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mbio, año
a la territorialidad desde
7, n. uno de sus13-35
8 (2010), ejes:
El sentimiento de pertenencia y las identificaciones territoriales
[ISSN: 1659-0139]
Un recorrido teórico a la
territorialidad desde uno de sus
ejes: El sentimiento de pertenencia y
las identificaciones territoriales
Isabel Avendaño Flores1
Resumen Abstract
Este documento de corte teórico This theoretical document links
enlaza a la geografía con la cultura. El geography and culture. The objective
objetivo es vincular ideas expresadas is to join some ideas expressed by di-
por distintos autores y de disciplinas fferent writers from a diversity of dis-
variadas sobre el sentimiento de per- ciplines about the feeling of belonging
tenencia y las identificaciones. Al lado or possession and identification. Next
de los vínculos de dominio y las formas to issues such as links to control and
de apropiación territorial son temas acquisition of territories, these have
que han repuntado recientemente, a been discussed recently in regards
propósito de las relaciones glocales y to glocal relations and the disjoing of
el supuesto desdibujamiento del te- the territory. These pages start with
rritorio. Estas páginas inician con una the exploration of the way in which
exploración sobre la manera en que people arrange the world from a cen-
las personas ordenamos el mundo ter -ego/geo/ethno-centrism, which
desde un centro –ego/geo/etnocen- starts the feeling on the “place”. Then
trismo- que da pie al surgimiento del analyzes, topophilia and topophobia,
sentido de lugar. Luego, se analiza la the “in” and “out”, the belonging or
topofilia y la topofobia, el adentro y el possession feelings and the territo-
afuera y, las pertenencias y las iden- rial identifications. The nation-state
tificaciones territoriales. Se menciona is mentioned as a matri-patriotic en-
al Estado nación como una entidad tity that arises feelings of a mythical
Resumo
Este documento de cunho teórico relaciona geografia com cultura. O objetivo
é associar idéias expressas por diferentes autores de várias disciplinas sobre o
sentimento de pertencimento e identificação. Além dos vínculos de dominação
e as formas de apropriação territorial, são temas atuais que dizem respeito às
relações globais e à suposta desterritorialização. O texto se inicia com uma
exploração sobre como as pessoas organizam o mundo a partir de um centro
ego-geo-etnocêntrico, que dá origem a um sentido de lugar. Em seguida, se
analisam a topofilia e a topofobia, dos pontos de vista interno e externo, as
pertencimentos e as identificações territoriais. Menciona-se o Estado-nação
como uma entidade “matripatriótica” que suscita sentimentos de fraternidade
mítica. Este aspecto está relacionado com o patriotismo, o nacionalismo e um
sentimento de comunidade. Por fim, sobre a existência de sobreposição de
escalas, se sugere que nos encaminhamos de uma escala do Eu para uma
de Humanidade e onde, em vez da fragmentação nos dirigimos para a inte-
gração, mas com planos e escalas sobrepostas.
Palavras Chave
Territorialidade / Sentimento de pertencimento territorial / Identidades regio-
14 nais / Topofilia / Topofobia.
E
n la aldea global y en esta nue- interesante sino que establecen una
va era de la comunicación, la de tantas correlaciones entre cultura
palabra territorio se ofrece y geografía. A través de este prisma,
poco atractiva. Sin embargo, hoy día podrá deducirse que lo territorial es
parece haber ganado un nuevo ím- una temática transdisciplinaria. Dado
petu y alcanzado una nueva etapa. que el objetivo es elaborar un tejido
Se escucha que se han superado las conceptual, metodológicamente, es-
barreras espaciales y por otro lado, tas líneas parten de la revisión biblio-
que los horizontes se interrumpen. gráfica secundaria y conciernen a una
Surgen incertidumbres sobre la for- investigación más amplia. En general,
ma en que significamos los «lugares», el artículo está organizado partiendo
cómo nos relacionamos con ellos o de una escala del «yo» y plantean-
de qué manera conservamos el senti- do la construcción de la escala de la
do de lugar local. Persiste una noción Humanidad; a la vez, se sugiere que
–idealizada- de una época en que los más que desintegración en muchos
lugares estaban habitados por comu- «yoes» se tiende a la integración. Por
nidades coherentes y homogéneas y otro lado, que las distintas escalas se
por otra parte, también se nos habla superponen y en donde la construc-
de la fragmentación. ción socio-simbólica de los lugares
guarda un carácter transversal (resi-
Este artículo se propone reunir dencia/laboral, público/privado, lo-
conceptos para afrontar el papel ju- cal/global).
gado de las pertenencias y las identi-
ficaciones como uno de los ejes que El amor por la tierra
explican el término de «territorialidad». natal y el geocentrismo
Desde la perspectiva geográfica, la
territorialidad se define como la ac- Los seres humanos ordenamos
ción de significar un lugar y con ello, el «mundo» de una forma egocéntri-
proteger, ratificar, defender, marcar, ca. Se considera que el egocentris-
generar y alterar el territorio mediante mo y etnocentrismo son dos rasgos
hábitos, ritos, costumbres, prácticas humanos universales2. Esta especie
y usos por un sujeto individual o co- de omfalismo (ombligo) posee fuer-
lectivo. Los otros dos ejes conceptua- zas que varían extensamente entre
les que enlazan a la territorialidad son
los vínculos de dominio y de poder, y
la apropiación vista como forma(s) de
vivir y habitar un territorio. 2 La crítica de la sospecha recuerda que todos
los valores universales son «valores particula-
res universalizados» y sospechosos en virtud
En estas páginas se pretende en- de que la cultura universal es la de los domi-
fatizar en el sentimiento de pertenen- nantes (Bourdieu, Pierre. Razones prácticas.
Sobre la teoría de la acción. Barcelona: Edito- 15
cia y en las identificaciones territoria- rial Anagrama, S.A., 2002 1994. p. 128).
5 Tuan, Topophilia…, Op. cit. p.34. 7 Bauman, Zygmunt, Cultura como praxi,
Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.,
6 Vilà Valentí, Joan, Introducción al estudio teó- 2002. p.43.
16 rico de la geografía, Barcelona: Editorial Ariel,
S.A., 1983. p.27. 8 Tuan, Topophilia…, Op. cit. p. 52.
natural de un solo pueblo. Este víncu- sentido para ellas23. Para los autores
lo sagrado entre la etnia y la tierra, los recién mencionados, la identidad se
padres y la patria, la voluntad divina y ancla tanto en pertenencias como
la ley natural, la herencia recibida y la en identificaciones. Las primeras –en
misión encomendada, ha adoptado plural- se eligen, corresponden al
en Occidente dos grandes versiones ámbito de la «seguridad reconfortan-
míticas: la griega de la autoctonía21 y te», a la red de relaciones próximas y
la judía con la tierra prometida. están cercanas a la libertad, por tan-
to, constituyen una alternativa. Las
identificaciones son de cualidad dis-
Pertenencias e identifi- cursiva, según Stuart Hall24. Se trata
de construcciones culturales, incom-
caciones: construccio- pletas y siempre están en marcha.
nes de madera identi- Pertenencias e identificaciones son
taria de madera identitaria, sin embargo,
las primeras guardan mayor relación
Zgymunt Bauman y Stuart Hall en- con la identidad que las segundas25
cadenan el tema de las pertenencias porque son nuestra alternativa. Insis-
con el de las identidades22. Desde la timos, en la necesidad de distinguir
vertiente sociológica, el concepto de entre ambas categorías.
identidad es polifacético. En general,
denota lo que las personas se ha- «Adentro» y «afuera»; el
cen sobre quiénes son y lo que tiene
«ser» y el «estar» en el
lugar; topofilia y topo-
21 Las variantes modernas del mito de la autoc-
fobia
tonía han sido de dos tipos: unas pretendían
demostrar la superioridad biológica y cultural Las pertenencias invocan al «den-
de la «raza» blanca europea sobre el resto,
para justificar la conquista y dominación im- tro»; este recurre a cosas y personas
perialista de las «razas» inferiores de ultramar. vistas, encontradas, tratadas o con
Otras pretendían demostrar que una determi-
nada «nación» europea contaba con una his-
las que se ha interactuado en la rutina
toria diferenciada y un arraigo milenario en un habitual y en la cotidianidad. Como
determinado territorio del continente, para dar se deduce, el círculo del geocentris-
legitimidad ideológica a la homogeneización
étnica de los grandes Estados-nación, a sus mo se amplió: el «dentro» es el lugar
reclamaciones territoriales, a las aspiraciones donde nadie se encuentra perdido,
soberanistas de los grupos étnicos carentes
de Estado propio y a las guerras nacionalistas
entre todos ellos, Idem, p.115.
22 Bauman, Identidad, Op. cit.; Bauman, Zyg- 23 Giddens, Anthony. Modernidad e identidad
munt. Comunidad: En busca de seguridad del yo. El yo en la sociedad en la época con-
en un mundo hostil. Buenos Aires: Siglo XXI temporánea. Barcelona: Ediciones Península.
de Argentina Editores, 2005 y Hall, Stuart. 2000. p. 60.
“Introducción: ¿Quién necesita “identidad”?”.
En: Hall, Stuard y Paul du Gay. Cuestiones de 24 Hall, Op. cit.
20 identidad cultural. Buenos Aires: Amorrortu,
2003. pp. 13-39. 25 Bauman, Cultura…. Op. cit.
del nacionalismo. México, D.F.: Fondo de Cul- 44 Massey, Doreen. “La filosofía y la política de
tura Económica, S.A. 1993. la espacialidad: algunas consideraciones”.
En: Arfuch, Leonor (compiladora). Pensar
41 Miller. Op. cit. p. 64-65. este tiempo: espacios, afectos, pertenencias.
Buenos Aires: Editorial Paidós. 2005. pp. 101- 25
42 Bauman. Comunidad, Op. cit. p. 11. 128.
Para Elias58, la relación Estado- ción del «nosotros» mayor será tam-
nación-individuo-sociedad ha cam- bién el crecimiento del individualismo
biado e infiere que seguirá haciéndo- y del valor otorgado al individuo. Pa-
lo en el futuro. La Humanidad se ha rece que la Humanidad camina hacia
dirigido hacia una época en que cada un incremento todavía mayor de la
vez menos, los Estados nacionales subjetividad ya que en una sociedad
concretos determinan la identidad de cada vez más cosmopolita, el «noso-
los individuos. La tendencia hacia la tros» objeto de identificación se hace
agrupación de Estados o la Huma- cada vez más abstracto y tiende a
nidad en su conjunto como provee- abarcar a toda la Humanidad.
dores de los motivos de formación
de la identidad tanto individual como Por otra parte, surge el proble-
colectiva, apareja una creciente im- ma de la menor carga emocional y
portancia del yo y una decreciente mayor necesidad de argumentación
importancia del nosotros. racional en los procesos de identifi-
cación con un «nosotros» cada vez
De acuerdo con este autor, el más amplio. Es mucho más difícil una
proceso de la civilización ha condi- identificación emocional con la Hu-
cionado el cambio histórico del noso- manidad en su conjunto que, con la
tros al yo y argumenta que en el futu- figura Estado-nación. Los límites del
ro, el desarrollo de la Humanidad se «nosotros» frente al «ellos» han sido
encaminará hacia formas globales de modelados en los últimos siglos, así
convivencia por encima de las fronte- como, la conciencia colectiva ha sido
ras nacionales, alcanzará un nivel en definida a través de artilugios con los
el que predomine entre los seres hu- enfrentamientos armados con otros
manos un perfecto equilibrio entre el Estados nacionales e incluso, inter-
nosotros y el yo. Por otro lado, el «no- nos. Una concepción más amplia del
sotros» mantendrá, tal y como lo ha nosotros provoca problemas debi-
hecho históricamente, una multiplici- do al desajuste entre la pérdida del
dad de capas desde los círculos fa- sentimiento de lo colectivo otorgado
miliares más estrechos a los círculos por el nivel previo en su más amplio
de amigos, pueblos, ciudades, nacio- sentido, el histórico y el pasado re-
nes, agrupaciones posnacionales de ciente, el de su país. Súmese que el
varios Estados y la humanidad en su nivel más elevado, el global, todavía
conjunto. La identificación con cada no otorga sentido.
uno de estos planos tiene una carga
emocional diferente y el compromiso Elias anunciaba en la década de
emocional del individuo va creciendo 1980 que este fenómeno es típico
conforme aumenta el tamaño o el ca- de toda fase de transición, ya que
rácter abstracto del nosotros. Pero las identidades grupales no son fácil-
cuanto mayor sea el nivel de integra- mente intercambiables y el proceso
de identificación con el nuevo nivel
de lo colectivo es largo y requiere 29
58 Ibidem.
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