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VÍNCULO Y GRUPO OPERATIVO

Para Pichon Riviere el sujeto es emergente configurado en un sistema


vincular y social desde el interjuego fundante entre necesidad/satisfacción que
a su vez remite a una dialéctica intersubjetiva.

Encontramos aquí dos pares contradictorios: necesidad/satisfacción y


sujeto/contexto vincular y social.

Desde aquí emerge y se configura en una relación con otro esa


contradicción básica entre la necesidad y la satisfacción.

Por lo tanto el destino de esa relación dialéctica será de gratificación o de


frustración.

Se da un interjuego de causas internas y condiciones externas que operan


en la constitución del sujeto, por lo tanto la necesidad es inherente a todo ser
vivo y su opuesto, la satisfacción, se da en la interioridad del sujeto, pero la
fuente de la gratificación le es externa.

Es esta contradicción que mueve a la relación con el mundo externo en la


búsqueda de la gratificación.,

La necesidad es el fundamento motivacional de toda experiencia de


contacto, de cualquier aprendizaje y de cualquier vínculo.

La satisfacción (a la que se accede en la experiencia con otro es


eminentemente social y vincular).

La necesidad remite al objeto, se objetiva, lleva la huella del objeto.

Las necesidades cambian de calidad a partir de la incorporación del


objeto.

Esta experiencia no es solo la base de la objetividad en tanto registro de


lo externo, sino que por esto es el fundamento de la subjetividad.

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¿Cómo el objeto se inscribe en nuestro interior?

Es a partir de la experiencia de satisfacción que el objeto se transforma en


un referente interno (objeto interno) y a su vez transforma la necesidad,
dándose causalidades internas y condiciones externas para este proceso
dialéctico mundo externo/mundo interno.

El abordaje interaccional-vincular permite un acercamiento más totalizador


y más complejo para comprender la realidad bio/psico/social que es un sujeto.

Hay una interpretación de lo biológico y lo social es ese orden específico


que son los procesos psíquicos.

Es en el escenario vincular donde el sujeto de la necesidad, en la acción


de satisfacerla (por la conducta) y en una experiencia social, se transforma en
sujeto de la representación, de las significaciones sociales, es decir en el sujeto
humano.

Entonces, interpretamos la realidad y se orienta la acción en el mundo


externo.

La conducta, aún la más aislada, es siempre relacional, es un hacia el


contexto, y así se hace comprensible, decodificable, y transformable en tanto
se la aborde en la interioridad de una compleja trama de vínculos y relaciones
sociales.

El otro, individual y social, significa a su vez la acción del sujeto,


determinando con su acción y sus significaciones (policausalidad) las calidades
de los objetos y las formas de interpretación de la realidad.

Antes hablamos de incorporación, por lo tanto podemos preguntarnos:


qué es? De qué se trata?.

Es un proceso por el cual el sujeto de un modo más o menos


fantasmático, introduce y guarda dentro de sí, en su cuerpo, un objeto. La
incorporación será el prototipo de la identificación y de la introyección.

¿Cómo se relaciona entonces, la madre con su hijo?.

Es desde la historia de la madre y desde su contexto vincular. Y también


desde la interpretación que socialmente se hace de la maternidad. Desde aquí
se transmite y se incorpora la calidad de los objetos.

Ahora hablaremos de patologías vinculares:

Son las formas del vínculo que obstaculizan, por frustración, la resolución
de los conflictos, el aprendizaje, la discriminación, el crecimiento, la
gratificación.

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“La enfermedad de un miembro es síntoma del funcionamiento de la
estructura” (Pichon Riviere).

Es a partir del análisis del grupo familiar que Pichon Riviere visualiza al
grupo en dos aspectos:
 Como un ámbito interaccional entre sujetos que los configura y
determina, y
 Como un instrumento de la tarea.

Podemos discriminar varios tipos de vínculos:


 Vínculo bueno,
 Vínculo malo,
 Vínculo divalente,
 Vínculo ambivalente,
 Doble vínculo.

Por ejemplo el doble vínculo (trabajado para los casos de esquizofrenia


por Bateson) debe tener cuatro condiciones para que produzca enfermedad:

1) que se repita,
2) que se de en el seno de una relación asimétrica
3) que destituya la percepción del sujeto
4) que nadie lo salve.

Ya sabemos que no hay grupo sin vínculo ni sin tarea. Por lo que el grupo
es un sistema de vínculos donde se irá dando progresivamente un
esclarecimiento mutuo de la fantasía dominante, y donde el equipo de
coordinación favorece el vínculo del grupo con la tarea.

Es decir, se produce en el grupo una reciprocidad de acciones, y una


direccionalidad que tiende a la operatividad. Por supuesto estamos hablando
de grupo centrado en la tarea.

Escuela Superior de Psicología Social



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