ESTEBAN: ¿Qué dagas no en la cinta. que permiten ¡Santo cielo! vi en mi pecho? ¿Para qué os que los ceñís nombres ¿No es mi hija? ¿Qué desatinos enormes, estoques? con esos títulos LAURENCIA: viles. No me nombres qué palabras, ¡Vive Dios, que qué amenazas, he de trazar Iré solo, si se tu hija. pone y qué delitos que solas ESTEBAN: mujeres cobren todo el mundo ¿Por qué, mis atroces, la honra de contra mí. ojos? por rendir mi castidad estos tiranos, JUAN ROJO: Y ¿Por qué? yo, por más que a sus apetitos la sangre de LAURENCIA: estos traidores, me asombre Por muchas torpes? y que os han de la grandeza del razones, Mis cabellos contrario. ¿no lo dicen? tirar piedras, y sean las REGIDOR: principales: ¿No se ven amujerados, cobardes, ¡Muramos porque dejas aquí los golpes todos! que me roben de la sangre y y que mañana os adornen ESTEBAN: tiranos sin que las señales? Tomad me vengues, ¿Vosotros sois nuestras tocas espadas, hombres y basquiñas, lanzones, traidores sin que me cobres. nobles? solimanes y ballestas, ¿Vosotros colores! chuzos y palos. Aún no era yo de Frondoso, padres y A Frondoso MENGO: deudos? quiere ya, ¡Mueran tiranos para que digas traidores! que tome, ¿Vosotros, que sin sentencia, no se os sin pregones, TODOS: como marido, rompen ¡Tiranos venganza; colgar el las entrañas de comendador traidores, que aquí por tu dolor, mueran! cuenta corre; del almena de de verme en una torre; que en tanto tantos dolores? que de las de todos hará lo bodas Ovejas sois, mismo; bien lo dice y yo me huelgo, no haya llegado la noche, de medio-hombres, Fuenteovejuna por que quede del padre, y no el hombre. del marido, sin mujeres Liebres esta villa la obligación cobardes presupone. honrada, y nacisteis; torne Llevóme de bárbaros sois, vuestros ojos aquel siglo de no españoles. amazonas, a su casa Gallinas, Fernán Gómez; eterno espanto ¡vuestras del orbe. la oveja al lobo mujeres dejáis ESTEBAN: Yo, sufrís que otros hija, no soy de como cobardes hombres gocen! aquellos pastores. Poneos ruecas