delirante no ya desde fuera, sino desde dentro.