You are on page 1of 7

MI EXPERIENCIA CON DIOS

(Dios busca una relación de amor con sus hijos)

“Jesús les dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento”.
Mateo 22:37, 38


Siete realidades de la experiencia con Dios
I. Dios siempre está obrando a nuestro alrededor. ()
II. Dios busca una relación de amor continua, real y personal con
nosotros. 
III. Dios nos invita a unirnos a Él en su obra. 
IV. Dios habla por su Espíritu a través de la Biblia, la oración, la iglesia y
las circunstancias, para revelar su persona, sus propósitos y sus
caminos. 
V. La invitación que Dios nos hace para trabajar con Él, siempre nos
llevará a una crisis de convicciones que demandará de nosotros fe
y acción. 
VI. Necesitamos realizar ajustes importantes en nuestra vida para poder
unirnos a Dios en lo que Él está haciendo. 
VII. Llegaremos a conocer a Dios por experiencia a medida que le
obedezcamos y que Él lleve a cabo su obra a través nuestro. 

Amados, Dios busca una relación de Amor con sus hijos, como nos dice
el apóstol Juan en 1 Juan 4:10: “En esto consiste el amor; no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo
en propiciación por nuestros pecados”.

Evidentemente, los hombres no podemos buscar a Dios para tener esta


relación de amor, porque nuestro pecado nos lo impide, las Escrituras también
dicen sobre esto en Romanos 3:10: “Como está escrito: No hay justo, ni aun
uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios”. Por lo tanto
tenemos que aceptar que es Dios quien desea esa relación de amor con
nosotros y esto proviene de Él.
Bosquejo para ser predicado en Iglesia de Convertidos a Cristo 2
Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King

Ahora bien, no estamos diciendo que Dios desea una relación unilateral
con nosotros, pues hemos visto que Dios desea que nosotros le conozcamos
más profundamente y que le adoremos tal como Él es.

Además de esto, lo más importante para Él es que nosotros le amemos,


como nos muestra en su primer y gran mandamiento, Juan 14:21.

Es por esto que Dios requiere que en esta relación, nosotros nos
dediquemos a caminar y hablar con Él, que busquemos el tiempo necesario
para alabarle, para expresarle nuestros sentimientos, para contarle nuestros
logros, nuestras angustias, para agradecerle por las expresiones de amor que
Él cada día ha tenido para con nosotros.

Recordemos que Dios es:


 Nuestro Padre Celestial,
 Nuestro amparo y fortaleza,
 Nuestro pronto auxilio en la tribulación,
 Nuestro Padre amante que suple para todas nuestras necesidades,
sean espirituales, emocionales o materiales.

Hermanos para lograr esto debemos mantener, primeramente:


I. UNA ACTITUD DE OBEDIENCIA Y AMOR
II. UN DESEO DE PRESERVAR EL PRIMER AMOR
III. UN DESEO DE AMAR A DIOS PARA LA ETERNIDAD

I. UNA ACTITUD DE OBEDIENCIA Y AMOR - (Jn. 14:15)

A. LA OBEDIENCIA EVIDENCIA EL AMOR POR DIOS

1. Nuestro Señor Jesucristo declaró en este pasaje citado, “Si me amáis,


guardad mis mandamientos”. Hermanos, esto nos indica que
cuando obedecemos a Jesús y su Palabra, es cuando estamos
demostrándole o evidenciándole que verdaderamente confiamos
en Él y que le amamos.

2. Recordemos también que el Padre ama a quienes son amados por


el Hijo. Jesús dijo que amaría y se manifestaría a quienes le aman y
guardan sus mandamientos. Por tanto, la obediencia es la expresión
visible del amor que nosotros podamos decir que sentimos o
tenemos por Dios.
Bosquejo para ser predicado en Iglesia de Convertidos a Cristo 3
Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King

3. Ahora bien, la recompensa por nuestra obediencia y amor es


maravillosa, “Dios se manifestará a nosotros si somos obedientes”.
Recordemos que el Señor mismo dejó testimonio de esto en Juan
14:31 cuando dijo: “Más para que el mundo conozca que amo al
Padre, y como el Padre me mandó, así hago”. Lo que nos indica que
Jesús fue obediente a cada uno de los mandamientos del Padre y
por su obediencia demostró su inmenso amor hacia Él. Obediencia
que le llevó a la cruz del calvario.

B. LA OBEDIENCIA VA MAS ALLÁ DE LA LETRA

1. La relación que Dios busca con nosotros no es una relación basada


en cumplir la “letra” de la ley, sino basada en cumplir sus
mandamientos con el “espíritu” con que fueron inspirados por Él, 2
Corintios 3:6.

2. Sepamos que si tenemos un problema de obediencia a lo que Dios


en su amor a decretado para que le obedezcamos, entonces
podemos decir que tenemos un problema de amor para con Dios.
Hermanos nuestro amor a Dios tiene que llevarnos a poder decirle
frente a frente, en la medida en que le obedecemos: “Padre, te amo
con todo mi corazón y con toda mis fuerzas y con toda mi mente y
con toda mi alma”. De lo contrario podemos decir que no amamos
a Dios.

3. Hermanos, cuando estamos conscientes de que Dios está actuando


alrededor nuestro y desea que establezcamos esta relación de amor
de naturaleza divina con El, entonces, estaremos en la capacidad
de ser obedientes, más allá de la simple letra, no importando cual
sea el sacrificio que debamos hacer a lo que entendemos sean
nuestros propios intereses.

C. DIOS CLAMA PORQUE ESTA RELACIÓN SEA DE CORAZÓN

1. Dios nos reveló su más grande e importante mandamiento. Este


clamor surge de lo más profundo del corazón de Dios y se expresa a
través de todo el Antiguo Testamento, Marcos 12:30.

2. En pocas palabras, lo que Jesús está diciendo es que, ¡Todo


depende de esto! absolutamente todo lo que sea nuestra vida
cristiana depende de este mandamiento. Lo que se quiere decir es
Bosquejo para ser predicado en Iglesia de Convertidos a Cristo 4
Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King

que todo lo que tenga que ver con conocer a Dios y experimentarlo,
todo lo que se refiere a saber su voluntad, dependerá de la calidad
de nuestra relación de amor con Él. Recordemos que Dios no
solamente nos da la vida, sino que Él es “nuestra” vida. “Su amor es
maravilloso, siempre nos alcanza, siempre nos busca, nunca cesa,
su amor es maravilloso”, Deuteronomio 30:19, 20, Juan 3:16; 14:21;
Romanos 8:35, 37-39; 1 Juan 3:16; 4:9-10, 19.

II. UN DESEO DE PRESERVAR EL PRIMER AMOR - (Ap. 2:4)

A. EL PRIMER AMOR NOS MANTIENE CONSCIENTES DE A QUIEN AMAMOS

1. Es triste citar estas palabras declaradas por el Señor Jesucristo a la


iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2:4 cuando dice: “Pero tengo contra
ti, que has dejado tu primer amor”. Hermanos, el gran problema de
esta iglesia era que había relegado a un segundo plano al Señor y
había antepuesto sus obras para sentirse satisfecha (vv. 2-3).

2. Esta actitud no era aceptada por Dios, fue reprendida por el Señor
Jesucristo, por el simple hecho de que las actividades impuestas
entre ellos le hacía sentir cerca de Dios, sin embargo con esta actitud
no estaban conscientes de a quién amaban, si a las obras que
hacían o a Jesús. Debemos entender que las escrituras declaran que
el deseo de Dios es que le amemos por encima de todo.

3. Esto no significa que no debemos obrar como muestra de nuestro


amor por Él. De hecho Dios nos llamará a obedecerlo, y a hacer lo
que Él nos pida, pero no necesitamos hacer obras y obras en las
cuales muchos nos enorgullecemos para demostrar que amamos a
Dios. Puntualizando, sepamos que lo más importante, aún sobre toda
obra, es amar a Dios y mantenerse en el primer amor.

B. DIOS NO ADMITE COMPETIDORES EN SU RELACIÓN DE AMOR CON


NOSOTROS

1. Así como actuamos cuando estamos en el primer amor, momento


en el cual no permitimos en nuestra mente pensar en ninguna otra
cosa que no sea en el ser amado, así debemos todo el tiempo
pensar en agradar a Dios.
Bosquejo para ser predicado en Iglesia de Convertidos a Cristo 5
Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King

Recordemos por tanto, que la Palabra en textos como


Deuteronomio 6:10-15; Mateo 6:24; 6:31-33 nos llama a amar a Dios
siempre de forma continua y permanente.

2. Leyendo estos textos podemos ver que Dios no admite dioses ajenos
entre Él y nosotros. No puede haber competencia o indicio de una
relación de amor por encima de la que debemos mantener con
Dios. Procuremos que el propósito de Dios se cumpla en nosotros.

3. El amor que Dios proyecta sobre nuestra vida es un amor eterno. A


causa de ese amor nos ha atraído hacia Él por medio de la obra de
entrega de su propio Hijo para morir por nosotros y por medio de esta
experiencia nos dejó ver la calidad de su amor. Es por esto que para
mantener ese primer amor hacia Dios, tenemos que estar totalmente
convencidos del amor de Dios hacia nosotros (1 Jn. 4:16).

C. EL PRIMER AMOR NO PUEDE SER DESCUIDADO

1. Lo más difícil no es prender un fuego, sino mantenerlo vivo para toda


necesidad. Asimismo, el amor debe ser preservado en la medida en
que estamos preocupados por agregar los ingredientes necesarios
entre nosotros y Dios para que este amor no sea descuidado.
Hermanos esto será una realidad cuando aprendamos a mirar cómo
satisfacer a Dios y no cómo Dios puede satisfacernos a nosotros.

2. Debemos tener claro que Dios ha estado decidido siempre a


amarnos, de no ser así nosotros nunca hubiésemos llegado a ser
cristianos e hijos suyos. Él siempre ha tenido en mente el propósito de
amarnos y lo mostró cuando nos llamó y comenzó a obrar en nuestra
vida y lo ha estado demostrando en la medida en que nos ha
guiado a llegar hasta donde estamos. Sepamos que Dios ha hecho
y hace su parte para preservar el primer amor.

3. Si nosotros tomamos conciencia de esto, y pensamos que desde que


Dios tomó la iniciativa de amarnos Él ha estado ahí cultivando y
añadiendo elementos para atizar su amor por nosotros, entonces
esto nos motivará a experimentar el deseo de no dejar que su amor
por Él en nosotros, se debilite y deje de ser igual que el amor que
experimentamos cuando le conocimos (Jn. 15:16; Fil. 2:13; 1 Jn. 3:16;
Ap. 3:20).
Bosquejo para ser predicado en Iglesia de Convertidos a Cristo 6
Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King

III. UN DESEO DE AMAR A DIOS PARA LA ETERNIDAD - (Fil. 3:4-14)

A. NUESTRO PROPÓSITO EN LA TIERRA

1. Dios no nos creó para algo temporal; nos creó para la eternidad. Lo
temporal no es más que la etapa de vida que pasaremos en la tierra,
etapa en la cual Dios nos permite relacionarnos con Él y nos revela
la forma en que podemos conocerlo.

2. Es importante que sepamos que Dios nos brinda aquí la oportunidad


de desarrollar en nosotros un carácter semejante al de Él. Luego nos
llevará a la eternidad para que podamos vivir en nuestra verdadera
dimensión. Es necesario no perder la perspectiva de lo eterno..

3. Nuestra vida por tanto, debe ser moldeada por aquello que un día
seremos por la gracia de Dios. Dios solamente utiliza el presente para
prepararnos para el futuro, además de que aquí desea darnos la
formación que será útil aquí en la tierra y en la eternidad. Procuremos
estar atentos a modificar nuestras actitudes y convicciones
terrenales para perfeccionarnos en aquellas que son eternas.

B. LA LUCHA QUE TENEMOS QUE LIBRAR

1. Todos los días de nuestra vida, tenemos que hacer como hizo el
apóstol Pablo, quien también mantuvo una lucha tenaz para no
dejar que su vida cristiana terrenal fuese conformada a las
situaciones de su pasado, sino que deseaba que fuese conformada
como sería en la eternidad.

2. Como podemos ver en Filipenses 3:4-14 el apóstol Pablo declara que


él no permitiría que aquellas cosas que fue en el pasado estuviesen
ejerciendo una influencia extrema y limitante en su vida, que le
impidiera desarrollar un carácter cristiano y una vida cristiana
conforme al amor de Dios que fuese beneficioso para la eternidad.

3. Esta actitud llevó al apóstol Pablo a conformar su vida a Cristo, por


preservar su amor para con Él, amor que ha de fortalecer nuestra
relación con Dios en el presente, en la eternidad y para su gloria,
Filipenses 3:8.
Bosquejo para ser predicado en Iglesia de Convertidos a Cristo 7
Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King

C. LA PRÁCTICA DEL AMOR ETERNO

1. Esto lo podemos lograr manteniéndonos en esta vida caminando


con Dios y haciendo de nuestra relación de amor, una relación real,
personal y práctica. En la vida de Adán y Eva, estos mantuvieron una
relación de amor eterno con Dios mientras estuvieron en santidad y
obediencia, pero cuando vino el pecado, dejaron de caminar con
Dios y su relación de amor hacia Él se deterioró.

2. Somos muchos, que por causa de nuestra naturaleza pecaminosa


decimos que se nos hace difícil mantener una práctica constante
dedicación de tiempo a solas con Dios. Si esto es así, tenemos que
hacer que la prioridad en nuestra vida sea estar a solas con Dios a
fin de mostrarle que le amamos de todo corazón.

3. Un signo de madurez espiritual verdadera, es el que podamos


posponer y sacrificar lo temporal para ganar lo eterno, además de
saber valorar las recompensas que sabemos vendrán de parte de
Dios. Es mejor saber que somos hijos de Dios por el amor que nos
dispensamos con Él, que ganar algo que el mundo considera
valioso. Practicando esto, nuestra relación de amor con Dios será
real, personal y práctica.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN

Amados hermanos, sepamos que nadie busca a Dios por su propia


iniciativa. Él toma la iniciativa de buscar una relación de amor continua con
nosotros, esa relación de amor es real, personal y práctica. Más que ninguna
otra cosa que pudiera hacer, Dios quiere que lo amemos con todo nuestro ser.

Él nos creó para ese propósito. Si nuestra relación de amor con Él no es


lo que debe ser, sepamos que esto afectará negativamente todo lo que se
relacione con conocer, hacer y experimentar la voluntad de Dios.
Cuando encontremos que no estamos recibiendo encargos o misiones
de Dios, prestemos atención a nuestra relación de amor con Él.

Recordemos que para que Dios nos encargue alguna misión, Él


esperará hasta que nosotros respondamos a su amorosa invitación, la cual
nos hará, en los momentos de íntima comunión.

You might also like