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La biosíntesis de los glucósidos cianogénicos ha sido ampliamente estudiada, observándose que derivan de aminoácidos,
los precursores de los glucósidos de importancia en alimentos son los siguientes: L-tirosina precursor de durrina; L-
fenilalanina de prunasina; L-valina de linamarina y L-isoleucina precursor de lotaustralina. En la Figura 3.1.1 se muestra
la ruta de biosíntesis de los glucósidos cianogéncios, de la cual un compuesto clave es la formación de la correspondiente
aldoxima, ya que dependiendo de la fisiología de la planta, a partir de este metabolito se puede derivar hacia la formación
de un diferente β-glucósido. (La figura 3.1.2 nos presenta algunos glucósidos cianogénicos monosacáridos más comunes)
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NIETO DÍAZ MARINA BELÉN.
TRIM 17 O. TOXICOLOGÍA. TAREA.
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La degradación del glucósido cianogénico es iniciada por la β-glucosidasa (figura 16.4) que en las células se separa de su
sustrato. Una vez que la estructura celular se rompe por trituración de la semilla, la enzima y el sustrato se unen y
comienza la reacción. [2]
La especificidad de sustrato de β-glucosidasa está gobernada por un resto aglicón. Por lo tanto, las enzimas presentes en
"emulsión", una mezcla de glucosidasa de almendras amargas, hidrolizan no solo la amigdalina sino también otros
glucósidos cianogénicos que se derivan de la fenilalanina o la tirosina, pero no la linamarina. Como se muestra en la
figura 16.4, la hidrólisis de β-glucosidasa produce un hidroxinitrilo inestable que se degrada lentamente en el
correspondiente compuesto de carbonilo y HCN. Sin embargo, la mayoría de las semillas de leguminosas contienen una
hidroxinitrilo liasa que acelera esta reacción. [2]
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En el caso Morales vs Hickman, visto en California en febrero de 2006, el juez Jeremy Fogel rechazó condicionalmente el
argumento de Michael Angelos Morales de que no debía ser ejecutado mediante inyección letal ya que ello violaría sus
derechos en virtud de la Enmienda VIII a no sufrir penas crueles y desusadas. [4]
Sin embargo, el juez Fogel impuso algunas condiciones al estado de California si decidía seguir adelante con la ejecución.
Así, el estado debía certificar por escrito que, bien sólo utilizaría tiopental sódico u otro barbitúrico o combinación de
barbitúricos en la ejecución, bien aceptaría la verificación independiente “por parte de una persona o personas cualificadas
[…] de que el demandante se encuentra realmente inconsciente antes de proceder a la inyección del bromuro de
pancuronio o del cloruro de potasio”. [4]
En un principio, dos anestesiólogos aceptaron colaborar en la ejecución mediante la mezcla de los tres compuestos
químicos, pero decidieron retirarse del procedimiento cuando el juez resolvió que posiblemente tendrían que estar
presentes en la cámara de ejecución e intervenir si surgía algún problema. Tras el “plante” de los anestesiólogos, las
autoridades pidieron autorización al tribunal para aplicar la segunda alternativa: una inyección única de tiopental de sodio.
[4]
El juez Fogel falló que podían continuar con la ejecución empleando exclusivamente tiopental de sodio, mas “sólo si el
tiopental de sodio es inyectado en la cámara de ejecución directamente en la cánula intravenosa [tubo flexible] por una
persona o personas habilitadas por el estado de California para inyectar medicamentos por vía intravenosa. La dosis a
utilizar deberá ser al menos cinco gramos de tiopental de sodio seguido de 20 centímetros cúbicos de solución salina […]
Las personas pueden vestir ropas adecuadas para proteger su anonimato”. [4]
4. Reacción de Guinard
Reactivo de Guignard
Colocar 2.5 g de ácido pícrico en un matraz Erlenmeyer de 250 mL y disolver con 200 mL de agua destilada. Enseguida
agregar 12.5 g de carbonato de sodio (Na 2CO3) y agitar cuidadosamente para disolverlo. Llevar la solución a un volumen
de 500 mL con agua destilada.[5]
punto de ebullición: 39 °C
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Reactividad:
Las temperaturas elevadas facilitan la descomposición por polimerización, reventando los contenedores.
Incompatibilidades: reacciona con agua, más rápido en presencia de ácidos, aminas o álcalis. El contacto con
hierro, cobre, estaño o sus sales y con otros compuestos puede desencadenar una polimerización violenta. Son
seguros el acero inoxidable, níquel o vidrio/cerámica.
La combustión de MIC puede generar gases tóxicos como HCN, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono.
MIC ataca ciertos plásticos, elastómeros y pinturas. Las resinas fluoradas son resistentes.
Inflamabilidad:
TRATAMIENTO.
1. Realizar el ABCD (Air way - vía aérea, Breathe - ventilación, Circulation – control circulatorio, Déficit neurológico),
con administración de oxígeno al 100%. [8]
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2. Colocar una perla de nitrito de amilo (ampollas de 1 mL) dentro del dedo de un guante de látex, cubrir la nariz y boca
con el orificio del guante a manera de mascarilla, romper la perla sin soltarla (para evitar la aspiración de la perla), y
permitir que el paciente inhale el contenido del guante durante aproximadamente 30 segundos. Este medicamento produce
una metahemoglobinemia del 5%, mientras que el nitrito de sodio al 3% produce un 20 a 30%. La dosis de nitrito de sodio
(frasco de 50 mL) es de 300 mg por vía intravenosa (10 mL) infundido en 5 minutos (en niños: 0.15 a 0.33 mL/kg). Si el
paciente está en paro respiratorio, intubarlo, y preparar un guante como puente entre el ambú y el tubo, así: colocar una
perla en el dedo medio del guante, anudar el orificio de éste, cortar los extremos distales de los dedos 1 (se conecta al
ambú) y 5 del guante (se conecta al tubo orotraqueal) y se insufla durante 30 segundos con el ambú a fin de que el
contenido gaseoso de la perla sea inhalado. Todas estas medidas buscan producir metahemoglobina para desplazar al
cianuro de la citocromo oxidasa, pero pueden estar asociadas con cefalea, empeoramiento de la hipotensión y disminución
de la capacidad de transporte de oxígeno. Estas complicaciones pueden agravar el cuadro en pacientes intoxicados
simultáneamente con monóxido de carbono, por lo cual no se recomiendan en pacientes provenientes de incendios. [8]
3. Iniciar tiosulfato de sodio (hiposulfito de sodio) al 25% (frasco por 50 mL): administrar 12.5 g intravenosos a razón de
5 mL/min (en niños la dosis es 400 mg/kg, es decir 1.6 mL/kg).
4. Si el paciente llega en la primera hora de la intoxicación por vía oral, realizar lavado gástrico exhaustivo con solución
salina y descartar el contenido rápidamente por el riesgo de intoxicación inhalatoria del personal de salud. Si se realizó
lavado gástrico, suministrar carbón activado y, consecuentemente, catárticos. [8]
5. Si hay inestabilidad hemodinámica, iniciar soporte inotrópico con dopamina o norepinefrina.[8]
6. En caso de acidosis metabólica grave se debe iniciar infusión con bicarbonato de sodio. [8]
7. El antídoto más prometedor es la hidroxicobalamina (5 g para adultos y 70 mg/kg en niños).[8]
Aparte del potencial tóxico del Cianuro de Hidrogeno, también tiene aplicaciones industriales, como en la metalurgia
mediante la creación de otros Cianuros, como el NaCN que se usa para endurecer el acero; incluyendo el procesamiento
industrial del oro, laboratorios químicos, manufactura de plásticos (acrilonitrilo y propionitrilo), pinturas, pegamentos,
solventes, esmaltes y removedores de uñas, papel de alta resistencia, herbicidas, plaguicidas y fertilizantes (cianamida de
hidrógeno). El medicamento vasodilatador nitropusiato libera cianuro cuando se expone a la luz o a través del
metabolismo. Otra fuente importante son los incendios, debido a que la combustión de lana, seda, poliuretano o vinilo
puede liberar cianuro e inducir toxicidad fatal por vía inhalatoria. [7, 8]
7. El impulso de la célula post sináptica sobre la célula pre sináptica.
Las sinapsis químicas poseen una característica importante que las convierte en un elemento muy conveniente para
transmitir la mayor parte de las señales en el sistema nerviosos. Siempre conducen las señales en un solo sentido: es decir,
desde la neurona que segrega la sustancia transmisora, denominada neurona presináptica, hasta la neurona sobre la que
actúa el transmisor, llamada neurona postsináptica. Este es el principio de la conducción unidireccional de las sinapsis
químicas y se aleja bastante de la conducción a través de las sinapsis eléctricas, que muchas veces transmiten señales en
ambos sentidos. [9]
Bibliografía.
1. Arrázola Guillermo, Grané Nuria, Martin L. Ma., Dicenta Federico. Determinación de los compuestos
cianogénicos amigdalina y prunasina en semillas de almendras (Prunus dulcis L.) mediante cromatografía
líquida de alta resolución. Revista Colombiana de Química, vol.43, núm. 3, Bogotá, Colombia, noviembre
2014, [23-30pp] disponible en: http://www.redalyc.org/artículo.oa?id=309042140004
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NIETO DÍAZ MARINA BELÉN.
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2. H-D. Belitz, W. Grosch, P. Shierberle. Food Chemistry. Springer 2009.Chapter 16. Legumes. German
Research Centre for food Chemistry. [746-761pp.] Disponible en:
https://www.researchgate.net/publication/226958759
3. Valle Vega Pedro, Florentino Lucas Bernardo. Toxicología de Alimentos. Instituto Nacional de Salud
Pública. Centro Nacional de Salud Ambiental. México, D.F. 2000. (ISBN 92 75 37004 4). [66-70pp].
Disponible en: http://www.bvsde.paho.org/eswww/fulltext/toxicolo/toxico/toxico.pdf
4. Amnistía Internacional. Ejecución por inyección letal. Un cuarto de siglo de muertes por envenenamiento a
manos del Estado. Octubre 2007. Índice AI: ACT 50/007/2007. Londres, Reino Unido. Secretariado
Internacional. Traducción de Editorial Amnistía Internacional (EDAI) España. Disponible en:
http://web.amnesty.org/library/Index/ESLACT500072007
5. Jiménez Arellano Adelina, Cruz Mayte Lourdes, Medina Reyes Liz Jannet, Pérez Muñoz Carlos, Cedillo
Camarillo Laura, et. al. Manual de Laboratorio de Toxicología. UNAM. Facultad de Química.
Departamento de Farmacia. C. U. México, D. F., 2001. [26-30pp] Disponible en:
http://depa.fquim.unam.mx/Toxicologia/manual%20de%20toxi.pdf
6. Castro D. Gerardo. Bhopal, un alerta al uso de sustancias químicas peligrosas en escala industrial. Centro
de Investigaciones Toxicológicas. CEITOX (CITEFA-CONICET) Buenos Aires, Argentina. Disponible en:
http://www.bvsde.paho.org/bvstox/e/fulltext/bhopal/bhopal.pdf
7. Rodríguez Javier. La química como Armamento. Fundamentos de química. 1° Física 01. [12-13pp].
Disponible en: http://www.ehu.eus/zorrilla/juanma/ARMAS/Armamento.pdf
8. Guía para el manejo del paciente intoxicado. 4°ed. 2009. Editores: Peña Lina M., Parra Sergio, Rodríguez
Carlos A., Zuluaga Andrés F. Departamento de Farmacología y Toxicología Clínica. Facultad de Medicina.
Universidad de Antioquia. (ISBN-13: 978-958-44-4481-3) Impreso en Medellín Colombia. Disponible en:
http://www.urgentools.es/Archivos/GuiaToxicologiaActualizadas2009.pdf
9. Hall John. Tratado de Fisiología Médica. 12° ed. 2011. España. Elsevier. [547pp.]