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Nombre de la Materia

ANÁLISIS DEL COMPORTAMIENTO HUMANO G10

Nombre del Alumno (a)


EIMER EDUARDO CÓRDOBA CHAVERRA

Nombre de la Tarea
Unidad 1/Módulo # 1.2 Ensayo " FACTORES
BIOLÓGICOS, COGNITIVOS Y AFECTIVOS "

Nombre del Profesor


Dr. RICARDO J. MERCADO DEL COLLADO

Fecha: 22 de octubre de 2017.


FACTORES BIOLÓGICOS, COGNITIVOS Y AFECTIVOS:

Introducción.

Desde el primer instante de la fecundación comienza el desarrollo humano que es tan


complejo como la vida misma, en él, la herencia y el ambiente son realidades que están
entrelazadas con la finalidad de lograr seres humano que alcancen el mejor desarrollo
físico, cognitivo y social.

En relación con lo dicho anteriormente, se debe comprender que un fenotipo es cualquier


característica o rasgo observable de un organismo como su morfología, desarrollo,
propiedades bioquímicas, fisiológicas y hasta su comportamiento; los fenotipos resultan de
la expresión de los genes de un organismo así como de la influencia de los factores
ambientales de las posibles interacciones entre ambos. Por otra parte, el genotipo de un
organismo es el conjunto de instrucciones heredadas que lleva en su código genético. Así
mismo, en la actualidad se sabe que casi el 100% de los rasgos físicos normales como
ciertos trastornos físicos son heredados, en cambio, aspectos fenotípicos relacionados con
la inteligencia, personalidad, y la conducta no necesariamente se heredan con tan altos
porcentajes ya que están sujetos a una gama de fuerzas tanto hereditarias como
ambientales.

Son muchos los elementos que se conjugan para que el ser humano logre asumir cierta
conducta que le permita de una u otra manera estar en armonía con su entorno, de esa
conducta dependerá la sana convivencia o por el contrario, se generarán conflictos que
tendrán que abordarse desde la psicología mediar en el individuo, y de esta forma lograr
moldear los comportamientos a través de unos estímulos, para que las respuestas o
consecuencias sean acertadas a lo que llamare conducta adecuada. En este sentido, se
trataran tres factores; el biológico, el cognitivo y el afectivo y se determinara la forma en que
estos interactúan de manera conjunta en el comportamiento humano.

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Ensayo.

Con respecto al factor biológico, se ha podido determinar que el sexo según Ochando
(1983) “se caracteriza fundamentalmente por la combinación y recombinación genética en
cada generación. Y esto es lo que le ha permitido ser, desde el punto de vista evolutivo,
altamente ventajoso: la generación de variabilidad genética permite mayor flexibilidad
adaptativa a la especie, evolución más rápida, y claras ventajas a largo plazo frente a otras
formas reproductivas asexuales”. Con respecto a lo anterior, podemos decir que el sexo en
la especie humana que ha sido el más estudiado, ha arrojado algunos resultados con
respecto al comportamiento humano dependiendo del sexo al que se pertenece, se ha
encontrado que el individuo tiene cierto comportamiento, lo que es evidente aunque en
algunas ocasiones se notan algunas excepciones. Por ejemplo, se ha determinado que
normalmente, la mayoría de los varones muestra interés por el fútbol, pero esto no quiere
decir que algunas mujeres no se sientan atraídas por este deporte y que a algún porcentaje
de varones no muestren ni siquiera interés en verlo jugar. Con base a lo anterior no
podemos afirmar que el sexo es determinante de manera radical en cierto comportamiento
o conducta, sino que más bien está determinado por el estímulo que se dé, el cual va a
determinar una respuesta (comportamiento) que va a generar una respuesta o
consecuencia (conducta).

Dicho de otra manera, el factor hereditario se puede desarrollar o manifestar atreves de una
gama de expresiones posibles por ejemplo: la talla de una persona, depende en buena
medida de procesos biológicos que están regulados genéticamente sin embargo, es posible
que haya un margen de tallas que dependan de las oportunidades y restricciones del
ambiente o del comportamiento de la persona. Lo antes mencionado se puede explicar
atendiendo a lo dicho por, Ochando (2002) retoma lo dicho por Lewontin, R., (1984) los
genes no necesariamente determinan el fenotipo, ni las tendencias, ni la capacidad, “es que
los efectos de un mismo ambiente puede ser distinto en diferentes genotipos, al igual que
un mismo ambiente puede ejercer efectos distintos si el organismo se ve sometido a él en
diferentes momentos de su vida, algunos caracteres son respuestas inmediatas a ciertos
aspectos del ambiente”. Así mismo, lo antes mencionado se puede evidenciar en las
conductas que desarrollan los bebes o niños en etapas tempranas. Estas, dependen de la
maduración y estímulos que se presentan antes, durante y después del parto. Los bebés
siguen una secuencia predecible del desarrollo motriz: gatear, caminar, y correr. En este
orden de ideas, se esperaría que dentro de estas edades e incluso en ciertas edades

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aproximadas la secuencia se cumpla normalmente, pero se han encontrado casos en los
que por variaciones del contexto como la falta de estímulos o sobre estimulación han
incidido en los ritmos y tiempos de aparición de dichas conductas del desarrollo del niño.

Con respecto al factor cognitivo, se puede afirmar, que se requiere de una adaptación a una
vida social, que requiere de una capacidad cognitiva que genera ciertos comportamientos
en el individuo y que le permite interactuar con su entorno gracias a la asimilación o
aprendizaje. No es posible mediar en un individuo sin que este haga uso de sus estructuras
cognitivas, posteriormente, a su vez, este aprendizaje provoca que el sujeto adopte una
conducta que es el resultado de ciertos estímulos que han activado un comportamiento,
pudiendo este al mismo tiempo ser mediado a través de ciertas acciones que permitan que
las respuestas sean acertadas. Lo antes dicho, requiere tener una visión evolucionista del
cerebro como la expresada por distintos autores como: Barret, Dunbar y Ellis, (2002) Buss,
(1995-1999); Tooby y Cosmides, (1996). “el cerebro evoluciona o cambia de acuerdo a los
entramados de relaciones interpersonales”. Por ejemplo: las capacidades cognitivas que
nos permite detectar el peligro, reconocer el fraude y la mentira. En este sentido, podemos
comprender que los estímulos activan las estructuras cognitivas cerebrales, lo que conlleva
a que el individuo evolucione y se adapte a las nuevas condiciones del entorno, asumiendo
un nuevo comportamiento que le llevará a replantear las respuestas (conducta) a dicho
comportamientos y que le ha generado un aprendizaje.

Por consiguiente, lo dicho por de Gámez y Marrero (2005) “necesidades de autonomía,


competencia y vinculación, que impliquen todo este abanico de capacidades cognitivas y
biológicas” refuerza la necesidad de interacción entre los individuos, esta, promueve y
genera desarrollo cognitivo, es tan relevante la integración que cada vez que interactuamos
con otras personas terminamos aprendiendo de ellas y ellas de nosotros, de tal manera que
a este factor se le atribuye una gran importancia porque cuando las interacciones se
realizan con personas que presentan conductas adecuadas, terminaremos asumiendo
comportamientos que generarán igualmente respuestas adecuadas en nosotros, lo cual son
necesidades propias del ser humano. Finalmente, el factor afectivo, es inherente a todo ser
humano, e indiscutiblemente provoca un comportamiento de acuerdo a la situación afectiva
del individuo, de tal manera que si los sentimientos son negativos, de igual forma el
comportamiento en un altísimo porcentaje también lo va a ser.

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Pero antes de continuar, es importante comprender algunos conceptos relevantes en este
sentido entenderemos las emociones como la reacción inmediata del ser vivo a una
situación que le es favorable o desfavorable. Así mismo, Bartolomé Yankovic, (2011) define
los sentimientos como “la expresión mental de las emociones; es decir, se habla de
sentimientos cuando la emoción es codificada en el cerebro y la persona es capaz de
identificar la emoción específica que experimenta: alegría, pena, rabia, soledad, tristeza,
vergüenza,” etc.”. El afecto, es otro concepto y se suele relacionar con la emoción, pero son
fenómenos distintos aunque, sin duda, relacionados, mientras la emoción es una respuesta
individual interna que informa de las probabilidades de supervivencia que ofrece una
situación, el afecto es un proceso de interacción social entre dos o más personas.

Es así que, después de esta pequeña aclaración conceptual, proseguimos analizando la


relación de lo afectivo en el comportamiento humano. En consecuencia hay que decir que
el ser humano en su necesidad de relacionarse con los demás, establece distintos vínculos
afectivos, que tienden a organizarse de forma compleja, estas formas son las emociones y
los sentimientos. Estos a su vez están cargados de tensión y de energía, que terminan
movilizando los comportamientos del individuo y generando una conducta, esos
comportamientos pueden ser positivos o negativos, en este sentido, en el caso del
aprendizaje, se requiere que esos comportamientos sean positivos para que generen un
desarrollo cognitivo en los sujetos que orientamos, en palabra de Ciompi (2007) “resulta
muy sorprendente que las emociones jueguen un papel tan importante en cualquier
acontecimiento psíquico o social”. Siempre serán las emociones y los sentimientos las que
determinarán un estado de ánimo en el individuo que provocará en él un comportamiento
para llevar a cabo o no una actividad determinada.

Por otro lado, los afectos según Ciompi (2007) “son los motores y organizadores esenciales
de toda evolución psíquica y social”. En el caso del aprendizaje, si el estudiante controla
sus sentimientos y emociones y estos a su vez son estimulados positivamente o de no
estarlos, el docente mediador ejecuta algunos estímulos que permiten la modificabilidad en
el individuo, se estará haciendo muy bien la tarea como pedagogo. Pues indiscutiblemente
el campo afectivo juega un papel fundamental en la disponibilidad del discente para
aprender o no.

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Conclusón.

Desde el primer instante de la fecundación comienza el desarrollo humano y es


considerado un proceso que dura toda la vida, este a la vez esta estructurado por distintas
etapas en donde cada etapa de la vida de una persona se encuentra incluida por lo que ya
ha ocurrido, es decir, cada período afecta al que viene.

Por consiguiente, cada etapa del desarrollo humano acarrea consigo unas edades, una
serie de características tanto biológicos (genotipos y fenotipos), cognitivos (aprendizaje), y
afectivos (emociones, afecto, sentimientos), sucesiones que nos enfrentan a patrones
culturales, sociales como por ejemplo las relaciones interpersonales, que obedecen a las
exigencias generacionales que incluso se van ligados a la época pero determinadas por las
diversidad de acciones que se presenten como cúmulo de las fases ya vividas y nuestra
capacidad de adaptación a ellas.

Finalmente, los factores biológicos, cognitivos y afectivos se encuentran interactuando de


manera conjunta en el comportamiento humano, haciendo de él, un sujeto que recibe de
sus padres una herencia que le permitirá tener o no unas características que le permitan un
desarrollo cognitivo, recibiendo en su interacción con el entorno un cúmulo de elementos
que enriquecerán sus conocimientos y le permitirán adaptarse al medio y además
dependiendo de los sentimientos y las emociones que posea, tendrá o no la disponibilidad
de recibir y enriquecerse integralmente.

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Referenias.

Candamil E.M y Grajales G. M. (1998). Comportamiento humano. Universidad del


Valle

Ciompi L. (Ed.). (2007). Sentimientos, afectos y lógica afectiva. Su lugar en nuestra


comprensión del otro y del mundo. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.
España.

Gámez, E. Marrero, H. (Ed.). (2005). Bases cognitivas y motivacionales de la capacidad


humana para las relaciones interpersonales. Anuario de Psicología. Universidad de
Barcelona

Ochando, M. (1983) Genes y comportamiento de género: azar o necesidad? Departamento


de Genética. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Complutense. Madrid

Piñeira, D. Selección y evolución adaptativa. Editorial U. 2012. Tomado de:


http://www.jstor.org/stable/j.ctt17t76zc

Vicerrectoría de Extensión Sistema Institucional de Educación. , 2, p.80. Tomado de:


http://www.cmuch.mx/plataforma/lecturas/introdesa/Comportamiento%20humano.pdf

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