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Vigésimo aniversario de la creación de la Universidad y bicentenario de la Asamblea del año XIII

Edición del día jueves 21 de noviembre de 2013 • Número 14

La Universidad
interviene
en los debates nacionales
***

La participación política de los


sectores populares en la Argentina
Gabriel Vommaro

La Universidad Nacional de General Sarmiento cumple 20 años y lo festeja ofreciendo a los lectores de
Página/12 otras tantas contribuciones de sus investigadores-docentes para pensar los problemas nacionales.

Suplemento que acompaña la edición de


2 LA UNIVERSIDAD INTERVIENE EN LOS DEBATES NACIONALES LA UNIVERSIDAD INTERVIENE EN LOS DEBATES NACIONALES 3

La participación política de los


sectores populares en la Argentina
Gabriel Vommaro tiene lugar, restituir sus condiciones de posibili- Transformaciones del peronismo
dad, que son también sus condicionamientos, y y política popular
Investigador-docente de la UNGS. tratar ambas cuestiones desde una perspectiva
que recupere la historicidad de los procesos, es El peronismo salía entonces de un profundo

M
icros estacionados en la 9 de Julio, de decir, el hecho de que los vínculos que forjan las proceso de transformación organizativa que se ha
los que descienden decenas de perso- personas con la actividad política son producto descripto en términos de su desindicalización, por
nas. Se trata, en especial, de mujeres de relaciones sociales recursivas, mantenidas a lo un lado, y de su territorialización, por el otro. Al
y de jóvenes. Visten remeras, gorras y pecheras largo del tiempo, hechas de interacciones cotidia- tiempo que los sindicatos, que eran tradicionalmen-
que los identifican. Se agrupan. Alguien lleva la nas y no de la pura decisión fuera de contexto o te uno de los modos fundamentales de organización
voz cantante. Organiza la columna, dispone la de la simple manipulación de fuerzas exteriores. de las relaciones de los sectores populares con el
bandera que liga al grupo a una corriente pique- peronismo, ven debilitarse su poder dentro del
tera, a un movimiento barrial, a una agrupación partido –ya no logran colocar a sus hombres en
Lo que trajeron los estallidos
política; se comunica con otros dirigentes que le las listas electorales, por ejemplo–, se fortalecen
indican por dónde avanzar. La pequeña columna A comienzos de los años noventa, las transfor- otros modos de arraigo en esos sectores, relacio-
se une a otras formadas por personas que han maciones que vivían los sectores populares a partir nados con un despliegue territorial alimentado
llegado en micros similares, desde el Gran Bue- de la crisis de la economía industrial y la apertura por las diferentes líneas internas del partido en las
nos Aires, Santiago del Estero, Tucumán, Villa económica, las cuales habían traído empobreci- escalas nacional, provincial y municipal, y por una
Gobernador Gálvez, Villa Soldati. Participan de miento y debilitamiento de los lazos con el mundo sociabilidad barrial cimentada en la actividad de las
las manifestaciones de apoyo a un gobierno o a del trabajo formal, parecían producirse sin grandes unidades básicas. A nivel local, entonces, éstas de-
un candidato, marchan en demanda de planes so- expresiones políticas de descontento. El proceso vienen en el principal lazo de los sectores populares
ciales, de programas de empleo o de vivienda. Su de toma de tierras de fines de los años setenta y desalarizados con el peronismo. Bien adaptadas a
presencia remite a una política organizada, algo comienzos de los ochenta tenía efectos localizados. las transformaciones de estos sectores, las unida-
que también sucede en otra parte, aunque sólo Con la hiperinflación de 1989 se habían generado des básicas comenzaron a actuar como “redes de
se visibiliza en el centro de las ciudades y muni- incipientes formas de organización en los barrios, resolución de problemas” de esos sectores. Con la
cipios, en especial de la Ciudad de Buenos Aires. pero de perdurabilidad variable. Sin embargo, las descentralización y la focalización de las políticas
La escena que describimos podría tener lugar en cosas comenzarían a cambiar. En diciembre de 1993 sociales, los recursos (planes sociales, medicamen-
cualquiera de estos lugares. La movilización es se produjeron varias movilizaciones populares en la tos, materiales de construcción, alimentos, etc.)
el resultado de la actividad de organizaciones provincia de Santiago del Estero, que dieron lugar a proporcionados por el Estado nacional y por los
sociales, políticas y religiosas que intervienen la intervención federal de la Provincia. Empleados Estados provinciales llegan a los beneficiarios a
en los barrios populares y que funcionan como provinciales y municipales, docentes y jubilados través de los municipios y desde allí son canaliza-
espacios de sociabilidad político-social para mu- reclamaban el pago de sus salarios, jubilaciones dos hacia los barrios populares por los dirigentes
chos de sus habitantes. y pensiones adeudados desde hacía tres meses. Al territoriales del peronismo.
Los micros estacionados a cierta distancia de mismo tiempo, protestaban contra las medidas de Lejos de la imagen más cimentada en los comen-
las grandes movilizaciones son una constante. ajuste implementadas en la Provincia. Las protestas tarios usuales acerca de la política del peronismo en
Sirven para movilizar hacia el centro político también parecían expresar un descontento con la los barrios populares, que conciben a las unidades del Estado en el mundo popular, al mismo tiempo estos sectores volvió a crecer. Al mismo tiempo, y por los nuevos emprendimientos políticos te-
a los manifestantes que viven en las periferias; “clase política” y con la corrupción gubernamental, básicas como meros espacios en los que “se distri- que actuaría como catalizador de procesos de or- de la mano de las políticas gubernamentales, se rritoriales. Entre 1997 y 1998 se terminaron de
sirven también para objetivar los apoyos de cada percibida entonces como desmedida. buyen cosas”, los trabajos de tipo etnográfico han ganización de estos sectores, que hasta entonces reactivaron las luchas sindicales. Pero una parte conformar las organizaciones centrales del nuevo
dirigente y, al agregarse, de cada organización. Estallido. Así comenzó a llamarse a este tipo de mostrado que éstas son núcleos organizativos que, tenían una existencia dispersa, fragmentaria. En el de las clases populares mantiene una relación espacio.
Sin embargo, su mención entra y sale de la des- movilización popular y masiva, primero en los me- en algunos casos, tienen formas de sociabilidad y país del empobrecimiento y la desindustrialización intermitente y débil con el mundo del trabajo Este activismo popular territorial también
cripción que se realiza de las movilizaciones en dios, luego en los trabajos académicos. Con dicho de regulación complejas y que cumplen diferentes se reactualizaron las fracturas en el mundo sindical formal; así, construyen su identidad colectiva, encontró en la interacción con el Estado una de
los medios de comunicación. Entra como herra- término, se trató de dar cuenta de las formas de funciones y sirven a fines diversos. En general, se y aparecieron actores que se reconocían herederos sus espacios de encuentro, su inserción social, en las fuentes principales de obtención de recursos
mienta de la crítica de la “manipulación de los acción colectiva espontáneas, o al menos con bajo instalan en casa de su principal dirigente –referente, del sindicalismo combativo de los años sesenta y espacios barriales. para alimentar las organizaciones de pertenencia:
pobres”. Sale cuando se celebra la presencia del nivel de organización y de organicidad, dirigidas puntero–, quien la mayoría de las veces es un actor setenta, al tiempo que traían novedades al mun- La otra novedad de mediados de los años la demanda de trabajo se traduciría en demanda
ciudadano de a pie, del hombre común, del indi- contra algún objetivo institucional, sin consignas político barrial de larga data con quien muchos do de las organizaciones de trabajadores. A fines noventa es la emergencia de los movimientos de programas de empleo transitorio y otros planes
viduo desanclado de las organizaciones barriales: ni portavoces unificados y que no dejan, al extin- vecinos mantienen un vínculo durable, y no un “pa- de 1992, se creó el Congreso de los Trabajadores piqueteros. Este hecho cambiaría el centro de la sociales. El desafío era transformar a los “bene-
la gente en las calles, espontánea y transparente. guirse, legados organizativos ni identificaciones racaidista” que aterriza en los barrios en tiempos Argentinos, que dio lugar a la Central de Trabaja- mirada de las Ciencias Sociales, las cuales ma- ficiarios” en “militantes” o en “luchadores”. Los
La politicidad organizada de los sectores popula- fuertes. Como contracara de su bajo nivel de organi- de elecciones. El referente acerca la política parti- dores de la Argentina. Puso en marcha un nuevo yormente se habían dedicado durante la primera líderes más antiguos del activismo popular reco-
res parece así teñida de sospecha. Clientelismo, zación, tienen efectos políticos intensos y durables. daria al mundo de la vida cotidiana. A su manera, modelo sindical de autonomía del Estado y de los mitad de esa década a estudiar la descomposi- nocen diferentes orígenes, desde la participación
patronazgo, corrupción serían los hilos de los De hecho, el Santiagueñazo fue un momento de politiza esa vida cotidiana, pero también enraíza partidos –es decir, entonces, del peronismo–, de ción de la llamada “sociedad salarial” –de cuasi de larga data en el catolicismo de base a la recon-
que pende su existencia. Las manifestaciones inflexión en la política de los sectores populares en socialmente los lazos políticos. Desde el punto de elección directa de las autoridades y de incorpo- pleno empleo y sindicatos fuertes–, la crisis del versión de la militancia política y sindical de los
públicas son buenas ocasiones para dar rienda la Argentina; uno de los primeros acontecimientos vista del partido, acerca información, moviliza ración de trabajadores desocupados, primero, y de mundo del trabajo, el aumento de la pobreza, la años setenta en la intervención barrial, pasando
suelta a esta crítica. Para ello, se suele invisibi- de importancia que mostró reacciones masivas de votantes, organiza la militancia. Para el Estado, organizaciones sociales no estrictamente ligadas precariedad, la informalidad y, poco después, el por la aparición de nuevos activistas políticos te-
lizar todo lo que hay de acción deliberada, de esos grupos sociales contra las políticas de ajuste puede ser un interlocutor en la implementación de al mundo del trabajo formal, luego. La idea de desempleo. Transformaría también las formas de rritoriales, provenientes del mundo universitario,
esfuerzo, en la salida a la calle de estos sectores, del gobierno de Carlos Menem. las políticas dirigidas a los sectores populares: el que para representar mejor a los trabajadores era acción colectiva y de organización de una parte que asumen la consigna de transformar el barrio
así como también las condiciones de posibilidad La “mano izquierda” del Estado, es decir, la en- conocimiento del territorio y de sus habitantes, así necesario integrar a empleados y desempleados de los sectores populares. En 1996, la protesta de en el nuevo espacio de politización. Los grupos
de su relación con la actividad público-política. cargada de sus políticas sociales, pareció entonces como el saber hacer organizativo pueden ponerse al daba cuenta de un cambio de orientación en al- miles de manifestantes en Cultral Có, una ciudad de tradición movimientista y nacional-popular,
Si desde los núcleos militantes se despliega una reavivar sus energías. Sin romper el esquema gene- servicio del desarrollo de las contraprestaciones de gunos sectores sindicales respecto de los modelos neuquina que había sido el símbolo de la vida por su experiencia y por su visión del mundo,
visión encantada de la política popular, desde ral del Consenso de Washington, que pregonaba la programas sociales. Estos actores territoriales y los de representación corporativa y de la visión sobre petrolera en la región y que resultó devastada se mostraron más afines a entablar una relación
las posiciones críticas priman las miradas mi- liberalización de la economía y la mercantilización espacios que animan son así un punto de encuentro el mundo popular. “La nueva fábrica es el barrio” por la privatización de YPF, dio inicio a nuevas política y burocrática de colaboración con el Es-
serabilistas: los pobres como rehenes, como no de la vida social, se implementaron nuevas políticas entre lo público y lo privado, entre la familia y las afirmaba una de sus principales consignas. La CGT experiencias organizativas de los sectores popu- tado. A partir de 2003, serían los más proclives a
actores. Una crítica a la “política del choripán” de “compensación” para los “perdedores” de las re- actividades políticas, y entre la política “de arriba” basada en el modelo tradicional siguió siendo, lares. Las demandas enunciadas esos días fueron su incorporación al gobierno de Néstor Kirchner.
reeditada. Pero, ¿cómo entender los modos que formas. Las políticas de combate contra la pobreza y la política “de abajo”. de todos modos, la central mayoritaria, pero el elaboradas en asambleas; el método se volverá Al mismo tiempo, la politicidad popular asociada
asume la participación política de buena parte de se impusieron así, paulatinamente, en la agenda de nacimiento de la CTA reconoció la existencia de recurrente. Pero no fue la forma de organización a la relación con agencias estatales descentraliza-
los sectores populares en la Argentina reciente? las intervenciones del Estado en el mundo popular. De lo efímero a lo duradero: protesta otros actores relevantes de la politicidad popular. sino la modalidad de acción, los cortes de ruta, das, ONG de expertos y activistas y militantes de
¿Cómo pensarla en términos alejados de la ce- La focalización, la descentralización y la partici- Contra las teorías en boga, los desocupados podían lo que dio nombre al movimiento: “piqueteros”. todo tipo, actualizó el problema de los criterios de
lebración sin matices, tanto como de la crítica pación de la sociedad civil fueron sus principales
y organización territorial ser un sujeto movilizable. Poco después, ese apelativo sería reivindicado justicia en la distribución y atribución de bienes
descontextualizada y moralizante? Es necesa- líneas orientadoras. Las políticas sociales se ligaron Una serie de novedades históricas ensancharía A partir de 2003, con la reactivación de la en la zona sur del conurbano bonaerense por las de origen público: ¿quién tiene derecho a recibir
rio, sostenemos, concebirla de manera situada al territorio, lo intervinieron, lo fortalecieron como la lista de actores políticos territoriales, aceleraría actividad económica en general, y de la actividad organizaciones sociales que habían construido un plan social, un bolsón de alimentos? Diferentes
en los contextos sociales y culturales en los que espacio de politización. las transformaciones en los modos de intervención productiva en particular, la sindicalización de asentamientos a comienzos de los años ochenta tipos de actores interesados en la política de los

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4 LA UNIVERSIDAD INTERVIENE EN LOS DEBATES NACIONALES

pobres –expertos, periodistas, intelectuales, líde- piqueteros” o “estoy con los peronistas”, permiten políticos barriales constituyen la materialidad de
res religiosos– participaron del debate sobre los comprender ese involucramiento intermitente, relaciones políticas y sociales personalizadas en
criterios morales y jurídicos del merecimiento. La atravesado por otro tipo de fidelidades, y cuya las que se encuentran involucrados los sectores
consolidación de los grupos piqueteros complejizó restitución la noción de identidad tiende a obturar populares y que suponen formas de negociación,
la trama política y asociativa barrial, y colocó a la demasiado rápido. de conflicto y hasta de demandas en términos de
movilización contenciosa de los sectores populares derechos. La política de los pobres, visibilizada
en el centro de la escena política. en los micros estacionados cerca de las moviliza-
Trabajo y participación política
ciones, es así un sistema complejo de relaciones
Desde 2003 algunos movimientos piqueteros que convendría no dejar librado al vaivén de las
Los desafíos de la politicidad popular
se integraron al Estado. Las políticas focalizadas miradas de coyuntura.
Señalemos tres tipos de cuestiones cruciales dieron paso a las políticas sociales de participación ¿Qué deja la última década para la politicidad
para comprender la política territorial asociada popular, que no perdieron sin embargo su distribu- popular de los sectores no salariados? Por un lado,
a los sectores populares. En primer lugar, en los ción descentralizada y territorial. La búsqueda de con las políticas de fomento de la organización po-
barrios populares suelen existir superposiciones combinar trabajo y militancia estuvo en el centro de pular, se consolidó el vínculo entre trabajo y partici-
organizativas, continuidades biográficas y hasta las políticas sociales dirigidas hacia el mundo popu- pación territorial; por otro lado, con la Asignación
proximidad política entre punteros y piqueteros. lar desalarizado; su implementación da cuenta de Universal por Hijo, los programas de capacitación
Estas relaciones, mucho más estrechas de lo que las dificultades de la integración completa de esos para la inserción en el trabajo industrial y los pro-
algunos analistas hubiesen esperado y a contra- sectores en la economía formal. En este contexto, gramas de formación educativa, entre otros, se
pelo de la imagen dicotomizante entre la política la noción de trabajo también permite comprender crearon nuevos vectores de desterritorialización.
espuria de los punteros y la política virtuosa de el modo en que se realiza la participación política Queda como interrogante el modo en que ambas
los movimientos, van desde la importancia de la de los grupos sociales desafectados del trabajo dimensiones convivirán a mediano plazo, en el
vieja militancia peronista basista en la creación de salarial clásico. contexto de una sociedad post-industrial en la que
nuevos movimientos a la reconversión de punteros Como señalamos, la intervención estatal tuvo, el estatuto salarial pleno y generalizado parece ya
–desplazados en internas locales– en animadores a partir de las políticas sociales de “lucha contra no estar entre sus rasgos distintivos.
de nuevas organizaciones que los cobijaban y les la pobreza” en los años noventa y de las políticas
ofrecían oportunidades de crecimiento político a de promoción de la “organización popular” en
cambio de la movilización de su saber hacer polí- la década del dos mil, suma importancia para la
tico-territorial. política territorial. Estas iniciativas de alcance
La segunda cuestión es la constatación de una masivo, que han reconocido –de manera conflictiva
multiplicidad organizativa, es decir, de la existencia y variable según el distrito– a las organizaciones
de diversas organizaciones en el mismo territorio sociales territoriales y a las redes político-parti-
y por lo tanto de la competencia política como un darias como interlocutoras del Estado, gestoras
rasgo fundamental de la política barrial. La varie- de recursos públicos y agentes de esas políticas
dad de organizaciones de tipo social, religioso o en el territorio, representan una intensificación
político-partidario da cuenta de la complejidad de de la llegada de recursos a los barrios populares. Saber lo que se hace
la trama organizativa de la política popular, de la Las organizaciones sociales, políticas y religiosas Sergio Morresi y Gabriel
superposición de lógicas y de capas históricas, así establecen sus tareas cotidianas de asistencia Vommaro (compiladores)
como de la existencia de espacios sociales de con- social –merenderos, huertas, comedores, etc.–, UNGS - Prometeo Libros
Colección Política,
flicto y competencia que combinan lealtades locales así como sus actividades proselitistas, en función políticas y sociedad
y alianzas o conflictos municipales, provinciales o de ese trabajo regulado por el derecho legal de
nacionales. La multiplicidad organizativa difiere, los programas sociales y por el derecho moral y
además, de la imagen de la “desertificación” pre- político de las negociaciones cara a cara. Los pro-
supuesta en los años noventa, la cual era ubicada, pios actores llaman a esta actividad, que articula
en el esquema explicativo de entonces, en el lugar contraprestación y participación política, “trabajo
Campos de batalla.
del sustrato fundamental del énfasis en la domi- político” o “trabajo social”. Estas categorías permi- Las rutas, los medios y las
nación clientelar de los sectores populares, vistos ten dar cuenta de una actividad regulada por los plazas en el nuevo conflicto
como presos del monopolio político de los punteros tiempos de las tareas realizadas colectivamente agrario
peronistas. en merenderos, huertas, comedores y cuadrillas Ricardo Aronskind y Gabriel
Por último, esta multiplicidad organizativa, así de construcción, que producen bienes –tanto po- Vommaro (compiladores)
como el conjunto de relaciones que ésta supone, líticos y sociales como materiales– y que ayudan a UNGS - Prometeo Libros
Colección Política,
permite insertar la participación popular en la tra- reproducir la organización y la capacidad de movi-
políticas y sociedad
ma social y política territorial que incluye relaciones lización de los referentes territoriales: reúnen a los
de competencia, multipertenencia, etc., no sólo a vecinos “asistidos” y a los vecinos “movilizados”, en
nivel de los dirigentes de las organizaciones, sino muchos casos posiciones asumidas por las mismas Más información sobre los libros
también de los militantes y hasta de los participan- personas. De este modo, se establecen regulaciones de la Universidad en:
tes asiduos de esos espacios, menos comprometidos del compromiso que tienden a fijar obligaciones www.ungs.edu.ar/ediciones
con el discurso oficial de la organización. Tomar con la tarea, y no solamente con el referente, y ediciones@ungs.edu.ar
en serio las prácticas y evaluaciones políticas y que organizan la vida cotidiana de las personas. Se (54 11) 4469-7578
morales de los miembros de las organizaciones y trabaja, también, porque el hecho de “no quedarse
no solamente de sus líderes lleva a repensar ideas quieto” construye localmente el merecimiento.
demasiado rígidas y hasta sustancialistas de la Estas nociones dan cuenta así de las condiciones
membresía, como sugiere, muchas veces, la noción en que se ha desarrollado una parte de la política PRÓXIMO NÚMERO
de identidad. Diversos trabajos muestran que la popular en las últimas décadas: aluden a un modo
participación en espacios territoriales de sociabi- de relación con el Estado, con lo político y con las • Número 15 - 28 de noviembre
lidad política puede ser pensada a partir del verbo actividades para la reproducción de las familias. Competitividad y Mejora Continua.
“estar” antes que del verbo “ser”: las expresiones Permiten comprender, en definitiva, que los bie- La situación de las empresas en la
“estoy con los piqueteros” o inclusive “voy con los nes públicos que circulan a través de los espacios Argentina

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