La historia de la psicología educativa no es tan clara como otras áreas de la psicología,
pues carece de una “línea de tiempo” establecida y marcada que señale cómo se fue forjando. No obstante, en los siglos XVIII y XIX existieron filósofos, psicólogos e investigadores que fueron aportando a la formalización de ésta.
Primeramente, pienso importante la psicología educativa porque la educación es una
formación que todo ser humano lleva desde los primeros años de vida, tanto la informal, como la considerada como formal o académica, que es a la cual prestaré mayor atención. Esta última la observamos en preescolares, primarias, secundarias, preparatorias e incluso instituciones de educación superior (de licenciatura o posgrado).
En estos ámbitos, la psicología educativa es relevante, pues pone hincapié en las
formas en las que se lleva a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje, los métodos o técnicas empleadas para alcanzar este último, la relación que sostienen un alumno y su profesor, así como las necesidades y posibilidades que cada estudiante tiene en referencia a su formación educativa, y las habilidades que sus docentes poseen para conseguir esos objetivos. Asimismo, a la psicología de la educación (como también se le suele llamar), le caracterizan el enfoque que le da a las diferencias individuales que cada individuo tiene, tanto profesor y alumno, para el proceso y metodología de enseñanza-aprendizaje; los métodos de evaluación de los conocimientos, rendimiento e inteligencia; y la persistencia para resolver problemas psicopedagógicos en las distintas instancias que se requiera.
En conclusión, sostengo que creo altamente significativa la presencia de un psicólogo
educativo en cada escuela, para que así se fomente el desarrollo de programas educativos encaminados a las necesidades reales de cada institución, grupo y alumnos, así como la capacitación de docentes más preparados en su labor. Por ejemplo, en mi contexto educativo, tras conocer las teorías de Piaget y de Vygotsky, he notado que la mayoría de mis profesores se guían por el modelo constructivista de enseñanza, apoyándose de él para nuestra propia formación, pues al fin de cuentas el CUValles es semi-escolarizado; también, en muchos de ellos se destaca la forma en que toman a decenas de alumnos “bajo su ala” para fomentar su crecimiento tanto académico como personal, permitiendo, por ejemplo, su inclusión en proyectos de investigación y participación en eventos de formación integral.
Referencia
Beltrán, J., y Bueno, J.A. (1995). Psicología de la educación. Barcelona: Marcombo.