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LOS SONIDOS DEL BARRO, RECIPIENTES DIVINOS

Clavel Gómez, Julio Alberto

La misteriosa esfera de barro de Tlayacapan

Imagen 1.- Nuestra unidad de excavación en el deportivo de Tlayacapan.


Foto. Julio A. Clavel Gómez. 2014

Imagen 2.- Hallazgo del fragmento de esfera de barro, clasificado


erróneamente como Malacate por su parecido con dicho objeto. Foto
Julio A. Clavel Gómez. 2014
Imagen 3.- Representación gráfica de la esfera de barro encontrada en Tlayacapan mostrando su cara
posterior e inferior. Dibujó Steffany Martínez Gómez, 2014

Durante la práctica de Excavación que llevamos a cabo en la comunidad de Tlayacapan


en el Estado de Morelos realizamos el hallazgo de un contexto doméstico, éstos son
relativamente fáciles de identificar ya que los restos materiales que los arqueólogos
suelen encontrar en ellos corresponden con objetos y trozos de objetos utilizados en
actividades de la vida cotidiana como el preparar y servir el alimento, elaborar la
indumentaria para vestir, la confección o reutilización de herramientas de trabajo, etc. Así,
durante nuestras excavaciones, emergieron de la tierra trozos cerámicos de platos,
cajetes, ollas, molcajetes, comales y malacates, también navajillas y raspadores de
obsidiana y basalto, núcleos de obsidiana agotados, lascas trabajadas, manos de metate,
de molcajete y percutores. Además de estos objetos, comunes en los hogares de los
tlayacapenses de aquella época, también nos encontramos con piezas más peculiares y
con un uso y una importancia más bien simbólica, la mayoría estuvieron constituidas por
figurillas de barro de mujeres, asociadas seguramente con el culto a la fertilidad y muy
relacionadas con el ambiente doméstico, que en aquella época tenia como principal
protagonista justamente a la mujer. También aparecieron trozos de sahumadores de
barro, donde se quemaba el copal que se ofrendaba a las deidades, uno de ellos,
compuesto solo por una agarradera quebrada, era parte de una ofrenda y descansaba
sobre un trozo grande de plato.
Sin embargo, entre los objetos excavados surgió uno de difícil clasificación, solitario al no
estar asociado directamente con otros objetos cercanos, con la salvedad de formar parte
del contexto doméstico general. Este objeto, fabricado en barro, tiene forma de media
esfera, un acabado alisado aunque algo burdo a simple vista y esta hueco en su parte
inferior. Su tamaño es pequeño, apenas 4 cm de diámetro y 2 cm de altura, y posee la
peculiaridad de tener en su parte posterior un bello diseño de líneas curvas y onduladas,
puntos y círculos concéntricos formando lo que al parecer es una flor de cinco pétalos,
todo hecho a base de incisiones con algún objeto punzante.
Al no haber aparecido otro objeto durante nuestras excavaciones en el sitio con el que
comparar nuestro singular hallazgo y al no poseer una asociación directa con otros
objetos, el siguiente paso fue hipotetizar sobre su posible función en base a su forma y a
su tamaño.
Varias propuestas nos vinieron a la mente, y decidí buscar en las colecciones
prehispánicas de algunos museos la presencia de algún objeto similar, además de
consultar con un especialista la existencia de algún hallazgo parecido.
La arqueóloga Sara Sánchez miembro del proyecto PIyCZAT en Tlayacapan sugirió, en
una comunicación personal, la posibilidad de que nuestra pieza fuese una tapa o una
aplicación de barro perteneciente, tal vez, a un objeto de mayores dimensiones. Otras
posibilidades fueron su uso como cuenco para hilar, como cajete miniatura para el
deposito u ofrenda de algún elemento de pequeño tamaño o como instrumento musical,
concretamente una sonaja.
Las colecciones que se visitaron fueron las del Museo Nacional de Antropología y el
Museo Arqueológico de Xochimilco. Después de comparar objetos de ambas con el
nuestro, se concluyó que, por la similitud de forma, de tamaño, de acabado de la pieza, de
técnica decorativa y formar parte de la misma tradición cerámica regional (la Xochimilca)
el misterioso objeto que teníamos ante nosotros era la mitad de una sonaja de barro.

La Música y las Sonajas entre los antiguos mesoamericanos

El investigador Arnd Adje Both menciona la gran


importancia que tenían los sonidos tanto naturales como
emitidos artificialmente por instrumentos en la época
prehispánica ya que estaban estrechamente
relacionados con aspectos de carácter religioso e
incluso algunos eran considerados como la voz misma
de los dioses, por lo que el origen de los instrumentos
que los emitían se sumerge en las mas antiguas
narraciones mitológicas de la cosmovisión prehispánica,
y eran considerados Recipientes Divinos. Su
importancia también radicaba en fungir como medios de
comunicación con las deidades, por lo que los músicos
que los tocaban eran considerados
mediadores entre la deidad y las
personas, y por tanto gozaban
de un gran prestigio social.
En este contexto resulta
interesante pensar que las
sonajas de barro
Imagen 4- El dios Huehuecoyotl desempeñaran un importante
empuñando una sonaja o ayacachtli. papel en algunos rituales
Códice Borbónico. Tomado de: específicos, por ejemplo,
Gómez G. Luis Antonio, Los aquellos relacionados con la
instrumentos musicales fertilidad, como la petición de
prehispánicos, clasificación general
y significado en : Arqueología lluvias, ya que el sonido de las
Mexicana #28 La Música mismas evocaba el de la lluvia Imagen 5.- Sonaja de Barro esférica.
Prehispánica Sala El Preclásico en el Altiplano
torrencial.
Gracias a las fuentes históricas el investigador Luis Antonio Central, MNA. Foto. Julio A. Clavel
Gómez. 2014
Gómez menciona la participación de estos instrumentos en
otro tipo de rituales, además de los de fertilidad:

“Es un atributo de Huehuecoyotl, dios del canto y la danza. Se tocaban junto con los
cascabeles a manera de diálogo, durante las reuniones de los poetas en la enramada…
junto con el Teponaztli se tocaba durante el canto ceremonial dedicado al bulto mortuorio
del fundador de una dinastía”

La presencia de sonajas de barro en el Centro de México, puede rastrearse por lo menos


desde el Preclásico (a partir del 2500 a.C.) y hasta el Posclásico, ya que las colecciones
del Museo Nacional de Antropología están constituidas de varios ejemplares de estas
épocas y su presencia se puede asumir también para el Clásico.
Luis Antonio Gómez realiza una interesante identificación y clasificación de este
instrumento al que llama Sonaja o Ayacachtli, describiéndolo como un instrumento
perteneciente al grupo de los Idiófonos (instrumentos de percusión cuyo generador de
sonido es el propio cuerpo que vibra) y que consiste en un cuerpo esférico provisto de
orificios y un mango o agarradera, además, en su interior contiene un determinado
número de cuentas, ya sean semillas, bolitas de barro o de piedra, dependiendo de la
sonoridad deseada.
Patricia Fournier, et al. mencionan que la presencia de sonajas esféricas de barro es
común en los objetos cerámicos pertenecientes a la Cuenca de México durante el
Posclásico, las hay alisadas o con pigmentación en color rojo ya sea sin mango o con
mango cónico o en forma de estribo y con decoraciones en calado, ocasionalmente
complementadas con incisiones en forma de líneas entrecruzadas.

El arqueólogo Michael Smith refiere someramente y de


forma indirecta la presencia de sonajas de barro entre los
objetos cerámicos pertenecientes al Estado de Morelos
durante el Posclásico, haciendo mención de
ejemplares de pequeño tamaño y de un ejemplar con
mango en forma de cono. Aunque escueta, esta
referencia es de gran importancia pues ubica su
origen en el sitio de Yautepec, lugar no muy lejano a
Tlayacapan.

Imagen 6.- Sonaja incompleta perteneciente a la


colección del Museo Arqueológico de Xochimilco.
Foto. Julio A. Clavel Gómez. 2014

Conclusiones

Si consideramos que el
fragmento de esfera de barro
encontrado durante nuestras
excavaciones en Tlayacapan,
Morelos, es efectivamente una
sonaja, saltan a la vista una
serie de situaciones a tomar en
consideración, y que generan
una serie de nuevas e
inquietantes preguntas.
Por ejemplo, comparándola en
diseño con el resto de sonajas
exhibidas en los museos Imagen 7.- Diferentes tipos de sonajas esféricas sin mango exhibidas en la
visitados y referidas por los Sala Mexica del MNA. Foto. Julio A. Clavel Gómez. 2014
investigadores en sus artículos, la que se halló en Tlayacapan posee un diseño
notoriamente mas complejo que cualquiera de las otras, aunque la técnica parece ser
similar, surge la cuestión de a que se puede deber que esta posea un diseño mas
elaborado.
De igual forma el hallazgo del objeto en lo que parece ser una unidad domestica resulta
por demás curioso, ya que un fragmento de sonaja no es un elemento muy común ni
abundante en este tipo de contextos, sin mencionar que su decoración mas elaborada
que la de otros ejemplares del Centro de México sugeriría su pertenencia o a una ofrenda
(sin embargo se encontró “aislada”) o tal vez a un contexto de carácter religioso (asociado
a un altar o un templo) o aun doméstico pero de algún grupo que tuviera un estatus
privilegiado en la jerarquía social del asentamiento (como un palacio o una casa de
dimensiones considerables y construida con materiales duraderos) sin embargo, su
contexto general de hallazgo sugiere mas bien ser modesto.
Aun con estos detalles por cubrir, su presencia en un contexto domestico prehispánico
resulta muy significativo y trascendental para conocer algunas de las actividades y
costumbres realizadas por los tlayacapenses de aquella época, que al igual que los de
hoy en día acompañaban con música y danza tanto sus mas importantes festividades
religiosas, como algunos momentos “íntimos” dentro de sus hogares o muy cerca de
ellos, una tradición que ha pervivido a través del tiempo.
BIBLIOGRAFIA

- 2008

Adje Both, Arnd. La música prehispánica, sonidos rituales a lo largo de la historia en:
Arqueología Mexicana #28 La Música Prehispánica, México, Raíces.

- 2007

Cervantes Rosado, J., Patricia Fournier y Margarita Carvallal. La cerámica Posclásica en


la Cuenca de México en: Beatriz Leonor Merino Carrión y Ángel García Cook, La
producción alfarera en el México Antiguo V, México, INAH.

- 2008

Gómez G. Luis Antonio, Los instrumentos musicales prehispánicos, clasificación general y


significado en : Arqueología Mexicana #28 La Música Prehispánica, México, Raíces.

- 2007

Smith, Michael E. La cerámica Posclásica de Morelos en: Beatriz Leonor Merino Carrión y
Ángel García Cook, La producción alfarera en el México Antiguo V, México, INAH.

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