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-Aguacate:

El fruto del aguacate tiene vitaminas A, C, D, E, K y vitaminas del complejo B, que son
tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, biotina, vitamina B-6, vitamina B-12 y
ácido fólico, así como potasio. El Aguacate por su contribución de Vitamina E actúa
como antioxidante, interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y contribuye a
reducir el riesgo de múltiples enfermedades, entre ellas, las cardiovasculares, las
degenerativas e incluso el cáncer.

– Arándanos:
muy nutritivos con múltiples propiedades medicinales para el tratamiento de
afecciones urinarias y diabetes, además de que la anthocianina, que de da color azul al
fruto, disminuye la acción de los radicales libres, asociados al envejecimiento, cáncer,
enfermedades cardíacas y Alzheimer. Protegen y fortalecen las paredes de los
capilares, pequeños vasos sanguíneos, por lo que es útil en el tratamiento de venas
varicosas, flebitis y hemorroides, al igual que en la prevención de problemas de la
visión causados por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos en los ojos.

– Castañas:
Son muy ricas en fibra por lo que ayudan al funcionamiento del tránsito intestinal y
previenen el cáncer del colon. Tienen un alto contenido de potasio, el cual ayuda a
prevenir problemas de hipertensión. Las castañas tienen muchos minerales necesarios
para nuestro organismo y son muy aconsejable durante el embarazo y para mujeres que
estén amamantando.

– Caquis:

Es muy conveniente su consumo por mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.


También es aconsejable si se padece algún problema cardiovascular o degenerativo, y
resulta muy bueno si se padece de hipertensión. El caqui es una fruta muy energética
por lo que su consumo es muy recomendable en niños y o deportistas. Su riqueza en
provitamina A y vitamina C lo convierten en un gran antioxidante. Favorecen la
absorción del hierro y la resistencia a las infecciones.

– Chirimoya:

Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el


estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de
la glucemia (niveles de azúcar en sangre) en la persona que tiene diabetes. Además, por
su riqueza en potasio y bajo aporte de sodio, resultan muy recomendables para aquellas
personas que sufren de hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón.
– Kiwis:
Proporcionan cantidades importantes de fibra soluble, que ayuda a normalizar los
niveles de colesterol y facilita el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento. El kiwi es
una excelente fuente de vitamina C. Un solo kiwi cubre de sobra las necesidades diarias
de esta vitamina tanto para un adulto como para un niño. También es rico en vitamina E
y ácido fólico. De esta manera, el kiwi refuerza el sistema inmunitario, que defiende al
organismo, previene de posibles infecciones (resfriados y gripes, entre otros), y favorece
la absorción del hierro (por su riqueza en vitamina C).

– Limones:
Por sus propiedades refrescantes, antisépticas y su contenido en vitamina C, el limón
alivia ciertas afecciones de las vías respiratorias, así como algunas inflamaciones de la
garganta, afonía y amigdalitis. Esta es la razón por la que se hacen gárgaras con el zumo
de un limón diluido con un poco de agua tibia. Su poderosa acción antibacteriana y
antiviral sienta bien a las gargantas doloridas, úlceras de boca y gingivitis.

– Mandarinas:

es una de las frutas que más carotenoides presenta en su composición. La actividad


antioxidante de estos elementos fitoquímicos y de la vitamina C, proporcionan al
alimento propiedades fisiológicas que van más allá de las nutricionales propiamente
dichas. Los antioxidantes combaten la acción nociva de los radicales libres, sustancias
responsables del desarrollo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y cáncer.

– Manzanas:
la manzana es, después del membrillo, una de las frutas más ricas en taninos, sustancias
con propiedades astringentes y antiinflamatorias. Algunas de las acciones de los taninos
son secar y desinflamar la mucosa intestinal, por lo que resultan eficaces en el
tratamiento de la diarrea. Favorece la eliminación de líquidos corporales, siendo muy
adecuada en casos de obesidad, enfermedades reumáticas

– Naranjas:
Contienen ácido málico, ácido cítrico -ambos son desinfectantes y alcalinizan el
organismo-, ácido oxálico y ácido tartático. El ácido cítrico es además depurativo y
desinfectante intestinal, actúa como analgésico en dolores estomacales, fortifica los
músculos del estómago, disuelve los residuos acumulados y facilita la secreción de los
jugos gástricos necesarios para digerir los alimentos. Es más, esos mismos efectos de
limpieza de residuos y de estimulación de las funciones se producen también en el
hígado, el páncreas –su contaminación por el almacenamiento de grasas es la causa de
numerosos trastornos- y la vejiga.
– Peras:

es un alimento diurético, uricolítico (disuelve el ácido úrico), depurativo, laxante,


remineralizante, estomáquico, astringente y sedante. Por su bajo contenido en hidratos
de carbono y en sodio resulta recomendable para diabéticos, hipertensos y para quienes
hayan padecido enfermedades cardíacas. De gran valor en casos de reumatismo, gota,
artritis, estrés, anemia, diarrea, obesidad e hipertensión arterial

– Plátanos:
Su alto contenido de hierro hace que los plátanos estimulen la producción de
hemoglobina en la sangre, contribuyendo sensiblemente a sanar los casos de anemia.
Por su textura suave y lubricante, el plátano se usa en la dieta como alimento indicado
para los desórdenes intestinales. El plátano constituye uno de los alimentos más
nutritivos que nos ofrece la naturaleza, especialmente potasio, vitamina B6 y ácido
fólico.

–Pomelos:
el pomelo es muy adecuado en la prevención de aquellas enfermedades que son el
resultado de la degeneración progresiva del organismo como la degeneración macular o
los problemas cardiovasculares. El pomelo es muy útil en caso de padecer enfermedades
del aparato respiratorio; para eliminar parásitos intestinales; para tratar verrugas,
hongos, candidiasis, quemaduras, eccemas… y para prevenir la caries y fortalecer las
encías.

– Uvas:
Cuidan el sistema inmunológico y previene la formación de coágulos en la sangre.
Reducen la hipertensión arterial, así como la formación de cataratas, protegiendo la
visión, y ayudando a prevenir la inflamación. La uva posee un efecto diurético
beneficioso en caso de hiperuricemia o gota, así como litiasis renal (favoreciendo la
eliminación de ácido úrico y sus sales), hipertensión arterial u otras enfermedades
asociadas a retención de líquidos..
– Almendras:
El aporte de Vitamina E de las almendras las convierten en un aliado fiel a la hora de
proteger el organismo de los radicales libres, el envejecimiento y el estrés, además de
fortalecer la piel, e incluso prevenirnos de enfermedades cutáneas o ayudarnos a
superarlas. Su aporte de calcio, que proporcionalmente es uno de los mayores del
espectro de alimentos de qué dispone el ser humano, fortalece nuestros los huesos.

– Avellanas:

Las avellanas son un alimento que destaca por su contenido en vitamina E, ácidos
grasos monoinsaturados, ácidos grasos poliinsaturados, magnesio, fibra, calcio,
vitamina B, vitamina B6, potasio, vitamina B9, fósforo, hierro, zinc, hidratos de
carbono y proteínas

Verduras de temporada en Enero:

– Acelgas:
La acelga goza de numerosas aplicaciones medicinales, por ser emoliente, refrescante,
digestiva, diurética, diaforética y nutritiva. Se emplea con éxito la decocción de las
hojas en las inflamaciones de la vejiga y contra el estreñimiento. Igualmente presta
valiosos servicios en las hemorroides y en las enfermedades de la piel.

– Ajo:
Combate las infecciones, es un potente antiinflamatorio, aumenta las defensas, mejora
la circulación, previene la arteriosclerosis, disminuye el exceso de grasas en sangre,
previene la hipertensión, alivia el dolor, es un eficaz expectorante, está indicado en
problemas del aparato respiratorio y es diurético y estimulante.

– Alcachofas:

favorecen la rápida digestión y eliminación de grasas, ayuda a eliminar adherencias y


toxinas en los intestinos y sangre, ya que es rica Fitoesteroles, una sustancia que ayudan
a restringir la absorción de colesterol a nivel intestinal y de esa manera impiden su
acumulación en el organiso. Colaboran con la función hepática, se utiliza para curar
enfermedades vinculadas a este importante órgano como la cirrosis, intoxicación,
hepatitis), ictericia, etc.
– Apio:
Considerado uno de los mejores diuréticos vegetales que existen, además remineraliza
el organismo, desintoxicarlo, depurar la sangre, mejorar la digestión, disminuir la
presión arterial, regular el peristaltismo intestinal, abrir el apetito y aliviar dolores
articulares además de prevenir y combatir el cáncer. Sin olvidar que tiene propiedades
antiinflamatorias, antioxidantes, expectorantes y sedantes. En suma, otro de esos
alimentos que no deben faltar en nuestra mesa

– Berros:

el berro es un alimento muy rico en nutrientes: contiene altos niveles de vitaminas A, B


y C, así como cantidades considerables de yodo, calcio, potasio, zinc, magnesio o hierro
(éste último incluso en niveles superiores a las espinacas), aminoácidos, fibra.

– Boniato:
nos ofrece propiedades anticancerígenas, colabora con el buen funcionamiento de
nuestro sistema inmunológico, disminuye los problemas cardiovasculares y
degenerativos, es beneficioso en casos de problemas digestivos, está recomendado
durante el embarazo por su contenido en ácido fólico y para mantener una piel sana.

– Borraja:

posee buenas cantidades de vitamina C y de pro-vitamina A (beta-caroteno), ambas de


reconocida acción antioxidante. La vitamina A o retinol contribuye al mantenimiento y
reparación de los tejidos corporales, favorece la resistencia a las infecciones, es
necesaria para el correcto desarrollo del sistema nervioso y para la visión e interviene en
el crecimiento. Además, es reconocida por su acción antioxidante, al igual que la
vitamina C. Ésta última interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes y
glóbulos rojos, además de favorecer la resistencia a las infecciones y la absorción de
ciertos nutrientes de los alimentos (hierro, ácido fólico y ciertos aminoácidos
– Brócoli:

Aporta elevadas cantidades de vitamina C, hasta el punto que una ración de 200 g
contiene más de tres veces las recomendaciones diarias de vitamina C. La vitamina C
tiene poder antiviral y mejora la salud cariovascular. También contiene contiene luteína,
un antioxidante importante para la salud de los ojos y gran cantidad de glucosinolatos,
por lo que se le atribuyen efectos anticancerígenos. El brócoli es la hortaliza con mayor
aporte nutricional por unidad de peso comestible.

– Calabazas:

son muy beneficiosas, especialmente para los diabéticos, ya que regula el azúcar en
sangre. Tienen propiedades diuréticas, con lo cual son beneficiosas en caso de retención
de líquidos. Sus propiedades depurativas mejoran los problemas intestinales. Por eso es
un alimento que nos ayuda a mejorar los síntomas del reuma, ya que es un buen
diurético y en casos de artritis e inflamaciones articulares. El efecto diurético y
depurativo que tiene la calabaza es una buena manera de mantener unos riñones en
perfectas condiciones.

– Canónigos:

Es una fuente interesante de betacaroteno, vitamina C y ácido fólico. Tiene propiedades


diuréticas, depurativas y laxantes. Se consume fresca en ensaladas

– Cardos:

El cardo se asemeja en la composición nutritiva a la alcachofa. Al cardo se le reconocen


sus propiedades coleréticas, hepatoprotectoras y diuréticas, entre otras, debido a su
contenido en cinarina e inulina. Si se toma cruda en ensalada, el contenido de esta
vitamina es mayor, ya que es sensible al calor, por lo que al cocerla se pierde una
cantidad importante de este nutriente.

– Cebollas:

Es un gran desinfectante, por lo tanto comerla sobre todo cruda, nos ayuda a
protegernos contra las enfermedades infecciosas. De forma tópica combate la caspa y la
caída del cabello, haciéndonos fricciones en la cabeza, con su jugo frecuentemente.
También es muy buena para todas las afecciones respiratorias, cuando tenemos tos,
catarro, resfriado, gripe, bronquitis
– Chirivías:

La chirivía es una planta muy utilizada en casos de hipertensión, gota, fiebre, retención
de líquido crónica, reuma y problemas de origen pulmonar. En algunos países también
se emplea la chirivía como cura de problemas intestinales. Como nutriente general la
chirivía es una raíz incluso más completa que la zanahoria.

– Coliflor:

se aconseja por su alto contenido en fitoquímicos (glucosinolatos, isotiocianatos e


indoles). Estos contribuyen a la prevención de algunas enfermedades degenerativas y a
estimular el sistema inmunológico por su carácter antioxidante. Por su excelente
contenido en folatos, la coliflor es una verdura a tener en cuenta en la dieta de la mujer
embarazada. La deficiencia de esta vitamina durante las primeras semanas de embarazo
puede provocar en el futuro bebé defectos del tubo neural, como la espina bífida o la
anencefalia.

– Espinacas:

El elevado contenido de vitamina K en esta verdura hace que tomar las espinacas sea
beneficioso para una correcta coagulación de la sangre. Este alimento también es
beneficioso para el metabolismo de los huesos. El ácido fólico o vitamina B9 de las
espinacas, hace de este un alimento muy recomendable para su consumo en etapas de
embarazo o de lactancia.

– Judía verde o alubia:


reducen la presión arterial, son diuréticas, por lo que mejoran los casos de retención de
líquidos, por su contenido en ácido fólico está recomendado en el embarazo, para casos
de artritis o gota, mejora los casos de anemia gracias a su aporte en hierro y calcio y
poseen acción antiinflamatoria.

– Laurel:

En infusión, las hojas de laurel son capaces de aliviar las molestias estomacales
(reducen los gases, son buenas para los espasmos intestinales y ayudan a tener una
correcta digestión) y mejorar los dolores renales. El laurel también regula la
menstruación y se considera un diurético, por lo que ayuda a eliminar el exceso de
líquidos
– Lechugas:

Tiene la cualidad de poseer efectos sedantes y tranquilizantes, por lo tanto calma los
nervios, alivia las palpitaciones y controla los problemas de insomnio. Es ideal
consumir la lechuga en forma de zumo antes de acostarse.

– Lombarda:

muy recomendada para personas que sufren afecciones respiratorias. Al reducir el


colesterol, nos ayuda a proteger nuestro corazón de enfermedades cardiovasculares.
Además tiene la cualidad de eliminar e inhibir la acción de agentes cancerígenos. Y si
sufres de malas digestiones o incluso de enfermedades intestinales, es vital que la
incluyas en tu dieta

– Nabos:

aporta vitamina C y folatos. La vitamina C además de poseer una potente acción


antioxidante, interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos.
Asimismo favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las
infecciones.

– Patatas:

combaten la presión arterial, son diuréticas, poseen vitamina C, y minerales como el


potasio y socio, son beneficiosas en casos de problemas estomacales o del hígado, y en
casos de cálculos renales. De forma tópica mejoran el estado de la piel, su correcta
cicatrización, ojos cansados e incluso moratones.

– Perejil:

El perejil, al ser un alimento rico en potasio, ayuda a una buena circulación, regulando
la presión arterial por lo que es un alimento beneficioso para personas que sufren
hipertensión. El potasio que contiene este condimento ayuda a regular los fluidos
corporales y puede ayudar a prevenir enfermedades reumáticas o artritis. Pero aún posee
muchas mas propiedades,
– Pimientos:

Los pimientos poseen antioxidantes, altos contenidos de betacaroteno y vitaminas B2 y


E, por lo tanto previene enfermedades degenerativas y crónicas. También contienen
capsicina, la cual es alcaloide y ayuda a estimular las secreciones gástricas, la función
vesicular y favorecer notablemente al tránsito intestinal.

– Puerros:

los puerros tienen propiedades diuréticas y mejoran el tránsito intestinal, combatiendo


el estreñimiento. Beneficiosos ante afecciones respiratorias, mejora la circulación
sanguínea previniendo hemorroides, coágulos, varices, etc. Colabora en la disminución
del colesterol y posee efecto antibiótico.

– Rabanitos:

favorecen el drenaje del hígado y la vesícula biliar, estimulan la producción de bilis,


eliminar del organismo desechos y toxinas, regulan las funciones del colon o tratan
trastornos digestivos además de fiebre, infecciones intestinales, úlceras, resfriados,
reumatismos o gota, por mencionar sólo algunas dolencias. Además varios de sus
principios activos le confieren importantes propiedades antimicrobianas, antioxidantes,
expectorantes, diuréticas, inmunoestimulantes, depurativas y anticancerígenas.

– Remolacha:

Si te encuentras débil, convaleciente o con anemia, no te puedes faltar la remolacha,


además previenen defectos de nacimiento y ayudan a luchar contra enfermedades
cardíacas, mejoran nuestro sistema digestivo, y el inmunológico.

– Repollo o Col:
es muy beneficiosos para los casos de ácido úrico, así como para la retención de
líquidos, también regula el funcionamiento hormonal, posee acción anticancerígena y
antiinflamatoria, mejorando los casos de reuma y artritis. Es también aconsejado para
las úlceras estomacales o aplicado externamente para mejorar el estado de la piel.
– Romanesco:

es rica en vitamina C, nos protege del cáncer, potencia nuestras defensas y así poder
evitar todo tipo de enfermedades. Durante el invierno resulta muy beneficiosa para
mantener el sistema inmunitario funcionando en perfectas condiciones. No olvides
incluirlo en tu dieta.

– Zanahorias:

Su riqueza en antioxidantes hace de la zanahoria un eficaz neutralizador de radicales


libres protegiendo las membranas de las células e impidiendo que se altere su material
genético. Por tanto no sólo ayuda a prevenir las enfermedades degenerativas –cáncer
incluido- sino a ralentizar el proceso de envejecimiento del organismo.

– Garbanzos:

Por su alto contenido en vitaminas, proteínas y minerales, destacando el hierro, son


legumbres muy energéticas, nutritivas y equilibradas que, además, poseen propiedades
medicinales múltiples no difundidas pese a estar al alcance de todos los bolsillos. Sus
fibras y activos como folatos y el magnesio, entre otros elementos, lo hacen ideal para
reducir el llamado colesterol malo, beneficia el tránsito intestinal, recomendable para la
diabetes, anemia, problemas del colon, hipertensión, es anticancerígeno, diurético y
reconstituyente.

– Lentejas:

destacan por su alto contenido en fibra, hidratos de carbono, vitamina B9, hierro,
vitamina B6, vitamina B, magnesio, potasio, fósforo, cinc, proteínas y calorías. El resto
de nutrientes presentes en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son:
vitamina B3, agua, vitamina B2, vitamina E, sodio, calcio, selenio, ácidos grasos
poliinsaturados, vitamina C, carotenoides, grasa, yodo, ácidos grasos monoinsaturados,
ácidos grasos saturados y vitamina A.

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