¿CÓMO PODEMOS INCENTIVAR
TENEMOS QUE PEDIR A DIOS QUE OBRE
UN AVIVAMIENTO ESPIRITUAL?
TEXTO
Introducción
Un verdadero Avivamiento Espiritual es una
obra soberana de Dios. Sin embargo, hay
ciertas cosas que podemos hacer para
incentivar un Avivamiento Espiritual.
1. TENEMOS QUE DESEARLO NOSOTROS
Si no lo deseamos, Dios no lo dará. Tiene que
haber “hambre espiritual”.
- Tenemos que desearlo en nuestra vida
personal.
- Tenemos que desearlo para la Iglesia.
OJO: No debe ser un programa más de la
iglesia.
2. TENEMOS QUE PONER A UN LADO
NUESTROS PLANES
Muchas veces, lo que obstaculiza un
Avivamiento Espiritual son nuestros planes y
proyectos para la Iglesia. Mientras confiemos en
nuestros planes, Dios no obrará. No se trata de
añadir “Avivamiento Espiritual” a los demás
programas. Se trata de entender que tenemos
que desconfiar de lo que nosotros podemos
hacer, para comenzar a confiar exclusivamente
en Dios.
EJEMPLO: Salvación únicamente por fe en
Cristo; no es “fe más buenas obras”.
Las buenas obras vienen después, y
son el fruto de la fe.
3. TENEMOS QUE ESTUDIAR EL TEMA
Por ser algo bastante desconocido, debemos
leer libros acerca del tema. Libros que
expliquen lo que es un Avivamiento Espiritual, y
libros que describan momentos en que Dios ha
derramado Su Espíritu sobre una nación o
pueblo. El estudio despertará nuestro deseo
por un Avivamiento Espiritual.
4.
EN NOSOTROS
Primero Dios tendrá que obrar en los líderes de
la iglesia. Por lo tanto, tendremos que
humillarnos delante de Dios y reconocer
nuestras deficiencias espirituales. Tendremos
que pedir que él empiece Su obra en nosotros.
Tendrá que haber convicción de pecado;
confesión de pecado; reconocimiento de nuestra
debilidad espiritual; clamor a Dios para que nos
visite personalmente. Tendremos que poner a
un lado las cosas de la “carne”, tanto dentro
como fuera del ministerio.
5. TENEMOS QUE DEJAR DE CONFIAR EN
NUESTRAS ESTRATEGIAS
Al buscar a Dios lo más probable es que Dios
nos muestre la ineficacia de nuestras
estrategias. Tendremos que estar dispuestos a
poner a un lado las cosas en que estamos
confiando (por ejemplo, ciertos aspectos de la
adoración; ciertos programas o métodos, etc.).
Dios probará nuestra fe.
6. TENEMOS QUE LLAMAR A LA IGLESIA A
LA ORACIÓN
En medio de todo esto, nos daremos cuenta que
la estrategia principal de Dios es la oración. Es
el método divino para edificar la Iglesia.
Tendremos que dar más tiempo nosotros
mismos a la oración; luego llamar a la iglesia a
la oración; renovar nuestros conceptos y
prácticas en cuanto a la oración.
7. TENEMOS QUE BUSCAR LA UNCIÓN DEL
ESPÍRITU SANTO
Poco a poco nos daremos cuenta que esto es lo
más importante. Pero tendremos que distinguir
entre una verdadera unción y las falsas
unciones. Para ello, tendremos que dejar a un
lado lo que vemos alrededor nuestro o algunos
libros que hemos leído, y tendremos que buscar
la enseñanza bíblica al respecto. Tendremos
que estudiar la obra del Espíritu Santo en
mayor profundidad.
8. TENEMOS QUE PEDIR A DIOS QUE
BENDIGA LA PREDICACIÓN

En medio de nuestro estudio del tema nos

daremos cuenta de la centralidad de la
predicación, y de cómo debemos predicar (la
“filosofía” de la predicación). Tendremos que
cambiar nuestra forma de predicar; los temas
que enfatizamos. Tendremos que colocar a Dios
en el centro de la predicación, no el ser
humano. La predicación debe consistir en la
exposición de las Escrituras en el poder del
Espíritu Santo.

9. TENEMOS QUE GLORIFICAR A CRISTO

No habrá Avivamiento Espiritual sin la obra del

Espíritu Santo; y el Espíritu Santo no obrará si
no hay un verdadero y profundo deseo de
honrar y glorificar a Cristo. El propósito del
Avivamiento Espiritual no es llenar la iglesia;
tampoco es lograr muchos convertidos, o tener
cultos más espectaculares. El propósito de un
Avivamiento Espiritual es glorificar a Cristo.

10. TENEMOS QUE PERSEVERAR EN

ESPERAR

No hay ninguna garantía que Dios obre

inmediatamente. Lo más probable es que no lo
haga:

- Porque quiere saber si hemos entendido

bien el asunto.

- Porque Él es soberano, y nos hará sentir

eso.

- Porque quiere ver si estamos en serio en

lo que buscamos.

Conclusión: Jer. 33:3