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Expediente N° 545-2017

Escrito: N°02
Cuaderno: Principal
Sumilla: Apelación.

SEÑOR JEFE DE LA OFICINA DESCONCENTRADA DE CONTROL DE LA


MAGISTRATURA (ODECMA)

ELI CONRADO CHAVEZ PAJUELO, en la queja


seguido contra el magistrado LIZ INVONNE TORRES
DIAZ, Ante Ud. Respetuosamente digo:

I. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA

Que por convenir a mi derecho dentro del plazo legal conforme al artículo 34 del
Reglamento del Procedimiento Administrativo Disciplinario de la OCMA, de
vengo a interponer recurso de apelación contra la Resolución N.º 02, de fecha 21
de Agosto del 2017, Resolución que declara improcedente la queja presentada, a
efectos de que los actuados sean elevados al superior, esperando que el mismo se
pronuncie actuando en sede de instancia declarando nula la indicada resolución y
admita la misma en razón de los siguientes fundamentos:

II. ERROR DE HECHO Y DE DERECHO INCURRIDO EN LA


RESOLUCION IMPUGNADA:

Que la resolución que vengo impugnar ha fundamentado la improcedencia en una


supuesta señalando ciertas premisas que se construyeron falazmente, pues ha
tergiversado el rango de aplicación de las normas que rigen el procedimiento
disciplinario y ha restringido las causales de inicio de un procedimiento
disciplinario.

RESPECTO A LA CONSTRUCCIÓN FALAZ. - El A quo ha señalado


correctamente que la queja es en función a la indebida motivación, sin embargo
luego de un esforzado razonamiento, concluye que las decisiones emitidas por el
magistrado basado en la convicción que se ha generado a través de la valoración
integral de los actuados procesales, no es causal de queja, pues tiene el magistrado
independencia en el ejercicio de su función jurisdiccional (léase el fundamento
tercero de la resolución impugnada).
Al justificar de esa manera su resolución, el A quo ha olvidado que LA
DISCRECIONALIDAD de los jueces NO ES ILIMITADA, esta sujeta a un
control. No por ser juez va hacer lo que se le venga en gana y desgastar al
justiciable en tiempo, esfuerzo, sacrificio y dinero para conseguir que después de
tanto tiempo pueda ser revocada tan irrazonable resolución.
La falacia se verifica por cuanto el A quo no se ha pronunciado si es que ES
PROCEDENTE O NO ES PROCEDENTE LA QUEJA POR CAUSAL DE
INDEBIDA MOTIVACION. Esto es preocupante, porque de la lectura de su
resolución podríamos concluir que el A quo considera que no es procedente la
queja por causal de indebida motivación o falta de motivación. Pero esto no lo dice
textualmente y esa forma tan difusa de resolver y ambigua de resolver deja mucho
que desear y da mucho que pensar.

RESPECTO DE LA PROCEDENCIA DE LA QUEJA POR INDEBIDA


MOTIVACION. - Debe decirse categóricamente conforme al artículo 34 inciso
uno de la Ley de la Carrera Judicial, concordante con el artículo 2 del Reglamento
del Procedimiento Administrativo Disciplinario ODECMA; SI ES
PROCEDENTE LA QUEJA POR INDEBIDA MOTIVACION, y siendo así,
es necesario recordarle al A quo, que es lo que se entiende por debida motivación.

La debida motivacion forma parte del derecho al debido proceso, esta discusión
hace años ha sido salvada por la doctrina y la jurisprudencia, pero parece que el A
quo no esta enterado. Asi podemos citar por ejemplo, lo establecido en la Sentencia
del Tribunal Constitucional EXP. N.° 03891-2011-PA/TC:

El derecho al debido proceso

12. Como ha tenido oportunidad de establecer este Tribunal en más de una


oportunidad, el derecho al debido proceso previsto por el artículo 139.3º de la
Constitución Política del Perú, aplicable no sólo a nivel judicial sino también en
sede administrativa e incluso entre particulares, supone el cumplimiento de todas
las garantías, requisitos y normas de orden público que deben observarse en las
instancias procesales de todos los procedimientos, incluidos los administrativos y
conflictos entre privados, a fin de que las personas estén en condiciones de
defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto que pueda afectarlos.

13. El derecho al debido proceso, y los derechos que contiene son invocables, y,
por tanto, están garantizados, no solo en el seno de un proceso judicial, sino
también en el ámbito del procedimiento administrativo. Así, el debido proceso
administrativo supone, en toda circunstancia, el respeto –por parte de la
administración pública o privada– de todos los principios y derechos normalmente
invocables en el ámbito de la jurisdicción común o especializada, a los cuales se
refiere el artículo 139° de la Constitución (juez natural, juez imparcial e
independiente, derecho de defensa, etc.).

14. El fundamento principal por el que se habla de un debido procedimiento


administrativo encuentra sustento en el hecho de que tanto la jurisdicción como
la administración están indiscutiblemente vinculados a la Carta Magna, de modo
que si ésta resuelve sobre asuntos de interés de los administrados, y lo hace
mediante procedimientos internos, no existe razón alguna para desconocer las
categorías invocables ante el órgano jurisdiccional.

15. En ese sentido, y como también ha sido precisado por este Tribunal, el
derecho al debido proceso comprende, a su vez, un haz de derechos que forman
parte de su estándar mínimo; entre estos derechos constitucionales, especial
relevancia para el presente caso adquiere el derecho a la motivación de las
resoluciones, conforme se explicará en los fundamentos que a continuación se
exponen.

La garantía constitucional de la motivación

16. En todo Estado constitucional y democrático de Derecho, la motivación


debida de las decisiones de las entidades públicas –sean o no de carácter
jurisdiccional– es un derecho fundamental que forma parte del contenido esencial
del derecho a la tutela procesal efectiva. El derecho a la motivación debida
constituye una garantía fundamental en los supuestos en que con la decisión
emitida se afecta de manera negativa la esfera o situación jurídica de las personas.
Así, toda decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente y
congruente, constituirá una decisión arbitraria y, en consecuencia, será
inconstitucional.

18. En el mismo sentido, a nivel de doctrina se considera que la motivación


supone la exteriorización obligatoria de las razones que sirven de sustento a una
resolución de la Administración, siendo un mecanismo que permite apreciar su
grado de legitimidad y limitar la arbitrariedad de su actuación. La motivación
permite pues a la Administración poner en evidencia que su actuación no es
arbitraria, sino que está sustentada en la aplicación racional y razonable del
derecho y su sistema de fuentes.

19. El derecho a la debida motivación de las resoluciones importa pues que la


administración exprese las razones o justificaciones objetivas que la lleva a tomar
una determinada decisión. Esas razones, por lo demás, pueden y deben provenir
no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios
hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso.

20. De otro lado, la motivación puede generarse previamente a la decisión –


mediante los informes o dictámenes correspondientes– o concurrentemente con la
resolución, esto es, puede elaborarse simultáneamente con la decisión. En
cualquier caso, siempre deberá quedar consignada en la resolución. La
Administración puede cumplir la exigencia de la motivación a través de la
incorporación expresa, de modo escueto o extenso, de sus propias razones en los
considerandos de la resolución, como también a través de la aceptación íntegra y
exclusiva de lo establecido en los dictámenes o informes previos emitidos por sus
instancias consultivas, en cuyo caso los hará suyos con mención expresa en el
texto de la resolución, identificándolos adecuadamente por número, fecha y
órgano emisor.
Entonces, el A quo, al considerar que por la simple invocación de normas se
estaría cumpliendo con la debida motivación, nuevamente incurre en un
razonamiento falaz. No debe olvidarse que la queja es porque el Magistrado
quejado no ha aplicado NORMAS LEGALES VIGENTES; el artículo 19.1 de la
Ley 27287. Pero no fue el único sustento de la queja, en ese sentido el A quo debió
pronunciarse por cada causal invocada.

NATURALEZA DEL AGRAVIO:


La resolución apelada me causa agravio porque al declarar improcedente la queja, no se
me escucha, no se me atiende y en definitiva se torna ilusorio el anhelo de corregir lo
irregular de un proceso judicial, se me resta el derecho a un pronunciamiento adecuado,
motivado y justo.

III. SUSTENTO DE LA PRETENSION IMPUGNATORIA:

III. SUSTENTO JURÍDICO DE LA PRETENSIÓN IMPUGNATIVO:

· El artículos 105 del ROF de OCMA.

· Falta de motivación interna del razonamiento: tiene una doble dimensión; por un lado,
cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece previamente
el juez en su decisión; y por otro lado, cuando existe incoherencia, que a la postre se presenta
como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo coherente, las razones en
las que apoya la decisión. (STC 03043-2006-PA/TC, F. 4).

· Falta de motivación externa: cuando las premisas de las que parte el juez no han sido
confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica –problemas en las
pruebas o de interpretación de las norma- (STC 00728-2008-PHC/TC, F. 7).

· La motivación insuficiente: resulta relevante desde una perspectiva constitucional si es que


la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de
lo que en sustancia se esta diciendo. (STC 03943-2006-PA/TC, F. 4)

· Motivación sustancialmente incongruente: obliga a los órganos judiciales a resolver las


pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin
cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal
(…), es decir, dejar incontestada las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del
debate judicial generando indefensión , constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y
también del derecho a la motivación (incongruencia omisiva). (STC 03943-2006-PA/TC, F.
4).
PRIMER OTROSI DIGO: Tenga presente lo dispuesto por el Código Procesal Civil:
artículo II último párrafo del Título Preliminar (impulso del proceso), artículo 50º
(deberes de los jueces), 124º (plazos máximos para emitir resolución), articulo 145º inc.
3) (falta grave); todos ellos concordados con el artículo 201º de Ley Orgánica del Poder
Judicial.

Asimismo, la Ley Núm. 29574 artículo 5 que modifica los artículos 34 numeral 6 y 47
numeral 19 de la Ley núm. 29277, Ley de la Carrera Judicial la cual considera como
falta grave el no cumplir con expeditar las resoluciones pertinentes dentro del
término de ley.

POR TANTO:
A su ente investigador, solicito se sirva admitir el presente recurso de apelación, a fin de
que el superior en grado lo examine y proceda en anular la resolución impugnada.

Pucallpa, 29 de Agosto del 2017.

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