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abajo que el tronco o las piernas, de modo de aumentar el flujo sanguíneo al cerebro. En caso que la
herida esté en una extremidad, si es posible lo mejor sería elevar esa parte del cuerpo para disminuir
el flujo sanguíneo.
-En caso que el sangrado no pare con la presión directa, se puede proceder a aplicar una compresión
arterial directa en el vaso que irriga la zona lesionada. Para ello primero se debe localizar el pulso
de la arteria correspondiente, para después ejercer una compresión firme y constante con los dedos
o con el puño.
-Si el sangrado continúa o vuelve a aparecer, será necesario acudir a un centro médico con urgencia.
En caso que la hemorragia se deba a amputación o trituración de la extremidad, se tendrá que
colocar un torniquete que deberá ser aflojado cada 20 minutos. Si la víctima está consciente se le
puede dar líquidos para que beba.
Externa:
Externa:
Hacer presión con la mano, con una gasa o pañuelo limpio sobre la herida.
Si continúa sangrando, poner más gasa u otro trapo limpio, sin quitar el anterior y continuar
la presión.
Si no hay fractura, levantar los brazos y/o las piernas.
Si la hemorragia es en el tronco o cabeza haga presión sobre la herida con un pañuelo o
gasa limpia.
Precauciones:
No tratar de introducir los órganos que se hayan podido salir por la herida.
Si la herida es en el tórax o abdomen, no se debe retirar el objeto que esté causando la
lesión, ni ningún otro objeto que se halle dentro de la herida.
HERIDAS PUNZANTES: este tipo de heridas son originadas por elementos puntiagudos
como agujas, anzuelos, etc. Existe la posibilidad de que el corte ocasiones hemorragias
internas o dañe las cavidades subyacentes. Por otro lado, se corre el riesgo de infección.
1. La lesión es dolorosa
2. La hemorragia escasa
3. El orificio de entrada es poco notorio
4. Es considerada la más peligrosa porque puede ser profunda, haber perforada
vísceras y provocar hemorragias internas.
HERIDAS CORTANTES: son producidas por objetos filosos tales como vidrios o
cuchillos. A pesar de ocasionar una hemorragia escasa, puede llegar a poner en riesgo
musculaciones, nervios y tendones.
LACERACIONES: se refiere a una abertura en la piel y/o un desgarro en los tejidos. Son
efectuadas por elementos de bordes serrados. Superficialmente son irregulares. De acuerdo
al tamaño las laceraciones pueden ser menores o requerir alguna intervención médica.
MAGULLADURAS: son lesiones cerradas causadas por un golpe. No presentan heridas
exteriores, sino que se distinguen como una mancha en tono morado.
CONTUSIONES: se ocasiona debido a la resistencia ejercida por los huesos frente a un
golpe. La herida presenta bordes irregulares, y tiende a la formación de una cicatriz en la
piel. Además, las contusiones suelen producir una hemorragia en los tejidos internos.
Según su aspecto macroscópico
• Limpias: son heridas con buen aspecto y fondo sangrante. No hay signos de necrosis ni existen
cuerpos extraños.
Según su profundidad
• Superficiales: son heridas que afectan a la epidermis y a la dermis. Son ejemplo de este tipo de
heridas un arañazo o abrasión de la piel.
• Profundas: son aquellas heridas que afectan al tejido celular subcutáneo o a otros tejidos internos.
Pueden llegar a afectar a músculos y vísceras.
Tipos de sutura
Las suturas podrán ser de varios tipos (siempre elegidas según criterio del profesional):
En estos casos siempre se dan normas para su cuidado. En principio, es responsabilidad del paciente
o de sus padres tanto el mantener adecuadamente la zona y cuidar la higiene, como vigilar los
signos de alarma (dolor en la zona, inflamación, color rojo, zona caliente, o aparición de fiebre).
El resultado estético final dependerá tanto de la técnica de la persona que hace la sutura como, sobre
todo, por la genética y características personales de cada individuo, que a veces predispone a tener
cicatrices queloides (gruesas y abultadas).
No se debe suturar una herida cuando:
Herida
Una herida es una lesión que tiene como principal característica interferir la integridad de los tejidos
blandos (piel, músculo, tejido subcutáneo, órganos blandos, tendones, nervios, entre otros).
Son producidas por agentes externos (vidrios, piedras, cuchillos, etcétera) o internos (huesos
fracturados). Las heridas no siempre son abiertas, muchas veces se producen las llamadas heridas
cerradas (hematomas).
Cuando nos adentremos en el tema de cómo curar una herida veremos que existen dos riesgos que
es necesario atender antes que nada para que no pasen a problemas mayores: la hemorragia y la
infección.
Tipos de hemorragias
a.1) Externas: Si sale sangre a través de una herida abierta en la piel. Pueden provenir de la
superficie o estar originadas en profundidad.
a.2) Internas: Cuando el individuo pierde sangre, pero no sale al exterior, sino que el vaso se
rompe hacia una cavidad interna cerrada, como el abdomen, el tórax o el cráneo. La sangre se
acumula en el interior del cuerpo, sin salir al exterior. Termina en estado de SHOCK.
a.3) Intersticiales o entre planos: se rompe el vaso, pero no hay orificio de salida, ni hacia una
cavidad ni al exterior, y se desliza entre los diferentes tejidos. Dan lugar a la equímosis y los
hematomas.
a.4) Internas exteriorizadas: el vaso se rompe también en una cavidad, pero esta sí tiene salida al
exterior por orificio natural, como la boca, el oído o la nariz. Estas hemorragias reciben nombres
diferentes según la vía de salida:
Síntomas de hemorragias
Las hemorragias (del lat. haemorrhagia, y éste del gr. haimorrhaguía; de haíma, sangre y regnýai,
reventar) es la salida de sangre de los vasos sanguíneos como consecuencia de la rotura de los
mismos.
Según su naturaleza:
Internas.
Externas.
Provenientes de orificios naturales.
Según su procedencia:
La condición previa del paciente: Edad, enfermedades concurrentes, medicamentos que utiliza, etc.
En todos los casos y particularmente en los de hemorragia interna, se deberá evaluar respiración y
circulación, valorar la presencia de síntomas de shock, así como asegurar la permeabilidad de las
vías aéreas. Es recomendable acostar a la víctima para prevenir lipotimias o desmayos, así como su
traslado urgente a un centro asistencial.
Cuando la fuente de la hemorragia está ubicada en la cabeza de la víctima, no se le debe acostar con
la misma más baja que el resto del cuerpo, porque aumentaría el sangramiento.
Dependiendo del tipo de hemorragia que se trate, variarán las restantes medidas:
Las hemorragias internas son difíciles de evidenciar, pero se puede suponer su presencia cuando
existen traumatismos considerables corporales o cuando se presentan heridas por arma blanca y más
aún por arma de fuego y la víctima se presenta con palidez, sudoración, mareos y pulso débil y
rápido.
Acueste a la víctima en posición completamente horizontal y eleve sus extremidades inferiores, con
algún objeto colocado debajo de estas, para que queden sobre la altura de la cabeza.
Como medida extrema, aplicar un torniquete. Si la zona herida no lo permite, presione fuertemente
con sus dedos, la arteria responsable de la hemorragia.
El torniquete se aplicará en un nivel entre la herida y el corazón. No debe emplearse, a ser posible,
cuerda, alambre u otros objetos finos que puedan "cortar" al comprimir; lo usual es utilizar un
pañuelo plegado o algo similar con suficiente anchura (5 cm. aproximadamente).
Su uso implica un riesgo severo: la necrosis del área afectada, lo que es lo mismo que la muerte de
dicho tejido por falta de riego sanguíneo.
Colocación del torniquete
Después de colocar el torniquete y hasta que la víctima sea atendida en un centro asistencial, el
mismo deberá aflojarse un poco, para permitir el riego sanguíneo del resto del miembro afectado,
por lo menos cada 15 a 20 minutos, volviendo a apretarlo nuevamente.
Es muy importante reflejar en un lugar visible de la víctima, la hora y la localización del torniquete
y debe procurarse mantenerlo a la vista de todos, sin ocultarlo con ropa u otros objetos.